Historia


Historia de Argentina


Unidad 1:

Imperio español en America:

Flia real: Austrias.

(S XVI- S XVII) Imperio Español. (el poder estaba organizado así)

(América)

Administración Iglesia Elite

(ostentaba el poder (misión rel.) (poder económico)

político) poder de persuasión propietarios

Se apoyaba en un poder urbanos y rurales

jurisdiccional y económico.

Sus fondos los obtenía del diezmo. miembros

Los usaba para conceder créditos del cabildo

comprar propiedades.

Flia. De los Borbones:

Para reestructurar el imperio imponen las llamadas “Reformas Borbónicas”, derivadas del despotismo ilustrado, bajo el lema “todo privilegio es odioso”. Su principal impulsor fue Carlos III, y se imponen, principalmente, durante la segunda parte del S. XVIII.

  • Y se realizan con el objeto de recuperar el poder perdido a manos criollas y foráneas en las colonias.

  • Consisten, en general en una centralización mayor del poder en la corona real.

En consecuencia se decide:

  • Para asegurar el cumplimiento de la voluntad real:

  • Se controlan y eligen los funcionarios por dicha corona.

  • Se crea una burocracia de carrera.

    • Se busca una mayor centralización del poder. Se crean nuevos Virreinatos, Intendencias, Capitanías Generales, etc. (Ejemplo: virreinato del Perú se divide en 3 partes)

    • Se aumentan las cargas impositivas sobre todos los sectores sociales:

  • A parte de aparecer nuevas rentas, se crean aduanas interiores.

  • Las cuales eran controladas por el gobierno en España. (corona real)

  • Se utilizaron para la sustentación del imperio, sobre todo para poder mantener el ejército, que tenía muchos frentes que atender.

    • Se buscó debilitar todo poder amenazante a la hegemonía española en las colonias. El ejemplo más conocido es la Iglesia:

    1. Se le confiscan los fondos de caridad.

  • Son echados los jesuitas de toda dominación española.

    • Se creó una nueva milicia. Ya que la anterior al estar compuesto por una gran mayoría no española, se dudaba de su lealtad y/o entrega por la corona, actitudes que se pueden ver durante las primeras revoluciones en América (Alto Perú). En consecuencia, se decidió formar un ejército regular, dominado en sus más altos cargos por militares españoles (en la totalidad del ejército no podía haber más de 20% de criollos).

    • Se establece un monopolio económico entre las colonias y España, donde la corona se hizo cargo de la administración de dicho monopolio. Los beneficios que surgían de ese intercambio de productos iban a parar directamente a España

    Esto generó muchos reproches en las colonias, por lo que se permitió un intercambio de productos entre estas. De la forma que esta medida fue adoptada, dejaba intacto el monopolio, y por lo tanto los beneficios que obtenía España del intercambio comercial de productos.

    • “Reformar distinto a cambiar”. Ya que estas innovaciones no llevaron a un gran cambio ni a una mejora en la situación del imperio español.

    Instituciones:

    América: Virreinatos, Audiencias

    gobernador, Capitanía General

    intendentes, etc.

    Cabildo

    España: Rey (corona real) En la época de los borbones aparecen los

    Consejo de Indias ministros que se ocupan de los asuntos de

    Casa de Contratación los indios

    Consejo de Castilla

    Ocaso:

    • La debilidad político institucional del imperio Español, que llevó a los criollos a la política.

  • mala estructuración del imperio español.

  • Las guerras: primero con Inglaterra, (que impone un bloqueo sobre puertos españoles, que dificultaba el comercio), y la dominación política de América. Segundo cuando Napoleón invade España (perdiendo así el contacto asiduo con las colonias

    • Como consecuencia de estos conflictos España y las colonias sufren una gran crisis económica:

  • Las colonias empiezan a pensar que deben buscar por sus propio medios fuentes, mercados para subsistir, y tratar de crecer.

  • Estos conflictos dificultan hasta llevar al fracaso al intercambio comercial entre España y sus colonias,

    • Las Invasiones Inglesas que ponen al descubierto no sólo las falencias del Imperio Español, sino también la de sus funcionarios en América. Por lo que los criollos, tuvieron que salir a defender al imperio. Que generó un incipiente sentido de identidad común. Y se empezaron a preguntar: ¿qué hacer ante esta situación?

    • La Elite Americana se encontraba disconforme:

    1. por la poca participación que tenía en el gobierno

  • por la crisis comercial que atravesaba el imperio, que le dificultaba su actividad al no ser fluido, diverso y continuo el intercambio de productos.

  • la disposición legal que les imponía comerciar con otros mercados (Inglaterra y USA)

  • Podemos resumir que el ocaso español se debió, principalmente, a dos décadas de depresión y guerra, y a una grave crisis de legitimidad política (no había rey a quien obedecer).

    Influencias internas y externas de la Revolución de mayo:

    • Revoluciones indígenas en América (Tupac Amaru, grito de dolores, etc.)

    • Revolución Francesa e independencia de los estados Unidos.

    • Introducción de las ideas de la Ilustración, invocadas por un incipiente Americanismo.

    • Revolución e independencia de Haití.

    • Acefalía del rey español.

    Formación de un Estado Nacional: (Oscar Oszlack)

    La formación del estado es un aspecto constitutivo del proceso de construcción social, en el cual los diferentes planos y componentes que estructuran la vida social organizada. Elementos tan variados, como el desarrollo relativo de las fuerzas productivas, los recursos naturales productivos, el tipo de relaciones de producción establecidas, la estructura de clases resultantes, o la inserción de la sociedad en la trama de relaciones económicas internacionales, contribuyen en diverso grado a su conformación.

    La existencia del estado se verificaría a partir del desarrollo de un conjunto de atributos que definen la estatidad (la condición de ser estado), es decir el surgimiento de una instancia de organización de poder y de ejercicio de la dominación política. El estado es resultado de un proceso por el cual una sociedad se constituye (relación social) y además aparato institucional.

    La estatidad supone:

    • Capacidad de externalizar su poder.

    • Capacidad de institucionalizar su autoridad: imponiendo una estructura de relaciones de poder que garantice su monopolio sobre los medios organizados de coerción (monopolio de la fuerza).

    • Capacidad de diferenciar su control: conjunto funcionalmente diferenciado de instituciones públicas con legitimidad reconocida.

    • Capacidad de internalizar una identidad colectiva: mediante la emisión de símbolos patrios fomentar los sentimientos de pertenencia y solidaridad que permitan el control ideológico como mecanismo de dominación.

    “La existencia del estado presupone de condiciones materiales que posibiliten la expansión e integración del espacio económico (mercado) y la movilización de agentes sociales en el sentido de instituir relaciones de producción e intercambio crecientemente complejas mediante el control y empleo de recursos de dominación. Además esa economía en formación va definiendo un ámbito territorial”.

    La idea de estatidad está relacionada al surgimiento de la idea de nación.

    En la idea de nación se conjugan elementos materiales e ideales al igual que en la de estado. Pero a diferencia del segundo, implican la difusión de símbolos, valores, y sentimientos de pertenencia a una comunidad diferenciada por tradiciones, etnias, lenguaje u otros factores de integración, que configuran una identidad colectiva.

    Estado Nacional: articulación Economía

    Nación

    - Sistema de dominación

    La hora revolucionaria:

    Revolución, cambio general, realizado por la fuerza y a menudo con violencia, que experimenta un orden social o político, llevado a cabo por un segmento considerable de la población de un Estado. La revolución es la solución política más extrema que puede adoptar un grupo de disensión, y tiene lugar cuando fallan los intentos legales y más moderados de lograr el reconocimiento o la reforma o cuando la ideología del grupo revolucionario aboga directamente por la modificación radical y traumática de la situación existente. Aun cuando están fomentadas por una minoría política, las revoluciones suelen reflejar un clima popular de descontento. El término revolución se aplica de forma más general a cualquier transformación histórica importante.

    Rupturas y legado institucional del imperio español

    La revolución de mayo puso fin al orden colonial e inició una amarga lucha por la independencia y unificación. Aunque el Autogobierno fue instaurado en un intento de ahondar y acelerar la prosperidad comercial, pero en cambio provocó una prolongada desorganización económica, décadas de guerra civil y una caída en la dictadura.

    Los conductores de la revolución utilizaron, en un principio, la misma institución virreinal y su estructura política para imponer su autoridad y el orden inmediato. Así, la junta central de Buenos Aires sustituyó al Virrey y hasta el nombre de Fernando VII fue utilizado como elemento de unión y poder.

    Los años inmediatos que le siguieron a la revolución se caracterizaron por presenciar el nacimiento de un torbellino de fuerzas políticas rivales.

    Los rasgos generales de esta época son los siguientes: (1810-1820)

    • la región consolidó gradualmente su autogobierno y finalmente su emancipación de jure.

    • al precio de la fragmentación territorial, el derrumbe de una autoridad común efectiva y una profunda crisis económica.

    Las actitudes con la que se tomó en cada región las noticias de la revolución fueron diferentes: en zonas donde el prestigio de la corona estaba desgastado, dicho acontecimiento fue recibido con gratitud y tuvo un apoyo incondicional (Santa Fe, Corrientes, la intendencia de Salta, etc.). En cambio la actitud fue opuesta en regiones que estaban dominadas por personas leales a los Borbones (Montevideo, Alto Perú, Asunción) a las cuales la junta no ahorró esfuerzos para tratar de subordinarlas.

    El acto de ruptura del poder imperial, no significó la suplantación inmediata del estado colonial, por un estado nacional. Gradualmente, a medida que se consiguieron concitar apoyos, fueron pasando de ser levantamientos municipales a regionales y luego a nacionales.

    A los débiles aparatos estatales del periodo independentista se le fueron superponiendo órganos políticos (juntas, triunviratos, directorios) con los que se intento sustituir el sistema de dominación colonial y establecer un polo de poder alrededor del cual constituir un ESTADO NACIONAL.

    Estos intentos no siempre fueron exitosos, y en muchos casos desembocaron en largos periodos de enfrentamientos regionales y luchas entre fracciones políticas, en los que la existencia del Estado Nacional se fundaba en el reconocimiento externo de su soberanía política.

    El fracaso se debió a la escasa integración territorial, derivada de la precariedad de los mercados y agravada por la interrupción de los vínculos con la vieja metrópoli.

    La efectiva posibilidad de una economía mas integrada y compleja, sumada a la preservación de ciertas instituciones coloniales como instrumentos de control político, suministraron el cemento que amalgamarían a la sociedad territorialmente asentada y al incipiente sistema de dominación en un Estado Nacional en un ESTADO NACIONAL. Esto explicaría por que, en casos como Argentina, la precariedad de las economías regionales, la extensión territorial, las dificultades de comunicación y transporte, las prolongadas luchas civiles, etc, demoraron por muchos años el momento en que tal amalgama se produciría.

    Otros legados institucionales:

    • Cabildos: gobiernos de la ciudad.

    • Como bajo el virreinato, los funcionarios locales de rango debían ser designados desde la capital, que debía aprobar sus servicios.

    • Legislación de Indias.

    • Patronato: posibilidad de los gobernantes de participar en la elección de los obispos.

    • Indulto real: luego indulto presidencial.

    • Modelo económico del imperio español (exportador de materia primas) que luego fue adoptado por las elites locales, dependiendo a su vez de innumerables factores, para imponerlo como eje de la política económica.

    • Las provincias, como unidad política.

    • Las aduanas interiores, que eran fuentes de recaudación de cada una de las provincias, perduraron hasta la época de Urquiza

    Diversas alternativas de construcción de un poder alternativo al orden colonial:

    Primera Junta: fue la expresión del primer gobierno constituido por criollos. El objetivo de esta junta era convocar a los representantes de cada provincia para considerar las actitudes a tomar ante la nueva situación de la región. Fue la que provocó la revolución. La junta esperaba lograr la alianza de las regiones con la rebelión metropolitana.

    Dentro de esta se producen peleas internas, principalmente entre Moreno (sec.) y Saavedra (pte). El primero quería lograr una independencia inmediata y la proclamación de una república centralizada políticamente en Buenos Aires. Saavedra por su parte, apoyaba el “Autogobierno” bajo la “Máscara de Fernando”, y era defensor del gobierno compartido con las regiones. Saavedra sale triunfador de este litigio y siguiendo con su línea moderada, crea la Junta Grande, para incluir a representantes del interior (2 diputados).

    Debido a diferentes campañas militares fallidas el ex Virreinato del Río de La Plata pierde el dominio sobre el Alto Perú, Paraguay y Montevideo.

    Como consecuencia del fracaso de Saavedra, principalmente militar, este fue desplazado por un Triunvirato Ejecutivo, opuesto a Artigas, que disolvió la junta Grande y luego las Juntas provinciales. Con un estatuto provisional que creaba una asamblea general de poderes ilimitados. Instado por Rivadavia, el Triunvirato intento lograr el apoyo de Gran bretaña, para imponer una Monarquía Constitucional (idea sostenida con anterioridad por Belgrano). Surge del interior un creciente rechazo a la política del Triunvirato y un acercamiento a Artigas.

    En 1812, crece un movimiento político bajo el lema: “Independencia, Constitución y Democracia”, la llamada Sociedad Patriótica, encabezada por San Martín, provocó la caída del triunvirato, exigiendo una lucha más vigorosa por la emancipación y para atraerse a Artigas y al Interior, la convocatoria del congreso propuesto.

    En 1813, el congreso planeado se reunió, cuidando de dar la representación debida al interior. Se modeló según la Asamblea Constituyente Francesa de 1789.

    • Abolió los servicios de los Indios y suprimió la inquisición y la tortura judicial.

    • Fueron anulados los títulos de nobleza y los patrimonios terratenientes.

    • Se abandonó la trata de esclavos y se liberó a los hijos de esclavos.

    • Creación de la primera moneda patria.

    • se declaró soberano e impuso el nombre de “Provincias Unidas del río de La Plata”.

    • Crea el Directorio Supremo (gobierno unipersonal).

    • Se falló en el intento de dictar la constitución, por la no aceptación de los requerimientos de los diputados de Artigas.

    La figura del Director Supremo, logró conservarse hasta el año1820, cuando con la Batalla de Cepeda, se inicia un período de autonomías provinciales (Disolución del gobierno centralizado).

    Asambleas constituyentes y pacto interprovinciales:

    ASAMBLEAS CONSTITUYENTES

    El reglamento orgánico de 1811

    Es considerado como la primera constitución del pueblo argentino. Fue dictado por la Junta Conservadora a instancias del Triunvirato.

    Establece la triple división de poderes, aunque en forma imperfecta.

    Una vez sancionado, la Junta Consultiva aconseja su rechazo. El triunvirato lo rechaza diciendo que precipitaria al fracaso.

    Estatuto provisional de 1811

    El triunvirato se da a la tarea de redactar su propio codillo en nombre del señor Don Fernando VII.

    En este estatuto se confirma el giro político hacia el centralismo. La junta conservadora se disuelve al igual que las juntas provinciales.

    El poder ejecutivo sigue siendo el triunvirato, pero ahora con amplias facultades. El poder judicial pierde en parte su independencia.

    Asamblea del Año XIII.

    La asamblea se fijó dos grandes objetivos: declarar la independencia y dictar una Constitución.

    Ninguno de los dos objetivos se cumplió. Sin embargo, la asamblea cobra trascendencia por una serie de medidas, algunas con verdadero tono revolucionario.

    Se suprime la institución del Mayorazgo, se abolen los títulos de nobleza. Se suprime la servidumbre de los indios, se abolió la Inquisición y la utilización de tormentos con fines judiciales. Se adopta un escudo, así como un himno nacional, y se acuña la primera moneda rioplatense. Se crea un gobierno unipersonal.

    El congreso de Tucumán

    El 9 de julio de 1816 se presenta como primer asunto el de la libertad e independencia. Esta moción resulta aprobada en forma unánime y entusiasta, declarando los congresales la “Independencia de las Provincias Unidas de Sud América” de la dominación del Rey Fernando VII, sus sucesores y Metropoli, y de toda otra dominación extranjera.

    Constitución Unitaria de 1819 (Pueyrredón)

    Se dice allí que en la necesidad de preferir un sistema de concentración y unidad, dicta la política que se quite a los pueblos el principal motivo de inclinación al federalismo.

    En el caso del Poder Legislativo, se considera que se debe llamar al senado a los ciudadanos distinguidos, ya sea por su riqueza o talento.

    De esta manera se reserva a una clase privilegiada el derecho de formar el senado, y se desprecia al pueblo.

    Esta Constitución, como hecho histórico, significaba la muerte de las autonomías federales, del gobierno propio, del federalismo, de las aspiraciones democráticas y republicanas por las que había luchado el pueblo.

    Estatuto Provisional de Santa Fe de 1819.

    El ideal autónomo de Santa Fe era darse sus propias instituciones, darse su Ley Fundamental, organizando sus poderes. Estanislao López encarga ala Junta Electoral la redacción de un Estatuto constitucional. Pero luego el lo rechaza por encontrar la disposición mas favorable a la anarquía.

    En reemplazo de este, López presenta un nuevo texto constitucional. Este proyecto es aprobado bajo el nombre de ESTATUTO PROVICIONAL DE SANTA FE.

    Este Estatuto carece de toda importancia jurídica y constitucional, en comparación a nuestros modernos textos legales. Es un pobre y simple texto. Lo más importante es su significación histórica.

    Congreso de 1824

    Sanciona, entre otras, la llamada “Ley fundamental”, la ley de Presidencia, la ley de Capitalización.

    La ley Fundamental es sancionada el 23 de enero de 1826.

    El congreso se declara constituyente. Las provincias se regirán por sus propias y vigentes instituciones, hasta la sanción de una Constitución.

    Se reconoce así la “autonomía provincial”.

    La ley de presidencia crea el Poder Ejecutivo Permanente. Al día siguiente designa a Bernardino Rivadavia.

    Esta ley es impulsada por el grupo centralista.

    La ley de capitalización establece que la ciudad d Buenos Aires será la Capital del Estado, fija la circunscripción que le corresponde y dispone que con el resto del territorio se organice la provincia de Buenos Aires. Esta ley significa la desmembración de la Provincia de Buenos Aires, que pierde una rica zona y se ve privada de importantes impuestos que afectan al tesoro provincial.

    Se establece la religión C. A. R. como culto oficicial

    Esta constitución es rechazada por las provincias de carácter federal por su contenido.

    PACTOS INTERPROVINCIALES

    El tratado del Pilar.

    Luego de la derrota de Rondeau en Cepeda, cada provincia se organiza como un estado autónomo autónoma. El cabildo porteño renuncia así al rol de la Ciudad como Capital de todas las Provincias unidas.

    En la capilla del Pilar se firmo la paz entre Sarratea (gobernador de B.A.), López y Ramírez.

    El tratado del Cuadrilátero

    Muerto Ramírez. En la ciudad capital de la provincia de Santa Fe se reúnieron los representantes de las cuatro provincias litorales. El tratado del Cuadrilátero establece “una paz firme, verdadera amistad y unión permanente entre las cuatro provincias contratantes, cuya reciproca libertad, independencia, representación y derechos se reconocen y deben guardarse entre si en igualdad de términos. La inteligente política de Estanislao López y Martín Rodríguez inicia una época de paz que permite a ambos mandatarios realizar una eficiente labor de gobierno.

    Se establece que si los españoles, portugueses o cualquier otro poder extranjero invadiese y dividiese la integridad del territorio nacional, todas las provincias firmantes pondrán inmediatamente en ejercicio su poder y recursos para arrojarlo de el.

    Pacto Federal de 1831

    El 4 de enero de 1831 se firmo el Pacto Federal, que comprometía a las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos, luego se adhiere Corrientes. Buenos Aires promete ayudar económicamente a las provincias, a través de las llamadas “subvenciones”.

    Acuerdan resistir cualquier invasión extranjera contra alguna de las provincias argentinas, y constituir una alianza defensiva ofensiva contra toda agresión de las demás provincias.

    Este pacto constituye la piedra angular de nuestra organización Nacional. En el se dan las bases definitivas sobre las que habrá de constituirse el país, bajo los principios del federalismo. Y es en virtud de su mandato que, caída la dictadura, habrá de organizarse la república.

    Pacto de San Nicolás:

    Es convocado por Urquiza para sentar las bases de la constitución argentina. Así todas las provincias y el estado autónomo de Buenos Aires, en calidad de oyente, para decidir si se adhería o no. Sus disposiciones fueron aceptadas por las provincias de la confederación y rechazada por Buenos Aires. Las más importantes eran:

    • Urquiza se transformaba en el director provisorio de la Confederación

    • Se transfería el control de la aduana y el puerto de Buenos Aires a las autoridades nacionales

    • Se convocaba a un Congreso General constituyente en Santa Fe, al que cada provincia asistiría con 2 diputados sin importar el número de habitante y su capacidad económica.

    Provincias y Nación:

    El origen esencialmente local del movimiento independencista y su clara asociación con los intereses de Buenos Aires, resultaba un obstáculo para lograr una adhesión subordinada de los pueblos del interior al nuevo esquema de dominación que ella imponía. No obstante, los diversos órganos políticos y proyectos constitucionales ensayados durante las dos primeras décadas de vida independiente, fueron ineficaces para las tendencias secesionistas y la pulverización de los centros de poder, que tendieron a localizarse en las viejas ciudades coloniales del interior separadas por la distancia, indígenas , etc. y dichos centros de poder, se integraron en torno a la figura carismática de los caudillos locales.

    Estos pugnaron por reivindicar el marco provincial como ámbito natural para el desenvolvimiento de la actividad social y política. La provincia pasó a constituirse en símbolo de resistencia frente a los continuados esfuerzas de Buenos Aires de concentrar y heredar el poder político del gobierno imperial.

    El localismo respondía a la modalidad que habían adquirido las relaciones de producción y los circuitos económicos de las provincias Unidas. En este sentido, los sentimientos localistas se hallaban teñidos por el diferente carácter que tenían los intereses materiales de las fuerzas sociales radicadas en las diversas regiones del territorio. En cada una de ellas, la organización nacional asumía significados diferentes en función de su respectiva articulación dentro del esquema económico que venía estructurando desde fines del siglo anterior.

    Y desde 1810 las provincias, exigían autonomía, ya que los gobernantes provinciales eran impuestos por Buenos Aires. Estas ideas de carácter popular e igualitario, lo acercaron a la figura de Artigas. El enfrentamiento entre Artigas y Buenos Aires, tuvo su punto culminante en la asamblea del año XII. A dicho congreso, Artigas envió delegados con expresas indicaciones:

  • Inmediata declaración de independencia.

  • Establecimiento de una constitución republicana, estableciendo las autonomías provinciales.

  • Instauración de un gobierno central débil, con autoridad sobre los negocios generales, la política extranjera y el establecimiento de una capital fuera de Buenos Aires.

  • El congreso negó dichas exigencias, y Artigas renunció a la alianza con Buenos Aires. Entre Ríos y Corrientes lo declararon su “Protector”, mientras rompían relaciones con Buenos Aires.

    1815, el gobierno impuesto por Buenos Aires fue derrocado por federalistas y se unió a la postura de Entre Ríos, Corrientes y Córdoba. Cuando Buenos Aires quiso recuperarla, fue disuadida por Estanislao López, quien desplazó del poder a Artigas, destruido un año después por otra invasión portuguesa (en1820 fue repudiado por López y Ramírez).

    Buenos Aires se opuso a los nuevos caudillos a través del cierre del Paraná. Esto sumado a la declaración de una constitución Unitaria y a su intento de imposición por la fuerza, motivó a Ramírez y a López a avanzar a Buenos Aires.

    Así a mediados de 1819, desapareció todo vestigio de autoridad central y el poder fue tomado por los diferentes caudillos provinciales.

    El federalismo se convirtió en una protesta contra la centralización de Buenos Aires y contra las intendencias.

    El cambio de fortuna de los caudillos empezó en 1821, cuando la alianza entre López y Ramírez terminó bruscamente. Después de la victoria de Cepeda, Ramírez empezó a comportarse como un Artigas, proclamándose el socio principal de la alianza y tratando de extender su autoridad sobre Corrientes y Córdoba. López se resistió; Ramírez fue derrotado, y muerto.

    López se proclamó “patriarca de la federación”. Pero sin Ramírez ya no tenía poder militar para imponerse sobre Buenos Aires.

    Buenos Aires pronto reanudó el bloqueo del Paraná, que le permitió monopolizar el comercio extranjero y obligó a las provincias a capitular ante su creciente aislamiento y pobreza.

    Las provincias en 1822, estaban dispuestas a convocar otro congreso nacional y reanudar las discusiones sobre una constitución. Este ciclo de sucesos encerró a las provincias en una difícil situación durante los cuarenta años siguientes: las provincias deseaban la libertad con respecto de Buenos Aires, pero una vez libres, sus necesidades económicas las llevaban rápidamente a establecer de nuevo las relaciones con Buenos Aires.

    Rivadavia:

    Vuelve a la escena política en la gobernación de Rodriguez:

    • El librecambio, las inversiones extranjeras y la colonización de tierras por europeos, fueron las ideas por el difundidas que transformaron al país dos generaciones más tarde.

    • Suprimió el cabildo por que se opuso a sus políticas de supresión de los fueros clericales.

    • Ley de Enfiteusis.

    • Préstamos de la Barhing Brothers y cocesión minera.

    • diferenció entre “propietarios y sirvientes”.

    • Guerra con Brasil (ocasiona su caída).

    • Dicta una constitución Unitaria, con la que luego es elegido presidente (1826).

    Luego de la renuncia de Rivadavia, Dorrego asume la gobernación de Buenos Aires y gracias a su política conciliatoria con las provincias (anula constitución, acepta autonomía), estas le delegan

    el mando de las relaciones exteriores. Dorrego es asesinado por Lavalle, quien es vencido luego por Rosas y López.

    Rosas es designado gobernador de Buenos Aires y recibe, de parte de la legislatura, “Facultades Extraordinarias”.

    Entre la unidad del régimen y la descentralización. Impacto en el ámbito político y social del modelo económico.

    Desde antes de la revolución de Mayo se vislumbraba una idea que Rivadavia le dió profundidad. Este imaginó, diagramó, y empezó a sentar las bases de un país, en el cual su principal valuarte, su principal sostén se encontrara en el desarrollo agricólo- ganadero (la cual ya se practicaba en estas tierras en épocas coloniales), camino por el cual el país alcanzaría la cima del mundo. Y un recurso indispensable para desarrollar y mejorar esta actividad era la mano de obra especializada, que se obtendría mediante la inmigración.

    La intención de Rivadavia (aun entre sus opositores) se fue expandiendo, más bien afianzando a lo largo y ancho del país, y fue generando que los sectores más altos de la sociedad se vincularán aun más con dicha actividad económica; hasta tratar por todos los medios de conseguir poder político para asegurar el cumplimiento de sus intereses, tanto particulares como regionales.

    Esto generó la aparición en cada región de personas, conocidos como caudillos, que sobresalían por su carisma y por su capacidad de establecer y concordar los intereses de todas las clases sociales.

    De esta manera, los estancieros de Buenos Aires se convirtieron en un importante factor de poder y decisión, pudiendo así ejercer influencia sobre el gobierno hasta el punto lograr imponer a la persona que ellos crean convenientes en distintos puestos de gobiernos.

    Es así, que uno de los principales estancieros, quizás su mayor exponente Rosas, que ya había participado en la vida política nacional, (de orientación política federal) realiza una alianza con caudillos del interior ) para derrotar a Lavalle (unitario)

    Una ves en el poder, fue my dificil sacarlo a Rosas, quien gobernó la provincia con notable influencia sobre el resto de del país desde 1829 a 1852 (salvo un breve y voluntario retiro en el cual se dedicó a realizar la campaña del desierto).

    Los opositores a Rosas, lo consideraron un sangriento tirano y símbolo de de la barbarie, mientras que una generación posterior lo canonizó como un héroe nacional, pero más exacto es describirlo como la encarnación del caudillo federal, un autócrata conservador dedicado al engrandecimiento de su provincia y de sus ganaderos y saladeristas. Para Rosas toda otra preocupación era secundaria y debía ser ignorada, evitada o borrada.

    Al asumir el poder, Rosas se encontró con una profunda crisis económica porque:

    • el papel moneda no tenía valor

    • todavía subsistían los efectos del bloqueo brasileño, por la guerra con Brasil

    • por la sequía que afectaba al rendimiento de las cosechas.

    Durante su primer gobierno armó el ejército y silenció a sus opositores, con el bien de lograr el orden. Hizo una reducción en los gastos del Estado.

    Firma el pacto Federal. Pero no lo cumple al pie de la letra, ya que tiende a aislar a Buenos Aires de las demás provincias tanto política como económicamente. Esgrime hábilmente, la organización formal de la Nación.

    Termina su mandato en 1832, dejando el país en paz, para regresar tres años después con una situación totalmente opuesta. Se aprovecha de la situación y para poder gobernar pide “la suma del poder público”.(policía, ejército e Iglesia). Es en esta época que se ven los rasgos del régimen rosista en su esplendor.

    Este se caracterizó por lograr una gran alianza, en la cual el mismo régimen asentó su funcionamiento, entre los propietarios y populares. En la conformación de esta alianza y en la relación con cada uno de los sectores sociales entró en juego una de las virtudes de Rosas: su carisma

    El silenciamiento de sus opositores fue mucho más trágico, sangriento. En dicho silenciamiento la policía Rosista, la mazorca, jugó un papel importante.

    El gobierno de Rosas, fue quizás el régimen autoritario que más apoyo social tuvo durante toda la historia argentina.

    La influencia del gobierno de Rosas sobre las provincias, estaba respaldada por el poder económico de su provincia. Poder que Rosas compartía muy poco con las provincias, sólo a través de esporádicas subvenciones a cambio de ciertos favores, apoyos, etc.

    A pesar de que sus relaciones con Inglaterra eran tensas, logró realizar muy buenos negocios con este país.

    Promulgó una ley arancelaria , y leyes de tierras.(anulación de Enfiteusis)

    Caída de Rosas:

    En 1839 Lavalle vuelve a surgir y es vencido por Urquiza, un hacendado entrerriano. Luego de este acontecimiento, Rosas nombra a Urquiza como su principal jefe militar. Este se convierte en gobernador de su provincia en 1941 y adquiere junto con Entre Ríos importancia política y económica.

    Rosas, agobiado por una grave crisis económica, intentó construir un monopolio y eliminar la competencia del Litoral. Por eso estableció controles sobre el comercio fluvial a lo largo del Paraná, que lo embrolló en conflictos con Francia y Gran Bretaña. Luego en un segundo cierre, cosechó la enemistad de Urquiza. Esto sumado a la negativa rosista de formalizar una constitución, constituyeron motivos necesarios para su posterior caída.

    En 1951, Urquiza rechazó a Rosas su reelección con el poder de las relaciones exteriores de la Confederación. Luego marchó sobre Montevideo, derrotando a Oribe y luego sobre Buenos Aires para vencer a Rosas en Caseros, en 1952.

    A manera de conclusión, la situación del siglo XIX recuerda la del siglo XVII:

    • La depresión económica dio a la carrera militar una importancia desproporcionada como vía de movilidad social.

    • las comunidades más débiles necesitaron de las subvenciones.

    • Los continuos bloqueos muestran la importancia de las importaciones.

    • Las élites usaron el recurso del monopolio como medida protectora.

    Constitución 1853:

    Se usaron como bases la fórmula prescriptiva de Alberdi, y en las constituciones de EE.UU. y Francia.

    El país se organizó bajo la siguiente forma de gobierno:

    Representación (política), término que se aplica al sistema en el que los encargados de llevar a cabo las funciones ejecutivas, legislativas y judiciales pueden ser elegidos mediante el voto del electorado. En la mayoría de los casos la representación directa se utiliza sólo con fines legislativos. La representación es el sistema más funcional ideado hasta la fecha para asegurar que las opiniones e intereses de un grupo de ciudadanos puedan influir en las decisiones de la legislatura u otro órgano de Gobierno. Las competencias del representante elegido varían, sin embargo, de un Estado a otro, y en general el gobernante no tiene la obligación de consultar a aquéllos que representa cada vez que haya que estudiar una ley elaborada por el Gobierno en el que participa.

    Gobierno federal o federalismo, forma de gobierno por el que el poder político está dividido entre una autoridad central o nacional y unidades locales autónomas más pequeñas tales como provincias o estados, por lo general bajo los términos de una constitución. Delegando el gobierno provincial ciertas atribuciones al gobierno central y reservando algunas para si.

    República (del latín res publica, `la cosa pública'), forma de Estado basada en el concepto de que la soberanía reside en el pueblo, quien delega el poder de gobernar en su nombre a un grupo de representantes elegidos. En la práctica este concepto ha sido, sin embargo, ampliado, distorsionado y corrompido de diversas formas, por lo que se hace difícil dar una definición unívoca del término.

    El modelo Alberdiano:

    Régimen político y legitimidad:

    Un régimen político puede ser entendido como una estructura institucional de posiciones de poder, dispuesto en un orden jerárquico, desde donde se formulan decisiones autoritativas que comprometen a todo una población perteneciente a una unidad política.

    La estructura institucional de un régimen alberga la realidad de un poder y este haz de relaciones de control se asienta sobre una constelación de intereses materiales y valores que justifican la pretensión de algunos miembros de una comunidad política de gobernar al resto. La operación consistente en traducir esas madejas de intereses y de valores en una creencia compartida que haga las veces de norma habitual para regular las relaciones de poder.

    Se tratará entonces de consagrar una fórmula prescriptiva o principio de legitimidad que no sólo busca satisfacer ciertas ideas acerca del régimen mejor adaptado sino que, pretende gratificar intereses materiales reivindicados por grupos y grupos sociales.

    La fórmula operativa o sistema de legitimidad debe vincular las expectativas, valores o intereses de los actores con las instituciones del régimen y las reglas de sucesión.

    Fórmula prescriptiva de Alberdi:

    La búsqueda de fórmulas operativas prescriptivas que conciliaran la desigualdad del antiguo régimen con los principios igualitarios emergentes, estuvo jalonada por errores y fracasos, pero fue dejando sedimentos que el observador pertinaz puede devolver hacia el futuro en nuevos proyectos institucionales. Ese fue el propósito de Alberdi.

    La fórmula de Alberdi influyó significativamente en las deliberaciones del Congreso Constituyente; se prolongó más allá de las deliberaciones; tradujo valores e intereses dominantes en la Argentina y; perduró en el tiempo y otorgó un marco valorativo que sirvió de guía del régimen político.

    Sostuvo que los argentinos debían darse una constitución para realizar un determinado proyecto: inmigración, la construcción de ferrocarriles y canales, la colonización de tierras de propiedad nacional, la introducción y establecimiento de nuevas industrias, la importación de capitales extranjeros y la exploración de ríos interiores. Son un conjunto de metas que debe dar alcance una nación abierta al futuro.

    La fórmula funda una capacidad de decisión dominante para el poder político central; otorga el ejercicio del gobierno a una minoría privilegiada; que limita la participación política del resto de la población y a asegura a todos sin distinción de nacionalidad, el máximo de garantías civiles.

    La representación es el sistema por el cual el pueblo elige a sus gobernantes. Esta es vista como una serie de actos mediante los cuales, un actor político autoriza a otro a obrar en su nombre o le impone el deber de dar cuenta de su acción. Así la dicha fórmula prevé que el diputado será elegido directamente por el pueblo, mientras que el senador y el presidente obtendrán su título por una elección de segundo grado realizada en las legislaturas provinciales o en el seno de un colegio electoral. Con estas medidas, Alberdi busca “filtrar” aquellas personas que no estén capacitadas para ejercer el gobierno, y concentrar en un grupo reducido la responsabilidad del gobierno. Pero como la legitimidad del gobernante siempre deriva de voto del pueblo (ya sea directa o indirecta) es necesario que este se exprese, expresión que es controlada bajo el argumento de que unos pocos saben elegir, ya que la muchedumbre a favorecido a los despotismos populares.

    Así Alberdi propone la coexistencia de dos repúblicas:

    • Abierta: en la que tienen cabida todos los ciudadanos que habiten en el país. (es una contradicción)

    • Restrictiva: construida para el ejercicio de la libertad política: un ámbito donde la participación en el gobierno se circunscribe a unos pocos, y también la capacidad de controlarse entre ellos, y a la vez al entorno que los rodea.

    La libertad civil, busca abrir la ruta para implantar la nueva cultura, porque esas garantías traerán inmigración, industria y riquezas.

    En la fórmula alberdiana el presidente materializa el poder central, pero no detenta todo el poder ni tampoco ejerce un dominio irresponsable sobre la sociedad. El dominio irresponsable proviene del despotismo de uno sólo; el gobierno responsable deriva de la legitimidad del presidente investido por una constitución. El papel de presidente, el rol institucionalizado que un individuo está llamado a desempeñar, tiene más valor que su propia virtud de gobernante.

    La Constitución de la Federación Argentina tiene por objeto establecer una república no-tiránica. Para la tendencia de corrupción del despotismo es necesario encuadrar el ejercicio gubernamental dentro de los límites temporales precisos, otorgando a magistraturas diferentes la tarea de legislar, ejecutar y sancionar. La no-reelección del presidente y la distribución de la actividad legislativa y judicial en cámaras y tribunales donde el poder central y el de las provincias estén debidamente incorporados.

    Orden y Progreso:

    Idea de progreso: (generación del 37', generación del 80')

    La articulación de intereses económicos y el desarrollo de las fuerzas productivas se eregían de este modo en indispensables componentes materiales de la nacionalidad. La fórmula no era extraña: tierra, trabajo y capital pondrían en marcha esa identenida maquinaria de progreso. El estado era la máquina del progreso. “Un pueblo que se estaciona y no progresa, no tiene misión alguna, ni llegará jamás a constituir su nacionalidad”.

    La cuestión del orden: las posibilidades de articulación de los factores productivos se vieron limitadas por: la dispersión y el aislamiento de los mercados regionales, la escasez de población, la precariedad de los medios de comunicación y transporte, la anarquía en los medios de pago y en la regulación de las transacciones, la inexistencia de un mercado financiero, las dificultades para expandir la frontera, la ausencia de garantía sobre la propiedad, la estabilidad de la distancia productiva y hasta la propia vida. La dsitancia entre proyecto y concreción, entre la utopía del “Progreso” y la realidad del atraso y el caos, era la distancia entre la constitución formal de la nación y la efectiva existencia de un estado nacional.

    Se necesitaba imponer un nuevo marco de organización y funcionamiento social. El “orden” aparecía como la condición de posibilidad del progreso y como medio para obtener la confianza del extranjero en la estabilidad del país y sus instituciones.

    Sin dicho orden era imposible cumplimentar con las condiciones de estatidad:

    • Externalización del poder: el control de los medios organizados de violencia era una competencia oligopólica entre las distintas provincias.

    • Inexistencia de un aparato administrativo y jurídico de alcances nacionales.

    • Poco efectivo control ideològico de la dominación.

    Período 1853 - 1880:

    Las provincias confirieron a Urquiza, el triunfador de Caseros, el titulo de “Director Provisional de la Confederación Argentina”. El a cambio decretó la nacionalización de las aduanas y la libre navegación del Paraná y el Uruguay.

    Urquiza convocó al Congreso Constituyente en la ciudad de Santa Fe. La Constitución fue aprobada el 1ero. De Mayo de 1853 (Pacto de San Nicolás).

    Los temas económicos de la constitución también se dirigieron hacia los problemas federales. Se suprimieron los aranceles interprovinciales. Los ingresos aduaneros de Buenos Aires se tenían que nacionalizar y no continuar siendo de propiedad exclusiva de la provincia de Buenos Aires, lo cual fue uno de los motivos de la resistencia porteña.

    Si bien las provincias aceptaron la Constitución de 1853, continuaron siendo gobernadas por caudillos.

    Argentina estaba ahora dividida en dos Estados:

    Uno en manos de la ciudad y la provincia de Buenos Aires, dirigido por su gobernador (desde 1860, Bartolomé Mitre) y el partido liberal.

    Otro, el de la Confederación Argentina, formada por 13 provincias, gobernada por Urquiza.

    Los dos estados vivían situaciones completamente distintas.

    El estado de Buenos Aires apoyaba su estructura económica en la aduana, el puerto , y el campo. Con semejante respaldo económico el gobierno porteño no tenía apuros en lograr a la unidad nacional. Por momentos se mostraban pocos interesados, ya que la organización nacional significaba para los terratenientes perder el control local de las rentas aduaneras y destinar recursos e instituciones provinciales a la unificación política, económica de un basto territorio.

    Totalmente diferente era la situación que vivía la Confederación, la cual estaba sumergida en una profunda crisis económica y social, al no contar con grandes ingresos económicos fijos y tener que solventar provincias en muy precario estado de desarrollo. Es por eso que trató de lograr por todos los medios la unificación de Buenos Aires. Es durante donde esta época donde comienza la primera corriente de inmigración, otorgando pequeñas y medianas parcelas en carácter de préstamo a los foráneos para que estos las cultiven. Se fundan colonias agrícolas. El gobierno de la Confederación nunca alcanzó una situación económica mínimamente estable, y permanentemente se vio acosado por los gastos de la guerra y no pudo obtener empréstitos externos significativos.

    Durante el lapso que duró la secesión de Buenos Aires se prodijeron avances decisivos en la consolidación de vínculos nacionales entre las provincias. Buenos Aires no dejó de ser reconocida como integrante de la nación a pesar de estar separada por 10 años. El resto del territorio dió los primeros pasos hacia la consolidación de un Estado único. El gobierno llegó a gozar de un cierto grado de estabilidad y de reconocimiento de su soberanía. La capacidad de tomar decisiones fue escasa o nula.

    A partir del Congreso Constituyente de 1853, los datos del problema cambiaron significativamente: emergió un Estado federal dispuesto a instalar la soberanía del gobierno nacional y subordinar a ese imperio constitucional a todas las provincias. En medio de una guerra civil que duro 8 años, esa intención fue compartida por el gobierno instalado en Paraná, entre 1854 y 1860 (presidencia de Urquiza), y por la política que Mitre desplegó desde Buenos Aires, luego de la batalla de Pavón.

    A partir de ese momento se acelero el proceso de unificación política, basado en la hegemonía bonaerense., pues las bases materiales para llevarla a cabo se hallaban realmente en las provincia de Buenos Aires. Este proceso se consolidara casi 20 años después.

    La derrota de la Confederación Argentina fue el preámbulo de la primera fase de control nacional sobre las provincias, represento un hito crucial en el proceso de construcción de la sociedad argentina. La historia del país quedaría marcada por un episodio militar que permitió a los sectores dominantes porteños “nacionalizar” la llamada revolución liberal y organizar el Estado.

    La labor de Mitre dio como resultado un compromiso entre el unitarismo y el federalismo, dice Lynch. Mitre acepto la Constitución de 1853, con su tendencia al centralismo y el poder presidencial, y fue proclamado líder tanto nacional como provincial. Así, pues, en 1861 se acepto el concepto de una “federación”, que si bien representaba el interior, en Buenos Aires estaba su Centro .

    En las circunstancias en que se llego al ultimo enfrentamiento militar - dice Oslak, por su parte -, el concurso y el liderazgo de Buenos Aires resultaban cruciales para organizar definitivamente la nación, estructurar un mercado nacional y hacer viable un Estado capaz de asegurar condiciones de estabilidad y progreso material.

    Buenos Aires -agrega Oslak- paso a ser la escena y el principal agente de la política nacional. Las negociaciones en torno a la incorporación de la provincia y establecimiento de las autoridades nacionales en su territorio, realizadas durante 1862, se dieron casi exclusivamente entre las fuerzas políticas de esa provincia - respectivamente en poder de los gobiernos nacional y provincial-, aun cuando el Congreso Nacional ya se hallaba funcionando en Buenos Aires.

    Las autoridades nacionales quedan instaladas en Buenos Aires en calidad de huéspedes del gobierno provincial.

    Proceso de consolidación del estado nacional. Ámbitos de actuación.

    La construcción del estado suponía enajenar parte de las facultades que poseían algunas instituciones como la Iglesia los gobiernos provinciales, ciertas asociaciones voluntarias o algunas instituciones civiles.

    A pesar de ser un único proceso la penetración y la actuación del estado nacional sobre las provincias; este proceso se podría categorizar de las siguientes maneras:

    Penetración represiva:

    Esta modalidad implica la aplicación de violencia física o amenaza de coerción, tendientes a lograr el acatamiento a la voluntad de quien lo ejerce y tendiente a suprimir toda resistencia eventual a su autoridad.

    El instrumento clave empleado por el Estado para imponer esa forma de control coercitivo, fue la institucionalización del ejército nacional.

    A Mitre le correspondió empezar esta tarea, y para 1876 ya estaba consolidado este.

    De esta forma de penetración se encargó el Ministerio de Guerra y Marina.

    Penetración Cooptativa:

    Se refiere a la captación de apoyos entre los sectores dominantes locales y gobiernos provinciales, a través de alianzas y coaliciones basadas en compromisos y prestaciones recíprocas tendientes a preservar y consolidar el sistema de dominación impuesto en el orden nacional. La esencia de este mecanismo remite a las reglas más elementales del juego político: debilitar al adversario y reforzar las propias bases sociales de apoyo.

    Esta forma de dominación del interior cobra gran poder después de la unificación bajo un mismo gobierno nacional, porque se aceptaba la constitución del '53. En la cual se establecía que el senado sería la llave maestra del sistema político (siendo capaz de impedir cualquier ley con sus 2/3), y en eso órgano sólo habría dos integrantes de Buenos Aires.

    Por eso ganar la adhesión provincial implicaba la creación de mecanismos que emparejaran esa importante fuente de poder que había quedado formalmente reservada a las provincias, procurando un creciente control de sus situaciones locales.

    Para eso se adoptaron diferentes estrategias:

    • se trataba de incorporar a los sectores dominantes del interior, como componentes de un nuevo pacto de dominación a nivel nacional.

    • Subvenciones estatales: la súbita suspensión de las subvenciones a provincias cuya situaciones no eran favorables, o el refuerzo de partidas a aquellas otras en que los sectores dominantes eran adictos al gobierno nacional, constituía un instrumento de acción política que, hábilmente manejado, permitía consolidar las posiciones de sus aliados en el interior.

    • Similares efectos producía la utilización de cargos públicos como mecanismo de cooptación.

    • Intervención Federal: la cual fue acordada constitucionalmente por las provincias al Poder Ejecutivo Nacional, este recurso le permitía intervenir en los asuntos provinciales a fin de “restablecer la forma de republicana de gobierno cuando esta se hallare amenazada”. Este no fue un mecanis mo destinado unicamente a reestablecer el orden o asegurar la forma republicana de gobierno, como lo expresaba la constitución. Su utilidad apuntó más bien a la conformación de un sistema político en el que los partidos (en un sentido de referencia a aquellas parcialidad con intereses más o menos parecidos de un mismo sector social, lideradas por caudillos que imprimía su fuerte sello personalista) provinciales dominantes se someterían a las orientaciones fijadas desde el gobierno nacional.

    La llevó adelante el Ministerio del Interior.

    Penetración Material:

    Bajo esta dominación se incluye aquella forma del avance del Estado sobre el interior, expresada en obras, servicios, regulaciones y recompensas destinadas a incorporar las actividades productivas desarrolladas a lo largo del territorio nacional, al circuito dinámico de la economía pampeana.

    Esta incorporación producía dos tipos de consecuencias:

  • Ampliaba el mercado nacional (en verdad lo que se deseaba era formar un verdadero mercado nacional), multiplicando así las oportunidades y el volumen de los negocios.

  • Extendía la base social de la alianza que sustentaba al nuevo estado, al suscitar el apoyo de los sectores económicos del interior beneficiados por dicha incorporación.

  • La penetración del estado se hacía efectiva en la medida en que los recursos movilizados permitían la articulación de actividades e intereses, conformando nuevas modalidades de relación social.

    Penetración ideológica:

    Consistió en la creciente capacidad de creación y difusión de valores, conocimientos y símbolos reforzadores de sentimientos de nacionalidad que tenderían a legitimar el sistema de dominación establecido.

    La penetración material, cooptativa e ideológica comparte un fundamento común, aún cuando este consenso tiene en cada caso referentes distintos: el interés material, el afán de poder o la penetración ideológica, en cambio la penetración represiva implica la aplicación de violencia física o la amenaza de coerción, tendientes a lograr el acatamiento de la voluntad de quien la ejerce y a suprimir toda eventual resistencia a su autoridad.

    Tres ministerios fueron los instrumentos de las formas de penetración:

    • El Ministerio de Guerra y Marina, como aparato represivo.

    • El Ministerio del Interior, articulador de los distintos mecanismos de penetración cooptativa.

    • El Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción Pública, órgano fundamental de penetración ideológica en sus diversas expresiones.

    Estos tres se vieron apoyados por el Ministerio de Relaciones exteriores y el de Hacienda, cuya misión consistía en:

  • Gestión diplomática tendiente a afirmar la soberanía del estado nacional y consolidar los vínculos a los mercados mundiales.

  • Organización y administración de un eficaz aparato de extracción y captación de recursos internos y externos.

  • En la década del 80, el estado nacional se había convertido en el núcleo irradiador de medios de comunicación, regulación y articulación social, cuya difusión tentacular facilitaba las transacciones económicas, la movilidad e instalación de la fuerza de trabajo, el desplazamiento de las fuerzas represivas y la internalización de una conciencia nacional.

    LA CUESTIÓN CAPITAL Y LA FEDERALIZACIÓN DE BUENOS AIRES

    Desde la revolución de mayo, gestada en su seno, hasta 1820 (López y Ramírez), Buenos Aires se convirtió en sede de los gobierno nacionales, para pasar a ser, a raíz de los sucesos de febrero de ese año, Capital de la Provincia de Buenos Aires.

    Continua en este carácter hasta 1826, en que es promulgada la ley que declara a la ciudad de Buenos Aires Capital de la República, volviendo esta ciudad a ser nuevamente Capital de esta provincia hasta 1853. Pero por la constitución de 1853 es declarada capital de la República, en el art. 3, que decía: “Las autoridades que ejercen el gobierno federal residen en la ciudad de Buenos Aires, que se declara Capital de la República por una ley especial del Congreso”.

    En 1862, mitre se aboca inmediatamente al grave problema de la Capital. El pueblo de Buenos Aires se oponía a que su ciudad fuera declarada Capital de la República. El 14 de junio se presentó un proyecto, obra de los senadores Elizalde, Del Carril y Alsina que establecía como capital de la República a la localidad de San Nicolás de los arroyos y parte de Pavón.

    Velez Sarfield no estaba de acuerdo con este proyecto y redacto uno similar en el que se declaraba Capital a la localidad de San Fernando. Ambos proyectos fueron devueltos para su estudio.

    Atentos a esto, Alsina, Elizalde y del Carril presentaron un nuevo proyecto, pero eliminando la mención del lugar o territorio que habría de nacionalizarse. Como no hubo acuerdo general, la comisión difirió hasta el año 1863 el tratamiento del tema, estableciendo, mientras tanto, en forma provisional, la Capital en la Ciudad de Buenos Aires, por el termino de 3 años. La ley fue aprobada. Pero luego la Legislatura Provincial rechaza el proyecto.

    Mitre intercambio ideas con los hombres de la Legislatura porteña lo que dio como resultado la Ley de Compromiso.

    Dicha ley declaraba como sede de las autoridades nacionales a la ciudad de Buenos Aires por el termino de cinco años, coexistiendo con las autoridades provinciales que continuarían teniendo su misma residencia.

    Al aproximarse la fecha en que vencía la Ley de Compromiso, se presentaron en el Congreso diversos proyectos, entre ellos, los que fijaban como Capital la ciudad de Rosario, Fraile Muerto, Villa Constitución y Buenos Aires.

    Joaquín Granel insiste por segunda vez durante la presidencia de Sarmiento con su proyecto de Rosario, el que es aprobado pero luego el presidente lo veta.

    En 1875 se renuevan los proyectos pero ninguno de ellos prospera.

    La cuestión Capital parecía insoluble. Sin embargo, la solución llega sobres el termino del periodo presidencial de Avellaneda, como consecuencia de los sucesos de 1880.

    Julio Roca es elegido presidente constitucional de la República en las elecciones de 1880. El mitrismo resuelve desconocer las elecciones. Se crea un estado verdadera revolución en la ciudad. Se decreta el estado de sitio.

    Los grupos políticos solicitan la renuncia de Roca como candidato electo, y Avellaneda rechaza las propuestas. Y en junio comienzan las hostilidades. En estos combates se enfrentan el Interior y Buenos Aires, para decidir por la fuerza de las armas la subordinación de todas las provincias al poder político nacional.

    Por fin Mitre logra un armisticio en base a la renuncia de Tejedor, y la entrega a la nación de todas las armas que las fuerzas provinciales tienen en su poder. El 24 de agosto de 1880, Avellaneda envía un proyecto de Federalización de Buenos Aires, que el congreso convierte en la ley 1029.

    Por esa ley se declara capital al municipio de la ciudad de Buenos Aires, siempre que la legislatura de esa provincia preste conformidad.

    Por ley del 26 de noviembre de 1880, se termina la vieja controversia sobre la capital de la República, que venia conspirando contra la paz y la organización nacional.

    Por otra parte, la capital de la Provincia de Buenos Aires se establece en la Plata.

    Unidad 2

    Oligarquía política.

    Oligarquía, en ciencia política, forma de Gobierno en que el poder supremo está en manos de unas pocas personas. Los escritores políticos de la antigua Grecia emplearon el término para designar la forma degenerada de aristocracia, (literalmente, gobierno de los mejores). En una oligarquía, el gobierno está controlado por una facción que actúa según su propio interés sin tener en cuenta el bienestar del pueblo.

    La república restrictiva no definía ningún medio práctico para hacer efectiva la representación.

    El acto de seleccionar los medios prácticos que habrían de regular las acciones políticas dentro de los límites de la república restrictiva, ya no comprendían al legislador.

    Esta solución debía venir del hombre político, o debían resultar de una relación entre los individuos y las clases que detentaban posiciones de poder, y los que pretendían acceder a ellas.

    Para asegurar que los gobiernos estén compuestos por personas capacitadas era necesario diseñar una fórmula operativa que permitiera a los actores construir una base de dominación efectiva.

    Control de sucesión:

    Se advierte un problema de unificación de poderes y de concentración de poder nacional. Alberdi, establece una escala de prioridades. No le preocupa asegurar en primer término, un régimen normal de delegación de poder, sino alcanzar un gobierno efectivo que centralice la capacidad electoral en toda la nación. Este acto de centralización, consagrado merced a los sucesos del 80´está en el origen del control gubernamental, que de allí en más se ejercerá en todos los habitantes y a escala nacional.

    Se trata pues de acumular poder, un fenómeno común de las nuevas naciones, el que se propone resolver formando un gobierno que primero controle a los gobernados y en luego obligarlos a que se controle a sí mismo. Si la capacidad electoral está concentrada en los cargos gubernamentales, el acceso de los mismos está clausurado para otros pretendientes que no sean aquellos designados por los funcionarios salientes.

    La fórmula operativa adquiere un significado particular si se la entiende como un sistema de hegemonía gubernamental que se mantiene gracias al control de la sucesión.

    La elección se trastocó en designación del gobernante por su antecesor y la fuerza se concentró en los titulares de los papeles dominantes, revestidos con autoridad de “grandes electores”.

    La hegemonía gubernamental:

    La consolidación del régimen político no sólo coincidió con un desarrollo espectacular de los medios productivas, también trajo aparejada una secularización acentuada del clima moral.

    La oligarquía puede ser entendida como un concepto que califica un sistema de hegemonía gubernamental. El cual se organizaría sobres las bases de una unificación del origen electoral de los cargos gubernamentales, que debía tener un origen distinto. Este proceso unitario se manifestaría según modalidades diferentes:

  • Por la intervención que le cabría al estado para designar sucesores.

  • Por el control que aquél ejerce en los nombramientos de los gobernantes provinciales.

  • Escala de subordinación de la fórmula operativa:

    Presidente

    Diputados Senadores

    Gobernador

    Legislatura Provincial

    Además la clase oligárquica logró una forma de manejo con la oposición, que le permitía asegurar la continuidad de su régimen, a través de dos procesos:

  • Excluir por todos los medios a la posición considerada peligrosa para el mantenimiento del régimen.

  • Cooptar por el acuerdo a la posición moderada con la cual se podía transar sobre cargos y candidaturas.

  • En este período se ve la coexistencia de dos formas: la prescriptiva y la operativa; la constitución y la realidad respectivamente.

    Estado y mercado:

    La organización nacional no podía apelar solamente a argumentos ideológicos para lograr constituir la unidad nacional. Además era importante el afianzamiento nacional. Tampoco era posible lograr esa unidad a través de las armas, como lo demostraban los largos años de guerras civiles. Los vínculos materiales sobre los que se asienta una comunidad nacional eran todavía débiles, y esa debilidad era en gran parte el resultado de carencias notables.

    La formación de un estado nacional, o más genéricamente, de una economía de mercado exige como condición necesaria la confluencia de los factores de producción. Aunque el país era pródigo en tierras, su ocupación efectiva y puesta en producción exigía trabajo y capitales. No fue casual, entonces, que el verbo “poblar” se hiciera sinónimo de “gobernar” en más de un sentido simbólico. De nada servían las tierras ociosas; nada podía hacerse con ella si no se contaba con fuerza de trabajo capaz de incorporarlas a la producción. Aún contando con la población necesaria, difícilmente podían explotarse grandes extensiones, sin el auxilio de inversiones en capital fijo y tecnología que articularan la producción y circulación. Hasta tanto los hombres y capitales no fluyeron a explotar los campos, poblar las ciudades y construir la infraestructura física que ligara las distintas etapas del proceso económico, la sociedad argentina no rompería su cerrado localismo ni emergería de su tradicional y mediocre nivel de existencia material.

    Todo esto era bien conocido por los argentinos contemporáneos; lo sabían intelectuales y hombres públicos, los saladaristas entrerrianos, los viñateros de cuyo y los importadores porteños.

    Para superar esta difícil situación, lograr la constitución nacional y constituir un mercado nacional, el cual tenga como eje el modelo agroexportador, se decide fomentar la política inmigratoria europea y la búsqueda de inversiones extranjeras para levantar la suficiente infraestructura capaz de levantar un estado nacional (ferrocarriles, caminos, canalización de los ríos).

    La Argentina Aluvial

    Este nombre simbólico se le da a la época en que nuestro país es invadido por miles y miles de inmigrantes, en muy poco tiempo:

    La oleada inmigratoria tuvo, principalmente dos etapas con repercusiones y características diferentes:

    • La primera empieza en época de la confederación, durante la presidencia de Urquiza. La mayoría de los inmigrantes se dedicó a la actividad agrícola ganadera. A esto ayudó el estado que concedía tierras, pequeñas y medianas propiedades, a los inmigrantes a cambio de que estos las trabajaran. El estado buscaba fomentar esta actividad y esperaba que los inmigrantes quienes fueran fuente de trabajo y conocimiento para aumentar la productividad. Dichos inmigrantes se agruparon en colonias agrícolas (Esperanza, Villa Urquiza, etc). Esta etapa, con dichas características fue decayendo de a poco hasta más o menos la década del 80.

    • Cuando empieza la segunda etapa, que es la más grande en cuanto a número de personas que llegan a nuestro país. Es la época donde funciona el hotel del inmigrante. Y estuvo compuesta en su mayoría por italianos y españoles, y en una minoría por británicos, suizos, franceses, que eran quienes se intentaron atraer por razones ya conocidas. En esta etapa las entregas de tierras para que se trabajen a los inmigrantes ha desaparecido casi por completo. Y estos se radicarán, en su mayoría, en los conurbanos de las grandes ciudades, formando las villas miserias, o vivirán en zonas campestres realizando trabajos rurales.

    República Restrictiva. Legitimidad y participación. Cuestión política, cuestión étnica y cuestión social.

    Alberdi trato de armonizar los valores igualitarios de una República abierta a todos, con los valores jerárquicos de una República restrictiva, circunscripta a unos pocos.

    Alberdi expone con firmeza su consejo para mediatizar y circunscribir el ejercicio del sufragio a unos pocos, pero no se percibe un reconocimiento explicito del conflicto que pueda sobrevenir con motivo de la división de los notables en facciones electorales antagonicas. Pareciera como si el legislador hubiese apostado a la prudencia natural que se desprenderia de los notables habilitados, en virtud de la educacion, el poder y el prestigio, para ejercer la libertad política.

    El acto de seleccionar los medios prácticos que habrían de regular las acciones políticas dentro de los limites de la República restrictiva, ya no correspondia al legislador. La respuesta debía trazarla el hombre político.

    Las transformaciones económicas seguían siendo el elemento legitimante fundamental de la elite gobernante heredera de la generación del 80, pero el tratamiento de la situación política y social, requerían al menos, reajustes, tal como lo percibia Joaquin V. Gonzalez.

    El aspecto económico del régimen no constituía el elemento preocupante, pero si lo eran ciertos problemas políticos de envergadura y el estallido de lo que se llamo “cuestión social”.

    El régimen político, restrictivo, exclusivista, ya venia siendo cuestionado desde 1890 por algunos sectores segregados de la elite, particularmente los radicales y en alguna medida también por los mitristas, pero las voces de alarma terminaron por alzarse en el seno mismo de la elite gobernante.

    La cuestión social venia manifestándose desde la década anterior. Fue a partir de la huelga general de 1902, que hizo su plena irrupción en la escena social de la historia argentina contemporánea.

    Entre ambas cuestiones -la crisis del régimen político y la oleada de agitación social- aparecía un tercer tema problemático: la cuestión étnica.

    La situación de los inmigrantes se relacionaba con la primera, porque se encontraban marginados del régimen político, y con la segunda porque esos trabajadores extranjeros eran en los centros urbanos los principales protagonistas de los movimientos huelguísticos.

    Las izquierdas habían ido adquiriendo un peso político - sindical creciente en los principales centros urbanos compuestos mayoritariamente por extranjeros.

    El termino “izquierdas” se utiliza para denominar a un conjuntos de movimientos políticos expositores de ideologias que globalmente podriamos denominar de “constestacion social” o anticapitalistas.

    Entre las izquierdas podemos encontrar a los socialistas, anarquistas y sindicalistas revolucionarios.

    • Socialistas:

    Eran un partido que tenia una doble estrategia. Por un lado se presentaba como un instrumento apto en la consecusion de mejoras económicas y sociales para los trabajadores, y por otro, como un partido de reformas democraticas, republicanas profundas. Estos aspectos formaban parte del “programa minimo” en camino hacia la imposición del socialismo.

    Los antecedentes remotos en la Argentina lo constituyen el Club Vorein Vorwaerts, que adoptaron un programa de la Social democracia alemana y publicaron una pequeña revista en la que predicaban el socialismo.

    A partir de 1888, en coincidencia con la iniciación en nuestro país del movimiento obrero, el grupo alemán desempeñara un papel importante en las luchas obreras en la constitución del “Comité Obrero Internacional”.

    Los socialistas argentinos enfatizaron una orientacion que vinculaba estrechamente lo político con lo sindical. De las paginas de “El obrero” se desprende la idea de la construcción de un partido socialista a partir del desarrollo del movimiento sindical.

    En 1894 se incorporan al socialismo intelectuales argentinos (L. Lugones, Juan B. Justo, Nicolas Repetto) y se reiniciará el movimiento huelguístico.

    Una de las consecuencias de esos cambios introducidos desde el año 1894, fue la iniciación de lo que podemos llamar el proceso de “argentinizacion” del socialismo.

    La “argentinizacion” se combinaba con la “accion política” en un punto fundamental: la necesidad de la naturalización de los extranjeros para que estos pudieran ejercer los derechos electorales.

    En ocasión de los debates preparatorios al Congreso Socialista de 1896 se alzaron voces de protesta contra algunos artículos del estatuto, que preveian que para formar parte de los organos ejecutivos del partido y para participar en las decisiones fundamentales de la vida partidaria (ejemplo, ser candidato a diputado), se debía ser argentino por nacimiento o por naturalización.

    Las experiencias electorales del socialismo en los últimos años del siglo XIX, fueron magras, no solo por las características fraudulentas del sistema electoral, sino también porque muchos de sus electores eran extranjeros.

    Los socialistas se mostraron dispuestos a confluir con los anarquistas en una Federación Obrera Unitaria. Así nacería la FOA (mas tarde FORA).

    No obstante pronto surgieron fuertes tensiones que a corto plazo llevarían a una ruptura. Los socialistas terminarían separándose y constituyendo otra, la UGT.

    Un hecho importante para los socialistas fue la elección de su representante a nivel nacional como diputado de Alfredo Palacios, en 1904.

    Con motivo del proyecto de trabajo impulsado por J. Gonzalez, se produjo un gran debate interno. El proyecto establecía algunas de las reivindicaciones mas sentidas por los trabajadores, pero incorporaba también algunos principios represivos como los contenidos por la Ley de Residencia y establecía una férrea regimentacion de la actividad sindical.

    El proyecto finalmente fracaso.

    Con la penetración de las ideas vinculadas con el sindicalismo revolucionario francés, el socialismo comenzo a descender en el numero de filiaciones anuales.

    A ello se sumo la no renovacion del mandato de Palacios. Sera recien a través de la Ley Saenz Peña, que los socialistas recogerán los primeros frutos.

    • Los anarquistas:

    La FORA tenia en ciertas situaciones de conflicto social un evidente poder de convocatoria. El mas importantes de sus periódicos, La Protesta, se editaba diariamente. Su actividad propagandística se extendía mas allá del plano sindical: centros feministas, antimilitaristas, escuelas racionalistas, etc., configuraban lo que es posible denominar como los nucleos de una cultura anarquista.

    Se dividían en anarquistas “organizadores” y anti-organizadores”, cuyo eje de división era la aceptación o rechazo de ciertas formas de organización estables del movimiento, su participación en las organizaciones sindicales y en la lucha por reivindicaciones parciales.

    Entre 1890, y 1894 serian los “antiorganizadores” quienes llevarian la delantera. Al igual que los socialistas, los anarquistas “organizadores” encontrarían dificultades para su predica en un marco social caracterizado por la desocupación y el movimiento huelguístico .

    En cambio, la acción predominante y propagandística y agitativa de los “antiorganizadores” encontrara una mejor situación para su desarrollo. Será el periódico “El perseguido” el principal portavoz de la corriente, que sostenía un fuerte tono antipoliticista, antiestatista, etc.

    Se publicaban periodicos en diferentes idiomas. Además, a diferencia de los socialistas, casi nada los incitaba a oponerse a la sobrevivencia de la identidad étnica. Su antipoliticismo descartaba cualquier preocupación por la naturalización de los extranjeros (tanto a los organizadores como a los antiorganizadores”.

    Los “organizadores” iran adquiriendo cada vez mas un perfil “anarco-sindicalistas”. Aceptaban la importancia de la organización sindical y de la lucha por demandas parciales, aunque siempre por el camino de la huelga general. Se oponían a cualquier Código de trabajo, a toda legislación laboral que se quiera sancionar, etc.

    Pensaban resolver la cuestión de la reforma del régimen político mediante la abolición del Estado y de toda forma de opresión.

    Los organizadores tenían un doble discurso:

    • Por un lado aparecía un discurso de la clase obrera, similar al de los socialistas.

    • Por otro lado, un discurso de los oprimidos, donde aparecian reivindicaciones libertarias como ser: la opresion de la mujer, el antimilitarismo, los marginales, etc.

    El anarquismo influenciaba en los trabajadores manuales del sector de servicios (puerto, transporte, etc.) Pero también comprendia a un vasto sector de artesanos, trabajadores independientes, comerciantes, ambulantes, asi como a un sector de los intelectuales.

    Inmediatamente después de sancionada la Ley Saenz Peña, comenzara a hacerse visible una declinación relativa del anarquismo.

    • Sindicalistas Revolucionarios:

    Nació como un producto de la fusion entre la crisis interna del Partido Socialista y la llegada a nuestras playas de los principio del Sindicalismo Revolucionario Europeo. Era una suerte de corriente social democrata de izquierda. Sin embargo, en poco tiempo giraran hacia una ruptura de fondo con la política social democrata.

    La “construcción de la clase obrera” pasara a ser uno de los planteos centrales de la ideologia Sindicalista Revolucionaria, a la cual deberán subordinarse los aspectos secundarios. Se mostraran asi, mas próximos de los socialistas que de los anarquistas, respecto de la intolerancia frente a los intentos de organización sobre principios etnicos. Todo particularismo debera ser borrado en funcion de la necesidad de la unidad obrera.

    A pesar del evidente anti-intelectualismo, de la propaganda Sindical Revolucionaria, el movimiento congregara desde un principio a un sector de intelectuales socialistas.

    En lo referente al Estado y al régimen político, los sindicalistas revolucionarios tendrán posturas similares a las de los anarquistas, rechazando cualquier intento de “integración” de los trabajadores. Con el transcurso de los años irán flexibilizando algunas de estas posiciones, sobre todo, las que les permitirán una aproximación al Estado.

    Aspecto Político de la Época:

    El sistema electoral era fraudulento y los partidos políticos del bloque conservador se fundamentaban en el clientelismo.

    El radicalismo tendía a reclutar fundamentalmente entre los núcleos de sectores populares “criollos”, dejando de lado a la masa inmigratoria. Los socialistas, por el contrario, centraban su predica política en los inmigrantes y sus descendientes, pero estos no eran solamente víctimas del fraude, sino también del hecho que los extranjeros se encontraban marginados de la política. Que los inmigrantes estuvieran marginados del régimen político, no significa que en el fondo tuvieran una actitud apolítica. Las asociaciones por comunidad extranjera y una gama de organizaciones “populares” e incluso el propio anarquismo, eran receptáculos de su actividad política “no institucional”.

    Cuestión étnica:

    Como se sabe Argentina fue el país que recibió, en términos relativos, la mayor proporción de extranjeros en referencia a la población nativa. En el periodo que nos ocupa, en algunos grandes centros urbanos, como Buenos Aires y Rosario, el porcentaje oscilaba alrededor del 50%.

    Una heterogénea masa de extranjeros poblaba la Argentina. Una de las características de la situación de los extranjeros fue la tendencia a la persistencia de la identidad étnica. Pocos incentivos existían como para que los inmigrantes abandonaran voluntariamente sus principales rasgos culturales. La integración económico - social podía realizarse sin necesidad de incorporarse al régimen político, ni desistir de su identidad “étnico cultural”.

    Para los socialistas o sindicalistas, las tendencias de mantener los particularismos etnicos significaban obstáculos en la “construcción de la clase obrera”.

    Por el contrario, los anarquistas inspirados por sus concepciones profundamente antipatrióticas e internacionalistas, sumadas a su repudio al régimen político, no evidenciarian ningún interes particular.

    Desde principios de siglo, desde el propio seno de la elite gobernante provendran presiones destinadas a “nacionalizar” a los extranjeros. Se requería a la creación de la nacionalidad argentina. Los socialistas participaran de alguna manera de ese proceso de “argentinizacion”, aun cuando su óptica fuera parcialmente diferente a la de la elite.

    Cuestión social:

    En la segunda mitad del siglo XIX, los conflictos entre capital y trabajo se resolvían generalmente de forma individual y pacifica, en el marco de los pequeños talleres artesanales y comercios.

    En los últimos 10 años del siglo XIX y en los primeros del XX, la tendencia dominante entre los trabajadores urbanos comienza a cambiar. La jornada de 8 horas, los movimientos por la abolición del trabajo a destajo, los reclamos de aumentos salariales y de un amplio conjunto de reivindicaciones laborales y sociales, comienzan a ser tomadas por los sindicatos y otros movimientos sociales.

    La acción de los movimientos socialistas y anarquistas provocaron en el país numerosos conflictos obreros: huelga tipográfica en 1878, de ferroviarios en 1888, de carpinteros en 1889, etc.

    Esto dio lugar a la promulgación de la “Ley de Residencia”, que autorizaba a deportar sin formación de causa a los agitadores extranjeros.

    Los trabajadores que siguieron los momentos de la huelga, debieron soportar la represión mas dura que habían debido soportar hasta entonces

    Proceso de laicalización de la sociedad. Reforma educativa e invención de los argentinos.

    Debido a al alud inmigrantes que llegó a nuestro país en esta época, en donde se podían encontrar clases, rasas, costumbres diversas. Grupos de personas con hábitos, formas de vida muy diferentes en la población: era necesario homogeneizar los intereses de estos nuevos habitantes, formar y enseñar ciertas pautas para la controlar la situación de toda esta población , y así lograr encausarla en fines más o menos comunes. Es decir, era necesario la invención de los argentinos.

    Para que estos se convirtieran en argentinos, era necesario que adquieran ciertos valores, costumbres, o sea una identidad más o menos común. Esta identidad se adquiriría fundamentalmente en la escuela. Para lo que era necesario una reforma educativa, el nacimiento de una enseñanza donde el estado fuese quien diagramara el plan educativo, sobre la base de los intereses ya mencionados. Esta reforma se materializó en la ley de educación común (1884), durante el gobierno de Roca.

    Además, ante la llegada de personas con diferentes hábitos, religiones, era necesario crear un órgano estatal que almacenara la información de en que situación civil se encontraba cada uno de sus habitantes. Por que resultaba díficil suponer que una persona que no sea católica se fuese a casar en la Iglesia, a bautizar a su hijo y que quede así certificado que este nació, o bien que pida a un sacerdote que de una misa por un muerto, y de esta manera quede asentada la defunción de las personas. La situación era demasiado compleja como para delegar esta responsabilidad en la Iglesia.

    Esta idea se materializa en la ley de registro civil y años más tardes se cierra esta reforma con la ley de matrimonio civil durante la presidencia de Roca.

    Ambas leyes se conocieron como “leyes laicas”.

    Estas proceso de laicalización de la sociedad, ocasionó problemas entre el gobierno y la Iglesia, por la pérdida de poder, influencia sobre la sociedad a la cual estás llevaban.

    También para promover la unidad entre la sociedad se fomentó la creación de diferentes actividades y lugares de encuentro, como los famosos clubes sociales.

    Crisis del régimen y reforma política de 1912.

    La gran reforma política de 1912, materializada en la ley Sáenz Peña, no es resultado del azar histórico ni de la decisión voluntaria de una clase dirigente unificada, que conscientemente decide ceder el poder a los grupos y partidos que anteriormente la impugnaban. Es consecuencia de una serie de circunstancias históricas que, cuando el país entra en su segundo centenario, configuran el siguiente contexto:

    • Se habían creado definitivamente la alianza de personalidades y grupos locales que apoyaban el viejo PAN.

    • El clima intelectual de la Argentina del centenario, un país seguro de su progreso ilimitado, que creaba un estado colectivo de mala conciencia en los grupos dirigentes de la sociedad ilustrada. Se manifestaba la contradicción entre los mandatos constitucionales y las prácticas políticas corrientes, mientras los estudios de ciencia política demostraban el fraude electoral, y la prácticas políticas corrientes.

    • A partir de 1890,se desarrolló un nuevo tipo de conflicto político, provocado por una organización inexistente de esa época: el partido político creado independientemente de las fuentes de recursos gubernamentales que planteaba una exigencia de participación electoral y perseguía sistemáticamente la captación de adherentes y seguidores mediante la organización de sus cuadros, la difusión de una ideología y la elaboración de un programa.

    Juarez Celman sucedió a Roca. El nuevo presidente trato de concentrar en sus manos el poder, para ello debió desplazar a Roca y a sus partidarios dentro del P.A.N. y de la función publica.

    El gobierno desarrollaba su programa, basado en inversiones financieras por prestamos externos. Mientras los empréstitos externos fluyeron, la balanza de pagos se mantuvo equilibrada, pero en 1888 comenzó a disminuir la llegada de fondos del exterior, disminución que se acentuó en 1889-90.

    A esta situación debe añadirse la caída de los precios internacionales del trigo, y para agravar aun mas la crisis, la cosecha de ese cereal correspondiente al año no fue la esperada. Los obreros protagonizaron en Buenos Aires las primeras huelgas importantes. En 1889 se formo la Unión Cívica de la Juventud, integrada por jóvenes universitarios que el año siguiente se unieron a otros grupos, también alejados del poder político, uno de ellos, encabezado por Bartolomé Mitre, representaba a los sectores tradicionales de Buenos Aires, el otro, liderado por Leandro N. Alem, que contaba con el apoyo de la clase media. Por ultimo, también integraron la Unión Cívica grupos católicos y pequeños comerciantes y artesanos.

    El año 1890 encontró al país en un estado de quiebra y con la revolución clamando en las calles. Juarez Celman se vio obligado a renunciar y en su lugar tomo posesión del mando el vicepresidente Dr. Carlos Pellegrini. El alejamiento de Juarez no significo un cambio profundo en la conducción política y económica del país, pues el régimen continuaba con todo su vigor. En efecto, el P.A.N. se había convertido en un poderoso instrumento oficialista, al cual prestaban acatamiento las autoridades nacionales y provinciales para servirse del y continuar en el poder.

    La autonomía federal de las provincias era casi inexistente. La supresión de los ejércitos provinciales tornaba ilusoria toda tentativa de resistencia.

    Las elecciones presidenciales a realizarse en 1892 movieron a los sectores políticos del país. Una parte de la Unión Cívica se unió al Partido Nacional y así surgió la “Unión Cívica Nacional”, que presento la formula Mitre-Bernardo de Irigoyen pero luego este ultimo es reemplazado por José Evaristo Uriburu.

    El acuerdo era la entrega al régimen del movimiento revolucionario, a cambio de la presidencia para Mitre.

    La publicacion del acuerdo produjo indignación en las filas de la Unión Cívica, entre las que se llego a hablar de traicion. Un mes mas tarde la fraccion denominada “Unión Cívica Radical” proclamo a Bernardo de Irigoyen - Juan Garro.

    Entonces Mitre, al ver que la masa popular calmaba al jefe radical renuncio a su candidatura.

    Nuevos acuerdos entre los caudillos de la Unión Cívica y del Partido Nacional, terminaron por fin proclamando la formula Luis Saenz Peña - José Evaristo Uriburu, que triunfo en las elecciones de 1892.

    Saenz Peña había aceptado la presidencia con la intencion de restablecer la confianza publica. Pero carecia de partido personal y debía gobernar con las partidos del acuerdo, lo que le provoco frecuentes crisis de gabinete. Asi, en nueve meses se produjeron 23 crisis ministeriales.

    Como la situación política empeoraba, el presidente confió la reorganización de su gabinete al Dr. Aristobulo del Valle (miembro de la UCR).

    Del Valle debió formar el gobierno de pacificacion con hombres que, como el mismo, no estaban afiliados al partido, si bien mantenia con este una gran afinidad.

    El cambio del elenco gubernativo fue recibido en Buenos Aires con gran alborozo.

    A fines de 1893, los radicales iniciaron un movimiento revolucionario de carácter popular, encabezado por Hipolito Irigoyen, que se extendió a Santa Fe, San Luis, Corrientes, Tucumán. Y se tuvo que movilizar el ejercito.

    A comienzos de octubre el país estaba pacificado. Pero Saenz Peña continuo hostilizado, por lo cual presento su dimision. Y el periodo presidencial restante lo completo el vice José Evaristo Uriburu.

    Durante los cuatro años de gobierno de José Evaristo Uriburu, el comercio exterior arrojo un saldo favorable.

    Para las elecciones de presidente, Berni de Irigoyen decidió participar a fin de combatir la candidatura de Roca. Se propuso una coalición de mitristas, modernistas y radicales sobre la base de la candidatura de Berni de Irigoyen. Pero no tuvo éxito, porque el radicalismo de la provincia de Buenos Aires, influenciado por Hipolito Irigoyen, se opuso a ella, decidiendo la no presentacion.

    Para las elecciones, el PAN y el Dr. Pellegrini sostuvieron la candidatura de Julio Roca. Las elecciones se realizaron en un ambiente de normalidad, aunqe la oposición no concurrió a los comicios.

    Julio Roca asumio como presidente en 1898.

    A raíz de una disputa entre Carlos Pellegrini y Julio Roca, el partido oficialista se divide, surgiendo asi el grupo “autonomista”, bajo la jefatura de Pellegrini, y el “nacional”, fiel a la política de Roca.

    Un grupo de autonomistas reunio una convencion de notables, a fin de elegir candidato a la presidencia. Se contaba con el apoyo de los gobernadores de las provincias. Se eligio la formula Manuel Quintana - José Figueroa Alcorta, que ganaron las elecciones de 1904 (quintanita goberno en estado de sitio permanente a causa de los problemas sociales).

    En 1906 fallece por una grave enfermedad y lo sucede Figueroa Alcorta hasta terminar el mandato.

    Al terminar su mandato lo sucede en el cargo Roque Saenz Peña en 1910.

    Roque Saenz Peña fue electo gracias al concurso del sector antirroquista que conquisto una por una las antiguas maquinarias electorales y situaciones provinciales. El movimiento para impulsar su candidatura, la Unión Nacional, no difería, en rigor, del viejo P.A.N.: ambos fueron un vehículo eficaz para vincular oligarquías. Pero, mientras el P.A.N manipulo una ideología concordante con la estructura política que los sostenía, la Unión Nacional reorientó de manera fundamental su mensaje ideológico y contradijo la realidad de los mecanismos de designación.

    Indalecio Gomez participaba con Saenz Peña en una común oposición al sistema roquista.

    Juntos, en la ciudad de Lucerna, el futuro presidente y su ministro del Interior definieron los lineamientos de la ley electoral y la actitud prescindente del gobierno, que no alentaría candidaturas, colocándose por encima de las contiendas entre grupos y partidos.

    Cuando Saenz Peña asumió la presidencia, existían conflictos políticos no solo en las filas de la oligarquía. Mas allá de los grupos conservadores, confundidos permanentemente con las funciones presidenciales, surgía un nuevo tipo de organización, que prescindía de los recursos públicos para persistir en la acción política.

    Los reclamos de los nuevos partidos (sobre el sufragio popular, secreto, etc.) fue percibida por Figueroa Alcorta y Roque Saenz Peña: en entrevistas secretas mantenidas con Yrigoyen para reincorporar al radicalismo a la legalidad.

    No obstante, el núcleo en torno del cual se cristalizó la incorporación efectiva de los partidos al sistema fue la ley electoral, proyecto sometido diez meses después de que asumiera Saenz Peña. El proyecto fue aprobado en febrero de 1912 por el Senado. Y ese mismo año el radicalismo se impuso en las elecciones de diputados en la Capital Federal y en Santa Fe.

    El tuvo como objeto garantizar el sufragio y crear el sufragante, implantando el voto secreto y obligatorio, asegurando las garantías máximas en los comicios y en el escrutinio, y dando representación a las minorías.

    Muere en 1914 y es suplantado por Victorino de la Plaza. Luego vendría el ascenso de Hipolito Irigoyen (de la UCR).

    Partidos políticos. Su origen y ascenso.

    Los partidos políticos modernos nacieron en las entrañas de la crisis de 1890. En el parque se encontraron los tres grandes organizadores de partidos en la Argentina de 1900. Hipolito Yrigoyen, Juan B. Justo y Lisandro de la Torre. Solo uno de ellos estructuro una organización de alcance nacional; los demás fracasaron al intentar expandir el radio de acción de sus partidos desde su ámbito de origen, urbano uno, regional el otro.

    Yrigoyen hizo de la Unión Cívica Radical el primer partido de movilización popular que abarco todo el país. Juan B. Justo construyo con el Partido Socialista una organización de disciplina estricta con centralización ideológica, que respondió a las expectativas de grupos de origen inmigratorio establecidos en la Capital.

    Lisandro de La Torre, mediante la Liga del Sur, añadió intereses económicos específicos del sur de Santa Fe, región que contaba con una numerosa clase media urbana y rural, y recibía un aporte importante de inmigrantes extranjeros.

    La UCR y la Liga del Sur constituyeron dos típicos partidos de clase media. El partido socialista, en cambio, pretendía una representación de clase alternativa (apuntaba al apoyo del nuevo proletariado). Además la UCR contó con el apoyo de los universitarios

    La UCR no recorrió el camino de la reivindicación pacifica, como lo hizo el partido socialista, sino que fue leal a su origen revolucionario: combino una ideología de intransigencia moral con la abstención revolucionaria, movilizo a sectores de las fuerzas armadas en sus intentos de golpes de Estado en 1893, y 1905 y agoto su programa reclamando “la necesidad de dar por origen del gobierno del sufragio popular, libre de toda presión o traba, o influjo de los gobernantes. Su crecimiento estuvo estrechamente ligado al proceso de estratificación social que concentró los grupos de dirigentes de alta jerarquía en las clases medias urbanas dedicadas a las actividades terciarias. Lo que muestra la creciente tendencia de la clase media a procurarse a través de la política la riqueza y la posición social que cada vez le era más difícil conseguir por otros medios.

    Para lograr sus objetivos el partido operaba sobre la base de un cierto número de eslóganes: la abstención o negativa de participar en elecciones fraudulentas, y la intransigencia revolucionaria o determinación de repudiar al sistema político y establecer una democracia representativa por vía de la revolución. Uno de los rasgos más destacados del radicalismo a partir de esta época (a partir de 1905), fue su evitación de todo programa político explícito.

    Afirmaban que la corrupción de la oligarquía había limitado el desarrollo del país. La libertad y expansión de las fuerzas productivas del país únicamente se alcanzarían mediante la democracia.

    Los radicales no apuntaban a introducir cambios en la economía del país, su objetivo era más bien, fortalecer la estructura primario - exportadora promoviendo un espíritu de cooperación entre la elite y los sectores urbanos.

    Para la época de en que Yrigoyen se sumó a la UC, en 1890, y que comenzó a maniobrar con vistas a controlar la UCR, ya tenía bastante práctica en las técnicas usuales de manipulación de elecciones.

    El radicalismo se desarrolló menos como un partido que con un movimiento de masas que fundaba su fuerza en una serie de actitudes emocionales.

    El orden radical. (“Yrigoyen tuvo el gobierno pero no el poder”).

    El partido radical llega al poder en 1916, y constituye así el comienzo de una nueva época, un nuevo capítulo de la historia argentina. Hipólito Yrigoyen gobernó entre 1916 y 1922. Alvear entre el 22 y 28, cuando regresa Yrigoyen hasta ser depuesto por el alzamiento de 1930.

    Entre ambos dirigente había diferencias de estilos y formas de actuar (Irigoyen era amado u odiado; en cambio para bien o para mal Alvear era identificado con los grandes presidentes del antiguo régimen y su política se asimiló con vicios o vicisitudes de aquel). Pero uno y otro debieron afrontar similares problemas, sobre todo el doble desafío de poner de pie las flamantes instituciones democráticas y conducir por nuevos canales de representación y negociación, las mandas de reforma de la sociedad, que el radicalismo de algún modo había asumido.

    Los radicales no eran nacionalistas en lo económico: aceptaban y reconocían la dependencia del país de sus conexiones en ultramar para contar con mercados y fuentes de inversión.

    • La primera guerra mundial:

    Yrigoyen mantuvo la línea de “neutralidad benévola” hacia los aliados, que suponía continuar con el abastecimiento de los clientes tradicionales y además concederles crédito para financiar sus compras. Con la entrada de EE.UU. al conflicto, se pone en tela de juicio la posición argentina.

    Nuestro país se alejó de EE.UU. al no aceptar su doctrina del Panamericanismo, a lo que le agregó algunas otras actitudes en contra de ese país.

    • Crisis social:

    Las condiciones sociales se habían complicadas con el estallido de la guerra, se agravaron luego con dificultadas del comercio exterior y la retracción de los capitales. Se sintió la inflación, el retraso de los salarios y la desocupación.

    La guerra perjudicó las exportaciones de cereales y en las zonas rurales se agravó la situación de chacareros y jornaleros. Se conformó así una conflictividad que se mantuvo más o menos latente mientras las condiciones fueron muy adversas para los trabajadores.

    Las huelgas se multiplicaron, influidas de alguna manera, por las revoluciones obreras de todo el mundo.

    El gobierno abandonó la política de represión lisa y llana y obligó a las compañías marítimas y ferroviarias a aceptar su arbitraje. Esta proposición negociadora del gobierno no se extendía fuera de la capital, donde las huelgas eran enfrentadas con rompehuelgas, despidos y represión (Semana trágica, Patagonia rebelde).

    En el año 1919 el gobierno abandonó la política conciliadora, y retomó los métodos clásicos de la represión, ahora con la ayuda de la Liga Patriótica, poseedora de la del apoyo de la policía.

    Yrigoyen era acusado de subvertir el orden. La liga aportó los motivos del orden y la patria. Los católicos combinaron el pensamiento social con el integrismo antiliberal, pero tenían un mensaje común: el rechazo a la movilización social y la crítica a la democracia liberal.

    Fueron otras las organizaciones las encargadas de darle progresivamente fuerza al nuevo movimiento, unificar sus acciones, dotarlas de legitimidad. La liga patriótica se dedicó al “Humanismo práctico”. La iglesia organizó la Gran Colecta Nacional y unió a todas las instituciones católicas dentro de la Unión Popular Católica Argentina quienes organizaron una guerra contra el socialismo. El ejército, empezó a interesarse en la marcha de los asuntos políticos, quizás molesto por la forma en que Yrigoyen los utilizaba para abrir o cerrar la válvula social.

    La ola de huelgas que culminó en 1922 expresaba de manera ciertamente violenta la magnitud de los reclamos acumulados durante un largo período de dificultades de la argentina hasta entonces opulentas. Dicha culminación y el debilitamiento de la unión del Sindical Argentina dan testimonio de la atenuación de los conflictos sociales.

    El surgimiento de un sindicalismo con más predisposición a la negociación descartó la huelga como instrumento y tuvo éxitos sustanciales (Unión ferroviaria). A su vez el estado manifestó, la voluntad de avanzar en una legislación social (sancionada en su mayoría en la presidencia de Alvear) propuestas de regímenes jubilatorios para empleados de comercio y ferroviarios, regulación de trabajo para niños y mujeres, el establecimiento del día del trabajador.

    Después de la guerra se vislumbran ciertos cambios que se venían produciendo que explican el apaciguamiento social: la población ya se había nacionalizado sustancialmente. Las asociaciones de base étnica comenzaban a retroceder frente a otras en las que la gente sin distinción de origen, se agrupaban para actividades específicas y la cuestión nacional. La acción sistemática de la escuela pública había conformado una sociedad fuertemente alfabetizada y con ella un pública lector nuevo, ávidos de materiales. Crecen así los grandes diarios, aparecieron las revistas y las novelas: algunos leían para entretenerse y otros para capacitarse. La expansión de la cultura letrada forma parte del proceso de movilidad social propio de una sociedad que era esencialmente expansiva y de oportunidades. Fruto de ella eran aquellos vastos sectores medios, en cuyos miembros podían advertirse los resultados de la aventura del ascenso. Quizá por ello, la universidad constituyó un problema importante para esta sociedad en expansión. Y la Reforma Universitaria fue la expresión de esa transformación. Fue más que una teoría, un sentimiento.

    • La economía en un mundo triangular:

    La guerra puso de manifiesto en forma aguda un viejo mal: la vulnerabilidad de la economía argentina, al ver como el país experimentaba con violencia los efectos de la coyuntura europea. La principal novedad fue la presencia de los EE.UU. que ocupó los espacios libres dejados por los países europeos, derrotados en mayor o menor medida, en la guerra.

    La vieja relación con Gran Bretaña se mantuvo sobre las bases mínimas quedando así Argentina sumergida en un Triángulo mundial que ni Alvear ni Yrigoyen supieron aprovechar.

    “Comprar a quién nos compra”.

    • Sistema político y sistema de partidos:

    Concebida antes que conseguida, la ciudadanía se construyó lentamente en la sociedad. Las multiples y diversas asociaciones de fines específicos que la cubrieron contribuyeron a la gestación de experiencias primarias de directa, y al desarrollo de habilidades que la política requería: hablar y escuchar, etc.

    El propio comité desarrolló algunas políticas sociales masivas. Gradualmente la brecha entre sociedad y estado se fue cerrando.

    • El crecimiento de los partidos da la medida de arraigo de la nueva democracia. La participación se arraigó y canalizó a través de los partidos.

    La UCR fue el único que alcanzó la dimensión de partido nacional y de masas. Basados en una extensa red de comités locales, se organizó escalonadamente hasta llegar a su convención y comité nacional en un a carta orgánica. El partido demostró una preocupación muy moderna por adecuar sus ofertas a las cambiantes demandas de la gente. Toda la compleja organización institucional del partido pesaba poco frente al liderazgo de Irigoyen, y en la identificación de sus seguidores, el partido se fundía con su figura

    El partido Socialista tenía una organización formal, cuerpos orgánicos y un programa, pero carecía de dimensión nacional, casi toda su fuerza estaba en Buenos Aires (ciudad). Allí gracias a su red de centros compitió palmo a palmo con los radicales.

    El PDP, tuvo cierto arraigos en ciertos sectores de Capital, Santa Fe y Córdoba. Desarrolló temas agrarios, y limpieza electoral. Arraigó entre los chacareros.

    Los partidos de derecha sólo se constituyeron a nivel provincial.

    El delicado mecanismo institucional, no llegó a constituirse plenamente, y la reponsabilidad le cupo a todos los actores:

    Eso lo vemos cuando Irigoyen abusó de la intervención federal para cumplir sus propósitos, y trató de pasar por arriba al Congreso para que no pudiera controlar sus actividades.

    Si bien, Yrigoyen reiteraba prácticas muy arraigadas su justificación era novedosa: el presidente debía cumplir un mandato y una misión, la “reparación”, para la que había sido plebiscitado, y eso lo colocaba por encima de los mecanismos institucionales.

    Si bien las relaciones del gobierno con los sectores tradicionales no fueron malas al principio, las que mantuvo con la oposición política fueron desde el principio difíciles. Comenzó su gobierno con un parlamento hostil, al igual que la mayoría de los gobiernos provinciales. Para ganar las elecciones usó el presupuesto nacional repartiendo empleos públicos entre sus “punteros”.

    Desvalorizó el congreso y desconoció su autoridad. Nunca logró afirmarse en el Senado y además tropezó con diputados.

    Al igual que Saénz Peña, Alvear se benefició de la máquina montada, para llegar al poder. Limitó la creación de empleos público, una gran herramienta electoral de Yrigoyen por la cual fue duramente criticado, respetó al congreso, no dispuso intervenciones federales por decreto: al “popular” Yrigoyen fue contrapuesto el “oligárquico” Alvear.

    Alvear se apoyó en quienes se habían opuesto a Yrigoyen. Esto provocó la división del radicalismo entre los Pro Yrigoyen y los “Antipersonalistas” (Leopoldo Meló, Vicente Gallo), al punto de formar dos partidos distintos.

    Caída del Radicalismo:

    Las derechas conservadoras no querían la vuelta de Yrigoyen, y creían en la necesidad, en caso de perder en elecciones, en que el gobierno lo debían tomar las fuerzas armadas.

    Estas habían sido reequipadas por Alvear, ocupaban luagres en el gobierno (conducción de YPF) y se “abrazaban” a la derecha liberal tradicional

    Yrigoyen vuelve la gobierno, en 1928, acompañada de un grupo de jóvenes radicales. Durante su campaña había identificado su causa con la derrota del contubernio y la nacionalización del petróleo, algo inédito durante la vida política del radicalismo. Como motivos podríamos destacar, la lucha antiimperialista. El ejército la identificaba con la “autarquía”.

    Con la llegada al gobierno los grupos opositores empezaron a encontrar la excusa para derrocar a Yrigoyen, ya que se habían dado cuenta que de otra manera no llegarían al poder. La senilidad, la incapacidad del presidente, la crisis económica, lucha pública por su sucesión, dieron los argumentos necesarios; ahora las discusiones giraban en si se apelaría una solución institucional o a una intervención militar.

    El triunfo de la revolución cerró el período de la república radical, sin que Yrigoyen pudiera comprender las causas de la versatilidad de su pueblo, que no mucho antes lo había aclamado hasta la histeria y lo abandonaba ahora en manos de sus enemigos de la oligarquía.

    La crisis económica mundial, estallada en octubre de 1929 provocó la caída de las exportaciones y el retiro de los fondos norteamericanos afectaron a las empresas ferroviarias y marítimas, vinculadas con el comercio exterior, y también al gobierno. La fuerte inflación, las reducciones de sueldos y los despidos, fue el factor predominante de la época. Por ello la gran mayoría de la oposición clamaba por la caída del gobierno de Yrigoyen.

    El proceso de democratización, completó la larga etapa de apertura y expansión de la sociedad iniciada cinco décadas atrás y aparecía como la correlación natural: la incorporación creciente de sectores sociales más vastos a los beneficios de la sociedad establecida, supuso una ampliación de la ciudadanía inducida al principio desde el estado, pero finalmente asumida por la sociedad. El radicalismo no logró desprenderse de las prácticas corrientes del viejo régimen y subordinó el desarrollo de las nuevas prácticas a las exigencias de la antigua costumbre. Por su parte la oposición hizo poco por la formación de un diálogo constructivo entre el estado y la oposición, y mucho menos para defender las instituciones.

    Unidad 3:

    Crisis política y poder militar: “la hora de la espada”

    El orden neoconservador.

    Inmerso en una grave crisis mundial en el año 1929, la influencia de los conservadores en las fuerzas armadas, y el poco apoyo del presidente, prepararon el campo para el golpe militar.

    El 6 de septiembre de 1930 el general Uriburu asumió como presidente provisional y el 20 de mayo de 1932 transfirió el mando al general Justo, electo el año anterior junto con Roca. En este período se debate entre la “regeneración nacional” o la restauración constitucional.

    La revolución se había hecho en contra de los vicios de la democracia, pero una vez depuesto Yrigoyen no había acuerdo sobre que hacer.

    No se equivocaban los viejos conservadores y sus herederos seducidos por el fascismo cuando afirmaban que el país se había desnaturalizado. Tras catorce años de gobierno radica, laxo y favorable a la espontánea expresión de las diversas fuerzas que coexistían en la sociedad argentina, había descubierto un hecho decisivo: el país, criollo se desvanecía poco a poco y sobre él se constituía una nueva Argentina cuya fisonomía esbozaba la cambiante composición de la sociedad. Poco a poco, se había constituido una vigorosa clase media.

    El nuevo gobierno perseguía a los radicales, dejaba cesantes a los empleados públicos nombrados por el gobierno derribado o investigaba fantasiosas corrupciones. La mayoría también apoyaba la política de mano dura adoptada con el movimiento social: la intervención en los puertos para desarmar allí el control sindical, la deportación de dirigentes anarquistas o comunistas.

    La despiadada persecución de los opositores fue la respuesta a la indignación general que provocaba la marcha del gobierno. Hubo cárcel y torturas para políticos, obreros y estudiantes. Signo revelador de la orientación política conservadora fue la resolución de cerrar el país de la inmigración. La ley de residencia fue reimpuesta.

    La movilización social era escasa. La Depresión paralizaba la contestación y las direcciones sindicales, escasamente se identificaban con la institucionalidad democrática, habían hecho poco por defenderla.

    Los temas tradicionales contra la democracia se habían integrado con un vigoroso anticomunismo y un ataque al liberalismo.

    En una elección no tan escandalosa, Justo obtuvo un triunfo no aplastante. Las formas institucionales estaban salvadas. En el congreso hubo un oficialismo y una oposición. Los oficialistas ganaron las elecciones utilizando técnicas muy conocidas, sobre las que había una vasta experiencia acumulada, que combinaban el apoyo de la autoridad con el sistema de caudillismo.

    Pese a los éxitos en lo económico el régimen presidido por Justo fue visto como ilegitimo: fraudulento y ajeno a los intereses nacionales. En julio de 1935, el general Ramón Molina (una persona respetada), había elogiado en forma publica la presidencia de Alvear y poco después hizo un reclamo por la vigencia de la soberanía popular y elecciones libres, que recibió el entusiasta apoyo de la Federación Universitaria.

    En octubre de 1935 los trabajadores de la construcción de Buenos Aires, conducidos por dirigentes comunistas, iniciaron una huelga que DURO 90 DIAS, en los barrios se manifestó una amplia solidaridad y en enero de 1936 la C.G.T. realizó una huelga general de dos días, al cabo de la cual los huelguistas obtuvieron la satisfacción de una parte sustancial de sus demandas.

    En 1936 se efectuaron muchas huelgas.

    Ortíz se propuso depurar los mecanismos electorales y desplazar a los dirigentes conservadores de sus principales bastiones. En 1940 intervino la provincia de Catamarca de donde venia el vice Castillo, y al mes siguiente hizo lo mismo con la de Buenos Aires, cuando su gobernador Fresco se aprestaba a transferir el mando a Alberto Barcelo.

    A fines de 40, en las elecciones provinciales, volvieron a usarse los peores métodos fraudulentos.

    El fracaso de este intento de democratización tiene que ver con el cambio de la coyuntura internacional que lo había alimentado: los sectores populares habían sido derrotados en España y Francia, y el nazismo acumulaba triunfos.

    Aunque, ya para ese tiempo la democracia se había arraigado lentamente en la sociedad.

    Se creó, en 1930, el Congreso General del Trabajo.

    La construcción del Estado intervencionista.

    El estado se hace cada vez mas dirigente, a la par que nuevas fuerzas sociales adquieren singular importancia: partidos políticos, asociaciones capitalistas, sindicatos de trabajadores, etc.

    Debido a la caída del comercio internacional, después de la Primera Guerra mundial y la crisis del 30, que provocó una baja de las exportaciones agropecuarias y la reducción de importaciones, ser produjo la INTERVEN CION DEL ESTADO EN LA ECONOMÍA. Este tuvo que cambiar estrategias y concepciones políticas. Se hicieron ajustes fundamentales y se crearon -como ya vimos- órganos sociales, económicos y financieros del Estado.

    En el ASPECTO SOCIAL, tampoco el Estado ignoró los problemas. Hacia 1934, los trabajadores obtuvieron gradualmente algunas mejoras, aunque concebidas en forma parcial: los empleados de comercio lograron una ley que establecía la licencia por enfermedad y la indemnización por despido. La jornada de trabajo se redujo progresivamente, especialmente por la generalización paulatina del “sábado ingles”, y en algunas actividades se instrumentaron sistemas de jubilación.

    El Estado atendió los reclamos. El presidente Roberto Ortíz, que en 1938 sucedió a Justo, no solo mantuvo buenos contactos con los ferroviarios, sino que procuro formarse entre ellos una base de apoyo, interviniendo activamente en sus conflictos internos.

    El Departamento Nacional del Trabajo fue extendiendo gradualmente la practica del arbitraje estatal; numerosas huelgas se resolvieron por medio de la transacción.

    En el aspecto económico, a mediados de 1933, con la designación de Pinedo se avanzo por un rumbo más novedoso:

  • Se estableció el CONTROL DE CAMBIOS, mediante el cual el gobierno centralizaba la compra y venta de divisas. Originariamente fue una medida para enfrentar la crisis y poder pagar la deuda externa, pero pronto se vio que constituía un poderoso instrumento de política económica: desde el gobierno podían establecerse prioridades para el uso de divisas, y esto era una cuestión que preocupaba no solo a los distintos sectores internos sino, a los grandes aspirantes externos a disponer de ellas: Gran Bretaña y Estados Unidos.

  • En 1933 - durante el gobierno del general justo -, una sustancial reforma estableció dos mercados de cambio:

    • Uno, regulado por el Estado, administraba las divisas provenientes de las exportaciones agropecuarias tradicionales; y

    • El otro, donde se compraban y vendían libremente las originadas en prestamos recibidos, o en exportaciones no tradicionales, o como las industriales.

    Para el primero, el Estado se hizo de una importante masa de recursos, y sobre todo pudo decidir sobre su uso. Así estableció una serie de prioridades para vender las divisas que controlaba: el servicio de la deuda externa era la primera, luego la atención de las importaciones esenciales y en tercer término las remesas de las empresas.

  • Avanzando sobre el control de las finanzas, en 1935 se creo el Banco Central, cuya función principal era regular las fluctuaciones ciclicas de la masa monetaria.

  • También se comenzó a regular la comercialización de la producción. Se crearon Juntas Reguladoras Utilizando fondos provenientes del control de cambios, la junta nacional de granos aseguro un precio mínimo para los productores rurales, evitándoles tener que vender en el peor momento. La junta nacional de carnes apuntó al mismo objetivo.

  • El conjunto de la economía fue cerrándose progresivamente.

  • Se creó el Instituto Movilizador, para favorecer a los grandes productores cuyas empresas estuvieran amenazadas.

  • Surge la industrialización por sustitución de importaciones:

  • Con la prosperidad de las décadas anteriores se había constituido en el país un mercado consumidor de importancia. El cierre creciente de la economía, los altos aranceles, la crisis económica mundial y la escasez de divisas creaban condiciones adecuadas para sustituir los bienes importados por otros producidos localmente. Creció mucho el textil, pero también la mayoría de las actividades volcadas al consumo de alimentos, confecciones y productos químicos y metálicos diversos.

    Los grandes capitales se orientaron hacia la industria.

    La sustitución de importaciones ofrecía una ganancia rápida. Se encontró en la industrialización sustitutiva un nuevo campo, que se complemento luego con la inversión inmobiliaria. La eficacia del gobierno revolucionario quedo demostrada por su capacidad para enfrentar la difícil situación económica. La Depresión persistió hasta 1932.

    El gobierno opto por mantener el servicio de la deuda externa, debieron reducirse drásticamente tanto las importaciones como los gastos del Estado.

    Gran Bretaña se refugió en el proteccionismo comercial, defendiendo la inconvertibilidad de la libra.

    En el marco de la crisis mundial del 30, Gran Bretaña opto por reconcentrarse en su imperio, fortalecer sus vínculos con las colonias y dominios con quienes tendría preferencia para establecer relaciones comerciales.

    Se decidió reducir en un tercio las compras de carne congelada argentina, que podía reemplazarse por la de Australia, y en un 10 % la enfriada.

    En 1933, una misión encabezada por el vicepresidente Julio Argentino Roca negocio en Londres las condiciones para el mantenimiento de la cuota argentina de carne.

    El tratado firmado por Roca y el ministro inglés Runciman limitó a 15 % el cupo que podría ser manejado por frigoríficos nacionales; a cambio de ello Gran Bretaña se aseguró que la totalidad de las libras generadas por este comercio se emplearían en la propia Gran Bretaña: en el pago de la deuda, importación de carbón, y material ferroviario. Además se le concedían beneficios como la reducción de impuestos, etc.

    La oposición más consistente fue la del Partido Socialista.

    En 1935 el senador por Santa Fe Lisandro de La Torre solicito una investigación sobre el comercio de las carnes en el país y las actividades de los frigoríficos y embistió fuertemente contra el gobierno.

    Su intervención duro varios días y suscito una violenta respuesta de los ministros Duhau y Pinedo. En una de sus sesiones, un hombre de acción vinculado a Duhau hizo un disparo de revolver contra De La Torre, pero impacto en el senador Enzo Bordabehere.

    El estallido de una nueva guerra (Argentina se mantuvo nuevamente neutral), impactó primero sobre las relaciones con Inglaterra, ya que los mercados europeos se empezaron a cerrar.

    Pinedo desarrolló un Plan de Reactivación Económica: insistir en la copra de cosechas por parte del estado para sostener su precio y a la vez estimular la construcción pública y privada, remarcando la importancia de estimular la industria. Se advertía una economía muy cerrada en sí misma y se proponía estimular las industrias “naturales”. Este plan requería una mayor intervención del estado.

    Partidos políticos, ejército, Iglesia y poder. La crisis político - ideológica.

    El grueso de la clase política optaba por la defensa de las instituciones constitucionales, señalando que éstas no habían sido ejercidas en las formas más crudas de la democracia.

    - Los Nacionalistas: (teóricos del corporativismo, del revisionismo rosista, etc.)

    Se enorgullecían del elitismo autoritario. Estuvieron influidos por regímenes autoritarios como la Italia de Mussolini. Los militantes nacionalistas sólo ocuparon cargos de menor importancia dentro del gobierno.

    Contaban con el apoyo de Uriburo: hablaba abominando la democracia, reclamando una reforma institucional y predicando las ventajas del corporativismo y la representación funcional.

    Eran mucho más eficaces para golpear que para construir.

    Redujeron a todos sus enemigos a uno: las altas finanzas y la explotación internacional se fundían con los comunistas, los extranjeros causantes de la disgregación nacional y también los judíos, unidos en una siniestra confabulación. Reclamaban por la vuelta a una sociedad jerárquica, organizada por un estado corporativo y cimentada por un catolicismo integral.

    Reclamaban la constitución de una nueva minoría dirigente, nacional que confiaban encontrar en el ejército.

    • Partido Demócrata Nacional:

    Coalición heterogénea de partidos provinciales, en torno a la candidatura de Justo.

    • U.C.R.

    Excluidos de la lucha comicial, los radicales apelaron a la insurrección sin lograr éxito. Al margen de esta actividad, el radicalismo se organizó bajo la dirección de Alvear (reunificó el partido) dentro de una línea muy moderada que no tenía otro programa que la reconquista del poder a través de elecciones libres.

    El gobierno vetó la candidatura de Alvear, por lo que los radicales volvieron a su política de abstención.

    Sacudido por un oscuro problema de concesiones eléctricas en las que habían participado sus concejales, surge dentro del partido una división: la FORJA, en donde los jóvenes de la reforma estudiantil del 18´empezaron a participar de la política.

    • Iglesia:

    Se acercaron a las clases dirigentes, y creó el espacio para el manifiesto de las ideas de una sociedad autoritaria, jerárquica y católica.

    • Militares:

    El nuevo perfil militar fue el desarrollo de una conciencia nacionalista. Este era un nacionalismo tradicional, ortodoxo, xenófobo y jerárquico. Insistía en la necesidad de la “autarquía”.

    • Sindicalistas:

    Desde los partidos políticosopoditores, empezaron a dar prioridad a los reclamos democráticos y al enfrentamiento político con el gobierno y presionaron para alinear en él a las organizaciones sindicales.

    • Frentes nacionales.

    Surgieron dos frentes nacionales que agruparon a las derechas y a las izquierdas. En un acto de 1ro de mayo, se “juntaron” los principales partidos de la oposición: socialistas, comunistas, radicales, demoprogresistas, socialistas y comunistas. Reclamaron por la libertad y la democracia. Se lo denominó “Frente Popular”. El estado reprimió a los sindicalistas combativos, y se aplicó por ejemplo, una ley de Represión del Comunismo.

    El gobierno de la Concordancia fue identificado con el enemigo universal.

    Las derechas habían convocado a un “Frente nacional”, contra el frente popular.

    La guerra civil española, dividió aún más las aguas:

    • En las derechas, integróa conservadores autoritarios, nacionalistas, filofascistas, y católicos integristas, en una rección contra el liberalismo democrático.

    • Enfrentados a estos últimos, un bloque de solidaridades: radicalismo, comunismo, socialistas, Federación Universitaria, dirigentes sindicales.

    Con motivo de la segunda guerra mundial se formó Acción Argentina. Se dedicaba a denunciar las actividades de los nazis en el país y la injerencia de la Embajada Alemana. En ella participaron: radicales, socialistas, intelectuales independientes y miembros de la oligarquía conservadora. Se diferenciaba del antiguo frente popular por la presencia de estos recientes conversos a los valores de la democracia.

    En 1940, Ortiz debe abandonar el poder por un problema de salud. Este hombre, que manifestó cierta tendencia a buscar una salida para la turbia situación política, dejó el gobierno en manos de su vicepresidente, Castillo.

    El gobierno de Castillo duró tres años y desde el primer momento se advirtió que retomaba la tradición del fraude. Se atrevió a acentuar aun más las tendencias reaccionarias de sus predecesores.

    Los grupos pronazis lo rodearon y tiñeron su administración con sombríos colores. Y los sectores militares favorables al eje trataron de forzar la política para orientarla en el sentido que ellos preferían.

    Dentro del país se estaba produciendo una verdadera explosión intelectual que giraba alrededor de los problemas de la nación.

    La Reforma Universitaria, con su ideología antiimperialista, democrática y popular, empezaba a penetrar en la política.

    Con la revista “Claridad”, se reunen a muchos intelectuales y escritores que habían militado en el “grupo Boedo” y los del “grupo Florida”, partidarios de una renovación estética se nuclearon en la Revista Sur.

    Sin embargo, ambos grupos se alinearon en el bando de los defensores de la democracia. También la instalación de alguna editoriales creadas por españoles multiplicaron la actividad del mundo intelectual y artístico.

    Había en todo este movimiento una tendencia fuerte al análisis de los problemas de la sociedad, la crítica y la propuesta de soluciones alternativas para cuestiones específicas: la educación, la salud, la cuestión agraria, la condición de la mujer.

    Pero lo que predomina es el espíritu reformista y la convocatoria a todos quienes coinciden con al aspiración al progreso, la libertad, la democracia, y una sociedad más justa.

    Luego este movimiento intelectual se preocupó por lo nacional, por “el ser nacional”.

    Como consecuencia de la neutralidad arriba mencionada, EE.UU. excluyó a la Argentina del plan de rearme y los grupos democráticos opositores empezaron a recibir fuerte apoyo de la embajada.

    Durante toda la década, “Década Infame”, desde el gobierno se intentó alertar por el resurgimiento de las masas ciegas y la turbia democracia, y justificó el “fraude patriótico”.

    Caída de Castillo:

    Para su sucesión Castillo se inclinó, como candidato de la concordancia, por Robustiano Patrón Costas.

    Las ods alianzas políticas empezaron a cultivar a los jefes militares, esperando que las FF.AA. ayudaran a desequilibrar una situación trabada y a fortalecer un régimen cada vez más débil .Los radicales apoyaron la candidatura de Ramírez. Los oficiales discutieron, de los cuales se destacó la logia G.O.U.

    Quienes llevaron a la ruptura del orden, cuando Castillo pidió la renuncia del ministro Ramírez. Los militares rompieron por segunda vez el orden institucional, sin siquiera saber la figura que lo encabezaría.

    Orígenes del peronismo

    Mientras los coroneles discutían acerca de la actitud que se debía tomar con respecto a la guerra, J.D. Perón descubría la posibilidad de poner en funcionamiento un plan más sutil. Aún cuando ocupaba la subsecretaría de guerra, logró que se lo designara presidente del Departamento nacional del Trabajo, y sobre esta base organizó enseguida la Secretaría de trabajo y Previsión, con jerarquía ministerial. Con la experiencia adquirida en Italia durante la Italia Fascista y con el consejo de algún asesor formado en el sindicalismo español, Perón comenzó a buscar apoyo de algunos dirigentes obreros y logró, no siempre limpiamente, contar con el apoyo de un grupo de sindicales.

    Reemplazado Ramírez por Farrel, la fisonomía del gobierno comenzó a variar sensiblemente bajo la creciente influencia de Perón, que ocupó, además de la secretaría de Trabajo y Previsión, el Ministerio de Guerra, y la vicepresidencia.

    Se dedicó a vincularse con los dirigentes sindicales, excepto los comunistas, se los impulsó a organizarse y a presentar sus demandas, que se dirimían por los contratos colectivos de trabajo, se extendió el régimen de jubilaciones, de vacaciones pagas, de accidentes de trabajo, se equilibraron las relaciones entre los patrones y los obreros. El estatuto del peón fue una de los avances más novedosos.

    Creó el consejo Nacional de Posguerra. La industria creció sustantivamente tanto para importar, como para sustituir importaciones.

    Por una parte se procuró destruir a los opositores, en parte por la vía de la represión, y en parte por la creación de una atmósfera hostil a los partidos tradicionales, a los que se hacía responsable de la perversión de la democracia que sólo habían promovido los conservadores. Por otra, se trató de poner en funcionamiento un plan de acción para consolidar el poder de los grupos dominantes, organizando las fuerzas económicas y sociales de tal manera que quedaran al servicio de los designios de hegemonía continental que acariciaba el Estado Mayor del ejército.

    Parte del ejército, vio el peligro que entrañaba la organización de poder que Perón construía en su beneficio, y opinaron que constituía una amenaza para las instituciones democráticas. Ésta fue también la opinión de los partidos tradicionales y de los vastos sectores de clase media que formaron en la “Marcha de la Constitución y de la Libertad”, nutrida concentración con la que se quiso mostrar la impopularidad del régimen. La defensa de la democracia servia como estandarte, en el cual confluían todos los sectores políticos.

    La presión de los sectores conservadores movió a un grupo militar a exigir la renuncia de Perón a todos sus cargos y su procesamiento. En un primer instante la ofensiva tuvo éxito, pero las fuerzas opositoras no lograron luego aprovecharlo y dieron tiempo a que se organizaran los sectores peronistas, los que con apoyo militar y policial, se dispusieron a organizar un movimiento popular para lograr el retorno de Perón. El 17 de octubre de 1945, nutridas columnas de sus partidarios emprendieron la marcha sobre el centro de Buenos Aires desde las zonas suburbanas y se concentraron en la Plaza de Mayo solicitando la libertad y el regreso de su jefe.

    La oposición no se atrevió a obrar y el gobierno ofreció una especie de transacción: Perón quedaría en libertad, abandonaría la función pública y afrontaría la lucha electoral en elecciones libres que controlaría el ejército. Una vez en libertad, Perón apareció en el balcón de la Casa de Gobierno y consolidó su triunfo arengando a la muchedumbre en un verdadero alarde de demagogia.

    A. Rouquié, lo compara con un “Bombero Piromaníaco”, que agrega combustible a la caldera, hasta el límite de su estallido, y al mismo tiempo controla la válvula de escape.

    El resultado fue un nuevo reagrupamiento político que se contrapuso esas nuevas masas a los tradicionales partidos de clase media y de clases populares, que aparecieron confundidos en lo que se llamó “Oligarquía”.

    Para enfrentar a Perón en las elecciones se unieron radicales, demócratas progresistas, socialistas y comunistas, que formaron la Unión Democrática y sostuvieron la candidatura del radical Tamborini - Mosca. Su discurso se basó en la defensa de la democracia y la derrota del totalitarismo.

    La fórmula Perón - Quijano (partido Laborista) estaba apoyada por fuertes sectores del ejército y de la Iglesia. Asumieron el discurso de la seguridad socia, de la reforma justa, y posible, a la que sólo se oponía el egoísmo de unos pocos privilegiados.

    Contrapuso la democracia forma de la oposición a la democracia real de la justicia social, y dividió entre el “pueblo” y la “oligarquía”.

    La embajada de EE.UU. acusó a Perón de ser agente del nazismo y respaldó a la Unión Democrática. La respuesta fue contundente: “Braden o Perón”.

    El orden peronista: centralización y diversificación del aparato estatal.

    Perón tenía la ayuda de Farrel que le facilitó las cosas: Intervención a todas las universidades, y la expulsión de los profesores que estaban contra él. Perón continuó con ala remoción de los cuadros administrativos y judiciales, sin detenerse siquiera ante la corte suprema de justicia.

    El gobierno peronista mantuvo la retórica antinorteamericana, que elaboró luego en la doctrina de la “tercera posición”, pero estableció relaciooens diplomáticas con la URSS e intentó mejorar sus relaciones con Washington.

    El comercio exterior fue vulnerable. Las exportaciones habían retrocedido ante la presencia Norteamericana. En 1948 se lanzó el Plan Marshall, en donde prohibió que los dólares aportados a Europa fueran utilizados para importaciones argentinas. EEUU inundó el mundo con cereales subsidiados y Argentina retrocedió.

    Con las libras argentinas que se mantuvieron en Londres, el gobierno arregló la nacionalización de los trenes.

    La guerra mundial, la crisis de los mercados y el aislamiento, contribuyeron a profundizar el proceso de sustitución de importaciones, que se extendió más allá de los productos naturales y se avanzó en el sector metalúrgico y otros. Esto significó una vuelta al plan Pinedo.

    Esto significaba el acercamiento con EE.UU., así como de procurar la recuperación de los mercados de los productos agropecuarios.

    Una segunda alternativa, planteada por los militares: profundizar la sustitución de importaciones, extenderla a la producción de insumos básicos, con una decisiva intervención del estado y asegurar así la autarquía.

    Esta inspiración se dibuja en el primer plan quinquenal:

    Plan Quinquenal: 1947 - 1951. Constaba de cuatro aspectos fundamentales para su éxito:

    - Prever las necesidades de materia prima de origen nacional, combustibles, energía eléctrica (hidráulica y térmica) maquinarias y transportes.

    - Conocimiento y verificación del estado y eficiencia de los sistemas de explotación, producción y distribución de esos elementos.

    - Desarrollar el programa mínimo de inversiones y obras necesarios para asegurar los suministros de materias primas, energía y combustible y desarrollar así la industria y agricultura. Creación de SOMISA.

    - Descentralizar la industria, diversificar la producción, crear fuentes de energía, vías de comunicación, medios de transporte y aumentar los mercados consumidores.

    Se incluyeron también una serie de medidas para reformar la educación en todos los niveles, organizar la sanidad y los servicios públicos.

    Se creó el Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI),que monopolizó el comercio exterior y transfirió al sector industrial y urbano ingresos provenientes del campo, mediante la diferencia entre los precios pagados y los obtenidos por la venta en el exterior. El agro ya no constituía la rueda maestra de la economía.

    Se constituyó una verdadera “Cadena de la Felicidad”, mantenida por las divisas acumuladas durante la guerra:

    Alta ocupación + Salarios en Alza = Expansión de la demanda.

    Inflación

    Ganancias importantes

    Para los empresarios.

    Perón concibe una nueva concepción del Estado:

    Estado - Dirigir economía

    - Velar por la seguridad

    - Ámbito donde los intereses sociales organizados

    negocian y dirimen conflictos

    Adopta una política Keynesiana, dándole fuerte impulso a la participación del Estado en la dirección y regulación de la economía.

    Se nacionalizaron: Teléfonos, gas, algunas empresas de electricidad y el BCRA. Se dio impulso a aerolíneas Argentinas y a gas del estado.

    Se constituyó el Estado benefactor. Sus raíces eran más políticas que económicas: el terror a las posibles consecuencias sociales del desempleo, el recuerdo de la crisis de la primera posguerra. La justicia social sirvió para mantener el mercado interno. Se congelaron los alquileres, se establecieron salarios mínimos y precios máximos, mejoró la salud pública, etc.

    La organización obrera se consolidó. La ley de asociaciones profesionales aseguró la existencia de grandes y poderosas organizaciones - un sindicato por rama de industria y una confederación única - para negociar de igual a igual con los representantes patronales, pero dependientes de la “personería gremial”, otorgada por el estado. Las orientaciones y demandas circulaban desde arriba hacia abajo y la CGT era la responsable de trasmitir las directivas del estado.

    Las huelgas fueron numerosas, que solucionó los conflictos mediante los mecanismos de arbitraje y en su defecto se optó por reprimirlos.

    Su esposa, Eva Duarte de Perón, desde la secretaría de trabajo, se dedicó a cumplir ese trabajo de mediación. Pero a su vez creó una fundación, que llevaba su nombre, para legar a aquellos sectores pobres no sindicalizados. Practicó la acción directa.

    Los medios de comunicación machacaban constantemente sobre esta imagen, entre benefactora y reparadora, replicada luego por la escuela, constituyendo una nueva identidad social, “los humildes”.

    La coyuntura externa comenzó a revertirse en 1949: los precios volvieron a su normalidad y los mercados se contraían, mientras que las reservas se agotaron. El desarrollo de la industria hacía al país más dependiente de sus importaciones y provocaba inflación, paro y desocupación.

    Se necesitó un segundo plan quinquenal:

    • Se restringió el consumo interno.

    • Fueron eliminados subsidios.

    • Se estableció una veda al consumo de carnes.

    • Se levantó el congelamiento de los alquileres

    • Se proclamó la vuelta al campo.

    • Se restringió el crédito y el uso de divisas.

    • Se reactivó el proyecto SOMISA.

    • Se congelaron los contratos de trabajo.

    • Concurrencia a capitales extranjeros (Ley de Radicación de Capitales).

    Autoritarismo y propaganda

    Perón, caracterizó su gobierno aparte de por sus obras en materia social, por un creciente autoritarismo. Reprimió a la oposición, reemplazó a la Corte Suprema, utilizó el recurso de la intervención, eliminó la autonomía de las universidades. El poder legislativo fue respetado pero vaciado de todo contenido real.

    Formó una importante cadena de diarios y radios, que se condujo desde la Secretaría de Prensa y Difusión. Los diarios independientes fueron presionados de mil maneras.

    La reforma de la constitución de 1949 acabó con la única “cláusula” institucional para salvaguardar al autoritarismo: la posibilidad de reelección.

    Par disciplinar las distintas fuerzas emergentes, se utilizó la autoridad del estado y se utilizó el liderazgo personal e intransferible que se constituyó naturalmente pero que luego, fue alimentado por la maquinaria propagandística. Perón exigió de cada diputado o senador una renuncia en blanco, como garantía de su disciplina.

    Por otra parte, si bien el peronismo segó sistemáticamente los ámbitos de participación autónoma y tuvo una tendencia a peronizar cualquier espacio de la sociedad, no es menos cierto que encarnó y concretó un vigoroso movimiento democratizador, que aseguraba los derechos políticos y sociales de vastos sectores hasta entonces al margen.

    Partidos políticos y centros de poder.

    Iglesia:

    Durante el primer gobierno y parte del segundo existió un acuerdo básico: el gobierno mantuvo la enseñanza religiosa y concedió la conducción de las universidades a personajes vinculados con el clericalismo hispanófilo. Reservó un lugar importante en el ceremonial público e incorporó a algunos sacerdotes al gobierno. Fue sin embargo una relación distante.

    La fundación del Partido Demócrata Cristiano, marcó el comienzo del conflicto entre Perón y la Iglesia, que rápidamente llevó a su caída. Ambos no aceptaban:

    Iglesia Beneficencia del Estado

    Culto Laico hacia Perón y Evita.

    Organización de estudiantes universitarios.

    Gobierno Participación política de la Iglesia.

    Participación en el campo gremial.

    Como respuesta el gobierno:

    • Prohibió las procesiones.

    • Suprimió la enseñanza religiosa.

    • Se permitió el divorcio vincular.

    • Se reabrieron los prostíbulos.

    • Se envió un proyecto de reforma para separar la iglesia del estado.

    Fuerzas Armadas:

    Recurrió habitualmente a oficiales para desempeñar cargos de importancia y se cuidó tanto de inmiscuirse en su vida interna como de darles cabida institucional. Coincidió con el ejercito en temas como la independencia económica, la unidad nacional y el orden, y sobre todo la postura de la “tercera posición”. Esto estaba alterado por el estilo plebeyo del gobierno y sobre todo por la presencia, acción y palabra de Evita.

    Los problemas con los militares siguieron a un avance inicial del régimen sobre la institución, ante la que en un principio había mantenido una cierta prescindencia.

    Se preocupó de ganar apoyos entre los oficiales y también entre los suboficiales beneficiados con el derecho al voto, a lo que se agregó la posibilidad de “abrir los cuadros”.

    Se indignaban ante los avances del autoritarismo y se irritaban sobre todo ante Eva Perón. Provocaron algunas intentonas, con lo que Perón declaró el estado de guerra interna.

    Según Peter Waldman, Perón se conformó con aislarlas y neutralizarlas políticamente, en la medida de lo posible. Mejoró las condiciones de vida de todos los cuadros. Aprovechó las rivalidades entre las diferentes armas y entre grupos de jefes y oficiales y apeló a la esencias apolítica de las instituciones militares. Las concesiones más importantes fueron las grandes compras de armamento en el período de posguerra. Se creó un Consejo Nacional de Defensa (esperaba que el desarrollo de una industria pesada nacional estimulara las empresas privadas).

    Se otorgaron mejoras salariales, se entregaron créditos y se dictó una reglamentación más favorable de las condiciones de ascensos.

    El otro método que ejerció Perón consistió en crear rivalidades entre las distintas armas y entre los distintos grados, iniciando un proceso de democratización dentro de la fuerza. Otorgó el sufragio a los suboficiales y les facilitó el ingreso a la carrera militar a sus hijos.

    Entre los valores considerados indiscutibles figura la lealtad al Estado y a la Nación y a una actitud de total prescindencia respecto de las lides políticas cotidianas.

    Después del 51´este pacto perdió interés en las partes.

    Los militares pensaban que tarde o temprano iban a ser absorbidos por el estado peronista.

    Rasgos Militares del sistema de gobierno:

    La razón más importante de la conformidad política de las fuerzas armadas está mas bien, en el rasgo fundamentalmente militarista del sistema de gobierno peronista. Una idea de esto nos da la gran cantidad de disposiciones legales referentes a la seguridad nacional. Esta nueva concepción de la defensa “La nación en armas” y constituía hacia fines de la segunda guerra la base para el análisis de defensa del país. La tesis central establece que una nación debe movilizar todos sus recursos, todo su potencial humano, económico e ideológico, para poder imponerse en una contienda bélica moderna. Esto significa que el limite entre la paz y la guerra desaparece.

    Esta fusión de la esfera militar y la civil llevó a que se concediera creciente importancia de la defensa en los planes políticos:

    • Las medidas de protección a la industria nacional y a la legislación social, desempeñaron un papel esencial las consideraciones acerca de la defensa del país. En lo que respecta a la protección de la industria se insistía en que la capacidad defensiva de un país depende de su potencia económica y en especial de su potencia industria. La concentración de Argentina en la exportación de productos agrarios no le permitiría resistir un conflicto armado de larga duración y la dejaría totalmente indefensa en el caso de un bloqueo.

    • Las reformas sociales contaron con el beneplácito de la fuerzas armadas pues éstas consideraban que las tensiones sociales iban en desmedro de la voluntad defensiva y de las disposiciones para la lucha de la población.

    • En sus esfuerzos por obtener una visión panorámica de los recursos más importantes de país, mediante estadísticas y registros, se advierte un segundo objetivo: el de facilitar el acceso del estado a dichos recursos en caso de guerra.

    • Una de las metas de la política en materia de salud pública era sin duda, la reducción del número de individuos no aptos para el servicio militar.

    • La emancipación social y legal de la mujer fue fomentada, en vistas del papel que desempeñó la mano de obra femenina en la segunda guerra mundial.

    • Hasta la política religiosa se vio en gran parte condicionada por la convicción de que la potencia defensiva nacional aumenta cuando todos los ciudadanos tienen en común determinadas creencias y principios.

    • Los teóricos militares argentinos señalaban que la superioridad bélica de los estados autoritarios era superior al de los estados democráticos.

    Sería un error pretender buscar el origen de todas las medidas de Perón en motivos y principios militares.
    La intención de Perón era inmunizar a los obreros contra las corrientes comunistas y las tendencias revolucionarias, mediante una mejora de su situación. Su intención era contribuir a la estabilización del orden social vigente, corrigiendo su punto más débil: la excesiva falta de privilegios de los trabajadores. Esos planes fueron arruinados por la creciente violencia de los ataques de la oposición, que lo obligaron a buscar el apoyo de las clases obreras y de los Sindicatos.

    Con motivo de la crisis de económica, Perón empezó a afloja su política de seguridad social. Ante esta situación las organizaciones laborales no protestaron ni ejercieron presiones sobre el gobierno para que este continuara tomando partido por los trabajadores: acataron de buen grado las medidas de Perón. Eso ocurrió porque habían perdido toda autonomía y se habían incorporado al sistema de poder peronista.

    Se exceptúa a Perón de toda crítica y se culpaba a las fuerzas reaccionarias del país y del exterior a las que se hacía responsable de los elementos corruptos desleales e ineficientes. La convicción de que Perón era irremplazable se tendía a través de todas las manifestaciones de los sindicatos y obreros.

    Por eso es sorprendente que no hayan defendido al gobierno con más fervor cuando este fue atacado, dependían tanto de su lider que hasta le hicieron caso en su última voluntad

    Unidad 4: Estado y sociedad en la Argentina en los últimos años.

    1955-1966

    Lonardi, y Aramburu fueron los presidentes que gobernaron durante esta interrupción de la democracia. La intención de la Revolución Libertadora consistía en fundar un régimen político basado en los partidos y en el fortalecimiento de los mecanismos parlamentarios, el cual fracasó completamente.

    La propuesta de proscribir al peronismo, que rápidamente se impuso entre los revolucionarios, se decidió no tanto en nombre de la racionalidad capitalista como en el de la regeneración democrática que el mundo alentaba. Además definió un a escena política ficticia, ilegítima y constitutivamente inestable, que abrió camino a la puja entre las grandes fuerzas corporativas.

    Como se quería terminar con todo rastro del régimen peronista, se derogó la constitución del `49 por decreto de Aramburu, quien encabezó la lucha anti-peronista.

    La exclusión del peronismo fue para los vencedores de 1955 un requisito para poder operar esa transformación en las relaciones de la sociedad, y a la vez fuente de mayores dificultades. Entre las fuerzas sociales embarcadas en la transformación, que no habían terminado de definir sus objetivos, primacías y alianzas, y las antiguas que conservaban una importante capacidad de resistencia, se produjo una situación que Juan Portantiero (quien fue?) definió como empate.

    Este período correspondió al establecimiento de una fórmula política dual, se caracterizó por el hecho de que la perdurabilidad de cada gobierno durante este período estuvo en jaque desde el momento mismo de su inauguración y que, en la práctica, implementó mecanismos que fueron, sobre todo, límites por los distintos actores sociales y políticos; es decir, el empate fue interno a cada gobierno en la medida que estuvo condicionado por presiones externas y limitado por su heterogeneidad interna. En el mismo, los mecanismos parlamentarios coexistieron, de manera conflictiva y a veces antagónicas, con modalidades extra-institucionales de hacer política.

    El principal resultado de este dualismo fue que los dos bloque principales de esta sociedad - es decir sector popular (representados por los sindicatos) y el frente anti-peronista (sectores burgueses y clase media) rara ves compartieron la misma arena política para la resolución de conflictos y el logro de acuerdos basados en mutuas concesiones.

    El sector popular y especialmente la clase obrera, que se había expresado a través del peronismo, quedó privado de toda representación tanto en las instituciones parlamentarias semidemocráticas, como en la maquinaria institucional del estado; y su presión se redujo a la capacidad de desestabilizar, desde afuera del escenario político oficial, a cada uno de los regímenes civiles y militares que se sucedieron durante el período (cuestión peronista). En cambio, sus adversarios sociales, que habían sufrido una exclusión política parcial durante la época peronista, tuvieron la posibilidad de recurrir tanto a mecanismos parlamentarios como extra-institucionales.

    Al principio el grupo anti-peronista se pudo mantener más o menos unidos bajo la bandera de la democracia, que fue levantada oponiéndola a las características con que se identificaba al régimen peronista. Poco a poco, esta situación se fue alterando y partidos no peronistas y militares comenzaron a expresar contenidos distintos, y a veces antagónicos. Se debió a dos razones:

    • los militares fueron perdiendo su vocación democrática, lo que los llevó a enfrentarse con los partidos.

    • los partidos políticos no peronistas se transformaron en el principal canal de expresión de una compleja interacción entre dos controversias que dominaron la escena política argentina luego de la caída de Perón:

  • una de ellas fue en torno a que hacer con el peronismo. Las diferentes opiniones iban desde el integracionismo (gradual reabsorción del peronismo a la vida política, reconociendo la necesidad de limpieza de ciertos aspectos de su doctrina y forma de actuar) hasta el gorilismo ( que deseaba eliminar completamente el cáncer peronista)

  • la otra estuvo vinculada al modelo socio-económico, que reemplazaría supuestamente al vigente entre 1945-1955.

  • Corrientes del `60

    A partir de 1956 empezaron a surgir tres corrientes divergentes en el antiperonismo,

    • populismo reformista: no cuestionó las premisas básicas del modelo impulsado por los peronistas. Sólo formuló dos críticas al gobierno peronista: que había desalentado la producción agropecuaria; y que había fracasado en la promoción de la industria pesada y el desarrollo de la estructura económica y que el estado había expandido desproporcionalmente sus gastos diarios, retrasando la inversión en obra pública. (radicalismo, aún cuando este se dividió -1956-)

    • Desarrollistas: (estas ideas se implantaron durante el gobierno de Frondizi, quien fue así en contra de las ideas que habían identificado a su gobierno) Sostuvieron que el estancamiento económico del país se debía principalmente a la falta de desarrollo de la industria de base, y para solucionar este problema se debía recurrir a los capitales extranjeros como factor de avance. No prestó un modelo irrestricto al modelo de conciliación de clases, sino que propugnó la introducción de significativos ajustes del mismo, tendientes a favorecer a la burguesía urbana (disminuir la renta de los trabajadores para aumentar la ganancia de los industriales y así atraer la inversión extranjera), a pesar de nunca abandonar los objetivos integracionistas que habían predicado desde 1956.

    • Liberales: su programa e intereses tenían gran cohesión, pero eran muy débiles electoralmente. Su programa se caracteriza en:

  • erradicar definitivamente al peronismo, y pulverizar el sindicato peronista.

  • producir un drástica reducción en la intervención estatal

  • eliminar los sectores industriales ineficientes, obtuvo amplio apoyo de la burguesía argentina, pero no le sirvió para ganar demasiados votos.

  • Unos de los rasgos fundamentales de la disyunción que recorrió al antiperonismo en este período fue que cada uno de los resultados sucesivos estuvo determinado por el sentido en que, alternativamente, oscilaron los liberales, aunque sólo ejercieron una influencia mínima sobre el curso político y económico del país. Es por eso, que hacia mediados de los '60 esta progresiva toma de conciencia fue un actor decisivo que indujo a los liberales a optar por una estrategia abiertamente antidemocrática. Poniendo énfasis en destruir al sistema institucional que nunca les había permitido imponer sus ideas.

    Los sindicatos peronistas.

    el régimen militar fracaso rotundamente en sus intentos de erradicar el peronismo de la clase trabajadora , ni imponer su proyecto de crear un sistema de representación y afiliación múltiple destinado a reemplazar las pautas establecidas por la ley peronista. Sin embargo estos intentos produjeron cambios importantes en el interior del movimiento obrero a partir de 1.955:

    • El estilo de control político de la clase obrera (relación lider-masa) durante la época fue radicalmente modificado .Los líderes sindicales del período anterior fueron separados y nunca recuperaron su anterior influencia .

    • El frustrado proyecto de los militares creo las condiciones para el surgimiento de un movimiento sindical peronista que ganó cierta independencia de Perón y fue capaz de desarrollar su propia estrategia política. La figura de Perón emergió como el principal símbolo del retorno ha un pasado mejor , perdiendo de esta manera en parte su poder de controlar a los líderes peronistas (sobre todo en las prov.) .

    • Los líderes sindicales del peronismo desarrollaron una aptitud q' habían carecido hasta 1.955 : la capacidad de negociar con actores políticos no peronistas , tales como los partidos las asociaciones empresariales y los militares .Se transformaron así , como ya se mencionó, en vínculos de presión y desestabilisación de los distintos gobiernos del '55 y '56 .

    • Los sindicalistas peronistas del `55 actuaron en una época muy diferente a la de sus antecesores debido a la falta de la protección de Perón y a la cambiante situación política.

    • La estrategia defensiva y de oposición trajo aparejado q' el movimiento sindical modificara sus objetivos para adecuarlos a los intermediarios q' usara para lograr sus metas. Además oculto su incapacidad para formular un diagnostico propio de la crisis estructural q' afectaba a la economía argentina desde los fines de las épocas del '40 para proponer respuestas

    • El despliegue exitoso de las acciones de contraataque del movimiento sindical impidió la completa ejecución y consolidación de los proyectos de estabilización y crecimiento de esta época, pero no pudo revertir las significativas transformaciones sufridas por la economía Argentina a partir de 1959.

    Izquierda:

    • Se fue gestando en la Universidad hasta el '66, cuando se volcaron decididamente al activismo, y entró a actuar en diferentes ámbitos de la sociedad .

    • se formó mirando al peronismo (al cual le daba un importante papel en el desarrollo de la humanidad) , y posteriormente en la Revolución Cubana.

    • El marxismo era su fuente de creencias básicas, del cual se desprendían diferentes ramas.

    • Defendía lo nacional, era partidario del antiimperialismo.

    • No tenían una programa de gobierno, reformas, para mejorar la sociedad, sólo pensaban que lo primero y principal era destruir el sistema política actual, para luego construir algo nuevo.

    • Creían que la democracia era una forma, las libertades individuales una farsa e ilusionarse con ellas era sólo encubrir a la opresión

    • Consideraban a la democracia: “como el opio burgués”

    Los Militares , tutores del sistema semidemocrático

    A partir de 1955 los militares modificaron gradualmente su modo de intervención en el gobierno

    En una 1º etapa desarrollaron un estilo de intervención tutelar :

  • La proscripción del peronismo y de las instituciones representativas del estado

  • El ejercicio de presiones y de su poder de veto sobre las medidas políticas de los gobiernos constitucionales instalados a partir de 1958, recurriendo repentinamente a la amenaza de deponer las autoridades constitucionales si las mismas no satisfacían sus demandas (32 propuestas a Frondizi)

  • Todo esto se hizo en nombre de la democracia y también las acciones emprendidas contra sus enemigos .

    1966 - 1976

    Viendo los resultados que trajo la intervención tutelar, importantes sectores de las fuerzas armadas observan que los beneficios obtenidos eran inferiores a los costos ocasionados por esta.

    Al respaldar las alternativas democráticas, los militares estaban restringidos a lo que estas propusieron. Percibieron además que eran vistos por la opinión pública como responsables de la distorsión de las políticas democráticas, sin siquiera obtener el beneficio compensatorio de que sus objetivos se cumplieron; además como referentes públicos, debían adquirir posición ante los diferentes asuntos de gobierno. Lo que generó una fragmentación en las FF.AA. sobre que posiciones había que asumir y hasta que punto había que influir a gobiernos democráticos. Enfrentamientos que tubo su punto crítico en el de los azules y colorados. La victoria de los azules (Onganía) trajo aparejado el abandono de las prácticas de intervención tutelar y dio lugar a las prácticas de doctrinas de seguridad nacional.

    El fracaso de los gobiernos constitucionales, hizo que se pierda la fe en la democracia en c/u de los sectores de la sociedad, y las voces para romper el empate empezaron a multiplicarse, todos reclamaban más autoridades y orden, unos con tradición y otros con eficacia .-

    El gobierno de Illia estaba c/vez peor y c/ves era más criticado por las personas, a la vez q' se resaltaba a través de campañas publicitarias y periodísticas la figura de Onganía, Mariano Grondona escribió: “ Onganía, última alternativa de eficacia orden y autoridad especialmente “ A esta altura parecía q' el gobierno de Illia solo esperaba el golpe q' se concreto en 1966, el 28 de junio, terminando de esta manera el empate correspondiente al anterior período.

    El golpe fue apoyado o visto de buena manera por todos los ámbitos de la sociedad , este tuvo crédito amplio y variado tenía q' ver con la indefinición inicial entre las diversas tendencias q' coexistían en el gobierno.

    El comienzo de la aplicación de la doctrina y seguridad nacional se caracterizó por un shock autoritario :

    • Se disolvió el parlamento y la actividad política

    • Se redujeron los ministerios a 5 y se creo el estado mayor de presidencia donde se unificaban decisiones de distinta índole.

    • Se comenzó a enconcetar la sociedad . La represión del comunismo se extendió a todas aquellas expresiones del pensamiento crítico , de disidencia o hasta de diferencia (Universidad y manifestación de nuevas costumbres)Esta censura tenía un cierto consenso en la sociedad, en sectores clericales y tradicionales

    El gobierno había encontrado la forma política adecuada para operar la gran reestructuración de la sociedad y la economía .

    Acallado cualquier ámbito de expresión de las tensiones de la sociedad y aun de las mismas opiniones, podía diseñar su política con tranquilidad y con un instrumento estatal poderoso en sus manos ( la revolución no tiene plazos ) .

    En cuanto a la reforma económica, estuvo ampliamente influenciada y dirigida hacia los intereses liberales, por esto :

    -a corto plazo se buscó lograr una estabilidad prolongada q' eliminara una de las causas de la puja sectorial

    -a largo plazo , se proponía racionalizar el funcionamiento de la economía toda y facilitar así el desempeño de las empresas más eficientes .

    Así , la nueva política, modificaba profundamente los equilibrios de la etapa del empate y volcaba a la balanza en favor de los grandes empresarios . Además el estado realizó un gran gasto en obras públicas para formar un contexto que alentara el aumento de la eficacia en la producción nacional. Se construyeron y refaccionaron rutas, puentes, etc.

    Esta política económica generó un descontento creciente en la sociedad, ya que se les prestaba muy poca atención a los reclamos sindicales como a los distintos sectores de la producción nacional.

    A esto se le sumó el creciente sentido de oposición al régimen de censura impuesto por los militares.

    Todo estos reclamos se materializaron en una de las más grandes protestas de masas de la historia argentina: El Cordobazo, que además simbolizó el inicio de una ola de manifestación social (hasta 1975).

    La ola que estalló en córdoba se expresó de diferentes maneras. Una de ellas fue activismo sindindical que era producto de una nueva orientación sindical surgida en las grandes industrias, para la discusión de temas relacionados a cuestiones de trabajo. El marco de estos nuevos sindicatos permitían tratar temas relacionados a las relaciones sociales y a la misma sociedad; en torno a la cual estaban muy disconformes.

    A esta disconformidad se le unieron estudiantes, productores rurales, sectores de la industria nacional y la Iglesia ( movimiento de Sacerdotes del tercer Mundo). Todos estos sectores se unieron formando un grupo único, heterogéneo pero unitario.

    Todos estos eran desencadenados muchas veces por hechos sin mucha importancia. Ya que lo que se buscaba era criticar al sistema vigente y a los sectores que lo apoyaban. Reclamos que se manifestaban en protestas callejeras y cotidianamente en acciones de reclamos en barrios o villas miserias.

    También en esta corriente influyeron los prospectos de la Alianza

    para el progreso, donde se predicaba que si el poder autoritario era fruto de una autoridad nacional; para quienes lo enfrentaban la única alternativa era la revolución. Esto incitaba aún más a la violencia.

    En 1971, SITRAC-SITRAM, propusieron una unidad de toda la izquierda, pero descubrieron que los trabajadores no los acompañarían en un reclamo social-político ante el estado, ya que estos políticamente seguían siendo peronistas.

    En este contexto surge la guerrilla que se caracterizaba por:

    • tenía la profunda convicción que para derrocar al régimen militar no había otra alternativa que hacerlo por vía de guerra.

    • aspiraban a transformar la movilización espontanea de la sociedad en un alzamiento generalizado.

    • la lógica de exclusión era llevada hasta sus últimas consecuencias: el enemigo debía ser aniquilado

    • el verdadero caldo de cultivo fue la experiencia autoritaria.

    • Los principales grupos en la Argentina fueron:

  • ERP: (organización tronquista)

  • Montoneros: quienes fueron los que mejor se adaptaron a la situación del país, ya que eran los que menos atados estaban a una ideología definida. Triunfaron en el peronismo en la lectura estratégica de Perón durante su ausencia, ganando espacios para su acción autónoma y el reconocimiento del líder. Buscaban apoyos en los amplios sectores marginales. (asesinato de Aramburu). A la vuelta de Peron se lanzaron a conquistar su apoyo y el de las amplias estructuras del partido

  • Los militares dieron cuenta que la figura de Perón cada ves estaba más presente en la sociedad, y ocupando en la política un lugar tan importante como el del Presidente. Los Militares advirtieron que su salida estaba cerca y que debían negociarla con las fuerzas soc. Y pol., y con Perón mismo.

    Las crecientes protestas sociales (que ya era menos reacio a conversar) y el asesinato de Aramburu fueron suficientes, para la destitución de Onganía quien ya ni podía conservar el orden.

    Su sucesor Lewinston, trató de movilizar al pueblo a una transformación en el sistema desde el gobierno militar, pretensión algo ingenua. Por lo que fue rápidamente depuesto.

    Lanusse anunció el restablecimiento de la actividad partidaria y la próxima convocatoria a elecciones.

    La vuelta a la democracia, se debía hacer sobre las bases del GAN, un acuerdo para asegurar un verdadero gobierno democrático, en que participaran todos los sectores políticos, pero terminó siendo un “tira y afloje” entre Perón y Lanusse.

    Teóricamente el acuerdo tenía que ser condición para convocar a las elecciones, pero viendo que imposible negociar con Perón, decide pactar con una condición mínima: que Perón no sea candidato en las elecciones.

    El movimiento peronista se hace heterogéneo gracias al carácter que había adquirido la figura ideal de Perón que reemplaza a su figura real, fenómeno que el mismo Perón había alentado apoyándose en su carisma personal. Para todos sus seguidores Perón expresaba un sentimiento nacional y popular, de reacción contra la reciente experiencia de desnacionalización y privilegio, y para unos era el líder histórico (que traería bonanza), para otros el líder del tercer mundo, otros pensaban que era quien acabaría con la subversión y otros lo veían como el retorno del líder pacífico (clases medias y altas).

    Así el elegido fue Cámpora, su principal títere y representante, que ganó las elecciones del 73. El día que Perón regresaba al país un enfrentamiento en distintos grupos peronistas lo que ocasionó la renuncia de este último.

    Por lo que se convoca a elecciones nuevamente. Gana la fórmula: Perón - Perón

    Su gobierno se centró en:

    • pacto social:

    Procuraba solucionar el problema clásico de la economía: la capacidad de los distintos sectores, empeñados en la puja distributiva para frenarse mutuamente. Se proponía solucionar el problema a través de una concentración (hubo sectoriales y una mayor que subsumía a todas). Para que esto tuviera resultado el estado debía disciplinar a los actores combinando persuasión y autoridad.

    Como primeras medidas para que este empiece a funcionar se estableció el congelamiento de los precios, la supresión por 2 años de convenciones colectivas o partidarias. Este efecto que perjudicaba a los trabajadores fue contrarrestado por un aumento del 20% en los salarios.

    Al principio trajo buenos resultados, pero al ser violado por uno y otro lado por la poca intención de cumplir el acuerdo que había en ambas partes, cayó en una profunda crisis, que lo llevó a la ruina.

    • pacto político (proyecto inédito en el peronismo) El propósito era el de convertir el parlamento en un ámbito real de negociación entre partidos, revirtiendo así la tendencia del peronismo a conferirle un aura de legitimidad tanto a las críticas opositoras como a las aspiraciones de oposición de invocar interese y orientaciones populares. Por las tendencias autoritarias tradicionales en el peronismo los principales apoyo a esta medida de Perón estuvieron fuera del Peronismo (radicalismo, izq. y der. Parlamentaria)

    • conducción más centralizada de su movimiento: o sea los sindicatos. A través de una modificación a la ley de asociaciones profesionales, que tenían como objetivo centralizar su poder y alargar sus mandatos. Además buscó apoyar a los sindicalistas tradicionales que habían sido desplazado por la izquierda peronista.

    Los peronismos que habitan dentro del peronismo.

    Dentro del peronismo se libró una lucha de poder. Que por momentos fue feroz, que se desarrolló en diferentes ámbitos hasta se llegaron a pelear, en los grandes actos públicos para ocupar los lugares más cercanos al líder.

    Entre las culturas políticas incorporadas a peronismo podían encontrarse dos grandes concepciones:

    • una se apoyaba en la vieja tradición peronista, nacionalista y distribucionista, alimentada durante la larga exclusión por la ilusión del retorno del líder, y con el mágicamente de los tiempos de la justicia social, y un estilo político autoritario verticalista . Fue el grupo Montoneros quienes se identificaron con esta corriente

    • la otra menos precisa (parte imp. de sectores populares), pero sobre todos en quien se incorporaron tardíamente al peronismo, incorporando la crítica radical de la sociedad, en la consigna “dependencia o liberación. Fue representada por los sindicalismos y grupos de extrema derecha.

    El ERP, no creía ni en Perón, ni en la democracia misma, así que pasada una breve tregua en el '73 retomó el activismo.

    Los montoneros, que habían crecido identificándose con el líder y tratando de encarnar su discurso durante su exilio; y que habían sido rechazados por Perón, cuando este llegó al poder atribuían esta actitud a la teoría del entorno, o reinterpretaban el discurso de Perón argumentando que este desviaciones tácticas propias de la genialidad del líder.

    Además la guerra de aparatos se desarrolló bajo la terrible forma de terrorismo (asesinatos). Para reprimir a esta surgió organizaciones parapoliciales (AAA)

    En 1975 I. Perón convoca al ejército a encargarse de la represión subversiva, y el genocidio se pone en marcha,

    El gobierno de Isabel iba cada ves peor: la falta de autoridad, luchas facciosas, la acción guerrillera, caos económico y el terror creado por la AAA, hicieron visible la necesidad de un cambio.

    1976-19…

    El 24 de marzo de 1976 la Junta de comandantes en jeje, integrada por el general Videla, el almirante Massera y el Brigadier Agosti, se hizo cargo del poder, dictó los instrumentos legales del llamado Proceso de Reorganización Nacional y designó como presidente a Videla.

    Este gobierno se guió por los principio de la Doctrina de Seguridad Nacional, y por los principios liberales.

    Económicamente durante este proceso se aplicó una reforma financiera que dio lugar a grandes devaluaciones y a la especulación financiera. Con esto se benefició a los grandes grupos del incipiente establishment nacional, que creció de manera impresionante durante esta época, y se vio beneficiado por esta política y por la capacidad para negociar con el gobierno. Constituyéndose así en un factor de poder, que hasta hoy en día no se puede negar ni dejar de escuchar.

    La propuesta de los militares consistía iba más allá de los problemas de la sociedad: buscaban eliminar la raíz del problema, que en su diagnóstico se encontraba en la sociedad misma y en la naturaleza irresoluta de sus conflictos.

    Para acabar con estos problemas se aplicó un terrorismo de estado, técnicamente hablando. Los militares planearon una cuidadosa operación de represión de carácter clandestina. Para ello, cada arma se encargó de un ámbito distinto, y la planificación general y la supervisión táctica estuvo en manos de los más altos niveles de conducción castrense, y los oficiales no desdeñaron en participar en tareas de ejecución, poniendo en relieve el carácter institucional de la acción y el compromiso colectivo.

    Este acto terrorista estuvo dividido en 4 etapas:

    • secuestro (falcon verdes; las patotas)

    • Tortura (distintas tácticas; por ejemplo: picana eléctrica, violación sexual, etc.). Se complementaba además con la tortura psicológica: asistir simulacros de fusilamiento de padres, etc. El objetivo de tortura era sacar información sobre la estructura de la guerrilla, pero más en general buscaban quebrar la resistencia del detenido anular sus defensas, acabar con su dignidad y personalidad.

    • detención: los que sobrevivían a esta tortura eran llevados a los “chupaderos”, donde estaban detenidos por un tiempo más o menos determinado en alguno de los distintos centros clandestinos (ESMA, etc.)

    • ejecución: (traslado) era el destino final para los detenidos. Este paso no era dado sin la expresa autorización de los más altos rangos del ejército. So podía hacer de distintas formas.

    Pese a que la junta militar estableció la pena de muerte no la utilizó.

    La mayorías de los cadáveres eran enterrados en un cementerio sin nombre, quemados en fosas colectivas, arrojadas al mar con buques de cemento, o en fosas cavadas por las propias víctimas de antes de morir. Así sólo hubo desaparecidos.

    La mayoría de las desapariciones se producieron entre el 76 y 78, y luego se redujeron a una expresión mínima. Así el ERP fue diezmado, y si bien la organización montoneros siguió operando tuvo que vincularse sólo a acciones terroristas, sin complemento en lo político.

    Lo cierto es que aún acabadas estas organizaciones, la represión continuó su marcha. Cayeron así líderes de grupos civiles y sociales, sacerdotes, abogados defensores de los derechos humanos o personas sólo por ser parientes de alguien, aparecer en una agenda o haber sido mencionadas en una tortura.

    Pero el verdadero objetivo eran los vivos, el conjunto de la sociedad que, antes de emprender su transformación profunda, debía ser controlado y dominado por el terror y la palabra. Así el estado se desdobló:

    • una parte clandestina y terrorista, practicó una represión sin responsables, eximida de responder a reclamos.

    • la otra pública apoyada en un orden público que ella misma estableció, silenciaba cualquier vos

    Solo quedó la voz del Estado, dirigiéndose a un conjunto atomizado de habitantes.

    El terror cubrió la sociedad toda. Clausurados los espacios donde los individuos podían identificarse en espacios colectivos más amplio , cada uno de ellos quedó solo e indefenso ante el estado aterrorizador,

    Algunos no aceptaron esto y emigraron al exterior, o se refugiaron en el exilio interior. La mayoría optó por la ignorancia a lo que estaba pasando, justificando lo que no podía ignorar con el popular dicho: “por algo será”, o se refugiaban en la deliberada ignorancia.

    El gobierno militar se caracterizó por su gran corrupción (durante esta época aumentó la deuda externa e interna), la cual se extendió a la administración pública.

    Este gobierno se caracterizaba por estar dominado por las tres armas, más o menos con el mismo poder cada una, lo que ocasionaba la falta de una autoridad que se encuentre sobre estas, que tradicionalmente era el Presidente. Lo que ante una falta de acuerdo ante una determinada cuestión ocasionara una situación anárquica. A pesar de eso el orden se pudo mantener durante cinco años.

    El período de silencio de la sociedad se fue acabando a medida que el gobierno fue mostrando falta de autoridad para imponer el silenciamiento de esta:

    • empresarios regionales

    • sindicalistas ( cuando en 1980 rearman la CGT)

    • estudiantes

    • iglesia: la corriente que apoyaba el proceso, fue dejando paso a otra que propuso renunciar a la injerencia directa de la Iglesia en cuestiones sociales y volver a preocuparse por una evangelizar a una sociedad crecientemente laica. Las preocupaciones por la moral y los derechos humanos, se vieron expresadas en el documento Iglesia y comunidad nacional”.

    • grupos defensores de los derechos humanos: m. de plaza de mayo, fue el más simbólico que había empezado a marchar en medio de lo más profundo de la represión, en búsqueda de sus hijos o nietos. Su discurso fue ético y testimonial. Se atacó duramente al proceso, en nombre de los principio de la maternidad, sentimiento que los militares no podían englobar dentro de la subversión.

    Así estas marchas, antes de escasas concurrencia, se tornaron multitudinarias, conmovieron a la sociedad y pusieron a los derechos humanos en el centro del debate en la sociedad.

    Así el gobierno militar empezó a sentir que era inevitable una vuelta al sistema constitucional. Las críticas empezaron a crecer, y se volvieron insostenibles después de la forma en que se perdió la guerra de Malvinas (último intento de lograr la aceptación del proceso).

    Y el gobierno no tuvo otra alternativa que levantar la veda política, y convocar a elecciones, con la condición de que no se investigue lo hecho en el Proceso.

    La herencias de la dictadura y la crisis de la democracia.

    Raúl Alfonsín se convirtió en el presidente de los argentinos al obtener una victoria en los comicio del 83.

    La temática de su gobierno estuvo regida por las herencias de la dictadura, y la agenda de transición democrática, o sea que hacer con estas herencias:

    • civilidad: era el punto de apoyo de Alfonsín y de identificaba con la propuesta de construir un estado de derecho, al cual los poderes corporativos debían someterse.

    • modernización cultural y educativa: se desarrolló un programa de alfabetización masiva, se atacaron los mecanismos represivos y se abrieron los canales para discutir mecanismos y formas, lo que debía terminar en un Congreso Pedagógico que expresara que tipo de educación quería la sociedad. En la cultura se permitió un amplio desarrollo plural y un amplio destape, para algunos irritantes en formas y temas. Punto culminante de la modernización cultural ley de divorcio viculante y la ley de patria potestad compartida.

    • con un discurso ético (basado en la democracia y paz), se encararon los diferentes problemas políticos exteriores. Se creía que este discurso era el único que podía adoptar un gobierno democrático , y eliminar así una situación de conflicto que podía tener vivo los militares.

    • FF.AA.: el gobierno compartía los reclamos de la sociedad de justicia, pero también se preocupaba por dominar a las fuerzas armadas al poder civil, de una vez y para siempre. para ello propuso separar el juzgamiento a las personas, al de la institución. Y poner limites a los juicios ,deslindando resp.,y distinguiendo entre jefes y subordinados. Se procedió a juzgar a la cúpula del proceso de las org. guerrilleras. Primeros por la justicia militar y luego la civil. Este proceso no termo ahí ,la just. siguió activa, por lo que el, gob. trató de terminar este tema a través de dos leyes.

    Punto final (que pasado una determinada fecha no se podía enjuiciar a ningún militar) y obediencia debida (por la cual sólo se juzgaba a los militares de alto rango)

    • los sindicatos se hallaban decaídos por la derrota del peronismo en las elecciones y en una precaria situación institucional. La apuesta del gobierno consistió en democratizarlos, para incorporar otras corrientes ,pero la ley no fue aprobada. El gobierno arrió banderas y puso a funcionarios más flexibles en la negociación con los trabajadores. El gobierno pudo retener la presión de la CGT, en tanto contó con el apoya de la civilidad y escasa presión de los sectores corporativos, trató de dialogar con esta pero sin poner en duda los principios del plan económico. Después de la victoria del peronismo en 1987, gobierno prescindió de su ministro - sindicalista, pero mantuvo sus compromisos. Con la nueva legislación, el poder sindical se reconstituyó, y sin que la civilidad social los pudiera dominar.

    • plan económico: p. austral: 1985 su objetivo era superar la coyuntura adversa en un corto plazo, para luego encarar reformas profundas. Los resultados a corto plazo fueron muy buenos, ya que estabilizó la situación sin causar grandes efectos, y por el apoyo recibidos por todos los sectores. Se trataba del plan de todos: fruto de la realización democrática entre todos, con solidaridad y sin dolor se podían solucionar los problemas más complejos. Esto generó un apoyo en el gobierno (1985 : elecciones). LA novedad, estaba en que de ahora en más la preocupación central estaría en el aspecto económico.

    Y esto se vio en el costo político que debió pagar el gobierno por la situación económica en los años siguientes.

    Sistema democrático: a pesar de que después del levantamiento de semana santa se perdió la fe en el poder ilimitado de la democracia, cada vez que hubo un atentado que hacia suponer un posible problema en el sistema, todos los sectores de la sociedad civil se manifestaron y salieron en defensa en forma determinante. Esto demostraba un afianzamiento del sistema democrático en la política argentina.

    • los grandes grupos financieros nacionales, siguieron siendo un factor importante de poder.

    La crisis final del estadocentrismo.

    Esta tendencia que se había iniciado en el '70 tuvo su punto culminante en el gobierno de Menem, a partir de 1989.

    Fue parte de un plan convenido con el FMI, los grupos de capitales extranjero (especialmente norteamericano y los grupos del establishment nacional, con el objeto de aplicar un recetario liberal.

    A estas medidas el presidente las denominó como “cirugía mayor, sin anestesia”, culminó con la tendencia ya mencionada y fue una verdadera revolución respecto de lo que había sido el estado benefactor instalado en los '40. Él abandonó su intervención en buena parte, en rubros esenciales como la salud y educación.

    Además se desprendió numerosas empresas, que fueron transferidas a grupos económicos con títulos de deuda externa y a los grupos del establishment nacional. Se produjo una verdadera reforma de estado

    El jefe de estado concentró gran poder en su persona, y lo usó sin restricciones. La apelación a los decretos con el pretexto del recurso de necesidad y urgencia “fue constante”.

    El sindicalismo, que tradicionalmente había expresado los reclamos de los sectores trabajadores y populares peronistas, experimentó una profunda crisis, en parte por efectos de los cambios en la estructura ocupacional y en la caída de nº de afiliados, pero porque su principal interlocutor había desaparecido

    Pero el sorprendente vuelco de un gobierno tradicionalmente popular, hacia los intereses de la industria; no estuvo volcada a apoyar a toda la estructura industrial sino a un pequeño círculo que había adquirido gran poder desde la última dictadura, que cada vez tenía más poder.

    Todo esto se hizo bajo el argumento de que todos los problemas de la sociedad eran económicos, todos estos problemas se resolvían en la estabilidad y para lograrla no había otro camino que la formula liberal ensayada.

    NOMBRE

    JEFATURA

    Primera Junta (Cornelio de Saavedra)

    1810

    Segunda Junta (Mariano Moreno)

    1810-1811

    Primer Triunvirato
    (F. Chiclana, M. Sarratea, J. J. Paso)

    1811-1812

    Segundo Triunvirato
    (J. J. Paso, A. Álvarez, N. Rodríguez)

    1812-1814

    Gervasio Antonio de Posadas

    1814-1815

    José Rondeau

    1815

    Carlos de Alvear

    1815

    Ignacio Álvarez Thomas

    1815-1816

    Antonio González Balcarce

    1816

    Juan Martín de Pueyrredón

    1816-1819

    José Rondeau

    1819-1820

    Manuel Sarratea

    1820

    Ildefonso Ramos Mejía

    1820

    Miguel Estanislao Soler

    1820

    Manuel Dorrego

    1820

    Martín Rodríguez

    1820-1824

    Juan Gregorio de las Heras

    1824-1826

    Bernardino Rivadavia

    1826-1827

    Vicente López Planes

    1827

    Manuel Dorrego

    1827-1828

    Juan Lavalle

    1828-1829

    Juan José Viamonte

    1829

    Juan Manuel de Rosas

    1829-1832

    Juan Ramón González Balcarce

    1832-1833

    Juan José Viamonte

    1833-1834

    Manuel Vicente Maza

    1834-1835

    Juan Manuel de Rosas

    1835-1852

    Justo José de Urquiza1

    1852-1860

    Santiago Derqui

    1860-1861

    Bartolomé Mitre

    1862-1868

    Domingo Faustino Sarmiento

    1868-1874

    Nicolás Avellaneda

    1874-1880

    Julio Argentino Roca

    1880-1886

    Miguel Juárez Celman

    1886-1890

    Carlos Pellegrini

    1890-1892

    Luis Sáenz Peña

    1892-1895

    José Evaristo Uriburu

    1895-1898

    Julio Argentino Roca

    1898-1904

    José Evaristo Uriburu2

    1903

    Manuel Quintana

    1904-1906

    José Figueroa Alcorta

    1906-1910

    Roque Sáenz Peña

    1910-1914

    Victorino de la Plaza

    1914-1916

    Hipólito Yrigoyen

    1916-1922

    Marcelo Torcuato de Alvear

    1922-1928

    Hipólito Yrigoyen

    1928-1930

    José Félix Uriburu

    1930-1932

    Agustín Pedro Justo

    1932-1938

    Roberto María Ortiz

    1938-1942

    Ramón Castillo

    1942-1943

    Arturo Rawson

    1943

    Pedro Pablo Ramírez

    1943-1944

    Edelmiro Julián Farrel

    1944-1946

    Juan Domingo Perón

    1946-1955

    Eduardo Lonardi

    1955

    Pedro Eugenio Aramburu

    1955-1958

    Arturo Frondizi

    1958-1962

    José María Guido

    1962-1963

    Arturo Umberto Illia

    1963-1966

    Juan Carlos Onganía

    1966-1970

    Roberto Marcelo Levingston

    1970-1971

    Alejandro Agustín Lanusse

    1971-1973

    Héctor José Cámpora

    1973

    Juan Domingo Perón

    1973-1974

    María Estela Martínez de Perón

    1974-1976

    Jorge Rafael Videla

    1976-1981

    Roberto Viola

    1981

    Leopoldo Fortunato Galtieri

    1981-1982

    Reynaldo Bignone

    1982-1983

    Raúl Alfonsín

    1983-1989

    Carlos Saúl Menem

    1989-

    1 Provisional hasta 1854

    2 Interino

    1




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    Enviado por:Marcelo Cassettari
    Idioma: castellano
    País: Argentina

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