Geografía
Islas Malvinas
Trabajo Práctico:
Islas Malvinas
Malvinas: Su Historia y Características.
Archipiélago situado en el sur del océano Atlántico, al este del estrecho de Magallanes y al noreste del extremo sur de Sudamérica. Administrado como colonia británica, desde la creación de la República Argentina este país ha mantenido sus pretensiones territoriales sin conseguir que Gran Bretaña ceda el dominio efectivo de las islas. El estrecho de las Malvinas, también llamadas Falkland, divide las islas, unas doscientas, en dos grupos, uno al este y otro al oeste. La superficie total de las islas es de unos 12.173 km2. Las mayores son la Malvina oriental o East Falkland, con un área de 6.760 km2, y la Malvina occidental o West Falkland, con 5.413 km2. En ambos casos se incluyen las islas adyacentes.
Las islas Malvinas son una posesión británica que subsiste como territorio autónomo, y es uno de los últimos reductos del colonialismo europeo en América. Hasta 1985, Georgia del Sur (3.755 km2), una isla a 1.290 km al sureste de las Malvinas, y las Islas Sandwich del Sur (337 km2), a unos 750 km al sureste de Georgia del Sur, fueron gobernadas como dependencias de las Malvinas. Sin embargo, una nueva constitución hizo que Georgia del Sur y las Islas Sandwich del Sur se convirtieran en un protectorado británico separado de las Malvinas.
El territorio
Geológicamente, las Malvinas son una parte de la Patagonia argentina, ya que están unidas al continente americano por una elevada meseta submarina. La Malvina oriental, también llamada Soledad, está dividida por dos profundos fiordos y atravesada al norte por Wickham Heights, cuya máxima altura es el monte Usborne con 705 m sobre el nivel del mar. El resto de la isla son tierras bajas y onduladas que forman pantanos y pastizales. La Malvina occidental, o Gran Malvina, es una isla montañosa, especialmente en su parte oriental, donde se encuentran las Montañas Hornby. Estas montañas se extienden paralelas al estrecho de las Falkland o Malvinas y su máxima altura es el Monte Adam, con 700 m sobre el nivel del mar. Las regiones bajas de las Malvinas están compuestas de arcillas, pizarra y arenisca blanda, mientras que en las zonas montañosas predomina la arenisca dura y la cuarcita blanca. También se ha encontrado galena con un alto porcentaje de plata, enormes depósitos de turba y la arena, fina y blanca, es apropiada para la fabricación de vidrio. La temperatura media oscila entre 2,8º C en invierno y 8,3º C en verano. La humedad es muy alta, ya que se producen precipitaciones unos 250 días al año. Noviembre es el mes más seco. Los árboles son muy escasos, ya que el viento azota las islas constantemente. Los intentos de crear grandes plantaciones de árboles nunca han tenido éxito. En las accidentadas costas hay numerosos puertos abrigados. En la Malvina oriental hay un faro situado en el Cabo Pembroke, cerca de Puerto Stanley (1.329 habitantes en 1989), la ciudad más importante. La población total de las islas en 1991 era de 2.121 habitantes.
Economía y gobierno
La cría de ovejas y la fabricación de lana son las principales actividades económicas de las Malvinas. La lana es el artículo que más se exporta, aunque también salen de la isla cuero y otras pieles. Entre los artículos de importación se encuentran los productos alimenticios, carburantes, textiles, maquinaria y armamento. La Compañía de las Islas Falkland fue una empresa privada muy influyente en la economía de las Malvinas en la década de los ochenta.
Desde la Constitución de 1985, las islas son administradas por un gobernador británico y un consejo de diez miembros, de los que ocho son elegidos. Los otros dos miembros, el director y el secretario financiero, no tienen derecho al voto y forman parte de la junta directiva junto con tres legisladores y el gobernador, presidente de la misma.
Historia
John Davis, un navegante y explorador inglés, podría ser el primer europeo que avistó las islas Malvinas en 1592. En 1600, el navegante holandés Sebald Van Weert, llegó a las islas y les dio el nombre de islas Sebald, como aparecen aún en algunos mapas holandeses. El capitán inglés John Strong navegó por el estrecho que separa las Malvinas, en 1690, y lo llamó estrecho de Falkland por Lucius Cary, segundo vizconde de Falkland, de donde proviene el nombre inglés de las islas. En 1764, colonos franceses que provenían de Saint Malo (de ahí el nombre de Malvinas) se establecieron en la Malvina oriental, y los británicos lo hicieron al año siguiente en la Malvina occidental. En 1770 España compró la parte francesa y, en 1774, expulsó a los británicos con motivo del Tratado de Tordesillas. Argentina acabó con el dominio español en 1816 y reclamó la soberanía de las islas en 1820. Pero en 1833 Gran Bretaña retomó el control de las islas, que desde 1892 adquirieron el estatuto de colonia, y Argentina continuó reivindicando su posesión.
Las negociaciones que intentaban calmar la disputa por la soberanía de las islas comenzó a mediados de los años sesenta en el seno de las Naciones Unidas. En abril de 1982, cuando las conversaciones aún estaban en marcha, el ejército argentino invadió las islas y las ocupó durante diez semanas en un intento de zanjar el asunto por la fuerza. Los argentinos fueron derrotados por un destacamento especial británico y se rindieron formalmente el 14 de junio. Argentina continuó reivindicando la posesión de las islas, pero el Gobierno británico rehusó seguir con las negociaciones. En 1990 los dos países reanudaron las relaciones diplomáticas.
Guerra de Las Malvinas
Conflicto que enfrentó a Gran Bretaña y a Argentina por la soberanía de las islas Malvinas en 1982. La guerra de las Malvinas remontaba sus causas a una disputa anglo-española que tuvo lugar en el siglo XVIII por la titularidad de dichas islas, a la que siguió un intento de colonización por parte de Argentina, para hacer constar sus derechos sobre las antiguas posesiones de España. En 1833, Gran Bretaña reafirmó su soberanía y expulsó a la población argentina de las islas.
En 1981, cuando se acercaba el 150 aniversario de esta expulsión, una nueva Junta Militar argentina presidida por Leopoldo Fortunato Galtieri, que obligó a dimitir a Roberto Viola, dio máxima prioridad a la devolución de las Malvinas. No existían indicios que hicieran pensar que el gobierno británico estuviera especialmente interesado en conservar la colonia: la población no llegaba a los 2.000 habitantes y su crecimiento decrecía poco a poco, al igual que lo hacía la economía local, que dependía de la exportación de lana, y estaba dominada por la Falkland Island Company (FIC, Compañía de las Islas Malvinas). Sin embargo, los isleños se resistían a cualquier tipo de cesión de soberanía a Argentina.
La Junta Militar argentina decidió llevar a cabo una ofensiva diplomática intensiva e inflexible que, en caso necesario, culminaría en una acción militar en otoño de 1982. En febrero de ese mismo año, se celebraron en Nueva York varios contactos diplomáticos, sin que hubiera ningún resultado. Al mes siguiente, algunos chatarreros argentinos llegaron a otra isla británica al sureste del archipiélago de las Malvinas, Georgia del Sur. Gran Bretaña sospechó que su objetivo era establecerse allí de forma permanente, por lo que envió un barco patrulla, el HMS Endurance, para desalojar a los trabajadores. Este hecho hizo que el gobierno militar argentino pensara que Londres estaba aprovechando la oportunidad para reforzar su posición en las Malvinas. En vista de la situación, el 26 de marzo de 1982, la Junta Militar argentina decidió iniciar la ofensiva militar y el 2 de abril tuvo lugar la invasión, a la que hizo frente un pequeño destacamento de soldados de infantería de la Marina británica. Al día siguiente, Georgia del Sur también fue tomada por las tropas argentinas.
Gran Bretaña había alertado al gobierno de Estados Unidos cuando la invasión pareció inminente, lo que dio lugar a un infructuoso llamamiento de última hora por parte del presidente estadounidense Ronald Reagan, al presidente argentino Galtieri. El gobierno británico de la primera ministra Margaret Thatcher se enfrentó a una grave crisis política, que provocó la dimisión inmediata del ministro de Asuntos Exteriores, lord Carrington. Margaret Thatcher decidió la 'liberación' de las islas. Rápidamente se reunió un importante destacamento de fuerzas, formado por dos portaaviones y unos 28.000 hombres. Cuando este destacamento inició su viaje de 8.000 millas hasta el Atlántico Sur, se produjo una intensa actividad diplomática por parte del secretario de Estado (ministro de Asuntos Exteriores) de Estados Unidos, Alexander Haig, el cual trató de convencer a Argentina de que tenía más posibilidades de alcanzar su objetivo aceptando entablar negociaciones diplomáticas, pero al fracasar en sus esfuerzos, el 30 de abril anunció formalmente el apoyo estadounidense a Gran Bretaña.
El 25 de abril, las fuerzas británicas reconquistaron Georgia del Sur. A comienzos de mayo, tras el despliegue del grueso de sus fuerzas en la zona, los aviones de la RAF (Fuerza Aéreas Reales británicas) comenzaron a atacar las posiciones argentinas, en especial la pista de aterrizaje de Port Stanley (Puerto Argentino). No se logró expulsar a las fuerzas aéreas y navales argentinas, pero el submarino nuclear británico Conqueror provocó el hundimiento del crucero argentino General Belgrano, falleciendo 360 hombres. A continuación, un misil Exocet lanzado por la aviación argentina, hundió a un destructor británico, el HMS Sheffield.
Los británicos se prepararon para un desembarco anfibio en la Gran Malvina (una de las mayores islas del archipiélago), una operación militar bastante difícil. Fuerzas especiales reconocieron la isla para determinar las posiciones de las tropas argentinas e identificar los lugares más apropiados para el desembarco. Mientras tanto, la actividad diplomática continuaba, primero a iniciativa del gobierno peruano y, después, del secretario general de Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar. Una vez más, el gobierno argentino se negó a contemplar la posibilidad de una retirada militar si no se le garantizaba que las negociaciones directas desembocarían en una transmisión de soberanía. El 21 de mayo, unos días después de que concluyeran los esfuerzos de Naciones Unidas, sin que se produjera ningún avance, las tropas británicas desembarcaron en San Carlos (en la Gran Malvina). El desembarco se llevó a cabo con éxito, pero durante los días siguientes no cesaron los ataques aéreos contra los buques británicos que trataban de desembarcar suministros en tierra. Fueron hundidos tres buques de guerra y un mercante, el Atlantic Conveyor, varios helicópteros se perdieron y numerosos aviones argentinos fueron derribados.
El principal combate en tierra, después del desembarco, se produjo el 28 de mayo, cuando un contingente británico formado por 600 hombres derrotó a una guarnición argentina mayor en número en Goose Green (en Malvina del Sur), tras un duro enfrentamiento. Los británicos avanzaron hacia la principal guarnición argentina que estaba situada en la capital, Port Stanley (Puerto Argentino), y el 8 de junio se produjo su mayor desastre, cuando el buque de transporte, Sir Galahad, fue destruido por aviones argentinos en Port Fitzroy.
Poco a poco, mediante ataques combinados de artillería e infantería para acabar con la intermitente resistencia argentina, los británicos tomaron las tierras altas que rodean Port Stanley (Puerto Argentino). El 14 de junio, la guarnición argentina, a las órdenes del general Menéndez, se rindió. La Junta Militar que controlaba el poder en Argentina dimitió poco después de la derrota. Las islas fueron fortificadas por los británicos, manteniendo su carácter de colonia, aunque a sus habitantes se les concedió la plena ciudadanía británica.
Últimas evoluciones de la situación Argentino-Británica
22/9/1999:
El presidente Carlos Menem aseguró ayer en Nueva York que "están dadas las condiciones para que la Argentina y el Reino Unido inicien, sin más demora, el diálogo hacia una solución definitiva a la disputa por la soberanía de las Islas Malvinas".
Al hablar por última vez como presidente, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, Menem sostuvo que los vínculos entre Argentina y Gran Bretaña están "en el más alto nivel de su historia", luego del restablecimiento de las relaciones diplomáticas en febrero de 1990 que habían estado interrumpidas desde la guerra de 1982 por las Islas Malvinas.
Menem señaló que eso "quedó corroborado con las recientes visitas de este presidente al Reino Unido y de su alteza real, el Príncipe Carlos, a la Argentina", y enfatizó que "desde entonces hemos trabajado armónicamente con el Reino Unido en diversos temas del Atlántico Sur".
El presidente recordó que la Constitución Argentina "establece como un objetivo nacional la recuperación de las Islas Malvinas, asegurando el más estricto respeto por el modo de vida de sus habitantes", pero que la relación bilateral se sustenta en "un espíritu de reconciliación".
Martes 21 de setiembre de 1999
ENCUENTRO DE DI TELLA Y COOK
Malvinas: con la esperanza de un viaje
Tras una larga jornada de encuentros diplomáticos, anoche se reunieron, quizá por última vez como colegas, el canciller Guido Di Tella y el titular del Foreign Office, Robin Cook.
Cook y Di Tella analizaron los próximos pasos diplomáticos en el conflicto por la soberanía de Malvinas hasta que se produzca el cambio de gobierno, el 10 de diciembre, en la Argentina.
La reunión duró media hora y "fue un encuentro muy positivo en el que no hubo discusión de grandes temas, pero todo se centró sobre la implementación de los acuerdos" alcanzados el 14 de julio en Londres sobre comunicaciones y pesca, comentó luego una fuente diplomática argentina.
Al respecto, una fuente dijo a Clarín que estaba totalmente descartada la posibilidad de que viaje el propio canciller Di Tella, como se había barajado en un momento. Y, menos aún, un viaje de Menem o de su hija Zulemita, que fue rechazado públicamente por los kelpers como posibilidad.
Sin embargo, otra fuente consultada admitió que Cook tomó nota de la importancia que podría tener un viaje de alto nivel en ocasión de la inauguración de un monumento en memoria de los caídos argentinos que se encuentran enterrados en el cementerio de Darwin.
Para eso, coinciden todos los consultados habrá que auscultar el clima político de ese momento. A pocos se les escapa que, para entonces, el nombre del futuro presidente no será un incógnita. Y el panorama sería quizás otro, si el elegido se sumara a una comitiva oficial de reconciliación.
En ese marco se analizó la caída en el número de visitantes argentinos a las islas y los incidentes que se produjeron con los kelpers tras la partida del primer contingente. Pero "analizado como un hecho positivo", agregaron las mismas fuentes.
Un tema central fue la disposición para que en noviembre se reúnan en Londres una comisión parlamentaria argentina y una británica. "Esto fue analizado como un hecho positivo para dar continuidad por la vía del consenso a esta política", señaló al respecto el ministro Carlos Foradori, de la Cancillería.
Otro tema analizado fue el primer vuelo que partirá con destino a Malvinas desde Río Gallegos, el 16 de octubre. Di Tella ya había descartado la posibilidad de que en ese vuelo viajen funcionarios importantes del gobierno argentino.
Sobre el tema de pesca no hubo avances mas allá de lo acordado en las últimas reuniones, coincidieron las fuentes cercanas al encuentro. El delicado acuerdo acerca del control de la pesca furtiva y otros aspectos de conservación volverán a ser tratados en una reunión bilateral ya citada para noviembre.
Domingo 12 de setiembre de 1999
PRIMERA COMISION PARLAMENTARIA ARGENTINO-BRITANICA DESDE 1982
Malvinas: grupo binacional
El canciller Guido Di Tella consideró ayer "auspiciosa" la decisión del gobierno británico de aceptar la creación de un grupo de parlamentarios argentinos y británicos, que trate la situación en el Atlántico Sur y explore posibles soluciones al diferendo por Malvinas.
"Este es un tema de los parlamentarios que se enmarca en la política de Estado que propiciamos", agregó, aunque la Alianza no acepta estar participando de una estrategia de este tipo.
El canciller respaldó así la creación del grupo impulsado por el diputado justicialista Fernando Maurette, que fue aceptado por el canciller británico Robin Cook, en una carta que le dirigió al legislador argentino el 24 de agosto y que ayer públicó el diario La Nación.
Al definir las tareas a las que se dedicaría el grupo, Maurette propuso que debata temas del Atlántico Sur, y señaló que "subsiste un diferendo con relación a la cuestión del status jurídico de las islas Malvinas".
Di Tella, al respaldar la propuesta, se mostró partidario de "explorar todos los caminos y propuestas que aparezcan", y que permitan reabrir las negociaciones por la soberanía que están congeladas desde la guerra de 1982.
Fuentes diplomáticas señalaron que el establecimiento de ese grupo parlamentario, que se concretaría tras las elecciones de octubre, se convierte en "una experiencia muy rica, entre otros motivos porque por primera vez se va a hablar del status jurídico de las islas".
La iniciativa de Maurette, titular de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara baja, también cuenta con el respaldo de diputados de la Alianza.
Sábado 04 de setiembre de 1999
ENCUENTRO ARGENTINO-BRITANICO EN MADRID
Malvinas: coordinan medidas para combatir la pesca ilegal
En la sede de la Embajada británica en Madrid se acordaron ayer ocho medidas prácticas para combatir la pesca ilegal que han sido recomendadas a los respectivos gobiernos para que entren en vigor a partir del 9 de octubre como lo preveía el acuerdo del 14 de julio firmado en Londres.
Estas iniciativas, que se mantienen en secreto, están vinculadas a acciones de patrullaje, comunicaciones, coordinación de operaciones y bancos de datos.
"Esta reunión exhibe con claridad que el Reino Unido considera que la Argentina está cumpliendo con sus compromisos", señaló ayer satisfecho el vicecanciller Andrés Cisneros tras culminar dos días de negociaciones de la Comisión de Pesca del Atlántico Sur, en Madrid, con sus colegas británicos.
El balance sonó como una sutil respuesta a los kelpers que amenazan con "cortar los vuelos" a las Malvinas si no hay un acuerdo a largo plazo sobre la pesca, ya que no contarían con el respaldo del gobierno británico.
Los isleños insisten que entre sus derechos figuran "facultades migratorias" que les permiten bloquear los vuelos. El 16 de octubre está previsto que un avión, que iniciará su trayectoria en Chile, haga escala en Río Gallegos para volar hasta Puerto Argentino.
Fuentes argentina consultadas por Clarín señalaron que no están previstos los viajes a las Malvinas del presidente Carlos Menem o del canciller, Guido Di Tella, como se dijo en fuentes del Gobierno en Buenos Aires.
Cisneros, por su parte, desmintió categóricamente ante Clarín que se hubieran mantenido contactos informales fuera del ámbito oficial de las negociaciones.
Un comunicado conjunto argentino-británico, que se dio a conocer en Londres y Buenos Aires, señala que se ha llegado a importantes consensos para combatir la pesca furtiva y se impulsan una serie de medidas de cooperación científica.
"Es muy positivo lo que hemos logrado porque se ha avanzado en la consolidación del acuerdo del 14 de julio", señaló a Clarín, Andrés Cisneros y agregó: Cualquiera que considere lo contrario lo hará en soledad sin contar con el respaldo del gobierno británico. Si hay algunos descontento lo lamentamos. Pero, nuestro acuerdo es con Gran Bretaña y con ella nos entendemos", señaló el vicecanciller.
Un especialista en temas diplomáticos consultado por Clarín sintetizó las características del conflicto con los isleños.
"Los kelpers tienen un exagerado optimismo sobre las ventajas que podrán obtener en la reunión de Madrid. Estas expectativas tienen su origen en que los consejeros isleños, que acudieron a negociar a Londres el acuerdo del 14 de julio respondieron a las críticas que se les formularon en las Malvinas señalando que se obtendrían ventajosas contrapartidas en materia de pesca, principal recurso de los kelpers." Añadió que "los progresos que están esperando los kelpers no los van a obtener porque los argentinos insisten en que cumplirán estrictamente con lo acordado. Por lo tanto, han impulsado la lucha contra la pesca furtiva sin garantizar cupos ni aceptar medidas de coordinación, que impliquen un reconocimiento de jurisdicción, es decir de soberanía, a los británicos", añadió la fuente.
"Es importante señalar que los acuerdos se realizan en torno a criterios comunes que después se comunican, por separado, a los respectivos gobiernos. De esta manera, las medidas que se adoptarán son unilaterales para preservar los derechos de jurisdicción y soberanía", explicó el ministro Carlos Foradori, integrante de la comitiva argentina.
Las conversaciones fueron muy cordiales y en ningún momento se plantearon temas conflictivos sobre los cupos de captura de pesca y la necesidad de llegar a un acuerdo a largo plazo. "Los británicos saben perfectamente que la Argentina no está de acuerdo con estas demandas que, por otra parte, no se han efectuado formalmente ni están contenidas en ninguno de los acuerdos suscriptos", añadió.
Martes 24 de agosto de 1999
PROYECTO DE LA UCR
Malvinas: plan para el Mercosur
Es una propuesta para que el archipiélago goce de los mismos derechos que los países miembro. Deja la administración británica por 20 años. Pero reclama que los ingleses reconozcan la soberanía argentina
Ejercicios conjuntos .
La idea de incluir a las islas Malvinas en el ámbito del Mercosur, aún bajo administración británica, es parte de una propuesta que elaboró el radicalismo para plantear a Gran Bretaña en un eventual gobierno aliancista.
El proyecto, que lleva la firma del diputado Federico Storani y del ex vicecanciller alfonsinista Raúl Alconada Sempé, plantea una negociación con el Reino Unido sobre la base de: "El reconocimiento del gobierno británico de la soberanía argentina de las islas Malvinas." "Establecimiento de una administración británica sobre el territorio de las islas, que incluye la disposición de los recursos económicos del archipiélago por 20 años." "Garantía de los gobiernos de Brasil, Paraguay y Uruguay como miembros del Mercosur, de que la Argentina respetará el modo de vida de los habitantes y sus intereses previamente determinados." "Reconocimiento inmediato de las Malvinas como ámbito de aplicación de las normas que apruebe el Mercosur." "Negociación diplomática con los gobiernos de Brasil, Paraguay y Uruguay para obtener de ellos el reconocimiento de la admninistración británica en su condición de gobierno local." La iniciativa, a la que tuvo acceso Clarín, cuenta "con el apoyo total del partido radical, y fue conversada con Raúl Alfonsín en su momento", aseguró Storani. Y precisó que el ex presidente "está de acuerdo con el proyecto porque considera que es una buena línea de exploración" para resolver la disputa con Gran Bretaña.
El jefe del bloque de la UCR también adelantó que la propuesta se "activará de forma integral" si la Alianza logra el triunfo en las elecciones generales del 24 de octubre.
Los expertos en política exterior del radicalismo, Lucio García del Solar y Carlos Pérez Llana, "fueron consultados en su momento" para la redacción del documento, confió a este diario Storani.
La Alianza se opone a la llamada política de seducción de los isleños que lleva adelante el canciller Guido Di Tella desde hace ocho años. Y rechazó de plano la sola mención de que Londres y Buenos Aires acuerden una fórmula de congelamiento de la soberanía del archipiélago.
Pero el proyecto radical habría llegado a las manos del canciller, quien -dicen- lo miró con cierta simpatía. Sus colaboradores habían elaborado el año pasado un plan para suspender el reclamo argentino sobre las islas por veinte o treinta años, a cambio del reestablecimiento de las comunicaciones con el continente. En ese entonces, el general Augusto Pinochet no había sido detenido en Londres y Santiago aún ni avizoraba interrumpir los vuelos a Malvinas como represalia.
Di Tella llegó a cruzar discretamente el Río de la Plata, para convencer -sin éxito- al consejero kelper Mike Summers de las bondades de un "freeze" de soberanía.
La crítica central de los conocedores del funcionamiento de la diplomacia británica, tanto de la UCR como del oficialismo, es la "escasa viabilidad" de una iniciativa que arranca del reconocimiento inglés de la soberanía argentina sobre las islas.
Aunque, los expertos también admiten que la iniciativa no deja de ser una tentadora puerta de entrada al Mercosur en condiciones altamente beneficiosas para los empresarios británicos que se instalen en Malvinas.
Descripción y análisis geográfico de las Islas Malvinas.
Ubicación: Están comprendidas entre los paralelos 51º y 53º Sur y entre los meridianos 57º y 62º Oeste.
Situadas en el Atlántico Sur a 600 km. Del puerto de Río Gallegos sobre la Plataforma Submarina Argentina, de la que también dependen las Islas Georgias y Sandwich del Sur.
Pertenecen geográficamente a la Patagonia Argentina y forman parte de su Territorio.
Superficie y composición: Se componen de un centenar de islas y en conjunto cubren una superficie total de 11.718 km cuadrados. Las islas principales son Soledad y Gran Malvina, ambas separadas por el canal de San Carlos que tiene 15 km. de ancho.
El archipiélago es montañoso y emerge de la plataforma continental Argentina.
Suelo: Caracterizado por planicies bajas, onduladas y erosionadas.
No presentan alturas de importancia. Cubierto de turba, pero mezclado en la superficie con restos de vegetales. Pese a los intentos del hombre, los cultivos no progresan, salvo los de los invernaderos.
Flora: Faltan por completo los árboles en las islas. La vegetación está compuesta por arbustos y pastos en forma de matas. En la actualidad ha desaparecido el tussok, gramínea gigante, por haber sido muy codiciada por la hacienda.
Fauna: Gansos, gallinetas, focas, elefantes marinos, flamencos, paloma antártica, ovejas y pingüinos.
Clima: Frío, ventoso, húmedo. Caracterizado por copiosas lluvias. No obstante el clima de las Malvinas es más benigno que el de la Patagonia.
Orografía: La principal cadena orográfica es la serranía de Wickham cuya suma es el monte Adan de 608 mts. (Isla Soledad). El monte María de 669 mts. Se encuentra en la Gran Malvina.
El monte Vernet de 366 mts. Se encuentra en la isla Soledad, lleva el nombre del último gobernador representante de la Argentina.
Hidrografía: No cuenta con verdaderos ríos. Apenas con numerosos arroyuelos que desembocan en el mar. Existen numerosas lagunas. Es importante destacar un hecho geográfico característico de las islas: Los Ríos de Piedra, que son cauces de ríos secos pero llenos de piedras de diversos tamaños, desde guijarros a grandes bloques. En algunos casos estos Ríos tienen un ancho de 1 km. y medio.
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Enviado por: | Pablo Tello Y Otros |
Idioma: | castellano |
País: | España |