Historia del Arte
Iconografía
ICONOGRAFÍA
La palabra iconografía proviene del griego eikón gráphein, que significa descripción de las imágenes. Este término designa un método y la evolución de los temas y significado de las imágenes.
La iconografía es el término que define el estudio del significado de la Historia del Arte y Panofsky distingue tres niveles iconográficos:
- preiconográfico: descripción
- iconográfico: clasificación
- iconológico: interpretación
La iconografía inserta la obra de arte en un contexto histórico y socio-cultural. Se estudian dos vertientes:
- Diacrónica: antecedentes y desarrollo,
- Sincrónica: factores culturales y sociales que influyen en la obra.
La iconografía reconstruye la historia de las imágenes y el formalismo estudia la historia de los estilos.
Así, pues, se estudian las imágenes en su entorno socio-cultural, teniendo en cuenta el factor formal y de contenido.
El nacimiento y la aproximación de la iconografía a la Historia del Arte se produce en un momento de corte formalista. Su nacimiento se produce entorno a Warburg, que crea una biblioteca especializada en el estudio interdisciplinar de la Historia del Arte. Será a mitad del siglo XIX, época en la que surge una corriente determinista (la evolución de los estilos se da fuera de estos estilos). En el siglo XIX se busca un método para clasificar las obras de arte.
Giovani Morelli a finales del siglo XIX revoluciona los museos, donde realiza un método que identifica los elementos no característicos de los autores. En esta época la aproximación formalista comienza a surgir en algunos autores que quieren introducir la obra de arte en su contexto sociocultural. La iconografía trata de reconstruir la historia de las imágenes en el tiempo. No solo las artes figurativas son objeto de estudio de la iconografía, sino también la arquitectura.
Richard Krautheimer, en los años cuarenta, publicó un artículo en una revista en el que hablaba de la imagen en la iglesia del Sto. Sepulcro de Jerusalén: “El estudio de una tipología arquitectónica se transmite a lo largo de la historia y también su significado simbólico puede ser objeto de la iconografía”.
Panofsky distingue entre monumento (obra de arte) y documento (material que se utiliza para contextualizar el análisis del monumento).
Quatrèmere de Quincy, autor del siglo XIX, dice: “El museo aleja a la obra de su función original, la desplaza de su lugar de nacimiento y la sitúa lejos de su entorno”. Los títulos nos dicen poco de su concepto sociocultural, actúan casi siempre como guías de la interpretación, donde el espectador supone que el título dará pistas sobre el contenido del cuadro. El título se utiliza con un sentido lúdico y pragmático.
Al estudiar la obra de arte en su contexto sociocultural se debe tener en cuenta una salvedad: no se trata de analizar cómo la sociedad lo refleja en la obra de arte.
DESCRIPCIÓN E INTERPRETACIÓN
Los aspectos que se tienen en cuenta de una obra de arte son la descripción y la interpretación.
La descripción alcanzará su máximo desarrollo en los siglos II y III con la écfrasis; fomentándola Filóstratos el Viejo y el Joven; Calístratos y Luciano. Esta técnica también se usó en la Edad Media; en oriente posteriormente, y en occidente tuvo un carácter técnico.
En oriente usarán esta técnica los peregrinos y viajeros que relatarán sus viajes, las obras de arte que ven y las rutas.
El uso apologético (carácter técnico) de la descripción de las imágenes es defendido por Suger. San Bernardo describió las obras de arte de los monasterios, pero siempre subjetivamente. La descripción en la Edad Media no será crítica, sino subjetiva.
La técnica ecfrástica de la Antigüedad se profundizó en el Rnacimiento, lo que nos llevará a que determinados autores la recuperen; como es el caso de Vasari, autor de las primeras biografias de grandes artistas. Este pintor y arquitecto manierista, padre de la historia del arte, elaboró por encargo de su mecenas una historia de la pintura italiana; en la que considera a Miguel Ángel como el máximo exponente. Vasari profundizó en el género de la écfrasis, pero despojándolo de su carácter retórico. Su intención fue hacer la narración literaria de la obra de arte. Escribió “Raggionamenti”, en la que explica las principales pinturas realizadas por él mismo en un palacio florentino.
A lo largo del s.XVI se hicieron más comunes los repertorios mitológicos. También apareció una palabra de gran interés “iconología”, recogida por Cesare Ripa con el valor de recopilación de símbolos, imágenes y alegorías, que también servía de modelo para los artistas. Crea personificaciones sobre conceptos abstractos. Para Ripa la iconología es la ciencia que produce imágenes.
A comienzos del siglo XVII Karel van Mander escribió “El libro sobre los pintores” (Schilderbock), una historia de la pintura flamenca. Este autor añadirá un capítulo titulado “Guía de la iconografía antigua”, una especie de resumen de los principales rasgos o atributos de los dioses de la mitología griega, guía que sirvió de modelo a pintores. Aquí fue donde apareció por primera vez el término “iconografía” con el sentido de repertorio de imágenes.
El arte pagano y cristiano serán los dos motores importantes para la expansión del interés por la obra de arte; aunque éste será descriptivo y no crítico.
En resumen:
- La arquitectura trata de la introducción de las imágenes. Los primeros autores que se interesan por la interpretación de las imágenes son Homero, pasando por Eurídipes hasta llegar a la segunda retórica.
- La écfrasis antigua es el primer testimonio de la interpretación de las imágenes. Nace con la literatura y haya en la segunda sofística el mayor florecimiento de esta técnica.
- En la Edad Media la écfrasis tiene una continuidad en Bizancia: viajeros peregrinos.
En el Occidente Medieval desaparece, pero surge la descripción de carácter apologético.
En el Renacimiento, autores como Basari recuperan la écfrasis, con la intención de que la descripción sea tan real que haga que el espectador vea la obra de arte tal y como es.
El interés por los temas religiosos, que fueron propagandísticos en cuanto a la fe, vinieron dados por la contrarreforma.
En el siglo XVI, el descubrimiento de catacumbas dio lugar al descubrimiento de la mitología cristiana, lo que originó un carácter didáctico.
La primera vez que Lessing contextualiza el estudio iconográfico lo hace en un contexto determinado: explica por qué un tema se representa de una forma determinada. No es casual que fuera en Alemania donde se estableciera esta relación entre tema y contexto. La influencia de Hegel considerará que la cultura es como una rueda, en el mismo sentido, de varios radios, que son los aspectos de la cultura (historia de la cultura). El objeto de la iconografía es analizar la obra de arte en su contexto cultural.
- La escuela francesa profundizará en el análisis del arte religioso y en su relación con los textos bíblico, los cuales describen los temas.
2. TEMAS ARTÍSTICOS Y CLASIFICACIÓN ICONOGRÁFICA
2.1. TEMAS CRISTIANOS
Ya en 1.570, Molanus edita “Sobre las Pinturas y las Imágenes Santas”. En 1.632, con el descubrimiento de las catacumbas se despertó un interés por la interpretación de carácter simbólico sobre los temas cristianos.
Hubo colecciones de vidas de santos (hagiografía), como “Actas Santorum”, de finales del s.XVII, que son repertorios de temas cristianos utilizados por los artistas.
2.2. PERSONIFICACIONES
Junto a este interés por el estudio de los temas cristianos, también apareció la “iconología de Ripa”, que convirtió a la iconología en una obra de representaciones de conceptos abstractos que se refieren a las imágenes con un texto explicativo; como por ejemplo la representación de la Severidad. El arte de la iconología de Ripa es una ciencia de la representación de un concepto abstracto, que se convertirá en un manual para cualquier artista de la época.
2.3. EMBLEMAS
Paralelamente a este lenguaje de Ripa, ente los s. XVI-XVIII, se desarrolló otro tipo de imágenes simbólicas: los emblemas, en los que se usa un lenguaje figurativo. No son personificaciones rodeadas de atributos, como recreaba Ripa, sino que son lemas o versos que derivan de la ciencia de los jeroglíficos. A partir de un lema (texto, refrán o frase) se hace una imagen que alude al texto, y que por último aparece un epigrama (versículo) en el que se explica el significado de la imagen.
Este interés por los emblemas deriva de la ciencia jeroglífica que se puso de actualidad, ya que en el s.XV se descubrió “Hieroglyphica”, obra de Horápolo. Cuando se descubrieron estos textos en 1.519 pensaron que habían encontrado el significado de los antiguos jeroglíficos ; aunque más tarde se supo que pertenecían a la época helenística griega.. Los emblemas, asociación de texto e imagen, tienen sus comienzos en el “Emblematum Liber”, de Andrea Alciato, 1.531, que ofrecía una colección de versos unidos a una imagen. Este autor, que era jurista, realizó su obra y la envió a un editor, el cual consideró que debía ir ilustrada con grabados. Así surgió uno de los libros más vendidos en el barroco, naciendo la emblemática, género que destacó porque estaba en el aire el lenguaje ideográfico.
Las partes del emblema son: una pintura, un lema y el epigrama. Todo alude a una moralidad o lección aplicada a la vida del hombre para que le haga reflexionar. Son sermones morales que amonestan a los hombres que tienen un alto grado de persuasión.
Los emblemas serán de gran interés en el Siglo de Oro. Los artistas se nutrirán de estas fuentes emblemáticas
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Enviado por: | Carmenet |
Idioma: | castellano |
País: | España |