Filosofía

Comentario de una película

La Naranja Mecánica

En la película, la violencia es legitimada principalmente por el grupo de chicos al que pertenece el protagonista, que ejercen la violencia como pasatiempo y no como defensa o deporte. Ellos ejercen la violencia de manera estudiada, organizada y regular, y es para ellos una forma de divertirse, una afición más, solo que mal aceptada por el resto de la sociedad.

Ejercen esta violencia contra quién ellos creen que deben hacerlo, no contra cualquier individuo que pase, sino contra un viejo borracho bagabundo que según ellos solo sirve para dar mal aspecto a la ciudad, y además es desagradable para los oídos de los transeúntes, por las canciones que canta, que son muy detestadas por el protagonista.

También la ejercen contra un grupo de jóvenes como ellos, que estan intentando deshonrar a una mujer, por lo que ellos consideran que merecen un castigo, tal como un apaleo a base de golpes de cadena, de bate, de puñetazos, patadas y otra gran variedad de golpes.

Para ellos, también tienen merecido un repaso a fondo un escritor rico y su esposa, que viven muy bien sin proporcionar apenas ningún bien a la sociedad, o una mujer acaudalada por otras causas, que según el protagonista de esta película, no merece vivir tan bien sin haber hecho nada para conseguirlo.

De esta manera, practicando la violencia con personas que consideran que lo merecen, justifican sus actos y limpian su conciencia, evitando cualquier tipo de remordimientos o pesadumbres.

Por otra parte el estado también es quien legitima, no exactamente la violencia, pero si el uso y abuso de esta como tratamiento de rehabilitación mental para personas a las cuales, la violencia y el sexo les producen un placer y una satisfacción insuperable por ninguna otra afición existente en sus vidas. Para el estado, la futura situación de la persona tratada, no tiene ningún interés ni preocupación, siempre y cuando este sujeto no vuelva a utilizar la violencia como recurso de diversión, y así deje de suponer una amenaza constante para la gente que le rodee.

De esta manera, el estado usa esta violencia sicológica para acabar poco a poco con los maníacos y dementes que amenazan a la sociedad con sus chifladuras y ocurrencias agresivas y sádicas, y que no dejan que la paz y la tranquilidad reinen en sus calles.

Para los promotores de este experimento, mediante el cuál se quiere disminuir el periodo de tiempo que permanecen los delincuentes en las prisiones, no tienen ningún significado las posibles críticas que sufran los métodos que vayan a usar para sanar mentalmente a los psicópatas, ya que como dice claramente su representante en la presentación del primer sujeto supuestamente curado, su objetivo es únicamente eliminar la criminalidad, la tendencia de estos individuos a utilizar la violencia en cualquier situación, sin tener en cuenta las posibles consecuencias personales que estas medidas supongan para los sujetos tratados.

Por eso dice que los motivos éticos no le atañen, que es simplemente un eufemismo, una manera más admisible y menos dura de decir que no les importan las posibles secuelas mentales que en los tratados con esta medida aparezcan, ya que a lo largo, con el uso de este tratamiento, la sociedad irá perdiendo agresividad y cada vez habrá menos individuos que supongan un verdadero riesgo para el resto de componentes de una comunidad, que necesita tranquilidad y soluciones al progresivo aumento de violencia en sus componentes.

El comportamiento de este grupo político para reducir el índice de criminalidad, en el que salen perjudicados los autores de actos antisociales , se puede ampliar a grupos sociales mucho más amplios si los objetivos que priman en la serie de propósitos del colectivo lo requieren. Pongamos por ejemplo que un virus tratado para la guerra biológica, en un pueblo de un reducido número de habitantes, saliera de los laboratorios e infectara a los habitantes del pueblo, causando muchas bajas y con amenaza de salir al exterior de la localidad. Cuando los medios de comunicación dispersaran la idea al resto del país, el estado rápidamente pondría en cuarentena al pueblo, y de no ser suficiente bombardearía su propio pueblo, antes de que la gente conociera el verdadero origen del virus. El resto de población del país estaría de acuerdo con extinguir el virus eliminando a todos los portadores, aún y no siendo enemigos, a cambio de salvar sus vidas, y el ejercito acabaría con todos los habitantes sin una previa investigación en busca de un antídoto, y en el caso de que lo tuvieran, sin administrarlo, ya que preferiría el secreto de la solución a su virus, a las vidas que se salvarían con el suministro de este antídoto.

Posiblemente la opinión del resto de la gente, la no tratada, que será la mayoría, será positiva, y su reacción se plasmará en las elecciones, cercanas, que son el único interés real de esta gente, que al fin y al cabo no son más que un simple partido político con intereses políticos y una solución a sus intereses algo rebuscada.

La limitación de la libertad personal en la sociedad occidental de esta película esta marcada más por los límites que establece el estado que por los que establece la sociedad, ya que las represalias de la sociedad no afectan a todo el mundo, como por ejemplo a los inadaptados o los grupos que se consideran aparte, a los que las consecuencias de tipo social no les preocupan.

Los mecanismos que usa la sociedad son los que ha usado siempre, como la segregación, la marginación y el rechazo popular, que aplica a personas no adaptadas, bien sea por su comportamiento, el cual no está dentro de lo estrictamente aceptado por la sociedad, como en el caso de los homosexuales; o bien sea por las diferencias raciales o culturales que separan a los grupos extranjeros del resto de la sociedad, como los inmigrantes.

En estos casos de discriminación, las personas afectadas no han perjudicado a nadie y tampoco existe ningún indicio de que lo vayan a hacer, por el simple hecho de no comportarse con los mismos patrones que la mayoría. La sociedad dominante se siente con el derecho de despreciarlos injustificadamente, y con la seguridad de que no les devolverán el golpe.

En otros casos, en que la causa de el castigo social es el miedo y el temor que estos sujetos producen en el resto de la comunidad, la crítica popular y el rechazo en los lugares privados, así como la negación de bienes y la exclusión de algunas organizaciones, son los castigos que la sociedad impone a, por ejemplo, los grupos vandálicos, radicales, racistas, distorsionadores y demás grupos desagradables e insociables. También podría incluirse en este conjunto a las personas inadaptadas que actúan por individual, pero esta presencia es casi inexistente, ya que este tipo de gente acostumbra a actuar en grupo debido a la debilidad de un solo miembro.

Como se ha descrito anteriormente, los recursos del estado para limitar el libre arbitrio son efectivos para todos los componentes de la sociedad, ya que se componen de castigos físicos, como arrestar o encarcelar, cosas que no gustan a nadie y a nadie le pasa inadvertida una detención o un encarcelamiento, por muy inadaptado que sea.

Este control y consecuentes expiaciones a los infractores de leyes y normas, es llevado a cabo por cuerpos de control, como la policía o el ejército, que usan la autoridad y la fuerza que el poder les proporciona para establecer el orden y velar por la tranquilidad de la comunidad.

En la película, el recurso especial que utiliza el estado para limitar la voluntad de los individuos enfermos con tendencias psicópatas, es el experimento sufrido por el chico, el protagonista de la historia, que consiste en producir vómitos, angustias y malestar en el sujeto que está siendo curado, a través de un suero, haciendo coincidir estos síntomas con la visualización de escenas violentas y pornográficas.

Esta terapia, ampliada a muchas sesiones, acaba produciendo angustias y arcadas en el sujeto después del tratamiento, solo con el hecho de visualizar o presenciar alguna escena relacionada con la violencia o el sexo, que tanto le han hecho vomitar durante las sesiones de su cura.

No. En ningún momento el estado tiene que responder a la violencia, la rebeldía o la desobediencia con el asesinato, por que esto significa la violación del principal derecho humano, que es el derecho a la vida, y que ni siquiera el incumplimiento de las leyes y la violación de los derechos por parte de una persona es causa suficiente para que el estado arrebate una vida.

Si es cierto que el estado debe mantener el orden y que debe castigar y hacer cumplir la ley a aquellos que la infrinjan, pero como se muestra en la película, hay muchas otras maneras de mantener la calma y la paz en un estado, que no son utilizar la amenaza de muerte sobre aquellos que alteren la tranquilidad y vulneren las normas.

Algunas son los centros de rehabilitación, la penitenciaría, los trabajos forzados o hasta la variación parcial de la personalidad o la perturbación mental parcial, antes que el recurso de la tortura o la muerte.

Muchas veces, el problema de afición a la violencia o de que esta sea un recurso muy rápidamente utilizado por una persona para salir de situaciones incómodas, y a menudo desagradables, puede ser solventado con terapias o con tratamientos de rehabilitación para sanear la mente de una persona, ya que al ser humana es capaz de recapacitar, de pensar su situación, su condición humana y como tal, su facultad de cambiar de vida y reaparecer como un individuo mentalmente normal, sin ningún aspecto peligroso para las personas que le rodeen o que traten con él.

No. La moral ha de ser propia de cada persona, de cada ser humano, y a decisión de este, sin imposición por parte de ninguna autoridad ni institución. Han de ser una serie de valores adquiridos durante el crecimiento o en los centros de educación.

Los valores morales son unos principios característicos de una cultura, los cuales, generalmente, comparten todos los componentes de esta, y su cambio debe ser gradual y aceptado y producido por todos los individuos que la forman.

Sería una negación de la libertad de opinión el hecho de que el estado impusiera sus valores morales, tal y como a este le interesara, por que en el caso de que el estado fuera la fuente de moralidad, los valores morales que pondría serían todos a su favor, manipulando a la gente de manera que no se quejara nunca, obedeciera a todas las leyes y normas, e hiciera caso de las autoridades sin posibilidad alguna de queja o de planteamiento siquiera de otra probabilidad, otra opción para hacer las cosas de otro modo, ya que no estaría ni siquiera en los planteamientos humanos de las personas pertenecientes a ese estado.

Y de hecho, no estaría tan mal que la gente hiciera caso de las normas y leyes que ahora rigen los países civilizados, ya que no haría falta ningún tipo de vigilancia ni de protección ciudadana, ni cuerpos de seguridad, ya que la gente no cometería infracciones ni violaría leyes, porque ni siquiera existiría la idea de no seguir las normas. Pero la negación anterior a la imposición de los valores morales por parte del estado se debe al hecho de que este no tardaría en permutar las leyes, y las hasta ahora mínimamente justas leyes, se tornarían totalmente injustas, dando al poder mucho más del que tiene y haciendo a los gobernadores las únicas personas auténticamente felices en ese estado, con todo el resto de población a sus pies y a su servicio. El estado cambiaría su modelo político a dictadura, pero sin usar la fuerza ni la represión estatal, ya que los posibles sublevados no existirían, ni jamás aparecería nadie con posibles ideas revolucionarias, ya que no existirían tales ideas.

La Naranja Mecánica Filosofía 1

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1º Batx. - B enero'2000