Política y Administración Pública


La nueva situación regional; Julián Alonso Fernández


1ª Parte: La problemática y la esencia de la

"nueva situación".

El contenido propuesto es el estudio de la nueva situación regional española.

No se trata de estudiar el presente, sino desentrañar el futuro de unos entes territoriales, viejos hitóricamente, pero de joven andadura real,

de las regiones españolas integradas en la Comunidad Europea.

El tiempo y múltiples investigaciones regionales, sectoriales y de conjunto permiten que se puedan entender la problemática global que sugiere el

autor de la obra con su título: La nueva situación regional.

En lugar de hablar de una nueva situación regional, deberíamos hacerlo

de nuevas situaciones. En un corto período de tiempo recientes, se

ha producido más de una nueva.

Primero se ha producido una dinámica diversificadora y descentralizadora

y después, otra que tiende a que las regiones se integren en un conjunto

europeo, de tendencias más homogeneizadoras.

Lo heredado del pasado influye con una fuerza especial en la presente

configuración regional. La compleja y prolongada evolución, con

los cambios que generaba y las semillas que iba depositando, conforma la

clave de las actuales situaciones regionales, es decir, de las actuales

Comunidades autónomas.

El análisis de las regiones españolas permite comprobar su diversidad y

características dentro del Estado, para así comprender mejor los problemas y potencialidades que encierran en el nuevo marco de referencia europeo.

2ª Parte: El legado de historia.

Es de interés de analizar con un cierto detenimiento la herencia del pasado, especialmente estructuraciones políticas y administrativas

que se han ido sucediendo en nuestro país.

El factor histórico ha gravitado con especial fuerza en la actual

configuración regional y ha servido de justificación, a menudo

cómoda y bastante inconcreta, a mucha de las actuales situaciones.

2.1 El territorio en la época prerromana.

Esta época abarca desde la Protohistoria hasta el año 19 a.de C.,

cuando se produce la total dominación de España por Roma.

La ordenación política de tribus, ciudades o Estados, estaba muy

superditada a la influencia de los jefes tribales y a la de los colectivos

locales de cada tribu.

Los régimes políticos, con preponderancia de los monárquicos y

aristocráticos.

En todo el área mediterránea, meridional y levantina, dominaba claramente el sistema monárquico.

La complejidad de la situación territorial en la España primitiva,

deriva de que los pueblos indígenas mantenían bien diferenciadas

sus propias instituciones y constumbres.

2.2 La primera organización del espacio:

Roma.

La presencia de Roma supuso el trascedental hecho de dar nacimiento

a la primera unidad política peninsular y a la primera organización del espacio hispánicos en unidades administrativas.

Para el año 206 a.de C. Hispania ya es considerada como provincia

Romana. En el año 197 a.de C. es dividido el territorio, en dos

provincias, con fines administrativos: Las provincias Citerior más cercana

a Roma y Ulterior la más alejada.

La Ulterior abarcaba todo el sur de la península y la Citerior se extendía

por el valle del Ebro y por la costa levantina hasta Baria ( Vera, en Almería ). La totalidad de la Meseta como en las áreas norteñas, es decir,

la mayor parte del territorio quedaba fuera de la ocupación Romana.

En el año 133 a. de C. se toma Numancia y eso supone el amoldamiento

de los pueblos hispánicos al estilo de vida romano.

Posteriormente hacia el 27a.de C. Augusto realiza una intensa reestructuración administrativa que afecta a la organización provincial,

esta organización estará vigente hasta las reformas de Diocleciano en

el año 293. Así todas las provincias se convierten en subdivisiones de otra

unidad más amplia, denominada Diócesis. A su vez esta Diócesis se organizaba en cinco peninsula peninsulares: Las antiguas Bética, Lusitania

y Tarraconense, más las nuevas de Gallaetía y Cartaginense; una africana:

La Mauritania Tingitania; y otra insular: La Baleárica.

A demas de la materialización de divisines territoriales administrativas.

Roma, por ejemplo implanta el idioma latino, que dió lugar a la

actual diversificación lingüistica que caracterizan a las distintas regiones.

Está claro que Roma no solo ocupa militar y políticamente Hispania, sino

también culturalmente.

2.3 El paréntesis Visigodo.

Con la llegada de los Visigodos, que se ocuparán de la organización

territorial, da comienzo una etapa, de caracteres aún puramente transitorios.

Con Eurico las tierras peninsulares se orientan hacia un estado

Hispanio-Visigodo, unidas política y jurídicamente, es decir, hacia

la constitución de un primer estado nacional.

El reino Visigodo toma Toledo como capital e impone su autoridad

a todo el territorio peninsular.

Al asentarse los Visigodos en la península, mantuvieron la estructura

romana en provincias, si bien desapareciendo toda subordinación

a la ya no vigente Prefectura de la Galia.

Tras la invasión Musulmana de árabes y bereberes se produce el undimiento del estado Hispanio-Visigodo.

Las consecuencias de la prolongada estancia e intervención de los

Musulmanes son muy a tener en cuenta en la génesis y conformación de

los diversos cuadros regionales de la Península.

3ª Parte: Los antecedentes próximo.

3.1 El uniformismo borbónico.

En el siglo XVIII tiene lugar el primer intento severo de transformación

radical de las organizaciones históricas, con el objetivo de modernizar

el Estado.

Con el advenimiento del primer Borbón, se implanta una intensa centralización.

La unidad española, se apoyaba en la diversidad, en la pluralidad de

derechos, de órganos de administración y de representación, de

idiomas, de costumbres e, incluso monetaria.

Los territorios conocerán nuevas delimitaciones administrativas, llamadas

"Corregimientos", al frente de los que se ponen un corregidor como representante del Rey. A la usanza de Castilla los regidores sustituyen

a los "Consejeros" y los alcaldes a los "justicias".

Desde el punto de vista economico, las reformas de Felipe V tuvieron

importantes efectos positivos como la eliminación de las aduanas internas.

3.2 La división provincial de España.

Durante el siglo XIX se descompone la unidad del entendimiento nacional

evidenciado con ocasión de la Guerra de la Independencia, iniciándose

los procesos nacionalistas y cantonalistas y, en definitiva, enfrentándose

a múltiples luchas unas y otras Españas.

La división Provincial de España, fue obra de Javier de Burgos, Ministro de Fomento, quien creó una auténtica economía y ciencia de administración, pues creía de que era la única fórmula para resolver los

males que agarrotaban a España.

A partir de 1718 el territorio se distribuye en unidades administrativas,

en principio denominada "intendencias", pero que acabarían recibiendo

el nombre de provincias.

Se estructuran provincias asépticas desde el punto de vista histórico

tradicional, carentes de personalidad específica, delimitadas con un criterio racionalista y como simple medio administrativo de Estado

centralizador y uniformizador.

Está claro, que la reforma de la estructura territorial tradicional

llevada a cabo por Javier de Burgos supuso un proceso claramente

inverso a la actual, al que a dado lugar la nueva situación regional.

3.3 Las regionalizaciones socioeconómicas.

Desde el punto de vista administrativo y estadístico la gran unidad básica

era, y sigue siéndolo, la provincia. Esta comenzaba a resultar una unidad

demasiado pequeña, un marco inadecuado para cumplir su cometido

en el actual sistema de vida y con las nuevas estructuras socioeconómicas.

Era necesario contar con una unidad superior en tamaño y en capacidad

de decisiones políticas y administrativas, es decir, se precisaba de la Región.

Se hicieron varios proyectos y propuestas de nuevas divisiones regionales,

unos tendian a delimitar regiones homogéneas, a base de criterios simplistas con frecuencia y otros buscaban la determinación de regiones

nodales o de organización.

Su denominador común es que pretenden delimitar las regiones homogéneas para, ulteriormente, establecer las cabeceras regionales.

En difinitiva, se ve que en el ámbito macroeconómico hubo notables

esfuerzos de división regional de España, pero con resultados dispares.

4ª Parte La división regional: Las Comunidades Autónomas.

4.1 Justificación.

Hoy en España la regionalización válida y la aceptada en función de su demostrado carácter operativo, es la que configuran las Autonomías,

hasta el punto de que es con la que España se ha integrado en las Comunidades Europeas, y más en concreto, en la Europa de las regiones.

Esta división autonómica, resuelve cómodamente el viejo problema en el

que los geógrafos y los planificadores habían fracasado de plano al no

haber alcanzado acuerdos mínimamente suficientes.

4.2 La convivencia regional.

Una vez que se realizó la delimitación administrativa, esta nueva situación

radicará en la definición y normativización de las reglas de funcionamiento impuestas por el cuerpo social que vive en cada espacio concreto, con lo que se consolidará su conciencia regional.

4.3 Organización territorial.

4.3.1 Génesis.

La Constitución española de 1978 estableció una organización

territorial del Estado bastante diferente del anterior, la cual está

fundamentada en la división del espacio que supone las

Cominidades Autónomas.

Se generalizan las Autonomías por todo el territorio español,

surgen desde abajo, es decir, a iniciativa de los organismos

locales y provinciales, al menos teóricamente.

La creación de cada Comunidad Autónoma culminaba con la

aprobación por las cortes de una ley orgánica que promulgaba

su Estatuto de Autonomía.

4.3.2 Tipologías y clasificación.

La nueva organización territorial distingue tres tipos de demar-

caciones autonómicas, siempre sobre la base de la división

provincial:

1) Las Comunidades constituidas por el agregado de varias

provincias limítrofes con características históricas,

culturales y económicas comunes, según la definición

de la Constitución vigente, idéntica a la de la Constitución

de 1931. Son las Comunidades históricas, con la excepción

de algunas uniprovinciales.

2) Las Comunidades conformadas por las provincias insulares.

3) Las Comunidades uniprovinciales con entidad regional

histórica, o de interés nacional.

Atendiendo a factores históricos y culturales, al sentimiento y

concienciación popular y a pasadas iniciativas documentadas,

con las correcciones impuestas por la política y por la

Geografía, la clasificación de las regiones reflejadas en el mapa

autonómico es la siguiente:

1) Regiones históricas de gran tradición: Cataluña, País Vasco,

Galícia, Navarra.

2) Regiones históricas de reciente sentido autonómico: Andalu-

cía, Aragón, Baleares, Canarias, Asturias y Comunidad

Valenciana.

3) Regiones históricas de reciente conciencia regional: Castilla-

León, Extremadura.

4) Regiones históricas modificadas por factores geográficos:

Castilla La Mancha.

5) Regiones justificadas por factores políticos y geográficos:

La Rioja, Cantabria y Madrid.

5ª Parte: Los desequilibrios regionales.

Hoy en día el análisis de los problemas regionales, en su vertiente de desequilibrios y en el marco de las nuevas tendencias, es uno de los más importantes temas de estudios de la Geografía española.

La profunda crísis económica (1973) ha provocado la alteración del mapa regional en su vertiente socioeconómica. A partir de estas fechas los dese-

quilibrios regionales tradicionales, no sólo no se han visto aminorados, sino que se han profundizado manifiestamente.

Se deduce que el mapa regional Español no es inmóvil desde el punto de vista de los desequilibrios socioeconómicos, que se encuentran en

profunda transformación, lo que hace que sea difícil de precisar y analizar.

5.1 Desequilibrios Demográficos:

El primer aspecto a considerar en las desigualdades regionales es el Demográfico y es lógico que así deba ser por cuanto sólo hay regio-

nes en cuanto hay hombres.

La población española, según datos del Padrón de 1986 era de 38´5

millones de habitantes, lo que supone el 11´9 % de la Comunidad

Económica Europea.

En 1986 Andalucía es la región más poblada, seguida por Cataluña,

Madrid y por la Comunidad Valenciana. Los Efectivos más bajos son

en La Rioja, Navarra y Cantabria.

La Natalidad en nuestro país aún gravita sobre el volumen global de la

población joven. Así Canarias, Murcia y Andalucía registra un importante número de jóvenes y relativamente altas tasas de natalidad. A estas

comunidades han de añadirse Madrid, País Vasco y Comunidad Valenciana que, consecuencia de la inmigración de jóvenes, notan los efectos en la natalidad. En el reverso se encuentra Castilla-León,

Castilla-La Mancha, Estremadura y Galícia, presentan elevados

índices de envejecimiento, generados por la emigración.

El factor más importante en la Génesis y volumen de los desequilibrios

demográficos interregionales no lo ha constituido el movimiento natural,

sino un muy prolongado e intenso proceso de migraciones, intensificado

a partir de los años 50, sólo ralentizado con ocasión de la más reciente

crísis económica y hoy prácticamente detenido.

También influye notablemente en los Desequilibrios, las desigualdades

en el empleo y en el mercado de trabajo, así como los Desequilibrios

en Renta y en estructura productiva.

Las desigualdades regionales son enormes y que su corrección debe ser

un objetivo prioritario. No puede olvidarse que la diferencia de equipados

entre unas y otras regiones ha jugado un papel decisivo en los niveles de desarrollo y ha sido uno de los factores de generación de otros desequili-

brios.

6ª Parte: Las regiones españolas y la C.E.E.

Es ya conveniente considerar la nueva situación regional como consecuencia de la integración de España en la Europa Comunitaria.

La política regional europea supone la imbricación entre los poderes

Soberanos de los Estados y los de la Comunidad.

Todas las regiones españolas, sin ningún tipo de excepción, superan

con frecuencia con desmesurada amplitud, los valores medios de desempleo de la Europa Comunitaria.

La gravedad del desequilibrio desde el punto de vista en el contexto

europeo resalta más, si se observa que nada menos que siete regiones

españolas se sitúan en la cabeza de la Europa Comunitaria .

Cambiando a otro tema, también puede concretarse que nuestras regiones industriales, potentes a escala nacional, apenas adquieren relevancia en el

nuevo marco de referencia europeo. Ninguna Comunidad alcanza tampoco la media del Mercado Común del producto industrial per cápita.

6.1 Los impactos de incorporación.

Pararse a estudiar los efectos de la incorporación del mosaico regional

español a las Comunidades Europeas resulta problemático, debido

al escaso tiempo transcurrido.

No debemos olvidarnos que la incorporación de España y Portugal

ha cambiado de manera significativa las medias europeas de referencia.

Aparecen con grandes posibilidades de futuro las regiones españolas

productoras de arroz, maiz, cereales, aceite de oliva, cítricos, frutas frescas, hortalizas, y quizás, carne de ovino. Y con escasas posibilidades

las regiones productoras de vino, azúzar, carne de vacuno, leche, queso,

mantequilla, quizás carne de porcino y aves.

Uno de los objetivos de estudio está en considerar los beneficios de la

aplicación de los fondos Comunitarios.

6.2 El futuro de las regiones.

En todas las regiones el principal handicap se halla en los elevados niveles de desempleo. También en este aspecto aparecen los problemas añadidos

de que la Universidad y el sistema educativo en general no sirven a las necesidades de formación de los prfesionales y especialistas que necesita

el actual sistema económico, y de que el actual envejecimiento de la población dificulta, en muchas regiones, un adecuado reciclaje.

España aparece localizada perisféricamente, y esta localización coincide

con ingresos per cápita inferiores a la media europea, así como mayores tasas de paro y peores equipamientos en infraestructura. Este factor de

perifericidad, no ensiste en sí mismo, sino solo en el momento en el que las regiones se enmarcan en el amplio marco comunitario. De ahí que la integración halla supuesto el acuerdo de ayudas económicas.

7ª Parte: La desconocida " Nueva situación

futura".

Las regiones españolas, en cuanto a previsiones del futuro, quedan tipificadas así:

1) Las Comunidades de Madrid, la Rioja, Navarra, Aragón, Cataluña

y Baleares no recibirán las ayudas extraordinarias al considerarse

que son zonas que pueden crecer por impulso propio, por simple

dinamismo interno.

2) Las Comunidades del País Vasco y de Cantabria, con fuertemente

deteriorado tejido industrial por especial impacto de la crísis, tampoco

se beneficiarán de especiales apoyos.

3) Las Comunidades Valencianas y de Asturias, con niveles de desarrollo

parejos a la media nacional, han sido incluidas en el plan de Desarrollo,

y por consiguiente también se beneficiarán de los fondos de la Comuni-

dad Europea.

4) Las Comunidades Autónomas de Andalucía y de Murcia, se beneficia-

rán de apoyos especiales a su relanzamiento, a conseguir se supone,

a través de sus potencialidades endógenas de crecimiento.

5) El resto de las Comunidades Autónomas españolas, es decir Extrema-

dura, Castilla-La Mancha, Castilla-León, Galícia, Canarias y Ceuta y

Melilla, recibirán fuertes inversiones y apoyos dentro del marco tempo-

ral del plan de Desarrollo 1989-1993, por sus netas característica de

atraso en sus niveles de desarrollo.

Todas estas regiones son:

a) Con una excesiva apoyatura en el sector primario, excepto Canarias y

Ceuta y Melilla.

b) Son regiones con producciones y niveles de productividad bajos o

muy bajos, lo que acarrea escasas rentas per cápita.

c) Son carentes de adecuadas infraestructuras económica y dotaciones

sociales.

d) Son regiones con bajas tasas de actividad y elevadas cifras de paro

o de subempleo.

e) Son Comunidades con acusado envejecimiento demográfico.

f) Son regiones con densidades de población claramente bajas.

g) Todas ellas carecen de núcleos urbanos de tamaños intermedios,

lo que impide la articulación correcta de las respectivas redes urba-

nas.

8ª Parte: Opinión personal.

Este libro de Julián Alonso Fernández, titulado: La Nueva Situación Regional, me ha parecido bastante interesante, pués inicialmente nos muestra como se formaron las distintas regiones españolas y el tiempo

que se empleó para considerarla como tales.

También me ha parecido bastante curioso la influencia que ha tenído

sobre el territorio español, Roma, tanto en su primera organización como en las constumbres de formas de vida.

Deberíamos considerar la época de los Visigodos y Musulmanes como

épocas en las que surgen diversos estilos de vidas y de intereses.

Cuando se inicia la Edad Moderna es cuando finaliza el proceso de

reconquista, y se produce la constitución del Estado español.

El objetivo primordial era solventar los desiquilibrios espaciales.

Con la implantación en España en un sistema constitucional se otorga

a todas las regiones carta legal de naturaleza como Comunidades

Autónomas, que posteriormente se incorporarán al mercado Común

Europeo, siendo este el hecho con más tracendencia en toda la

Historia española.




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Idioma: castellano
País: España

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