Religión y Creencias
Hinduismo
El hinduismo.
Hindú, es una palabra que deriva de la palabra en sánscrito sindhu (“río”, de forma más explícita el río Indo). Durante el siglo V a. C., los persas utilizaban ese nombre para referirse a aquéllos que vivían en las tierras del Indo.
Los hindúes se definen a sí mismos como “aquéllos que creen en los veda” o
aquellos que siguen los cuatro tipos de caminos, dharmas, y etapas de la vida, achramas.
Hoy en día, con el término hinduismo se designan las creencias y el estilo de vida
tradicionales de los habitantes de la India.
A diferencia de otras religiones, en el hinduismo no se encuentran fundador ni orígenes definidos con claridad. El estilo de vida hindú es el resultado de un largo proceso de evolución que empezó, hace más de tres mil años, en una civilización nacida en el valle del río Indo, y la posterior aportación de pueblos arios (nobles) que provenían del norte o centro de Europa que invadieron la India, sometieron a sus habitantes e introdujeron sus creencias religiosas. En una evolución posterior, las diversas experiencias religiosas se mezclaron y evolucionaron conjuntamente de forma compleja, lo que dio lugar al hinduismo, el conjunto religioso de la India actual.
El hinduismo es una de las religiones más extendidas e importantes del mundo, no sólo por su número de miembros (estimados en más de 700 millones), sino también por la profunda influencia que ha ejercido en muchas otras religiones durante su larga e interrumpida historia, que comenzó más o menos en el 1500 a.C. Es preciso destacar igualmente la correspondiente influencia que el hinduismo ha recibido de esas otras religiones (el hinduismo posee una extraordinaria capacidad para absorber e integrar elementos foráneos).
La historia de las relaciones entre Oriente y Occidente está jalonada por una larga cadena de incomprensiones mutuas. Pero también han existido sucesivas etapas de acercamiento, intentos de comprensión de las peculiaridades ajenas e incluso verdaderas manifestaciones de entusiasmo ante el caudal renovador ofrecido por las diferentes culturas.
Una de las más recientes muestras de esta última actitud fue la protagonizada por numerosos jóvenes occidentales en los últimos años de la década de los sesenta.
Gran parte de la juventud contestataria de aquellos años volvió sus ojos hacia Oriente, buscando nuevos caminos para tratar de rescatar una dimensión de la existencia humana que la civilización occidental parecía haber pospuesto.
Pero, lo incuestionable resultó ser, la capacidad de atracción, esa especie de imán que determinadas formas orientales de pensar y vivir ejercen sobre occidente. Entre ellas, el conjunto de enseñanzas, doctrinas y reflexiones que configuran el pensamiento de la India ocupa un lugar privilegiado.
Para Occidente, la imagen de la India suele oscilar entre los factores predominantes. Por un lado está la innegable extensión de la pobreza, las muchedumbres desarrapadas y mendicantes, la enorme desigualdad económica. Por otro, ese resplandor de espiritualidad que rodea la mayor parte de las manifestaciones hindúes, el sentido del renunciamiento la búsqueda de la armonía con la Naturaleza, el profundo sentimiento religioso y metafísico que parece situar la existencia en un horizonte de eternidad.
Principios fundamentales y filosofía.
Las normas o cánones del hinduismo se definen en relación con lo que las personas hacen, con lo que piensan. La mayoría de los hindúes cantan el himno del gayatri al amanecer, pero casi no existe acuerdo sobre qué otras oraciones debieran cantarse. Hay prácticas que observan casi todos, como son: el reverenciar al Brahmán (casta) y a las vacas; la prohibición de comer carne, y el matrimonio sólo con un miembro de la misma casta con la esperanza de tener un hijo varón heredero. Cada individuo percibe un modelo a seguir que confiere orden y sentido a su vida. Dentro del hinduismo no existe una jerarquía doctrinal ni eclesiástica, pero la complicada estratificación social, inseparable de la religión le da a cada persona la sensación de tener una posición dentro de este enorme grupo humano.
Filosofía.
Dentro de su rica literatura incorpora una cosmología muy compleja. Los hindúes creen que el Universo es una gran esfera encerrada, un huevo cósmico dentro del cual hay muchos cielos concéntricos, infiernos, océanos y continentes, y que la India está en medio de todos ellos. Creen que el tiempo es a la vez degenerativo y cíclico: al final de cada Kali Yuga (tiempos actuales) el Universo es destruido por el fuego y las inundaciones, comenzando así una nueva época dorada. La vida humana también es cíclica: después de morir, el alma deja el cuerpo y renace en el cuerpo de otra persona, animal, vegetal o mineral. Este imparable proceso se llama samsara. La calidad de la reencarnación viene determinada por el mérito o la falta de méritos que haya acumulada cada persona como resultado de su actuar o karma, de lo que el alma haya realizado en su vida o vidas pasadas. Todos los hindúes creen que el karma funciona así; sin embargo, también piensan que esto se puede contrapesar con la práctica de expiaciones y de rituales (ejercitándose a través del castigo o la recompensa), logrando así aminorar o hacer más fácil (moksha) todo el proceso del samsara, previa renuncia de todos los deseos terrenales.
A los hindúes se les divide en dos grupos: quienes buscan las recompensas sagradas y profanas de este mundo (salud, dinero, hijos y buena reencarnación), y aquellos que buscan liberarse del mundo. Los principios del primer sistema de vida fueron extraídos de los Veda y hoy en día están representados en los templos hindúes, en la religión de los brahamanes y en el sistema de castas. La segunda forma de vida, explicada en los Upanisads, se manifiesta no sólo en los cultos de renuncia sino también en los fundamentos ideológicos de la mayoría de los hindúes.
Textos.
La última autoridad canónica para todos los hindúes son los cuatro Veda. Entre ellos el más antiguo es el Rig-Veda, escrito en una de las formas más antiguas de la lengua sánscrita del noroeste de la India. La lengua sánscrita, es la lengua clásica, litúrgica y literaria de los hindúes que pertenece a la rama india de la subfamilia de lenguas indoiranias dentro de la familia indoeuropea. Desde los inicios se ha mantenido como lengua culta y literaria del clero; las castas elevadas la aprendieron y cultivaron, e incluso en el siglo XX conserva esta condición. En la antigüedad, y hasta mucho después, significó “lengua de la perfección” gracias a las reglas del gramático indio Panini.
El sánscrito se reconoce en los libros Vedas, los Bramanash, y los Upanisad y se le distingue de otras variedades del indio antiguo. Genéricamente se habla del veda, como si fuera una sola lengua, para referirse a aquélla en la que se escribieron estos libros sagrados, pero es errónea porque existen diferencias dialectales, estilísticas y cronológicas importantes en cada uno de estos textos. Fue escrito entre el 1300 y el 1000 a. C. y consta de 1.028 himnos dedicados a un panteón de dioses. Le fueron agregados otros dos Veda. Por aquel entonces también fueron escritos los Brahmanes, extensos textos escritos en sánscrito, donde se exponen los rituales que practican los sacerdotes y todos los mitos que los componen. Se compusieron los Upanisads que son meditaciones místico-filosóficas con respecto al significado y a la naturaleza del Universo.
Al final de la etapa védica, la religiosidad indoaria se había anquilosado en un ritualismo mecánico y pedante, que no podía satisfacer las apetencias espirituales de los intelectos más despiertos. Ya había habido escépticos, “avaros”, que se negaban a pagar a los sacerdotes para que sacrificaran en su nombre a los dioses. A estos se unían una serie de gentes de varias castas, cansados del ritualismo sacerdotal, y que se retiraban a los bosques, renunciando tanto alas vanidades y riquezas del mundo como a los sacrificios y ceremonias de los brahmanes.
Anacoretas, ermitaños y ascetas ambulantes pensaban por su cuenta y difundían sus reflexiones novedosas.
El desarrollo y difusión de las nuevas doctrinas de los ascetas representaba un grave peligro para los intereses ideológicos y económicos de la casta sacerdotal. Los brahmanes trataron de asimilar su movimiento, proponiendo la doctrina de las cuatro etapas de la vida. Según esta doctrina, cada ario u hombre noble pasa por las siguientes etapas: Primero tiene que aprender las enseñanzas de los Vedas, siendo un buen discípulo o estudiante; para ello debe obedecer a su maestro. Luego pasa al estado de jefe de familia, debiendo cuidarla y protegerla para que no le falte lo necesario. El tercer estado se inicia cuando cesan sus responsabilidades en la familia y vive, como un ermitaño o eremita, alejado de los problemas de la familia y de la sociedad. El último estado es el de shadu errante (santón), que se va alejando de esta vida y desprendiéndose de todo para encontrarse con la realidad misma, con Brahman.
El clima intelectual había cambiado. Cundía el pesimismo y se alzaba el ideal del asceticismo. La religión oficial, ritualizada, permanecía, pero por doquier surgían movimientos marginales (como las Upanisad), sectas heterodoxas, como el budismo y el jainismo.
En esta época de gran efervescencia espiritual, los sabios brahnanes discutían con los ascetas y sus discípulos en las cortes de los reyes y reyezuelos, que participaban en la discusión. De esto surgió las Upanisads.
El hombre Upanisad se refiere al sentarse el discípulo junto a su maestro para oír lo que éste le transmita. Finalmente acabó por darse a la palabra Upanisad el sentido de la doctrina secreta transmitida por un maestro a su discípulo en una sesión confidencial. Solo las Upanisad representan recopilaciones, fusiones y reelaboraciones de diversos materiales anteriores. A esto se debe su carácter heteróclito. Estos textos fueron compuestos, elaborados y recopilados oralmente, y oralmente fueron transmitidos de maestro a discípulo. Bastante tiempo después de su elaboración fueron fijados por escrito. Su forma literaria es variada, pero predomina el diálogo.
Los antiguos Vedas hablan ya de cumplimiento de una ley moral suprema para estar en armonía con el orden cósmico universal, controlado por el dios del cielo Varuna. Esta ley obliga a cada cual a realizar su tarea en la vida y a cumplir las obligaciones según su estado y condición social.
En el “Canto al Señor”, momento estelar del Mahabharata, se insiste en la necesidad de cumplir el propio dharma (deber, ley) y no el dharma de otro. Así mismo las leyes de Manu hablan del deber general que incumbe a todos y el deber particular según la casta y estado.
Los Veda (dentro de los que se incluyen los brahmanas y los Upanisads) son considerados las normas reveladas. Sin embargo, el contenido actual de estas normas es desconocido para la mayoría de los hindúes. El compendio más práctico del hinduismo, y que por tanto utilizan, está contenido en el smriti (“lo que se recuerda”) resúmen que también se transmite en forma oral. No obstante, no existen prohibiciones con respecto a improvisar ciertas variaciones, cambiar algunos nombres o sugerir interpretaciones del smriti. Las dos obras épicas están construidas alrededor de una historia central. El Mahabharata relata la guerra civil entre los hermanos Pandu, liderados por su primo Krishna y sus primos los Kauravas. El Ramayana cuenta el viaje que hizo Rama para rescatar a su esposa Sita que había sido raptada por el demonio Ravana. Las historias están adornadas por historias procedentes de otros cuentos y discursos de filosofía, leyes, geografía, ciencias políticas y astronomía.
Los puranas fueron escritos después de las obras épicas, y muchos de ellos son
tan soloprolongaciones de los temas tratados en las obras épicas, como en el Bhagavata-
Purana, que se describe la niñez de Krishna.
Sociedad y Religión.
El aspecto del mundo hindú estaba compuesto por tres Veda, tres clases de sociedades, tres etapas en la vida y tres “metas de un hombre”; el tema de las metas o necesidades de las mujeres rara vez se menciona. Las primeras tres clases(brahmán o sacerdotal, kshatriya o guerrero, y vaishya o pueblo llano) derivaban de la división tripartita de la antigua sociedad indoeuropea. En la sociedad védica tardía, ya sedentarizada y económicamente más desarrollada, a clase sacerdotal se fue profesionalizando en las complejas técnicas del sacrificio y la liturgia. El entusiasmo lírico y adulador de los himnos del Rgveda dio paso a una reflexión más prolija y escolástica acerca de los detalles rituales del culto, de su significado y justificación. Esta reflexión sacerdotal se recoge en los Brahmana.
Los libros del Veda son Samhita, colecciones de himnos en verso que ensalzaban a los dioses y están destinados a ser cantados o recitados. Los libros Brahmana son voluminosas obras en prosa que comentan y hacen exégesis de los himnos del Veda con vistas a justificar y explicar los detalles del ritual sacrificial. Tanto los Veda como los Brahmana constituyen la Sruti, la revelación oída. Todos estos textos son anónimos, aunque algunas colecciones llevan el nombre de la familia de los brahmanes que los había ordenado y transmitido. La transmisión era oral. Los indios todavía no conocían la escritura. Los textos eran aprendidos de memoria, generalmente en el seno de la familia. El padre brahmán recitaba los textos ante su hijo. Este, que desde pequeño los oía, pronto empezaba a repetirlos. Su padre corregía cada desviación del texto canónico. Tal procedimiento continuó empleándose incluso después de la invención de la escritura y en realidad ha llegado hasta nuestros días, manteniendo con asombrosa fidelidad textos escritos hace tres mil años en una lengua -el védico, forma arcaica del sánskrito -apenas ya comprensible para las generaciones posteriores. Naturalmente la enseñanza de los textos vendría acompañada de prácticas, ejemplos, discursiones, reflexiones personales, etc., pero de todo ello no sabemos nada concreto. Sólo nos quedan los textos sagrados, con su estilo solemne, farragoso, difícil y repetitivo.
En los Brahmana aparecen los primeros brotes de especulación. Todavía no se trata de una especulación libre -como la que se iniciará con las Upanisad en el periodo siguiente-, sino de una especulación estrechamente ligada a los mitos del Rgveda y a los ritos de la liturgia del sacrificio.
Pero las primeras preguntas se plantean: por qué hay que colocar las piedras de tal manera en el espacio sacrificial, por qué las ofrendas vegetales pueden sustituir a las animales, por qué deben sacrificarse sólo animales domésticos y no los silvestres, por qué hay que filtrar el agua en tal punto de la ceremonia. Las respuestas a estas preguntas suelen consistir en la narración mítica de una acción de los dioses en un tiempo originario o sagrado, acción que la liturgia repite en el tiempo actual. El presente queda sacralizado y explicado por su analogía con el tiempo divino.
Los Brahmana desarrollan una ideología sacerdotal centrada en la técnica del sacrificio. El Universo entero funciona mediante una energía cósmica, el brahman, que se libera en el sacrificio y la liturgia que lo acompaña. “Si no ofreciéramos el agnihotra(sacrificio a Agni) por la mañana, el sol no se levantaría” proclama orgullosamente el Satapathabrahmana, uno de estos libros, referidos principalmente al Yayurveda. Cada operación, cada palabra del rito sacrificial, realizada o pronunciada correctamente y en el momento oportuno, produce brahamn, genera efectos inevitables.
El brahmán, el sacerdote, es “el que sabe”, el que sabe cómo obtener el efecto apetecido mediante la adecuada liturgia. En los Brahmana no se concibe algo así como la gracia divina, la suerte o el don gratuito. El Universo está encadenado por las relaciones de causa- efecto. Para obtener el fruto deseado, el efecto apetecido, es preciso actuar, es decir, es preciso sacrificar y sacrificar no de cualquier manera, sino del modo adecuado, eficaz. Pero el sacrificio sólo es eficaz si los ritos son los adecuados y si se realizan con extrema exactitud. De ahí la importancia del sacrificio, el ingeniero de la liturgia.
En realidad, el pensamiento expresado en los Brahmana muestra una tensión constante, una vacilación entre los recursos a los mitos prestigiosos de los Veda y la concepción de una ingeniería sacrificial en un mundo de causas y efectos. De hecho la tensión no se articula explícitamente, pero el resultado último consiste en una religiosidad de especialistas del ritual, de profesionales del sacrificio, obsesionados por los problemas técnicos de su eficacia; una religiosidad completamente alejada de los sentimientos populares. No es de extrañar que el pueblo acaba volviéndose de espaldas a este tipo de religiosidad incluso reaccionando contra él en la etapa siguiente.
A estas clases sociales se les unió la de los shudras o sirvientes, después que los arios se establecieran en el Punjab y comenzaran a desplazarse hacia el sur, hacia Ganges. Los tres ashramas originales eran el estudiante casto, el amo de la casa y el habitante del bosque. Se decían que tenían tres deudas o deberes: estudiar los Veda(esto se lo debían a los sabios); un hijo(a los ancestros) y sacrificarse(deuda que tenían con los dioses). Las tres metas eran el artha(éxito en cuanto a bienes materiales), dharma(recto comportamiento social) y kama(placeres sensuales). Al poco tiempo de haber sido compuesto los primeros Upanisads durante el surgimiento del budismo, se les sumó un cuarto ashrama y su meta correspondiente: el que renuncia cuya meta es la de liberarse de las etapas, metas y deudas antes mencionadas.
Cada uno de estos dos modos de actuar de los hindúes desarrollaron sus propios sistemas metafísicos y sociales. El sistema de castas y la filosofía de svadharma que lo sostiene se desarrollaron del modo de vida mundano. El svadharma considera que cada persona nace para realizar un trabajo específico, para casarse con una cierta persona, comer cierta comida y engendrar ciertos niños, y que ésta es la mejor manera de cumplir con su propio dharma antes que con la de cualquier otro. La principal meta del hindú mundano es la de tener y criar un hijo para que sirva de ofrenda a los ancestros(la ceremonia shraddha). El segundo camino de renunciación del hinduismo se basa en la filosofía upanisádica de la unidad del alma individual o con el brahman, el alma universal del mundo o divinidad. Si se liberara de la reencarnación nada podría ser más perjudicial para la salvación de los individuos que el nacimiento de un niño. Muchas de las metas e ideales de renunciación del hinduismo han sido incorporadas al hinduismo mundano, en especial el dharma eterno(sanatana dharma), un código ético absoluto y general cuyo máximo sentido lo encuentra en la transcendencia, adhiriéndose a todos los dharma secundarios, relativistas y específicos. Para los hindúes, el principio más importante del sanatana dharma es el ahimsa, la ausencia del deseo de hacer daño, el que se utiliza para justificar el hecho de que sean vegetarianos(ente dogma no prohibe la violencia física contra seres humanos o animales, o que se practiquen sacrificios de sangre en los templos).
Además del sanatana dharma, se han hecho numerosos esfuerzos para lograr reconcilar los dos hinduismos. El Bhagavad-Gita describe tres caminos para lograr la realización religiosa: el sendero de los trabajoso karma (vía acción), el sendero del conocimiento o jnana(vía conocimiento) y el sendero de meditación, una apasionada devoción por Dios(vía de devoción) que vino a combinar otros dos senderos.
Todos los dioses hindúes individuales están sometidos a la divinidad a partir de la cual emanan todos. Por lo tanto, la mayoría de los hindúes rinden tributo a dioses a quienes adoran en los rituales( a través del karma) y a los que entienden(por medio del jnana) como aspectos de última realidad, el reflejo del material de que todo es una ilusión(maya)realizada por Dios con mucho esfuerzo, pero con un espíritu de juego(lila).
Dioses.
Los hindúes reconocen la existencia e importancia de muchos dioses y semidioses, la mayoría de los fieles son, en primer lugar, devotos de un solo dio o diosa; los más populares son Siva, Visnú y Brahma, las tres grandes deidades.
Los adoradores de Siva son conocidos como sivaítas, y los cultos que se le ofrendan con manifestaciones colectivas constituyen el Shaivite. Siva es conocido con muchos nombres, como Rudra(rugidor), Mahadeva(gran Dios), Nataraja(señor de la danza), Baraiva(el terrible), Sundaresvara(el señor hermoso), lo cual refleja la variedad de sus manifestaciones contemporáneas. Siva está sujeto a una elaborada mitología.
Siva.
El tercer dios de la trinidad hindú, Siva, es una encarnación de los aspectos destructivos y creadores del supremo brahmán. Al combinar características contradictorias, Siva es a la vez destructor y reintegrador, un gran asceta y un símbolo de sensualidad, el custodio de la humanidad y su vengador iracundo. Como en esta ilustración, Siva suele representarse portando un collar de calaveras y un símbolo fálico como muestra de esa dualidad.
Con frecuencia es apoderado el destructor, para complementar a Visnú como protector. Los devotos de Siva consideran que éste ejerce un poder total sobre el cosmos, asumiendo la función de las demás deidades. Desde su más antigua apariencia definida en la historia de las religiones indias, Siva ha demostrado una serie de rasgos divinos distintivos y el apariencia paradójicos. Se le asocia con el ascetismo que renuncia al mundo, rechazando y trascendiendo a la sociedad ortodoxa a favor de lugares salvajes y peligrosos como terrenos de cremación y montañas. A través de su austeridad, Siva genera un gran poder el cual despliega de un modo imprescindible para conseguir una amplia variedad de fines, desde lo destructivo con violencia a lo infatigablemente erótico.
Siva como el Nataraja (Señor de la Danza)
Esta escultura de bronce, llamada Siva como el Nataraja (Señor de la Danza, 1000 d.C.) es una de las numerosas esculturas del dios hindú Siva realizadas durante la dinastía Chola de la India (siglos X al XIII). La escultura muestra a Siva danzando dentro de un círculo de fuego. Una de las manos del dios sostiene una llama, mientras que la otra golpea un tambor. Su pie descansa sobre el demonio de la ignorancia.
Aunque se representa mediante imágenes antropomórficas, Siva es adorado adoptando el aspecto de linga, un pilar fálico que se apoya sobre una base que simboliza el órgano femenino generador. Aunque en su origen se asocia con el erotismo y la fertilidad, el linga ha llegado a representar la trascendente potencia de Siva con un carácter mucho más amplio y generalizado.
Una indicación de la naturaleza paradójica de Siva es que se trata de un asceta al
frente de una familia. Como Parvati, su consorte es benigno; como su sakti o poder inmanente, es a menudo identificado con la Gran Diosa en sus formas terribles y energéticas, Siva y Parvati tienen dos hijos, el de seis cabezas, Skanda, y el de cabeza de elefante, Ganesa. Se asocian a Siva varios animales, en particular Nandi, el toro que le sirve como montura o vehículo, y la cobra. Representaciones que adoptan la apariencia antropomórfica de este Dios le muestran sentando en actitud de meditación sobre una piel de tigre, con mechones enmarañados y una guirnalda de serpientes o de calaveras. Cruzando su tercer ojo en la frente aparecen tres rayas de ceniza, una marca utilizada también por su secta de seguidores ascéticos; del pelo fluye el río Ganges; a su lado se hallan su tridente y su timbal.
Las sectas sivaítas más notables son los virasaivas o “portadores de linga”,
símbolo de Siva en su aspecto sexual. Forman una verdadera orden monarcal, que rechaza las tradiciones, las castas, el culto de las imágenes y las peregrinaciones y viven de modo sencillo y puritano. Sus bases son la bhakti(amor)y la skati(actividad).
Los pasupatas tienen una doctrina fundada en el dualismo entre las almas y la energía de Siva. Para llegar al éxtasis místico se entregan a prácticas ascéticas de yoga, a las que conceden enorme importancia. Sus textos sagrados son los Agamas. La secta sigue floreciendo en la India meriodinal. La escuela trika se basa en la actividad de los filósofos Somananda y Vasugupta. En la actualidad apenas medra a causa de la islamización del país. Es monista. Según ella, la liberación se conquista cuando la el alma se percata de su verdadera condición, proceso que se concibe como una extinción progresiva de la idea de Dios.
Visnú, otra de las deidades. Se ha convertido en un foco de atención religiosa para un importante nº. de devotos, conocidos como Vaishnavas, cuya amplia variedad de creencias y prácticas religiosas están reunidas bajo el amplio término visnuismo.
Desde una perspectiva histórica, Visnú fue conocido al principio como una deidad menor en el panteón de los indios Vedas y, a través de un complejo proceso de unión y transformación, evolucionó hasta llegar a ser un dios con poder universal, el protector, conservador y fuente mitología Vaishnava, de la que proceden representaciones artísticas tan populares como Visnú dormido en los anillos de la gran serpiente Shesha en el intervalo entre ciclos de la creación. Se dice que Visnú intervine en el mundo cuando el orden universal se ve amenazado para restaurar el dharma(la forma natural de existencia de las cosas y por lo tanto, la forma en que deben existir)y salvar a sus devotos. Hay numerosas variaciones regionales y sectarias, pero según un conocido esquema convencional existen avatares dispuestos en un esquema más o menos “evolutivo”: Matsya(pez), Kurma(tortuga), Varaha(jabalí), Narasimha(hombre león), Vamana(enano), Parashurama(Rama con el hacha), Rama, Krishna, Buda y Kalki(la encarnación venidera).
Las encarnaciones más importantes y veneradas de Visnú son Rama y Krishna.
Narasimhavatara
El Bhagavad-Gita intenta reconciliar los dos tipos de hinduismo (el mundano y el de la renuncia) aportando una tercera vía. Esta tercera vía implica el culto a dioses menores que emanan del Brahma supremo. Narasimha, un avatara, o descenso a la tierra del dios Visnú, es un hombre-león. Narasimhavatara fue pintado a finales del siglo XVII en la región de Chamba, India, y representa a la gente venerando a Narasimha.
Añadir que Krishna aparte de ser un avatar del dios Visnú, para muchos devotos se trata del Dios supremo y salvador universal, no limitado por el tiempo o el espacio.
Históricamente se fueron asimilando una serie de diferentes cultos “Krishna”, y de ahí surgió un dios con numerosos aspectos. Entre ellos están Krishna “el ladrón de mantequilla”, un niño travieso pero encantador y Krishna el de la piel azul, dios pastoral que toca la flauta(el significado literal del nombre krishna es “oscuro” o “negro”). Se revela a sí mismo como Dios omnipotente. Dios (Krishna) es, por lo tanto, el único actor real en el universo y el único objeto posible de la devoción. Él, a su vez, responde al amor de sus devotos. El Bhagavad-Gita es quizá el texto hindú más popular, aunque sea crucial para los Vaishnavas, que identifican el Krishna del Gita con Visnú, su gran dios. En tanto que la devoción recomendada por el Gita es moderada, la asociada con Krishna el vaquero resulta muy intensa en el plano emocional y erótico. Esta relación amorosa entre Dios y sus devotos aparece representada en los relatos populares de los encuentros de Krishna con las ordeñadoras casadas y el especial con Radha. Dos importantes figuras en el desarrollo teológico y sectario posterior de la devoción de Krishna, activas ambas en el s. XVI, son el bengalí Caitanya y el indio Vallabhacaraya.
Pintura en miniatura india
Radha y Krishna en un pabellón (1760) es un ejemplo del estilo de la pintura en miniatura india que fue popular entre los siglos XVI y XIX. Esta pieza ilustra una historia tradicional sobre el rey hindú Krishna y su amada Radha. En arte, Krishna está representado con piel negra, azul oscuro o violeta. Krishna, octava encarnación del dios supremo hindú Visnú, es una de las principales deidades del hinduismo.
Retomando lo anterior, la presencia de Buda demuestra la forma de utilizar el concepto de avatares, para incorporar los cultos religiosos existentes en el visnuismo. Por otro lado, como los ciclos de la creación, la lista de las encarnaciones no tiene fin, pues se asegura que Visnú seguirá transformándose a través de la asimilación e integración en deidades locales. Cada avatar está también presente en el plano de lo contemporáneo, y así permanece accesible y próximo para los devotos.
Representaciones habituales de Visnú lo presentan en posición vertical, con una elevada corona, portando una concha, un loto, un disco y un palo en sus cuatro brazos. Su primera consorte es Lakshmi(Shri), diosa de la fortuna, aunque a su segunda esposa, Bhudevi, diosa de la Tierra, se la representa a menudo con él. La cabalgadura o vehículo del dios es el pájaro en parte humano, garuda.
He aquí algunas de las principales sectas visnuitas: los pancharatras, del sur de la India, cuyos textos sagrados son los Samhita. Adoran a Vasudeva- Visnú. Su ritual es suntuoso, y su doctrina contiene rasgos del tantrismo y saktismo. Los bhagavatas creen esencialmente en la gracia divina para con la humanidad y en las encarnaciones del dios. Parece ser la secta más antigua del visnuismo. Sus libros sagrados son el Bhagavata Purana y el Visnu Purana, en todo el subcontiente. Los madhavas, llamados así del nombre de su fundador y filósofo de la India meridional Anandatirtha Madhva, creen en la liberación por la intuición inmediata de la realidad. Se mantienen aún en el sur.
Los srivaisnavas, basándose sobre todo en el gran filósofo Ramanuja veneran a un dios personal, cuyos atributos abarcan las almas y las cosas. Los vallabhacharyas, seguidores del Vallabha sostienen que el mundo procede de una transformación interna de lo Absoluto. Otras sectas son los bhedahedavadas, los ramavants, los sahajias, los fieles de Krishna, etc.
Terminando la trinidad, Brahma. Con Visnú y Siva constituye la Trinidad hindú. Es el primer creador y el creador del universo. En el Rig-Veda designa el poder del mantra o de la palabra creativa. Como tríada establecida, esta unión tiene un origen tardío en el desarrollo del pensamiento hindú. Aunque el atributo de la actividad creativa se adscribe a varios dioses en el antiguo periodo védico, en la etapa de los brahamana(comentarios a los Veda relacionados con el dogma y el ritual, pero que contienen también leyendas y especulaciones abstractas), el dios padre, Prajapati o Brahma, aparece como el creador individual. En el Manu Smriti o Ley de Manu, Brahma es descrito como autoexistente que hace surgir al mundo de un huevo -la doctrina del huevo cósmico- haciendo que su existencia pueda durar un eón o eternidad. Las representaciones tradicionales hindúes del Brahma lo muestran, con frecuencia, nacido de un loto que surge del ombligo de Visnú. En su origen, se le asignaban cinco cabezas, pero una fue destruida por Siva. Es rojo y va montado sobre un cisne. Las diosas Sarasvati y Savitri, o la elocuencia personificada, son sus esposas. Actualmente su culto está muy poco extendido.
Brahma.
En el hinduismo, Brahma encarna al supremo Brahmán y primer dios de la trinidad hindú. Renace sin cesar en un loto que crece en el ombligo de Visnú, segundo dios de la trinidad. Se dice que Brahma creó el Universo al abrir los ojos. Al final de cada eón, el Universo muere porque Brahma cierra los ojos y el loto se repliega dentro de Visnú. En el siguiente eón surge un nuevo mundo al nacer un nuevo loto del ombligo de Visnú y otro Brahma. Tres de las cuatro cabezas de Brahma aparecen aquí. Siva, el aniquilador y tercer dios de la trinidad, destruyó su quinta cabeza.
Junto a estos dos grandes dioses masculinos, hay muchas diosas objeto de profunda devoción. Constituyen los distintos aspectos de la Diosa, Devi. En algunos mitos, Devi es la primera que propone el movimiento, liderando el grupo de dioses masculinos. También se muestra como Durga, quien en la gran batalla mata a Mahisha, el demonio búfalo; o Kali, quien danza en forma frenética sobre los cadáveres de quienes ha asesinado y luego se ha comido, adornada con las calaveras y las manos tiesas de sus víctimas. Los shaktas también adoran a la Diosa. Esta secta surgió durante la época medieval. Los tantristas celebraban ceremonias esotéricas con misas negras, cosas que estaban prohibidas se hacían, actos sexuales que no se les permitía realizar. En muchos cultos, a la Diosa se le identifica con Radha, la consorte de Krishna.
También hay representaciones más pacíficas de la Diosa, bajo la forma de las esposas de los dioses más importantes: Lakshmi, la sumisa esposa de Visnú; Pavarti, esposa de Siva; Ganga la gran diosa del río, una de las esposas de Siva y Sarasvati, la diosa de la música y de la literatura y esposa de Brahma. Muchas de las diosas locales de la India están casadas con dioses, mientras que a otras se les rinde culto por sí mismas. A estas diosas solteras se les teme por sus indomables poderes y el mal carácter, y por sus arranques de cólera. Destacamos además a Indra y a Prajapati.
A Indra se le dedican unos 250 himnos en el Rgveda. Es el dios más popular.
Indra es el jefe de los nuevos dioses, el dios de la guerra, el que siempre vence y hace vencer en la guerra y la pelea. Es el "señor de la fuerza". Es también dios macho, comparado al toro, el dios "en quien está todo el vigor masculino".
El mito fundamental de los Veda narra la lucha entre Indra y la serpiente Vrtra. Esta es la representante de la pasividad, la potencialidad y el caos, mantenía las aguas encerradas en una montaña. Pero Indra mató a Vrtra con el rayo y liberó las aguas, principio de la vida. Esta liberación simboliza la actividad y la creación del mundo.
Pero además de esta interpretación cósmica, el mito admite otra lectura más concreta: el monstruo Vrtra simboliza la población autóctona de la llanura indogangática, entre la que los arios se abren paso, con la que luchan y a la que se someten. Indra era el dios más popular entre los guerreros por ser el destructor de enemigos que vencía a los arios, el que había roto las murallas de las ciudades del Indo, el que aplasta al aborigen de piel oscura, que no le rinde culto y se opone al avance del ario.
La versión cosmogónica del mundo es recogida en los Brahmana. Pero aquí el sacrificado es Prajapati, el "señor de las criaturas".
Púrusa había sido inmolado por los dioses para crear el mundo. Prajapati se sacrificaba a sí mismo para crear el Universo. Al principio Prajapati era todo lo que había, y por eyaculación cósmica fue creando todas las cosas. Las sucesivas emanaciones consumen a Prajapati, que se debilita y agota en si esfuerzo creativo. La metáfora sexual tiene alcance cósmico. Todo en el mundo y en la vida se agota y decae, pero este agotamiento no es definitivo. Los dioses reunieron y revivieron a Prajapati mediante sacrificios, y mediante el sacrificio salvan y renuevan el mundo los brahmanes.
Incluso los dioses son mortales y solo mediante sacrificios obtienen y conservan su inmortalidad.
Culto y ritos .
Todos los dioses son adorados en una serie de círculos concéntricos de personas y en ceremonias privadas de gran devoción. Las más importantes son aquellas en las que se incluyen ritos de pasajes las cuales comienzan al nacer y cuando el niño come por primera vez comida sólida. Entre los ritos que vienen a continuación se incluye el primer corte de pelo y la purificación después de la primera menstruación, el matrimonio, y la bendición para las embarazadas para que tengan un hijo varón. Las últimas ceremonias son las de la muerte y el ofrecimiento anual a los antepasados muertos.
Dentro del ritual diario de los hindúes se ofrecen frutas y flores ante un pequeño altar instalado en la vivienda, ofrendas realizadas por la mujer que también se las hace a serpientes locales, árboles o a espíritus oscuros que moran en su jardín, en cruces de caminos o en otros sitios considerados mágicos.
Templos o lugares de culto.
Muchos poblados y ciudades tienen templos donde los sacerdotes celebran ceremonias durante todo el día. El templo también constituye un centro cultural donde se cantan canciones, se leen textos sagrados y se celebran rituales al anochecer. En los templos dedicados a diosas, sacrifican cabras. Los sacrificios son llevados a cabo por sacerdotes de bajo nivel, y se realizan fuera de los límites del pueblo. Existen miles de templos locales, que son sólo una pequeña casa de piedra en la que se guarda una efigie sin forma, o edificaciones más grandes, que cuentan con un pequeño estanque para bañarse. Además, la India cuenta con muchos templos de gran tamaño y con algunas ciudades templo. También los hay esculpidos a la salida de cavernas y otros construídos en grandes bloques monolíticos. Hay otros que están levantados con bloques de piedra. Una vez al año y durante días especiales, la imagen del dios recorre todo el complejo de culto sobre unas carrozas de madera tallada.
Origen.
En el hinduismo no encontramos un fundador o un origen claramente definido. El estilo de vida hindú es el resultado de un largo proceso de evolución que empezó hace más de 3000 años.
Historia
- La civilización védica
En el valle Indo floreció, en el 2000 a.C., una civilización muy desarrollada. En el 1500 a.C. las tribus arias invadieron la India, y esta civilización cayó en decadencia. Muchos elementos del hinduismo no presentes en la civilización védica pueden ser derivadas de la civilización Indo.
Hacia el 1500 a.C., los arios ya estaban asentados en el Punjab, llevando su panteón de dioses indoeuropeos y una sencilla ética guerrera que era religiosa, vigorosa y mundana. Los dioses del panteón védico sobrevivieron en el hinduísmo tardío, pero ya no volvieron a ser objeto de culto. En el 900 a.C., el uso del hierro hizo posible que los arios pudieran desplazarse hacia el sur, al valle del Ganges, donde desarrollaron una civilización y un sistema social más sofisticado. Durante el s.VI a. C., el budismo comenzó a dejar sus huellas en la India.
- La civilización hindú clásica
Desde el 200 a.C. hasta el 500 a.C. la India fue invadida por muchos grupos que venían del norte. Durante esta época se terminaron de escribir las obras épicas dharmashastras y dharmasutras. Bajo el Imperio Gupta (320-480 d.C.), gran parte del norte de la India estuvo bajo el mando de un único poder, encontrando el hinduismo clásico su máxima expresión: se codificaron las leyes sagradas, se construyeron los grandes templos y se preservaron los mitos y los rituales en los puranas.
- La aparición de movimientos devotos
Durante el período siguiente a la dinastía Gupta, surgió un hinduismo menos rígido y más ecléctico, formado por sectas, movimientos vernáculos y otros de gran devoción. Muchas de las sectas surgidas en el período que va entre el 800 y 1800 son movimientos que aún perduran en la India.
Se dice que la mayoría de los movimientos bhakti fueron fundados por santos, los gurúes, a partir de quienes la tradición se ha ido transmitiendo del gurú a su discípulo. Esta cadena constituye la base para la autoridad de la secta bhakti. Otras tradiciones están basadas en la enseñanza de los escritos de filósofos como Shankara y Ramanuja. Shankara fue el principal defensor del monismo puro y de la doctrina de quetodo lo que parece real es mera ilusión. Ramanuja estaba comprometido con la filosofía del no dualismo calificado.
Las filosofías de Shankara y de Ramanuja se desarrollaron en el contexto de las seis grandes filosofías clásicas de la India: el Karma Mimamsa (investigación activa); la Vedanta (el fin de los Veda), en cuya tradición incluiríamos a Shankara y a Ramanuja; el sistema Sankhya, que describe la oposición entre el principio de un espíritu masculino inerte y un principio femenino activo material o natural, subdividido en las tres cualidades de bondad, pasión y oscuridad; el sistema Yoga, y los elevados sistemas metafísicos de Vaisheshika (realismo atómico) y Nyaya (lógico, pero de naturaleza extremadamente teística).
- El hinduismo medieval
De forma paralela a estas investigaciones se compusieron canciones escritas en lengua común, que se transmitían en forma oral. En Bengala (s.XVI), Chaitanya fundó una secta de misticismo erótico para celebrar la unión de Krishna y Radha en la teología tántrica, en la que etaba muy presente la influencia del budismo trántico. Chaitanya creía que él encarnaba a Krishna y a Radha y también que el poblado donde creció Krishna (Vrindaban) se había manifestado en Bengala. La escuela de los gosvamins, discípulos de Chaitanya, desarrollaron una teología de participación estética en el ritual que representaba la vida de Krishna.
Estas representaciones rituales también se desarrollaron en los alrededores del poblado de Vrindaban; celebradas por los poetas hindúes. El primer gran poeta místico hindi fue Kabir, que estaba muy influido por el islam. Sus poemas desafiaban los dogmas canónicos tanto del Hinduísmo como del islam. Fue seguido por Tulsi Das y Surdas fue contemporáneo de éste y autor de poemas a propósito de la vida de Krishna en Vrindaban.
-Los siglos XIX y XX
Durante el s. XIX se realizaron importantes reformas bajo el auspicio de Ramakrishna, Vivekanda y de las sectas de Arya Samaj y de Brahmo Samaj. Estos movimientos buscaban reconciliar el hinduísmo tradicional con las reformas sociales y las nuevas ideas políticas que estaban surgiendo, por lo que debemos citar la influencia tan importante de algunos personajes como Gandhi y Tagore.
Mohatma Ghandi (1869-1948). Jefe nacionalista hindú, estudió derecho en Londres. Requeridos sus servicios en África del Sur (1893), inició, como protesta contra la situación en que se hallaban los colonos hindúes, su política de resistencia pasiva.
La aprobación en 1919 del Rowaltt Bill le apartó de la política de cooperación y le llevó a poner en juego frente al Gobierno británico su arma de la resistencia pasiva, que motivó su detención y procesamiento y fue condenado.
En 1930 se afirmó de nuevo insistiendo en la desobediencia civil como protesta contra las leyes que gravaban la sal. Encarcelado una vez más en 1933, se impulso en señal de protesta un ayuno absoluto que despertó la atención del mundo y dio por resultado su liberación. Al subir su partido al poder (1937) , aconsejó a los diputados del consejo provincial que no aceptasen el cargo a menos que los gobernadores prometiesen no utilizar el derecho de veto.
Durante la II Guerra Mundial fue detenido varias veces por sus campañas de propaganda derrotista y desobediencia civil que favorecían la acción japonesa. Después de la guerra trató de reconciliar a indios y musulmanes en sus disputas sobre el Gobierno de la India libre. En 1947 apoyó, no sin repugnancia, la división política de la India e intentó poner término a la violencia entre hindúes y musulmanes. Murió asesinado cuando se hallaba entregado a sus oraciones diarias.
Rabindranath Tagore (1861-1941), poeta y filósofo indio, premio Nobel, que contribuyó a estrechar el entendimiento mutuo entre las civilizaciones occidental e india. Empezó a escribir poesía de niño y publicó su primer libro a los 17 años. Después de una breve estancia en Inglaterra (1878) donde estudió Derecho, volvió a la India, y se convertiría en el autor más importante y famoso de la época colonial.
Internacionalista y educador, en 1901 fundó la escuela Santiniketan, para la enseñanza de una mezcla de filosofías orientales y occidentales. También viajó y dio conferencias por todo el mundo.
Tagore escribió en lengua bengalí. Su obra está impregnada por su amor a la naturaleza y a su tierra. En 1913, le fue concedido el Premio Nobel de Literatura y en 1915 el rey Jorge V le nombró caballero, título al que renunció tras la matanza de Amritsar en 1919, cuando las tropas británicas mataron a 400 manifestantes indios.
En tiempos más actuales, muchos "autoproclamados" maestros de las enseñanzas de la religión de la India han emigrado a Europa y EE.UU., donde han sido la inspiración para numerosos grupos de seguidores; como la secta religiosa Hare Krishna, derivada del hinduismo vaishnavista que hace hincapié en la devoción al dios Krishna. Sus miembros llevan una vida ascética y monástica, absteniéndose de comer carne, ingerir drogas, dedicarse al juego y de practicar el sexo que no tenga como fin la procreación.
El movimiento krishna fue fundado en los EE.UU. por A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada en 1966, extendiéndose por las grandes ciudades del oeste de este país. Prabhupada autoproclamaba ser el último de un línea de maestros divinos y espirituales que comenzó en el s. XV con el monje Chaitanya. Para lograr la felicidad y la paz interior, los creyentes deben someterse a Krishna y a sus representantes mortales.
Los miembros viven en templos comunitarios, y se levantan a las tres de la mañana para practicar el culto.
*Exégesis: explicación e interpretación, que suele referirse principalmente a los textos sagrados.
*Ascetismo: Ejercicio y práctica para conseguir la perfección espiritual: El ascetismo consiste en la renuncia voluntaria de los placeres y de las satisfacciones.
*Antropomórfico: Tendencia a atribuir rasgos y cualidades humanas a las divinidades o cosas.
*Fálico: Del falo o relacionado con esta parte de los órganos sexuales masculinos: Las representaciones fálicas son muy frecuentes en las culturas prehistóricas.
*Mundano: Perteneciente o relativo al mundo como sociedad humana.
*Anacoretas: Persona que vive en un lugar solitario y que está entregada por entero a la meditación religiosa y a la penitencia.
*Anquilosarse : Envejecer, inmovilizarse lo inmaterial.
*Ascetas -: Persona que se dedica a la práctica y al ejercicio de la perfección espiritual.
*Compendio: Reducción o resumen de los más importante de una materia u obra escrita.
*Ermitaño: Persona que vive en una ermita y que cuida de ella. || Persona que vive en soledad.
*Heteróclito: Irregular o extraño.
*Relegar -: Desterrar || Apartar, posponer.
*Inmolar: Sacrificar.
*Monolito: monumento de piedra de una sola pieza.
*Eclecticismo: modo de jugar u obrar que, en vez de seguir soluciones bien definidas o extremas adopta un término medio
*Teísmo: creencia en un Dios personal y providente, creador y conservador del mundo.
*Misticismo: Doctrina religiosa o filosófica que enseña la comunicación inmediata y directa entre el hombre y la divinidad.
-
El pensamiento de la India.
Salvat editores, S.A. Barcelona, 1.982.
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Religión católica
Grupo Anaya, S.A. Madrid, 1.995.
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El desafío de las sectas.
San Pablo. Madrid, 1.995.
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Religión I.
Editorial Guadiel- Grupo Edebé. Sevilla, 1.998.
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Microsoft Encarta.
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Enciclopedia didáctica Maravillas del Saber.
Ed. Redsa. Badalona, 1.975.
-
Diccionario Clave.
Ed. S.M. Madrid, 1.996.
-
Diccionario Esencial.
Editorial Santillana. Barcelona, 1.991.
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Enviado por: | Eusebio |
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