La Inmigración en la comarca del Mar Menor

LA INMIGRACIÓN EXTERIOR EN LA COMARCA DEL MAR MENOR

Los extranjeros procedentes de La Unión Europa (Alemania, Francia, Reino Unido, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Grecia, Holanda, Italia…) vienen por intereses de ocio, ya que suelen ser jubilados con alto poder adquisitivo. También hay muchos procedentes de Ecuador, Perú, Cuba, México, Marruecos, Nigeria, Senegal, Bolivia, Colombia, Ucrania y Rumania (éstos dos últimos procedentes de Europa). Éstos últimos vienen por motivos económicos para poder aumentar su capital. Algunos países de Asia, como China y Filipinas, también entran en éste grupo aunque es un número muy reducido.

Sectores Laborables

• La mayoría de los trabajadores y trabajadoras extracomunitarios están afiliados al Régimen Agrario, frente a una escasa minoría de los procedentes de la UE

• Casi la mitad de los trabajadores extracomunitarios están afiliados al Régimen General (la construcción, el comercio y reparación de vehículos de motor, la industria manufacturera y la hostelería)

• Algunos de los trabajadores y trabajadoras extracomunitarios están afiliados al Régimen de Empleo del Hogar, mientras que los afiliados a este Régimen y que proceden de la UE sólo son prácticamente inexistentes

• De los trabajadores y trabajadoras de nacionalidades de la UE, un gran número está en el Régimen de Autónomos, mientras que entre los extracomunitarios éste número es diez veces menor.

Tipo de Contrato

• Diferenciando por tipo de contrato y sexo, el 20%* de los hombres tiene contrato indefinido y el 80%* contrato temporal.

• Sin embargo las mujeres tienen una proporción mucho más alta de contratos indefinidos: el 45%*, frente al 55%* que tiene un contrato temporal.

* Los porcentajes son una estimación

El acceso de la población inmigrante a una vivienda digna es un factor fundamental para la integración social en el lugar de acogida, pues si esta falta o carece de unas condiciones mínimas de habitabilidad y acceso a los servicios comunitarios, es difícil la consecución de los demás factores fundamentales: educación, salud y empleo.

El acceso a la vivienda es un problema en algunos sectores de la sociedad, sobre todo entre los jóvenes, los inmigrantes y aquellas personas o familias que no alcanzan unos mínimos niveles de poder adquisitivo.

Casi tres tercios de la población extranjera reside en una vivienda en régimen de alquiler. Si distinguimos entre la población extranjera, la nacional de Europa o de África son las que más alto porcentaje tienen de vivienda en propiedad. La población originaria de América vive en régimen de alquiler en su mayoría. En cuanto a la población asiática, vive en régimen de alquiler más o menos la mitad. El alquiler es el régimen más usual.

Las viviendas que ocupan personas y familias inmigrantes suelen tener pocas comodidades y apenas han sido reformadas.

La integración social de los inmigrantes es un proceso que implica tanto a la población inmigrante como a la sociedad de acogida pues no depende sólo del proceder de los inmigrantes, sino también del modo de acoger a los que van viniendo, y para ello es preciso partir del principio de movilidad de las pautas culturales en ambos colectivos.

Las personas inmigrantes llegan con las referencias culturales adquiridas en el lugar de origen, y son quienes mayores esfuerzos de adaptación tienen que realizar. Dependiendo de su procedencia geográfica, tienen que aprender una nueva lengua, modificar hábitos y costumbres sociales al confrontarlos con un marco costumbrista y jurídico diferente al de su país, amoldarse a residir en un nuevo entorno, rural o urbano, y a un nuevo estilo de vida en general en el que están incluidas las características de la nueva vivienda.

El acceso a una vivienda digna es el aspecto considerado como más importante, después del trabajo, para lograr la integración deseable. Un acceso que hoy por hoy es bastante difícil.

Un punto crucial cuando se trata de la inmigración y el impacto que produce en la sociedad de acogida, es la observación de la opinión pública al respecto.

La inmigración, en nuestra comarca, es percibida cada vez más como un problema ya que, aunque ejercen los trabajos más duros, crean un ambiente, para muchas personas, poco agraciado (sobre todo tratándose de personas de África o de América del Sur). Además de que hay inmigrantes que para poder sobrevivir roba en los establecimientos, viste mal o se juntan en una misma vivienda demasiadas personas.

Racismo: Doctrina que exalta la superioridad de la propia raza frente a las demás, basándose en caracteres biológicos o sentimiento de rechazo hacia las razas distintas a la propia

Xenofobia: Odio u hostilidad hacia los extranjeros

Creo que todavía nos queda mucha evolución respecto a este tema. Los inmigrantes adinerados vienen a la comarca por el gran atractivo turístico y, simplemente por el hecho de que suelen ser de la Unión Europea o porque su capital es generoso, no nos molesta tanto su hospedaje. Sin embargo, cuando tratamos con personas que vienen en busca de trabajo y de una vida digna los menospreciamos más que al primer grupo.

También me gustaría destacar el hecho de la vivienda; según las leyes del país toda persona tiene derecho a una vivienda cómoda y que satisfaga todas nuestras necesidades vitales pero en muchos casos hay inmigrantes que no tienen un techo donde vivir.

Mi opinión personal es que debemos ser más tolerantes en estos temas y no ser tan racistas.

La experiencia personal es la de mis padres. Por motivos de trabajo mis padres tuvieron que mudarse a Torrejón de Ardoz (Madrid). Ellos eran jóvenes y tenían a una hija de 9 meses a su cuidado (yo). No disponían de mucho dinero, hacia tres años que se habían comprado su primera casa, así que no les quedó mas remedio que alquilar su primera casa para poder comprarse un pisito en Torrejón. El primer año fue bastante duro, no disponían de mucho dinero, no tenían apoyo familiar ya que allí no conocían a nadie y aquello era totalmente nuevo para ellos. Según me han contado, mi padre se tiraba la mayor parte del día en el cuartel trabajando mientras que mi madre había conseguido un trabajo como camarera en un bar. Yo me quedaba al cuidado de una vecina mientras ellos estaban fuera. Poco a poco, y con mucho trabajo consiguieron estabilizar un poco su estado económico.

Al cabo de 5 años a mi padre lo volvieron a destinar a otro sitio, Almería. Esta vez no fue tan duro por que se desprendieron del piso de Torrejón para comprarse uno en Almería.

Bibliografía: http://www.carm.es/ctra/cendoc/doc-pdf/pub/pub-0030.pdf