Música


Jazz


-Historia.

A

la palabra Jazz se le atribuyen muchos orígenes: hay quien piensa que proviene del nombre del intérprete negro Jess Brown o quien ve en sus inicios el nombre de la orquesta “Razz Band”; otros ligan sus raíces al francés mediante la palabra “Jaser” (parlotear) o al idioma del Congo mediante el término “Jass” o “Jazz”, que se refiere a la excitación sexual.

Lo que si podemos asegurar es el origen de la música que da significado a esta palabra.

El Jazz tiene sus orígenes en los estados esclavistas del sur estadounidense (Alabama, Louisiana, Georgia, etc.), en los que los trabajadores esclavos de las plantaciones de algodón, en su mayoría africanos, cantaban sus melodías para sobrevivir al aterrador trabajo, e incluso para comunicarse; melodías que con el paso del tiempo se fueron ligando a las costumbres del nuevo continente (uniendo no solo sus instrumentos sino también sus ritmos y musicalidad) sin perder el sabor de sus orígenes.

En las raíces del Jazz también encontramos, aunque en menor medida, música de Cuba y Haití, ya que cierto número de esclavos provenían de estos lugares.

Las canciones de estos trabajadores fueron evolucionando en tres estilos generales de los que dos se unirían más tarde para dar lugar al tema que hoy nos trata. “Field Holler” es el nombre que se le dio a las melodías que usaban para comunicarse; una comunicación que no podía ser de forma hablada ya que les estaba prohibida. Las otras dos corrientes son los Blues y los Spirituals, dos estilos con una mayor personalidad fraguados en una sociedad lamentada por el sufrimiento de la explotación, pero capaz de expresar alegría en los momentos de gozo. Y es que así son los Blues y los Spirituals: Los primeros proceden de los cantos de melancolía que brotaban de las esclavas voces negras de los africanos mientras trabajaban, y es por esto que expresan dolor mediante la tristeza y la nostalgia. Los segundos son el resultado de la cristianización de los esclavos; y es que en las ceremonias de las iglesias del sur los africanos expresaban su fe ligada a las danzas y los cánticos que usaban en los rituales a los que estaban acostumbrados, dándole a las misas un mayor aspecto de celebración y alegría.

Si buscamos una fecha para asignar el inicio del primer brote que tiempo después daría lugar al gran árbol del Jazz podríamos encontrarla quizás en 1619, año en el que por vez primera atraca en Estados Unidos un barco cargado de esclavos africanos.

Con el fin de la guerra de secesión que tuvo lugar en Norteamérica a comienzos del siglo pasado se abolió la esclavitud y los negros que hasta entonces no habían tenido vida propia ahora se trasladaban a las ciudades para trabajar e integrarse como personas libres. Este hecho les dio la posibilidad de hacer cosas que antes no podían: ahora tenían dinero y tiempo libre que la mayoría dedicaron al único hobby que les quedaba intacto: la música. Así, comenzaron a comprarse instrumentos empujando su capacidad interpretativa que hasta entonces había estado limitada por instrumentos que, con pobres materiales, ellos mismos fabricaban. Sólo había un problema, no tenían conocimiento alguno acerca de la teoría o la técnica de la música y las posibilidades para adquirirlo eran escasas, pero sí había algo que sabían hacer, sabían improvisar melodías y ritmos. Así, con gran ímpetu de aprendizaje, observaban con atención como se tocaban los instrumentos en las agrupaciones que había en las ciudades: bandas Jazz
militares, que ya solo desfilaban para entretener a los ciudadanos, agrupaciones de iglesias y otras orquestas, almacenando en su conocimiento no solo la técnica, sino también el estilo que cada uno impregnaba en su música. Esto lo unieron a su forma de interpretar, tocando los instrumentos como si fueran una extensión de sus voces, y a su música de estilo particular (Blues y Spirituals) dando como resultado melodías llenas de adornos que a penas pueden escribirse y una expresión de sentimientos tan dispares como la angustia y el gozo, la alegría y la melancolía que también se alojan en su ritmo.

Todo este boom de creatividad tuvo su mayor expresión en Nueva Orleáns, una ciudad con posibilidades culturales, por ser una ciudad rica en economía, que vio como el ansia de aprendizaje de los antiguos esclavos recogía en su labor lo más llamativo de cada estilo que les rodeaba y lo unía a su forma personal, plasmada durante su expresión en los Blues y Spirituals, dando lugar a un movimiento musical que sería la base de muchos estilos en décadas posteriores. Es por esto que Nueva Orleáns es conocida como la cuna del Jazz, porque vio a este estilo nacer en sus calles, sus cafés y sus clubes a cargo de un sin fin de complementos que guardaban la adecuada armonía entre sí.

En esta época y en este ambiente es donde Louis Armstrong aprendió a tocar la trompeta hasta el punto de hacerse uno de los más famosos intérpretes de Jazz (si no el que más).

Más tarde, alrededor de los años '20, los principales Jazzmen que vio nacer la ciudad de Nueva Orleáns se trasladaron a lugares como Chicago, Nueva York, Cansas City, donde se situó el epicentro de este estilo y donde surgieron las principales estrellas: Bessie Smith o Louis Armstrong como solistas o las orquestas “Glend Miller Band” o la banda de Benny Goodman. Fue a partir de aquí cuando el estilo comenzó a evolucionar dando como fruto músicas más complejas: Swing (para grandes formaciones), Bebop (más aspero, menos bailable; como una vuelta a los origenes), cool jazz, hard bop o jazz de protesta, utilizado en los '60 para reivindicar la igualdad de derechos entre blancos y negros.

-Estilos.

NUEVA ORLEÁNS.

Este estilo es el primer resultado de la unión de las bases que tuvo lugar en Nueva Orleáns entre los año 1895 y 1917.

Este es un estilo para tocar en grupo y cada instrumento tiene un papel asignado: la melodía es destacada por el trompetista o el cornetista, el apoyo armónico lo aportan el trombón y el clarinete mientras la sección rítmica, que esta formada por el piano, el banjo o la guitarra, la tuba o el contrabajo y una batería, debe mantenerse constante.

DIXIELAND.

Desarrollado ya en Chicago en los años '20 este movimiento musical, intermedio entre el Nueva Orleáns y el Jazz clásico, consta de tres partes: una improvisación colectiva o ensemble que ocupa el primer coro del tema, a continuación un solo individual acompañado de los instrumentos y para cerrar todos los instrumentos interpretan el tema de la pieza y la batería hace una coda de cuatro compases a lo que responde el resto de la banda.

SWING.

Este estilo comenzó a generarse con el deseo de trasladar las improvisaciones en grupo del Jazz (ensembles) al pentagrama para ser tocadas por orquestas, especialmente cuando estas tenían más de 3 o 4 vientos. Y es que la demanda de estas grandes bandas de baile creció con la popularidad del Jazz en los años '20.

“Oficialmente”, La era del Swing comenzó en 1935, cuando la banda de Benny Goodman se hizo famosa, llegando a impregnar de fuerza a la música popular estadounidense hasta que la era de las Big Bands pasó en 1946.

La diferencia de este estilo con el Nueva Orleáns o el Dixieland la encontramos en ensembles más sencillos (por el hecho de tener que ser escritos) y llenos de melodías de escasa duración que seguían un esquema de llamada y respuesta (riffs) contrastadas con extremas improvisaciones solistas.

MAINSTREAM.

En los cincuenta, intérpretes de swing como Coleman Hawkins, Buck Clayton o Harry “sweets” Edison dejaron a un lado la evolución general que el jazz estaba tomando para crear un estilo más moderno, resultado de una ramificación del swing.

El resto de intérpretes se unieron a las grandes bandas de Dixieland que estaban triunfando en todas partes o se iniciaron en el BeBop.

BEBOP (o Bop).

Este estilo de talante radical que comenzó a desenvolverse en la década de los '40, con boom en 1945, acabó siendo la base de las posteriores innovaciones del jazz, a pesar de que en sus orígenes se desligo un poco del amplio público y la comercialidad de la música bailable para aproximarse a un jazz mas artístico con oyentes más selectos.

La diferencia que guarda con el swing está en que los solistas improvisan con total libertad y lo hacen en mayor grado con los acordes, desechando la melodía sobre todo después del primer coro. Además, los ensembles en este estilo se hacen al unísono.

JAZZ AFROCUBANO.

Tal vez una de las mezclas de mayor riqueza dentro del jazz. Por primera vez, en 1923, el jazz traspasó algunas fronteras para recoger elementos musicales de otras culturas a través de Jelly Roll Morton. Cuba estaba muy cerca y ritmos como el son, la guajira o el guaguancó sonaban muy fuerte. A través de las orquestas embajadoras de Machito, Tito Puente y Pérez Prado -que por lo demás incendiaban las noches urbanas- en los 50 la música cubana alcanzó gran altura, y gracias a figuras como Dizzy Gillespie o Stan Kenton la mezcla entre el jazz y la música de la isla se concretó.

Esta rama del BeBop consiste en una mixtura muy cohesionada y coherente entre algunos ritmos de danza latinoamericanos y la improvisación jazzística, que en su estado de madurez llegaba a producir sensaciones casi hipnóticas a través de un suministro contínuo de percusión, empuje y mucho swing.

BOSSA NOVA.

En portugués, "new wave" (nueva ola, nueva onda). Y efectivamente, fue un impulso que tuvo una nueva expresión musical de Brasil, que recogió los rasgos distintivos del samba callejero, estridente y ardiente, para quitarle decibeles, fervor y tambores, y llevarlo a espacios más reducidos donde se pudiera escuchar en plena tranquilidad.

Surgieron nuevas y sofisticadas armonías, con acentos irregulares que tenían una relación directa con el espíritu jazzístico. Gracias al descubrimiento que figuras como Stan Getz o Charlie Byrd hicieron del Bossa Nova, se produjo un importante traspaso cultural entre estos músicos y otros como el precursor Laurindo Almeida, Antonio Carlos Jobim, Joao Gilberto o Astrud Gilberto, generando así una nueva rama de la síncopa que se basó en los esquemas de la música brasileña.

COOL JAZZ (o West Coast Jazz).

Este estilo evolucionó del Bop a finales de los años 40 y a principios de los 50. Básicamente es una mezcla del Bop con ciertos aspectos del Swing. El estilo Cool Jazz eliminó las disonancias  del Bop, suavizó su tono  y  redujo  los acentos de la sección rítmica, dándoles un enfoque más suave.  Al mismo tiempo se le dio más importancia a los arreglos.

Como la mayor parte de los músicos que abrazaron este estilo eran de Los Angeles, es decir, de la costa oeste de Estados Unidos, también se llamó West Coast Jazz. A finales de los años 50 el Hard Bop de la costa este  de EEUU reemplazó al Cool Jazz o West Coast Jazz.

THIRD STREAM.

Un término que describe una fusión del jazz con la música docta, y que viene a ser una ramificación del Cool Jazz.  Los ejemplos de esta mezcla de dos idiomas tan diferentes no han dado gran resultado.

HARD BOP.

Es una extensión del estilo Bop, en gran parte ignorado por los músicos del West Coast Jazz. Las diferencias básicas entre el Hard Bop y el estilo Bop son varias: las melodías tienden a ser más simples y frecuentemente tienen más Soul (alma), la sección rítmica es más relajada y toca con soltura, el contrabajista no está obligado a tocar 4/4, y se utilizan elementos del Gospel (música religiosa de los Negros). 

FREE JAZZ y AVANT-GARDE.

Free Jazz es un estilo totalmente radical. La música ya no es una forma libre continua, sino que los músicos gozan de libertad completa en sus solos para crear cualquier sonido que les parezca adecuado. Aunque este estilo ha sido oscurecido por otros desde los `70, es todavía una opción viable para los improvisadores, y sus innovaciones continúan influyendo indirectamente en la corriente moderna del jazz.

El Avant-Garde se diferencia del Free Jazz en que sus ensembles actúan dentro de una cierta estructura, aunque las improvisaciones en general son igualmente libres de las reglas convencionales. Obviamente existen elementos básicos que comparten ambos estilos, y gran parte de los músicos identificados como seguidores de un estilo incursionan en el otro. En las mejores actuaciones de Avant-Garde es difícil determinar cuando termina la composición y comienza la improvisación.

JAZZ ROCK.

Aunque está considerado un "híbrido" para los puristas, este estilo imperó con muchísima fuerza desde 1969, cuando Miles Davis grabó su álbum Bitches Brew, y hasta fines de los 70. Los músicos del jazz abrieron su abanico de percepción, encontraron en un naciente rock nuevos colores y texturas, y lo integraron a los esquemas que ya conocían. La electricidad comenzó a ser una nueva arma de ataque. La fuerza de estos nuevos instrumentos se unió a la improvisación propia del jazz.

En este período, además, se integraron la música e instrumentos tribales de Africa y Asia, para nutrir las nuevas mezclas que finalmente se llamarían Jazz Rock.

FUSIÓN.

Es un término usado de maneras tan distintas en los últimos 25 años que casi no tiene significado. Originalmente era una mezcla de las improvisaciones del jazz con el poder y ritmos del Rock, y es por esto que se señala como una ramificación del Jazz Rock.

Cuando éste evolucionó y se tornó más creativo y la calidad de los músicos rockeros mejoró, y cuando muchos jazzistas se cansaron del Hard Bop y no les interesaba tocar exclusivamente música Avant-Garde o Free Jazz,  los jazzistas y rockeros comenzaron a intercambiar ideas y ocasionalmente a unirse.

ACID JAZZ.

Este estilo, evolución de la forma Fusión, originario de Londres a mediados de los 80 y muy ligado a las corrientes juveniles en las audiencias de jazz, es una forma bastante lejana a la síncopa, con un carácter mucho más comercial, musicalmente simple y bailable, pero no por ello menos valioso.

Es interpretado, más que por conjuntos, por los samplers o bases de DJ's, inspirados en el período electrónico del jazz, en los trabajos de Miles Davis en los 70 y sobre todo en un disco que hizo historia: “Headhunters” de Herbie Hancock (1973).

POST BOP (o Mainstream Moderno).

Es sumamente difícil caracterizar el jazz moderno ya que gran parte de la música no encaja dentro de los estilos de su historia.

Esta forma de Jazz no está tan influenciado por el Rock ni es tan libre como el Avant-Garde. Se inició en 1989, con el surgimiento de Wynton Marsalis, a cargo de una nueva generación de jóvenes músicos decidió tocar un estilo actualizado del Hard Bop, influenciados también por la música del quinteto de Miles Davis de mediados de los 60.

Esquema de etilos Jazzísticos:

Big Bands.

Los antecedentes de las grandes bandas de jazz (o big bands) y su época dorada tuvieron lugar en la década de 1920 en Estados Unidos, en la cual determinados grupos de jazz tomaron como influencia las bandas que tocaban en los bailes de salón.

LA DECADA DE LOS AÑOS 30.

Es en esta década cuando las big bands llegan a su apogeo, haciéndose enormemente populares. Se trataba de un amplio número de músicos, generalmente entre 10 y 20, con un director a la cabeza que armonizaba el conjunto.

La variación no sólo consistió en un mayor número de músicos tocando juntos o en la innovación de poner a un director al frente de la banda, sino que también se produjeron cambios en la música que tocaban.

Los grandes impulsores de las big bands norteamericanas fueron Fletcher Henderson y Duke Ellington. Estos dos grandes genios fueron los primeros en utilizar las partituras en el mundo del jazz, lo que significaba la contratación de músicos que supieran leerlas, si bien atenuaron este encorsetamiento de la música con el mantenimiento de la improvisación en el esquema musical de las big bands.

Los ritmos de sus predecesores fueron modificados para hacer un estilo más asequible, llevando el compás de dos tiempos de los grupos de Nueva Orleáns a otro de cuatro tiempos más melódico.

Por otro lado, se crearon los riffs, que como recordamos eran melodías de escasa duración que seguían el antiguo esquema de llamada y respuesta. Las big bands se estructuraron en distintas secciones en función de los instrumentos.

Con todo esto la complejidad del conjunto resultó más fácil de manejar para el director y, además, al tener cada sección sus riffs particulares, daba la opción de que los instrumentistas se recrearan en largas improvisaciones que deleitaban a todo el público que se reunía en las salas.

Las big bands norteamericanas requerían altos conocimientos técnicos, así como una buena preparación teórica, ya que era preciso saber leer las partituras y los arreglos que confeccionaban los directores eran más difíciles de interpretar a medida que las bandas se hacían más populares. Por su parte, los cantantes de las big bands desarrollaron un estilo más versátil y menos desgarrado que en las épocas anteriores.

EL ESTILO DE KANSAS CITY.

En esta misma década de 1930, en la que las big bands alcanzaron su máximo esplendor, se desarrolló en la ciudad de Kansas City, en el estado norteamericano de Kansas, un jazz particular interpretado de manera distinta.

La banda de jazz más representativa de este nuevo estilo fue, sin duda, la de Count Basie. Esta big band desarrolló el gusto sureño por la improvisación, cambiándose los instrumentistas de viento, entre ellos, los riffs que correspondían al conjunto y adaptándose a los solos que interpretaban todos los instrumentos uno tras otro.

En la década de los 40 las big bands empezaron a decaer. Muchos artistas se quejaban de la falta de libertad interpretativa que tenían en estas bandas, por lo que se abrieron paso hacia el nuevo estilo del BeBop que también requería de los músicos un gran nivel técnico.

-Grandes Estrellas.

DUKE ELLINGTON.

Duke Ellington siempre ironizó sobre su hipotético paso a la posteridad como uno de los grandes compositores del siglo XX. De hecho esa idea nunca le preocupó. ''Nosotros somos egoístas'', decía, ''no trabajamos para la posteridad. Nos basta con que nuestra música sea buena ahora''.

A pesar de él mismo, el siglo XX ha terminado por reconocerle como el gran compositor y pianista que siempre fue, por encima de Cole Porter o Gershwin, mejor tratados por la industria de la época, pero de menor peso en las generaciones posteriores.

Duke Ellington (Washington, 1895) condujo su orquesta de forma magistral durante más de cincuenta años, esquivando las sucesivas crisis de trabajo en que se sumieron los otros conjuntos con motivo del auge del BeBop a principios de los años cuarenta. Su ingenio radicaba, fundamentalmente, en su capacidad para extraer de sus artistas las mejores cualidades, potenciando sus peculiaridades.

De este modo, la orquesta se convirtió en una máquina camaleónica con un enorme potencial paras hacer música. Antes de la guerra, Cootie Williams, Cat Anderson, Johnny Hodges o Tricky Sam Nanton ya habían encumbrado a la formación de Ellington a los primeros puestos de la música del viejo Harlem y, posteriormente, a todo EEUU.

Todo ello lo logró a través de la personalidad de sus intérpretes: las notas interminables y vigorosas del saxo alto de Johnny Hodges, el sonido 'jungle' del gran trompetista Cootie Williams o los agudos enormes del poderoso Cat Anderson. La orquesta fue el instrumento de Duke Ellington, eclipsando incluso su reconocida maestría como pianista. Pero esta formación fue la que hizo de Duque, uno de los compositores más grandes del siglo XX.

Durante los años cuarenta, las diferentes formaciones orquestales competían de forma agresiva. Con el surgimiento del BeBop, nace una nueva generación de músicos más pendientes de la improvisación que del arreglo o la composición.

Ellington igualaba en virtuosismo y modernidad a los nuevos genios del BeBop; famosa es aquella sesión en la que dejó extenuados a Max Roach y Charles Mingus. De hecho, los dos nuevos talentos de la vanguardia jazzística reconocieron, más tarde, que el 'Duque' les había dado toda una lección de improvisación.

El 'Duque' supo aprovechar sus grandes dotes de líder y estratega para renovar el sonido de su grupo cuando las nuevas generaciones imponían nuevas vías en la forma de enfocar la improvisación. De hecho, supo rodearse siempre de los músicos más habituados a los nuevos sonidos, manteniendo a aquellos veteranos que ''sujetaban'' el sonido de la orquesta.

Durante los años del BeBop, Ellington renovó su enfoque de la composición, orquestando temas extraños, disonantes a veces, tremendamente vanguardistas. Dotando al jazz de una sonoridad clásica y moderna al mismo tiempo, de la que careció siempre, Ellington extendió y perfeccionó la construcción de un trozo de muchos temas, como una gran sinfonía combinando la suave textura de las cañas con los contrapuntos de las punzantes trompetas, escribiendo siempre para los intérpretes, dando forma a esa enorme despensa de sonidos que tenía dentro del corazón.

Tres semanas y tres días después de su setenta y cuatro aniversario dejó de respirar en un hospital de Nueva York,, dejando un gran legado. No son pocos los que le habían definido como un ''Beethoven moderno'', negro, eso sí, y por ello muchas veces privado del reconocimiento que merecía. El poeta francés Blaise Cendrans lo sintetizó a la perfección, ''Una música así, es una razón de vivir''.

LOUIS ARMSTRONG.

Louis Armstrong fue el responsable de que el jazz dejara de ser una curiosidad folclórica para transformarse en música evolucionada abanderando la carrera perfeccionista hacia el éxito.

La comparación entre los discos de la Creole Jazz Band de King Oliver en 1923, donde Armstrong cumplía la función de segundo corneta, y las grabaciones del Hot Five en 1926, presididas por un Armstrong en definitivo primer plano, evidencia el fenómeno histórico de evolución personal que protagonizó.

Pero más importante aún fue que, en esa metamorfosis conducida por Armstrong, se plasmara la culminación del nacimiento del swing, que diferenció al jazz de la música tradicional.

Este swing, embrionario hasta entonces, sólo podía adquirir auténtica vida mediante la perfección técnica. Una ejecución imprecisa, admisible en las esferas folclóricas, frenaba su pleno brote, pero la rapidez con que Armstrong consumó su evolución personal, además de iniciar una concepción individualizada de la práctica del jazz, permitió solidificar y extender su presencia en el espectaculo.

No cabe duda de que otros músicos (sobre todo Sidney Bechet y la cantante de blues Bessie Smith) coincidieron con Armstrong en este avance, pero resultó ser éste quien planteó antes y con mayor brillantez el hallazgo palmario del swing, si nos atenemos a los testimonios discográficos.

Armstrong había llevado a cabo una revolución cuyo alcance resultaba entonces insospechado, pero cuyo triunfo popular determinó una corriente hegemónica en el universo del espectáculo musical. Desde entonces, la dualidad de creador y de 'entertainer' en el célebre trompetista se desarrolló preferentemente hacia su segundo término, pero con permanencia, tan intermitente como brillante, de la emotividad creadora de Louis Armstrong. Su vida y su carrera profesional explican con claridad este rumbo peculiar.

Este maravilloso compositor e intérprete no dejó de ser único y personal no sólo en su música, sino también en su vida privada. Prueba de ello es que acabó sus días, millonario, gracias al éxito que suscitó, y viviendo en la misma casa que ocupó desde que llegó a Chicago la primera vez.

MILES DAVIS.

En la evolución del jazz encontramos distintos momentos, y uno de ellos se da gracias a la destreza de Miles Dewey Davis. Nacido en el Estado de Illinois, en 1926, se consagró como una de las figuras más relevantes en el panorama del jazz contemporáneo. El talento personal, la tutela artística de Charly Parker -saxofonista, nacido en Kansas City en 1920, que ejerció notable influencia sobre Davis, inspirándole una especial tranquilidad en sus melodías-, y una dura formación ayudaron a que su música alcanzara tal consideración.

En la época en la que comienza a trabajar Davis se vive un momento de perfeccionamiento. Se conseguía mejorar los sistemas de grabación eléctricos en los estudios, y la radio comenzaba a emitir programas donde se daba a conocer a las orquestas principiantes y se reafirmaba la trayectoria de otras ya consolidadas en el mercado.

El jazz empezaba a sustituir al ragtime -música para piano, escrita-, y la espontaneidad también. De este modo, se institucionaliza la improvisación, cuyo efecto consistía, en que quien ejecutara la pieza se convirtieraa en creador, tanto como el compositor de la misma; un diálogo de instrumentos, donde unos responden a otros, con sus inevitables momentos de silencio; algo que Miles Davis conocía muy bien.

El jazz cuenta con una capacidad de evolución ilimitada, donde nunca han estado claras las fronteras. Así, en 1950, Davis fundó el estilo Cool como reacción al BeBop, y como retorno a sonidos más suaves y ritmos menos complejos.

Davis llegaba al estudio siempre con piezas nuevas, ejecuciones que partían de una estructura rítmica mínima, y las mostraba a los compañeros de grupo, horas antes de grabar. Esto daba pie a que la improvisación fluyera entre ellos, dejándose llevar por la melodía. Temas como ''So wat'', ''Blue in green'', dan muestra de ello, mientras la inminente presencia del piano, recuerda al ragtime que no queda demasiado lejos.

Muy cercano al blues como a otras tendencias, Davis creó un estilo en el que aprovechaba los adelantos técnicos en los estudios, en claro interés por la música electrónica. Y a finales de 1960, cuando se pensaba que Davis no tenía nada más que decir, sentó las bases del jazz-rock, cobrando importancia musical el concepto de fusión, de intercambio, y por tanto de enriquecimiento de elementos de unas tendencias a otras.

NINA SIMONE.

En muy pocos artistas se produce un vínculo tan fuerte entre su vida y su trabajo como en Nina Simone. La llamada 'Sacerdotisa del Soul' ha navegado por todos los mares de la música, al margen de explotar su magnífica voz y exhibir su habilidad tocando el piano, ha sido una gran compositora y arreglista. Todo ello siendo protagonista de los compromisos del tiempo que le tocó vivir, convirtiéndose en la voz de los que no tenían voz.

Nina Simone (Eunice Kathleen Waymon, era su verdadero nombre) nació en Tryon, en el estado de Carolina del Norte, en 1933. Al igual que sucede en el caso de tantas otras vocalistas de jazz, su inclinación natural hacia la música se vio favorecida por la participación de su madre en las labores de la iglesia. La joven Eunice cantaba y tocaba el piano en el coro, y ya destacaba entre los demás componentes.

Una de las experiencias más importantes y desagradables de su vida, marcándola para siempre, se produjo en 1943. Tuvo lugar cuando dio su primer recital de piano. Durante el transcurso del recital sus padres fueron apartados de la primera fila para acomodar a algunos blancos. Nina lo observó todo mientras no dejaba de tocar, sentada desde un taburete y sus diez años recién cumplidos.

Simone dejaría Carolina del Norte en 1950, para continuar su preparación musical en la Juilliard School of Music, en Nueva York, donde músicos de color habían sido admitidos sin dificultades antes que ella.

En 1954 logró un trabajo como cantante y pianista en el Midtown Bar en Atlantic City, adoptando ya el nombre de Nina Simone. Ésta fue su plataforma de lanzamiento y le sirvió para darse a conocer, y tocar en gran cantidad de clubes de Philadelphia. Por fin en 1959 grabó su primer disco ''I love you Porgy'', álbum del que en ese verano se vendieron más de un millón de copias. Desde entonces el éxito no la abandonaría.

Fue en el año 1963, a raíz del asesinato de Medgar Evans en Mississipi y de cuatro niños negros en Alabama, cuando tomó definitivamente el camino de la canción protesta. Así, Nina Simone, se convierte en abanderada de la causa afroamericana en su largo camino hacia la igualdad, justo en el apogeo de la lucha por los derechos civiles en los Estados Unidos.

En 1969, asqueada por el ambiente racista que se vivía en su país, renunció a su hogar y pasó a vivir en diferentes países: Trinidad, Liberia, Francia, Suiza, Bélgica y Holanda.

El escándalo más sonado llegaría algún tiempo después, en 1978, cuando fue arrestada por impago de impuestos desde 1971-1973, decisión que ella había tomado como protesta contra la Guerra de Vietnam.

Su influencia es posible rastrearla en todo tipo de músicos. Cat Stevens, Peter Gabriel, Tanita Ticaram, Sade o Donovan se reconocen deudores del legado musical y de la honradez y ética personal de Nina Simone.

Según reconocieron John Lennon y Paul McCartney, la inspiración para componer la parte central de ''Michelle'', les llegó mientras estaban escuchando una canción de Nina Simone en la que decía ''I love you'' de un modo en el que sólo Simone es capaz de decirlo.

BENNY GOODMAN.

Benny Goodman (1909-1986) aparece en la escena del jazz como uno de los primeros intérpretes y compositores blancos. Profundo admirador de la música afroamericana, con su clarinete fue capaz de crear un sello propio. Su estilo, más sencillo y reposado, acercó el jazz a nuevos círculos sociales que se dejaron contagiar por el elegante ritmo de su 'swing'.

Goodman nace en Chicago en el seno de una familia humilde. Su padre había tenido que sacar adelante a doce hijos, entre ellos Benny, que muestra desde muy joven sus dotes para la música. Sus primeros conciertos los da en la sinagoga de su barrio, pero pronto queda patente que su música puede evolucionar por otros caminos. Sin dejar de lado su gusto por los clásicos, empieza a recibir influencias de los grandes genios del jazz de la época, con Louis Armstrong a la cabeza.

Con sólo 17 años, Benny Goodman graba su primer disco. Decide abandonar Chicago y se traslada a Nueva York, donde se convierte en uno de los músicos más solicitados tanto como miembro de grandes orquestas como para acompañar a destacados instrumentistas de la época. Los años 30 marcan su definitivo salto a la fama. Interviene en la última grabación de la legendaria Bessie Smith, la primera gran dama del blues, y en el álbum debut de Billie Holiday, llamada a convertirse en la auténtica reina del jazz vocal. Por aquel entonces firma su primer gran contrato discográfico, con el sello Columbia. El éxito había llamado definitivamente a su puerta.

Al frente de su propia orquesta, Goodman alcanza una popularidad que se eleva a la de los más altos jazzmens. Con Glenn Miller y Artie Shaw formó el trío de los grandes líderes del primer jazz blanco. Sus propias composiciones y los arreglos de otros músicos fluyen en sus conciertos con una alta carga de elegancia, que encandila a toda clase de públicos. En 1938, su banda será la primera en actuar en el prestigioso Carnegie Hall de Nueva York. Las giras se suceden y su fama traspasa las fronteras de los Estados Unidos. Rusia será uno de los destinos más singulares.

La aportación de Goodman a la historia del jazz no se reduce a su labor como conductor de Big Bands; la creación de pequeñas formaciones fue su otra pasión. A él se debe el primer terceto interracial, con Teddy Wilson al piano y el célebre vibrafonista Lionel Hampton. Cuando Goodman tocaba junto a otros músicos no ejercía un papel de líder estricto, capaz de eclipsar al resto; más bien al contrario, dejaba que desarrollaran todo su potencial, con lo que ayudó a la aparición de grandes figuras, como Charlie Christian o el propio Hampton.

Goodman llevó hasta su desaparición, en junio de 1986, el título de 'rey del swing'. En justicia, debió compartir este título con otros músicos. Su impecable y académica forma de tocar el clarinete, que le hizo incluso acercarse a la música clásica, se aleja de la capacidad improvisadora de otros intérpretes. Sin embargo, su mérito como divulgador del jazz en un momento clave ha hecho que pase a la historia como uno de los grandes.

7

Post Bop

Acid Jazz

Fusión

Avant-Garde

JAZZ ROCK

70's

FREE JAZZ

60's

Tirhd Stream

HARD BOP

50-60's

Bossa Nova

Jazz Afrocubano

Jazz

COOL

50's

Mainstream

BEBOP

40's

SWING

30's

Dixieland

NUEVA ORLEÁNS

(1985-1917)




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Enviado por:Tete Carvajal
Idioma: castellano
País: España

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