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Juan Pablo II


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introducción

Juan Pablo II, de origen Polaco, es el primer papa no italiano más de 400 años. Es el "Papa del concilio Vaticano II", ya de su pontificado es una continua puesta en práctica de las decisiones tomadas en dicho concilio. Pero, sobre todo, Juan Pablo II es un Papa activo; ha escrito gran cantidad de Encíclicas, cartas, exhortaciones apostólicas... y, aunque tiene una avanzada edad, los libros que ha escrito recientemente, son una muestra de que su mente ha resistido el paso a los años y todavía puede gobernar la Iglesia.

Es un papa muy querido por católicos y no católicos. Ha viajado por todo el mundo y sigue viajando aunque casi su vejez no se lo permite, pero su voluntad es de hierro. Ha estado muy unido siempre a los jóvenes con quienes compartió su afición por el deporte y hoy día le siguen queriendo mucho y mostrando su aprecio

Juan Pablo II
La grandeza de su persona es inmensa, así como su preocupación por la Iglesia Universal, que le gustaría ver unida antes del Jubileo del año 2000. Otro rasgo muy característico de Juan Pablo II es su gran devoción mariana, que ha presidido su pontificado con el emblema Totus Tuus, conque se consagra a la Madre de Dios.

A lo largo de este trabajo conoceremos algo más de su vida, que inicialmente transcurrió en una Polonia afectada por la II Guerra Mundial y el comunismo, pero en la que recibió el apoyo y ayuda de muchas personas. También veremos algo de sus viajes así como la opinión de algunas personas sobre él.

Biografía

Su familia:

El padre, Karol Wojtyla. El hijo de un sastre, Maciej, y Francesca, nace el 18 de Julio de 1879 en Lipnik cerca la ciudad de Bielsko Biala, Polonia. Fue funcionario administrativo del Austríaco, entonces Polaco, ejército hasta su jubilación en 1941.

La madre, Emilia Kaczorowska. Hija de Feliks, que terminaba carruajes, y Anna, nacida en 1884 en Cracovia, Polonia.

El hermano, Edmund Wojtyla. Nacido en el 27 de agosto de 1906 en Cracovia. Fue médico y trabajó en hospital Miejski en Bielsko.

Karol Wajtyla

Karol Josef Wojtyla nació el 18 de mayo de 1920 en Wadowice (sur de Polonia), en el seno de una familia cristiana, y fue bautizado pocos días después de nacer por el capellán militar en la Iglesia de Santa María de Wadowice.

Durante su juventud vivió con sus padres en la calle Rynek 2, ahora Via Koscielna 7, apt. Nº 4, y asistió a la escuela para chicos "M. Wadowita", en la que solía conseguir las calificaciones más altas. El 13 de abril de 1929 (a los 9 años de edad) sufrió un duro golpe al fallecer su madre, que sufría una dolencia crónica de riñón, al dar a luz a una niña que murió antes de nacer. Años más tarde (el 5 de diciembre de 1932) falleció su hermano de fiebre escarlata contraida de sus pacientes.

En sus años de juventud estudio alemán, griego y latín, fue un gran aficionado al deporte y recibió entrenamiento militar. Mostró una gran inquietud por el teatro y las artes literarias polacas; su profesor de Lengua y Literatura polaca influyó bastante en su juventud. Este había formado una compañía estudiantil de teatro y Karol se integró en ella convirtiéndose en su miembro más activo.

Fue en el tiempo en que era estudiante en el instituto cuando se encontró por primera vez (en 1936) con el Arzobispo de Cracovia Adam Stefan Sapieha, quien quedó impresionado por un discurso de bienvenida que había preparado y consideró una lástima que Karol decidiera estudiar filología en lugar de teología, haciéndole considerar por primera vez la posibilidad de su vocación sacerdotal. Muchas otras personas creyeron que debería entrar en el seminario y le influyeron a hacerlo, pero Karol en ese tiempo estaba fascinado por la literatura, en particular por la dramática, y por el teatro.

Karol quería estudiar letras para ser actor. Los ingresos de su padre eran modestos pero no se opuso: el objetivo de su vida fue que sus hijos tuvieran unos estudios que hasta entonces su familia no pudo conseguir; tras la muerte del hermano de Karol su padre volcó todo su esfuerzo económico en él. En mayo 1958 superó el examen final del instituto y se inscribió en la Universidad Jaghellonica para realizar los cursos de filología polaca. Por esto, se vio obligado a abandonar Wadowice y se fueron, su padre y él, a vivir a Cracovia, en una casa de los parientes de su madre, un sótano a orillas del río Vístula, en la calle Tyniecka 10.

Se integra perfectamente en la universidad, incluso se inscribió en clases adicionales de declamación y participó en un grupo universitario de teatro que no hizo restar brillantez sus notas. Sin embargo que el 1 de septiembre de 1939 que estalló la segunda guerra mundial que cambió de modo radical la marcha de su vida.

Tuvo que suspender sus estudios y defender su país; abandonó Cracovia y emprendió una penosa marcha al Este. Sin embargo, no negó a combatir. Las tropas polacas capitularon allí, ante el acoso al Ejército nazi y el Ejército rojo, también enviado contra Polonia por el dictador soviético José Stalin.

Los profesores de la universidad intentaron comenzará el nuevo año académico, pero las clases sólo hablaron y hasta el 6 de noviembre de mil novecientos sesenta y nueve; en ese día las autoridades alemanas de aportaron a muchos profesores a campos de concentración. Acababa asi el período de su vida de estudio filología, aunque en la época de ocupación alemana intentó leer y escribir mucho, tanto es que en esa época se remontan en sus primeros trabajos literarios.

Para evitar ser deportado a trabajos forzados en Alemania, consiguió un carnet de trabajador manual y en otoño de 1940 empezó a trabajar como obrero en una cantera de piedra relacionada a la fábrica química Solvay, en las afueras de Cracovia y a la que tenía que ir andando cada día. Recogió una dura experiencia obrera impuesta por la inhumana administración alemana, sin embargo, los responsables de la cantera eran polacos y trataban de evitar a los estudiantes los trabajos más pesados; a Karol le asignaron el encargo de ayudante del barrenero. Según relata el hoy Pontífice, esta experiencia le ayudó a conocer de cerca el cansancio físico, así como la sencillez, sensatez y fervor religioso de los trabajadores y los pobres.

Karol Wojtyla continuó su afición al teatro, y el grupo que anteriormente había formado continuaba aun, pero en la clandestinidad. Era un teatro muy sencillo; la parte escénica y decorativa estaba reducida al mínimo, la actuación consistía esencialmente en la recitación del texto poético. Las representaciones tenían lugar ante un reducido grupo de conocidos e invitados, que demostraban un interés por la literatura. Estos encuentros debía realizarse en secreto pues de lo contrario podrían recibir de graves sanciones por parte de los alemanes incluso la deportación a los campos de concentración.

En 1940 sufrió un grave accidente al ser atropellado por un vehículo militar y en 1940 uno murió su padre, el único familiar que le quedaba. Quedó completamente solo pero encontró consuelo en una fe cada vez más fuerte que despertaría su vocación religiosa.

En otoño de 1940 tomó decisión definitiva de entrar en el seminario de Cracovia, que era clandestino, y abandonó el teatro; así comenzó los estudios en la facultad teológica de la Universidad Jaghellonica, también clandestina, mientras continuaba trabajando en Solvay, pero con un nuevo puesto más cualificado. También estuvo implicado en una a organización clandestina que procuraba escondite y identidades falsas a los judíos para que pudieran salvarse del exterminio.

El seminario se estableció en la residencia de Arzobispo Metropolitano, Stefan Sapieha; Karol permaneció en este seminario hasta el 18 de enero de 1945, la noche de la liberación. En esta época comenzó a vivir las vacaciones de un modo distinto, pasó las vacaciones de 1944 y 45 en la parroquia de Raciborowice (en los alrededores de Cracovia) y por entonces comenzó a escribir un trabajo sobre San Juan de la Cruz, que terminaría en Roma bajo la guía de P. Prof. Garrigou Lagrange.

El curso académico 1945/46 fue normal y en la facultad teológica tuvo la suerte de conocer algunos profesores eminentes como el P. Wladyslaw Wicher y el P. Ignacy Rózycki.

Karol había sido ordenado subdiácono y diácono en octubre y finalmente fue ordenado sacerdote el 1 de noviembre de 1946, día de todos los Santos. Un día insólito para estas celebraciones pero el Arzobispo Stefan eligió ese día porque quería que Karol partiera a Roma para completar sus estudios teológicos. Fue ordenado solo en la capilla privada de los Arzobispos de Cracovia un año antes de que fueran ordenados sus compañeros y a la ceremonia asistieron un pequeño grupo de parientes y amigos.

Celebró sus primeras Misas en la cripta de San Leonardo, dentro de la catedral de Wawel (Cracovia), el día de los fieles difuntos: el 2 de noviembre de 1946, un día en el que cada sacerdote puede celebrar tres Misas. Según recuerda el propio Juan Pablo II fue una experiencia de especial intensidad.

Finalmente partió para Roma, por primera vez salía de las fronteras de su país. Se detuvieron en París donde fueron huéspedes del seminario polaco. Y en los últimos días de noviembre llegaron a Roma y según los consejos del rector del seminario de Cracovia empezó a conocer la Ciudad Eterna.

Se incorporó al curso universitario 46-47 de Pontificio Ateneo Angelicum de la capital italiana y residió en el Colegio Belga. Sus estudios concluyeron en 1948 con el doctorado, y su tesis la dedicó al estudio de San Juan de la Cruz y la tituló "El acto de fe en San Juan de la Cruz". En este tiempo de estudios tuvo la oportunidad de viajar a Francia, Holanda y Bélgica con el consentimiento del Cardenal Stefan Sapieha durante las vacaciones veraniegas de 1947; descubría así cada día vez mejor, desde puntos de vista diversos, la Europa de la posguerra.

En julio de 1948 defendió la tesis doctoral en el Angelicum e inmediatamente después inició el camino de regreso a Polonia. En su regreso, además de unos mayores conocimientos de cultura teológica, llevaba la consolidación de su sacerdocio y la profundización de su visión de la iglesia. Cuando llegó a Cracovia le asignaron su primer "destino": el cargo de coadjutor en la parroquia rural en Niegowic. Cuando llegó finalmente al territorio de la parroquia se arrodilló y besó la tierra, esto lo había aprendido de San Juan María Viarmey, un santo cuya parroquia había visitado en su viaje de vuelta a Roma desde Bélgica y que le ayudó a llegar a la convicción de la importancia de la confesión en el sacerdocio. Después se presentó ante el párroco, Mons. Kazimierz Buzala, que le acogió muy cordialmente. Sus funciones consistían en las típicas de un vicario y profesor de religión pero sólo estuvo allí durante un año.

Después, en 1949, regresó a Cracovia y fue destinado a la parroquia de San Florián de Cracovia. Estaba encargado de la catequesis de los cursos superiores del instituto y la acción pastoral entre los estudiantes universitarios. Entonces pudo volver a matricularse en la universidad Jaguellónica, para poder convalidar sus estudios teológicos romanos. En 1953 concluyó su tesis "Posibilidad de estructuración de una ética católica sobre sistema de Max Scheler" que la habilitó para la docencia en su país. Sin embargo, en 1954, al año de doctorarse, el régimen comunista de Polonia cerró la universidad, en cuya facultad de teología daba clases de ética. Quedó abierta la Universidad Católica de Lublín, a unos trescientos cuarenta kilómetros de Cracovia; allí restableció su labor docente lo que le obligaba a realizar largos viajes en tren. Viajaba de noche y podía aprovechar sus desplazamientos para dormir. El contacto con sus alumnos le permitió retomar con intensidad su afición por el deporte y gracias a él podía mantener un estrecho contacto con sus alumnos, que se debatían entre catolicismo y el ateísmo oficial.

El 4 de julio de 1957 es nombrado obispo auxiliar del Arzobispo de Cracovia Eugene Baziak y el 28 de septiembre es ordenado obispo en la catedral de Cracovia. En 1960 publicó con un seudónimo en una revista católica una obra teatral titulada "La tienda del orfebre"; con el cargo el obispo no denunció a su condición de deportista ni de literato.

El gobierno de Varsovia estaba el contra de cardenal primado Wyszyski, al que pretendían aislar en el seno de la propia iglesia polaca. Karol era bien considerado, pero al constatarse que cerraba filas en favor de su superior jerárquico pronto fue visto como un enemigo. Por esto, cuando en junio de 1962 tuvo que sustituir como vicario de Cracovia al fallecido Mons. Baziak, lo hizo en forma de obispo no titular hasta que Pablo VI presionó para que dieran su visto bueno. Por esto se vio obligado a participar en las primeras sesiones que confío Vaticano II en calidad de vicario, pero realizó una importante aportación. El 5 de octubre de 1962 se incorpora a la primera sesión de trabajo del concilio. Recién concluido, el episcopado polaco se dispuso celebrar mil años de la conversión de Polonia al cristianismo (1966); el gobierno también quería celebrar los mil años de la nación pero de un modo diferente, y prohibió la entrada al país de Pablo VI. Entre estas crisis relaciones entre la iglesia y el estado de Polonia se sumó el conflicto sobre la construcción de un templo católico, de Nowa Huta, que Karol Wojtyla ganó tras 17 años de lucha y el 18 de mayo de 1970 colocó la primera piedra de la futura iglesia.

Karol es consagrado cardenal por Pablo VI el 28 de junio en la capilla Sixtina. Su cargo le obligaba a diseñar y tener un escudo cardenalicio que, por su gran devoción Mariana, dedicó a la Madre de Dios.

El cardenal Stefan Wyszynski seguía retenido en Polonia pero Wojtyla podía restablecer el contacto con el exterior: no sólo podía viajar al Vaticano con asiduidad como miembro de su Comisión de Seglares, sino visitar otros países. Para ello tuvo que suavizar su imagen ante el régimen y mantener una aparente distanciamiento con el otro cardenal (Wyszynski) pero sólo fue un acuerdo estratégico entre ambos y no faltaron las denuncias del cardenal Wojtyla contra el régimen comunista.

En 1977 muere Pablo VI y el 21 de agosto de ese mismo año asiste a su funeral. Algo más tarde, el 25 de agosto, asistió al cónclave que eligió Papa a Juan Pablo I; su pontificado sólo duró 33 días y el 14 de octubre Karol Wojtyla se incorporó, como uno más de 111 cardenales de la Iglesia a un nuevo cónclave electoral.

El 16 de octubre Karol es elegido Papa con el nombre de Juan Pablo II, es el primer Papa no italiano en 456 años, y al día siguiente da su primer mensaje "urbi el orbi" como Papa; el 22 de octubre se realiza la solemne inauguración de su ministerio como Pastor Universal de la iglesia.

No trataremos en este apartado mucho en concreto sobre su vida como Papa porque queda resumida hablando de sus obras y viajes, que veremos a continuación. Si podemos hablar de su gran actividad como pontífice, escribió numerosas encíclicas y documentos sobre diversos temas. El papa Karol Wojtyla ha roto con los protocolos más rancios de la Curia Vaticana y ha demostrado ser un viajero incansable, llegando a visitar países con amplia mayoría islámica (Senegal en 1992). Ha seguido participando en actos multitudinarios aun después del atentado sufrido en 1981, que fue interpretado como un plan con implicaciones internacionales. Su papel ha sido destacado en la desintegración de la URSS y en la caída del muro de Berlín y del comunismo en la Europa del Este (1989-92).

Intervenido de un tumor en el colon en 1992, su activismo empezó a declinar, no sin sancionar el Nuevo Catecismo Universal de la Iglesia, cuyas directrices también fueron contestadas por algunos sectores eclesiásticos. Sin embargo ha demostrado que su agilidad mental no ha sido afectada por los años mediante la gran cantidad de documentos y libros que ha escrito últimamente y, aunque su cuerpo y fuerzas a veces le abandones, su voluntad sigue aún pudiendo más que los años.

obras

El Papa Juan Pablo II ha escrito multitud de encíclicas y otros documentos que recogen su postura ante algunos aspectos concretos que concierten a la Iglesia. Reafirma la posición católica a favor del celibato sacerdotal y contra la homosexualidad, el aborto y los métodos artificiales de la reproducción humana y el control de natalidad. Redefiniendo las responsabilidades de los laicos, los sacerdotes y las órdenes religiosas, ha rechazado la ordenación de las mujeres y el nombramiento de sacerdotes para ocupar cargos oficiales o su participación directa en la política, etc. También se conservan obras teatrales y poesías de su juventud y ha escrito dos libros de carácter personal, algo nunca visto hasta entonces. Además ha realizado multitud de viajes pastorales a lo largo de su vida, incluso por países de mayoría no cristianas

Código de derecho Canónico

Proclamado en 1983, el Código de Derecho Canónico (Codex Iuris Canonicis) son unas leyes de la Iglesia que ponen al día las que se utilizaban antiguamente.

Encíclicas.

Las encíclicas son unos extensos textos doctrinales que elaboran los Papas para difundir su Magisterio doctrinal. El papa las dirige a todos los cristianos y, en general, a todos los hombres para instruirlos sobre cuestiones no sólo religiosas sino sociales y políticas. Juan Pablo II ha promulgado y muchas encíclicas, un total de doce:

1979 Redemptor Hominis (El Redentor del Hombre).

1980 Dives in Misericordia (Dios rico en misericordia).

1981 Laborem Exercens (El trabajo humano).

1985 Slavorum Apostoli (Los apóstoles de los eslavos).

1986 Dominum Vivificatem (Señor y dador de vida).

1987 Redemptoris Mater (Madre del Redentor).

1988 Sollicitudo Rei Socialis (Preocupación por los problemas sociales).

1990 Redemptoris Missio (La misión del Redentor).

1991 Centesimus Annus (Año del Centenario).

1993 Veritatis Splendor (El esplendor de la Verdad).

1995 Evangelium Vitae (El evangelio de la Vida).

1995 Ut Unum Sint (Seamos todos uno).

Redemptor Hominis (El Redentor del Hombre)

Promulgado en el 4 de marzo de 1979. En ella adelantó cual iba a ser su programa pontifical, que estaba basado en continuar las decisiones tomadas al concilio Vaticano II, fundamentalmente a través de dos preceptos nuevos: la colegialidad de todos los obispos en sus decisiones y el apostolado evangelizador.

Juan Pablo II abordó la incertidumbre de la humanidad cuando que se acerca al fin del segundo milenio cristiano y sostiene que el progreso del hombre puede volverse contra él mismo si el de la moral y la ética, algo olvidadas en nuestros días, no es más veloz. De este modo presentó a la Iglesia destinada a servir a todos los hombres, no a ser servida, independientemente de cual funda su religión o credo.

Dives in Misericordia (Dios rico en misericordia)

Promulgada el 30 de noviembre de 1980 en torno a la misericordia divina. Sienta las bases bíblicas de la Misericordia, analiza sus sentidos en la vida de hoy día y subraya la misión que ha de cumplir en iglesia en este aspecto: dar testimonio de la misericordia divina, encarnada en la vida de los fieles e implorarla de Dios. Así, la Misericordia se convierte en elemento indispensable para plasmar las relaciones mutuas entre los hombres.

Laborem Exercens (El trabajo humano)

Promulgada el 14 de septiembre de 1981, en el noventa aniversario de la encíclica Rerum Novarum, en torno al trabajo humano.

Abordó como era el mundo del trabajo en los sistemas socioeconómicas entonces existentes: el capitalismo y el socialismo. Este análisis hizo hincapié, más que en las diferencias, en el gran problema que tenían ambos: la visión economista y materialista del trabajo, subordinando la persona a la producción y el trabajo al capital, fuese privado o colectivo. Sostiene que la consideración del hombre como la pieza de un engranaje productivo fue una equivocación muy grande del capitalismo que el socialismo denunció claramente, presentándose como la alternativa; sin embargo, este último sistema acaba cometiendo la misma falta y ambos modelos resultaron éticamente rechazables.

Juan Pablo II no pone una tercera vía en torno al hombre y al trabajo. Sencillamente en reclamó que el hombre, en uno u otro sistema, se sintiera en el trabajo como ser humano partícipe y nunca como una mera fuerza de producción o instrumento para la economía. Lo principal era considerar que toda propiedad, privada o pública, debía estar al servicio del hombre y contribuir a que sintiera "persona integral" en el ejercicio de su actividad.

Slavorum Apostoli (Los apóstoles de los eslavos)

Promulgada en 2 de junio de 1985 para conmemorar los once siglos de obra evangelizadora de los santos Cirilio y Metodio, que, procedentes de la antigua Tesalónica, evangelizaron y cristianizaron la Europa eslava, para la que el Papa exige libertad religiosa, ya que cuando escribió esta encíclica se encontraba sometida al dominio soviético. Deseaba viajar a Checoslovaquia para participar en una serie de actos conmemorativos que, finalmente, fueron vetados con las autoridades de aquel país.

Consta de cincuenta páginas en las recuerda en muchas ocasiones su condición de eslavo, pide a las autoridades políticas que no consideren las creencias religiosas como obstáculo para el logro del bien común y apela a una unión europea basada en la Fe cristiana. Sostiene también que la vuelta a las raíces cristianas es el único camino para poder superar las tensiones y las diferencias que amenazan al mundo.

Dominum Vivificatem (Señor y dador de vida)

Promulgada el 18 de mayo de 1986 en torno a la figura del Espíritu Santo. Su título proviene de las primeras palabras de un viejo Credo niceno: "Es señor y da la vida...".

Trata de la importancia del espíritu Santo; con esta encíclica, Juan Pablo completó, junto con las anteriores Redemptor Hominis y Dives in Misericordia, lo que él mismo definió como trilogía en torno a la Santísima Trinidad. Algunos de los contenidos más destacados son la acción del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia y el mundo, el anuncio del Gran Jubileo cristiana del año 2000 y la definición del marxismo como forma externa de resistencia al espíritu Santo.

Esta encíclica fue definida por el cardenal Jean Jerome Hamer como un mensaje de esperanza en un momento de la sociedad en el que el hombre se siente amenazado por el vertiginoso proceso técnico y consideró que encierra un mensaje de salvación en la proximidad del paso del segundo al tercer milenio y un canto de esperanza en favor de un mundo renovado.

Redemptoris Mater (Madre del Redentor)

Promulgada el 25 de marzo de 1987 en torno a la bienaventurada Virgen María en la vida de la Iglesia peregrina.

Fue una intensa reflexión centrada en el concepto del concilio Vaticano II sobre la "peregrinación de la Fe" de la Virgen María, definida por Juan Pablo II como "el trabajo del corazón de María para comprender y aceptar todo el misterio de la vida de su Hijo", desde el modo en que fue creado hasta su sacrificio para salvar a la humanidad.

Juan Pablo II comenta en su libro "Don y misterio" que hubo un momento de su vida en el cual se cuestionó de alguna manera su culto la Virgen María, considerando que éste, si se hace excesivo acaba por comprometer la supremacía del culto debido a Cristo. Tras leer el libro "Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen" de San Luis María Grignion de Montfort, comprendió que María nos acerca a Cristo, con tal de que se viva su misterio en Cristo; esto explica el origen del Totus Tuus, es la abreviatura de la forma más completa de la consagración a la Madre de Dios.

Son ciento diez páginas escritas con gran cuidado y respeto hacia las otras iglesias cristianas, principalmente las orientales, para evitar polémicas doctrinales en torno a la Virgen. De hecho, se comunicó a todos los obispos del mundo que la utilizasen como instrumento de unidad y no de división. En su elaboración colaboraron los teólogos de la Congregación de los Siervos de María. Con esta encíclica Juan Pablo II puso de relieve en la dignidad de la mujer y anunció que la cuestión femenina en la Iglesia sería tratada y desarrollada en otro documento, y esto fue lo que hizo cuando promulgó su carta apostólica "Mulieris Dignitatem".

Sollicitudo Rei Socialis (Preocupación por los problemas sociales)

Promulgada el 19 de febrero 1988 al cumplirse el vigésimo aniversario de la Populorum Progressio, aunque llevaba fecha del 30 de diciembre de 1987.

En ella se estableció que el desarrollo de la humanidad no se puede medir, y que el director económico de la sociedad de consumo, sino que tiene una dimensión cultural y ética que ver pasar por la solidaridad. Según expuso Juan Pablo II, la división del mundo en los propios capitalistas socialista afecta a la armonía del niño ir a limitar el desarrollo del tercer mundo. Además del ya existente "muro" entre este y oeste, va apareciendo otros que separa el Norte, desarrollado, denso, se desarrolló. Crítica a sin la idea del progreso, enriquecimiento material y egoísta.

En esta Encíclicas, Juan Pablo II, no pretendido ofrecer una solución técnica, sino indicación éticas. Según él, la solución al problema debía surgir de un profundo cambio en los corazones, nacido del concepto de la solidaridad; según esto, el Pontífice sorprendió al recalcar que la propia iglesia debía desprenderse de sus bienes terrenales si así se aliviara la miseria de los que sufren.

Juan Pablo II predicó con un ejemplo lo dicho en esta encíclica al acordar con la Madre Teresa de Calcuta dar albergue en los edificios vaticanos a pobres y vagabundos de la ciudad de Roma, habilitando para ello un edificio muy próximo al aula "Pablo VI" donde tienen lugar las grandes audiencias.

Redemptoris Missio (La misión del Redentor)

Promulgada que 7 de diciembre de 1990, en torno a la permanente validez del mandato misionero. Dictando, en el 25 aniversario del decreto conciliar "Ad Gentes", con el que el concilio Vaticano II pidió a reformar y reforzar la labor misionera de la Iglesia.

En ella Juan Pablo II invitó a toda la iglesia a emprender un "renovado espíritu misionero" que denominó la " nueva evangelización" porque debía ser "nueva en su ardor, sus métodos y su expresión". Juan Pablo II tomó la decisión de viajar hasta los confines de la tierra desde el comienzo de su pontificado para poner de manifiesto la solicitud misionera. También trató que es lo que el católico debe llevar a los pueblos que jamás entraron en contacto con el Evangelio: la prioridad permanente es el anuncio de Cristo Salvador (la fe y el bautismo), y a partir de ello, la promoción cultural y humana de los pueblos evangelizados.

Juan Pablo II sostuvo que la actividad misionera no debía verse limitada por el debilitamiento de la fe en los países desarrollados que paradójicamente fueron cuna del catolicismo; respecto a esto dijo que la fe se refuerza dándola y recordó que el número de los que no conocen a Cristo ni forman parte de la iglesia aumenta constantemente.

Centesimus Annus (Año del Centenario)

Promulgada el 1 de mayo de 1991 en el centenario de la encíclica Rerum Novarum.

Inicialmente, Juan Pablo II se proponía demostrar la fecundidad de un siglo entero de Doctrina Social de la iglesia, inaugurada con la Rerum Novarum. Sin embargo, los acontecimientos comunistas en Europa durante 1989 le obligaron a incorporar un nuevo tema: el de los sistemas socioeconómicos, ya tratados en otras encíclicas anteriores. Fracasado el socialismo, se crea un nuevo debate que giraba en torno a la licitud o no del capitalismo como único sistema imperante. De ambos analizó tres aspectos: el económico, el político y el ético-cultural.

Respecto al socialismo, descubrió su principal punto débil en el nivel ético-cultural: estar basado en una ideología marxista con una falsa idea de la libertad que permitió construir un sistema económico de planificación centralizada y un régimen político dictatorial que no respetó la dignidad humana.

Respecto al capitalismo o economía libre de mercado, advirtió que no por ser el sistema vencedor era el idóneo; es más, esta prevalencia mundial podía envanecerlo incrementando aún más sus defectos. Su régimen político basado en la libertad y la democracia no le ofrecía en principio reparos éticos; sin embargo, sí crítico es supeditar a la libertad integral del hombre a su libertad económica. Esta insuficiencia planteaba un gran reto para el futuro: dotar a la economía de mercado y a la democracia de un sistema ético-cultural derivado de la antropología cristiana y capaz de concebir adecuadamente la libertad humana.

Veritatis Splendor (El esplendor de la Verdad)

Promulgada el 6 de agosto de 1953 en torno a cuestiones fundamentales de la enseñanza moral de la iglesia ante la situación de confusión y disparidad de criterios entre las que se podrían denominar teología oficial o tradicional y teología disidente.

Consta de 120 páginas en las que Juan Pablo II reacciona en favor de la primera al recordar que la verdad de Cristo es la misma ayer, hoy y por los siglos. Sin embargo, manifiesta algunos matices a favor de la segunda postura, destinados a comprender a algunos teólogos dedicados a la innovación.

Juan Pablo reconoce los cambios que la humanidad ha experimentado y aquellos que inciden sobre determinados preceptos, especialmente en materia de teología moral. Para evitar posibles conflictos entre los preceptos inmutables y universales de la verdad católica y aquellos derivados de las nuevas circunstancias, propone una fórmula efectiva y sencilla: la conciencia moral, sagrario del hombre en el que se descubre una ley que llama siempre a hacer el bien y evitar el mal.

Evangelium Vitae (El evangelio de la Vida)

Promulgada el 25 de marzo en torno al valor y el carácter inviolable de la vida humana.

Es un texto íntegramente dedicado defender la vida frente a todo tipo de aspectos como el asesinato, la ejecución de condenados, las guerras o la eutanasia, pero Juan Pablo II hace especial hincapié en el aborto. Éste es definido como el más grave delito porque se actúa contra un ser absolutamente débil e inocentes.

La encíclica arranca en el asesinato bíblico de Caín sobre su hermano Abel y describe el valor de la vida humana y denuncia la tendencia de esta nueva cultura de la muerte por convertir lo que es un delito en un derecho, no sólo en casos como el del aborto voluntario, sino en la eutanasia por razones de edad y enfermedad. Denuncia una conjura promovida por fuertes corrientes culturales, económicas y políticas, portadoras de una concepción de la sociedad basada en la eficiencia.

No pasa por alto cuestiones relacionadas con la bioética y define como acto absolutamente inaceptable la utilización de embriones y fetos rumanos, a veces producidos in vitro para este fin, como material biológico utilizado para el trasplante de órganos y tejidos en el tratamiento de algunas enfermedades.

Ut Unum Sint (Seamos todos uno)

Promulgada el 25 de mayo de 1995 en torno al compromiso ecuménico. Fue escrita en favor de la unidad de los cristianos, ya expresada en su carta apostólica sobre el Gran Jubileo del año 2000 en el que le gustaría ver a sus diferentes iglesias más cerca, si no totalmente unidas.

Consta de 115 páginas que, por afectar especialmente a la iglesia oriental, fueron traducidas al ruso, griego y georgiano, aparte de ser promulgada en las ocho lenguas habituales de las encíclicas. En papa recuerda que la "Iglesia de Cristo subsiste en el Iglesia Católica gobernada por el sucesor de Pedro y por los obispos en comunión con él", pero reconoce que fuera de esta estructura "pueden encontrarse muchos elementos de santificación y de verdad". Es decir, es una mano tendida a favor de los ortodoxos, anglicanos, luteranos y otras comunidades de Fe cristiana, aunque sin renunciar al predominio de la Iglesia católica como depositaria del legado de los apóstoles. Juan Pablo II asume y pide perdón por lo que los pecados de división en los que hubiera podido incurrir la jerarquía católica y enumera las cuestiones en las que habría que profundizar el debate que ecuménico para reconquistar la unidad de los cristianos. Según él, lo que más divide son las relaciones entre las Sagradas Escrituras y la Sagrada Tradición, la Eucaristía, el Orden sacerdotal, el Magisterio de la Iglesia y la Virgen María.

El catecismo universal

El Catecismo Universal, también llamado Nuevo Catecismo, fue presentado por Juan Pablo II el 7 de diciembre de 1992 en la sala Regia del Vaticano. Se denominan universales porque sus preceptos emanan de la autoridad suprema de la Iglesia Universal. Sólo a raíz de ellos los obispos y pastores pueden elaborar sus propios textos de catequesis. Un catecismo es un resumen de la Fe y doctrina católica, basado en la Sagrada Escritura la Tradición; el Nuevo Catecismo se divide en 4 partes principales:

  • Credo

  • Sacramentos

  • Mandamientos

  • Oración

Cumplía así con la petición formulada en el Sínodo Extraordinario de Obispos de 1985, que reclamó la redacción de un catecismo o compendio de toda la doctrina católica en lo que se refiere tanto la fe como a la moral, según los nuevos preceptos establecidos en el concilio Vaticano II. Los trabajos sobre el Nuevo Catecismo comenzaron en 1986 y en ellos se implicaron todos los episcopados del mundo, reuniéndose más de veinticuatro mil sugerencias llegadas a Roma que enriquecieron el borrador, sobre todo en su parte moral, que fue prácticamente rehecho.

El nuevo catecismo que es contexto de magisterio ordinario que sustituyen a un anterior y arcaico Catecismo Universal, tradicionalmente conocido como Catecismo Romano, Catecismo de Pío V o Catecismo de Trento. Como se observa, ambos catecismo su se relacionan en su nacimiento con dos grandes concedidos, el de Trento y el Vaticano II.

Cartas y exhortaciones apostólicas.

Son multitud de documentos dirigidos a todos los cristianos en los que el Papa expresa su opinión y la de la Iglesia sobre aspectos concretos a fin de orientar a sus seguidores. Juan Pablo II ha escrito una multitud de estas cartas y sería muy difícil hablar de todas, así que sólo comentaré algunas:

Familiaris consortio y Cartas a las familias.

La primera es una exhortación apostólica proclamada en día 22 de noviembre, solemnidad de Jesucristo, del año 1981, sobre la misión de la familia cristiana en el mundo actual; la segunda es una carta apostólica proclamada el 2 de febrero de 1994 coincidiendo con el año de la familia declarado en 1994 por la ONU. Está dirigida a todas las familias, independientemente de su cultura e historia.

Juan Pablo II señala que entre las numerosas sendas por las que el hombre camina la familia es la primero y más importante, de la que no puede alejarse ningún ser humano y es fundamental el desarrollo de cada hombre; la Iglesia considera el servicio a la familia una de sus tareas esenciales, en este sentido, el hombre y la familia constituyen el camino de la Iglesia Expresa el amor y solicitud que Iglesia por la familia, ya desde los inicios de cristianismo cuando la familia era considerada "iglesia doméstica". Fomenta la dignidad del matrimonio y las familias y recalca importancia de la oración para que Cristo permanezca en cada una de ellas, que refuerza la solidez y la cohesión espiritual de la familia, ayudando a que ella participe de la fuerza de Dios.

La familia se entiende como una comunión de personas unidas por el amor, pero esta comunión parte de una unión inicial: el matrimonio, una singular comunión de personas, es un compromiso que los novios asumen ante Dios y su Iglesia. El bien común de los esposos es el amor, fidelidad, la honra y la duración de su unión hasta la muerte, que deben también ser bien común para toda la familia.

Ser padres es el evento mediante el cual la familia se realiza en sentido pleno y especifico. Los hijos son como dones para los padres, para los mismos que le dieron el don de la vida. Y aportan aquel bien común sin el cual las comunidades humanas se disgregan y corren el riesgo de desaparecer. Los padres tienen también la misión de educar cristianamente a sus hijos; uno de los campos en que la familia es insustituible es en la educación religiosa, gracias a la cual la familia crece como iglesia domestica. Aunque también en otros ámbitos, los padres son los primeros y principales educadores de sus hijos.

Otro elemento esencial en la familia es el amor y la honra mutua. El amor es capaz de soportar todo, pero es amor es exigente y requiere mucha entrega así como combatir el egoísmo. Sin embargo, lo contrario a la civilización del amor es el “amor libre”, que es presentado a frecuentemente como fruto de un sentimiento “verdadero”, mientras que destruye el amor. Sólo hay que pensar en la cantidad de familias que se han disgregado por el amor libre, esto es un ejemplo de egoísmo, ya que al hacerlo no se toman en consideración todas las consecuencias que puede traer a la familia.

Mulieris Dignitatem y Cartas a las mujeres

La primera es una exhortación apostólica del 15 de agosto de 1988 en ocasión al año mariano y la segunda fue proclamada el 29 de junio de 1995 por la proximidad de la IV Conferencia Mundial de la Mujer, celebrada en Pekín en septiembre.

En ellas, el Papa defiende la dignidad de la mujer, trata su papel y derechos en la Iglesia y la sociedad. La carta comienza dando gracias a todas las mujeres simplemente por su condición de mujeres y de ser el seno del ser humano. También reconoce los numerosos momentos de dificultades en el camino de la mujer a lo largo de la historia, en los que ha sido marginada con frecuencia impidiendo su correcta inserción en la vida social, política y económica. Asimismo, anima a las mujeres a continuar su camino de liberación pero advierte que la mujer, en nombre de la liberación del "dominio" del hombre, no puede intentar apropiarse de características masculinas que van en contra de su propia originalidad femenina; existe temor fundado de que por este camino la mujer no se realizará, sino que puede deformar y perder todo aquello que constituye su esencial riqueza.

Ha escrito muchas otras como: Amatissima Providentia, Divini Amoris Scientia, Ordenatio Sacerdotalis, Orientale Lumen, Redemptoris Anno, Tertio Milenno Adveviento...

otras obras

Además, ha escrito poesía y, con el seudónimo de Andrzej Jawien, una obra de teatro, La joyería o también llamada El taller del orfebre(1960). Entre su extensa obra escrita destaca Amor responsable y fructífero y Signo de contradicción, ambos publicados en 1979.

También ha escrito recientemente los libros Cruzando el Umbral de la esperanza, donde responde a una serie de preguntas hechas por un periodista; y Don y Misterio, en el que nos habla de su vida y vocación y al final dirige unas palabras a la Iglesia sobre algunos aspectos concretos.

VIAJES pastorales

Karol Wojtyla no quiso abandonar la acción pastoral al hacerse Papa, y no lo ha hecho como demuestran sus innumerables viajes, además siempre a procurado mantener el contacto con la gente, en especial los jóvenes. Es la persona que más ha viajado de toda la historia; ha estado en todos continentes y en la gran mayoría de países del mundo, excepto en aquellos que no le han dejado ir y a los que hoy día quizás tiene más interés en ir, por la escasa libertad que tiene sus habitantes y la privación de conocer o practicar el cristianismo.

Esto viajes no nos hace por placer, sino que tiene programada una apretadísima agenda desde que se hace de día y que, a pesar de su avanzada edad, intenta cumplir a rajatabla. Va a visitar a los cristianos y a todos los hombres para darles un mensaje de cariño, mostrarles su apoyo y consejo.

Es una a traición en su pontificado el besar la tierra que pisa cuando llega a un país. Según el libro Don y misterio, esto lo hizo por primera vez al llegar a su primer destino como sacerdote en una parroquia de Polonia, y lo había aprendido de San Juan María Viarmey, un santo cuya parroquia había visitado en su viaje de vuelta a Roma desde Bélgica.

Sería prácticamente imposible hablar de todos los viajes así que me limitaré a escribir a continuación la relación de estos viajes hasta en año 1997:

1979

Santo Domingo, México, Bahamas (25 de enero al 1 de febrero)

Polonia (2 al 10 de junio)

Irlanda y Estados Unidos (29 de setiembre al 1 de octubre)

Turquía (28 al 30 de noviembre)

1980

Zaire, Congo, Kenia, Gana, Alto Volta y Costa de Marfil (2 al 12 de mayo)

Francia (30 de mayo al 2 de junio)

Brasil (30 de junio al 12 de julio)

Alemania (15 al 19 de noviembre)

1981

Pakistán, Filipinas, Japón, Guam y Anchorage-Alaska (16 al 27 de febrero)

1982

Nigeria, Benín, Gabón, Guinea Ecuatorial (12 al 19 de febrero)

Portugal (10 al 15 de mayo)

Gran Bretaña (28 de mayo al 2 de junio)

Argentina (11 al 12 de junio)

Ginebra-Suiza (15 de junio)

San Marino (29 de agosto)

España (31 de octubre al 10 de noviembre)

1983

Costa Rica, Nicaragua, Panamá, El Salvador, Guatemala, Belice, Haití (2 al 9 de marzo)

Polonia (16 al 23 de junio)

Francia (14 al 15 de julio)

Austria (10 al 13 de setiembre)

1984

Alaska (Fairbanks), Corea, Papúa -Nueva Guinea, Islas Salomón, Tailandia (2 al 12 de mayo)

Suiza (12 al 17 de junio)

Canadá (9 al 19 de setiembre)

España, República Dominicana, Puerto Rico (10 al 12 de octubre)

1985

Perú, Ecuador, Venezuela (26 enero al 6 de febrero)

Bélgica, Holanda, Luxemburgo (11 al 21 de mayo)

Togo, Costa de Marfil, Camerún, República Centroafricana, Zaire, Kenia, Marruecos (8 al 19 de agosto)

Liechtenstein (8 de setiembre)

1986

Nueva Delhi, Calcuta, Goa, Trichur y Bombay (31 de enero al 10 de febrero)

Colombia (1 al 8 de julio)

Francia (4 al 7 de octubre)

Bangladesh, Singapur, Islas Fiji, Nueva Zelanda, Australia (18 de noviembre al 1 de diciembre)

1987

Uruguay, Chile, Argentina (31 de marzo al 13 de abril)

Alemania Federal (30 de abril al 4 de mayo)

Polonia (8 al 14 de junio)

Estados Unidos, Canadá (10 al 20 de setiembre)

1988

Uruguay, Bolivia, Perú y Paraguay (7 al 19 de mayo)

Austria (24 al 27 de junio)

Zimbawe, Mozambique, Botswana, Swazilandia, Lesotho (9 al 19 de setiembre)

1989

Madagascar, Isla la Reunión, Zambia y Malawi (28 de abril al 6 de mayo)

Santiago de Compostela y Oviedo (1 al 10 de junio)

Corea del Sur, Indonesia, Timor Oriental y Mauricio (6 al 15 de octubre)

1990

Cabo Verde, Guinea Bissau, Mali, Burkina Fasso y Chad (fines de enero al 2 de febrero)

Checoslovaquia (21 al 22 de abril)

México (6 al 14 de mayo)

Malta (25 al 27 de mayo)

Burundi, Ruanda y Costa de Marfil (setiembre)

1991

Lisboa, Fátima, Islas Azores y Funchal (10 al 13 de mayo)

Polonia (1 al 9 de junio)

Brasil (12 al 21 de octubre)

1992

Senegal, Gambia y Guinea Conakri (9 al 26 de febrero)

Angola, Santo Tomé y Príncipe (14 al 10 de junio)

República Dominicana (9 al 14 de octubre)

1993

Benín, Uganda y Jartum (3 al 10 de febrero)

Sicilia (mayo)

España (12 al 17 de junio)

Jamaica, México, Estados Unidos (9 al 16 de agosto)

Lituania, Estonia y Letonia (4 al 10 de setiembre)

1994

Zagreb, Croacia (10 al 11 de setiembre).

1995

Bélgica (4 de junio)

Camerún, Sudáfrica y Kenia (14 al 20 de setiembre)

Estados Unidos (4 al 9 de octubre)

1996

Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Venezuela (5 al 12 de febrero)

Túnez (14 de abril)

Eslovenia (17 al 19 de mayo)

República Federal de Alemania (21 al 23 de junio)

Hungría (6 al 7 de setiembre)

Francia (19 al 22 de setiembre)

1997

Bosnia-Herzegovina (12 al 13 de abril)

República Checa (25-28 de abril)

Líbano (10 al de mayo)

Polonia (31 de mayo al 10 de junio)

Francia (21 al 24 de agosto)

Brasil (2 al 5 de octubre)

Opiniones sobre SS. Juan Pablo II

El este apartado me limitaré a copiar las frases sobre el Papa de algunas personas ilustres o famosas:

"El Papa viaja incansablemente por todo el mundo sin temor al cansancio; se entrega, sin reservas, para franquear las puertas a Cristo y abatir las barreras de las que se rodea el hombre. Juan Pablo II se acerca a los poderosos y a los desheredados, a los ricos y a los pobres, en lugares lejanos o en grandes plazas, siempre para llevar a Cristo en Medio del Mundo".

Cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

"El coraje del Papa cuando habla a los jóvenes consiste en expresarles lo que la sociedad en su conjunto no les exige, es decir, el compromiso con la historia y la grandeza de su destino en Cristo".

Cardenal Jean Marie Lustiger, Arzobispo de París, Anfitrión del Día Mundial de la Juventud 1997.

"Es claro que el pontificado de Juan Pablo II, su vida sacerdotal, a medida que avanzan los años, se va identificando cada vez más con la cruz. Es la etapa más fecunda de su trayectoria pontificia, la de mayores recursos espirituales y más eficacia evangelizadora, la de más proyección apostólica sobre este mundo moderno o posmoderno, dominado por inmensos sufrimientos, que parece querer esconder bajo la capa del consumismo desenfrenado. Ante este mundo a la deriva Juan Pablo II enarbola, con decisión y esperanza, la cruz de Cristo Salvador".

Monseñor Cipriano Calderón Polo, Vicepresidente de la Comisión pontificia para América Latina.

"En Juan Pablo II es muy fácil descubrir al sacerdote, al 'otro Cristo', identificado con Él a partir de su llamada: Llamó a los doce -nos dice el evangelio de Marcos- para que estuvieran con Él y para enviarlos a predicar. No otra cosa ha hecho a lo largo de su vida Karol Wojtyla: ser Cristo vivo, que no cesa de anunciar el Evangelio a todas las gentes, gastando y desgastando hasta la última gota de su vida. La grandeza del Papa no se define por las posibilidades de poder e influencia humanos, ni por los honores que acostumbra a tributar el mundo; se define ante todo por su ser sacerdotal".

Monseñor Antonio María Rouco, Arzobispo de Madrid, España.

"Hoy podemos decir que todo lo que ha ocurrido en Europa Oriental no habría sucedido sin la presencia de este Papa. Hoy, que en la historia de Europa ha habido un viraje profundísimo, Juan Pablo II ha jugado -y juega en ello- un papel decisivo. Nos encontramos en un momento muy delicado de transición, en el que el hombre, la persona, tiene y debe tener un peso verdaderamente determinante. Y todo aquello que sirva para reforzar la conciencia del hombre, su espíritu, es hoy más importante que nunca".

Mijail Gorbachov, ex- presidente de la Unión Soviética y forjador de la nueva Unión de Estados Independientes.

"Juan Pablo II es un Papa que no ha decepcionado las múltiples esperanzas que los hombres de nuestro tiempo han puesto en él. Cuando estás en su presencia dices para tus adentros: 'He aquí un gran hombre, un verdadero líder'. Es un hombre de libertad, de fe, que sufre siempre que la Iglesia, o el hombre, es oprimido. Ocupará, con todo derecho, un puesto de privilegio en la historia de nuestro tiempo. Yo no soy católico, pero siento hacia él un profundísimo respeto y un sincero afecto".

George Bush, ex-presidente de los Estados Unidos de América.

"El Papa Juan Pablo II ha despertado la conciencia del mundo. Abogado de los pobres, de los oprimidos y de los desheredados, lucha con toda su autoridad moral contra la indiferencia y el despotismo, y en favor del respeto a la dignidad humana. Siempre seguro de sus certezas, proclama y practica la tolerancia que tiene su fuente y su raíz en la auténtica libertad del hombre, y no la tolerancia que parte de la base de que todo es relativo".

Helmut Kohl, Primer ministro de la República Federal de Alemania y de la actual Alemania.

"El mundo entero sabe que cuenta con Vuestra atención y Vuestro amor, porque habéis consagrado Vuestra Vida al servicio. Esto es lo que hace que Vuestra presencia sea deseada en todas partes, que vaya sembrando esperanzas, ansias de que se apague el odio y nazca la voluntad de un fraterno modo de vivir".

Juan Carlos I, Rey de España.

"Juan Pablo II es un hombre de Dios, un hombre del Espíritu. Nuestro pueblo lo ama porque se siente amado por él, lo comprende porque se siente comprendido por él. En nuestros países, no hay sufrimiento que los hombres estén dispuestos a hacer para ver su figura, para escuchar sus enseñanzas, para recibir consuelo y para manifestarle su amor".

Violeta Barrios vda. de Chamorro, ex-presidenta de Nicaragua.

"En el Pontífice yo he encontrado al hombre de la confianza, al hombre cuya certeza de la existencia de la gracia divina se transmite enseguida a los demás. Toda su figura, sus gestos, el modo mismo con que se inclina, expresan confianza. Esta confianza se trasluce incluso en la manera de moverse, como si abrazara, caminando, a toda la tierra".

Lech Walesa, ex-presidente de Polonia, fundador del sindicato "Solidaridad".

"Juan Pablo II nos dice que la dignidad de la mujer se mide en relación con el amor. Esto es verdad no sólo en el matrimonio, sino en el conjunto de las relaciones interpersonales que de modo inverso estructuran la convivencia y la cooperación entre las personas".

Corazón Aquino, ex-presidenta de Filipinas

"Lo primero que hay que decir de Juan Pablo II, es que es la figura pública más importante del mundo desde 1978. Su figura pertenece al futuro, significa el comienzo de una nueva época".

Julián Marías, filósofo español.

"La personalidad de este hombre de Dios, unida a su bondad, a su carisma, a su sonrisa, han conquistado incluso a los no creyentes. He oído a un joven japonés (no creyente) susurrar acerca de él: '¡Qué gran hombre!' ".

Shusaku Endo, controvertido novelista japonés, Premio Nobel de la Literatura, fallecido recientemente.

"El Papa es una persona incomparable. Yo siempre he admirado su figura, su persona, pero cuando lo conocí personalmente, no pude menos que llorar. Es un hombre extraordinario que transmite una gran fuerza espiritual y a la vez una gran bondad".

Hristo Stoichkov, futbolista de la selección búlgara, actual estrella del Club Barcelona.

"En el momento de acercarnos al Papa, poco a poco sentimos la irradiación personal de su santidad, de su humildad, y de otras sensaciones difíciles de explicar, pero que me hacían ver que era un hombre diferente a los demás de los que yo hasta entonces había conocido".

Miguel Induráin, español, cinco veces campeón de la "Tour de France", considerado el mejor ciclista de la historia.

"La figura del Papa atrae irresistiblemente a los jóvenes porque ven en él franqueza, alegría, felicidad. Ven en él un modelo de vida. No hay nadie en el mundo que pueda darles un mensaje más valioso, que valga la pena vivirse".

Abel Balbo, futbolista de la selección argentina, estrella del Club Roma.

"Es necesario conocer mejor a Karol Wojtyla para entender mejor a Juan Pablo II, y en esta hora en que su figura se proyecta como una de las más trascendentes del siglo XX, paradigma de líder religioso, de estadista valeroso y de intelecto superior, se percibirá que ya desde su infancia y juventud asoman en él las características de disciplina y perseverancia, de generosidad y lealtad, de sólida fe y profunda espiritualidad; tolerante y coherente entonces como ahora".

Carlos A. Barbouth, Presidente Judío del "Conselho de Fraternidade Cristão-Judaica de São Paulo".

Bibliograía

  • Enciclopedia Encarta 97. Microsoft.

  • Enciclopedia Planeta DeAgostini. Ed. Planeta

  • Apuntes de religión

  • Power CD.?

  • Vaticano: http://www.vatican.va/plst_su_es.html

  • Don y misterio: http://www.kcn.ru/tat_en/religion/catholic/spanish/don_y_misterio.htm

  • Biblioteca Electónica Cristiana: http://ekeko.rcp.net.pe/IAL/vm/bec/

  • Juna Pablo II: http://www.aciprensa.com/papa.htm

  • Índice de páginas católicas: http://ekeko.rcp.net.pe/IAL/vm/sites.htm

  • Papas del s. XX: http://www.newevang.org/pontifices/index.html

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    Juan Pablo II

    Juan Pablo II




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    Enviado por:Miguel Andrés
    Idioma: castellano
    País: España

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