Sociología y Trabajo Social


Inmigración


Departamento de Geografía

Universitat de València. Estudi General

1 de Diciembre de 2004

1.-Los países de emigración

La nueva realidad de la inmigración preocupa, lo cual no significa que desde la placidez del hogar nos amenace, al menos, no siempre. Se trata de una preocupación, eso si, molesta y que se nos atraganta. Incapaces de solucionar el problema, nos vemos condenados al ostracismo. En cierta manera no estamos acostumbrados a manejar conjeturas a muy largo plazo. Lo cierto es que la inmigración es algo que en la actualidad se ve, pero como en todo permanecemos ciegos, y es que los que vienen de fuera no alardean de serlo (en un sentido irónico, cuanto menos).Así incluso podríamos acudir a ismos heredados en siglos pasados, a modo de subterfugio podríamos ampararnos en el nihilismo (nada más lejos, nada más impropio, nada más inconveniente…), motivados por este encontraríamos solución, no ya al problema de la inmigración pero si al cargo de conciencia. Ya puede ser el tercer motivo de preocupación de la sociedad española, ya puede serlo, parece ser todavía un espectro algo diluido y cabizbajo. Sin embargo no sabemos de dónde nos viene la población inmigrante y deberíamos hacer ese pequeño esfuerzo. Ya puede venir del norte de África o del África Subsahariana, del desmantelado bloque (confederación) soviético, de la antigua Yugoslavia o del conjunto de la Europa del Este, de América del Sur, de América Latina o del Caribe y en último término del amplio y denso Sudeste Asiático. Ya pueden tener la procedencia que sea que todos van a parar al mismo saco. En todo caso el cargo de conciencia cuanto antes se alivie mejor.

Son las mafias la cepa principal de todo este proceso, su estigma más notorio. Si esta tan claro el enemigo y no se actúa ¿que sentido tiene el que adoptemos conciencia? En cualquier momento podemos vernos sumergidos en una montaña de papel burocrático. También sabemos que la existencia de tales mafias conviene a según que personas. Se nos presenta un margen de maniobra cuanto menos escaso. Sin embargo, parece, que merece la pena confiar en un nuevo impulso, sobre todo desde el sector más joven y más laico de la sociedad. Sin embargo la inmigración, no va a dejar de ser un problema consecuencia de lo acostumbrados a las comodidades a la que nos hemos prestado últimamente. Y es que es mejor vivir, como hasta ahora holgados, sin ataduras, aunque bien visto, el problema de la inmigración se debería haber visto venir. No podemos esperar solucionarlo todo en tan corto espacio de tiempo, por eso los balances, las conjeturas, aunque se sigan barajando, sirven como cualquier otra previsión. Y que conste que no estoy a favor de que nos quedemos con los brazos cruzados antes de pasar a mayores, lo que estoy diciendo es que me siento incapaz de preocuparme ante algo tan terrible.

Cada vez se resignan menos desde Sur. Desde esos países que vemos en la tele tan pobre y que por si poco fuera, se ven obsequiados con regularidad por un conflicto civil (podríamos decirnos tanto desde la ignorancia, como desde la objetividad no-objetiva). Los jóvenes de estos países también se encuentran con que el Norte es Jauja, gracias a la Televisión, arriesgan sus vidas bajo las ruedas de algún que otro transportista y acceden a algo que desde muy pronto se los bombardea como si de la Tierra Prometida se tratara. Nada que un corriente sistema educativo pueda solucionar. Es cómo comenzar a hacer la casa por el tejado, la responsabilidad es de nadie, y no porque en el caso del niño sea mucho más grave, sino porque no me veo con suficiente estómago a la hora de establecer vínculos de raigambre moral. De cualquier manera el llamado diálogo, el recurrido artificio, moneda de cambio a cambio de nada. Así el trabajo del estadista esta en la proliferación de preguntas, más que en la de ofrecer las claves. Así se veta cualquier resquicio de salida honrosa para el conflicto. A mi favor tengo que decir que tampoco soy partidario del intervencionismo, (en su sentido más peyorativo) más que en contra de la idea de verlas venir o quedarse de brazos cruzados.

2.-La inmigración en Europa

A Europa se le ha asignado tradicionalmente el papel de bloque mediador, de antiguo bastión, viejo continente, seno de la civilización antigua, madre de las democracias. Sin embargo nunca antes cómo ahora habíamos conocido una Europa tan desprotegida, fiel reflejo dónde ve desdibujada su antigua autosuficiencia. Anterior lecho de cruentos enfrentamientos en sucesivas Guerras Mundiales, parece ahora más neutral que nunca incapaz, eso si, de defenderse militarmente. Auspiciada por una alianza, la OTAN y replegada bajo siglas como la ONU, más deshilachada y obsoleta. Sin embargo a ambos lados del Atlántico se ha visto Europa inspiradora de cierta clase de raciocinio, de su necesidad… su dependencia y sus compromisos con los países del Atlántico Norte. Por ello cuando en unas elecciones se producen casos tan llamativos como el ascenso del partido de Le-Pen en Francia, el gobierno ultraderechista en Austria o el caso específico de Suiza, no se nos ocurre nada mejor que llevarnos las manos a la cabeza. Es el caso suizo, dónde el partido ultraderechista del SVP-UDC se ha convertido en la más votada en las últimas elecciones donde ha saltado la alerta y dónde se ha confirmado esta tendencia que al parecer, se propaga por Europa. Por su falta de patriotismo, acostumbrados a una boyante economía, sin déficit, a la cifra 0 en paro… Ve peligrar estas supuestas ventajas. Siempre reticente a la hora de formar parte de la ONU o la UE, parece despertar sus cimientos de pertenencia a un lugar y dispuesta a acrecentar las desigualdades sociales.

Algo realmente vergonzoso son ciertas medidas adoptadas a la hora de regularizar la inmigración en base al déficit laboral de empresas concretas, trabajos que no quiere nadie, mal remunerados... No es difícil ver tanto en Estados Unidos cómo en España, a inmigrantes ocupando la mayoría de trabajos basura del McDonalds o el Pans & Company. Por otra parte el de la libre elección del inmigrante, parece pasar a formar parte de un sistema del inmigrante a la carta, donde cada país, Empresa, Multinacional… pueda adquirir al inmigrante tipo que más convenga. De todos modos desde el momento en que desde los países desarrollados todo esto se ve como una especie de favor, cuando el favor se lo están haciendo precisamente los inmigrantes para mayor gloria de su economía

Esta claro, que la flexibilidad no es la medida imperante en cuanto a la población inmigrante. Mucha desprotección, miradas de soslayo de los gobiernos. Esta falta de matizaciones, nos lleva a tratar el tema de la integración de las minorías. La sociedad laica, presumiblemente más flexible que la católica (que goza de mayores libertades, al menos…), no ha sabido resolver, sobre todo a favor de la población inmigrante, el conflicto del velo islámico, sobre todo porque esta polémica esta repleta de matizaciones, del mismo modo que matrizada es la legislación de turno. En Francia han decidido ponerse firmes en este aspecto y expulsar a las alumnas que lleven velo. Craso error, ante todo por el mal ejemplo que proyecta. Tal vez se debería revisar la legislación, conste que no digo que haya que recurrir al diálogo socrático. Todos sabemos de su ineficacia, el problema lo encontramos cuando la polémica adquiere por encima de todo un tinte político, una medida popular, por así decirlo, un atrincheramiento de la población inmigrante claramente incomprensible.

Es cierto que la única voz de la futura Europa de los 25, de la que habla Nicolas Sarkozy, es una medida atractiva aunque tal vez el estancamiento legislativo sea insalvable. Lo cierto es que no se ha encontrado hasta ahora modo efectivo de agilizar la resolución de los problemas derivados de la inmigración. Tampoco encontramos una mayor implicación del gobierno, instados por el reajuste económico, la inmigración les ha brindado una oportunidad muy sustanciosa difícil de desaprovechar, fomentando economías sumergidas, acentuando la precariedad laboral... Todo ello no sólo puede derivar a crear mayor desigualdad, si no que esta claro que lo hace.

3.-La inmigración en España. Los términos del debate

La regularización de la inmigración siempre ha estado cargada de buenas intenciones. Prueba de ello son las sucesivas tentativas de sistematización. Hay quienes las llaman regularización. Sin embargo aquello que queda suficientemente clara es la incapacidad gubernamental a la hora de afrontar estos retos.

España, por su situación geográfica esta expuesta a una cada vez más creciente, corriente migratoria, sobre todo desde su vecino continente africano. El estrecho, las inmediaciones de las costas gaditanas, Canarias…a la vez constriñen, dificultan, a la vez que hacen que el tráfico humano sea, si cabe más concentrado. Por otro lado no podemos olvidar, el peligro que entrañan las cercanías del estrecho, por dónde con pateras realmente precarias atraviesan un mar en numerosas ocasiones embravecido. Por si fuera poco la nueva legislación que se prevé poner en práctica, lejos de agilizar el proceso acrecienta el número de trabas. El control eficaz de las fronteras, parece una medida dirigida a cerrar la veda de un coto exclusivo de caza. El concepto de inmigrante no aceptado en España se me escurre entre los dedos. La aplicación de una política progresista, parece dar la sensación que hasta ahora se habían aplicado medidas de otra índole, además de que progresista es un término muy equiparable hoy en día a cualquier fuerza política (ya sea de derecha de centro-derecha, de izquierda o de centro-izquierda). Establecer una política racional, cómo si a la hora de hablar de medidas políticas estuviéramos aludiendo a la falta de raciocinio de las mismas. Y para finalizar términos más escurridizos, si cabe, como integración social y cultural del inmigrante, esta última ofrece el acceso a un bien público, como el sistema educativo gratuito, sin tener en cuenta. En todo caso el término integración adquiere cierto poso de inmediatez, lejos de promover una progresiva adaptación.

El Ministerio del Interior parece estar más interesado en blindar las fronteras con efectivos… antes que destinar ese dinero al desarrollo de esos países, con tal de paliar un problema que les viene demasiado grande y al que llegan tarde y mal. Por una parte los inmigrantes procedentes del Norte de África, pueden ser repatriados con relativa facilidad, no así los del África Subsahariana, de los que El gobierno de Marruecos no puede encargarse de trasladarlos a su lugar de origen.

En España hasta hace relativamente bien poco los únicos conflictos xenófobos se dirigían casi exclusivamente hacia personas de raza gitana (no-inmigrantes). Mientras el problema de la inmigración era prácticamente inexistente. Sin embargo la inmigración ha pasado a formar parte a uno de los temas que más preocupan a la sociedad española. Todo esto obedece a un error de óptica o perspectiva, ya que como ha quedado claramente demostrado ambas posiciones (países emisores y países receptores), pueden verse beneficiados. En el caso de los países con población saliente con el aumento progresivo de las remesas que llegan a su país de origen y que suponen una parte destacable de su PIB. En el caso de los países receptores el beneficio también es muy notorio en sus economías, en muchos casos de forma fraudulenta aunque no tiene porque ser así, ya que la equiparación de derechos de los ciudadanos tanto en población autóctona como inmigrante podría felizmente llevarse a cabo en perspectiva. Así una vez salvados los abismos de desigualdad ambos contingentes de población serían generadores de riqueza.

4.-Inmigración e identidad

El hecho de la pertenencia a un lugar es algo inherente al hombre. Este hecho, es decir, el hombre indisociable de pertenecer a un lugar determinado, lejos de diluirse se ha ido acentuando. Tal vez expuesto de esta manera parece algo muy sencillo, y tal vez por esta misma razón esta ligazón a un lugar afecte a tantas personas, precisamente por el hecho de simplificarse. Este fenómeno parece en el caso concreto de España haberse reforzado, con el aumento de la población inmigrante durante los últimos años. Así si de por si el panorama se veía bastante complicado con anterioridad, desde algunos sectores sobre todo políticos se ve a la población inmigrante como una segunda oleada de amenaza. Esta nueva amenaza nos ha hecho hablar del proceso de integración, proceso que no solamente afectaría al ámbito lingüístico sino también a una alfabetización y un cambio en las costumbres culturales.

Podemos simplificar que remarcar el hecho diferencial, es una manera de concentrar el beneficio económico, o esconde este propósito. De la misma manera la población inmigrante que llega á determinadas zonas de España se encuentra con que la realidad cultural es muy distinta a como imaginaba. Inmediatamente se pone en funcionamiento el aparato burocrático que se ocupa de establecer medidas de alfabetización en determinada lengua de este recién llegado. De este modo a la vez que se lava la cara, los organismos políticos se promocionan. Este hecho no es más que simbólico y anecdótico.

Gran parte de la confianza depositada en la sociedad vaticina el consenso en el tema de la integración de la población inmigrante. España es ya un país de inmigrantes, prueba de ella es que este tipo de población supera ya a la población española en otras partes del globo. Al menos en estimaciones, aproximadas ya que no existe un patrón del censo demasiado exacto de la población inmigrante. No creo que sea necesario sacar a referéndum estas cuestiones para conseguir un consenso social, aunque el propio consenso sólo sea posible con un claro convencimiento a partir de la toma de mesuras por parte del Estado. El respaldo que pueden recibir esas medidas se pondría en funcionamiento combinándolas con una política de modelos que se ha demostrado que han funcionado en otros países de Europa.

La necesidad de poner en funcionamiento una estrategia en cuestiones de inmigración, se ha puntualizado como constatada. En cierta mesura reduciría el contingente de inmigrantes que cruzan a diario las fronteras de Europa. De todos modos su control no dejaría de ser complejo teniendo en cuenta que la progresiva entrada de inmigrantes en Europa no se verá traducida en ventajas visibles y notorias hasta unos años más tarde. En resumidas cuentas se trata de algo así como, una inversión a largo plazo. Así el preocupante proceso de envejecimiento de la población de la Europa Occidental, podría verse compensado con el acceso de población más joven procedente de otros países. De esta manera una vez haya fructificado el proceso de integración, la nueva población establecida en estos países debería tenerse en cuenta como generadora de riqueza.

5.-Algo más

'Inmigración'




Descargar
Enviado por:Carles Rosselló
Idioma: castellano
País: España

Te va a interesar