Hay que hacer notar el efecto que sobre la composición de la población tiene el fenómeno de la inmigración ilegal. Los inmigrantes ilegales se dividen en tres grupos: Subsaharianos (que comprende naturales de Sudan, Camerún, Senegal, Ruanda, Nigeria, Sierra Leona, Liberia, etc.), Argelinos y Marroquíes (que intentan hacerse pasar por los segundos, constituyendo casi una población flotante.

Los Subsaharianos

La presencia de este colectivo en la ciudad ha contribuido a dañar la imagen de la misma y de sus habitantes, sobre todo tras los desafortunados incidentes de Octubre de 1.995, cuando los inmigrantes subsaharianos organizan una violenta revuelta para protestar por su situación.

Los hechos acaecidos durante esta revuelta, que se inicia cuando algunos inmigrantes se manifiestan atacando los colegios cercanos y a cualquier ciudadano que acertase a pasar por el lugar de los hechos, fueron repetidamente mostrados por distintos canales de televisión españoles y europeos, dando una imagen de la ciudad y sus habitantes que no se corresponde con la tolerancia de la que siempre hemos hecho gala.

La crudeza de las imágenes, que muestran como los inmigrantes son duramente golpeados por miembros de la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, cargan todas las tintas sobre la actuación de estas.

Sin embargo, no se avanza mas allá, donde se hallan las verdaderas responsabilidades de lo acontecido: La dejadez y negligencia de las autoridades políticas del momento que permiten la creación de un ghetto en pleno centro de la ciudad y abandonan a su suerte a quienes se cobijan en el mismo.

Sin embargo, queremos hacer notar que no existen actitudes xenófobas por parte de los ciudadanos de Ceuta con respecto al colectivo de inmigrantes. Prueba de ello, es que siempre han contado con la ayuda de muchos ceutíes, proporcionándoles ropa y diversos enseres. Por ejemplo, al día siguiente de los sucesos de Octubre de 1.995, podía verse a subsaharianos que no habían participado en los hechos paseando por las más céntricas calles de la ciudad sin que fuesen molestados o increpados.

Eso no es noticia, no salió en TV.

Los Argelinos

Este grupo de inmigrantes mantiene siempre un numero mas o menos estable. Desde la llegada de los primeros integrantes de este colectivo, han procurado mantenerse distantes de los inmigrantes subsaharianos con los que mantienen poco contacto.

Entre la ciudadanía tienen peor imagen que los subsaharianos, debido en gran medida a que los delincuentes marroquíes cuando son capturados, declaran ser argelinos para evitar su expulsión a Marruecos, cargando sobre este colectivo de inmigrantes muchos delitos de los cuales no son en absoluto responsables.

Es fácil ver a los miembros de este colectivo por el centro de la ciudad, donde habitualmente se dedican a funciones de guardacoches o "gorrillas".

Los ilegales procedentes de Marruecos

Ese es otro problema, que comentaremos con mas amplitud...

Al mes de septiembre de 1.996 se hallaban en la ciudad un total de quinientos quince inmigrantes ilegales subsaharianos y argelinos censados. En la actualidad, junio de 1.997, el numero se ha reducido en gran medida debido al control existente por parte de las autoridades marroquíes después de las gestiones realizadas por el Gobierno Español.

Del numero de ilegales marroquíes ni te cuento...

LA OTRA CARA DE LA PATERA

Aunque se confunden con los marroquíes a la hora de dar el salto, poco tienen que ver con ellos. El tráfico de inmigrantes subsaharianos, en esencia nigerianos, tiene una creciente organización que se extiende por toda Europa. Los traficantes de mujeres destinadas a la prostitución, han encontrado un excelente punto de entrada en el Estrecho o Canarias.

Por David R.Vidal

Agosto. 2000

Joyce había sido vendida por poco más de un millón de pesetas. Un exceso de oferta había hecho bajar los precios a la mitad. Otras mujeres esperan su vez en un piso de Málaga. Origen Nigeria y un largo camino hasta llegar a Marruecos, desde donde embarcaría a la península. Destino variable, a elegir entre un burdel o, si tiene menos suerte, prostituta callejera.

La documentación de Joyce es más bien escasa, tan sólo un papel policial que dice que ella es supuestamente de Sierra Leona y que tiene quince días para abandonar el país -ambos extremos le hacen esbozar una sonrisa-. Detenida por la Guardia Civil en una playa de Tarifa fue llevada rápidamente a una Comisaría, de donde salió con igual celeridad. Ya la estaban esperando aquellos que patrocinan su viaje -conocidos como sponsors-. Su deuda asciende a seis millones de pesetas, cantidad que fluctúa con el dólar. Por lo demás, no sabe -ni le importa- lo que significa permiso de residencia ni eso del “efecto llamada”. Sin embargo, cree saber lo suficiente: que no la pueden deportar y que ganará lo que ella entiende como mucho dinero.

Desde principios de los años noventa, Nigeria ocupa, dentro de los países subsaharianos, un lugar destacado en cuanto al tráfico ilegal y perfectamente organizado de mujeres destinado a la prostitución. Quién no se ha percatado de jóvenes de color que dicen ser jamaicanas, liberianas -o de cualquier otro país que se les ocurra- en todos los clubes de alterne distribuidos a lo largo de la geografía española, además de lugares tan simbólicos como la Casa de Campo o Capitán Haya en Madrid, extrarradios de Valencia... por citar algunos. Más difícil es asimilar que son exactamente estos rostros los mismos que se nos muestran desamparados en una patera recién llegada o en un campo de refugiados sito en Ceuta o Melilla.

Idowu cuenta una historia parecida, pero ella no ha sido vendida en España sino que viene patrocinada directamente desde Nigeria. Relata con emoción su aventura, particularmente el salto por el Estrecho. El que organizó el viaje, todo un profesional, sólo utiliza lanchas neumáticas nuevas, en perfecto estado. Las compra, enseña a alguno de los hombres su manejo y se olvida de ellas una vez desembarcan. Un viaje de sólo ida. Al fin y al cabo, doscientas mil pesetas por cabeza si se trata de hombres y casi trescientas mil si son mujeres, hacen insignificante el coste de la lancha. Con su profesionalidad, se distingue claramente de los marroquíes y también de los desamparados: aquí se trata de cruzar una mercancía valiosa que hay que cuidar, particularmente a las mujeres.

Su amiga tiene un bebé entre sus brazos. En un ambiente jocoso, dice que el niño es de su novio. Le replican sus compañeras que el padre es un marroquí que le dio un bocadillo a cambio de sus favores. Muchos meses en Tánger y había que comer todos los días. Las gracias no lo son tanto para el sponsor, que suelta una retahíla de maldiciones cada vez que se acuerda del niño. A ver quién lo cuida mientras su madre trabaja en la calle.

Un largo viaje

Existen factores que hacen que la inmigración nigeriana prevalezca rotundamente sobre otros países de la zona, como Senegal, Sierra Leona, Malí, etc... Sin embargo, las estadísticas son confusas debido a que muchos de los nigerianos que desembarcan, dado que vienen indocumentados, suelen mentir respecto su procedencia. Creen tener más ventajas si dicen provenir de países donde hay conflictos bélicos, con miras a pedir asilo, o simplemente se aseguran de que nunca puedan ser deportados.

Los nigerianos responden a un tráfico perfectamente organizado. Los costes por persona desde que el inmigrante deja el país de origen hasta que alcanza Europa son elevados, superando el millón de pesetas.

En todo momento se diferencia entre hombres y mujeres: desde el soldado argelino hasta el pasador marroquí elevará sus precios al doble si se trata de una mujer. De alguna manera, todos saben que éstas tienen más probabilidades de ganar buenos “salarios” en Europa.

El alto coste del viaje, particularmente para personas sin recursos, implica que el patrocinio ha de venir desde “arriba”. El dinero vendrá en forma de ayuda cuando se trate de familiares o de inversión en el caso de muchas de las mujeres. En este último caso, se queden o no a formar parte del contingente de prostitutas nacionales, el destino de sus ganancias no tiene fronteras.

Jennifer siguió la ruta “europe by land”. Su sponsor llegó tarde para comprar un visado por mil dólares en Lagos que le permitiría volar directamente a Marruecos. Alternativamente, los traficantes importantes enviaban a sus chicas a Malí, donde la organización de Mr. Silvester, natural de Nigeria y pionero en el negocio, les conseguía un pasaporte del país. Tras un cursillo acelerado para aprender francés, volaban de Bamako a Casablanca aprovechándose de que los nacionales de Malí no requieren visado para entrar en Marruecos. Aquellos que no tienen sponsor también tienen su lugar en Bamako, donde se agolpan buscando dinero para proseguir viaje, esta vez por tierra, hasta alcanzar el Sahara.

Pero el sponsor de Jennifer no tenía los 3.000 dólares que se necesitaban para obtener los servicios de los socios de Mr. Silvester, con lo que tuvo que seguir la ruta norte. Hasta Níger fue sencillo, luego viene una parte del enorme desierto del Sahara, donde más de uno yace enterrado y finalmente se alcanza Tamanrasset ya en tierras argelinas. Aunque sólo se ha avanzado un pequeño trecho, las duras condiciones ofrecen la impresión de haber recurrido medio mundo.

Los soldados argelinos son muy peligrosos. Como mal menor violan a las mujeres que se encuentran, pero es peor si consiguen robar todo el dinero. Jennifer, siguiendo los consejos de otros inmigrantes, escondió la mayor parte del dinero en un lugar seguro: su ano. El resto le sirvió para pagar a los numerosos transportistas que se encuentran por el camino y que viven exclusivamente de llevar a la gente a Marruecos. De Tamanrasset a In Salah, Ghardaia, Orán y finalmente Maganahia. Allí se encontró con un grupo de nigerianos que acababan de ser traídos por la policía marroquí. Habían intentado saltar la valla de Ceuta con poca fortuna. “No problem”, Maganahia está repleta de nigerianos que han encontrado una buena forma de ganarse la vida. Al día siguiente estaban todos de nuevo en Marruecos tras haber pagado 200 dólares por cabeza.

Añorada Ceuta

Las rutas tradicionales de entrada utilizadas por los traficantes eran diversas, pero basadas en la vía aérea hacia aquellos aeropuertos cuyos controles eran menos exhaustivos, apoyado el sistema por fuertes inversiones en falsificaciones de documentos. Ahora, lugares como Ceuta, Melilla, el Estrecho, Canarias... ofrecen un gran atractivo, forzando a un cambio de estrategias.

Un gran número de inmigrantes que ha cruzado las fronteras coincide con el arquetipo de inmigrante pobre y desvalido que busca lo que a sus ojos es la rica, próspera y ansiada Europa. Este perfil de inmigrante se correspondía fielmente con los primeros ocupantes del antiguo campo ceutí de refugiados -Calamocarro-, fundamentalmente varones. Las autoridades y ONGs idearon por aquel entonces un sistema solidario consistente en documentar a estas personas y dotarlas de un permiso de trabajo con el que poder acceder a ciertas demandas de empleo, integrándose en la sociedad.

A principios del 99, la avalancha de inmigrantes se dispara, debido al poder de atracción que tiene la entrada y legalización después de un par de meses. Enseguida surgen dos factores que hacen sospechar un cambio calculado: un aumento continuado de mujeres, especialmente nigerianas -algo que sigue ocurriendo con las pateras-, y la aparición de inmigrantes “maqueados”, de buen vestir, con sus joyas, teléfonos móviles y un poder adquisitivo inusualmente alto.

De repente, Ceuta se convierte en un paraíso para traficantes de mujeres nigerianas e inmigrantes ilegales de toda Europa. No es ningún secreto que la prostitución ha generado importantes beneficios para muchos, dentro de todo el ámbito europeo. Sin embargo, en algunos casos estos beneficios no venían siendo demasiado eficaces a la hora de obtener una residencia legal.

La solución a sus problemas se les apareció como por arte de magia. Viajar a Ceuta, adentrarse en él, ahora reemplazado, Calamocarro y hacerse pasar por recién llegado al continente. Italia, a juzgar por declaraciones de diversas mujeres nigerianas, era uno de los países dónde esta picaresca estaba organizada. Dichas mujeres habían trabajado durante algunos años en prostíbulos italianos, siendo arrestadas en varias ocasiones por la policía del país. Por poco más de cien mil pesetas, ciertos contactos situados en España les proporcionaron residencias “alquiladas” con las que pasar a Ceuta. Probablemente idénticos casos se dan en otros países del entorno Schengen, particularmente Holanda y Alemania.

Según fuentes policiales, la existencia de un “tráfico intenso e inusual de extranjeros, mayoritariamente africanos” entre Ceuta y la península obligó a establecer un control en ambos sentidos. Se descubrió que había muchos interesados, incluso algunos que se escondían en el interior de los vehículos que transportaban los ferrys.

A pesar de que estos extranjeros puedan tener incoados expedientes de expulsión en otros países o incluso estar encartados en procedimientos judiciales, la carencia de documentación hace que la identificación sea casi imposible. El examen de huellas dactilares a nivel europeo resulta más complejo de lo que sería deseable y, tratándose de miles de inmigrantes, absolutamente impracticable.

Cuando Ceuta y Melilla se “blindaron” haciendo casi imposible la entrada, ya existían miles de nigerianos que esperaban vez en toda la costa marroquí. Hoy son pateras, mañana serán barcos. Bajo la consiga de nunca retroceder, hay quien lleva varios años esperando su oportunidad. Si los deportan a la frontera argelina, volverán. Si hay que morir en el intento, también morirán.

Esclavitud absoluta.

Las mujeres nigerianas que llegan a España para ser explotadas sexualmente, contraen una deuda con los traficantes de más de seis millones de pesetas. Para asegurar su total sometimiento, cercano a la esclavitud, se realizan unos ritos a modo de hechizos, consistentes en recoger de la víctima trozos de pelos y uñas, así como sangre de la menstruación. El juramento, denominado yuyú, hace creer a la sometida que si cuenta algo de su situación o si no paga la deuda, sufrirá terribles desgracias.

No obstante, por si estos ritos no fueran suficientes, también suele requerirse algún tipo de aval económico por parte de la familia de la joven. En realidad, su familia es informada de los términos del trato e igualmente comprometida. Si algo va mal, serán los primeros en sufrir las consecuencias.

Los traficantes nigerianos se caracterizan por su discreción y perfecta organización. Las mujeres sometidas son tratadas como mercancías y pueden ser compradas y vendidas entre otros traficantes.

Una vez libres, la mayoría de las mujeres aspiran a comprar a otras y repetir así el proceso. Al igual ocurre con cualquier nigeriano que tenga un poco de dinero, aunque sea un sencillo trabajador del campo: dado el ingente negocio que supone el tráfico de inmigrantes unido al de prostitución, es difícil no ser seducido por ello. Como consecuencia, se genera un efecto multiplicador que explica como en apenas cuatro o cinco años se pase de un grupo de implicados a varios cientos.

Diccionario del traficante nigeriano

Madam

La mujer que es propietaria de las jóvenes prostitutas que trabajan para ella.

Master

Similar a madam, pero se trata de un hombre. Es inusual pero puede ocurrir.

Sponsor

La persona que gestiona la introducción del inmigrante en el país. Por lo general, suministra las mujeres a los anteriores.

Conection Man

Personas que se encargan de los pequeños “trapicheos”: visados, falsificaciones, sobornos, etc...

Yuyú

Juramento o ritual que asegura el sometimiento de las mujeres.

Body

Una formula tradicional consistente en un fetiche (uñas, pelos púbicos y axilares, prendas íntimas, sangre seca...) que está en posesión del propietario de la mujer.

Nueva Ley

Ley vigente

Los extranjeros que se encuentren legalmente en España son titulares del derecho al trabajo, a la libertad de sindicación y huelga, al de reunión y manifestación, así como al derecho a ayudas en materia de vivienda.

Los extranjeros que se hallen en España son titulares de estos derechos, sin importar el estado legal en el que se encuentren.

 Los extranjeros residentes en España podrán tener el derecho político de sufragio en las elecciones municipales, siempre que los españoles residentes en sus países de origen también lo tengan.

No existe el condicionante a que en su país de origen exista el derecho de voto para un español.

Se elimina la obligación de denegación expresa de visado, que sólo tendrá que ser motivada para reagrupamiento familiar o trabajo por cuenta ajena.

La denegación del visado siempre debe ser expresa y motivada. 

Se amplía a cinco años de estancia en España el periodo requerido para que un inmigrante pueda regularizarse, pero será en cualquier caso la Administración la que conceda el permiso.

El periodo para acceder a la situación de residencia temporal es de dos años, sin más consideraciones.

La estancia irregular en territorio español pasa a ser motivo de expulsión inmediata. Además, mientras esta no se produce se pueden adoptar ciertas medidas que van desde la retirada del pasaporte hasta el internamiento en un centro.

La estancia irregular está sancionada con una multa.

Se establecen sanciones a las compañías de transporte que trasladen a extranjeros hasta el territorio español sin verificar que son portadores de los documentos de entrada. También se sancionará a quienes organicen redes para el tráfico de seres humanos. Además, se introducen medidas contra las mafias como la clausura hasta cinco años de establecimientos o la confiscación de bienes empleados en el tráfico y explotación laboral.

No hay una mención expresa a las redes ilegales de inmigración, exceptuando los "chivatos", es decir denuncias por parte del inmigrante que representan un eximente en las sanciones y una posible concesión de residencia.

Los extranjeros residentes en España podrán acceder, en igualdad de condiciones que los nacionales de los Estados miembros de la Unión Europea, como personal laboral al servicio de las Administraciones Públicas.

Todos los extranjeros residentes pueden acceder como personal laboral al servicio de las Administraciones Públicas, de acuerdo con los principios constitucionales de igualdad, mérito, capacidad y publicidad.

Adicionalmente, se estudiará el ampliar las penas en delitos relativos a organizaciones que trafiquen con inmigrantes.