Literatura
La Divina Comedia; Dante Alighieri
Dante Alighieri - Divina Commedia
1) Biografía del autor
Dante Alighieri nació en Florencia en 1625. Perteneció a la burguesía güelfa, partidaria del Papa. Era una persona comprometida que odiaba a las personas indiferentes. Cuando tiene nueve años conoce a Beatrice Portinari, una niña florentina, de la que se enamora perdidamente y a la que convierte en su musa inspiradora. Beatrice muere en plena juventud y un año después, en 1891 Dante escribe La vita nuova, que va a contar sus encuentros con Beatrice. En 1895 se casa con Yema Donati. En ese momento comienza a inmiscuirse en la vida política, lo que le trajo muchos problemas (como el exilio). Su obra cumbre una creación didáctico-alegórica, la Divina Commedia, un poema teológico que enlaza conocimientos religiosos, filosóficos, políticos, literarios, históricos, éticos, etc., que se ha erigido como una de las obras maestras de la literatura no solo italiana sino universal.
La Divina Commedia
Nos hallamos ante una obra escrita en vulgar, un aspecto novedoso en la literatura italiana del Cinquecento. Los primeros textos poéticos escritos en lengua italiana fueron los de la escuela siciliana, cuya poesía no poseía carácter nacional sino que se trataba de una poesía de amor cortés que seguía muy de cerca los cánones de la poesía provenzal. Guido Guinizelli creó el Dolce Stil Novo dando paso una literatura que vive el amor de un modo platónico y en el que la belleza de la amada despierta en el poeta sentimientos espirituales e ilumina su alma para comprender la perfección divina. Dante, siguiendo este nuevo estilo, escribió La vita nuova (1291). Sin embargo, en el siglo XIII Toscana estaba en una situación excepcional y su dialecto se asemejaba mucho al latín. A finales de siglo este dialecto es considerado superior al resto, lo que le convierte posteriormente en el lenguaje casi exclusivo de la literatura italiana. Concienciado de que la lengua vulgar es la lengua de la cultura, deja De vulgari eloquentia sin terminar y comienza a redactar aplicando su propia teoría. Es el comienzo de la Divina Commedia. En un principio la obra se titula Commedia. Boccaccio le agrega después el adjetivo de Divina básicamente por dos razones: por su carácter estético, su belleza literaria, y por su carácter religioso.
Se trata de una narración alegórica en verso que recurre a la filosofía y la teología de la época, en el que utiliza a conocidos personajes de los siglos XIII y XIV, bíblicos y mitológicos, y plantea las polémicas que surgían en aquellos tiempos. No sólo pretendía realzar el valor de la lengua regional, defender y elogiar las lenguas vulgares, sino que su propósito era, además, enseñar a la humanidad los horrores del Infierno y las glorias del Paraíso, de modo que tiene una importante finalidad didáctica. Es importante destacar este punto ya que el marco histórico-social es el que explica la cosmovisión que se ve en la obra:
En Florencia, donde se vive un auge económico y financiero en una sociedad donde sus necesidades básicas están cubiertas, se empieza a pensar sobre en el arte y las letras. Florencia fue el primer estado moderno, pero habían surgido en el siglo XII, en el norte de Italia, ciudades-estado emprendedoras y competitivas que obedecían o bien al Papado (güelfos) o bien al emperador (gibelinos). Los güelfos se dividieron en dos facciones: güelfos blancos (guelfi bianchi), el partido de Dante, y güelfos negros (guelfi neri). Los blancos perdieron su lucha y se vieron obligados a exiliarse. Para Dante el exilio era casi una forma de muerte que lo despojaba de gran parte de su identidad (en 1302 es condenado al exilio, se va a Padua y a Bolonia y en 1307 comienza a escribir la Divina Commedia). La Italia de estos siglos estaba por tanto sumida en guerras y su sociedad se hallaba dividida y enfrentada. Por encima de todo, era una época muy marcada por la religión cristiana (de hecho, cultura y literatura estaban en manos de los clérigos). De este modo, la muerte se concebía bajo la concepción cristiana, esto es, como la separación de cuerpo y alma. Según esta idea, el buen cristiano debía estar preparado en cualquier instante para este momento y la vida era tan sólo un tránsito hacia la eternidad. Existía la convicción de la vida tras la muerte, la vida eterna, en la que se podía ir al Cielo, el destino deseado por todos, o al Infierno, un serio peligro. En el Purgatorio reposaban las almas que aguardaban la gloria, y existía también un lugar particular para las almas de los niños no bautizados: el Limbo. Lo que hace Dante es mostrar estos mundos supraterrenales a una Florencia, su ciudad, que aunque perturbada frecuentemente por tumultos populares y por las luchas internas entre güelfos y gibelinos, se enriqueció y el desorden y el caos se hacían cada vez más hueco en la sociedad, de modo que el poeta, horrorizado, vio la necesidad de advertir de que los actos en vida tenían su repercusión en el Más Allá.
Así pues, en su forma, es una visita guiada a través de los tres mundos de la teología medieval: Infierno, Purgatorio y Paraíso. Sus guías son Virgilio, poeta de la antigua Roma, símbolo de la razón humana, y Beatriz, objeto de su adoración. Es, entonces, un viaje. Y es que es esta época comienzan ya los grandes viajes, como los de Marco Polo (1254-1324), cuyo libro destaca por la objetividad de lo redactado, su orden cronológico y la focalización cultural de la verdad. Este último punto es el más interesante, ya que iba un paso más allá al comenzar a abrir la mentalidad estrecha de la gente de su época.
La obra está dividida en cantos, a su vez compuestos de tercetos, y la composición se ordena según el simbolismo del número tres (número que simboliza la Trinidad). El poema puede leerse según los cuatro significados que se atribuyen a los textos sagrados: literal, moral, alegórico y anagógico.
Análisis del Infierno - Canto I
-
Síntesis
La primera parte narra el descenso del autor al Infierno, acompañado por el poeta latino Virgilio, autor de La Eneida, a quien Dante admiraba. El Infierno que nos presenta tiene forma de embudo o de cono invertido y está dividido en nueve círculos decrecientes. Acompañado por su maestro y guía, describe dichos círculos en los que son sometidos a castigo los condenados, según la gravedad de los pecados cometidos en vida. Dante encuentra en el Infierno a muchos personajes antiguos, pero también de su época, y cada uno de ellos narra su historia brevemente a cambio de que Dante prometa mantener vivo su recuerdo en el mundo. Cada castigo se ajusta a la naturaleza de su falta y se repite eternamente.
-
Estructura
Toda la obra en sí es un poema alegórico dividido en tres secciones (Infierno, Purgatorio y Paraíso) que se fragmentan a su vez en 33 cantos. Como se ha explicado anteriormente, la composición del poema se ordena según el simbolismo del número tres, que se vincula a la Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo). En el canto que nos ocupa, el primero del Infierno, ya se observa esta peculiaridad. Así pues, se recorren tres lugares (selva, colina y puerta del Infierno), son tres las fieras que obstruyen el camino (pantera, león, loba), tres personajes (Dante, Virgilio y se cita a Beatrice)…
-
Rima
También en la rima se puede apreciar el indudable protagonismo del número tres. Este canto está compuesto de 136 versos divididos en tercetos endecasílabos, lo que da lugar a que cada estrofa conste de 33 sílabas. Por otra parte, unas estrofas se unen con otras con un juego de rimas ABA BCB CDC… Esto es, el primer y tercer verso de cada terceto rima con el segundo del siguiente mientras que el segundo verso del primer terceto rima con el primero y tercero del siguiente terceto (terceto encadenado):
Nel mezzo del cammin di nostra vita A
Mi ritrovai per una selva oscura, B
ché la diritta via era smarrita. A
Ahi quanto a dir qual era è cosa dura B
Esta selva selvaggia e aspra e forte C
Che nel pensier rinova la paura! B
-
Análisis literario
El primer canto comienza situándonos en una “selva oscura” a la que llega “nel mezzo del cammin”, momento en el que se produce, según Dante, un punto de inflexión en la vida, que comienza a descender hacia la muerte. Esa selva simboliza la confusión, una situación difícil, crítica, seguramente el pecado: “Ché la diritta via era amarrita… che la verace via abbandonai”, se separó del camino recto, el camino del bien, que conduce a la salvación del alma después de la muerte de acuerdo con la ideología medieval. Esto justifica el miedo que siente ahí (“Che m'avea di paura il cor compunto”) ya que, si peca, al morir irá al Infierno para cumplir castigo eterno.
Cuando sale halla una colina, una montaña iluminada por el sol. El Bien está en lo alto, es un camino empinado en el que siempre está el riesgo de caer. Una pantera le corta el paso. Es el primero de los tres animales salvajes que le frenan, que le impiden dirigirse a lo alto del monte donde está la luz, “l'amor divino”, “la dolce stagione”. Y es que estas fieras simbolizan los vicios que seducen al ser humano. El siguiente es un león, que representa el pecado de la soberbia. Después aparece una loba, la codicia. Dante, aunque quiere deshacerse de sus deslices, se sabe débil, incapaz de hacer frente a estos animales, a los pecados: “questa mi porse tanto di gravezza con la paura ch'uscia di sua vista, ch'io perdei la speranza de l'altezza.” Las fieras representan, entonces, los vicios que Dante observaba en la emergente sociedad en la que vivía.
Mientras desciende, perdida ya toda esperanza, ve un ser (“qual che tu sii, od ombra o domo certo!”) que, tras contarle su procedencia, le pregunta por su retiro. Dante lo reconoce: es Virgilio, “quella fonte che spandi di parlar sì largo fiume... o de li altri poeti onore e lume”. Ver a su “maestro e `l mio autore” le da fuerzas y le pide ayuda. Virgilio le aconseja cambiar de vía pues la bestia nunca se sacia, esto es, un pecado lleva a otro. Le propone seguir por un camino asegurándole que él mismo le guiará: “Ond'io per lo tuo me' penso e dicerno che tu mi segui, e io sarò tua guida”. Le anticipa cómo va a ser su viaje, por dónde le va a llevar, le expone una síntesis de lo que va a ver. El primer sitio será el Infierno “vedrai li antichi spiriti dolenti”, por donde descenderá observando todos los pecados, perfectamente ordenados, hasta llegar a Lucifer, en el centro de la Tierra. Después pasará al Purgatorio, donde reposan los que esperan ascender al Cielo. Este será el último mundo que recorrerá, pero ya no con él. Virgilio no está autorizado para ir al Paraíso (“quello imperador… non vuol che `n sua città per me si vegna”) por lo que una nueva guía acompañará a Dante: “anima fia a ciò più di me degna”. Esta nueva protagonista es Beatrice. El Dante real, el autor, conoció con nueve años a Beatrice Portinari, una niña florentina, de la que se enamoró perdidamente y a la que conviertió en su musa inspiradora. Beatrice murió en plena juventud y un año después, en 1891 Dante escribió La vita nuova, que cuenta sus encuentros con Beatrice. En la Divina Commedia Beatrice es el símbolo de la ayuda sobrenatural sin la cual el hombre no puede obtener su fin supremo, que es Dios.
-
Redacción de la obra
Cabe destacar la utilización de la primera persona de singular en que se narra. No es el Dante histórico el protagonista, sino que se trata de un personaje literario con personalidad real, ya que en el Dante protagonista se proyectan muchos de los miedos e inquietudes del autor real. Narrando en primera persona logra acercarse al lector, creando una empatía muy útil para transmitir la idea de que si pecas cumplirás castigo eterno, infundiendo el deseo de ser bueno para alcanzar el Paraíso. Con la misma finalidad utiliza un léxico que puede distinguirse por expresar lo bueno y lo malo. Así, al hablar de la selva, los animales y el camino, es decir, los pecados e impedimentos que le impiden llevar una vida correcta según la doctrina católica, se encuentran muchos adjetivos y expresiones que reflejan miedo, oscuridad: “selva oscura, selvaggia, aspra e forte, paura, morte, l'aqua perigliosa… Sin embargo, cuando habla por ejemplo con Virgilio el campo semántico se enfoca en vistas al optimismo, la luz, la verdad: “fonte che spandi di parlar, di li altri poeti onore e lume, grande amore, maestro, onore…”. Toda la obra está detalladamente redactada y meticulosamente escrita con el fin de garantizar la asimilación de las ideas abstractas del mundo de ultratumba.
1
Descargar
Enviado por: | El remitente no desea revelar su nombre |
Idioma: | castellano |
País: | España |