Literatura


La Casa de Bernarda Alba; Federico García Lorca


Índice.

  • Genero dramático. 1

  • ¿Cómo concibe el autor la obra teatral? 1

  • Componentes de la acción dramática y estructura. 1

  • Clasificación del género dramático. 4

  • Generación del 27. 6

  • Miembros y rasgos comunes. 6

  • Tendencias generales. 6

  • Federico García Lorca. 8

  • Biografía. 8

  • Obra poética: etapa juvenil y de plenitud. 8

  • Obra dramática. 9

  • Evolución del teatro lorquiano. 9

  • Características específicas. 9

  • Influencias. 10

  • La casa de Bernarda Alba. 11

  • Génesis: origen e influencias. 11

  • ¿Por qué drama y no tragedia? 11

  • Argumento, tema y subtemas. 11

  • Estructura interna y externa. 12

  • Espacio y tiempo. 12

  • Estilo. 13

  • Personajes. 14

  • Bibliografía. 17

  • La Casa de

    Bernarda Alba

    1. Género dramático.

    La literatura divide sus obras en tres grandes géneros: la narrativa, la lírica y la dramática. La narrativa o épica explica hechos reales o ficticios, la lírica los sentimientos y la dramática representa unos sucesos.

    La palabra griega “drama” significa “hacer”, y por esto asocia normalmente a la idea de acción. En términos generales se entiende por drama una historia que narra los acontecimientos vitales de una serie de personajes. Como el adjetivo dramático indica, las ideas de conflicto, tensión, contraste y emoción se asocian con drama.

    1.1 ¿Cómo concibe el autor la obra teatral?

    Una obra teatral es una historia que ha sido creada con el objetivo de llevarla al teatro, es decir, para ser representada. El autor que se sirve de los mismos materiales que a la hora de escribir poesía o narrativa, da un enfoque diferente a la obra tanto en su contenido como en su forma. Concebida para ser representada necesita la aparición de diversos personajes que dialoguen y en su mayoría de casos, por no decir en todos, prescinden de narrador. A partir de sus intervenciones se aprecia el desarrollo de los hechos y se caracterizan a los personajes. La finalidad del autor es la de influir en el público que será el espectador de la obra por esta razón utiliza la función conativa.

    A pesar de estas diferencias, la idea inicial del autor es transmitir unas ideas, unos conceptos o unas situaciones. Y se vale de temas propios de cada época sin descartar los típicos: el amor, los celos, la deshonra... pero en cada etapa son tratados de forma diferente.

    1.2 Componentes de la acción dramática y estructura.

    El autor de la obra dramática puede escribir su obra en prosa o en verso. En ella además de aparecer los diálogos de los personajes es necesario unas acotaciones que ayudarán a los actores, que pondrán la obra en escena, a representarla.

    Los rasgos más destacados de una obra teatral son: la estructura, la forma de narrar los acontecimientos y la forma de explicar los lugares donde ocurren los hechos. También hay otros componentes que no son diferentes que en los otros géneros: los personajes, el tiempo y el espacio.

    La estructura

    El dramaturgo escribe la obra con la intención de dar a conocer al lector unos hechos. Éstos se desarrollan creando dos tipos de estructura: la interna y la externa. La interna se fija en el orden en que ocurren los acontecimientos y la externa en la división que hace el autor de la obra.

    Estructura interna: Esta estructura nos marca la manera en que se desarrollan los acontecimientos. Normalmente ocurren por orden cronológico, debido a la dificultad de llevar las analipsis al teatro. Con mucha frecuencia, se delimita en tres partes: una presentación o introducción al problema; un desarrollo donde se encuentra clímax, es decir, el momento clave y más intenso del problema; y el desenlace, en el que se resuelve el problema.

    Estructura externa: Esta estructura se superpone a la interna y la divide formalmente. Igual que la narrativa se divide en capítulos y la poesía en estrofas, el teatro lo hace en actos y escenas. Los actos están compuestos por un conjunto de escenas y en muchas ocasiones la transición de escenas son imperceptibles, ya que suponen una pausa mínima en el ritmo del relato. La pausa entre acto y acto es más prolongada y permite un descanso a los actores y un posible cambio de escenarios.

    La forma de narrar los acontecimientos: el diálogo.

    La forma de expresión más utilizada en el teatro es el diálogo, debido a que son los propios personajes quienes a través de sus intervenciones nos dan a conocer la historia, prescindiendo del narrador. El diálogo también nos informa de los rasgos característicos es éstos tanto físicos como psicológicos.

    Del diálogo deriva el monólogo, que también es útil dentro del discurso dramático. El monólogo consiste en la aparición de un solo personaje en escena que habla para sí mismo en forma de reflexión personal y donde explica la historia.

    Dentro del diálogo podemos encontrar rasgos narrativos y descriptivos, que son útiles para el desarrollo de la acción entre los personajes.

    La forma de explicar los lugares: las acotaciones.

    En el texto dramático también encontramos las acotaciones que son frases breves en prosa de carácter descriptivo que tienen como función indicar como son los decorados, el atrezzo y la situación espacial de los personajes; así como sus movimientos y manifestaciones corporales. Estas acotaciones no son pronunciadas por los personajes; tan sólo quedan reflejadas en los aspectos visuales de la obra. Son esenciales a la hora de llevar una obra dramática a escena.

    Personajes.

    Los personajes son el elemento principal de toda obra literaria, sin ellos seria imposible explicar los acontecimientos. En el teatro son los que nos cuentan la historia y a su alrededor gira la acción dramática. Son los encargados de conseguir que avancen los hechos y que el problema planteado en la introducción llegue a su fin. En el momento de llevarlos a escena son representados por un conjunto de actores y actrices, que físicamente se adaptaran, siempre que sea posible, a las anotaciones realizadas por el autor de la obra y actuaran en consecuencia al personaje que representen.

    Los personajes están dotados de carácter, es decir, de un conjunto de rasgos subjetivos, morales y físicos que el dramaturgo ha creado para cada uno de ellos según la función que deben desempeñar en la acción.

    El autor los puede caracterizar de dos formas directa o indirectamente. La caracterización directa la conoce el lector o espectador a través de una descripción que hace algún personaje o por lo que dicen las acotaciones. La caracterización indirecta se realiza por las acciones que desempeña el personaje o pos un objeto que el caracterice.

    Los personajes pueden clasificarse en dinámicos y estáticos:

    Los dinámicos (agónicos o complejos) poseen unas cualidades psicológicas y morales que los individualizan, y evolucionan a lo largo del relato. El narrador los presenta paso a paso, de modo que el lector es testigo del cambio operado en ellos.

    Los personajes estáticos (planos o lineales) manifiestan el mismo modo de ser a lo largo del relato. Semejantes a estos están los personajes estereotipados, muy presentes en el teatro clásico.

    Los personajes también pueden ser clasificados en principales y secundarios. El protagonista puede disponer de un antagonista que tendrá sus características opuestas.

    Los personajes también pueden desempeñar diversas funciones: la función fática, cuando interviene directamente, la función dramática, cuando actúan y han de padecer las consecuencias de sus actos y la función actancial, cuando están relacionados con otro elemento (sujeto-objeto, ayudante-oponente...).

    Tiempo.

    En el teatro el tiempo que ocurre en la obra no suele ser muy extenso debido a que es complicado hacer ver al espectador el paso de los días. Los hechos suelen suceder en un tiempo cronológico.

    El tiempo histórico es el más fácil de apreciar gracias a la indumentaria y la forma de hablar de los actores que representan la obra teatral. Si la obra es leída las acotaciones ayudarán al lector a situarse.

    Espacio.

    Es el marco en el que ocurren los acontecimientos. En el teatro los decorados son los elementos más definitorios para marcar el espacio. Las acotaciones hacen clara referencia a los elementos que han de aparecer en cada escena pero normalmente el dramaturgo no cambia muchas veces de lugar por la complicación a la hora de colocar el decorado. Otra característica es que muchos autores optan por situar sus historias en lugares cerrados por la dificultad de situar en un escenario elementos de la naturaleza.

    1.3 Clasificación del género dramático.

    Dentro de este género encontramos bastantes tipos de obras teatrales. No obstante, en sus orígenes se definieron tres géneros que posteriormente dieron lugar a la gran diversificación del teatro.

    La tragedia es considerada el género fundador del teatro. Surgió del culto dado al dios Dionisos en la antigua Grecia. Su forma se adaptó a las tres unidades propuestas por Aristóteles: tiempo, lugar y espacio; sus personajes son de rango superior y se expresan en un lenguaje elaborado.

    En la tragedia se muestran siempre conflictos irresolubles, en los que el ser humano se enfrenta a fuerzas invencibles (los dioses, el destino, la moral social o el absurdo). En ocasiones el protagonista comete un crimen sin saberlo, o vive el dilema de no poder realizar el bien sin hacer a la vez el mal que desencadenará un final catastrófico. Con el pathos o sufrimiento ejemplar del héroe, subrayado por la intervención del coro, que representa al pueblo, se pretende conmover al espectador y producir la catarsis o desahogo purificador de sus pasiones.

    La comedia presenta el mismo origen que la tragedia: tributo al dios Dionisos en la antigua Grecia, pero en ella se imitan los conflictos dela vida cotidiana protagonizados por personas corrientes o vulgares. La acción de la obra no siempre sigue el esquema de Aristóteles, y por estola comedia se ha podido diversificar en formas y temas. Un rasgo común de todas sus formas es el final feliz con el que se resuelven al final los conflictos de sus personajes. La finalidad de la comedia es permitir la diversión del espectador a través delas imperfecciones de los personajes.

    La tragicomedia es un género que surgió de los dos anteriores, por lo que posee una temática y variedad de formas muy extensa. En estas obras se mezclan elementos trágicos con elementos cómicos. Mezcla temas profundos y triviales, ya que lo tragicómico no depende de un tema determinado, sino del punto de vista que se adopte para tratarlo. Los personajes que intervienen pertenecen a distintas clases sociales, aportando así a la obra una gran variedad de niveles culturales. El final no ha de ser necesariamente trágico.

    Aparte de estos tres géneros han ido apareciendo otros durante la historia del teatro que hay que tener en cuenta. Algunos de estos son:

    Drama: Es un género intermedio entre la tragedia y la comedia. Suele reflejar asuntos o problemas que viven unos personajes que tienen rasgos reales, no sugieren compasión risa. Durante el Romanticismo fue el género dramático predominante, pero actualmente apenas se distingue entre la tragicomedia y el drama, ya que poseen idénticos contenidos.

    Auto sacramental: Obra dramática profundamente relacionada con la teología y con el dogma de la eucaristía. Su argumento es variable, ocupa la extensión de un acto y sus personajes tienen una función alegórica. Algunos autores contemporáneos han escrito autos sacramentales sustituyendo su contenido religioso; entre éstos merece destacarse “El hombre deshabitado”, de Rafael Alberti.

    Entremés: Es una pequeña obra que consta de un acto y su función básica es la de distraer la espera entre los actos de una obra más extensa. Tiene carácter burlesco, cómico y costumbrista, y está representado por unos personajes que son estereotipos de la sociedad. Su expresión abunda en vulgarismos y juegos de palabras.

    Sainete: Es una variante del entremés nacida en el siglo XVIII. Es una obra breve, autónoma y carente de acción dramática. Está representada en varias escenas y por muchos personajes, que representan tipos populares, que critican los vicios y las costumbres de la sociedad. Suele incluir bailes y piezas musicales.

    Farsa: Es una representación breve de marcado carácter cómico y con abundante expresión por medio de gestos corporales y música.

    2. Generación del 27.

    Es un hecho curioso llamar generación a un grupo de escritores pero a partir del siglo XIX los autores se diversifican ypor eso seoptó por llamarlos Generación. Fue el crítico Peterson quien estableció los puntos necesarios para considerar a los grupos generación, aunque es difícil que unas normas se cumplan en las generaciones. Los puntos son: edades parecidas, una educación parecida y unas lecturas con puntos en común.

    La Generación del 27 fue un grupo de artistas que dio a conocer sus ideas poco antes de que empezara la guerra civil. El primer acuerdo que firmaron para dar nombre a su grupo fue el de elegir el número 27 en honor al tercer centenario de la muerte de Luis de Góngora (1627).

    2.1 Miembros y rasgos comunes.

    La generación del 27 está compuesta por un grupo de artistas que dedicaron sus vidas a distintas modalidades de expresar el arte: literatura, pintura, música... De esta forma, hay novelistas como Max Aub, Rosa Chacel y Francisco Ayala; pintores, como Salvador Dalí; cineastas, como Luis Buñuel; músicos, como Ernesto Halffter. Hay que destacar en esta generación el grupo poético del 27 (la generación de la amistad), integrado por los poetas Federico García Lorca, Rafael Alberti, Gerardo Diego, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, Emilio Prados, Luis Cernuda, José Bergamín y Manuel Altoaguirre.

    Los rasgos comunes de este grupo son los que les une como generación. Todos tienen una edad parecida, todos nacieron aproximadamente en años cercanos al 1900. Recibieron una buena educación, algunos entre ellos Lorca estudiaron en la Institución Libre de Enseñanza. Se fijaron en los escritores más emblemáticos de las épocas anteriores y más recientes: Góngora, Unamuno... y recibieron influencias de las tendencias vanguardistas, como el ultraísmo, el creacionismo y el surrealismo; de los escritores de la generación del 1914 y de los temas tratados por Ortega y Gasset y por Juan Ramón Jiménez.

    Durante la guerra civil el grupo se alineó en defensa de la República y esto provocó que su producción tuviese un marcado compromiso político y que al finalizar el conflicto la mayoría del grupo debiese refugiarse en el exilio, confirmando la ruptura del grupo.


    2.2 Tendencias generales.

    El grupo de la generación del 27 recogió las influencias de muchas corrientes y de muchas épocas y las supo organizar para crear sus propias obras. Los poetas del 27 recibieron los ideales de Góngora, el poeta más exigente y hermético del Siglo de Oro. Se acogieron a la tradición culterana y conceptista. De Góngora y del Barroco los poetas del 27 incorporaron el cultivo de la metáfora. Esto provocó para hacer un arte refinado y minoritario, de acuerdo con las tesis de Ortega y Gasset. Para estos poetas la literatura era una expresión de una realidad autónoma, la de la creación. El lenguaje empleado por los del 27 era más cuidado en su principio y algunos de sus integrantes lo fueron descuidando con el tiempo. Además de la recuperación de Góngora y de la influencia del pensamiento de Ortega y Gasset, la generación del 27 tuvo especial admiración por Juan Ramón Jiménez, sobre todo por su idea de la poesía pura, que implicaba, en su afán de superar las formas del realismo, un culto de la imagen (que también realizó, a su manera, el ultraísmo) y una elaboración del sentimiento ajeno al desborde y a la emoción fácil. Al mismo tiempo proponían la pluralidad de estilos y de lenguajes, sin renunciar a las formas clásicas. Pero también se hizo visible la presencia del surrealismo, que permitió incorporar nuevos temas e imágenes a la poesía, desde el mundo de los sueños hasta otros lenguajes (las hipérboles numéricas en el poeta Federico García Lorca o los juegos matemáticos en Alberti), sin desdeñar impurezas tales como la denuncia y la burla dirigidas contra las instituciones.

    A pesar de tener las mismas influencias los temas escogidos por cada uno de los poetas del grupo poseen diferentes estilos, como por ejemplo la orientación purista de Guillén y de Salinas; o la orientación folclórica de Lorca y de Alberti.

    Finalmente a causa del influjo surrealista y de la guerra civil, los temas poéticos predominantes pasaron a ser de carácter político y existencial. Es en estos momentos cuando los artistas del 27 se han de ir al exilio, rompiendo los vínculos existentes entre los miembros de este grupo.


    3. Federico García Lorca.

    3.1 Biografía.

    Lorca nació en Fuente Vaqueros (Granada) en el año 1898. Hijo de un rico agricultor y de una maestra de este pueblo, empezó a estudiar música desde pequeño; siendo ésta su primera vocación artística. Años después se vio obligado a dejar este arte, que cambió por la literatura. Estudió bachillerato y música en su ciudad natal y, entre 1919 y 1928, vivió en la Residencia de Estudiantes, de Madrid, un centro importante de intercambios culturales donde se hizo amigo del pintor Salvador Dalí, del cineasta Luis Buñuel y del también poeta Rafael Alberti, entre otros, a quienes cautivó con sus múltiples talentos. Hizo la carrera de derecho y publicó sus primeros escritos en esta etapa de su juventud. Viajó por España, por Estados Unidos ( a Nueva York) y por Cuba. Volvió a España y escribió obras teatrales que le hicieron muy famoso. Gracias a la proclamación de la República y a su amistad con Fernando de los Ríos, Lorca pudo crear un teatro universitario, La Barraca, con el que viajó por muchas regiones españolas. Fue su director, conferenciante, compositor de canciones y tuvo mucho éxito en Argentina y Uruguay, países a los que viajó en 1933-34. Sus posiciones antifascistas y su fama le convirtieron en una víctima fatal de la Guerra Civil española. Le fusilaron en Víznar en 1936.

    3.2 Obra poética: etapa juvenil y de plenitud.

    La obra poética de Lorca la podemos dividir en dos etapas, separadas por su viaje a Nueva York:

    La primera etapa, va desde 1918 hasta 1928, es decir antes del viaje, y se caracteriza por su vinculación con lo popular y, más especialmente con lo andaluz. Sus primeros versos tienen un carácter rural ya que vivía en el campo y en contacto con la agricultura. Más tarde, al empezar sus estudios universitarios, adquirieron un carácter más ético y estilístico. Trató temas como los sentimientos, la religión y la política.

    Las obras pertenecientes a esta época de su vida son: “Libro de poemas”(1921), “Primeras canciones”, “Poema del cante jondo”(1922, publicado en 1931), “Canciones”, “Suites”, inspirado en lascoplas andaluzas, y “El romancero gitano”, el año 1928, con el que accedió a la fama y que es un ejemplo genial de poesía compuesta a partir de materiales populares, y ofrece una Andalucía de carácter mítico por medio de unas metáforas deslumbrantes y unos símbolos como la luna, los colores, los caballos, el agua, o los peces, destinados a transmitir sensaciones donde el amor y la muerte destacan con fuerza.

    También escribió algunas odas, como la “Oda la Salvador Dalí” (1926) y la “Oda al Santísimo Sacramento” (1928), que debían ser recogidas en un libro que no se publicó.

    La segunda etapa abarca desde 1929 hasta el 1936, fecha de su fallecimiento, Lorca incorpora el surrealismo a sus creaciones poéticas, que se hace así más universales y vanguardistas.

    Las obras de éste período son “Poeta en Nueva York (1930)”, que reflejaba una desoladora visión de esta ciudad, “Diván del Tamarit”(1934), “Seis poemas galegos”(1935), y “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”(1935).

    3.3 Obra dramática.

    El teatro de Lorca es, junto al de Valle-Inclán, el más importante escrito en castellano durante el siglo XX. Para Lorca, el teatro, es un espectáculo total, es decir, un espectáculo en que el resultado final depende de la combinación de la interpretación, la música, la poesía, la escenografía...

    3.3.1 Evolución del teatro lorquiano.

    Al comienzo de su carrera Lorca escribió dos dramas modernistas, El maleficio de la mariposa (1920) y Mariana Pineda (1927).

    Entre sus farsas, escritas de 1921 a 1928, destacan Tragicomedia de don Cristóbal y Retablillo de don Cristóbal, piezas de guiñol, y sobre todo La zapatera prodigiosa, una obra de ambiente andaluz que enfrenta realidad e imaginación. También pertenece a la categoría de farsa Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín. De 1930 y 1931 son los dramas calificados como “irrepresentables”, El público y Así que pasen cinco años, obras complejas con influencia del psicoanálisis, que ponen en escena el mismo hecho teatral, la revolución y la homosexualidad, a partir de un complejo sistema de correspondencias.

    Dos tragedias rurales son Bodas de sangre, de 1933, y Yerma, de 1934, donde se aúnan mitología, mundos poéticos y realidad. En Doña Rosita la soltera, de 1935, aborda el problema de la solterona española, algo que también aparece en La casa de Bernarda Alba, concluida en junio de 1936, y que la crítica suele considerar la obra fundamental de Lorca.

    En las obras teatrales de Lorca hay un elemento común, en todas hay un fondo relacionado con la vida rural pero con esto no quiero decir que traten todas un mismo tema.

    3.3.2 Características específicas.

    El inicio de Lorca como dramaturgo no fue muy destaco y realizó un teatro convencional. A pesar de esto en la década de los años treinta es uno de los dramaturgos más destacados. Su vinculación con la Barraca hace presente uno de sus primeros ideales: “un teatro del pueblo y para el pueblo”. En muchas entrevistas, el autor consideró que existía la necesidad de “humanizar” a los personajes, es decir, de darles relieve y sentimientos reales, además de adaptarlos a la situación de la época. También afirmó lo beneficioso de tratar temas relacionados con el pueblo, que se corresponde con el público, y con sus problemas. Posteriormente tuvo que retocar esta teoría y suavizarla un poco; pasando a crear obras con la misma intención que la de un documental objetivo. Así, sin renunciar a la estructura superficial ni el ambiente habituales como simples accesorios -el drama rural-, el autor introdujo los nuevos valores para crear un teatro nuevo, reconocido internacionalmente y muy destacado. A parte que todas las ideas que introdujo en la Barraca las llevó a sus propias obras, trató temas dándoles un carácter actual.

    3.3.3 Influencias.

    Recibió las mismas influencias que el grupo de la generación del 27, es decir, de losescritores de 1914, de la generación del 98, de Góngora y delos vanguardistas. Respecto al teatro cabe destacar la influencia que recibió de Valle-Inclán y de Grau quienes concebieron el teatro como un elemento para todas las clases y que podía tratar tdos los temas imaginables. En el momento en que Lorca quiso dar universalidad a sus obras, rememoró como ejemplo las novelas de su admirado Cervantes, del que aprendió a expresar lo universal desde la individualización de los personajes. Otros autor del que Lorca pudo conocer su obra fueron Ángel Guimerà con su tragedia “Terra baixa”, que tiene un final similar al que el poeta expresó en “Yerma”. También recibió influencias, alejadas del mundo literario, de los ideales surrealistas de Salvador Dalí en su búsqueda por expresar el “teatro imposible”. De la misma forma, en sus últimos años se interesó por el mundo del cine y de la fotografía y gracias a esto consiguió dar a su obra “La casa de Bernarda Alba” rasgos críticos pero objetivos y, sobre todo, realistas; igual que en un documental fotográfico.

    Su teatro posee una gama muy variada con símbolos o personajes fantásticos como la muerte y la Luna, lírico, en ocasiones, con un sentido profundo de las fuerzas de la naturaleza y de la vida.

    4. La casa de Bernarda Alba.

    4.1 Génesis: origen e influencias.

    “La casa de Bernarda Alba” es la última obra dramática que escribió Lorca y su origen es difuso y enigmático a causa de que a diferencia de otros proyectos de los que hablaba en cartas y entrevistas, nunca comentó nada sobre esta obra. Se dice que pudo ser por una urgencia personal para Margarita Xirgu, la actriz a la que Lorca prometió una obra de carácter fuerte, pero únicamente son suposiciones.

    Todo lo que escribió Lorca lo hizo acorde a sus pensamientos, por eso el tema de “La casa de Bernarda Alba” no debió ser elegido al azar. Según una conversación con Morla Lynch en 1936, esta obra tiene origen en una historia real. Para ser más exacto que Lorca tenía unos vecinos que actuaban como los personajes de la obra: las hijas vestidas de negro y sometidas al poder de “Doña Bernarda”. También se ha dicho que el personaje de Pepe el Romano está basado en Pepe de la Romilla, novio de una de aquellas hijas.

    4.1.1 ¿Por qué drama y no tragedia?

    El género de “La casa de Bernarda Alba” ha estado debatido durante años. Las opciones barajadas eran el drama y la tragedia; pero Lorca ya alegó las razones para identificar su obra como un drama. Si fuese una tragedia faltarían algunos elementos esenciales: la intervención del coro en momentos determinados y la presencia de textos de lirismo fantástico. Además, según testimonios fiables, Lorca incluyó poesía en el texto de esta obra al principio que al final borró ya que no se relacionaba con la materia tratada. Pero, sin duda, el elemento más relevante que tacha la palabra tragedia en esta obra es la ausencia de la catarsis, que está presente en todas las obras trágicas. Pero en “La casa” no se consigue este efecto, el público nota una cierta responsabilidad sobre la situación que ha presenciado. Además Lorca incluyó el subtítulo “drama de mujeres en los pueblos de España” que acaba de demostrar que se trata de un drama.

    4.2 Argumento, tema y subtemas

    “La casa de Bernarda Alba” nos describe el ambiente que se vive en una casa que es dominada por una mujer fría y dominante Bernarda y que habita con su madre, cinco hijas y dos criadas. Toda la familia sufre una represión por parte de esta mujer, únicamente a Angustias le permite casarse con Pepe Romano y esto crea un ambiente discrepante en la casa ya que a diversas hermanas este hombre les gusta. Entre ellas a Adela quien acaba suicidándose. A pesar de esta gran conflictividad Bernarda intentará tapar todos los problemas y evitar la deshonra.

    El tema principal es la conflictividad entre Bernarda y sus hijas. En ellas se ve el enfrentamiento entre la tradición y los nuevos valores que quieren introducir las hijas cansadas de tanta represión. Las hijas que desean poder decidir por ellas mismas y no que su madre les ordene todo y hayan de obedecer.

    Los subtemas que encontramos son la pasión, la frustración, la honra, el amor, la muerte... La pasión y el amor son presente en la relación de Adela con Pepe el Romano, al cual desea y ama, y por el cual seria capaz de cualquier cosa incluso suicidarse, en esto aparece el tema de la muerte. La frustración la sienten todos los personajes a lo largo de la historia. Las hijas están frustradas por tener que obedecer, las criadas por tener que soportar un ambiente tan cortante y Bernarda por no poder superponerse a la situación. La honra es el elemento que mueve a Bernarda siempre intentando proteger la familia y intentando que los trapos sucios no salgan a la luz, cosa que no podrá evitar.

    4.3 Estructura.

    La estructura interna dela obra sigue un orden cronológico, sin saltos en el tiempo. En ocasiones hay desaceleración en el discurso para recalcar algunos momentos clave. Inicialmente se nos plantea la situación de la muerte del marido de Bernarda y como ella toma el mando de la casa. A partir de entonces descubrimos el futuro casamiento de Angustias y los sentimientos de sus hermanas respecto al que será su marido. Se descubre poco a poco la relación de Adela con Pepe el Romano que finalizará con el suicidio de ella.

    La estructura externa la encontramos dividida en tres actos. En el primero se halla la presentación, el duelo, y parte del desarrollo, las primeras noticias del compromiso de Angustias. En el segundo tienen lugar las primeras sospechas de los líos de Adela y el crecimiento de la tensión en el ambiente. Finalmente, en el tercer acto se acaba el desarrollo con el momento culminante y se da paso a la rápida conclusión, el descubrimiento de la verdad, la muerte de Adela y la renovada autoridad de Bernarda sobre sus hijas, su madre y las criadas.

    4.4 Espacio y tiempo.

    La obra trascurre dentro de la Casa de Bernarda. El decorado del Acto I aparece muy detallado en la acotación del principio dela escena. Se nos presenta una habitación con paredes blancas y puertas de arco con cortinas. Estas cortinas de yute y las sillas de mimbre dan a entender un escenario poco confortable e incómodo. En el Acto II el decorado es diferente y las acotaciones escénicas no son tan detalladas. Se presenta una habitación blancas con puertas a la izquierda que conducen a los dormitorios. En el Tercer Acto se nota una variación sobre los escenarios anteriores. Es un patio interior con un tono azulado en las paredes blancas y en el centro hay una mesa con un quinqué.

    La visión de enclaustramiento es presente en toda la obra. El único contacto con el exterior es presente a través del patio, las ventanas y los encuentros entre Angustias y Pepe, y este personaje y Adela. Otro elemento exterior que penetra en la casa es el tañido de las campanas y algunos ruidos exteriores.

    El tiempo de la obra se desarrolla en unos días de un caluroso verano. La historia se inicia por la mañana donde aparece el entierro y el duelo del marido de Bernarda. El segundo acto representa el inicio de la tarde y el desarrollo de los hechos. El tercero representa el anochecer, es decir el fin del día y de los problemas. Esta relación tiene un carácter simbólico con la historia. Esta obra no sigue la norma aristotélica del tiempo, ya que los ocho años de duele parecen comprimirse en un día. De esta manera se considera que todo ocurre en el mismo día de verano, negándose el discurrir temporal.

    Además esta obra podría ser representada en cualquier momento y en cualquier lugar de la geografía, ya que el tema que trata no es particular de una cultura.

    4.5 Estilo.

    El estilo de esta obra es directo y objetivo, se presenta con la intención de reflejar los acontecimientos sin la intervención del propio escritor. Por esta razón no aparecen muchos fragmentos en verso, únicamente en la canción de los segadores y la canción de María Josefa, la madre de Bernarda (en el acto II). El lenguaje que aparece en esta obra es de nivel estandar, sin la presencia de cultismos y tecnicismos.

    El lenguaje empleado es de tipo estándar-culto, sin la presencia de muchas estructuras de tono elevado ni cultismos. No obstante, inserta muchas frases, palabras y expresiones típicas de la época en la que vivió, y que se solían utilizar mucho por las gentes en los medios rurales, sobre todo en los pueblos andaluces. Claros ejemplos de esto son “mal dolor de clavo” o las “onzas” y los “reales”, entre muchos otros. También abundan las metáforas, como “tener preparada la cuchilla”, que pronuncia Bernarda haciendo entender el odio que Poncia le tiene. Es frecuente la presencia de algún eufemismo, como “guardarse la lengua en la madriguera”; hipérboles como “Hubiera volcado un río de sangre sobre su cabeza”; comparaciones: “estrellas como puños” y palabras pertenecientes a campos semánticos relacionados con la vida en el pueblo, como los “gañanes”, “corral”... Predominan las réplicas cortas y rápidas y a menudo llama la atención su sentenciosidad. Los verbos que más predominan son el presente de indicativo, utilizado en los diálogos en presente y, en menor medida, el futuro imperfecto y el pretérito imperfecto, ambos de indicativo. Y también hay uso del imperativo. También aparecen perífrasis verbales como “me voy a perder” o “estaba cosiendo”, entre otras. .

    4.6 Personajes.

    En la casa de Bernarda Alba aparecen 16 personajes. También aparece el personaje de Pepe Romano que nunca llega a pronunciar palabra en el texto pero que es calificado por las mujeres de la obra.

    Bernarda: Tiene 60 años. Es el personaje con más carácter de toda la obra. Al inicio del primer acto se queda viuda y al cargo de una casa con 5 hijas, su madre y dos criadas. Representa la parte más conservadora y asentada de la sociedad; que no quiere que el desarrollo de ésta se lleve a cabo. Posee un carácter autoritario, machista, orgulloso, indiscutible y a la vez se siente atemorizada por el “qué dirán”. La apariencia, la buena fachada aun cuando no se corresponda con la realidad son sus principales preocupaciones. Se opone a los impulsos eróticos, cree en la decencia, la honra y su gran la obsesión por la virginidad hace que se niegue que sus hijas mantengan alguna relación con los hombres dela aldea.

    Poncia: Es una antigua “amiga” de Bernarda; que recibió su ayuda en el pasado y que pasó a ser su criada como compensación, por esta razón se puede permitir el lujo de tutear a Bernarda y de hablar de ciertos temas con sus hijas. Se encarga de la limpieza, el cuidado de la casa y el servicio de quienes viven en ella. Es quien avisa a Bernarda dela posibilidad de asuntos turbios en su casa respecto a Pepe el Romano. Ella además se encarga de dar buena imagen en el pueblo sobre la familia.

    Angustias: Es la hija mayor de Bernarda, tiene 39 años. Su padre no es el marido de Bernarda que muere al inicio de la obra por eso posee más riquezas que sus hermanas. Por este motivo Pepe el Romano la pide en matrimonio, ella desconoce que él no la ama. Se siente enfrentada con sus hermanas por el hecho de que algunas de ellas se sientan atraídas por su prometido y por los celos que estas sienten ya que ella es la única que tiene permiso para contraer matrimonio.

    Magdalena: Tiene 30 años y es la segunda hija de Bernarda. Este personaje se presenta sumiso al hecho de ser mujer y acepta las normas de su madre. Solo muestra rebeldía respecto al tema de la herencia recibida por Angustia. Tiene presente que no llegará a casarse y lo acepta resignada.
    Es uno de los personajes más sinceros y comenta que no le gusta la situación en la que vive.

    Amelia: Tercera hija de Bernarda con 27 años. Es un personaje que se mantiene más al margen de los problemas que ocurren en la casa. Podría considerarse secundarío. Ella tiene bastante miedo a su madre y acepta sin problema que no llegará a casarse.

    Martirio: Tiene 24 años y es la cuarta hija de Bernarda. Siendo la primera que se percata de los encuentros amorosos de Adela y Pepe el Romano demuestra con su actitud de desaprobación que ella también está enamorada de él. Su amor será descubierto antes que el de Adela ya que esconderá un retrato de Romano propiedad de Angustias y lo esconde entre sus sábanas. A pesar de esto acepta resignada el compromiso de su hermana y envidia la situación de esta y de Adela.

    Adela: Es la hija menor de Bernarda con 20 años, y representa los nuevos valores que poco a poco se van abriendo paso en la sociedad. Es rebelde, joven, hermosa, apasionada y valiente. No quiere ser dominada por nadie, y se rebela contra su madre en el tercer acto. Quiere liberarse de sus ataduras con sus encuentros con Pepe el Romano y está embarazada de él. Al final cuando su amor es descubierto opta por suicidarse.

    María Josefa: Es la madre de Bernarda y tiene 80 años. Se encuentra encerrada, como las hijas de Bernarda, en aquella casa. Su anhelo de libertad es muy grande y aunque tenga aspecto y comportamiento de loca, creo que el vivir en aquella casa la atormenta. Aparece solo en dos escenas ynos da muestra de que desearía salir y buscarse un marido dando a entender que ninguna de sus nietas se va a casar.

    Pepe el Romano: Como personaje no interviene en el dialogo de la obra pero es el elemento principal ya que casi todas las conversaciones giran entorno a él. Se presenta como un chico apuesto, con lo que parece atraer a bastantes chicas del pueblo. Es una persona cruel que se aprovecha de Angustias con la que se quiere casar por dinero y deAdela con la quemantiene relaciones amorosas pero a la cual no ama ya que al final del conflicto no se queda con ninguna por miedo.

    Los personajes secundarios son:

    Criada: Se encarga de la limpieza de la casa y de la “vigilancia” de María Josefa. Ha estado treinta años al servicio de aquella casa y tiene 50 años. No está tan integrada en la familia como Poncia, y posee odio hacia su ama Bernarda. Aún siendo la criada, su corazón no es solidario, ya que ella misma ahuyenta a la mendiga con su hija cuando éstas vienen a pedir algo; y lo hace de malos modos y sin educación.

    Prudencia: Es una vieja amiga de Bernarda que tiene 50 años. Va a visitarla a su casa en el tercer acto, y hablan de temas como la boda de Angustias, el ganado de Bernarda y un antiguo problema familiar entre el marido y la hija de esta señora.

    Mujeres de luto: Son conocidas de Bernarda, y van en el primer acto al duelo en la casa. Pero en vez de velar por la muerte de este señor, se dedican a cotillear y a comentar hechos de las gentes del pueblo, que es de lo que están acostumbradas a hablar.

    Mendiga con niña: Al no tener bienes materiales, suele ir a la casa para pedir las sobras de los alimentos que Bernarda y sus hijas comen. Aparecen en el primer Acto.

    Muchacha: Asiste al duelo en el primer acto e informa a Angustias de la presencia de Pepe en el duelo de los hombres. Es la única que reprocha el no haber dado comida a los personajes pobres, pero una cruda intervención de Bernarda hace que no vuelva a hablar más del tema.

    5.Bibliografía.

    Gran Enciclopedia Interactiva Océano - Adaptada a la Logse.

    Editorial: Océano.

    Volumen 2: Literatura Española I.

    “La casa de Bernarda Alba”; editorial Espasa Calpe S.A. Vigésimo novena edición, impresa en Madrid en octubre del año 2000.

    Libro de texto de lengua castellana de 1º de bachillerato; editorial Mc Graw Hill. Edición del año 1998, impresa en Madrid.

    Libro de texto de lengua castellana de 2º de bachillerato; editorial Mc Graw Hill.

    Edición del año 1999, impresa en Madrid.

    Enciclopedia multimedia “Planeta DeAgostini”; versión de 1997.

    Libro de texto: Lengua y literatura - el Discurso literario II

    Crédito común 8 - segundo ciclo

    Editorial: Grup promotor Santillana. Secundària.

    El Teatro de Federico García Lorca

    Gwynne, Edwars; versión española: Carlos Martín Baró

    Editorial Gredos 1º edición: 1980

    Federico García Lorca y la Generación del 27

    Prieto, Gregorio

    Biblioteca nueva 1º edición: 1977

    Nueva enciclopedia Temática Planeta: Literatura

    Volumen XI 1º edición 1989




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    Enviado por:Xilviae
    Idioma: castellano
    País: España

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