La familia se había ido al pueblo hace poco. Elías tardaba mucho de venir del trabajo y Alejandra y Regina fueron a buscarle. Ese lugar era muy siniestro. Se encontraron a un hombre del pueblo y Alejandra le dijo que le acompañase, pero él se negó. Regina sospechaba mucho de ese hombre. La granja no era un buen lugar para ir de noche.
Al fin encontraron a Elías, tras mucho haber andado. Estaba sentado en una silla, se enfadó porque habían ido y además que la niña hubiese ido. Su reloj se paró a las once y media. Los tres se fueron para casa.
Volvieron a casa, pero Elías se volvió porque vio a alguien con quien tenía que arreglar unas cosas. Regina y su madre se volvieron para su casa. La cabeza de Regina estaba llena de preguntas.
Su padre se volvió. Él y Alejandra se pusieron a hablar. Regina vio en la ventana al hombre que se fue con su padre, creía que había entrado a su casa, pero vio las pisadas en la nieve que se alejaban.
Regina iba a la escuela y era la más mayor, solo iban críos. Emilia era su profesora. Regina le hizo una redacción sobre lo que había visto la noche anterior. Aquella mañana se lo contó a su madre, que quería disimular.
Cuando Regina volvía de la escuela, en la nieve, vio un espejo roto, subió corriendo a su cuarto. Vino la mujer con la que se encontró la pasada noche y estuvo charlando con Alejandra sobre el trabajo de Elías. Allí ocurrieron muchas desgracias, que, al final se las tuvo que contar Elías.
Por la tarde Regina le hizo preguntar a su padre, y él respondió con inseguridad. A la noche, Regina tuvo una pesadilla, se asomó por al ventada y fue cuando volvió a ver al hombre misterioso. Estaba muy asustada porque al lado de su ventana había una escalera y el hombre podía subir por ella. Estaba tan atenta mirando a fuera que no se dio cuenta de que alguien estaba abriendo la puerta de su cuarto.
Regina, al ver que la puerta se abría, creyó que era el hombre, y gritó lo más fuerte que pudo. Pero quien había era su madre. El grito despertó a los vecinos, que fueron a ver que ocurrió, el padre tubo que dar explicaciones. En la casa de Emilia había alguien…
Regina fue a la escuela, pero no estaba Emilia, Javier y Raúl le estuvieron preguntando que qué pasó la noche anterior. En el lugar de Emilia había una mujer del pueblo.
Regina preguntó a las tres mujeres de la escuela que dónde estaba Emilia, pero ninguna se lo dijo. Llegó un hombre y echó a todos los niños de la escuela. Cuando llegó a casa, se fue al bosque en busca de su madre. Después la llamó pero no la oyó. En el bosque había otro hombre que no sabía quien era del cual sospechaba bastante…
Regina, de tanto correr para coger a su madre, se tropezó con una piedra y se torció el pie. Delante de ella estaba aquella mujer con la que siempre se encontraba. Juntas, se fueron y Regina le preguntó si estaba viva, pero la mujer decía respuestas de mala sombra, y que ella (Regina) también podría morir.
La mujer y Regina llegaron al lugar donde estaba su padre, estaba rodeado de hombres preguntándole sobre “Él”. Regina vio a su madre por la ventana y se fue corriendo. Se fueron y Regina preguntó por Emilia. No estaba muerta, ni herida, pero sí muy asustada.
Llegaron al lugar donde estaba Emilia. Emilia y Alejandra les presentó al hombre de sus pesadillas, el hombre al que tanto miedo le tenía. Era el jefe de la granja. Alejandra y Regina se fueron para la granja.
Las tres y el hombre, fueron a ver a los perseguidores, Emilia y Alejandra solo estaban pendientes de aquel grupo de hombres. Pero el hombre sacó unas fuerzas, cogió a Regina, le tapó la boca para que no pudiese gritar y se la llevó. Regina se daba por muerta.
Aceves era un tipo súper raro. Alejandra y Emilia se sentían muy culpables sobre la desaparición. Regina estaba muy asustada. Aceves, hace diez años asesinó a dos niñas de nueve y once años.
Alejandra fue a por Elías a contárselo todo. Fueron en busca de su hija. Regina pegó un grito y por eso todos oyeron en la zona que estaba. Los del pueblo querían matar a Aceves.
Aceves se dio por desaparecido. Iba a casa de Regina, Elías y Alejandra, porque siempre estaba solo y quería estar con alguien. Como Regina gritó, se fue y no volvió. La familia se mudó del pueblo y al cabo del tiempo, Emilia hizo lo mismo.