Política y Administración Pública


La importancia de los partidos políticos

Los partidos son importantes

El avance irrestricto de la democracia en los últimos tiempos ha supuesto un triple proceso. La necesidad de articular reglas de juego asumidas por la mayoría y que a la vez compusieran espacios organizativos mínimos en donde se llevara a cabo la competición política. La incorporación de la movilización social a través de formas de participación y de representación. Y, finalmente, la creación de canales de selección del personal político que liderara y gestionara la política cotidiana. Estas tres facetas se refieren a temas recurrentes de la literatura de las ciencias sociales y aluden, en una terminología más técnica, a la institucionalización del régimen político, a la intermediación entre las demandas societales y el poder, y a la profesionalización de la política.

En un marco de poliarquía, en el que predomine la libre e igualitaria competencia por el poder mediante reglas conocidas y asumidas por la mayoría a través de procesos electorales periódicos, la institucionalización, la intermediación y la profesionalización son elementos indispensables. Estos vienen siendo desempeñados por los partidos políticos, como claros ejes que entrelazan de una manera estable y previsible a la sociedad con el régimen político. Independientemente del modelo de partido del que se parta, las funciones desempeñadas de articulación y de agregación de intereses, de legitimación, de socialización, de representación y participación, y de formación de una elite dirigente, con mayor o menor intensidad, siguen siendo vitales para el sistema político 1.

Esta situación es común para todos los sistemas políticos democráticos. Sin embargo, las diferencias existentes entre aquellos cuyo desarrollo es de larga data y que han conseguido un notable grado de consolidación y los más recientes son notorias. El papel venturoso de los partidos políticos se liga a su operatividad funcional, y ésta está enormemente condicionada por la variable tiempo y ello es más importante aún para el ámbito de la competición interpartidista. Es decir, la vida de un partido, siguiendo cierta comparación biológica, requiere de la existencia de ciertas condiciones que están ligadas a la idea de pervivencia. La rutinización de los procedimientos, la alternancia en sus liderazgos, desprendiéndose de iniciales adherencias caudillescas, la moderación de sus ofertas programáticas, la identificación clara y diferenciada por parte de un electorado mayor o menormente fiel, son aspectos de un proceso que se liga indefectiblemente al tiempo. Sin embargo, ya se sabe que éste es un factor que en muchas ocasiones en política es escaso. Más aún, los procesos de transición a la democracia están habitualmente impelidos de una necesidad de urgencia, de quemar etapas lo más rápidamente posible, de encontrar fórmulas mágicas que conspiran contra la propia idea de que la institucionalización de la política no es cosa de un día.

La personalización de la política, la aparente verticalidad en el proceso de toma de decisiones partidista y las denuncias de que los partidos son oligarquías que representan cada vez menos a los ciudadanos han llevado a muchos a desestimar la importancia de los partidos como instrumentos del sistema político, poniendo en duda la capacidad movilizadora y de representación de estas agrupaciones. Aunque en principio pareciera que no hay incentivos para que los partidos desarrollen estrategias organizativas para forjar lazos fuertes con el electorado, ni tampoco estructuras que den sustento a los dirigentes partidistas; existen suficientes razones que ayudan a sostener que los partidos continúan siendo instrumentos básicos del juego político y estructuras de intermediación necesarias para el funcionamiento del sistema.

Los electores aún los reconocen como referentes a pesar de los sentimientos antipartidistas de las elites, de la apertura de muchos regímenes políticos para la participación de sectores independientes y de la desconfianza que muchos ciudadanos manifiestan tenerles. Se critica a los partidos, se promueven modos de representación alternativos, pero hasta el momento no se han propuesto otras formas de democracia que puedan operar sin el concurso de los partidos, por lo que estos continúan siendo los que articulan la competencia electoral, crean un universo conceptual que orienta a los ciudadanos y a las elites en cuanto a la comprensión de la realidad política, ayudan a concertar acuerdos en torno a políticas gubernamentales (muchas veces de manera coyuntural, como alianzas fantasmas y hasta por políticas específicas, pero lo hacen), establecen acciones para la producción legislativa; proveen de personal a las instituciones y hacen operativo al sistema político. Además, y como objetivo principal, al querer ganar elecciones 2, cuentan con estrategias organizativas para movilizar apoyos que les permitan triunfar en esas elecciones (o conservar esos apoyos ya conseguidos en oportunidades anteriores) 3. Y todo ello no es poca cosa.

1.- Una revisión profunda de la literatura muestra que se han consensuado una serie de funciones básicas ejercida por los partidos. Entre las funciones que se destacan cabe señalar: la de proporcionar poder a los dirigentes (Weber, 1922/1944); la de competencia electoral (Weber, 1922/1944; Downs, 1957; Sartori, 1976/1992); la de reclutamiento de elites para hacer operativo el sistema político (Sartori, 1976/1996; Von Beyme, 1982/1986); la de socialización política porque brindan información básica y explicaciones a los ciudadanos acerca de cómo comprender la realidad (Alcántara, 1997) y la de representación y articulación de intereses de grupos sociales (Lipset y Rokkan, 1967; Cotarelo, 1985). Todas estas funciones las desarrollan de una u otra manera independientemente de la concepción de partido que se sostenga; ya sea como organizaciones para el reclutamiento de votos electorales según Weber (1922/1992:9); partidos de integración de masas (Duverger, 1951/1992); como empresas electorales, siguiendo los términos de Panebianco (1982/1990); partidos catch all como ha señalado Kirchheimer (1980) o la más reciente caracterización como partidos cartel desarrollada por Katz y Mair (1995) .

2.- Los partidos quieren ganar elecciones y, como ha sostenido Downs (1957/1992: 96), formulan políticas para ganar las elecciones; no ganan las elecciones para desarrollar políticas. Si bien es cierto que ni las organizaciones partidistas ni los políticos que las integran tienen como única meta conseguir votos, ya que en un mismo partido conviven personas con intereses y objetivos diversos, la movilización del apoyo electoral con la pretensión de incrementar sus cuotas de poder se presenta como el objetivo principal de los políticos y sus organizaciones. Puede haber partidos que busquen desarrollar políticas acordes a su visión del mundo; que les interese ejercer la oposición y hasta otros que no les preocupe la arena electoral sino que prefieran mantener su propia supervivencia como actor relevante dentro del sistema político. Es más, puede haber políticos que busquen alcanzar alguna combinación de estos objetivos o que en momentos diversos tengan objetivos diferentes, es decir, que experimenten un desplazamiento de sus objetivos. Aún así, esta idea de ver a los partidos como grupos que buscan cuotas de poder se encuentra ampliamente extendida en la literatura. Diversos autores como Weber (1922/1944), Duverger (1951), Downs (1957), Sartori (1976/1992), Kirchheimer (1980), Von Beyme (1982/1986) y Aldrich (1995) han sostenido esta premisa.

3.- La idea de que los partidos emplean estrategias para movilizar apoyos electorales se sostiene en la premisa que señala que los partidos buscan como meta principal ganar elecciones. Desde esta perspectiva, relativamente nueva en la literatura sobre el tema, el partido es visto como un sistema político en sí mismo (Katz y Mair, 1995), que tiene su propio proceso de toma de decisiones, su propio sistema electoral y actores participantes (Eldserveld, 1964). Las estrategias son entendidas como los cursos de acción (decisiones y actividades) organizativas que los dirigentes (o estrategas) diseñan para alcanzar sus metas.

Partidos políticos

Los seres humanos, en su convivencia social, tienen diferencias opiniones sobre los temas de su interés y se reúnen con aquellos que piensan o actúan como ellos.

Los partidos políticos existen por esa tendencia natural de las personas de agruparse para tratar de mejorar la sociedad. Son organizaciones que facilitan la participación y organización masiva de los y favorecen la formación de la voluntad del estado.

Cada agrupación tiene una visión diferente sobre la solución de los conflictos sociales, económicos y políticos que enfrentan la sociedad, y por eso es responsabilidad de los miembros de los partidos tratar de ser objetivos y trabajar por eliminar lo negativo y mantener lo positivo, aunque lo haya propuesto alguna de las agrupaciones contrarias.

Cada partido fija sus normas para la incorporación de afiliados y establece sus procedimientos para elegir a sus autoridades.

Los partidos políticos deben dar a conocer sus objetivos e ideales, para que el pueblo pueda decidir y votar por los que piensan y actúan de manera similar a la que el votante desea.

La política no es solo un conjunto de banderas y frases pegajosas sino que implica observación y razonamiento.

La existencia de diferentes partidos políticos y su competencia ordenada y pacífica por el poder, a través del proceso electoral, son indicadores concretos de la existencia de la democracia en una nación.

En el pueblo está la responsabilidad de elegir el grupo político más adecuado para guiar los destinos del país.

Los partidos políticos se caracterizan por:

  1. Ser organización con carácter permanente.

  2. Sustentar ideas o programas comunes a sus afiliados.

  3. Buscar el poder político y gobernar para servir al interés general.

Justificación

Nuestro grupo ha decidido escoger este tema debido a que es de mucha importancia en nuestro país, ya que habla sobre la importancia de los partidos políticos.

Con esta información se pretende fortalecer nuestro conocimiento y el de nuestros compañeros, también se busca estimular la participación en la política.

Objetivo General

Incentivar a que las personas conozcan la importancia que tienen los partidos políticos.

Objetivos Específicos

  • Promover el interés por los partidos políticos

  • Evitar la abstención al voto

Introducción

Esta información fue recopilada con el fin de dar a conocer la importancia de los partidos políticos en nuestra sociedad.

Conclusión

Al realizar este trabajo hemos comprendido lo importante que son todos y cada uno de los partidos políticos en nuestra sociedad. Aunque por los gobiernos anteriores se ha ido perdido la confianza.

IMPORTANCIA DE LA EXISTENCIA DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS


Los partidos políticos en Costa Rica poseen gran trascendencia en el quehacer cotidiano de la sociedad. Desde el más humilde ciudadano hasta la más grande empresa poseen una vinculación con la política.
El país mediante los partidos políticos puede dar a conocer las diversas situaciones y formas de pensar de cada uno de los costarricenses, con ideales acerca de la manera de gobernar ofreciendo diferentes propuestas con el fin de mejorar a la nación.
El poder representar los diferentes sectores en campos económicos, educativos, financieros, sociales, salubres, entre otros mantiene un nivel de democracia en el cual todos participan. Esto se ve reflejado durante el periodo de gobierno en la Asamblea Legislativa, donde se discuten las necesidades del país.
Una de las funciones sociales de los partidos políticos es enseñar la democracia al pueblo ya que son la forma más reconocida por el mismo. Cada cuatro años estos se encargan de desarrollar las elecciones, en las cuales se fomenta lo anterior.
Otra función social es su papel como legitimadores del sistema político, es decir, mantiene estable la aceptación de la política en el pueblo logrando el respeto a los derechos humanos.
Según Cárdenas Gracia, en su artículo Partidos Políticos y Democracia:
“Los partidos desempeñan una importante labor en esta función legitimadora, pues, por una parte, tienen un papel fundamental en la conformación de los órganos del Estado mediante las elecciones y, por otra, son focos de discusión y debate, además de que cuando llegan al poder por la vía electoral tienen frente a los ciudadanos la señalada obligación de no cancelar los procedimientos y las instituciones democráticos, así como la de velar por el respeto de los derechos fundamentales.

Bibliografía

http://www.costaricaweb.com/general/nuestrademocracia.htm#partidos%20politicos

http://www.costaricaweb.com/general/nuestrademocracia.htm

http://www.observatorioelectoral.org/informes/op/?country=costa_rica

http://www.observatorioelectoral.org/biblioteca/?bookID=2




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Enviado por:Ange
Idioma: castellano
País: Costa Rica

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