Intérpretes: Marlon Brando, Eva Marie Saint, Karl Malden, Lee J. Cobb, Rod Steiger, Leif Erickson, Martin Balsam, Pat Henning.
1. Análisis audiovisual de la obra:
La película narra la historia Terry Malloy (Marlon Brando) y de su vida en los muelles del puerto de Nueva York. Todos estos trabajadores tienen como máxima no hacer ningún tipo de declaraciones a las autoridades, de aquí viene el título de la película, por miedo a las represalias. Las figuras más importantes de este lugar conocido como el “suburbio de la urbe” son un grupo de empresarios sin escrúpulos que no dudan en ser agresivos y en explotar a los trabajadores. Elia Kazan no duda en plantearnos todas estas injusticias de una forma angustiada y con mucha fuerza visual.
El protagonista, Terry Malloy, es un ex boxeador un tanto terco que poco a poco va tomando conciencia de la situación. La actitud luchadora de Terry se ve impulsada por el amor que le procesa a Eddie Doyle (Eva Marie Saint) y los consejos del padre Barry (Karl Malden), un sacerdote católico preocupado por la realidad de los muelles que le ayudará a tomar la decisión de quebrantar la ley del silencio impuesta por los extorsionadores. Un suceso que cambiará la implicación de Terry en el problema es la repentina muerte de su hermano, lo que le lleva a enfrentarse a la peligrosa banda de mafiosos.
Con este papel Marlon Brando nos adentra en una atmósfera de rabia e ira contenida encarnado en un auténtico héroe de carne y hueso, con sus problemas y defectos mundanos con el fin de hacer al personaje más cercano al gran público.
Kazan también narra en este film un amor prohibido e imposible enmarcado dentro de esta historia de violencia. Lo hace de una manera impresionante porque en ningún momento despista al espectador de la historia central con esta trama secundaria.
A parte del trabajo del director cabe destacar la interpretación de Marlon Brando (para muchos la mejor interpretación de la historia), la magnifica fotografía de Boris Kaufman, que recrea perfectamente el ambiente de los suburbios neoyorkinos y la asombrosa música de Leonard Bernstein. Por todo esto y muchas más pinceladas de belleza este filme se puede considerar como uno de los grandes clásicos del cine y ser de visión obligada
Como toque final cabe destacar la magistral jugada de Kazan cuando desarrolla la acción con rigor y concisión, pero también con una fuerte carga emotiva, hasta culminar en la famosa escena final, con Brando levantándose después de haber sido brutalmente apaleado y acercándose tambaleante al almacén -visto a través de la mirada del protagonista- para iniciar una nueva jornada de trabajo. Una secuencia antológica para un film que ya es un verdadero clásico.
2. Espacio social y político en el que se desarrolla la obra:
Durante el período conocido como “caza de brujas”, protagonizado por el senador católico McCarthy con el objetivo de perseguir la incursión comunista en Estados Unidos, la gran nación democrática bordeo la tentación fascista, al pasar por un período inquisitorial durante el cual muchos ciudadanos inocentes sufrieron persecución por simples sospechas.
Todo el mundo en Hollywood comentaba que el director de este largometraje, Kazan, había sido integrante del “Partido Comunista de Hazengang” (Michigan) en la época de la “caza de brujas”; y que se libró de las represalias por desenmascarar como comunistas a sus compañeros de profesión como a Burt Lancaster o a Shirley Temple. Muchos dicen que este largometraje sirvió para justificar el chivatazo de Kazan al “Comité de Actividades Antiamericanas”, dirigido por el senador Joseph McCarthy. Esto se debe a que todos los imputados por su culpa hicieron un boicot severo contra el y con esta obra logró de nuevo el beneplácito de la opinión pública.
Todas estas características se aprecian en el personaje que interpreta Marlon Brando, que a su vez intenta disculpar como si fuese el mismo Kazan. Si nos detenemos en la actitud de soplón que toma Terry nos daremos cuenta que en vez de mostrarle como un ser vil y maquiavélico aparece como un héroe caído de su trono. Esto es muy parecido a Elia Kazan, ya que su protagonista reacciona ante las injusticias y lucha por su vida, y el director reacciona ante las acusaciones y defiende su status económico y social.
Finalmente esta “caza de brujas” cesó cuando el senador McCarthy terminó desacreditado por sus métodos y fue destituido en 1954, aunque siguió presente en los actos y en las reuniones dadas por el comité.