En la antigüedad se usaba todo tipo de materiales para escribir: placas de barro, hojas de palmera o de papiro, piel de oveja o de carnero, madera, bambú, cáñamo, pero los chinos inventaron el papel hace dos mil años moliendo y prensando pelusa de lana o algodón, cáñamo, seda y madera. El papel fomentó la difusión cultural y pasó a ser de uso cotidiano para escribir, pintar e imprimir libros.
ð PAPEL RECORTADO, arte especialmente desarrollado en la China, con el cual representan, a través de delicados y finísimos cortes de papel hechos con tijera, miles de figuras representando todo lo existente o inventado.
ð LA IMPRENTA:
Hace más de 3 mil años en China se utilizaba el sello que se confeccionaba en hueso, en piedra o en madera y era de diferentes tamaños, aplicándose con tinta roja. En el siglo IV se realizaba ya el calcado de lápidas para reproducir caracteres y pinturas. Aproximadamente en el año 1000 d. C. se inventó la imprenta de “tipos móviles”, es decir, juntar pequeños dados o cubos con el carácter tallado para formar una frase o párrafo. Los tipos móviles de terracota (arcilla) fueron los más adecuados pues no se deformaban. Este invento ayudó en la economía de la madera que hasta entonces se usaba como material para hacer los tipos.
ð LA BRÚJULA:
El imán era conocido en China dos mil años atrás. La primera brújula fue hecha con piedra imán. Las formas fueron pasando desde un cucharón sobre un tablero cuadrado o “sinan”, luego hicieron el “pez indicador del sur” que flotaba sobre el agua en un tazón (el pez estaba hecho de madera rellenado con calamita o imán natural y sellado con un tapón de cera). Más adelante inventaron “el pez de acero” y “la aguja imantada”. Todos estas brújulas funcionaban bajo el principio del magnetismo: el lado positivo señalaba al norte y el negativo al sur.
La brújula aceleró el desarrollo de la navegación. A inicios del siglo X, los barcos chinos navegaban por el mar del sur de China y el océano Indico, algunos llegaron hasta Arabia. China abrió de esta manera rutas marítimas hacia los diversos países, estas rutas fueron llamadas “rutas de la aguja”.
ð LA PÓLVORA:
Numerosos alquimistas chinos aprovechaban todo, minerales o vegetales con la esperanza de obtener el “elixir de la inmortalidad” o convertir cualquier cosa en oro. Así fue como mezclando salitre, azufre con el carbón vegetal en proporciones adecuadas inventaron la pólvora. Pero en el siglo IX la pólvora fue aplicada en las guerras, provocando un cambio radical en las armas de combate.
El gran uso que le dieron los chinos a la pólvora fue en la fabricación de los fuegos artificiales, especialmente para celebrar las bodas, el año nuevo o para las grandes fiestas tradicionales, que aun se usa hasta nuestros días.
ð LA PORCELANA:
Todos sabemos lo cotizada que es la porcelana china, y lo es no sólo por su calidad sino también por sus diseños y detalles orientales y únicos en el mundo. Varía en sus grosores que van desde el grueso reforzado hasta la porcelana trasparente.
ð LA SEDA:
Los occidentales pensaban que la seda se extraía de las plantas. La seda es producida por un gusano que segrega una sustancia en forma de filamento brillante y el hilo es formado por varias de estas fibras. Los chinos mantuvieron en secreto el método de producción de la seda hasta el siglo V. Desde el siglo III a C. las sedas llegaron al norte de la India a lomos de camello y caballos. Los chinos exportaban la seda a través de una serie de caminos que iban desde el norte de China y recorrían todo el continente asiático hasta llegar a Europa; en conjunto, estos caminos fueron llamados “la ruta de la seda”.
ð LAS COMETAS:
Los chinos aprovecharon su ingenio para crear artefactos volantes de diversas formas, colores y tamaños hace más de 3 mil años. Consiste en una armazón ligera cubierta de papel o tela muy fina y que se hace volar mediante una cuerda. Actualmente todavía sirve como actividad recreativa para los niños y también para los adultos. El cometa es el artefacto precursor de la actual “ala delta”, pues siguen los mismos principios de aerodinámica.
ð EL ÁBACO:
A principios del segundo siglo DC, los chinos perfeccionaron un sencillo sistema egipcio usado para calcular, al cual le agregaron un soporte tipo bandeja, poniéndole por nombre Suan-pan. El Ábaco permite realizar todas las operaciones aritméticas: sumar, restar, multiplicar y dividir, es decir fue la primera calculadora manual de la historia.
Este dispositivo, en la forma moderna en que la conocemos, realmente apareció en el siglo 13 DC y fue sujeto de varios cambios y evoluciones en su técnica de calcular. Actualmente está compuesto por 10 columnas con 2 bolillas en la parte superior y 5 en la parte inferior.