Sociología y Trabajo Social


Instinto de vida y de destrucción


Según Freud el contenido esencial de la evolución cultural consiste en la lucha entre el instinto de la vida (Eros) y el instinto de destrucción (Thanatos). Osea, la evolución cultural “podría ser definida brevemente - según palabras textuales del autor - como la lucha de la especie humana por la vida”. El principal “representante”, o la principal manifestación del instinto de destrucción o de muerte es la agresión, protagonista del protagonista (Jack) de la película “El Club de la Pelea”. Pero antes de que esta manifestación agresiva se hiciera presente, el protagonista presentaba, aparte de una aguda disconformidad con su vida y con lo que lo rodeaba, un insomnio crónico, que lo hacía sentirse aún más desesperanzado.

Este insomnio crónico podría traducirse en las neurosis, que según Freud venía a ser la respuesta a la lucha entre los intereses de autoconservación y las exigencias de la libido, “una lucha en la que el yo, si bien triunfante, había pagado el precio de graves sentimientos y renuncias”.

Además, Jack al tratar de compensar este tedio, compraba compulsivamente, lo que se podría traducir en palabras freudianas en la libido narcisista, donde se expresa que el yo está impregnado de libido, y que se orienta básicamente a los objetos (libido objetal).

Cuando Jack conoce a Tyler, el primero estaba ya en un estado culmine de tedio total por su aburrida y solitaria vida de ejecutivo encorbatado y encorralado dentro de unos límites en los que se movían todas las personas que estaban a su alrededor, pero había resuelto continuar dentro de ese marco reprimidor e inhibidor de emociones, sólo demostrando estos últimos en los grupos de ayuda de enfermos terminales a los que asistía, y que eran la única actividad donde podía demostrar sensaciones libremente. Pero estas demostraciones se vieron entorpecidas por la aparición de Marla, quien, al igual que Jack era una “turista”, e inhibía las expresiones sentimentales de Jack, situación que lo hacía retornar a su anterior grado de neurosis insomne.

Jack estaba en esta situación cuando conoce a Tyler, quien se expresaba en la vida de manera radicalmente opuesta a la de Jack.

Hasta el momento, y relacionando la película con la obra de Freud, se podrían hacer las siguientes correspondencias:

  • Jack representaría al super-yo, o el yo con predominancia del primero pues éste se manifiesta muy comprometido con lo relacionado con lo que sería la conducta moral.

  • Tyler, viene a representar todo aquello que Jack reprime en pro de la persona normada. Representa los instintos, y el anhelo de satisfacción inmediata de sus deseos, sin importar los medios.

  • Marla, podría significar dentro del conflicto psíquico de Jack una “unión material” del deseo de Jack y Tyler, uno representado por un freno total de los impulsos sexuales y otro exactamente lo contrario.

Antes de conocer a Tyler, Jack seguía todas las normas, como una persona cualquiera, que le ha impuesto su cultura, y si tomamos en cuenta de que la cultura se edifica sobre la renuncia de lo pulsional y sublima los deseos a reglas, Jack también reprimía, por consiguiente aquella pulsión que, según Freud, no desaparece, la agresividad, dirigiéndose ésta hacia si mismo, o sea, hacia la misma persona de Jack, quien se encontraba en una profunda crisis debido a su insatisfacción con la vida, experimentando entre otros, y como ya mencione anteriormente, insomnio un anterior sentimiento, me permito deducir, de soledad. Este sentimiento destructivo dirigido hacia sí mismo, manifestado por el protagonista, es difícil de percibir, cosa que Freud explica por el hecho de no poseer, este “autodestructivismo”, carácter erótico.

Al conocer a Tyler, comienza la liberación de pulsiones de Jack. Pero en el fondo no era Jack, sino que como se veía en la película era Tyler el “pulsional”, pues Jack era el que reprimía estos sentimientos.

En otras palabras el protagonista, para poder liberarse (como una forma de autodefensa) de los problemas que sucedían en su interior, se vio obligado a “desdoblarse” y crear otro personaje, un personaje que no experimentara sentimientos de culpabilidad, desligado de todo lo que hasta ese momento eran los hábitos que a Jack le había impuesto su medio, y que los reprimía tan grandemente.

Tyler hacía lo que deseaba, sin amarras de tipo material, y sin importar los medios que utilizara para satisfacerse.

Freud describe al “Instinto de vida” (Eros) y al “Instinto de Muerte” (Thanatos) como contrarios, como opuestos, pero una de las manifestaciones del Thanatos, la agresividad, al orientarse hacia el mundo exterior, está actuando al servicio de Eros, pues la persona, en este caso el protagonista “destruiría algo externo, animado o inanimado, en lugar de destruirse a sí mismo”, poniendo de manifiesto, así, el carácter conservador de Eros: “Dicho instinto de agresión es el descendiente y principal representante del instinto de muerte que hemos hallado junto a Eros y que con él comparte la dominación del mundo”. La extrema agresión del protagonista hacia el mundo donde él se encuentra, y por el hecho de dirigirse esta agresión al exterior, es, aparte de ser una manifestación de su instinto destructivo, una unión con su instinto de vida, o Eros, pues es autoconservacional, por el hecho de ser una agresión no autoinferida, y por ser una forma de satisfacer sus necesidades más libidinosas, obteniendo de este modo el placer final.

Anteriormente el protagonista era un consumista compulsivo, y se preocupaba de gastar en cosas de buena calidad, en todo ámbito de cosas. Esto lo mencioné atrás, donde relacioné este comportamiento con la libido narcisista. Pues bien, luego de que Jack conoce a Tyler, el primero se ve obligado a comenzar a desligarse de aquel narcisismo expresado en la adquisición de objetos materiales, trasladando la expresión de esta libido narcisista hacia sus manifestaciones agresivas, pues, como dice Freud, la expresión hacia el exterior de la agresión “ofrece al yo la realización de sus más arcaicos deseos de omnipotencia (...) el instinto de destrucción dirigido hacia los objetos debe procurar al yo la satisfacción de sus necesidades vitales y el dominio sobre la naturaleza...”. Quizás esto explique aquella expansión de la figura de Tyler en todos los lugares donde iba a buscarlo Jack. Este hecho manifiesta la necesidad o el deseo de manejar el mundo, de tener aquel poder sobre el exterior, deseo que todos mantenemos ocultos en nuestra psiquis, y que esta estrechamente ligada con la libido, de hecho me atrevo a decir que es una expresión de la libido.

Desde que descubre el protagonista su “desdoblamiento”, se le hace presente un poderoso sentimiento de culpabilidad, que incluso se había manifestado de otras formas antes de descubrir lo que se podría llamar su esquizofrenia, mostrándose en contra de los atentados terroristas que Tyler comandaba. Este sentimiento de culpabilidad manifestado casi al terminar la película, el protagonista lo expresó al desconectar la bomba, al ir a entregarse a los policías, y finalmente al eliminar, a pesar de las satisfacciones pulsionales que le daba, a Tyler, disparándose él mismo, y demostrando una supuesta supremacía del super-yo sobre el ello.

Según Freud la agresividad es el principal obstáculo con el que tropieza la cultura, siendo la agresividad la principal manifestación del instinto de muerte, contrario, este último al instinto de vida (lucha entre Eros y Thanatos), constituyendo este último razón de la evolución cultural. La evolución cultural como lucha de la especie humana por la vida, y la agresión, si bien no significa destrucción del individuo, significa destrucción del medio, donde se sostiene la cultura, donde es creada y representada, así que la cultura creó una forma de defensa contra la agresividad hacia lo que la sostiene, que es este sentimiento de culpa descrito anteriormente. En palabras textuales de Freud: “...destacar el sentimiento de culpabilidad como problema más importante de la evolución cultural, señalando que el precio pagado por el progreso de la cultura reside en la pérdida de felicidad por aumento del sentimiento de culpabilidad”.

Esto se traduce en una incompatibilidad entre el individuo, que “primitivamente” busca la felicidad, a través de las sensaciones de placer, y que en la película está representado por Tyler, y su cultura, representada por el personaje de Jack, un tipo con las costumbres de su sociedad bien internalizadas, pero con deseos y necesidades pulsionales también bien reprimidas, al actuar “normalmente” en una rutina que lo mantiene desolado e insomne, siendo este, a mi entender, la tesis central del libro “El malestar en la Cultura” de Sigmund Freud, que habla de una eterna lucha entre las pulsiones del individuo, y su, también, necesidad de unirse a la humanidad, cambiando, así, la posibilidad de dicha (por ínfima que resulte) por un trozo de seguridad.La lucha del protagonista entre Jack y Tyler significa, o se podría traducir en la lucha entre el instinto de conservación, de seguridad (Eros) y el instinto de muerte, de destrucción, manifestado en este caso, mediante la agresividad hacia el medio. Esta lucha entre estos dos instintos, Freud la menciona constantemente en su ensayo:

“(...)muchos lectores tendrán la impresión de que se ha mencionado excesivamente la fórmula de la lucha entre el Eros y el instinto de muerte. La apliqué para caracterizar el proceso cultural que transcurre en la humanidad, pero también la vinculé con la evolución del individuo, y además pretendí que habría de revelar el secreto de la vida orgánica en general”.

Este “proceso cultural” del que habla Freud y que está íntimamente relacionado con esta lucha, es la “evolución cultural” que mencioné más arriba, que está definida por la lucha de la especie humana por la vida, la lucha contra esta destrucción que es traída por el Thanatos.

De esta dialéctica que significa esta lucha entre el Eros (tesis) y el Thanatos (antítesis), resultaría la tesis que sería la agresividad, como manifestación del instinto de destrucción, pero no manifestado hacia uno mismo, sino hacia el exterior, es una contradicción que se resuelve con un tratado de violencia no autoinferido, sino hacia el medio, que sostiene la razón de nuestra falta de felicidad. Esta agresividad fue manifestada por el protagonista a través de Tyler, pero al final hubo un triunfo de la cultura sobre este, al demostrar que la agresión, luego de ser externalizada y objetivizada, se devuelve hacia el mismo protagonista, o sea, esta fuerza agresiva fue devuelta al mismo lugar de donde procede:

“La agresión es introyectada, internalizada, devuelta en realidad al lugar de donde procede: dirigida contra el propio yo, incorporándose a una parte de este, que en calidad de super-yo se opone a la parte restante, y asumiendo la función de conciencia - moral - despliega frente al yo la misma dura agresividad que el yo, de buen grado, habría satisfecho en individuos extraños”.

Esta agresividad devuelta hacia el mismo yo, en la película fue manifestada por el protagonista a través de las acciones de intentar evitar los actos promovidos por él mismo mediante el personaje de Tyler, terminando con la autoeliminación de este último disparándose él mismo, llevado por la fuerza de la “conciencia”, manifestada por el sentimiento de culpabilidad, que es definida por Freud como “la tensión creada entre el severo super-yo y el subordinado al mismo” (que sería en este caso el protagonista), y que “se manifiesta bajo la forma de necesidad de castigo”, cosa que explica entre otras el acto, por parte del protagonista, de irse a entregar a la policía al percatarse de su verdadera situación.

Ensayo de Psicología Social:

Análisis de la Película “El Club de la Pelea” respecto del Ensayo de S. Freud “El Malestar en la Cultura”

Instituto Profesional del Valle Central

Sede La Serena

Carrera de Sociología




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Enviado por:Elizabeth Roco
Idioma: castellano
País: Chile

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