Historia
Historia del siglo XX
Las Relaciones Internacionales surgen como disciplina académica a principios del siglo XX, como intento investigación más científico y coherente. Estos intentos anglosajones y franceses se desarrollan a partir de la I Guerra Mundial; pretenden analizar el conjunto de relaciones que entre los individuos, Estados y organizaciones internacionales se producen en un momento determinado.
Tiene como objeto de análisis los actores internacionales, como los económicos y organismos internacionales, y las formas que explican las actuaciones de los actores.
El punto de partida es la coyuntura histórica entre 1914-1918, en torno a la Gran Guerra, con una serie de connotaciones que hacen que en 1919 la Conferencia de París renueve horizontes.
Para poder comprender lo que ocurre en 1914-1918 es imprescindible tener presente lo que ha sido la evolución internacional del siglo XIX.
TEMA 1. EVOLUCIÓN INTERNACIONAL DEL XIX. CONCIERTO EUROPEO E IMPERIALISMO COLONIAL.
Se destacan dos puntos a lo largo del siglo XIX: el predominio de Europa, que es el centro de todas las actividades (económicas, sociales, políticas, militares...). Junto a ese dinamismo europeo, tendríamos también zonas dependientes de lo que es el poder europeo.
Esa hegemonía europea tiene un punto de arranque en 1815. Desde el punto de vista de las relaciones internacionales, lo que sucede en 1815 va a sufrir un salto hasta 1914-18. En 1815 el mundo asiste a la desaparición de la estructura imperial napoleónica y el desarrollo del Congreso de Viena, que intenta poner las bases del comportamiento de los actores.
En 1815 las potencias que acaban con Napoleón están ávidas de paz, necesitan la pacificación a toda costa, porque desde 1793 hasta 1814 Europa ha vivido convulsionada en un proceso permanente de enfrentamientos militares.
La Revolución Francesa o experiencia napoleónica ha roto el mapa político europeo en beneficio de la Francia imperial. Una vez derrotado Napoleón, las potencias buscan el mantenimiento de la paz europea a través de dos procedimientos:
- Creación de un mapa político y territorial en Europa que impida la aparición de una potencia hegemónica que amenace la seguridad y supervivencia del mapa político. Hay que afianzar la realización de esa estructura geográfica.
- Intensificar la cooperación internacional entre las grandes potencias, porque son las que tienen un mayor interés y poner un mecanismo para llegar a la cooperación.
Estos dos puntos nos llevan al concierto europeo, que es una práctica diplomática mediante la cual las grandes potencias deciden exponer mecanismos de consulta y decisión para poder estudiar los problemas que se producen; y buscan soluciones para que no se altere el orden que se crea en 1815. Así, Europa ve la consolidación de las grandes potencias (Francia, Gran Bretaña, Prusia, Rusia, el Imperio Austrohúngaro y, en menor medida, el Imperio Otomano). Estas potencias deciden en las crisis que se produzcan y las soluciones se realizan en función de lo que quieran dichas potencias.
En 1813 en la península italiana se asiste a un fenómeno de carácter nacionalista para proceder al establecimiento de un estado italiano, pero esto es ignorado por parte de las grandes potencias; algo similar ocurre en Alemania.
Este orden que se crea en 1815 comienza a romperse en 1854-56, momento en el que se asiste el primer enfrentamiento entre las grandes potencias, la llamada guerra de Crimea. Durante los años ´20, ´30 y ´40, Europa ha vivido ausente de conflictos entre las grandes potencias, con un proceso de estabilización interna que produce un desarrollo económico, el desarrollo del capitalismo. Esta guerra en Crimea rompe la idea de 1815.
A partir de este momento, el deterioro del concierto europeo es más evidente. Empiezan a producirse grandes transformaciones: expansión y consolidación del liberalismo y del nacionalismo, que rompe el mapa de Viena. En la península italiana se asiste a la creación del Estado de Italia como comunidad política y soberana. También aparece el Imperio Alemán.
En 1871 Alemania ha logrado su unificación con Bismark, quien ha hecho de la guerra el principal instrumento para la unificación (primero con la guerra de los ducados, luego la guerra austro-prusiana y, por último, con Francia). Europa asiste a la creación de un imperio unificado, con gran pujanza económica, militar, política, etc. Es la fuerza emergente de Europa, el Estado con más rigor que se reafirma sobre el continente. A esta fase que se abre en 1871 se la llama la Europa Bismarkiana. Alemania tiene dos políticas en 1871:
- Continuar su política agresiva en lo militar y expansionista.
- Plantear un política en favor del mantenimiento del status quo europeo.
Alemania tiene que digerir todas las transformaciones de 1871. No busca conquistas territoriales sino que se da por satisfecha. Bismark quiere una política de estabilidad porque es desarrollo de Alemania dependía de una estabilidad en Europa. Con ese objetivo, Bismark pone en marcha un proyecto diplomático que va a imperar en Europa entre 1871 y 1891. Durante 20 años Europa va a girar en torno a las disposiciones de Bismark, llamadas sistemas bismarkianos, como conjunto de alianzas que permiten en estos 20 años que Europa tenga paz, nada incompatible con el concierto.
Cuando Bismark caiga en 1891, va a ser imposible seguir con esa estabilidad. La política bismarkiana tiene una obsesión que es Francia que es el principal enemigo de la Alemania de su tiempo. El objetivo fundamental es la estabilidad.
Europa también asiste a otro proceso, que es el fenómeno del imperialismo colonial con su respectiva expansión. Este efecto va a transformar muchas pautas que caracterizaban la vida en 1815. A mediados de la década de los ´70, los estados europeos se embarcan en una carrera ultramarina con un objetivo de control de forma directa de territorios extraeuropeos a los que someten a un proceso colonial. Este fenómeno tiene su máxima expansión en 1885 en la Conferencia de Berlín, donde las potencias coloniales establecen pautas para repartir el continente africano.
Este proceso de reparto va a hacer que, a finales de siglo (1895-1900) no hay zona del globo que no esté sometida a un control y, por lo tanto, a la aparición de un fenómeno de competitividad en la carrera colonial. Esta carrera no es igual en la coyuntura de 1800 que al final del siglo, que ya es imperialismo con dos características a destacar:
- Este proceso de expansión va a hacer que a finales de siglo ya no sea el continente europeo el único objetivo de la política internacional.
- Este cambio va a hacer que las propias relaciones entre países europeos se modifiquen, que se entre en un proceso de rivalidad que determina que esa política de 1815 sea insuficiente para manejar las antiguas relaciones europeas.
TEMA 2. LAS ALIANZAS EUROPEAS Y LAS CRISIS INTERNACIONALES HACIA LA I GUERRA MUNDIAL.
Se pasa de un sistema europeo a uno mundial, es decir, las relaciones internacionales se universalizan con implicaciones geopolíticas importantes. Si en el sistema europeo el poder de los estados estaba en el continente, ahora será en el mar porque es el nudo fundamental de comunicaciones, por ello los estados buscan, de forma manifiesta, el desarrollo de un poder naval, la construcción de flotas más poderosas y potentes, a través de las cuales manifiesten su dominio en el sistema mundial. Y en este sistema que ejercen a partir de 1895 no todos los estados pesan de la misma manera, suponiendo una redistribución del poder internacional. En este ámbito vamos a contemplar unas potencias de primer orden: Gran Bretaña y Alemania y otras dos nuevas potencias emergentes, los EE.UU. y Japón. En un segundo escalón veremos otras potencias que no juegan el papel de las primeras: Francia y Rusia.
Todo esto nos permite esbozar las causas de que va a ser el desencadenamiento de la Primera Guerra Mundial, los orígenes remotos. Estas causas se analizan en tres niveles:
1- Tipo de rivalidad que se produce en el seno del SISTEMA MUNDIAL.
2- el SISTEMA EUROPEO y sus juegos diplomáticos.
3- las CRISIS INTERNACIONALES.
El resultado de la confluencia de estos tres niveles de análisis nos ofrece un panorama caracterizado por la bipolaridad europea que significa que, a partir de 1907, Europa está rota en dos sistemas aliancísticos, dos centros de poder claramente enfrentados y que no están dispuestos a llegar a soluciones definitivas para sus problemas, que van a ir mejorando sus mecanismos militares pensando en el desencadenamiento de un conflicto y que inician una carrera armamentística.
La bipolaridad significa que el concierto europeo que antes dirigía la vida europea ya no existe, se entiende la victoria contraria como una derrota propia. Toda la maquinaria estallará en el verano de 1914. Los dos bloques que se prefigurarán con las crisis serán:
- Imperios Centrales (Dúplice Alianza). Son el Imperio Alemán y el Imperio Austrohúngaro, el eje Berlín Viena, con sus orígenes en Bismark.
- Triple Entente, comprendida por Francia, Inglaterra y Rusia y que se va firmando entre 1892 y 1914.
Cómo se ha llegado a esta situación, cómo intervienen los tres niveles de análisis para llegar a la guerra: lea el próximo capítulo y lo sabrá (906-69-69-69, 100 pts. min.).
SISTEMA MUNDIAL:
El sistema mundial es el telón de fondo que va transformando y enturbiando el clima interno. Es el Imperio Inglés quien, en 1898, se considera la gran potencia mundial, no sólo por los territorios que controla sino porque es quien presenta un poder naval por encima del resto. Para Londres el mantenimiento de la supremacía naval es la clave de su seguridad ya que mantiene conectada la metrópoli con las colonias, controlando las vías marítimas y permitiendo que su nivel de relaciones se mantenga. Históricamente, dos han sido las grandes obsesiones de la política exterior de Londres: la supremacía naval y el equilibrio en Europa.
El problema es que esa superioridad británica se encuentra, a fines de siglo, amenazada, y no por los franceses ni rusos (con los que tiene disputas coloniales), sino por la nueva política alemana. Y, es que, en Alemania, se están produciendo una serie de transformaciones interiores que va a romper los equilibrios sobre los que se movía el ámbito internacional.
En 1890 -91 Bismark abandona la cancillería por una serie de problemas internos que se plantean con Guillermo II, que discrepa con él en política interior y también en cuanto a política exterior. Pero no sólo es Guillermo II, sino también un tejido socio-político y económico que reclama nuevos horizontes. La estabilidad alemana entre 1870-90 supuso un crecimiento económico que reclama participar en todo el proceso imperialista de reparto territorial y económico. Bismark hizo de la estabilidad europea su causa, pero esta nueva clase política creía insuficiente el mapa europeo y dirán que Alemania tiene que emprender un proyecto de política exterior ambicioso, sobre todo en la expansión ultramarina.
Si Alemania desea participar en la carrera imperialista se tiene que dotar de los medios para poder conseguir sus objetivos, por lo que comienza un proceso de construcción naval que le permite ocupar un espacio en el sistema mundial. Pone en marcha los proyectos imperialistas con una flota de guerra, participando más claramente del reparto territorial de Extremo Oriente (Pacífico), pone en marcha unas empresas de carácter económico que lesionan los intereses británicos como la construcción del ferrocarril Berlín-Bagdag, reclamando una presencia en el norte de África.
Entre 1901-02, Londres va a intentar un acercamiento político e internacional con Berlín. Consideran a Alemania como la principal amenaza (económico-política), lo que les conduce a buscar acuerdos con Alemania en los principales ámbitos de disputa pero, sobre todo, en uno: la construcción de la flota alemana. Estos contactos que se producen no tuvieron resultados positivos, Alemania no entendía porqué tenía que negociar con otra potencia su reducción de flota y, para Gran Bretaña, era un momento comprometido porque le obligaba a renovar la suya.
El sistema mundial, por tanto, está caracterizado por esa rivalidad anglogermana.
Para ver más cosas sobre este tema:
- P. Kennedy “Auge y caída de las grandes potencias” (a partir del cap. IV). Madrid 1989.
- P. Kennedy “Diplomacia y estrategia, 1875-1945” (supongo que igual).
SISTEMA EUROPEO.
Estamos asistiendo a una serie de iniciativas que tienen como principal promotor a Francia, una Francia que tiene como Ministro de Asuntos Exteriores a Delcassé quien, desde 1895, tiene un objetivo clave: montar en Europa un sistema diplomático, un juego de relaciones diplomáticas que le permita a Francia salir del aislamiento al que Bismark le había sometido y, si es posible, aislar diplomáticamente a Alemania.
Ese proceso se inicia primero en 1892 con la firma de un convenio militar entre Francia y Rusia, que es el primer acuerdo diplomático importante que Francia firma desde 1875. Pero resulta insuficiente para Francia ya que se plantea el establecimiento de un compromiso diplomático con Gran Bretaña. Este acercamiento a Londres resultaba enormemente difícil por los problemas coloniales que los dos países arrastraban. En 1898 casi se llega al enfrentamiento armado en Fachoda. Por lo tanto resulta imprescindible solucionar antes los problemas coloniales.
En 1904 París y Londres firman la “Entente Cordiale”, que es un acuerdo de naturaleza sólo colonial: los británicos reconocen a Francia el derecho de expansión en el norte de África (Marruecos sobre todo) mientras que Francia les reconoce que Egipto y Sudán pertenece al Imperio Inglés; también incluye una serie de cláusulas diferentes pero poco importantes. La importancia estriba en que el hecho de su firma permite que, a partir de ahora, la rivalidad existente desaparezca y que comiencen a hablar sobre la posibilidad de ponerse de acuerdo sobre la cuestión europea (Bismark alentaba la expansión colonial francesa para que chocase con Inglaterra).
La Entente Cordiale abre una nueva situación en Europa que hará reaccionar a Alemania que se preocupa y tomará iniciativas. Esto es asó porque ve que será sometida a un cerco diplomático con una plasmación geográfica evidente: en 1892 París y Moscú se alían; ahora, en 1904, París y Londres se ponen de acuerdo. Para Alemania, con su aliada Viena, hay un cerco diplomático que es preciso romper. La primera ocasión en que lo intentará será en 1905 con la crisis de Marruecos, lo que nos pone en relación con el tercer nivel de análisis.
CRISIS INTERNA.
Estas crisis serán cinco:
- 1ª Crisis de Marruecos de 1905.
- Crisis de Bosnia-Herzegovina de 1908.
- Crisis de Agadir (Marruecos) de 1911.
- Crisis de las ligas balcánicas de 1912-13.
- Atentado de Sarajevo contra el heredero del I. Austro-Húngaro en verano de 1914.
Esta última crisis jalonará la marcha a la guerra y se explica con elementos coloniales y geopolíticos, pero sólo se entiende bien si se enmarca en el proceso de ruptura del concierto europeo y de alianzas enfrentadas que se acentúan cada vez más.
Las cuatro primeras crisis siempre tuvieron como resultado el triunfo de la vía diplomática, pero la última ya no se resuelve así y determina el inicio de una guerra que, por ese juego de alianzas, pasó de ser un conflicto balcánico a europeo y, por ello, mundial.
1ª Crisis internacional. Crisis de Marruecos de 1905.
Esta primera crisis surge por iniciativa alemana. En esta crisis de 1905 Berlín quiere comprobar la solidez de la Entente Cordiale. Con este objetivo pone en marcha dicha crisis.
En el norte de África (Magreb) Francia era la principal potencia colonizadora deseando un mayor control sobre Marruecos. La Entente le despejó el camino siendo reconocida por Gran Bretaña. En base a ello, París pretende convertir a esta zona en protectorado para controlarlo. Para ello acentúa su presencia económica y militar; sin embargo, salta la diplomacia alemana que cuestiona el proceso y su no participación. Francia alega el statu quo del Mediterráneo pero, a Alemania, le interesa y reclama su participación en el reparto marroquí. El Káiser, que estaba en el Mediterráneo, desembarca en Tánger y asume la defensa de los intereses marroquíes a lo que añade la exigencia de una convocatoria internacional para tratar el asunto. Esto que plantea se complementa, de forma paralela, con un acercamiento a la Rusia zarista (entrevista de Borkoe); el Káiser conferencia con el Zar y plantea el establecimiento de una alianza defensiva en Europa, con un añadido en el que se dice que hará todo lo posible para que Francia quede incluida.
El objetivo de todo esto es dejar a Francia dos opciones: aceptar el ofrecimiento o rechazarlo. Si lo acepta es evidente que se iba a quebrar el acercamiento de París a Londres, tocando la Entente Cordiale; y si lo rechaza quedaría en entredicho la colaboración ruso-francesa.
Este entendimiento germano-ruso quedaría rechazado por la propia Rusia, con lo que fue un fracaso alemán que se acentúa con la solución que se da al tema de Marruecos: Se realiza una conferencia en Algeciras donde Alemania comprueba que, internacionalmente, está sola (exceptuando a Austria) y que el entendimiento franco-británico ha funcionado.
Esta primera crisis es la prueba evidente de que el cerco es sólido y que serán necesarias muchas maniobras para romperlo.
2ª crisis internacional. Crisis balcánica.
En el S. XIX aparecen una serie de estados independientes y la intervención de Rusia y Asutria-Hungría que desean ocupar el espacio dejado por el Imperio Otomano.
A principios del siglo XX asistimos a dos procesos sobre el mundo balcánico: uno protagonizado por las grandes potencias, y otro por los nuevos estados independientes.
1. Las grandes potencias. Los Balcanes están caracterizados por una presencia histórica del Imperio Otomano, que a principios del siglo XX se encuentra en franco retroceso. El espacio que va dejando intenta ser controlado por otras dos potencias: el Imperio Austrohúngaro (Viena) y el Imperio ruso (San Petersburgo). Ambos hacen de esta zona un lugar de interés primordial en su política exterior.
Para los rusos acentuar su presencia aquí significa poder controlar los Estrechos (Bósforo) y lograr más protagonismo internacional con su presencia en el Mediterráneo Oriental.
Para los austríacos era casi una cuestión de supervivencia imperial: en Los Balcanes vivían muchos pueblos eslavos del sur; pueblo, el eslavo, que estaba representado en partes de su Imperio, como Croacia. los eslavos intentaban constituirse, a través de Serbia, en una gran estructura centraliza.
2. Sobre este telón se plantea un nivel de nuevos estados independientes (anteriormente dentro del Imperio Otomano): Serbia, Grecia, Montenegro y Rumania. Todos ellos seguían reclamando una mayor expansión territorial en detrimento de los turcos. Serbia hasta principios de siglo había sido un satélite de Viena; pero a partir de 1903 modifica su política exterior y busca el apoyo exterior ruso; buscando convertirse en el líder del movimiento paneslavo del sur, con vistas a la construcción de un gran estado (incluyendo Montenegro y otros estados).
Esta es la situación en 1908. En este momento Asutria-Hungría con idea que la política serbia es una amenaza para el Imperio; resultando imprescindible dominar a Serbia y acentuar la presencia austríaca en Los Balcanes. Administraba el territorio de Bosnia-Herzegovina (de soberanía turca); e igualmente tenía el dominio militar de la zona de Novia Pazar (región central de Serbia durante la Edad Media). Además, Austria-Hungría puso en construcción un ferrocarril que iba desde Bosnia, por Novi Pazar, hasta Salónica, para impedir la integración de los eslavos y convertirse en el gran eje económico de Los Balcanes.
Para poner en práctica su política Viena toma un objetivo: la anexión de Bosnia-Herzegovina. En 1908 Viena, unilateralmente, se anexiona Bosnia (aunque cede al sultán Novia Pazar). Este hecho enrarece aún más la situación en el mundo balcánico. Además debemos anotar, por otra parte, como Serbia había cambiado sus suministradores de artillería, de Skoda, austríaco, a otros franceses; y como su política se había vuelto más paneslavista con un acercamiento al zar.
Esta medida austríaca estuvo precedida de unas negociaciones secretar entre el ministro de asuntos exteriores austríaco y el ruso: si Rusia permitía la anexión de Bosnia; el Imperio Austrohúngaro estaría dispuesto a sostener las reclamaciones rusas de una apertura de los Estrechos (Bósforo y los Dardanelos) turcos a la flota de guerra de Crimea. Lo que sucede es que tras la anexión Serbia protesta y pide la colaboración de Rusia. El ministro de exteriores ruso da explicaciones sobre las negociaciones; pero a la hora de manifestarse los austríacos dicen que la promesa de apertura de Los Estrechos es falsa y que no está escrita. Este hecho abre una crisis en Rusia y en Serbia contra Viena. Incluso asistimos a movilizaciones de tropas en la zona, debiendo ser la mediación francesa la que modere la reacción de rusos y serbios.
La crisis se cierra, así, con un triunfo geopolítico de Viena, y una humillación de Rusia y Serbia. pero con el convencimiento ruso de que es necesario mejorar su nivel de relación con la Entente Cordial (sobre todo con Francia), ya que los mecanismos de esta alianza han fracasado. Así buscará en los subsiguientes años mejoras diplomáticas. En conclusión el mecanismo de consultas diplomáticas será el mismo que conducirá a la guerra en agosto de 1914.
3ª crisis internacional. Crisis de Agadir (1911).
Al igual que la primera crisis internacional, ésta fue provocada por la diplomacia alemana. Durante las crisis anteriores en el ámbito de Marruecos (ámbito xerifiano), franceses y alemanes han iniciado un colaboracionismo que les permite beneficiarse de la explotación, sobre todo, de yacimientos mineros y construcción de nudos ferroviarios. Pero el colaboracionismo entra en crisis por la exigencia de empresas alemanas en participar en los capitales de las empresas, lo que hace que se rompa la colaboración. Así Berlín esta dispuesto a plantear una nueva crisis por el tema marroquí, y comprobar el grado de cohesión de las relaciones diplomáticas entre París y Londres.
El motivo de la crisis es la actuación francesa, en Marruecos, ante unas alteraciones del orden público producidas en la ciudad de Fez (ciudad del interior). Francia, por el tratado de Algeciras (1906), debía de mantener el orden público en una serie de puertos; pero por mantener el orden público transgredió ciertas cláusulas de Algeciras: intervino en el interior. Esto hizo que Alemania protestase; aunque de una manera distinta a la hecha anteriormente, Alemania va a enviar una cañonera a Agadir, donde desembarcan tropas alemanas con la excusa de proteger intereses y ciudadanos alemanes (1911).
A partir de este momento, y ante esta manifestación de poderío militar, donde ya no es solo la diplomacia lo que intenta solucionar la crisis, los países que se verán inmersos en el conflicto comienzan a variar sus legislaciones sobre el Servicio Militar Obligatorio. Francia, en 1913, lo hace obligatorio de tres años; también vemos variaciones en Alemania y Rusia. Todos estos actos hacen ver a los actores que el conflicto es inevitable.
Junto a este desembarco alemán, Berlín propone una solución negociada al tema: reconocer el Protectorado francés de la zona a cambio de otras compensaciones coloniales en otras partes del África francesa (en el Congo francés fundamentalmente). Este ofrecimiento llevará a que se planteen negociaciones entre Berlín-París-Londres. La solución será un reconocimiento del Protectorado francés por Alemania, que a cambio recibe compensaciones coloniales, pero no todas las que había solicitado. Además durante la crisis los principales implicados comienzan a poner en marcha sus mecanismos de movilización; Francia insistió a Londres que dispusiera su flota en la zona, etc.
En esta crisis, por primera vez, las opiniones públicas de los Estados se manifiestan de forma ultranacionalista y visceral: en Francia la resolución se considera como una vejación del gobierno que ha sucumbido ante Alemania y le ha entregado territorios franceses; por el contrario, en Alemania la opinión pública dice que el gobierno debió de conseguir todo el Congo francés (con la dimisión del personaje que negoció los acuerdos), además de manifestarse muy en contra las Ligas pangermánicas.
4ª crisis internacional. Crisis de las Ligas balcánicas.
Esta crisis se desarrolla entre 1912 y 1913. El punto de partida del desencadenamiento es la debilidad del Imperio turco, todavía en 1912 los turcos controlaban Tracia, Macedonia, Albania y el norte de Grecia. Los jóvenes estados, Grecia, Serbia, Montenegro, Rumania y Bulgaria, buscaban la ocasión para arrebatar al Imperio territorios que consideraban zonas de su expansión natural (allí donde había poblaciones de su nacionalidad). Ante la debilidad del Imperio turco, los estados balcánicos proyectan desencadenar la guerra contra los otomanos y repartirse todo el territorio turco de Europa.
De esta manera la guerra se desencadena con el inmediato triunfo de las Ligas balcánicas sobre Constantinopla. Este triunfo, sobre todo de Serbia, es una amenaza para el Imperio Austrohúngaro, ya que Serbia puede engrandecerse consiguiendo una salida al mar. Para impedirlo Austria-Hungría interviene logrando la creación del Estado de Albania, que surge como un Estado tapón, impidiendo que Serbia se proyecte hacia el Adriático o al Jónico.
Al mismo tiempo los estados que se habían unido para luchar contra el Imperio turco son incapaces de ponerse de acuerdo sobre el reparto territorial; así habrá una segunda guerra entre ellos: Bulgaria contra serbios, griegos y rumanos. Constituyendo esta segunda contienda un triunfo territorial para Serbia, que consigue la principal parte de Macedonia en detrimento de Bulgaria.
En definitiva en esta crisis aunque en la primera parte triunfa Austria-Hungría, en la segunda lo hace Serbia, que incorpora un importante índice de población y controla el importante espacio macedónico.
Todos estos hechos hacen que en 1913 Viena llegue a la conclusión de que ya no es posible ningún tipo de consideración frente a Serbia, es para el Imperio una amenaza geopolítica que hay que barrer del mapa. Además Serbia sigue alentando la construcción de un gran estado de eslavos del sur. Esto es peligroso para el Imperio en dos sentidos: por que dentro de él había poblaciones eslavas (croatas y bosnios), y por ejemplo a seguir por tras minorías que integran el Imperio (húngaros, polacos...). Sin olvidar que el Imperio Austrohúngaro seguía siendo una estructura política supranacional construida a partir de un conjunto enorme de pueblos que estaban bajo la soberanía de Viena o de Budapest. En definitiva la actuación de Serbia podía significar el principio de la desintegración del Imperio, como pasará tras la I Guerra Mundial.
Crisis desencadenante. El atentado de Sarajevo.
El atentado de Sarajevo, a finales junio de 1914, como objetivo tuvo al heredero del trono Austrohúngaro, el archiduque Francisco Fernando; y como autor inmediato a un estudiante bosnio ultranacionalista. Tras el atentado, que tuvo éxito, las potencias comienzan a posicionarse ante las consecuencias del magnicidio. Este asesinato es resultado directo de la política ultranacionalista que se lleva a cabo en la zona; y además constituirá una posibilidad para Viena de terminar con lo que Serbia significaba políticamente.
La medida de Viena es el envío de una nota diplomática a Belgrado, a quienes desde Viena consideran los principales inductores de la tragedia. En esta nota, fechada el día 22 de julio de 1914, Viena exige a Belgrado unas condiciones que permitan esclarecer el atentado y poner los procedimientos para que la situación de inestabilidad termine. La respuesta de Belgrado se hará el 25 de julio.
De la realización de la nota del gobierno de Viena se encarga al ministro de asuntos exteriores del Imperio; pero con la ayuda y apoyo del gobierno alemán, por las implicaciones que pudiera tener el conflicto. para Alemania era importante el liderazgo Austrohúngaro en el orden balcánico, con lo que sostiene firmemente su posición; aunque existiese la posibilidad de conflicto.
La nota serbia, por otra parte, es más de confraternización, pero dejando claro su independencia. En ella se plantea una salida diplomática.
TEMA 3. LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
La última crisis internacional abrirá paso a la guerra. Tras la declaración de guerra de Viena a Serbia, Rusia movilizará, primero parcialmente y luego de manera general, sus tropas. Esto llevará a que Alemania movilice su ejército y exija a Francia una clarificación de sus posturas: en una dura petición Alemania pide de Francia una neutralidad que además le de garantías a Alemania mediante la entrega de ciertas fortalezas. Esto llevará a la movilización de Francia y a operaciones militares de Alemania que violan la neutralidad de Bélgica. Esto último llevará a que Inglaterra entre en el conflicto.
Así pues en agosto ya vemos un conflicto a escala europea, donde por una parte vemos a las potencias centrales, el Imperio alemán y el Austro-Húngaro; y por la otra a la Triple Entente, con el Imperio ruso, Francia e Inglaterra, y subsidiariamente la Serbia invadida.
Todos los protagonistas tenían la certeza que el conflicto iba a ser una guerra, más o menos rápida, que se solucionaría con tres o cuatro batallas decisivas y después de unos meses la contienda daría lugar a una Conferencia Internacional para solucionar el conflicto (al estilo del siglo XIX, como tras Sodowa). Por eso el primer plan militar del Alto restado Mayor alemán era evitar, tanto como fuera posible, un enfrentamiento en dos frentes, para ello violó la neutralidad de Bélgica, para saltarse el dispositivo defensivo francés y conseguir del estado galo un rápido armisticio, tras ello llevar sus tropas a Rusia y conseguir allí también un armisticio.
Sin embargo frente a esto, la realidad fue que el conflicto se prolongó. Militarmente el conflicto se estancó, con lo que hubo un cambio radical en la naturaleza de la guerra y con ello también un cambio en los resultados del conflicto. Por este cambio la I Guerra Mundial va a suponer un giro, una ruptura, en la propia historia de Europa y en el mundo contemporáneo:
1. La guerra, y el carácter que adquiere, supone el inicio del declive de Europa en el sistema internacional: las pérdidas materiales y humanas fueron muy importantes. Los acontecimientos militares decisivos y el desarrollo de la Conferencia de Paz de París estuvieron protagonizados por una potencia extraeuropea: los EE.UU..
2. Históricamente en Europa había habido un conjunto de dinastías que participaban en la política internacional (Habsburgo, Romanov, Hohemzollern), y en 1918 desaparecen, además sus territorios van a cambiar de soberanía: República de Weimar en Alemania; desaparición del Imperio Austro-Húngaro en favor de una serie de estados soberanos; similarmente el Imperio ruso (Estados Bálticos); fragmentación del Imperio turco con la proclamación de la república de Ataturk).
3. Aparición, tras la revolución bolchevique de 1917, de un nuevo modelo político, económico y social como oponente al sistema capitalista.
4. La guerra significó un nuevo orden internacional, mediante la búsqueda de la seguridad colectiva como principio ordenador de la situación internacional.
En definitiva advertimos una profunda transformación entre 1914 y 1918 a consecuencia de los cambios relacionados al cambio de la naturaleza que la propia guerra genera.
Una de las cosas que conviene analizar es ¿por qué se alarga el conflicto? Las causas las podemos encontrar en:
1. En términos generales los Imperios Centrales y la Triple Entente presentaban un equilibrio de fuerzas y recursos militares a poner en funcionamiento de forma inmediata.
2. Este equilibrio traerá un estancamiento de los frentes: el occidental en Francia y el oriental en Rusia. Con este estancamiento los gobiernos y los Estados Mayores comienzan a percibir que el tipo de guerra a la que se enfrentan es totalmente distinta y se deben aplicar unas estrategias diferentes para ganar una guerra que no va a ser rápida.
3. Un claro ejemplo de lo dicho es que la guerra va a ser también una guerra económica, algo impensable hasta entonces, ya que si la guerra se prolonga se debe aguantar y para ello se deben tener los recursos suficientes, tanto en materias primas como técnicos. Esto hará que las economías de los estados beligerantes giren en torno a sus necesidades de guerra.
Socialmente vemos como los puestos de trabajo deberán ser ocupados por las mujeres, quiénes no son movilizadas, lo que propiciará un reconocimiento de la personalidad de la mujer en la participación política.
La guerra económica también supone aplicar un sistema de lucha para asfixiar económicamente al enemigo (actuar contra sus sistema de abastecimiento). En el plano de los abastecimientos los Imperios Centrales estaban en una clara inferioridad: apenas sin colonias y encajonados en el centro de Europa. Así Gran Bretaña pone en marcha un sistema de bloqueo marítimo para asfixiar económicamente a los Imperios Centrales: bloquea el mar del Norte y las principales zonas del Atlántico para impedir el comercio de éstos con los países neutrales. La respuesta, principalmente del imperio alemán, es la utilización de la guerra submarina, mediante el torpedeo de todos los convoyes, civiles o militares, perjudicando el comercio de Gran Bretaña con las colonias u otros estados neutrales. De esta manera Alemania declara el Atlántico Norte como zona de guerra.
4. Por último vemos una internacionalización del conflicto. Los intentos de desequilibrar la situación en el campo de batalla, hará que tanto los Imperios Centrales como la Triple Entente empiecen a buscar aliados entre los países neutrales; para que, con su aporte, incline la balanza. Esto sucede desde el momento en que la guerra se estanca.
a. Primero vemos como en el seno de los Imperios Centrales quedan incluidos dos nuevos aliados: Bulgaria y el Imperio turco. Ambos en los primeros meses.
Bulgaria había sido el Estado que en la última guerra balcánica había quedado diezmado frente a la política serbia y griega, y considera que esta alianza favorecerá sus reclamaciones territoriales en los Balcanes.
El Imperio turco se une a este bloque por su secular enfrentamiento con Rusia y por la importante presencia que en el plano económico, y en el militar, Alemania había ido adquiriendo en este país en los últimos años.
b. Al bloque aliado se van a unir Rumania, Grecia, muy importante el caso de Italia; y en el año 1917 EE.UU..
Rumania por adquisiciones territoriales en torno a Hungría.
Italia tradicionalmente había estado girando en torno a la órbita de los Imperios Centrales, incluso había firmado la Triple Alianza con Berlín y Viena; pero con la guerra de 1914 Italia se declara neutral. Pero Italia es importante por su posición en el Mediterráneo, además de poder considerarla como una potencia (no gran potencia pero sí de primer orden en el Mediterráneo). A cambio de su presencia en la guerra, Italia va a pedir una serie de compensaciones territoriales:
- El Trentino, al norte de Italia, poblado mayoritariamente por italianos, bajo soberanía del Imperio Austro-Húngaro. Buscando la unificación de las poblaciones italianas.
- Pide, por su seguridad nacional, tener una presencia en el Adriático, mediante el control de las principales zonas.
- Albania debe ser protectorado italiano.
- Algunas islas del mar Egeo.
Ni Berlín ni Viena pueden otorgar estas concesiones al gobierno italiano por ser imposibles estructuralmente para Austria-Hungría. Pero los aliados sí lo hacen: el tratado de Londres en abril de 1915 supone la presencia de Italia en el bando aliado a cambio del reconocimiento de todas las adquisiciones territoriales que había solicitado.
Cuando a Italia los aliados le prometen una zona de influencia sobre el Adriático, Rusia, que lo apoya, dice que se está planteando la desintegración del Imperio turco. Así franceses y británicos aceptan las reclamaciones rusas sobre el Imperio turco que consisten en un control de los Estrechos y la ciudad de Constantinopla. Esta cuestión del Imperio turco va a hacer que la guerra adquiera un carácter mundial, ya que estas reclamaciones van a ser aprovechadas por británicos y franceses para ir más allá: la extensión del Imperio turco se prolongaba hasta el Próximo Oriente (actuales Siria, Palestina, Líbano e Irak), zona geopolíticamente muy sensible para los intereses de Gran Bretaña (paso básico de su nudo de comunicación hacia la India a través del canal de Suez; pero además en estos momentos se está manifestando la importancia de los yacimientos petrolíferos, que en los años ´20 y ´30 empezarán a ser explotados por las compañías multinacionales), con lo que decide meter mano al conjunto del Imperio turco en el Próximo Oriente.
Tanto la política francesa como la británica va a ser enormemente interesada, contradictoria en un primer análisis; pero coherente a sus intereses. Los británicos, presentes en Egipto, apoyan el levantamiento de las poblaciones árabes de Arabia contra los turcos presentes en el Próximo Oriente; prometiéndoles que al final de la guerra en la región se podrá constituir una gran nación árabe independiente, y podrán liberar ciudades significativas para ellos como Damasco, Bagdad o Jerusalén.
Junto a esta política franceses y británicos, de forma secreta, van a negociar, a partir de 1916, lo que se conocen como los acuerdos Sytres-Picot (primero miembro de Foreign Office y el segundo francés), mediante los cuáles Gran Bretaña y Francia se dividían el próximo Oriente en dos zonas de influencia: la francesa que comprendía Siria y el Líbano; y la británica que comprendía Palestina, la Transjordania e Irak.
Un tercer elemento que enturbiará todavía más la cuestión es que en 1917, Lord Balfour, ministro de exteriores inglés, va a comprometerse, ante las Comunidades Judías Internacionales a favorecer la creación del Hogar Internacional Judío en Palestina, como reconocimiento a la ayuda que el capital judío había aportado a la guerra contra los Imperios Centrales.
En definitiva en toda esta política estamos asistiendo a un comportamiento de grandes potencias que disponen de territorios poblaciones a través de una diplomacia secreta y siempre a favor de sus intereses y sin tener ninguna consideración. El objetivo fundamental es ganar la guerra y para ello se debía destruir al enemigo.
También debemos tener presente a dos actores internacionales: Japón y Estados Unidos.
1. Japón. Cuando la guerra se desencadena, en 1914, Japón va a entrar del lado aliado. Tradicionalmente había tenido una relación diplomática, más o menos, intensa con Londres (materializada en el acuerdo de 1902). Pero aprovecha la guerra para ocupar las posiciones coloniales que Alemania tenía en el Extremo Oriente y en el Pacífico. Incrementando su poder de gran potencia en este marco geográfico.
2. Estados Unidos. En 1914 se declaran neutrales ante el problema europeo. EE.UU. había confeccionado una política exterior en base al aislacionismo y a los fundamentos de la doctrina Monroe. Por lo primero consideraba que lo que ocurría en Europa no le afectaba directamente. Por la doctrina Monroe consideraba que debía ocuparse por sus intereses en el ámbito del continente americano, no permitiendo en este ámbito la injerencia de las potencias europeas ("América para los americanos").
Pero desde finales de siglo se había transformado en una potencia imperialista y potencia económica; con lo que sus intereses se hallaban muy diversificados a lo largo del mundo. Y cuando los británicos decretan el bloqueo marítimo o los alemanes la guerra submarina se atacaba a los intereses americanos. Así aunque quieren ser políticamente aislacionistas, de hecho no lo son porque lo que ocurre en Europa les afecta.
Los objetivos militares de los Imperios centrales son de carácter maximalista. Están en función de los intereses de Alemania, que busca el establecimiento del control estratégico sobre Europa, la satelización sobre Bélgica para que Francia fuese una potencia vulnerable. Otro objetivo es rechazar a Rusia más hacia el Este y la construcción de una Polonia sometida a los intereses alemanes.
Comparados a los objetivos de los aliados, la conclusión es que por esa guerra no habría posibilidades de una paz de conciliación. La guerra se convierte en aniquilación, en la que no importa que tipo de acciones y armamento emplear para conseguir la victoria, la aniquilación del adversario.
Los EE.UU. se declaran neutrales, la administración demócrata decide declararse así debido al peso de la doctrina Monroe y a la convicción de que EE.UU. debía estar al margen. La necesidad de proclamar la neutralidad es la realidad sociológica que proclaman los americanos. EE.UU. crece con la emigración de los países europeos, se tenía el temor de apostar por uno de los dos bloques por si sería mal interpretado por alguna capa de población. En esta situación de ruptura europea los Estados Unidos pueden ser una fuerza mediadora en el conflicto, que de ser aceptada, supondría el reconocimiento general de los EE.UU. como gran potencia.
La marcha de la guerra estaba suponiendo la violación de muchos principios del derecho internacional en lo que afecta a las potencias centrales. EE.UU. quiere aparecer como el abanderado de esas denuncias neutrales y, por lo tanto, la defensora de las normas y principios que regulaban el comportamiento de los Estados. Esta defensa de los principios morales será clave para entender la política americana de 1917-18.
La realidad es que la guerra afectaba a los EE.UU. mucho más de lo que ellos pensaban en un principio.
Inglaterra en su política de bloqueo marítimo impide el comercio americano en el Atlántico. Alemania, con la guerra a ultranza, supone peligro a los ciudadanos de Lusitania (??). Londres aprovecha la política de bloqueo para conocer quien comerciaba con los norteamericanos.
En 1915 Wilson quiere romper las relaciones diplomáticas con Berlín debido a la situación de Lusitania (??), pero Berlín se compromete a no herir a los ciudadanos lusitanos de origen norteamericano.
Desde el punto de vista económico y financiero, EE.UU. se inclina del lado de los aliados, el comercio con ellos multiplica por cuatro el de los Imperios Centrales y éste desaparece en 1917. Washington intenta restringir pagos y préstamos que se hacían en territorio americano. Estas medidas se flexibilizaron en 1916-17. En este último año se crea un gran sindicato de bancos americanos capitaneados por la banca Morgan, con la finalidad de establecer una ayuda financiera a los aliados. Con los Imperios centrales es mucho menor. Neutralidad política desde 1914, pero no financiera.
El curso de la guerra se mantuvo sin modificaciones a la altura de 1917. A partir de ese año se producen una serie de acontecimientos que dinamizan la guerra, introducen una serie de nuevos aspectos que determinarán un cambio brusco y la finalización del conflicto en noviembre de 1918. Son básicamente tres:
1- Cambio de política en la guerra planeado por el Alto Estado Mayor alemán.
A principios de 1917 el Alto Estado Mayor alemán considera que hay que cambiar la situación porque, si la guerra se prolonga, los Imperios Centrales van a ser quienes más sufran. Esta situación de bloqueo que vivían llevaba a una falta de recursos que afectaba a la población civil que estaba manifestando motines y manifestaciones.
Esta militarización que Berlín quiere dar a la guerra supone también un cambio político dentro de la propia Alemania. El gobierno alemán controlado por los civiles hasta ese momento, se oponía a esta militarización. En el propio Parlamento alemán se aprueban una serie de iniciativas en favor de la paz. Entre enero-verano de 1917 la vida política en Alemania queda bajo el control de los militares.
Alemania pone en marcha de nuevo la guerra submarina a ultranza contra buques británicos o neutrales ya que, tarde o temprano, EE.UU. se implicará políticamente en la guerra.
2- Caída de Romanov y Nicolás V: triunfo de la revolución bolchevique.
En febrero de 1917 se da lugar a un primer movimiento revolucionario que supone la abdicación del Zar; que lleva al poder a una serie de gentes conformándose un doble poder:
- Gobierno provisional.
- Contrapoder, que serán los soviets que progresivamente irán controlando fábricas y la mayoría de la opinión rusa.
Había una incógnita sobre cuál sería la nueva posición de las autoridades rusas sobre la guerra. El nuevo gobierno se mantiene fiel a sus compromisos profesionales. El frente oriental se mantiene, algo vital para Francia e Inglaterra. La opinión pública no se identifica con la guerra y decían que se podía llegar a la paz porque:
- No se había ocupado espacio ruso por parte alemana.
- Esa reclamación sobre los estrechos y Constantinopla les era ajena.
Antes que continuar una guerra, era necesario poder normalizar la situación económica y política en su espacio. Los soviets adquieren una mayor fuerza y dinamismo; en octubre-noviembre de 1917 el soviet de Petrogrado, controlado por Lenin y los blocheviques, derribaron a las anteriores autoridades e implantan un socialismo revolucionario en la antigua Rusia zarista. Planean un decreto sobre la guerra, llamado la paz sin anexiones ni indemnizaciones. Las nuevas autoridades deciden salirse del conflicto y planean una negociación con los Imperios Centrales, la paz unilateral. Durante casi seis meses, las nuevas autoridades (bolcheviques) están negociando con los Imperios Centrales la paz.
Desde noviembre de 1917 hasta marzo de 1918, militares alemanes y austríacos escuchan a las autoridades blocheviques rusas y se firma la paz de Brest Litovsk. Rusia pierde Bielorrusia, Ucrania y zonas limítrofes con el Imperio Otomano y los Estados Bálticos. Sufre una amputación territorial.
Tardan seis meses porque Viena y Berlín están repartiéndose los territorios que antes eran rusos. El cierre de operaciones en el Este intensifica la guerra en Francia.
3- La intervención americana.
Se plantea en febrero de 1917 cuando EE.UU. rompe relaciones diplomáticas con Berlín y se sustancia cuando Wilson solicita en el Congreso que se declare la guerra a Alemania.
La causa por la que EE.UU. entra en la guerra es la política de Alemania con la cuestión submarina a ultranza. "Con el gobierno alemán no hay nadie seguro en el mundo".
Razones por las que EE.UU. entra en la guerra:
1. La política hostil alemana. Traducida en dos campos, el primero es la guerra submarina a ultranza (declarada en Enero de 1917) que dañaba directamente a los intereses americanos. Y la segunda el caso del telegrama Zimmermann, por el cual se veía una intención alemana de aliarse con México contra los Estados Unidos.
2. El componente ideológico: Wilson habla de salvar el mundo para la democracia. No solo porque la política de los Imperios Centrales inclina el conflicto a favor de ellos, y por el debilitamiento de la Entente; sino porque además la Democracia se ve más consolidada con la desaparición de la Rusia zarista.
3. Las implicaciones económico-financieras, como causa fundamental. La guerra económica a ultranza disloca los intereses norteamericanos; y el panorama de debilitamiento de la Entente (a la cuál EE.UU. estaba ligada por las concesiones de créditos importantes) deja ver que no queda más remedio que la ayuda militar.
4. Además EE.UU. entra en la guerra como una gran potencia: quiere fijar lo que, desde su punto de vista, debían de ser lar normas que debían de regir a las potencias en las relaciones internacionales. O sea entra en el conflicto porque buscaba un modelo de lo que tenían que ser las relaciones entre los estados, distintas de lo que hasta ahora eran entre los países europeos. En definitiva Wilson entra en ele conflicto para crear un nuevo orden internacional, esto es un modelo que difiere de las políticas de la Entente y de los Imperios Centrales.
Así Wilson va a dar un estatuto especial a Estados Unidos, no es una potencia aliada sino una potencia asociada del bloque aliado. Demostrando que no comparte los objetivos militares que británicos y franceses han ido elaborando a lo largo de la guerra, prefiere mantenerse fuera y controlar a los países europeos.
La presencia de EE.UU. en la guerra, como potencia asociada, se hace presente en la primavera de 1918 (momento en el que llegan regularmente las tropas americanas. Esto hace que el mapa de la guerra se incline claramente del bando aliado.
Varios son los hechos que determinan que el 11 de noviembre de 1918 Alemania solicite el armisticio, y se certifique la derrota de los Imperios Centrales y el final de la contienda:
1. El aporte militar norteamericano y su consecuente desequilibrio.
2. La ayuda financiera, y económica, que EE.UU. hace en esta fase final del conflicto.
3. Que por primera vez los aliados van a lograr coordinar militarmente sus actuaciones, integrándose en un mismo mando de acción de guerra (mandado por el mariscal francés Foeh), en verano de 1918.
4. El elemento nacionalista. La intervención de EE.UU. y el programa de paz de Wilson supone un auténtico tirón en favor del nacionalismo dentro de los pueblos de los Imperios Centrales, y específicamente en el caso del Imperio Austrohúngaro. Checos, eslovacos, croatas, serbios, bosnios, se van a levantar contra Viena y se declaran en favor de su independencia. Y por lo tanto empiezan a romper desde dentro la estructura del Imperio Austrohúngaro. Este detonante nacionalista tiene como referencia fundamental al presidente W. Wilson y su programa de paz de los "14 puntos", para estos pueblos que luchan por su independencia contra Viena o Constantinopla, este programa es su gran esperanza de conseguir la soberanía política que las potencias europeas les habían negado.
5. La crisis económica interna que van a sufrir los Imperios Centrales ante la falta de abastecimientos y ante la incapacidad de poder continuar realizando el esfuerzo que suponía la guerra.
El 8 de enero de 1918 el presidente Wilson se dirige al Congreso de EE.UU., en un célebre discurso, donde plantea el programa de paz que quiere sacar adelante después de la guerra, proponiendo cuáles son los objetivos norteamericanos para la paz, definida como "justa y democrática". Los cuáles van a ser resumidos en 14 puntos:
1. Pactos de paz preparados abiertamente, conocidos de todos. Se busca una diplomacia abierta frente a los acuerdos secretos europeos.
2. Libertad total de navegación en los mares fuera de las aguas territoriales, tanto en tiempos de guerra como de paz, excepto si los mares son cerrados internacionalmente, evitando que las potencias actúen unilateralmente.
3. Supresión, dentro de lo posible, de ¿?¿?¿?¿?¿? económicos.
4. Intercambio de garantías suficientes de reducción de armamentos, quedando como único límite que los Estados pudieran garantizar su seguridad interior.
5. Solución generosa e imparcial de las reclamaciones coloniales basadas en la igualdad de la soberanía entre los países. Con ello se busca dar una salida al colonialismo, tanto teniendo en cuenta las aspiraciones de las colonias, como los intereses de las potencias.
6. ¿?¿?¿?¿?¿ del territorio ruso para mejorar las relaciones con los rusos, se busca incluir a Rusia dentro del nuevo orden internacional.
7. Evacuación de Bélgica y restablecimiento de su soberanía.
8. Todo el territorio francés debe ser liberado y deben ser restituidos los territorios adquiridos por Alemania en 1871 (Alsacia y Lorena).
9. Fijar las fronteras de Italia sobre líneas de nacionalidad.
10. Los pueblos de Austria-Hungría pueden independizarse y conjuntarse para desarrollarse mutuamente. Se fija el acta de defunción del Imperio Austrohúngaro.
11. Rumania, Serbia y Montenegro deben ser evacuadas. Serbia debe tener un acceso al mar. Fija unas nuevas relaciones en los Balcanes de convivencia pacífica.
12. Asegura a los territorios turcos del Imperio Otomano garantías de soberanía. Declara abierto el paso de los Dardanelos para todas las naciones. Los otros pueblos, los árabes, tendrán también soberanía.
13. Establecimiento de un territorio polaco sobre la base de territorios de población polaca, además se le garantiza un acceso al mar para garantizar su desarrollo. Asegura la integridad del nuevo estado. Polonia, para Wilson, es una cuenta pendiente en la historia europea.
14. Constitución de la Sociedad de Naciones: asociación de naciones para procurar a los estados, grandes o pequeños, garantías de independencia política y territorial. Además es la creación de una institución que sea capaz de fijar los anteriores puntos.
Este programa de Wilson va a hacer temblar a los aliados por dos razones:
1. Wilson había hecho esta declaración sin consultar a ninguno de ellos, era un discurso inspirado totalmente en la política norteamericana.
2. Por el propio contenido del programa, que no recoge prácticamente ninguno de los objetivos de la Triple Entente.
A partir de octubre de 1918 el Imperio alemán va a solicitar el inicio de conversaciones para poner fin a la guerra. Berlín se va a dirigir directamente a Wilson, y este le responde con dos decisiones:
1. La paz que se suscriba tendrá como base sus "14 puntos".
2. La paz que firme Alemania, el armisticio, tendrá que hacerlo un gobierno representativo. Lo que obligaba a la caía de los militaristas que controlaban el gobierno y al propio káiser Guillermo II.
Alemania aceptará el primer punto, ya que lo considera como una salida más flexible que la política de las potencias europeas, y se resistirá en la segunda; sin embargo la cerrazón americana hace que en noviembre de 198 el Reich se hunda, Guillermo II abdique, en Alemania se va a constituir una República.
TEMA 4. LA PAZ DE VERSALLES Y EL NUEVO ORDEN INTERNACIONAL. LA SOCIEDAD DE NACIONES.
Terminada la guerra hay que construir la paz, para ello las potencias vencedoras se van a reunir en una gran Conferencia Internacional (la Conferencia de Paz de París), que dura de enero de 1919 hasta finales de junio de ese mismo año. Durante estos seis meses la Conferencia de Paz de París tiene un doble objetivo:
1. Por una parte debe redactar los tratados de paz que hay que imponer a las potencias perdedoras: cláusulas fronterizas, territoriales, económicas, militares...
2. Establecer lo que es el nuevo orden internacional de posguerra.
La Conferencia se inaugura en un clima de euforia y esperanza; porque fundamentalmente los principios que la van a guiar son los principios del presidente norteamericano Wilson, que ha dicho que la paz será “justa y democrática”.
La Conferencia de Paz va a tener como órganos fundamentales varios:
a. El Consejo de los Diez. En el que están representados las cinco principales potencias vencedoras, cada una con dos representantes: Italia, Gran Bretaña, Francia, EE.UU. y Japón. Con el desarrollo de las sesiones se comprobó que este sistema era escasamente operativo y que había que buscar un órgano decisorio que fuera más eficaz, con lo que se pasó al Consejo de los Cuatro.
b. El Consejo de los Cuatro. Reúne a los máximos líderes de Francia, Gran Bretaña, Italia y EE.UU. VA a ser el auténtico órgano de gobierno de la Conferencia de Paz y en él se toman las principales decisiones.
c. Los Comités técnicos. Son 52 en total, que se encargan de asesorar e informan a los Consejos. Éstos fueron, por ejemplo, las Comisiones sobre la SDN, sobre las reparaciones alemanas; varias sobre asuntos territoriales, crímenes de guerra y contra la Humanidad, sobre la internacionalización de los ríos...
En el Consejo de los Cuatros los máximos líderes discuten cara a cara sobre las decisiones de la paz:
- Por Francia Clemenceau. Presidente del gobierno, político radical, que ha conocido la guerra del año 1871; que va a la Conferencia, por tanto, con un objetivo fundamental: la disminución del poderío alemán sea a través de medios territoriales, económicos o militares. La obsesión por el enemigo común de Francia guía el planteamiento de Clemenceau en las reuniones.
- Por parte de EE.UU. está su presidente Wilson. Por primera vez en la hª un presidente norteamericano se trasladaba a Europa en representación de un asunto oficial. Viene a París con el objetivo de llevar a cabo el cumplimiento de sus '14 puntos”, y específicamente sacar adelante su proyecto sobre la Sociedad de Naciones, el primer órgano permanente, político e internacional que debe institucionalizar la paz.
- Por parte de Italia está su presidente Orlando, que llega a París con un objetivo: el cumplimiento de los acuerdos de abril de 1915 (Tratado de Londres), por los cuales se debe compensar a Italia por su intervención en la guerra.
- George Lloyd como primer ministro británico, cuya preocupación fundamental era evitar lo que consideraba un peligro para la desestabilización europea: la nueva hegemonía francesa. Seguidamente evitar un hundimiento innecesario de Alemania. Además evitar la expansión de la Rusia bolchevique, a la que consideraba como una amenaza, en esto va a obtener el apoyo de Clemenceau. Siempre intentando preservar los intereses imperiales de Gran Bretaña.
Por todo esto la Conferencia de Paz fue un paz dictada por las grandes potencias dentro del grupo de las naciones vencedoras. Además a esta conferencia no se invitó a las potencias derrotadas, con lo que éstas no van a tener la posibilidad de discutir en profundidad, y cara a cara, con los vencedores los términos de los tratados. Así estas potencias ven la paz como una “paz impuesta” que estaba muy alejada de la propia filosofía wilsoniana que se había anunciado en enero de 1918. En definitiva desde el principio la paz “justa y democrática” había comenzado a desvincularse.
Loa aliados, en el Consejo de los Cuatro, mantenían, además, posiciones enormemente alejadas sobre lo que la paz debía suponer. En un primer nivel de discusión estaba la filosofía wilsoniana, que poseía dos principios básicos: el derecho de los pueblos a disponer de sí mismos; y el derecho de autodeterminación, aplicando el esquema democrático a las Relaciones Internacionales. Esta filosofía encuentra, en términos generales, la oposición de los aliados europeos. En un segundo nivel estaba la discrepancia entre los propios países europeos.
El centro del debate de las conversaciones de paz tiene como principales protagonistas a Clemenceau y Wilson, y trata sobre el mapa europeo, sus fronteras, y las reparaciones que Alemania debía pagar. Lo que va a crear una crisis grave en las relaciones francoamericanas; que hará que en abril de 1919 los americanos estén a punto de abandonar las conversaciones de paz.
En un tercer nivel fue la confrontación entre americanos e italianos por el tema de las reclamaciones territoriales que exigía Italia; esta confrontación va a llevar a que Italia tuviera que abandonar las conversaciones de paz (durante mes y medio), y luego firmar lo que le propusieran.
Por otra parte para comprender bien lo que se dilucidaba en París debemos tener presente la tragedia que la guerra ha provocado, y, además, esta tragedia, centrada en Europa (humana y material), está suponiendo el inicio del declive de Europa en el plano internacional; declive que se cierra claramente tras la II Guerra Mundial.
Hay que tener presente que Europa salía agotada de una guerra con más de 100 mill. de muertos y 20 mill. de heridos, siendo el conflicto más largo desde Napoleón. Los pueblos europeos giraron su atención hacia Wilson y su programa de paz, para ellos Wilson era su gran esperanza. Este personaje venía a Europa para sacar su proyecto de paz que se resumía en dos formulaciones:
- La institucionalización de la paz a través de la Sociedad de Naciones.
- Derecho a la autodeterminación de los pueblos.
Lo que ocurre es que, cuando Wilson va a Francia, percibe que sus propuestas de paz no están respaldadas por el resto . Los europeos mantienen posiciones nacionales diferentes, incluso, entre ellos no existían objetivos uniformes. Esto nos lleva a una conclusión y es que la Paz de París se convirtió en la búsqueda de un compromiso entre posiciones discrepantes. Los “Cuatro” tuvieron que ceder en sus posiciones para poder llegar a elaborar los tratados de paz. Wilson cedió bastante para poder lograr la Sociedad de Naciones, porque pensaba que la insuficiencia y las lagunas que los tratados de paz tenían se podrían solucionar en aquel organismo que tendría, a partir de 1920, su sede en Ginebra.
Lo que ocurrió fue que, cuando los pueblos vieron los tratados y el mapa europeo nuevo, comparado con las promesas, quedaron decepcionados y humillados, sobre todo los derrotados pero también muchos pueblos que se implicaron junto a los aliados.
La guerra crea en la conciencia europea un profundo sentimiento de crisis sobre lo que representan los valores occidentales para el mundo. Esto se refleja en todo el pensamiento cultural, científico-filosófico del momento. La base del pensamiento europeo partía de la Ilustración, que venía a decir que el progreso y el desarrollo era continuado en el mundo civilizado, un camino hacia aun mundo mejor. La Primera Guerra Mundial quiebra casi definitivamente esta concepción. Esto está directamente vinculado al período posterior.
Las reuniones de París tienen como primer objetivo los tratados de paz que se elaboran para cada potencia derrotada.
Primero se hizo con Alemania, el más importante porque su contenido prefigura el conjunto de artículos del resto de tratados y también porque, aquí, se incluye el texto fundacional de la Sociedad de Naciones. Será el Tratado de Versalles, impuesto a Alemania. Luego se darán los tratados de Saint-Germain (paz con Austria), Nevilly (con Bulgaria), Trianon (con Hungría) y Sevres (con Turquía).
Todos hacen referencia a pequeños núcleos urbanos en torno a París. El último de ellos nunca será firmado por los turcos y sus disposiciones darán lugar a la aparición de la República de Kemal Ataturk.
El más importante es el de Versalles, que será muy duro para Alemania por las disposiciones territoriales, militares y económicas que imponía a Berlín. Todas estas exigencias fueron entendidas por Alemania como una paz impuesta, una humillación, lo que creó siempre, en Alemania, una posición de revisionismo en los años siguientes. En un principio, Berlín se niega a firmar y se amenaza con la fuerza para que, al final, se firme en Versalles.
Principales disposiciones:
La guía fundamental la lleva Clemenceau, Foch y el resto de políticos franceses que buscan el sometimiento del poderío alemán; la victoria ofrece la posibilidad de cerrar esta capítulo nefasto en las relaciones franco-germanas reduciendo el peligro alemán. Estaban convencidos de que había que ser implacable con Alemania porque, a la larga, creían que habría un desequilibrio en favor de Alemania.
Militarmente, Alemania se queda sin servicio militar obligatorio, prácticamente sin ejército, aviación, marina, artillería pesada...
Territorialmente, se dio lugar aun debate profundo en la conferencia de París. Las nuevas fronteras alemanas se reformarán en dos ámbitos principales:
En Oriente se modifican por la reconstrucción de una Polonia independiente. Esto plantea enormes problemas porque hay, en Polonia, una mezcla muy complicada de población alemana y polaca. Uno de los defensores de Polonia será Francia, que la quiere lo más fuerte posible, lo que significa ignorar a la población alemana. Esto es así porque Francia diseña un sistema de seguridad en entreguerras que pasa por sus “Alianzas de revés”: con Polonia y todos los estados que surgen en la zona, Francia quiere tener buenas relaciones para controlar por la espalda a Alemania y también sería un cordón sanitario con los rusos bolcheviques.
Inglaterra y EE.UU. también la quieren fuerte pero teniendo presente a las minorías alemanas. El resultado final se inclinará del lado inglés i americano; será una Polonia independiente que rompe el mapa alemán, la Prusia oriental quedará separada de la Pomerania y Silesia y, en torno a Danzig, se va a crear una administración internacional controlada por la Sociedad de Naciones. Danzig era la salida fundamental de todo el comercio de la zona y de los yacimientos mineros de la Europa central, será una humillación para Alemania. En el puerto de Guedanzs (Danzig) se crea una comisión internacional porque allí la población alemana era importante y porque EE.UU. y Gran Bretaña no deseaban que el puerto quedase bajo administración polaca por dos motivos: era la salida de una parte del carbón que consumía Inglaterra y porque, si no, tendría una gran influencia francesa.
En occidente también iba a ser complicado, sobre todo en los ámbitos de Alsacia-Lorena, El Sarre y la Renania. El primero no plantea ningún problema pasando directamente a Francia, lo que la enorgullece. Pero los otros serán más complicados, son planteamientos franceses muy duros y exigentes basados en la búsqueda de su seguridad nacional. En Renania busca una seguridad de carácter geoestratético y militar y en el Sarre una seguridad nacional a través de factores económicos.
En 1815, el Sarre era de soberanía prusiana, pero antes fue francés. En 1919 Clemenceau plantea que vuelva de nuevo a Francia y dice que la población era, históricamente, francesa, citando a Luis XIV. En realidad esconde el objetivo de apropiarse de las minas de carbón y hulla de la región. Lo reclama por dos razones: primero como compensación económica porque, cuando los ejércitos alemanes se retiraron de Francia arrasaron los yacimientos mineros y, segundo y más importante, por economía estratégica ya que Francia era históricamente deficitaria en producción de carbón, dependiendo de abastecimientos exteriores. Con Alsacia y Lorena necesitaba más carbón, necesario para ponerse por encima de lo que era la producción alemana y, en base a eso, pide el Sarre. Wilson dice que el Sarre es alemán. Si se entrega a Francia, dice, se arrollarán los derechos a la autodeterminación. El resultado fue que el Sarre quedase, durante quince años, bajo administración internacional (Sociedad de Naciones), se respetaba la soberanía alemana pero quedaba aplazada y, en 1935, la población decidiría su futuro mediante referéndum. Para los franceses las minas de carbón era propiedad del Estado francés.
La Renania es, en realidad, el curso del Rin por Alemania, Francia y Bélgica. El objetivo de Clemenceau es establecer una frontera militar geopolítica. Esto lo definió Foch y llevaría aparejado que la margen izquierda será separada de Alemania, con una semi-independencia quedando vinculada, económicamente, a Francia y Bélgica. Francia aquí se presentó muy dura debido, una vez más, a la geopolítica; entre el Rin y el Mosa no existía ningún obstáculo geográfico importante que pudiera frenar un avance militar alemán, por lo que había que expulsar a los alemanes más allá del Rin. Esto es así por la experiencia militar ya que, en la guerra franco prusiana de 1870 y en la de 1914, las invasiones alemanas se produjeron desde esta zona de la Renania. Wilson y Lloyd George rechazan la propuesta francesa y obligan a Clemenceau a modificar esta situación. El resultado será que la Renania, toda, seguirá siendo alemana pero la orilla izquierda quedará desmilitarizada para Alemania y se establecerá un ejército de ocupación sobre la orilla derecha. Al mismo tiempo se promete a Clemenceau la firma de un acuerdo franco-inglés y franco-americano por el cual, en caso de agresión alemana, Londres y Washington acudirían en ayuda de Francia. Cuando la opinión pública francesa se entero de esto se desató una campaña contra Clemenceau porque se garantiza que Francia ha firmado un acuerdo que no garantiza su seguridad.
La Conferencia de París se centra también en la remodelación del mapa centro y este europeo. Aquí es donde mejor y de forma más clara se aplican los principios wilsonianos sobre los derechos de los pueblos a la autodeterminación. Para tener presente los cambios hay que saber tres realidades:
-1ª La desaparición del Imperio Austríaco, derrotado militarmente y que, además, ha explotado en su interior por el problema de las nacionalidades. Los checos exigen la independencia, como los eslavos, polacos... Progresivamente encuentran el reconocimiento de los aliados.
-2ª Los acontecimientos revolucionarios de la Rusia bolchevique y el intento de imitación de dicho modelo que se produce en Europa (Alemania = espartaquistas; Hungría = Bela Khum).
-3ª La política y los objetivos de Francia sobre esta parte de Europa.
En la segunda cuestión, la concerniente a la Rusia bolchevique, para los europeos se convierte en una amenaza para el nuevo orden que se quiere crear. Rusia no sólo faltó a sus compromisos al salir de la guerra sino, también, desde todos los puntos de vista, su modelo se intentará imitar.
Las potencias aliadas intervendrán en Rusia apoyando a los contrarrevolucionarios en un intento de neutralizar a las autoridades bolcheviques. Cuando los aliados fracasen los europeos occidentales pensarán en establecer un cordón sanitario sobre las fronteras occidentales de Rusia para impedir la proyección de los bolcheviques. Esto explica el apoyo a la creación de las Repúblicas Bálticas, a la independencia de Finlandia, de Polonia y el intento de crear en Europa central estados fuertes como Polonia y Checoslovaquia.
En cuanto a la política de Francia (3ª), el objetivo principal era neutralizar el poderío alemán, que se tiene que hacer tanto en occidente (la cuestión renana) como en oriente. Apoyarán la creación de estados independientes y buscarán el establecimiento de alianzas lo más sólidas posible como instrumento de control sobre Alemania por la espalda. Serán las alianzas “de revés” que pivotarán sobre Polonia y Checoslovaquia.
A la hora de aplicar todos estos elementos y principios en 1919, sucedió que si el principio de las nacionalidades fue el elemento principal que movió a los aliados para remodelar el mapa, observamos que no se llevó igual en todas partes y que se aplicó en beneficio de los intereses de las grandes potencias. El mapa que surge en centro Europa escondió otras realidades distintas.
Los aliados balcanizaron la Europa central, apoyando las reclamaciones de independencia y su reconocimiento inmediato: optaron por fragmentar el Imperio, apoyando la creación de Checoslovaquia, que surge en 1919, pero, este estado, resultó enormemente artificial, la suma de checos y eslovacos. Como el objetivo era que fuese un estado fuerte, se cometieron tropelías. La parte checa estaba, en su composición, formada por un importante grupo de población alemana que habitaba los Sudetes, que eran una cadena montañosa que constituía un objetivo geográfico fundamental para la protección de Bohemia y Moravia, corazón de la República Checa. Esta población, terminada la guerra plantean su deseo de incorporarse a lo que queda de Austria o pasar a Alemania. Esto es ignorado, quedan incorporados a Checoslovaquia porque las montañas eran la seguridad para dicho país y, también, allí estaban las principales industrias que Austria había creado en la región (había 3,5 mill. de alemanes).
Otra región del norte que, históricamente, era polaca fue integrada en Checoslovaquia; es la región de Ostrava donde se situaba un importante emplazamiento de hulla que alimentaba las industrias checoslovacas y por donde, además, pasaba el principal nudo de comunicaciones entre Chequia y Eslovaquia.
También se trazaron las fronteras con Hungría. El sur de Checoslovaquia estaba poblada por magiares. El deseo de crear una Checoslovaquia de fronteras seguras hizo que los aliados trazasen la frontera siguiendo el Danubio, obligando a incorporar a esos húngaros en el nuevo estado. Por lo tanto, es un estado artificial.
Con respecto a Austria, derrotada e independiente, desea incorporarse a Alemania y los aliados se niegan, incluso prohibiendo el Auchluss, otra violación de los principios de las nacionalidades.
Después de la Primera Guerra Mundial nadie duda de que Alemania quedó debilitada porque fue reducida territorialmente, sin colonias, sometida económicamente (por ejemplo perdió sus patentes) y se veía rodeada de nuevos estados. Desde el punto de vista geopolítico esto no es igual; históricamente la proyección alemana hacia el este europeo estuvo frenado por Viena y por la Rusia zarista. Cuando, a partir de 1936, los nazis recuperen el poderío germánico, pudieron iniciar esa proyección oriental sin el bloqueo del Imperio Austrohúngaro y Rusia, son unos estados más débiles a los que se podía someter, más aun si la política occidental se basaba en romper relaciones con Alemania.
El establecimiento de las fronteras italianas.
Italia se metió en la guerra a cambio de anexiones territoriales; Orlando acude a París para obtener el “botín”. El primer punto es el Trentino, en el norte de Italia, donde esas reclamaciones se obtienen. La frontera se establece en la orilla del Breno, de población austríaca (otra violación del los derechos nacionales).
Pero el problema es el Adriático, donde Italia también tenía reclamaciones que quería conseguir. El punto central será la península de Istria, que obtiene. Pero hay un ámbito donde no ceden los aliados, en el Fiume, la actual Riseka, poblada por gente italiana pero en un contexto eslavo. No había sido reclamada en 1915 pero, ahora, lo ponen encima de la mesa. Cuando, en 1915, Italia entra en la guerra, su obsesión era el Imperio Austrohúngaro que, históricamente, le sometía; pero, en 1918-19, ese poder se ha visto fragmentado por lo que su interés pasa a Yugoslavia que quiere ser una potencia del Adriático y, desde esa perspectiva, la zona del Fiume era el punto clave porque controlaba el paso a la península y era la arteria principal donde desaguaba la actividad económica del norte de Yugoslavia y de la República Húngara. Dejar este punto comercial en manos yugoslavas significaba que la ciudad de Trieste y la península giraría en torno a lo que en Fiume se trataba.
Wilson negará el Fiume a Italia y éstos se retiran de las conversaciones. Esto hará que, en Italia, la victoria fuese considerada mutilada, que el triunfo en la guerra se lo robaron en las negociaciones de París y será el caldo de cultivo, unido a una grave crisis económica y social, para la aparición del fascismo.
Junto a todo esto, en París se negocian también cláusulas económicas contra los vencidos, que tienen en el tema de las reparaciones de guerra su punto fundamental. En el art. 251 de Versalles se acusa a Alemania y sus aliados de ser los causantes morales de la guerra y exigen el pago que deberán asumir los derrotados y que afectará a circunstancias que no eran las propias de la contienda. También los derechos infringidos a la población civil se computarán como reparaciones de guerra. Clemenceau y Lloyd George parten de una posición maximalista y, en consecuencia, surge la oportunidad de exigir esto.
Ambos serán moderados por Wilson. Inglaterra también se moderará a la hora de discutir el montante total y los conceptos que como república (o responsable, no sé) de guerra debían incluirse. No se llegó a un acuerdo en París, sino que fue en posteriores negociaciones, sobre todo en Spa, donde quedarían establecidos unos pagos muy exigentes.
Alemania se negará a firmar el tratado por ser muy humillante, siendo precisa una amenaza militar para que, al final, se firme y cree un modelo para el resto de tratados.
TEMA 5. EUROPA EN LAS RELACIONES INTERNACIO- NALES DURANTE LOS AÑOS ´20.
Los tratados repasaban la presencia americana sobre Europa, que se articulaba en dos puntos:
- La Sociedad de Naciones.
- El pacto Renano (compromiso de EE.UU. y U.K. con Francia).
Terminada la Conferencia de Paz, Wilson regresa a su país y, como era preceptivo constitucionalmente, los compromisos electorales que adquirió debían tener el referendo constitucional de las cámaras. El punto clave era la situación del senado americano, que había pasado a manos de los republicanos. Cuando Wilson llega a EE.UU. percibe que los republicanos se oponen a autorizar los compromisos y se plantea un pulso político entre los republicanos y la política de Wilson en diferentes frentes (no era una oposición radical sino dependiendo del ámbito en cuestión). Wilson se cerró en banda a cualquier negociación que pudiera conducir a la reforma de Versalles, sobre todo en lo concerniente a la Sociedad de Naciones que permitiría cuadrar las situaciones mal encajadas de Europa.
Wilson, como todo moralista, intentó convencer a la opinión pública de forma directa mediante mítines. En medio de dicha situación le dio un “flus” y se retiró de la política activa.
Con un presidente debilitado y una opinión pública que no se creía que el mundo pudiera ser justo, las propuestas de Wilson fueron derrotadas y los republicanos sacaron una propuesta en contra de la firma del Tratado de Versalles. Tuvo enormes implicaciones: primero porque abría la puerta al hundimiento de los demócratas, las próximas elecciones las ganarían los republicanos pero, sobre todo, conmocionó a Europa. EE.UU. no estaría presente en la Sociedad de Naciones, donde presionaron más. Además, no suscribía el Pacto Renano, es decir, que ese compromiso de Wilson de apoyo militar a Francia no se daba. Al no firmarse, los ingleses decidieron no garantizar tampoco dicha frontera renana. Esto incrementó la sensación de inseguridad por parte de Francia, que sin otros instrumentos más que Versalles, exigió el cumplimiento íntegro de todas las cláusulas que disminuían el poder alemán y, sobre todo, las reparaciones de guerra. Esto condujo a que, en los primeros años de la posguerra, Francia diseñara hacia Alemania una política muy clara e intransigente porque, además, la retirada política americana sobre Europa coincidió con una política inglesa consistente en que había que reformar bastantes puntos de Versalles, flexibilizando posturas, tratando más moderadamente a Alemania.
La época que se abre para los años ´20 es, en sus primeros años (1920-24) de enorme inestabilidad en Europa, de fuerte deterioro de la realidad internacional, donde los golpes de fuerza y las políticas de poderío se harán más que evidentes.
Este triunfo de las políticas de fuerza quedará explicitado en tres crisis especialmente:
1) Crisis en las relaciones franco-germanas, que conducirá a la crisis del Rhur, ocupación militar francesa de dicha cuenca minera.
2) Ocupación italiana del Fiume.
3) Guerra ruso-polaca de 1920-21 que pone a Varsovia y Moscú por la fijación de sus fronteras. En Versalles la frontera ruso-polaca quedó como un vacío institucional, por lo que se utiliza la vía militar para fijarla.
La más importante y fundamental, en torno a la que gira toda la vida internacional europea, será la de las relaciones franco-germanas y, más concretamente, las reparaciones de guerra que enturbian estas relaciones y ese deterioro también afecta al conjunto de Europa, a la política de Francia con Gran Bretaña y EE.UU.. Además, ese panorama de crisis internacional que vive Europa coincide con un instante en el que el elemento que debía regular las relaciones internacionales, la Sociedad de Naciones, no funciona.
El organismo creado en 1914 instalado en Ginebra tiene unas condiciones muy problemáticas y dubitativas. La Sociedad de Naciones es el primer órgano internacional permanente que tiene como objetivo institucionalizar la paz entre los estados mediante el compromiso entre ellos de una serie de procedimientos y normas. Introduce un nuevo concepto que va a ser su ideal fundamental, la seguridad colectiva, su objetivo. Esta seguridad colectiva se asentaba sobre tres bases principales:
1- El reconocimiento mutuo entre los estados a su independencia política e integridad territorial. Se auto reconocen.
2- Proceso de desarme: los estados se comprometían a, en el seno de la organización, iniciar conversaciones multilaterales para fijar la política armamentística de sus miembros.
3- Recurso al arbitraje entre sus miembros en caso de crisis política o jurisdiccional remitiendo el asunto a La Haya.
Si estos tres puntos se cumplen el mundo sería un lugar maravilloso, amor libre, despiporre, libetinaje y mucho más sexo.
La Europa de entreguerras será muy inestable por las tres crisis. Lo último que hay que tener presente para ver lo que supone la Sociedad de Naciones son las llamadas “sanciones” en el caso de incumplimiento de los mandatos. Pueden ser económicas y/o militares, con voto unánime del Consejo de la Sociedad y que, en el caso de aprobarse, las económicas son obligatorias y las militares pura recomendación.
La Sociedad de Naciones se construye orgánicamente en torno a tres elementos: la Asamblea, donde están representados todos los estados miembros; un Consejo político, en donde hay miembros permanentes y no permanentes, siendo el órgano más importante; y un Secretariado, competente en burocracia manteniendo la permanencia de la institución.
El papel del secretariado es muy destacado, no sólo por las personas (como Dummund o Avenol), sino que, entorno a ellos, se va creando una burocracia y filosofía de lo que es el espíritu de Ginebra. Allí comienzan a trabajar funcionarios que están presentes porque son miembros de la organización y su cometido se explica por su convicción de sacar adelante el proyecto de la institucionalización de la paz, que representa la Sociedad. Creyeron que el entendimiento entre los estados sería posible.
Esto es algo con importantes repercusiones en España porque dos personajes importantes en la Sociedad de Naciones fueron Salvador Madariaga y Pablo Azcárate, que representan ese espíritu ginebrino con importantes papeles (Azcárate se encargaba de los asuntos sobre minorías y refugiados y Madariaga en proyectos de desarme ayudando, también, a resolver una crisis tan importante como la creación de Manchuria). Estos personajes reflejan también la propia tragedia que el mundo de entreguerras representa.
La Sociedad no se dedicó sólo a impedir las guerras con el arbitraje, sino que actuó en otros campos, por ejemplo crearía un organismo específico para atender a las minorías nacionales y los refugiados; arbitró un procedimiento para la cooperación económica entre los estados; intervino directamente para reconstruir la Hungría de posguerra, igual que en Bulgaria; intervino para impedir el tráfico de mujeres y niños; favoreció la cooperación cultural e intelectual entre estados... Sobre un compás que ayudaba a institucionalizar la paz.
Y, esto, corre de forma paralela a un proyecto que afecta a los europeos, que es que, después de la Primera Guerra Mundial, aparecen las propuestas más claras de un pensamiento europeísta y las formulaciones más evidentes que ponen de relieve un proceso de unidad en Europa. Se llega a la conclusión de que, si Europa quiere representar algo internacionalmente, es necesario poner mecanismos de cooperación entre los países europeos, reforzando los vínculos y creando fórmulas federales que hagan a Europa un polo económico de primer orden, que será, a la vez, la mayor garantía para conseguir la paz.
Muchas serán las propuestas europeístas después de 1918, pero la más importante, que se convertirá en proyecto, será la de Aristides Briand (ministro de Asuntos Exteriores francés) que, en 1929 y 1930 la hará pública en la Asamblea general de la Sociedad de Naciones (memorándum Briand), dando a entender que la integración europea estaba vinculada a la institucionalización de la paz que Ginebra planteaba.
Pero todo esto no encajaba bien con los europeos de 1920-25 que se ven sometidos a la inestabilidad, a la utilización de golpes de fuerza, de desconfianza y agresividad que hace que el espíritu de Ginebra no funcione, sobre todo en las tres crisis:
1ª- Desencadenada por Italia, con centro en Fiume. La opinión pública italiana tiene la sensación de que han recibido una paz amputada. La cuestión que más les afecta es el caso de la ciudad del Fiume que consideran italiana al 100% y que debe volver a la soberanía nacional. En este ambiente, grupos ultranacionalistas italianos encabezados por D´Annunzio, ocupan Fiume, lo que crea un problema internacional para Roma, para la Sociedad de Naciones y para Yugoslavia. Este problema coleará hasta 1921; al final serán desalojados por la fuerza, pero plantean la necesidad de que Yugoslavia e Italia se pongan de acuerdo sobre su presencia en el Adriático. En 1922 Mussolini llega al poder y, a partir de 1925-26, fascistiza el Estado italiano y en ese momento comenzará unas negociaciones sobre la Yugoslavia que conducirá hacia el reconocimiento de una actitud hegemónica italiana en la zona.
2ª- La situación entre Rusia y Polonia viene determinada por el vacío jurídico que París ha dejado en la franja oriental, cosa acentuada por impedir que la Rusia bolchevique pueda tener un reconocimiento internacional después de la Primera Guerra Mundial, y por la creación del cordón sanitario. Esto es aprovechado por Polonia que lanzará una agresión militar contra Rusia que les lleva a controlar casi toda Ucrania (Kiev). Esto es respondido por el ejército rojo que llega a las puertas de Varsovia y Polonia será ayudada militarmente por Francia para salvar su existencia. Una fase final establece la paz y las fronteras frágiles entre Rusia y Polonia en torno a los territorios de Bielorrusia y Ucrania.
3ª- Las relaciones franco-germanas son el gran factor de crisis. Es sobre todo por las reparaciones de guerra; una situación en la que Francia se muestra muy dura e impositiva. Sobre todo la Francia del presidente Pointcaré va a extremar y radicalizar su política hacia Alemania.
Pero hay que preguntarse qué factores intervienen para que Francia adopte esta postura maximalista. A este respecto, Francia, que no había obtenido en Versalles los elementos claves para garantizar su seguridad nacional, comienza a ponerse nerviosa porque la evolución de los acontecimientos políticos se estaban volviendo en su contra. Los EE.UU. se retiran de Europa y el compromiso de defender la Renania ya no existe (Pacto Renano); los EE.UU. se han retirado de la Sociedad de Naciones que, para Francia, no garantiza su seguridad ya que no tiene ejército propio permanente y las sanciones son recomendaciones y no obligatorias. Además, Inglaterra quiere abrir un proceso de reconsideración de Versalles; la política británica comienza a reformular lo que es el mapa creado, Lloyd George quiere sacar adelante un plan de estabilización política y económica sobre el continente, que pasa por actuar más flexiblemente sobre Alemania y, también, por una mejor consideración sobre lo que es la Rusia bolchevique. Esto se traduce en unas iniciativas como la de mostrarse flexible con el pago alemán y considerar la presencia de Rusia en las discusiones europeas. Este proyecto de reformulación sobre la realidad europea crea recelos en Francia. Pero hay más: entre los años 1920-21 Alemania está manifestando unos índices de recuperación industrial muy preocupantes para los franceses que sienten el renacer del poderío alemán; unos alemanes que se muestran reacios al pago de las reparaciones de guerra. Francia, viendo su situación, decide aplicar exactamente los términos de Versalles, especialmente las reparaciones de guerra: lo único que le queda. Esto se complica más porque, mientras que Alemania no pague, los aliados no pagan a los EE.UU., por lo que el sistema financiero está distorsionado.
Pero, hay otro elemento que atemoriza más a los franceses: las conferencias que Gran Bretaña hace para reconsiderar el mapa europeo (conferencia de Génova) serán aprovechadas por Berlín y Moscú para firmar el Tratado de Rapallo de 1922, por el cual Alemania y la Rusia bolchevique se reconocen, solucionan los problemas económicos planteados e inician un acercamiento. Es una bomba para la política francesa porque las dos fuerzas “demoníacas” se han puesto de acuerdo rompiendo los equilibrios de Versalles y dejando incógnitas para el futuro.
A fines de 1922 el gobierno alemán manifiesta su incapacidad para pagar las reparaciones de guerra, diciendo que su economía no puede hacer frente a las exigencias de Versalles. Alemania plantea una moratoria sobre su pago. El gobierno francés discute cuál es la política de respuesta ante esta moratoria y dicen que no hay posibilidad de retrasar los pagos, hay que cumplir Versalles al 100%. En base a esto, el gobierno Pointcaré decide, a partir de enero de 1923, desencadenar una operación militar contra Alemania que consiste en la ocupación militar de la cuenca del Rhur, una ocupación en la que se ve acompañada por Bélgica, y el establecimiento de un organismo, un comité interaliado de minas e industria (C.J.M.J.) que debe hacerse cargo de la explotación de los yacimientos mineros del Rhur y, a través de ello, que Francia vaya recibiendo en especie lo que, por reparaciones, Alemania no entrega.
Dos cuestiones: La primera, que Francia emplea el instrumento militar para decir a Alemania que las crisis se resuelven de esta forma. La segunda, Francia va al Rhur, a la zona donde sabe que se está obteniendo la principal fuente de energía para abastecer las industrias alemanas, ataca al corazón de las explotaciones mineras e industriales alemanas.
De inmediato, la política francesa será atacada por ingleses y norteamericanos. No hay respaldo político a esa iniciativa porque, además, se complica mucho. Cuando el ejército franco-belga invade el Rhur, el gobierno alemán ordena a su clase trabajadora la resistencia pasiva, es decir, los incita a no acudir al trabajo a fin de que la industria quede paralizada; esto, deriva, a veces, en actos de violencia y sabotaje lo que empuja a las autoridades militares ocupadoras a una represión con las expulsiones y fusilamientos de los principales responsables de las acciones de resistencia pasiva. Al fin, logran explotar la cuenca del Rhur, objetivo conseguido. Pero, desde el punto de vista diplomático, internacionalmente Francia es derrotada por la reacción inglesa y americana. En torno a 1924, Francia comienza a sentirse aislada por el avispero del Rhur, los EE.UU. siguen presionando para el pago de las deudas interaliadas y los ingleses presionan para que el tema del Rhur pueda solucionarse. En realidad, Inglaterra y EE.UU. van a tomar una serie de iniciativas en lo económico y lo político que permiten una solución no sólo al Rhur, sino también al tema de las relaciones franco-alemanas y por su repercusión al problema económico que se planteaba desde 1920. Desde 1923, la diplomacia americana manifiesta su intención de actuar a través del dólar en Europa como fórmula para solucionar el problema de las reparaciones alemanas y, por tanto, el problema de la deuda interaliada. Esto coincide con una política británica tendente a solucionar el problema del Rhur. Para estudiar esto, se convoca una conferencia en Londres en la que asiste también Alemania junto a Francia y Gran Bretaña. Esto, coincide con un cambio en la política francesa, en el que los sectores de Pointcaré están siendo sustituidos por unos personajes de centro-izquierda que tendrán a su principal representante en Herriot, que coincidirá, a su vez, en Alemania con el protagonismo de Stressemann. Herriot tendrá un continuador con la política de Briand, que considera que la política de dureza no conduce a nada porque aísla internacionalmente a Francia sin que, tampoco, desde el punto de vista económico, tenga la compensación necesaria porque los EE.UU. les presiona.
En Londres se plantea la exigencia de que Francia salga del Rhur, la presencia de capitales americanos en Alemania y el establecimiento de un programa por el cual se flexibiliza el tema de las reparaciones, que podrán ser pagadas por Alemania y que permitirá a Francia pagar a EE.UU.. Esa presencia de dólar estabiliza Europa y tendrá dos momentos: 1924 y 1929, dos programas que quieren flexibilizar las reparaciones, que generen confianza en la vida internacional y estabilicen centroeuropa. Francia abandona el Rhur y estabiliza las relaciones franco-germanas. A partir de 1925 hay un proceso de entendimiento franco-alemán que se extiende al resto del continente y hace que, entre 1925-29, se hable de la gran época de la paz, el gran espíritu de Ginebra. En esos años, se asiste a unas iniciativas internacionales que parten del hecho de la normalización de las relaciones económicas que permiten, en 1925, sacar adelante la filosofía del espíritu de Ginebra (apogeo de la paz).
Este proceso de pacificación tiene un punto de partida que es la resolución de las principales dificultades económicas que conducen a una distensión política, sobre todo franco-alemana, que permitirá una serie de iniciativas internacionales.
La solución de las cuestiones económicas, las deudas aliadas y las reparaciones alemanas vienen dadas por los EE.UU. que se encuentran preocupados por la realidad europea.
A principios de 1920, Europa absorbía el 50 % de las exportaciones americanas y, además, aunque retirados políticamente del continente, seguían teniendo presentes las enseñanzas de la Primera Guerra Mundial: la seguridad europea y los intentos hegemónicos les influía como gran potencia. La inestabilidad europea tenía repercusiones en la libertad de los mares, por ejemplo. Había que estabilizar Europa, sobre todo en la cuestión del Rhur que era el exponente de neohegemonismo francés, alterando el mapa europeo.
En 1924, EE.UU. va a poner en marcha un proyecto económico para Europa que se completa con otro en 1929. Sobre esto, pretenden la normalización económica y estabilidad política. El plan de 1924 supone una inversión de capital americano en Alemania, que reactiva su economía y que, al hacerlo, puede pagar las reparaciones de guerra. Al mismo tiempo contempla una nueva modalidad en el pago de reparaciones que permite a Alemania, de forma más flexible, comenzar el pago sobre los aliados, Francia e Inglaterra, que, a la vez, negocian con EE.UU. el problema de las deudas. Esto significa, según Milza, el establecimiento en las relaciones atlánticas de un triángulo financiero de la paz que permite el flujo de capital sobre el que se construye la distensión política a partir de 1294. Esto lleva, automáticamente, a una distensión política en Alemania y Francia que permite negociar la evacuación del Rhur y, gracias a esa solución del tema, el inicio de un acercamiento franco-alemán que será la auténtica esencia de estos años (24-29). Esto se traduce en diferentes actitudes internacionales desde Locarno (1924) hasta el tratado Briand-Kellog de 1929.
Esta época coincide con nuevos personajes políticos que afrontan las cuestiones internacionales con un nuevo espíritu: Briand y Stressemann. Por cuestiones diferentes los dos están convencidos de que la conciliación francesa y alemana es la clave de la distensión sobre la realidad europea y que, de esa conciliación, Francia y Alemania obtendrán mejores resultados políticos. Briand ha visto como Gran Bretaña y EE.UU. quieren reflotar a Alemania y cómo ésta ha firmado un acuerdo con la U.R.S.S. y cómo, desde el punto de vista industrial y demográfico, Alemania tiene un activo sobre Francia. Así ve que es más válido la conciliación. Stressemann llega a las conclusiones de que las fórmulas de enfrentamiento respecto a Francia no suponen un beneficio inmediato para Alemania. Si Alemania quiere alcanzar unos objetivos, necesita unos instrumentos que no tiene, como insertarse en el sistema europeo creado en 1919. Pero, también esa integración alemana tendrá que ser el mecanismo para neutralizar los elementos más nacionalistas que funcionan en la república de Weimar.
Esto es lo que hace coincidir a estos dos personajes en la conciliación. El primer paso serán los acuerdos de Locarno de 1925. Su elemento clave serán las cuestiones territoriales y fronterizas. Lo que se negocia allí constituyó una campanada diplomática, el hecho de llegar a un acuerdo era el elemento demostrativo de que se llegaba a una nueva fase y permite despejar cuestiones en otros ámbitos (el llamado “espíritu de Locarno”). Se reúnen en Locarno varias potencias europeas: Francia y Alemania acompañadas por Bélgica, Inglaterra e Italia y también una delegación de Checoslovaquia y Polonia.
Los acuerdos de Locarno afectan a dos partes de Europa, occidente y centro-oriente:
- Occidente: Las decisiones de Locarno giran en torno al Pacto Renano. Alemania reconoce libremente las fronteras establecidas en Versalles (1919); además estas fronteras estarán garantizadas por la presencia italiana y británica. La derivación política es el hecho de que, sobre la renuncia, se agilice el proceso de salida de las tropas de ocupación aliadas.
- Centro-oriente: Alemania sigue sin reconocer lo que en 1919 se planteó (la creación de Polonia y Checoslovaquia con población alemana). Sien embargo, sí declara que, en el supuesto de que surjan problemas con estos países, Alemania se compromete a utilizar la vía del arbitraje internacional para solucionar estas cuestiones sobre la Europa centro-oriental. Aquí, Alemania sigue siendo revisionista.
La consecuencia más inmediata será la integración de Alemania en la Sociedad de Naciones, la presencia alemana en unos mecanismos que le permiten jugar de igual a igual con el resto de potencias, mejorando así la recuperación interna de Alemania y, como una cuestión inmediata, el hecho de que se acelerase la evacuación de las tropas aliadas sobre la Renania.
Otro elemento es la actitud ante la U.R.S.S.. Es un cambio de política de las grandes potencias ante dicho país. El resultado es que Alemania participa en el orden europeo pero Rusia también. Los dos elementos excluidos ahora están integrados.
Con la U.R.S.S. se produce un doble cambio. Desde mediados los años ´20, Europa y EE.UU. tienden a un acercamiento con la U.R.S.S. que tiene un primer paso en la firma de acuerdos comerciales y el reconocimiento diplomático y de sus relaciones. Es evidente el fracaso contrarrevolucionario, la política intervencionista en Rusia y ese capitalismo intentan digerir el elemento soviético. Pero también hay una correspondencia por parte de la U.R.S.S.: después de la muerte de Lenin, Rusia vive una lucha por el poder que opone a Stalin y a Troski. Esta lucha responde a dos conceptos distintos sobre lo que tiene que ser la revolución, que se refleja en las dimensiones exteriores de la U.R.S.S. con los capitalistas.
Hay dos posiciones:
- Revolución permanente: Defendida por Troski. Se resume en que las revoluciones tienen el peligro de que, en un momento dado, se burocraticen y pierdan el impulso revolucionario. La derivación inmediata era seguir defendiendo la revolución en el exterior.
- Socialismo en un sólo país: Insiste en la necesidad de proceder a la construcción del socialismo en el interior de Rusia, profundizando en los cambios económicos y sociales conseguidos. Esto se traduce, respecto al exterior, en que el fenómeno de la exportación de la Revolución pasa a un segundo término porque la preocupación principal es lo interno. Es la postura de Stalin.
El triunfo de las posiciones de Stalin determina un deshielo en las relaciones con el mundo capitalista y, por lo tanto, un mejor acomodo de la Rusia soviética en el sistema europeo. Estas posiciones se irán acentuando; a principio de los ´30 ingresan en la Sociedad de Naciones y, sobre todo, ante el peligro de los fascismos en Europa y la constitución de los frentes populares.
Este proceso de distensión, a partir de 1924, entre Francia y Alemania, se traduce en actitudes internacionales de enorme relevancia. Son una serie de intentos por mejorar el funcionamiento de la Sociedad de Naciones, el llamado “protocolo de Ginebra”, que introduce referencias al sistema con la idea de acentuar el sistema de la seguridad colectiva y sustraer competencias a los estados en la organización. Por ejemplo, las sanciones militares eran obligatorias y automáticas (ahora, antes no), el arbitraje político también se hizo obligatorio... El papel de los estados se reducirá a favor de la propia institución (aunque esto fracasa).
Dentro de esta dinámica se inserta, en 1929, un acuerdo que firma EE.UU. y Francia, el pacto Briand-Kellog, según el cual se renunciaba al recurso de las armas como mecanismo de solución de problemas entre estados. Es un acuerdo bilateral que se convierte en multilateral siendo suscrito por más de 15 estados y, aunque EE.UU. no es miembro de la Sociedad de Naciones, logra ser observados permanente en la organización. En 1924, la eficacia de las relaciones atlánticas (el triángulo) introdujo la estabilidad en Europa, lo que condiciona la distensión en el continente. Cuando eso se rompa, todo el edificio se rompe. Las consecuencias de la crisis de 1929 rompen el flujo atlántico provocando, a partir de 1931-32, unas convulsiones sobre la realidad Europea.
TEMA 6. LOS PROBLEMAS EXTRAEUROPEOS.
A partir de 1919, los mundos extraeuropeos adquieren relevancia porque es el fin de la hegemonía europea y también la aparición de la descolonización.
Una circunstancia lleva a pueblos sometidos (política o económicamente) a las directrices de las grandes potencias, a reclamar su espacio soberano en el mundo. Las circunstancias que lo propician son de diversa índole:
- Estos pueblos ya se sienten absolutamente desengañados de la idea de Europa por la guerra.
- La guerra, en si, ha potenciado el desarrollo económico y político de estos elementos, lo que despierta su deseo de libertad.
- Factores ideológicos: Desde dos campos opuestos, el mundo capitalista y del socialismo revolucionario, dos potencias, EE.UU. y U.R.S.S. les han dicho que tienen derecho a la autodeterminación y a romper sus vínculos metropolitanos. Esta idea cala de forma firme y se traduce en los primeros ensayos independentistas.
La descolonización durante los años ´20 y ´30.
La primera hora de las descolonizaciones afecta a Próximo Oriente y al África Central. Estas descolonizaciones están basadas en las ideas wilsonianas de independencias de colonias, y en la revolución bolchevique.
Estas colonizaciones afectan a las colonias alemanas y a la desaparición del Imperio Otomano, ya que sus territorios van a pasar a ser controlados por la SDN. Ésta es la encargada de administrar los territorios, cediéndolos al control de una “potencia mandataria”. Hay tres tipos de mandatos, cada uno con una filosofía; aunque en todos las potencias mandatarias deben ayudar a que en estos territorios se establezcan los mecanismos para la descolonización, debiendo preparar la independencia y autogobierno.
Por otra parte los mandatos también van a realizar una distribución geográfica: va a ver Mandatos tipo A, en los antiguos territorios turcos de Oriente Próximo; Mandatos tipo B, específicamente en las antiguas colonias alemanas de África; y Mandatos tipo C, en África y sobre todo en las colonias alemanas del Índico y el Pacífico. La diferencia entre los mandatos estaba establecida según el grado y desarrollo de la conciencia nacional. En los de tipo A la conciencia nacional estaba muy arraigada y hay posibilidades de un desarrollo económico independiente; los de tipo B y C eran una posición regresiva del tipo A.
En cuanto a los territorios de antiguo Imperio Otomano van a ser el centro de discusión de esta política, principalmente por estar estos territorios en lugares sumamente estratégicos. Francia y Gran Bretaña se van a repartir los restos del Imperio Otomano en el Próximo Oriente en forma de mandatos: para los franceses Siria y Líbano fundamentalmente; para los británicos Irak, Transjordania y Palestina. Aunque hay claras diferencias en torno a las políticas que van a aplicar cada uno de ellos:
a. Francia. Aplica un programa, tradicional en este país, maximalista; va impidiendo el acceso a la independencia que las poblaciones solicitaban.
b. Gran Bretaña. realiza políticas más suaves, siguiendo una política de menor control que los franceses. A lo largo de estos años Gran Bretaña va ampliando las cotas de autogobierno de estos territorios; pero siempre mantendrá el control de los puntos esenciales de la vida interior de estos países.
Irak: en los años ´30 concede la independencia la territorio iraquí pero manteniendo un control militar, y económico sobre los pozos petrolíferos (incluso ayudan en el problema kurdo de Irak en favor de los iraquíes).
Egipto: no es una zona mandataria, los británicos son potencia protectora del lugar, y progresivamente deben hacer frente a las reclamaciones nacionalistas, que en torno a una clase media comercial y burguesía lustrada, se plantean. A lo largo de los años ´20 Gran Bretaña va concediendo cotas de autogobierno; aunque combinando esto con una política represiva en la dispersión de los líderes nacionalistas. Pero además en cuanto a la presencia militar británica en Egipto se mantiene: era esencial el control del canal de Suez (en Egipto habrá presencia militar británica hasta los años ´50 con Nasser).
Palestina: aquí se ven las contradicciones de la política británica durante la guerra: alentar el movimiento nacionalista árabe y conceder al movimiento sionista la posibilidad de construir en Palestina el Hogar Nacional judío. De esta manera tras la guerra comienza un flujo constante de emigración judía a Palestina; la cuál progresivamente va comprando las mejores tierras de los campesinos de la zona. Este incremento demográfico judío genera una situación explosiva entre autóctonos e emigrantes, que dará lugar a situaciones sangrientas como la de Jerusalén del año 1926. Además la política británica, de continuos bandazos, comienza a restringir la emigración judía, inclinándose hacia la población autóctona. tampoco dan ningún resultado las labores de mediación entre las partes. A finales de los años ´30 la situación en palestina llega a un punto de conflicto generalizado entre dos poblaciones, que se mantendrá hasta la II guerra mundial.
Turquía.
A través del tratado de Sèvres (agosto de 1920) al Imperio otomano se le imponían unas enormes pérdidas territoriales en beneficio claramente de Grecia. Este tratado, al igual que otros similares ras la guerra, genera una gran oposición en el interior del país; lo que lleva a la creación de un movimiento político-militar en contra del gobierno y del orden otomano. Así se producirá un golpe de Estado, encabezado por Mustafá Kemla, Atätürk, que se hace con el poder y proclama la República turca. Es un movimiento que acentúa el movimiento nacionalista turco, convirtiéndose Atätürk en el padre de la Turquía moderna.
Se inicia un proceso de reformas internas: carácter laico del Estado; constitución de corte más o menos liberal; modificación de la grafía (europeización de Turquía); y sobre todo el desencadenamiento de una guerra contra Grecia para recuperar los territorios perdidos en 1919 y expulsar a las comunidades griegas del ámbito de Asia Menor. Su ejército no solo derrota a los griegos, directamente apoyados por los británicos, sino que expulsa a las comunidades griegas y recupera buena parte de los territorios cedidos de Anatolia.
El triunfo queda certificado en el tratado, de 1923, de Lausana. Esta guerra, que dura de 1920 a 1923, es la primera modificación militar de los tratados de paz de la IGM, haciendo que el tratado de Sèvres no tenga validez en favor de Lausana. Además el apoyo de británicos abierto a los griegos, y como contrapeso la actuación francesa para neutralizar esta política británica, tendrá otra consecuencia en el ámbito internacional entre las relaciones francobritánicas: los británicos intentarán pasar factura a los franceses con intervenciones constantes en el ámbito sirio y libanés.
Por otra parte el fenómeno nacionalista y descolonizador tendrá dos exponentes claros: Afganistán e Irán, ambos sometidos a la influencia británica y rusa tradicionalmente. La actuación de sentimientos nacionalistas tras la guerra, hará que ambos alcancen la independencia efectiva a finales de los ´20 y principios de los ´30.
Aunque en realidad para hacer efectivo todo el sentimiento descolonizador habrá que esperar al final de la II Guerra Mundial; que es el momento que está clara la decadencia europea; además que el desarrollo de las élites y de la economía en estos territorios colonizados haga posible un proceso descolonizador. de sentimientos nacionalistas tras la guerra, hará que ambos alcancen la independencia efectiva a finales de los ´20 y principios de los ´30.
Aunque en realidad para hacer efectivo todo el sentimiento descolonizador habrá que esperar al final de la II Guerra Mundial; que es el momento que está clara la decadencia europea
TEMA 7. CRISIS ECONÓMICA. OFENSIVAS FASCISTAS Y RETROCESO DE LAS DEMOCRACIAS. HACIA LA II GUERRA MUNDIAL.
Bibliografía.
A. Bullock Hitler y Stalin. Vidas paralelas. Círculo de Lectores 1997.
En los años ´30 va a haber un derrumbe estrepitoso de la situación internacional de paz que se había producido entre los años 1924 y 1929. La causa es que la propia comunidad internacional va a ser incapaz de afrontar las embestidas que se hacen al sistema de "seguridad colectiva" de estos años. Igualmente incapaz de encontrar un sustituto ante la crisis que se da en los años ´30 en todo el mundo.
Los años ´30 van a ser años de crisis generalizada que afecta al orden económico, político-ideológico y a las relaciones internacionales. El punto de partida de la crisis es la catástrofe bursátil de EE.UU. en octubre de 1929. Crisis que se recepciona en Europa, con mayor fuerza, a partir de los años 1931-32. Era una crisis económica que en sí misma poseía fenómenos que la hacían de dimensiones desconocidas hasta entonces; y, además, internacionalmente se agrava por la falta de políticas coordinadas entre los países europeos. La crisis económica desembocará en una crisis social con el incremento del paro y el empobrecimiento de las clases medias. paralelamente se desencadenará una crisis política.
Esta crisis política va a estar concretada en la aparición o consolidación de regímenes autoritarios o fascistas, que se extienden principalmente por el mapa europeo. El fascismo tuvo dos momentos de irrupción: el primero justo con los primeros momentos de la posguerra, en los años ´20; y el segundo, su máxima expresión, en los ´30 vinculado a esta crisis económica y social.
El sistema fascista por una parte se centra en atacar el sistema demoliberal, culpándole de los males sociales y económicos que atraviesan estas sociedades; y, al mismo tiempo, va a acentuar su dimensión anticomunista. El fascismo va a sumergir, en el grado que sea según el país, a Europa en una guerra civil ideológica que estará presente hasta el final de la II Guerra Mundial.
La aparición del fascismo y el totalitarismo va a tener un sello específico en las relaciones internacionales, ya que hacen de su política exterior una de las claves de sus actuaciones. Jugando, además, un papel relevante en la implantación política de los fascismos: van a llevar a cabo una política exterior agresiva, de carácter violento, enormemente desestabilizadora del orden internacional. Las causas de esto son varias:
1. Una de las principales características del fascismo es la existencia de un líder, con lo que van hacer de la política exterior un elemento legitimador para l nuevo líder. Los triunfos en el exterior consolidan la situación del líder dentro del país.
2. En buena medida son países revisionistas, opuestos al orden de 1919; así en sus programas políticos un punto fundamental será el aniquilamiento de dicho orden.
3. Una política agresiva (incluso a veces imperialista económicamente) permite buscar en el exterior una salida a las crisis internas. Una política vinculada a la búsqueda de mercados necesarios mediante la violencia.
4. Cuestión de prestigio internacional; ya que quieren crear su propio orden internacional mediante una política exterior agresiva.
Al utilizar esta vía de política exterior agresiva, lógicamente van a atacar todas aquellas construcciones internacionales que impiden esto, todo aquello que gira en torno a las instituciones de la paz, la "seguridad colectiva" es vista como un elemento que bloquea esta política exterior. Pero debemos decir que tampoco tienen que esforzarse mucho en atacar el sistema de "seguridad colectiva", ya que al hilo de la crisis de los años ´30 este sistema se desprestigió por su propia actuación. El ejemplo claro es la crisis de Manchuria de octubre de 1931, cuando la Sociedad de Naciones es incapaz de evitar que Japón (miembro del Consejo de la Sociedad de Naciones) atacase e invadiese a otro Estado soberano y miembro de la Sociedad de Naciones, China. Aunque la institución quiere poner en marcha sanciones, demuestra su ineficacia ante la primera gran crisis internacional a la que se enfrenta. De esta manera para los fascismos la "seguridad colectiva" no funciona, se vive internacionalmente en la anarquía, e imperando este sistema lo más útil es la fuerza.
Por otra parte debemos de ver la política seguida por las democracias, quiénes debían velar por el orden internacional. Pero van a preferir el entendimiento antes que la oposición frontal a las políticas exteriores agresivas fascistas. Caso claro es la actuación de británicos y franceses con respecto a la Italia de Mussolini hasta 1935; o la de los mismos países con respecto a la Alemania nazi hasta 1939, con su política "de apaciguamiento".
El punto de partida del fascismo son las consecuencias económicas que se van a ver a partir de 1931. Sobre todo en Europa las consecuencias del crack de 1929 se acentúan porque el edificio de paz (entre 1924 y 1929) se había asentado sobre las relaciones atlánticas y fundamentalmente en la presencia económica americana que garantizaba la estabilidad alemana y, con ello, de toda Europa en su conjunto. En 1929 se repatrían los capitales americanos de Europa y se acaba la presencia económica americana en el Viejo Continente disolviéndose el vínculo financiero. En Alemania, en particular, la prosperidad alcanzada a finales de los años ´20, por la presencia americana, se había expandido al ámbito austríaco y desde éste a la zona del Danubio. Todo esto va a derrumbarse.
Pero más esencial es ver la falta de una respuesta común de los países europeos para afrontar la crisis, lo que acentuará sus consecuencias. En 1933, y bajo el auspicio de las Sociedad de Naciones, se celebra en Londres la Conferencia Económica Internacional; cuyo objetivo era la cooperación económica entre los estados como medio para solucionar la crisis. La Conferencia va a fracasar porque no se logra ninguna solución concertada y los participantes están más preocupados por sacar adelante políticas nacionales y proteccionistas para superar la crisis; políticas que distorsionan enormemente las relaciones económicas del mundo.
Pero además el fracaso de esta Conferencia coincide con otro fracaso internacional: la Conferencia Internacional de Desarme de 1933, también auspiciada por la Sociedad de Naciones. En ella las principales potencias se reunieron para proyectar el desarme internacional, punto básico del tratado de Ginebra. Esta conferencia va a estar cuestionada desde el principio por Alemania, donde desde febrero de ese año gobernaba el partido nazi, que incluso va a abandonar la Conferencia. Todo esto va a desencadenar un clima de desconfianza y enfrentamiento. A renglón seguido Hitler someterá a referéndum al pueblo alemán la pertenencia o no a la Sociedad de Naciones, y a finales de 1933 Alemania abandona el organismo.
La llegada del NSDAP al poder en 1933 va a suponer un punto de partida para todo un conjunto de iniciativas y de cuestiones que afectan a la estabilidad internacional (siempre teniendo en cuenta que nos movemos con un marco de fondo de crisis económica). El programa nazi en política exterior era revisionista, expansionista y racista; y cuyos puntos se irán logrando en los años subsiguientes. El programa, sin embargo, se encontraba obstaculizado en un principio por un conjunto de circunstancias:
a. Externas. Alemania, con los nazis, se convierte en un actor internacional aislado diplomáticamente: entre 1933 y 1935 no va a tener apoyos exteriores. Esto llevará a un aplazamiento del programa.
b. Internas. Hitler y el NSDAP, aunque gobernando, encuentran enormes resistencias dentro del ámbito diplomático y militar. Esto hace necesario la depuración de estos aparatos en los primeros años para que el programa pueda llevarse a cabo. Además la posición del nacionalsocialismo se ve condicionada, internamente, por una realidad económica alemana: la necesidad de un rearme estatal para levar a cabo los proyectos, que solo se irán consiguiendo en los años sucesivos.
Esta política exterior, al igual que la de otros fascismos, está precedida, e influenciada, por unos acontecimientos que ocurren fuera del contexto europeo, en Extremo Oriente. Estos acontecimientos van a servir como modelo de actuación de los sistemas autoritarios, violando la "seguridad colectiva". Estos acontecimientos son la crisis de Manchuria (1931-33). En esta crisis vemos el primer atentado grave al sistema de "seguridad colectiva" y a la Sociedad de Naciones: se va a oponer un Japón imperialista y ultranacionalista, a una China imperial miembro de la Sociedad de Naciones. De esta manera va a ser un enfrentamiento entre Japón y el sistema de la Sociedad de Naciones.
En septiembre de 1931, Japón va a ocupar militarmente Manchuria, que pertenecía a la soberanía de China. Japón, que ya dominaba Corea y Formosa, opta por la vía militar para resolver los problemas que la crisis del año 29 había introducido en su sociedad. Esto hará que una consecuencia esencial de esta ocupación tenga un matiz político: un Estado va a optar por la fuerza para resolver una crisis que también es arrastrada por otros países.
La actitud japonesa era paradójica porque este país se había convertido en uno de los firmes defensores del sistema de "seguridad colectiva" y la Sociedad de Naciones. Por ejemplo resaltar la participación concreta en la Conferencia de Washington sobre desarme de la flota de guerra. Además en los años ´20 era un país demoliberal, sin diferenciarse demasiado de los regímenes demoliberales de Francia o Inglaterra.
Pero va a radicalizar su postura optando por una política agresiva exterior. La crisis económica va a golpear a Japón de forma brutal; haciendo que se quiebren los fundamentos internos y externos en los que se había basado su desarrollo. Esta va a ser la causa del crecimiento de una filosofía ultranacionalista, especialmente en los sectores militares, y en ellos sobre todo en la Marina. Estas doctrinas poco a poco van a desplazar a los sectores liberales; además de que a ellas se van a ir incorporando sectores industriales y económicos, los que necesitan mercados externos para mantener el sistema productivo japonés. El crecimiento y triunfo de estas formas se va a realizar en torno a la figura del general Araki, quién certifica el paso a una política agresiva e imperialista.
Tras la ocupación de Manchuria, Japón crea allí un estado títere, Manchukuo, al que somete a su control. Las razones económicas que llevan a Japón a llevar a cabo estos actos son: el ramal del ferrocarril del sur de Manchuria, donde ya anteriormente había presencia, incluso militar, japonesa; los amplios mercados que iba a poseer; las salidas demográficas para su población; su política imperialista... Tras la ocupación China plantea el tema ante la Sociedad de Naciones, o sea que va a utilizar los cauces de la "seguridad colectiva" para que se apliquen las sanciones correspondientes a Japón. La SDN recomienda, como institución la salida de las tropas japonesas. Encarga a la Comisión Lytton el estudio de la situación, y ésta va a condenarla ocupación japonesa; pero a la hora de aprobar las sanciones por el Consejo y por la Sociedad de Naciones en su conjunto, los miembros no lo hacen. Solo se lleva a cabo una condena moral a la agresión; pero sin estar articulada en sanciones militares o económicas. La causa es que estos países van a preferir salvaguardar sus propios intereses (relaciones con Japón) antes que el prestigio de la institución.
En realidad todos se mueven en torno a la política norteamericana, país no miembro de la SDN, que prefiere seguir manteniendo buenas relaciones con Tokio en lugar de posicionarse claramente a favor de China. Así va a llevar a cabo una política de "no reconocimiento", según la cuál no reconoce al estado vasallo de Japón pero no aprueba sanciones. Esta política va a ser adoptada para los países europeos en el seno de la SDN, y esta institución va a quedar enormemente deslegitimizada y, además, y más importante, la crisis de Manchuria fue un ejemplo a seguir por el resto de estados autoritarios o dictatoriales: frente a una agresión militar para resolver problemas, la "seguridad colectiva" no funciona.
Este tipo de agresiones se van repitiendo, progresivamente, por parte de los estados europeos autoritarios en la década de los ´30. Del año 1933 al 1939 podemos estructurarlas en tres etapas:
1. Del año 33 al 35. En 1933 en el estado alemán triunfa el NSDAP, planteándose en esos momentos un interrogatorio sobre la nueva política exterior alemana. En estos momentos las potencias europeas van a poder contener el revisionismo que desde Berlín se plantea sobre la realidad europea.
2. Del año 36 al 38. Se produce un giro de la situación internacional en Europa por la confluencia de los intereses entre Berlín y Roma, con el acercamiento entre la Alemania nazi y la Italia fascista. Este acercamiento se va a producir en un momento de importantes crisis: por un lado de la Abisinia, de 1935 al 1936, la que va a tener un desarrollo y resultado similar a lo ocurrido en Manchuria: agresión italiana a un estado miembro de SDN y la institución que se muestra ineficaz. Y por otro lado la Guerra Civil española (1936-1939), conflicto con enorme proyección internacional.
3. Del año 38 a septiembre del 39. Europa va a ir directamente hacia la guerra a través de una serie de crisis internacionales que alteran radicalmente la situación europea: la anexión de Austria por Alemania en 1938; la crisis de Checoslovaquia desarrollada entre 1938 y 1939; y la crisis polaca en septiembre de 1939 que desencadenará el conflicto a partir de ese mes.
El hilo conductor de estas fases, y el desarrollo de un clima de crisis permanente que Europa vive desde el año 1933, tendría que ver con el triunfo del nacionalsocialismo en Alemania y el desarrollo de una política exterior alemana que va a ir haciendo que se quiebre el sistema de la "seguridad colectiva". Pero junto a este núcleo debemos de tener presente la política que el resto de actores europeos adopta ante el programa exterior nazi; política que va a contribuir indirectamente a que este programa alemán pueda desarrollarse sin grandes obstáculos; ya que va a ser conocida como política de "apaciguamiento" o de "conciliación", a fin de evitar un enfrentamiento con el nuevo poder alemán. Solamente se romperá en el caso polaco en septiembre de 1939; pero una vez que el poderío alemán estaba muy reforzado. El "apaciguamiento" responde a una clara debilidad interna de los países europeos, y a la necesidad de buscar fórmulas de acomodación con Alemania. El caso más evidente lo constituye la política británica de Chamberlain.
En 1933 el NSDAP ya está establecido en Alemania en torno a Hitler, teniendo diseño ya un plan de lo que debería ser la nueva política exterior alemana. Era un programa que poseía una triple característica: racista, expansionista y hegemónico.
Hitler, y el aparato ideológico nazi, consideraban que el mundo era un Estado de naturaleza, donde convivían distintas razas, en continuo enfrentamiento con su medio natural. Pero estas razas se encuentran jerarquizadas, en el vértice de la pirámide estarían un grupo de razas desarrolladas, líderes, entre ellas la raza aria. En un segundo escalón de la jerarquización estarían entre otras la raza mediterránea. Y en la base las razas inferiores. Históricamente las razas superiores irían, en un proceso drawinista, eliminando a las razas inferiores.
En el plano de la práctica política concreta los líderes alemanes debían proporcionar los medios para que al raza aria tuviera garantizada su superioridad. y en este plano concreto la política de Hitler establece tres direcciones:
1. Alemania debería dotarse de los instrumentos de su poderío que habían desaparecido en Versalles (esto era necesario para garantizar el papel ario). Instrumentos que cifraba en el ejército, en la recuperación económica y en el mantenimiento de las fronteras de 1914. Hasta aquí el programa podía vincularse a la tradición política alemana; pero la diferencia la vemos en la introducción de dos nuevas cuestiones: las fronteras de 1914 no garantizan la supervivencia alemana ya que ese año no fueron suficientes; y por tanto esto lleva a que se debe ir más allá, buscando nuevos elementos (que son los subsiguientes).
2. Habrá que incluir en la estructura política del Reich al conjunto de las comunidades germanas dispersas por el escenario europeo, desde as minorías alemanas en el Báltico, en torno al curso del Volga, hasta las comunidades de Los Sudetes, Austria y Polonia.
3. A todo este conjunto se le deben ofrecer unos instrumentos para garantizar su continuidad y supervivencia; dotarles de un “espacio vital” donde se puedan encontrar los recursos económicos y geográficos que permitan la supervivencia y triunfo de la raza aria.
La formulación de estos objetivos y la búsqueda de su consecución serán los que vayan progresivamente rompiendo la situación económica: no solo buscaban, los nazis, terminar con las cláusulas de Versalles, que quizá se hubiera aceptado al no afectar al orden europeo, sino que se iba más allá, se quería la total desestabilización de Europa, Central y Oriental, en beneficio de Alemania.
Pero el desarrollo de este plan, a lo largo del plazo planteado, esta condicionado por circunstancias internas y exteriores, que harán que su desarrollo y ejecución sea conforme a que la situación sea la más positiva posible. En concreto será preciso el fortalecimiento económico y los proyectos de rearme alemán; así las fases por las que atraviese tiene como elemento diferenciador la situación económica alemana y su capacidad de rearme.
1933-1935.
Al llegar al poder Hitler adopta una postura contemporizadora consciente de la incapacidad de llevar a cabo el programa nacionalsocialista por los condicionantes externos e internos. En 1934 intenta una primera anexión de Austria, donde se extienden fórmulas nacionalsocialistas por grupos austríacos, además de la crisis política que se abre en el país por el asesinato del canciller Dolfuss. Esta operación se ve frustrada por la actitud de Mussolini, que pasa a convertirse en el garante de la integridad territorial austríaca.
Ante esto la política de Gran Bretaña y Francia, en términos generales, será hacer de Italia un elemento fundamental de un sistema que tenga controlado a Alemania: convierten a la Italia fascista en el árbitro de la situación europea. La causa es que desde Mussolini tiene el poder ha llevado a cabo una política exterior centrada en la proyección de Italia sobre el mundo balcánico y la Europa danubiana (con políticas más firmes con respecto a Albania). Con la llegada de Hitler al poder, Italia percibe que la nueva política exterior alemana es una amenaza para esta posición. Además Mussolini considera que la clave de todo está en torno a los territorios de Austria, si Alemania se la anexiona tiene abierta la puerta de acceso al mundo danubiano y balcánico (además la política italiana en el Mediterráneo, buscando la hegemonía, todavía estaba poco desarrollada). Así franceses y británicos se apoyan sobre Mussolini para frenar el revisionismo alemán; pero con el peligro de que para frenar a los nazis están respaldando a una potencia dictatorial como al Italia fascista, abriéndose contradicciones que tendrán posteriores consecuencias.
Al margen de esto, Francia desarrolla su tradicional política de intentar fortalecer a Polonia, Checoslovaquia... e incluso plantea un primer acuerdo de amistad y cooperación con la URSS.
En este contexto se produce la primera alteración de Versalles por parte alemana: en marzo de 1935 Hitler anuncia el restablecimiento del servicio militar obligatorio en Alemania, así comienza a recuperar el instrumento de su poder militar. Aunque esto realizado en el marco de negociaciones con Inglaterra sobre desarme naval. También, en 1935, el Sarre pasa a soberanía alemana tras la celebración de un plebiscito donde la población del Sarre ha podido decidir entre Alemania, Francia o su situación de tutela internacional (en este referéndum Francia ha decido no implicarse en base a su política de apaciguamiento).
El restablecimiento del servicio militar obligatorio se consideró un ataque directo a Versalles, lo que levó a una respuesta firme por parte de Italia, Gran Bretaña y Francia; que en abril constituyen el “Frente de Stresa”. Era una declaración conjunta, de carácter político, donde esos países se reafirmaban en su oposición a una rescisión unilateral de los tratados de Versalles, se comprometían a defender la integridad de Austria y seguir trabajando por el espíritu de Locarno (cualquier cuestión que afectase al orden europeo debía resolverse mediante la negociación, en el marco de la SDN). Esta fue la primera respuesta frente al revisionismo alemán, además es una prueba de las limitaciones alemanas en estos momentos.
1936-1938.
El giro empieza a producirse en 1936. Este giro nace por el cambio de la posición italiana, debido a las evidentes contradicciones de un grupo que se formaba por potencias demoliberales y una potencia fascista e imperialista. La clave va a estar en orno a la crisis de Abisinia (la guerra de Etiopía).
Con la acentuación de la crisis económica Italia va acentuar su política mediterránea. Política que ya era evidente en Libia (Cirenaica y Tripolitania), donde está desde 1914. Pero además quiere como punto de referencia a Etiopía. Así Etiopía y el mediterráneo le sirven a Italia como instrumento para la búsqueda de nuevos mercados económicos y sobre todo para la realización de un sueño imperial que Mussolini necesita para vincular su proyecto político exterior con lo que fue el Imperio romano. Además al acentuarse la crisis económica, Italia se da cuenta que su penetración en el Danubio y Los Balcanes no se puede llevar a cabo porque no tiene la capacidad financiera suficiente para acentuarse en estos ámbitos; con lo que debe buscar un imperialismo económico sobre el mediterráneo que se ajusta mejor a sus necesidades y potencialidades.
Desde finales del año 1935 Roma centra su objetivo en Etiopía, marco tradicional italiano en su proyección exterior desde finales del siglo XIX, Adua (1898) fue la gran derrota italiana en el plano colonial.
La guerra de Abisinia, hasta 1936, fue un atentado hacia el propio fundamento de la Sociedad de Naciones. Etiopía acude a dicho organismo para implantar sanciones a Italia.
En el seno de la SDN, Francia e Inglaterra tienen una actitud moderada, Italia será sancionada económicamente, algo que no afecta a las claves de la acción militar sobre Abisinia. Nunca se plantearon sanciones militares. Esta necesidad de seguir manteniendo relaciones con Italia hacen justificar las acciones de Francia y Reino Unido.
Como conclusión hay que decir que, desde la perspectiva italiana, se considera que este ataque por parte de la SDN es incompatible con toda la política europea de freno a las iniciativas alemanas de convergencia con Francia e Inglaterra.
Al final de 1936, supone un nuevo desprestigio para la SDN; Etiopía desaparece y, por otra parte, supone la ruptura moral del bloque Italia-Francia-Inglaterra. A partir de 1936, Italia comienza a modificar su política exterior, el abandono de esa convergencia franco-británica y un acercamiento hacia Berlín con una sintonía ideológica y en lo que son sus políticas exteriores.
Italia va a levantar la hipoteca que tenía en torno a Austria, deja de ser la garante de la independencia y soberanía austríaca.
En segundo lugar, Italia acentúa su acción en el Mediterráneo y, para ello, aprovecha una circustancia que es la Guerra Civil Española (julio 1936). Italia y Alemania aprovechan la guerra para acentuar su proceso de acercamiento.
En 1936 la ruptura del frente de Stressey (??), Hitler ordena la militarización de la Renania (otra violación de los principios de Versalles); también suscribe su primera alianza internacional importante, el llamado Pacto Antikomintern, suscrito por la Alemania del Tercer Reich y el Japón antimilitarista (??). Es un tratado político ideológico en el que se comprometen a frenar la marea comunista cuya difusión está disolviendo el orden internacional. En 1937, Italia entra a formar parte del Pacto.
Un aspecto clave es la Guerra Civil Española, que nos interesa por lo que afecta al ámbito de las relaciones internacionales. El conflicto opone a unos militares rebeldes sublevados contra el gobierno legítimo de la Segunda República, que en ese momento funciona sobre la base de un Frente Popular. Pocos consideraban que en el verano de 1936 la república aguantara. Pero aguanta y España queda dividida militarmente en dos bloques; esta circustancia que de inmediato los países europeos fijen su atención ante los acontecimientos españoles. En España se está concretando el conflicto ideológico que se vive en el continente, oposición de la democracia y de las dictaduras.
La atención que las potencias europeas prestan a la Guerra Civil demuestra el diferente grado de aceptación de las normas y comportamientos. Desde un primer momento, italianos y alemanes se involucran en la guerra sosteniendo al bando sublevado (liderado por el general Franco). Los elementos de implicación alemana e italiana son:
- La implicación italiana es más evidente, para Italia el triunfo del bando franquista debería proporcionar una serie de ventajas políticas y territoriales que asentaran esa expansión mediterránea. Se pensaba en la cesión de una serie de islas o puertos en la zona levantina para convertirse en bases militares italianas.
- La implicación alemana tiene otros planteamientos. No le interesa el triunfo de Franco de forma rápida. Es preferible que la situación en España se estanque, para crar un foco de atención interna. Para Alemania no es su deseo obtener bases sino, sobre todo, el inicio del proceso de rearme internacional. Busca en España un mundo para todo lo que es su política de rearme. Otra razón para estancar la guerra es que Francia va a ser gobernada por el gobierno de León Blum, que también distraerá la atención francesa sobre otros lugares.
Ver: Rafael Pérez García. Franquismo y Tercer Reich. Centro de Estudios Constitucionales 1995.
Frente a esta implicación directa de las potencias de carácter fascista, las democracias, Francia e Inglaterra, van a aplicar una política de no intervención en la cuestión española.
En el caso inglés, esta no implicación se debe a una política general que es la del apaciguamiento. La política de Inglaterra sobre España es un subsistema para evitar conflictos con la Alemania del Tercer Reich. Para Londres, eso de apoyar a un gobierno de Frente Popular, donde los socialistas radicales llevan la voz cantante, no es lógico.
Ver: E. Morales Neutralidad benévola y también, La pérdida de Albión.
La gran aspiración de los republicanos españoles era el apoyo de Francia, gobernada por el gobierno de León Blum. Un año antes de la guerra, la Segunda República firmaba un acuerdo con Francia sobre abastecimiento de material militar y apoyo del ejército. Cuando Madrid solicita el apoyo francés, Francia se ve obligada a abandonar a Madrid y a insistir en la neutralidad en la cuestión española.
Londres y París llegan a una convergencia en septiembre de 1936 con el Comité de no intervención de Londres, al que se suman Italia Alemania y la Unión Soviética, y cuyo objetivo es no inmiscuirse en los asuntos españoles ni entregar material militar.
Este comité fue ridículo porque todos los integrantes continuaron de forma camuflada apoyando a cada uno de los bandos. La Unión Soviética está detrás de todas las brigadas internacionales en defensa de la Segunda República.
La Guerra Civil encona más las dos posiciones, divide más a Europa y plantea la sensación de que los fascismos se están extendiendo aún más por Europa. Franco es un producto de los fascismos alemán e italiano.
La actividad de las democracias ante el Tercer Reich se define como el apaciguamiento, que tiene su principal constructor en la política británica del momento, un política que va a encontrar entre sus principales formuladores a A. Edem Halifar, Chamberlain. El apaciguamiento es un resultado de la propia evolución interna británica. Inglaterra vive las onsecuencias directas de lo que han sido las crisis económica, a la que hace frente, para poder enderezar la situación interna Inglaterra quiere mantener el orden social a través de una economía de ??? económico. Para alcanzar esto, resulta imprescindible la elaboración de políticas presupuestarias anti-inflaccionistas, ajustadas, lo que tenía repercusión en la política de rearme británica del momento y en la proyección exterior. Esto se debe al Servicio Exterior, el Ministerio de Finanzas y los militares; todos reunidos en el gabinete de defensa imperial.
Realmente se plantean una amenaza a la política de Gran Bretaña por parte de Italia, Alemania y Japón. La vía era un rearme condicionado a la situación interna.
Se plantean dos opciones:
- Estar presente en todos los escenarios donde sus intereses estuvieran en juego.
- Intentar buscar un interlocutor con las potencias fascistas para establecer un status quo.
Se opta por la segunda opción tomando como interlocutor a la Alemania nacionalsocialista buscando fórmulas de conciliación con Hitler. Esto se une a que Inglaterra debía rearmarse y privilegiar unos ámbitos de su sistema defensivo frente a otros.
Favorece su aviación y flota naval en detrimento del cuerpo terrestre expedicionario europeo (o ejército de tierra). Esto tuvo una consecuencia y es que el espacio continental debía mantenerse en una situación de statu quo que no llevase a una intervención británica sobre el continente. Suponía despreocuparse de la Europa central y oriental y buscar vías de comunicación con la Alemania nacionalsocialista.
Era preferible otro acuerdo de Locarno en vez de una Entente.
Se reparten zonas de influencia entre Alemania y Gran Bretaña. El caso de Francia va a estar en la igual situación con un agravante, la situación interna, que es más difícil que la inglesa. Daladier será el encargado francés de esta política.
1938-1939.
La situación se caracteriza por las iniciativas alemanas sobre la europa central y oriental que, desde 1938-39, se suceden sin solución de continuidad; primero sobre Austria (marzo 1938, luego sobre Checoslovaquia (Sudetes, septiembre de 1938 y Bohemia y Moravia) y por último sobre Polonia (septiembre de 1939). Estos casos se caracterizan por la construcción de un orden hitleriano sobre la Europa central y oriental. Para Alemania la Primera Guerra Mundial supuso la demostración de que era capaz de plantar cara ante el conflicto, de no ser por Austria y Hungría, claves en la contienda.
Cualquier proyecto hegemónico sobre Europa tenía como paso previo la consolidación de Alemania sobre el control de la Europa central, que consistía en unificar lo que fue de Austria-Hungría (Viena, Praga, Budapest y los espacios polacos). Este control se ejecutará a través de fórmulas concretas o indirectas.
Esta política alemana rompe todas las alianzas de revés con Francia desde 1919 y Checoslovaquia.
Las causas del desencadenamiento de la anexión son:
- Revisionismo alemán que pretendía ejecutarse a través de un golpe de fuerza.
- La anexión supondría el control de los ríos austriacos que dominaban la actividad económica de varios países balcánicos.
- Incorporación del elemento humano que engrosaría las filas del ejército alemán.
Hitler se va implicando en el gobierno de Viena, exige cambios en las carteras ministeriales. Obliga a que el gobierno reclame la actuación alemana para mejorar la situación interna.
En un plebiscito se vota la anexión de Austria a Alemania. El triunfo sirve al nacional socialismo para ir depurando aquellas oposiciones en el aparato diplomático que mermaba el poder de Hitler en el interior de Alemania. Se completa con la crisis de Checoslovaquia, donde las repercusiones tienen un nivel diferente al del caso austriaco. Checoslovaquia había sido un aliado tradicional de Francia; hay una importante minoría de raza germana, situada en los Sudetes. Era el producto típico de la política de Versalles.
Checoslovaquia es un claro aliado francés (alianzas de revés), es un Estado artificial, se ha convertido en un ejemplo de democracia política y participativa. Intervienen otros elementos por el interés alemán en dicho país: en los Sudetes están implantadas las principales defensas militares checoslovacas, hay un deseo de controlar las principales industrias checas (la fábrica de armas Skoda, por ejemplo) que deben servir para mantener el potencial militar que la Alemania de 1938-39 está planteando. Si Checoslovaquia es el pivote sobre el que se crea el sistema de alianzas, su neutralización tendrá un efecto rápido en aquellos países aliados a Francia (Renania...). Para desencadenar todo este proceso sobre Checoslovaquia, el nacional socialismo utiliza las reclamaciones que esa comunidad germana de los Sudetes está planteando; reivindican una autonomía que va a encontrar respaldo en Alemania. Praga se va ciñiendo a esa concesión de autonomía para las poblaciones alemanas y, junto a ello, Alemania (supongo) pide que los alemanes de Checoslovaquia pasen al dominio de Tercer Reich.
Checoslovaquia pide y espera ayuda de Inglaterra y sobre todo de Francia. Londres no se compromete y se rompe el equilibrio del continente porque tampoco quuiere apoyar la política francesa. Francia tampoco ayuda a Checoslovaquia.
En septiembre de 1938 se resuelve esto con los acuerdos de Munich (tripartitos), participando Alemania, Inglaterra y Francia. Las potencias deciden solucionar por si solas la crisis de los Sudetes. La solución es satisfactoria para Alemania: los Sudetes dejan de ser checoslovacos y pasan a ser del Reich. Los cuatro miembros de Munich (más Checoslovaquia, supongo) han salvado al mundo de la guerra, según la opinión pública.
Otro sector de esta opinión pública ve a Munich como una cesión al nacional socialismo, un triunfo para Hitler. Al año siguiente, en la primavera del 39, se plantea la cuestión checa, pero en un grado superlativo. Al haber pasado los Sudetes, ha alentado a otras comunidades dentro del espacio checoslovaco a reclamar su derecho a la libre autodeterminación, caso de los eslovacos en la persona de Tiso. Al propio tiempo ha acentuado las actuaciones de Estado como los polacos y húngaros (¿?). En marzo-abril de 1939, Hitler considera que afecta a la seguridad de los territorios de la Europa central y occidental. Reclama los territorios de Bohemia y Moravia bajo presión militar.
El resultado es la desaparición del Estado Checoslovaco y Bohemia y Moravia pasa a ser controlado por el Reich.
Las democracias occidentales (Francia) son incapaces de mantener sus compromisos diplomáticos y es mejor ponerse bajo el orden europeo impuesto por Berlín. A raíz de la desaparición de Checoslovaquia comienza a hablarse de los peligros de una guerra europea.
El tercer objetivo es Polonia. Desde el verano del 39, Hitler se fija en Polonia. Por una parte tiene la Prusia Oriental en la que viven siete comunidades alemanas.
Francia y Gran Bretaña renuncian a su política de apaciguamiento después de la crisis checa. Según Inglaterra, se asiste a un proyecto de política expansiva y hgemónica; sobre el continente que conduce a una ruptura del equilibrio político y territorial, afectando a la seguridad inglesa.
El siguiente paso es Polonia, que significa el fin de la paz en Europa.
La magnitud del caso polaco induce a buscar apoyos políticos y militares que garantizen la supervivencia polaca. Desde la crisis checoslovaca, Francia e Inglaterra se acercan a Stalin lo que deriva en negociaciones de carácter militar; las discusiones son largas a lo largo de 1939.
Paralelamente, Berlín inicia contactos con la Unión Soviética que tienen una dimensión comercial pero se convierte en alianza. Entre agosto y septiembre de 1939 se van a firmar los pactos Molotov-Ribrentov, que tienen una profunda implicación en estos momentos previos a la guerra. Los pactos tienen varias cláusulas, algunas sólo conocidas después de la guerra. La parte pública plantea un pacto de neutralidad y no agresión entre Berlín y Moscú en un periodo de 10 años. La parte secreta incluye que Alemania y la Unión Soviética se repartirán el ámbito de la Europa oriental y, más concretamente, Polonia.
Estas cláusulas secretas reconocían a la U.R.S.S. una zona de influencia sobre las repúblicas bálticas y la Besarabia.
Desde que se han firmado los acuerdos de Munich, Stalin se mosquea. Para la Unión Soviética hay una intuición de que los europeos están procediendo a un reparto de... (falta una línea).
La Unión Soviética no ignora las discrepancias con el fascismo, pero Stalin está convencido de que el conflicto europeo va a ser inevitable y que es importante que ese conflicto se desplaze hacia el frente oriental contra el occidental. En el intervalo, la Unión Soviética puede seguir un proceso de rearme militar. Stalin no desconocía que se produciría la ruptura entre Berlín y Moscú.
En 1938 Stalin ha sometido a una purga a los principales mandos de su ejército. El ejército rojo estaba capacitado para llevar a cabo conflictos, pero no para enfrentarse contra el nacional socialismo.
Desde 1919 la Rusia bolchevique y posteriormente la Unión Soviética, consideraba que su seguridad nacional estaba cuestionada, y amplía su margen de seguridad nacional. Así las cosas, Alemania, en septiembre de 1939, desencadena su ofensiva sobre Polonia. Al propio tiempo, Stalin se hace con el control de las zonas que se le había prometido.
TEMA 8. LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.
Bibliografía
R. Artola La Segunda Guerra Mundial Alianza 1995. 120 pgs. Evolución de la guerra.
A. Hillgruher II Guerra Mundial. Objetivos de guerra y estrategias de las grandes potencias. 180 pgs. Editado en Alemania en ´70 y en España en 1995. Quizá algo revisionista.
A. Michel Segunda Guerra Mundial. 2 Tomos: uno con los éxitos del Eje y otro con la victoria de los Aliados.
La Segunda Guerra Mundial tiene dos fases claras:
- 1939 a 1941: La guerra es un conflicto europeo que se está desplazando al Mediterráneo.
- 1941 en adelante: La guerra se transforma, se mundializa por dos acontecimientos:
· Porque en el verano la Alemania nacionalsocialista desencadena la guerra contra los Estados Unidos.
· La agresión japonesa a los Estados Unidos en diciembre de 1941, que es el resultado de toda una posición de conflicto que se arrastra desde los años anteriores entre estos dos países.
EE.UU. se compromete políticamente junto a las democracias occidentales en agosto de 1941, cuando Roosvelt y Churchill firman la Carta del Atlántico. Supone el primer documento, pero no permite hablar de lo que será el bloque aliado que desde 1942 va a incluir a la U.R.S.S.
El bloque aliado utiliza el término de Naciones Unidas (U.N.), donde van a tener un papel fundamental los tres grandes (EE.UU., U.R.S.S. y Gran Bretaña). Estos tres a partir de 1941 van a definir su estrategia y objetivos.
Las Naciones Unidas van a definir los objetivos militares y para la paz. Los militares son:
- Rendición incondicional de los fascismos e imperio japonés.
Los concernientes a la paz:
- Construcción de un sistema de seguridad para la posguerra basado en la paz y en la estabilidad.
- Construcción de un nuevo orden internacional que se plantea en la creación de la O.N.U.
Hasta abril-mayo de 1940 no se desencadenan las principales acciones militares, que se corresponden al frente occidental y donde los alemanes llevan la iniciativa.
El conflicto entra en su fase fundamental a parir de la primavera de 1940, y en el frente occidental: se produce una ofensiva sobre Dinamarca y Noruega que se traslada de inmediato al ámbito holandés, belga y francés. Francia cae derrotada a mediados de junio en 6 semanas de combate.
Este éxito arrollador alemán planea las primeras consecuencias inmediatas en la política internacional, la derrota francesa supone una doble ruptura: por un lado moral y por otro militar. Tras los éxitos alemanes la clase política francesa y los militares franceses se dividen entre aquellos (como Paul Reynaud) que plantean la capitulación de Francia, como acto militar y sin consecuencias políticas que comprometan al gobierno, planteando una Francia que podía seguir luchando ya que aunque había perdido el área metropolitana todavía le quedaba el Imperio colonial. Por el contrario otros sectores defendían que en estas seis semanas de lucha se había demostrado que la guerra estaba perdida, ya que Francia había llegado al límite de sus posibilidades; de esta manera se debía capitular ante Alemania abrir un nuevo capítulo en el cual Francia pueda jugar un papel en el nuevo orden europeo que Hitler está construyendo; además al hilo de la derrota francesa, Italia, para complicar más la situación francesa, declara la guerra a Francia y se convierte en beligerante junto a Alemania. Mussolini quiere tener un papel protagonista en el reparto territorial de las colonias francesas (este último sector se queda junto a la figura del general Pétain).
Este último grupo es el que va a sacar adelante la situación de crisis que vive Francia, entrando los del primer grupo en un proceso de oposición y de “resistencia”. Este sector opositor ha intentado ser apoyado por Churchill mediante un proyecto de unión política y económica francobritánica que creaba una misma estructura en estos países con el objetivo de resistir a Alemania.
Alemania va a firmar el armisticio, que divide el territorio francés en tres partes fundamentales:
- El norte básicamente ocupado por los alemanes.
- Una zona libre en torno al nuevo gobierno, colaboracionista, de Vichy.
- La parte en torno a Italia, al sur, ocupada por Mussolini.
El gobierno de Vichy será el encargado de disolver el entramado económico francés (inversiones) en la Europa Central y Oriental, en favor de Alemania.
Esta inclinación de Francia hacia la colaboración encuentra la oposición de sectores que progresivamente se van a apoyar en torno a Charles de Gaulle, quién en junio del año 40 se refugia en Londres y comienza a construir el germen de lo que es la resistencia política y militara los ocupantes colaboracionistas; además de que será la base del gobierno que tras la liberación deberá ocupar el poder. El día 18 de junio de 1940, desde Londres, de Gaulle hace un llamamiento a la resistencia. Es el primer programa político y militar de los resistentes, en él no se acepta la derrota de Francia en la guerra, sino que contra ello se proponía seguir la lucha. Este llamamiento tiene escasa repercusión y junto a él fracasan también una serie de levantamientos en las colonias; pero luego, poco a poco, se irá formando la resistencia.
Tras Francia los objetivos alemanes se centran en Gran Bretaña, a quién somete a una presión militar: la Batalla de Inglaterra, que dura desde agosto de 1940 hasta los primeros meses de 1941 (op. León Marino). Es un intento alemán de neutralizar la capacidad aérea británica, como paso previo a una operación de desembarco (hay que decir que la retirada del cuerpo francobritánico en Dunkerque, fundamental, fue sobre todo gracias a la aviación británica). La política de Hitler hacia Gran Bretaña debemos verla en un contexto diferente a la aplicada con Francia: primero destrucción aérea y luego bombardeos sobre fábricas y ciudades; buscaba conducir a los británicos a la firma de la paz que llevase añadido una colaboración más activa, en el orden europeo hitleriano, que los franceses. Intentaba clausurar, así, e frente occidental para comenzar su operación en la URSS. Esta acción política alemana está descartada desde un primer momento: Churchill adopta la resistencia como clave fundamental del diseño de la política británica, por estas fechas Churchill se dirige a la Cámara de los Comunes con un manifiesto donde establece que la política británica es hacer la guerra total a Hitler, sin parar hasta la victoria.
Ciertamente la Batalla de Inglaterra demuestra que a pesar de los bombardeos a civiles, Inglaterra aguanta y los límites de la acción alemana se ponen de manifiesto.
La caída de Francia también tiene repercusiones en oros ámbitos del continente: en la Europa Oriental y en la política de Stalin, el que esperaba que el conflicto en occidente fuera más prolongado de lo que fue, supusiera un mayor desgaste; sin embargo en el verano de 1940 se ve una Alemania y una Italia que han arrasado en Francia y una Gran Bretaña que s encuentra en situación límite. Y será el potencial soviético el único que puede hacer frente a la política alemana, así Stalin (porque ve una inminente agresión alemana a la Unión Soviética) toma una serie de iniciativas para garantizar la seguridad soviética en 1840 (iguales a las que tomará en 1945):
- Presencia sobre las repúblicas bálticas, donde ya había Ejército Rojo. En estas repúblicas Stalin planea unas exigencias que van a suponer la anexión territorial.
- Se plantea una acción igual frente a Rumania en el tema de Besoravia (que se convertirá en la República Soviética de Moldavia).
- Seguridades frente a Bulgaria y otras zonas del este europeo.
En definitiva desplaza sus fronteras hacia occidente para garantizar mejor su seguridad. Esta presión soviética determina que los países de Europa Central (Hungría, Bulgaria y Rumania) busquen la garantía para su existencia en el orden europeo de Hitler, así los alemanes van a entrar en Rumania y Finlandia.
La caída de Francia también tiene sus derivaciones en Extremo Oriente, donde asistimos desde finales de los años ´30 a un política imperialista de Japón en detrimento de China. Supone la incógnita sobre las posiciones coloniales francesas, y holandesas, en Indochina. Progresivamente Tokio va obteniendo garantías y ventajas de carácter militar y económico (bases militares, explotaciones petrolíferas). En definitiva la caída de Francia y victoria del nacionalsocialismo reafirma el protagonismo internacional de las potencias agresoras y de Japón, con lo que se va a firmar el Pacto tripartito, cuya lectura política es el intento de distribuirse zonas de influencia entre Italia, Alemania y Japón; los territorios sobre los cuales plantean reclamaciones de distinta naturaleza: Alemania, en el orden europeo hitleriano, busca el control de Francia y la Europa Central y Oriental, con una participación limitada de Italia (en este sentido es importante subrayar la posibilidad de Franco, o de Salazar, de entrar en la guerra junto a Hitler para obtener unos beneficios claros); Japón, en Extremo Oriente, busca una zona de co-prosperidad económica japonesa.
Por otra parte la situación del mapa europeo empieza a alterarse: se extiende la guerra al Mediterráneo, ya que Mussolini decide, aprovechando la coyuntura favorable, desencadenar otra guerra paralela para reforzar a los italianos frente a los británicos. Para esto Italia lleva la guerra a África y hacia Grecia. En África Italia moviliza su ejército desde la Tripolitania frente a los británicos posicionados en Egipto; y en Grecia también frente a tropas británicas. Esta intervención es un completo fracaso y obliga a Hitler a ir en apoyo de su socio, se manda al Afrika Korps (Cuerpo expedicionario alemán enviado a África al mando de Rommel); en cuanto a Grecia, Alemania debe interesarse primero pro la cuestión yugoslava para tras esto tomar Grecia.
Hacia 1941 la situación de la guerra se ve afectada por la mayor implicación de EE.UU. en ayuda de su socio británico. La Primera Guerra Mundial había demostrado a Norteamérica el hecho de como sus intereses económicos y geopolíticos y el desequilibrio político y territorial en Europa les podía afectar directamente. La creación de un nuevo orden europeo, sobre la base del fascismo, era visto por EE.UU. como una amenaza para su seguridad; que se veía, la amenaza, acentúa por una serie de acontecimientos en Extremo Oriente, con el intento de implantación de un nuevo orden regional japonés de base imperialista. Así, como dirán los miembros del Departamento de Estado americano, EE.UU. está perdiendo las dos claves de su seguridad nacional: una Europa liberal y democrática, la primera barrera de seguridad americana; y su papel, al mismo tiempo, como potencia regional en el Pacífico.
La administración Roosevelt (Franklin Delano) decide actuar para sostener financieramente a Gran Bretaña, a través de un procedimiento llamado “préstamo-arriendo”, mediante el cual se permitía al presidente alquilar, prestar o vender todo tipo de material a un país considerado como clave para la seguridad estadounidense. Los beneficios de este procedimiento se destinan a G.B., quien encuentra el vínculo básico para sostener su esfuerzo de guerra. Aunque esta fórmula tiene compensaciones para EE.UU., como que las tarifas imperiales de la Commonwealth empiezan a rebajarse en beneficio de la introducción del comercio americano, entre otras.
Esta implantación americana en la guerra se va a ver de inmediato completada, en agosto del año 41, con la llamada Carta del Atlántico (14-8-41). Es un documento que suscriben Churchill y Roosevelt en Terranova, es el primer paso o base de la alianza política del bloque aliado (punto de partida de las resoluciones que irán conformando el bloque aliado). Con él, además, se certifica la pérdida, desde el punto de vista político, de la neutralidad estadounidense en la guerra. la carta consta de ocho puntos, que representan los fundamentos de futuras políticas nacionales de ambos países. En ellos se habla de la paz tras el final de la guerra, tras la destrucción del nazismo. Incluso se menciona un sistema de seguridad general permanente; ademas del rechazo a los engrandecimientos territoriales, rechazo a la fuerza, insistencia en la cooperación económica y social. Muy importante es el 8º que trata de la implantación de un sistema de garantías. Este documento pone las bases de la alianza de las Naciones Unidas. Desde otro punto e vista tiene gran importancia porque Roosevelt promete a Churchill que en el caso de un conflicto entre EE.UU. y Japón, la prioridad estratégica siempre será la del frente europeo.
La carta del Atlántico se ve completada, en enero de 1942, con la llamada Declaración de las Naciones Unidas, a la que se vincula la URSS, en guerra, y un conjunto de países (Canadá, parte de Latinoamérica, Noruega, Polonia. África del Sur, Australia...), que añaden dos puntos complementarios a la Carta del Atlántico:
1. Cada gobierno usará todos los medios económicos y militares para luchar contra el Pacto Tripartito.
2. Se prestarán colaboración mutua entre ellos y no firmarán por separado ni armisticios, ni declaraciones de paz.
De esta manera se buscaba el fortalecimiento del bloque aliado (Naciones Unidas) y la derrota total del nazismo.
Esta declaración se hace en un contexto donde la guerra se había mundial izado: con las agresiones de Alemania a la URSS, y de Japón a los EE.UU.:
a. Alemania/URSS. En 1939 ambos países se prometían neutralidad, la cual era meramente coyuntural para los nazis. Desde diciembre de 1940 Hitler pensaba en desencadenar la ofensiva contra Stalin, entendida como necesaria porque la derrota soviética empujaría a los británicos a suscribir la paz; además de que la agresión estaba contemplada en el plan de expansión nacionalsocialista.
Alemania va a ir instalando en países que se han convertido en aliados (Bulgaria, Rumania y Finlandia) y en junio de 1941 empieza la invasión de la URSS (op. Barbarroja). Invasión que tiene unos resultados iniciales fulgurantes: derrotas soviéticas en Smolensk y Kiev, incluso llegan unidades alemanes a las puertas de Moscú. Se abre una incógnita sobre la propia desaparición de la URSS, apoyada con la desaparición física de Stalin. Pero Stalin va a reaparecer en la declaración del 3 de julio de 1941; en ella se insta a la resistencia, se plantea de “tierra quemada” para que los invasores no puedan usar ningún recurso soviético. Además se busca la colaboración de otros países de Europa y América, y se plantea una movilización general (“nacional”).
Después de unos primeros momentos muy duros, la URSS empieza la resistencia. Transporta las tropas de Siberia, desmantela las principales fábricas occidentales y as traslada a Oriente; y, sobre todo, va a contar con el respaldo de Occidente: en julio de 1941, británicos y soviéticos firman un tratado de alianza, que vincula la suerte de las armas de ambos países. Y en octubre de ese mismo año, Roosevelt decide incluir a la Unión Soviética en el sistema de préstamo y arriendo, quedando incluida como país esencial para la seguridad americana. Esta inclusión va a establecer un nivel de comunicación entre ambos para el abastecimiento americano a la URSS (con el cordón umbilical en el ámbito iraní). Todo esto hará que en enero de 1942 la Unión Soviética suscriba la Declaración de la Naciones Unidas, formándose el bloque aliado en torno a la URSS, EE.UU. y G.B. Del mismo modo Stalin adopta medidas para favorecer su comunicación con el bloque occidental, como al disolución del Komintern e impone a los comunistas norteamericanos una actitud patriótica en defensa de su país.
b. Japón/EE.UU.
Empieza con la agresión japonesa en diciembre de 1941 (Pearl Harbour). Desde el momento que Japón había acentuado su proyecto expansionista, EE.UU. empieza a adoptar una política de presión contra Tokio, que consiste en embargos económicos contra Japón y solicitar a Tokio que evacue los territorios que en Extremo Oriente controlaba desde el año 1931 (con la agresión a Manchuria). Todo esto enrarece las relaciones entre Tokio y Washington, más duras desde que Tojo (Hideki) se hace con el poder. Será bajo su mandato cuando se desencadene la guerra.
El objetivo de Japón, con el ataque a Pearl Harbor, era obtener una superioridad militar suficiente para consolidar el control, de territorios sobre el sudeste asiático y crear un perímetro defensivo en torno a sus nuevas adquisiciones territoriales (desde la isla de Sakhaline, al norte de Japón, hasta Birmania; controlando Hong-Kong, Borneo, Tailandia y Filipinas); amenazando directamente a Australia y La India. El ataque japonés a alguna base americana era esperado por éstos, era el incidente que necesitaban para entrar en la contienda.
Tras el ataque alemanes e italianos declaran la guerra a EE.UU.
Así se configuran dos bloques claros en el conflicto:
1. El pacto Tripartito (el Eje). No tiene ningún elemento ara coordinar sus operaciones militares: las operaciones europeas van por una parte y las asiáticas por otra. Con el agravante que Japón y la URSS tienen firmado un acuerdo de neutralidad que impide la guerra entre ellos.
2. El bloque de las Naciones Unidas (los aliados). Dominan las principales rutas marítimas y continentales; y, sobre todo, tienen desde la Carta del Atlántico un instrumento o vínculo de relaciones políticas y militares entre ellos, que se va poniendo de manifiesto en la guerra en las “conferencias aliadas”, donde se perfilan las estrategias y se discuten las discrepancias. De estas conferencias se tienen presente, sobre todo, tres por las consecuencias que tuvieron posteriormente: la conferencia de Teherán de diciembre de 1943; la de Yalta en febrero de 1945 y la de Postdam, en las afueras de Berlín, en julio-agosto de 1945. En ellas se reúnen los principales líderes de los tres grandes del bloque, y en ellas se deciden medidas militares y políticas. Junto a éstas hubo muchas más de carácter más secundario.
El curso de las operaciones cambia en el año 42, marcando el final de los triunfos del Eje. El cambio se puede ver en tres escenarios distintos:
1. El norte de África. Alemania llega al límite de su expansión: Rommel es detenido y vencido en El-Alamein (a 100 Km de Alejandría). Esto va a posibilitar una contraofensiva británica, dirigida por Montgomery, que lleva a expulsar al cuerpo italiano y alemán hasta Túnez, que capitula en la ciudad de Bizerta. Coincide, además, con el desembarco aliado en Argelia y en Marruecos. En definitiva a principios del año 1943 el norte de África deja de ser controlado por el Eje.
2. Frente soviético. En el verano de 1942 el ejército alemán inicia una penetración sobre todo hacia el Cáucaso, en busca del control de los pozos petrolíferos. Este ejército se deja arrastrar por el orgullo de conquistar Stalingrado; sin embargo van a ser los alemanes los que capitules en Stalingrado. Esta derrota propiciará una contraofensiva soviética.
3. En el Pacífico. Las batallas principales se van a desarrollar entre 1942 y 1943. Son las batallas del Mar del Coral, Midway y Guadalcanal. En la primera se salda con un equilibrio de fuerzas pero demuestra los límites de la expansión japonesa que se ya no se expande más al sur. En la segunda, Midway, los japoneses son derrotados, con mayores pérdidas que los americanos. A principios de 1943 los japoneses tienen que evacuar la isla de Guadalcanal marcando el inicio de la retracción japonesa.
En este giro en las operaciones militares vemos una iniciativa aliada que tomando posiciones. En un primer momento sobre la fortaleza europea, que empieza a ceder en Sicilia (desembarco de julio de 1943), ocupación que se traslada inmediatamente al sur de la península itálica. Se libera Roma y luego se pasa a controlar, a mediados del año 1944, la región del Po.
Similar acontece en el frente oriental, donde la URSS no solo libera su territorio ruso, sino que empieza una progresión sobre la Europa oriental y balcánica. En junio de 1943 se da el mayor enfrentamiento mecanizado de la guerra, la victoria soviética hace que su política gire en torno a un juego de política hegemónica. Esto lleva a que en verano de 1944 el Ejército Rojo llega a Varsovia. Además penetra sobe Los Balcanes, en Rumania y Bulgaria, y, junto a Tito, en Yugoslavia. En febrero de 1945 invade Polonia y Hungría. De esta manera el espacio oeste (la Europa central y oriental) va estar ocupado militarmente por el Ejército Rojo; pero al mismo tiempo se están constituyendo frentes patrióticos para hacerse cargo de la situación política de los países liberados, propiciando una serie de cambios políticos. Estos frentes patrióticos son muy heterogéneos, van desde los comunistas a los sectores liberales.
En junio de 1944 las fuerzas angloamericanas deciden llevar a cabo el desembarco en las costas de Normandía (op. Overlord) para abrir un segundo frente europeo. La apertura de este segundo frente era una reclamación permanente de Stalin, pero a ello se oponía la llamada “acción periférica” británica. Y las consecuencias de su tardanza fueron un constante “as” para Stalin que más tarde se querrá cobrar políticamente, ya que “él actuó solo”.
El 25 de julio de 1944 se libera París por las tropas del general DeClarke. Tras la reapertura del frente occidental, la contraofensiva de Las Ardenas fue el último acto de defensa alemán. Junto a esto los alemanes llevan a cabo su campaña de lanzamiento de cohetes V-1 y V-2 sobre Inglaterra; a lo que los ingleses respondieron con duros bombardeos de la RAF sobre población civil (Hamburgo, Dresde...).
Igualmente en estos momentos se abren intentos de negociar una paz parcial entre angloamericanos con lo que queda del ejército alemán, intentos que hacen desconfiar a Stalin; aunque en las Memorias de Roosevelt se ven que no son contactos serios o consolidados. En mayo de 1945 (entre el 7 y el 8) asistimos a la capitulación alemana (tras el suicidio de Hitler).
En el Pacífico la rendición incondicional japonesa se produce el 2 de septiembre de ese año; precedida de los bombardeos nucleares de Hirosima y Nagasaki. Estos bombardeos no solo nos enseñan que fueron usados como un medio rápido para acabar con el conflicto; sino que también restituye los proyectos de las grandes potencias al final de la guerra: crear las bases del nuevo orden internacional de seguridad.
TEMA 9. EL FRACASO DE LA PAZ. NACIMIENTO Y CONFRONTACIÓN DE UN MUNDO BIPOLAR. LA ONU.
Las conferencias del año 1945.
Ambas conferencias (la de Yalta y la de Postdam) poseen un significado especial porque los tres grandes no solo deben pensar en los objetivos militares; sino que se empieza hablar de objetivos políticos y la organización de la paz. Estos nuevos objetivos empiezan a ser prioritarios, produciéndose un cambio en las relaciones internacionales con respecto a 1939.
1. Conferencia de Yalta.
Se realiza en febrero de 1945, cuando la guerra en Europa no ha finalizado pero se veía muy claro el resultado. En ella intervienen Roosevelt, Churchill y Stalin (un utópico americano e idealista entre dos pragmáticos políticos). Cada uno acude con objetivos distintos de lo que debe ser el mundo de la posguerra. En esta conferencia se discuten una serie de puntos:
a. El caso polaco como piedra de toque.
b. Organización de la ONU, como nuevo sistema de “seguridad internacional”. Es una iniciativa norteamericana.
c. Intervención soviética contra Japón.
d. Otro punto muy importante fue el futuro de Alemania.
e. Declaración sobre la Europa liberada. Tanto Churchill como Roosevelt tienen mucho interés en que se apruebe. Venía a decir cual debería ser el futuro de los territorios vinculados al Eje pero que ahora han sido liberados por el Ejército Rojo fundamentalmente. Para británicos y americanos es importante para marcar el futuro político y económico de la zona.
Desde el punto de vista de las Relaciones Internacionales, el elemento que define lo que va a ser el proceso después de la Segunda Guerra Mundial, va a ser la Guerra Fría, que condiciona la vida internacional desde 1947 hasta 1989-91.
La Guerra Fría ha sido objeto de un importante debate historiográfico sobre sus orígenes, etapas... Pero se puede definir como el conflicto directo no militar, incialmente entre la U.R.S.S. y EE.UU., y que progresivamente afectará a los bloques que éstos lideran, y no es militar directamente porque el hecho nuclear lo evitará; una confrontación en la que ambos bloques quieren salir airosos para lo que plantean estrategias: desde la movilización ideológica, política, económica y buscarán, a través de teatros periféricos, poder salir triunfantes.
Entonces, en la Guerra Fría existe un importante debate historiográfico: desde el punto de vista cronológico, el debate se inició rápidamente; algunos historiadores trasladan el origen con el triunfo de la revolución socialista de 1917, cuando el sistema internacional se divide. Es un modelo superado y, posteriormente, el acuerdo se produjo en torno a la fecha de 1947 que es el momento del origen porque es el instante en el que la coalición aliada, victoriosa, demuestra su incapacidad para construir la paz. Este año está precedido de 1945-46, donde todavía los aliados buscan la fórmula para sacar adelante los principios políticos que tenían (Yalta, Postdam y San Francisco), se lografirmar la Carta Fundaional de las Naciones Unidas (1945), se trata la cuestión alemana... Y la colaboración funciona más o menos. En el 47 se produce la ruptura sustanciada en dos elementos clave:
- Una base teórica, una doctrina. Por parte de los EE.UU. esa doctrina está definida por la contención al comunismo con punto de partida en la doctrina Truman (12 marzo 1947).
- Por parte de la U.R.S.S. y su área de influencia, en septiembre de 1947 con la creación del Kominform, basada en la doctrina Jdánov, explicación política del mundo.
Sobre este cuerpo doctrinal se asiste a la organización de cada uno de los bloques. Se puede hablar del establecimiento doctrinal y de la construcción interna de cada bloque con organismos propios, económicos, militares y políticos (como la OTAN o el Pacto de Varsovia).
Si esto es así, hay que tener presente que no fue un proceso uniforme sino que se vio condicionado por unos factores y elementos. No es lo mismo el nivel de confrontación de los ´50 al de los ´70. Hay distintas fases:
- 1ª- 1947-53: La confrontación es más dura e intensa, el peligro de enfrentamiento militar es más claro, con grandes crisis como Corea o el bloqueo de Berlín.
- 2ª 1953 y adelante: Fallece Stalin y se abre un proceso de aproximación entre los bloques que coincide con una mayor flexibilidad en el trato de cada uno de los líderes con sus socios. La presión americana sobre Europa disminuye y la U.R.S.S. cede en su intervencionismo sobre las demiocracias populares. Es la coexistencia pacífica representada, sobre todo, por dos personajes: John Ficherald Kenedy y Nikita Kruchev, pero habrá importantes tensiones como el muro de Berlín o los misiles cubanos. Estos dos factores y la forma en que fueron resueltos abrió la puerta a una tercera fase.
- 3ª Distensión internacional: Por una serie de coyunturas, parece olvidarse la tensión de los planteamientos duros de los ´50 y se puede hablar de colaboración entre los americanos y soviéticos en seguridad y defensa. Esta época no se puede entender sin un factor transcendental: la descolonización y la aparición del Tercer Mundo. Si en 1945 son 51 estados los firmantes de las Naciones Unidas, en los ´60 una serie de estados nuevos (sobre todo africanos) acceden a la independencia, son miembros de las Naciones Unidas que quieren escapar al juego de la bipolaridad, reclamando un puesto en el mundo no condicionado a la rivalidad este-oeste; las relaciones internacionales se enriquecen con este elemento. EE.UU. y la U.R.S.S. tendrán que modificar sus estrategias en base a estos recién llegados. El punto culminante de la distensión se da en la conferencia de Helsinki de 1975, sobre seguridad y cooeración en Europa.
Pero, después de Helsinki se abre un nuevo proceso, una segunda guerra fría dura (el reaganismo americano y la inicial crisis política en la U.R.S.S. con cambios en la dirección del Partido Comunista Ruso: Breznev, Chernienka, Gorbachov...).
Si aquí los debates historiográficos se han ido reduciendo desde la perspectiva de los orígenes de la Guerra Fría, para ver quien es el responsable de su desencadenamiento la polémica es mucho mayor. Desde el punto de vista occidental (americano) los años ´50 y principios de los ´60 dieron una literatura historiográfica en la que se acusaba directamente a la U.R.S.S. y la política imperialista de Stalin de la aparición de la guerra fría (hay un anticomunismo visceral, esquizofrénico, donde cualquier actividad minimamente democrático-liberal era acusada de roja y reprimida). En los ´70 (y finales de los ´60) entró en revisión historiográfica (sobre todo con Yergin ?) y se plantea ver la política de Truman, el deseo de provocar la ruptura con los antiguos aliados. El sistema económico de los EE.UU. adquiere unos niveles imperialistas que exigen el control de mayores mercados, lo que empuja a toda una estrategia geopolítica y militar a tner preponderancia militar. Para todo esto hay varios libros de autores españoles:
- Pereira, J.C. Historia y presente de la Guerra Fría Istmo, Madrid.
Los orígenes de la Guerra Fría De. El Arco. 1997.
- Veiga, Fr. (y otros). La paz simulada, una historia sobre la guerra fría, 1941-1991 Alianza 1997.
Como manuales:
- Aracil (y otros). Historia del mundo actual, de 1945 a nuestros días. Universidad de Barcelona, 1996.
- Martínez Carreras (y otros) Mismo título. Marcel Pons, 1996.
Si observamos la portada de Le Monde del día que acabó la guerra, veremos que tres son las noticias principales: La rendición alemana; la crónica sobre la Conferencia de San Francisco (la ONU); y por último la crisis polaca y su efecto negativo sobre la cooperación interaliada.
Todo esto demuestra que se plantea una duda sobre la capacidad de los aliados para resolver las crisis que se inician y se alerta sobre las dificultades aliadas.
Balance de la Segunda Guerra Mundial y situación del mundo.
Pocas veces ha habido transformaciones tan profundas como la que hubo entre 1939 y 1945, ya sea en política interior, ideología, política económica, etc... Este balance afecta a varios capítulos: la modificación que se produce en la estructura del poder político internacional que viene por la desaparición de Europa como principal factor de la vida internacional (iniciado en 1919) y que será sustituída por los Estados Unidos y la Unión Soviética.
Europa está arruinada, devastada y dividida, se ve sometida al juego de la influencia de las superpotencias. Estos países serán los auténticos triunfadores y tienen una naturaleza diferente a la de las potencias del XIX y principios del XX. Son superpotencias por su capacidad económica, su dimensión territorial, la capacidad de movilización demográfica y, también, por su capacidad militar que vendrá determinada por la política atómica que Norteamérica ha puesto de manifiesto en 1945 contra Japón, y monopolio americano hasta 1949, cuando la U.R.S.S. consigue hacer explotar su primera bomba con éxito.
Es un mundo donde la descolonización se acentúa. Los países sometidos a la política neocolonialista europea, y que en 1919 hicieron un primer intento independentista, lo consiguen a partir de 1947. Una política descolonizadora que va a suponer una acentuación de la pérdida del poder político europeo por la pérdida de los imperios.
La fecha clave será 1955, cuando la conferencia de Bandoung, organizada por unos países afroasiáticos , otorga la toma de conciencia del papel acelerador del proceso descolonizador.
Fuera de esto, hay otras consecuencias:
- Ideológicas: La guerra supone la desaparición de los fascismos y sus fórmulas y la emergecia de tres corrientes ideológicas:
1- El socialismo reformista y moderado: la socialdemocracia.
2- Los planteamientos demócrata-cristianos (o sociocristianos).
3- El comunismo.
Los dos primeros se darán en occidente y serán acompañados del tercero, que impacta de forma tremenda afianzado por el papel que los comunistas han jugado en los procesos de liberación de los territorios controlados por los nazis y, también, por el papel que los soviéticos han tenido en la guerra. Stalin será un referente clave en la vida ideológica (en Francia, Italia u Holanda, el partido comunista es casi mayoritario). Para muchos, es la fórmula para superar las contradicciones capitalistas que han conducido casi a la autodestrucción.
- Humanas: Supone una tragedia fundamental, con 50 millones de muertos (27 de la U.R.S.S., seguida por Alemania, Polonia...) y afectando a la población civil. Esta tragedia se prosigue después de la guerra porque 1945 supone el mayor éxodo de población en 500 años. En este año, en Europa, por cualquier razón, 30 millones de personas vagan sobre el territorio (ya sean refugiados, desplazados o emigrantes).
- Materiales: Supone para Europa una destrucción en sus infraestructuras, vías de comunicación, transportes... Depende del exterior para poder avanzar, alimentarse, vestirse y acomodarse sobre el terreno. También sirvió esto de revulsivo para la transformación del sistema industrial y económico europeo, la posibilidad de levantar nuevas industrias, rutas; junto a la ayuda económica determina que en los ´50 haya un crecimiento económico sin precedentes (con su mayor exponente en la Alemania federal).
Para construir la paz se hacen, en 1945, tres reuniones: Yalta, Postdam y San Francisco. Muchos son los aspectos que engrosan la agenda de los responsables políticos aliados en este año. El objetivo es construir un nuevo sistema de seguidad, la UN, y existen una serie de cuestiones puntuales que hay que ir cerrando. Son:
1- La elaboración de los tratados de paz.
2- Cuál va a ser el futuro de la Alemania derrotada.
3- Cuál va a ser la evolución, el futuro de Europa después de la guerra.
4- Cuál va a ser el papel de los vencedores en el mundo que se abre después de 1945.
Todo esto fue discutido, sobre todo por EE.UU. Gran Bretaña y la U.R.S.S. La clave a la hora de explicar estas negociaciones está en la política soviética y americana. El comportamiento de estos dos actores es la clave para entender el enfoque y solución de estos problemas.
La política americana está determinada por Roosvelt; casi acabada la guerra, era un idealista convencido de la necesidad de crear un organismo internacional que mejorase el sistema de la seguridad colectiva de entreguerras: la ONU será el producto de la política americana. Otro fundamento es el convencimiento de una inteligencia, de un acuerdo con la U.R.S.S. para que estos dos actores trabajen en común por un mundo más estable.
La política soviética se beneficia de las formulaciones de Roosvelt: Stalin está dispuesto a otorgar un papel importante a ese nuevo órgano de paz y a seguir los fundamentos de Roosvelt, pero hay un punto previo clave: antes de la seguridad colectiva está la de la U.R.S.S., que ha pasado la difícil prueba de esta guerra en que casi desaparece. Desconfía del sistema capitalista, lo que le lleva a la formulación de una política se seguridad basada, sobre todo, en el control político, territorial e ideológico de las zonas próximas a la Unión Soviética. El mapa de 1945 acentúa este objetivo soviético: casi toda la Europa central y oriental fue liberada por el Ejército Rojo.
Si a pesar de esto, el diálogo es posible en Yalta, poco después (julio-agosto de 1945), en Postdam, no es tan evidente; Roosvelt fallece y es sustituído por Truman (su vicepresidente) que no tiene esa fe ciega en un entendimiento con los soviéticos y no es tan partidario del universalismo. En febrero de 1945, en Yalta, los aliados firmaron un documento, la Declaración sobre la Europa Liberada, y allí Churchill, Roosvelt y Stalin se comprometen a actuar en los países liberados a apoyar a los gobiernos democráticos que se constituyeran política y económicamente; era, para los occidentales, la garantía de que la Europa oriental y central seguiría teniendo sistemas democráticos capitalistas. Varios meses después, los occidentales comprueban (en la crisis polaca por ejemplo) que no hay democracia y que se asiste a un mayor control de la U.R.S.S. sobre estas zonas.
La guerra había demostrado, a partir de 1941 para los EE.UU., su vulnerabilidad. Su ámbito de influencia y su territorio ha sido atacado por Japón y ha demostrado los límites de seguridad, por lo tanto, a partir de 1945, el concepto de seguridad de los EE.UU. cambia, con conceptos que antes le resultaban ajenos, e intentarán controlar, a partir de entonces, los lugares clave, un nuevo concepto de paz y seguridad interna. Por último, la seguridad de los EE.UU. está directamente relacionada con su condición de líder del mundo capitalista.
También la Unión Soviética va a ver alterados sus fundamentos de seguridad. En 1941 se demuestra la vulnerabilidad soviética. Para ellos, el concepto de seguridad está ligado a un control político y territorial de las zonas más directamente relacionadas con su país. Los espacios de la Europa central y oriental y los de extremo oriente.
Hay una diferencia con EE.UU., que estriba en la utilización de la bomba atómica auqneu ambos salen airosas del conflicto, la utilización de la bomba hace ver que es mayor la vulnerabilidad de la Unión Soviética que la de los EE.UU. En marzo de 46, Churchill ofrece una conferencia en Fulton donde denuncia el "telón de acero" que ha caído sobre Europa que impide saber lo que pasa en el oriente europeo, sometido al control de Moscú. Un Moscú que no desea la guerra sino la consolidación de los frutos de la guerra a través de una expansión político económica y territorial ilimitada. Esta denuncia parece que se confirma con toda una serie de tensiones en el bloque aliado debido a las iniciativas soviéticas. Esas iniciativas afectan a diferentes partes del mundo. La Unión Soviética no retira sus fuerzas de Manchuria hasta los primeros meses de 1946, pero sobre todo ejerce una presión hacia el sur que causa alarma en los países occidentales. Esa presión tiene tres escenarios fundamentales:
Irán.
En Irán, durante la guerra, se divide en dos zonas: la norte, ocupada por los rusos; y la sur, ocupada por Gran Bretaña. El compromiso era que, en 1946, ambas fuerzas se retirasen. Los soviéticos no acatan esos compromisos y además desmembran el territorio iraní mediante el impulso de un conjunto de fuerzas independentistas controlado por sectores comunistas. Un objetivo soviético ligado al control de las zonas petrolíferas del norte de Irán.
Esta crisis iraní, de 1945-46, enfrenta a los antiguos aliados. La crisis se soluciona mediante el compromiso de ofrecer a los soviéticos beneficios en los pozos de petróleo.
Turquía.
Es la segunda crisis del momento. Se reclama un control sobre el Bósforo y los Dardanelos; que Moscú y Constantinopla fueran los únicos protagonistas en el control de los estrechos. Turquía se opone y la crisis se soluciona por la presencia de un primer navío americano.
Grecia.
Después de la guerra, Grecia es un país convulsionado que opone al gobierno monárquico frente a una guerrilla en el norte del país ayudada por fuerzas comunistas de Yugoslavia y Bulgaria. Durante 1946, es el gobierno británico quien sostiene la monarquía griega frente a la guerrilla. Sin embargo, a los ingleses de posguerra, cada vez les resulta más difícil poder seguir teniendo el papel de líder regional en el Mediterráneo.
Esta crisis griega se enmarca con los acontecimientos en el Próximo Oriente, en el protectorado de Palestina, que lleva a la construcción del Estado de Israel.
Junto a esta cuestión de las iniciativas soviéticas, los aliados viven momentos de tensión en cuanto a la cuestión alemana. Durante la guerra y las Conferencias de Yalta y Postdam, los aliados llegan a una serie de acuerdos en torno al futuro de Alemania, que sería desmilitarizarla, sometida a un proceso de democratización interna. Hasta la firma del tratado de paz con Alemania, será sometida a una ocupación interaliada. Es dividida en cuatro zonas de ocupación: zona soviética, americana, británica y francesa.
Alemania durante estos años es gobernada por un Consejo Supremo Interaliado que será un órgano integrado por los gobernadores militares de cada zona. Berlín, que estaba en zona soviética, es también dividida en 4 partes.
Sobre la cuestión alemana, las fuerzas ocupantes comienzan a mostrar signos de desacuerdo, frente a los americanos que se plantean una recuperación económica de Alemania moderada, los soviéticos llevan a cabo toda una política maximalista en el tema que se refleja en las reparaciones que exigen a Alemania. También comienzan a ponerse de acuerdo sobre si Alemania debería tener un gobierno central fuerte, o si debe ser un sistema unitario o federal. Las conversaciones son cada vez más complicadas entre los aliados.
Cada uno administra su zona sin seguir una política unitaria. El único punto común es el proceso de desnazificación.
En enero de 1947, EE.UU. y Gran Bretaña van a decidir la unificación de sus zonas creando la bizona. Todos estos malentendidos de 1946 estallan en 1947, donde se pone de manifiesto que la colaboración aliada resulta imposible.
En 1947 vienen las iniciativas norteamericanas en el plano teórico y organizativo que están en la base del desencadenamiento de la Guerra Fría. En este año la administración americana se inclina por ir introduciendo una política de firmeza frente a la U.R.S.S. Todas estas iniciativas convencen a Truman de cambiar de estrategia. Keman es el ideólogo de toda la política de contención. El ámbito en el que se hace patente esa nueva política es el Mediterráneo oriental. En los primeros meses de 1947, la diplomacia inglesa comunica a EE.UU. que ellos son incapaces de mantener el objetivo político y militar que Londres había tenido en la zona y que EE.UU. debía tener ese papel de líderes que la guerra les había dado.
Sobre esto, el 12 de marzo de 1947, el presidente Truman se dirige al Congreso en un mensaje que supone el inicio de toda la política de contención. Con la doctrina Truman, EE.UU. decide asumir el papel de defensor del mundo libre e iniciar un proceso de construcción del bloque occidental (libre) que tendrá, como primer paso, el ámbito económico para construir el bloque y que, posteriormente, derivará en la utilización de elementos militares y políticos para la consolidación del mundo libre.
Es el conjunto de Europa el que se ve amenazado por un proceso de desestabilización. Los EE.UU. se centran en la situación europea de la posguerra: Europa está arruinada, con enormes dificultades para reconstruirse, donde el hambre y el frío es el caldo de cultivo para el desarrollo de las fuerzas comunistas. Las dificultades europeas de 1946/47 acelera la posición de EE.UU. y también la difusión del comunismo sobre el continente, que supone una amenaza geopolítica para EE.UU. y la expansión, también, del comunismo por el norte de África para luego alcanzar a América.
La Europa occidental se convierte en un punto clave que tiene como instrumento principal el papel económico y financiero.
Sobre esto, en junio de 1947, el nuevo secretario de Estado americano (Marshall) va a hacer una propuesta consistente en anunciar la ayuda económica que EE.UU. dará para la reconstrucción de Europa. Cuando hacen su ofrecimiento, dicen que esta ayuda está abierta a todos los países europeos. Sólo se pone la condición de que sean los propios países quienes organicen los instrumentos de distribución de la ayuda; no es una condición caprichosa.
En el verano de 1947 se van a reunir la Unión Soviética, Francia e Inglaterra en la Conferencia de París. Los soviéticos van a rechazar la ayuda americana por considerarla un instrumento capitalista y se retirarán, arrastrando al conjunto de países bajo su esfera de influencia. Los receptores de la ayuda serán los países occidentales. En abril de 1918 los países receptores se reúnen en París y van a crear el organismo que debe distribuir la ayuda norteamericana (OECE). EE.UU. sabe que para establecer la política de contención al comunismo es necesario establecer mecanismos de cooperación y reorganizar la Europa occidental.
La OECE es el primer organismo que, después de la Segunda Guerra Mundial, nos pone en la base del proceso de reconstrucción. La U.R.S.S., en 1947, se encuentra con la doctrina Truman y el Plan Marshall. Unos meses después del plan, el bloque soviético reacciona. En septiembre de 1947 se celebra en Polonia una reunión de los principales partidos comunistas europeos alentada por Moscú y da como resultado la creación de un organismo, el Kominforn, una institución que quiere servir de coordinadora de todos los partidos comunistas. El kominforn actúa sobre la base de una doctrina que también en esa reunión es aprobada y da lugar a la doctrina Jdánov. Esta teoría va a afirmar que el mundo está dividido en dos bloques: el mundo capitalista o imperialista y el bloque socialista o anti-imperialista. Dos sistema que están en confrontación. El objetivo de las fuerzas socialistas es terminar con el sistema capitalista. La creación del kominforn va a tener una repercusión inmediata sobre la Europa centro-occidental; asistimos a la sovietización de completa de todos estos países. En 1945, cuando la guerra termina, estos países de Europa están gobernados por gobiernos de heterogeneidad política. En 1947 estos gobiernos quedan controlados por las fuerzas comunistas. Sobre la Europa occidental, los partidos comunistas se van a lanzar a una política de oposición a los proyectos de recuperación económica. En 1945 los comunistas están en algunos gobiernos, como sucede en Francia. Por lo tanto, la guerra fría se vive también en el interior de algunos Estados.
Las formulaciones doctrinales sobre el origen de la guerra fría se van a acentuar desde 1948 a 1953, donde hay tensiones entre comunistas y capitalistas. Se establecen las primeras medidas militares.
En 1948 asistimos a las dos crisis más graves después de la guerra:
El golpe de Praga.
Checoslovaquia es uno de los países que tras la ruptura de los dos bloques, está en una posición de equilibrio, es un Estado que intenta escapar de la influencia soviética. Está gobernada por Benes (o Beres), el comunismo tiene una situación preponderante pero no hegemónica. Checoslovaquia solicitó su introducción en el Plan Marshall e intenta la firma de un tratado de amistad con Francia. En febrero de 1948, exigen a Benes que el gobierno sea gobernado (¡viva la rebuznancia!) por los comunistas, con lo que queda desplazado.
Los occidentales asisten a las iniciativas soviéticas y se dan cuenta de que esas iniciativas han establecido un control absoluto sobre Europa central y oriental, excepto en Alemania.
Bloqueo de Berlín.
******************************************************************************FALTA 19-1-1998, QUE TIENES TÚ ADOLFO
************************************************************************************************************************************************************
Para los defensores de la idea de Europa, no podía limitarse la construcción europea al carbón y el acero. Tendría que tener dimensión militar y política, lo que coincide con la crisis internacional; en 1950 se produce la guerra de Corea y parece cercana una confrontación total. Además, la guerra de Corea obliga a EE.UU. a centrarse en extremo oriente y a distraer parte de la defensa europea. Francia se encuentra empantanada en Indochina y, en consecuencia, se hace necesario incrementar la defensa en Europa que, para algunos estados, plantea la incorporación de la RFA en el esfuerzo de seguridad, pero sin provocar el rearme alemán (hay que tener en cuenta que sólo han pasado 7 años desde la guerra).
La solución viene del modelo de Schumann para la CECA; el ministro francés Pleven propugna la creación de una CED (Comunidad Europea de Defensa) con órganos supranacionales: un ministro de defensa de Europa, un ejército europeo integrado por efectivos de distintos países (entre ellos Alemania)... La marcha de esto corre paralelo a otro esfuerzo político, la creación de la CPE (Comunidad Política Europea). Para muchos esto sirve para solucionar lo militar.
Entre 1952-54, los europeos discuten estas propuestas. La mayoría irá aceptando la CED, pero el tema se estanca en la Asamblea Nacional; en Francia se convierte en una tormenta política, pero el proyecto será derribado (algunos sectores como la izquierda o los gaullistas se ponen en contra). Al no ratificar la CED, fracasa y, al hacerlo, la CPE también cae. Esto significa que en 1954-55 lo único que tienen delante los defensores de la construcción europea es la CECA. Esa realidad será fundamental para comprender cómo a partir de ahora se desarrolla el proceso de construcción europea. Los "padres de Europa" saben que no se está preparado para asumir elementos políticos o militares, sólo los económicos, la integración militar es la única que permanece en pié.
Sobre esta base, a partir de 1955, los miembros de la CECA van a utilizar el modelo que les plantea el Tratado de París para profundizar el proceso integrador. Después de una serie de reuniones e informes (p. e. informe Spaak), en 1957 los miembros de la CECA, a través del Tratado de Roma, dan nacimiento al la CEE (Comunidad Económica Europea) y al EURATOM (sobre la energía atómica). Los Tratados de Roma insisten en la vía integracionista cómo instrumento de poder crear la construcción política europea; que tendrá una primera fase, la de la creación de una unión aduanera en la que los Estados miembros permiten libre circulación de mercancías y a la que añaden un tarifa exterior común gestionada por organismos comunes. Se pasa a una segunda fase, un Mercado Común en el cuál los seis Estados miembros no sólo permiten la libre circulación de mercancías sino también de servicios, capitales y trabajadores. Superado esto, se iría a la unión económica y monetaria para, desde aquí, poder llegar a la unión política. Sobre este esquema comienza a funcionar los países firmantes.
El mercado común que surge a partir de 1957 se encuentra con un competidor, la AELC o EFTA (Asociación Europea de Libre Cambio o European Free Trade Asociation), inspirada directamente por Gran Bretaña. A principios de los ´60, el proceso Europeo ve dos modelos en competición (el Tratado de Estocolmo y el Tratado de Roma). El pulso entre ellos se mantendrá hasta 1962, año en que Gran Bretaña (Mac Millan?) solicita la integración en el Tratado de Roma.
En 1955-56 la vida internacional vive un momento en que la bipolaridad de posguerra está comenzando a erosionarse. Cada líder de bloque, EE.UU. y la U.R.S.S., comienza a controlar menos la evolución de sus zonas de influencia.
En el ámbito occidental esta pérdida del protagonismo americano se produce en el incremento de la personalidad europea y un mayor esfuerzo integrador. Europa quiere tener voz propia. Además, los europeos han comprobado en propia carne cómo los intereses europeos y americanos no son coincidentes: es algo que se ve en la crisis de Suez, enfrentado al Egipto de Nasser con dos grandes potencias europeas coloniales, Francia e Inglaterra. Los EE.UU. no responden a sus socios europeos; esta realidad hace comprender a Europa la necesidad de su propia vía para defender sus intereses.
TEMA 11. DE LA COEXISTENCIA PACÍFICA A LA DISTENSIÓN.
La coexistencia pacífica.
Entre 1955 y 1962, las relaciones internacionales conocen un paréntesis entre lo que es la confrontación bipolar de la posguerra y la distensión internacional de finales de los ´60 y principios de los ´70. Entre estos años, entre estas fases, existe un ámbito cronológico que viene determinado con el nombre de la coexistencia pacífica, que hace referencia a nuevo modo de relaciones este-oeste, que, entre 1952-1962, existe.
Esta coexistencia pacífica viene caracterizada por una nueva relación entre la Unión Soviética y los EE.UU. que es menos beligerante y duro que antes. También está determinada por un nuevo elemento: la aparición del Tercer Mundo, el fenómeno descolonizador.
La coexistencia pacífica en el marco de las relaciones soviéticoamericanas, se caracterizará por el abandono de un concesión de confrontación ideológico-militar inevitable, el desarrollo de una carrera armamentística y espacial sin precedentes y la convicción de que la rivalidad entre los dos bloques se puede plantear en el marco económico-ideológico pero no tiene porqué producir una confrontación inevitable. Como dijo Aaron "la Paz es imposible pero la guerra improbable".
Esto es así porque al disponer los dos de una capacidad militar que conduce, en caso de utilización, a la aniquilación total, el equilibrio del terror que se instala hace que se neutralice el uso del arma atómica y que, al hacerlo, las perspectivas de acercamiento diplomático se intensifiquen.
Por lo tanto, hay un proceso de paulatino deshielo rubricado, por ejemplo, en el inicio de las primeras conversaciones sobre desarme y la limitación de los ensayos nucleares atmosféricos.
Este deshielo permitió la firma del Tratado de paz con Austria y la desaparición de los ejércitos de ocupación sobre este territorio.
Hay dos personajes que caracterizan el ambiente de la coexistencia pacífica: Nikita Jruchev y John Ficherald Kennedy. Los dos reflejan bien la evolución de estos momentos y ambos tuvieron un final parecido (el primero cayó tras un golpe palaciego y el segundo asesinado). La coexistencia pacífica nos remite también a un nuevo comportamiento de los líderes de bloque con sus zonas de influencia. En la Europa del este nos remite a la desestailinización: cuando Jruchev llega al poder quiere romper con el totalitarismo de Stalin y el sometimiento a los intereses de la U.R.S.S. por parte de las Repúblicas Populares; permite a estos países iniciar una construcción al socialismo con características más nacionales y que no respondan exactamente a los intereses soviéticos.
En esta nueva relación que permite mayor autonomía a los países del este, nos encontramos con dos modelos que muestran los límetes que los soviéticos estaban dispuestos a conceder:
- Polonia: La desestalinización provoca un enfrentamiento entre la antigua clase dirigente y los favorables al proceso desestalinizador (Gomulka), que negociará con Jruchev el nuevo marco de autonomía política para Polonia. Es un modelo pacífico.
- Hungría: La desestalinización lleva al poder a Nagy, quien defiende un programa político que va mucho más allá del hecho autónomo que concedía la U.R.S.S. Quiere terminar con el monopolio del Partido Comunista, una Constitución democrática y permitir la libertad de partidos. La Unión Soviética va aceptando a regañadientes pero hay un tema que no aceptan: Nagy declara la neutralidad de Hungría y su salida del Pacto de Varsovia; cuestiona los fundamentos de la Seguridad Soviética. A esto se añade el Tratado de Paz con Austria de 1955 por lo que se convierte a dicho país en neutral. La posición que Nagy define (con el apoyo popular) queda detenida en noviembre de 1956, cuando la U.R.S.S. invada Hungría, quitando a Nagy y nombrando a Kadar nuevo dirigente (seguidor de Jruchev), terminando con la revolución húngara (que costó 25.000 muertos).
Desde el punto de vista internacional, la coexistencia pacífica viene cuestionada por dos crisis: la de Berlín en agosto de 1961 y la de los misiles cubanos en octubre de 1962.
El muro de Berlín.
La antigua capital del Reich, Berlín, seguía dividida en una zona soviética y una de ocupación occidental, en el seno de una República Democrática Alemana. Berlín occidental se había convertido en un símbolo de la libertad para los países occidentales y estaban dispuestos a mantenerlo a cualquier precio.
Para los soviéticos, la existencia del Berlín occidental era una intromisión de los países occidentales sobre su zona de influencia y que cuestionaba la realidad de la RDA y el poder soviético. Desde el final de la guerra, habitantes alemanes estaban escapando hacia el mundo occidental a través de Berlín oeste (se contabilizaron 3 millones hasta principios de los ´60). En 1960, Jruchev quería cerrar esta cuestión, planteando una serie de iniciativas a los EE.UU. (que si una ciudad libre, que si una ciudad estado... gilipolleces) que rechazan. Ante esto, en agosto de 1961, la RDA y la U.R.S.S. Comienzan la construcción de un muro para aislar el Berlín occidental del resto del Reich. A través del muro se quiere terminar con la hemorragia humana.
Hay dos dimensiones de esto: por un lado la cuestión personal, como la separación de familias y, por otro, las protestas diplomáticas de los occidentales ante la posición de fuerza. En definitiva se sigue manteniendo el Berlín occidental, un escaparate de la evolución de las democracias, que es lo que interesa, coño.
En el verano de 1963 Kennedy se traslada a Berlín, siendo recibido por el alcalde y, ante el muro, hace un discurso público que sirvió para resaltar su prestigio internacional (el discurso estaba dirigido a reprochar a los comunistas su acción). Pero la forma de entender la libertad por parte de Kennedy encontró una piedra en su camino: Cuba (o Fidel, léase como se quiera).
Cuba.
Si, Berlín occidental era un cuestionamiento del poder ruso en el este, la Cuba de 1961 es un cuestionamiento del poder americano sobre su zona de influencia. En enero de 1959 un grupo de guerrilleros, organizados en torno a Fidelillo, logra terminar con la dictadura de Batista. El régimen que se implanta es un sistema político heterogéneo, donde la libertad política se combina con medidas económicas socializantes.
Estas medidas son vistas con recelo desde EE.UU. La administración Kennedy alentará iniciativas beligerantes hacia el régimen cubano: armará a un grupo de exiliados planificando un desembarco en bahía Cochinos, resuelta de forma militar por Castro. Junto a esto Kennedy plantea otras medidas tendentes a aislar a Fidel que, por la presión, se refugiará en la U.R.S.S. radicalizando su política (osea, que antes era bueno). En 1962 los servicios de espionaje norteamericanos descubren la construcción de unas rampas de lanzamiento en la isla, a los que se podría añadir el establecimiento de cohetes.
-
Madariaga, en sus memorias, “Amanecer sin mediodía” recoge la experiencia de la Sociedad de Naciones y su tragedia.
-
Ha habido un debate historiográfico en torno a lo que fue esta alianza: si era simplemente militar y coyuntural para ganar la guerra; o sí en ella había algo más, con sentido político para establecer un nuevo orden internacional. Para muchos la guerra civil ideológica capitalismo/socialismo se supera ahora. La primera postura la defienden, por ejemplo, H. Thomas (Paz Armada. Orígenes de la guerra fría 1945-46. Donde da un repaso a Roosevelt incluido), siendo una corriente muy conservadora. A mediados de los años ´80 va a surgir la segunda, fundamental es el libro de Boyle Las relaciones soviético-norteamericanas 1917-1941 (cap. III y IV).
-
En esta liberación, casi como en la liberación del midi de Francia, tuvieron, dentro de las tropas aliadas, una intervención decisiva ciudadanos españoles integrados en las fuerzas de interior, fuerzas de resistencia militar francesa. Eran antiguos combatientes de la Guerra Civil. Estas tropas españolas son las primeras en entrar en París como acto homenaje.
Descargar
Enviado por: | Adolfo Calatrava |
Idioma: | castellano |
País: | España |