Isla de Pascua (provincia), provincia insular chilena perteneciente a la región de Valparaíso; está situada a 3.760 km de la costa de Caldera, a 27° 7' latitud S y 109° 30' longitud O. La isla, el punto más elevado de la dorsal del Pacífico, es de naturaleza volcánica; entre sus volcanes destacan el Rano Kau, Aroi y Rano Raraku. El clima es tropical con influencia ciclonal cálida, con lluvias —que caen fundamentalmente en invierno— que alcanzan los 1.000 mm anuales, abundante nubosidad, humedad y vientos. Pese a la humedad, la vegetación no es abundante por la calidad del suelo y la mala irrigación, motivo por el que predominan estepas de coirón.
En la isla se desarrollan cultivos de plátanos, mandioca y taro camote. Los recursos marinos consisten en peces y langostas principalmente. El turismo constituye una importante actividad económica debido a los interesantes restos arqueológicos representados por santuarios, estatuas y cavernas.
La provincia tiene una superficie de 165 km2 y cuenta con una población de 3.202 habitantes (según estimaciones del I.N.E. para 1997). Está formada por la comuna de Isla de Pascua, que incluye la isla de Pascua y la isla de Salas y Gómez, y su capital provincial es Hanga Roa.
Pascua, Isla de o Rapa-Nui, isla de Chile con forma triangular que constituye la provincia homónima, perteneciente a la región de Valparaíso. Está situada en el océano Pacífico, a unos 3.700 km al oeste de la costa chilena. La isla está formada por tres volcanes extintos y tiene una superficie de 117 km2. Afectada por periodos de lluvias convectivas, o de carácter frontal, posee un clima cálido-tropical durante todo el año. La vegetación autóctona consiste sobre todo en herbazales. La tierra es fértil y se cultivan papas, caña de azúcar, raíces de taro, tabaco y frutas tropicales. La principal fuente de agua dulce procede de la lluvia acumulada en los lagos de los cráteres. En 1722, cuando llegaron los primeros europeos, miles de polinesios habitaban la isla, pero a finales del siglo XIX las enfermedades y el tráfico de esclavos habían reducido la población a menos de 200 personas. Se han producido varios matrimonios mixtos entre polinesios y chilenos. En 1997 la población era de 3.314 habitantes.
El explorador holandés Jakob Roggeveen arribó a la isla el 5 de abril de 1722, día de Pascua de Resurrección; de ahí el nombre de la misma (Rapa-Nui es el nombre polinesio). La isla fue anexionada por el gobierno chileno en 1888, que reservó una zona en la costa occidental para la población indígena y utilizó el resto del terreno para el pastoreo de ovejas y vacas.
La isla de Pascua es importante por sus hallazgos arqueológicos. No sólo es la isla del Pacífico más rica en megalitos, sino que es la única fuente que prueba la existencia de un sistema de escritura en Polinesia.
Se conoce muy poco sobre el pueblo que construyó los megalitos y talló las tablillas de madera. Algunos creen que se establecieron en la isla de Pascua hace aproximadamente dieciocho siglos; sin embargo, otros eruditos sostienen que su origen es más reciente. Los indicios arqueológicos y botánicos sugieren que los antiguos habitantes de la isla de Pascua eran de origen sudamericano. Se cree que los antepasados de la población polinesia actual llegaron en canoas desde las islas Marquesas, mataron a los habitantes primigenios de la isla de Pascua y se apoderaron de la misma. Muchos arqueólogos creen que cuando se invadió la isla ya existían unas seiscientas estatuas talladas en piedra o moai, que han hecho famosa a la isla, la mayoría de las cuales fueron destruidas por los polinesios durante una época de guerras.
Los monumentos de piedra más grandes de la isla son unas enormes plataformas enterradas que sirvieron como santuarios (ahus) y que soportan varios moai en fila. Los ahus suelen encontrarse en riscos desde donde se divisa el mar y están construidos con bloques de piedra unidos sin argamasa. Sobre las plataformas suele haber de cuatro a seis estatuas, aunque en uno de los ahus, el Tongariki, hay quince. Bajo muchos de ellos se han encontrado cámaras con tumbas individuales o colectivas.
En la isla quedan unos cien moai, tallados en las pendientes de un volcán, con una altura que varía entre tres y doce metros. Están esculpidas sobre toba volcánica y representan enormes cabezas con narices y oídos alargados. La roca de las estatuas se extrajo del cráter Rano Raraku, en el que los exploradores encontraron una inmensa estatua sin terminar de 21 m de longitud. Muchas estatuas de las plataformas enterradas llevan coronas cilíndricas de toba roja que llegan a pesar hasta 27 toneladas.
En las excavaciones se han encontrado cuevas ocultas que contienen restos de tablillas e imágenes de madera. Los grabados finos y estilizados de las tablillas parecen ser un sistema pictórico de escritura.