LA GUERRA CIVIL

- Causas de la guerra

En febrero de 1936 se celebraron elecciones. Con un 34.5% de los votos para el Frente popular, 32% para la derecha y 5,5% para las formaciones de centro. Estos resultados pusieron de manifiesto que España se encontraba profundamente dividida en dos tendencias antagónicas, la izquierda y la derecha.

El triunfo del Frente Popular produjo en la izquierda un gran entusiasmo. En los días posteriores, sin orden previa, judicial o gubernativa, excarcelaron a los presos por los sucesos de octubre del 34.

El corto periodo de gobierno del Frente Popular fue muy contradictorio, con notables semejanzas con el bienio social de Azaña, únicamente que ahora con mayor radicalismo. Otra vez volvía a repetirse el mismo esquema: un gobierno moderado, formado únicamente con republicanos de izquierda burguesa y sin participación socialista.

A principios de verano entraba nuevamente en vigor la Ley de Bases para la Reforma Agraria, con lo que se decretaban las medidas legales para las ocupaciones de las fincas en virtud de ellos se produjo un asentamiento de 110.000 familias campesinas sobre medio millón de hectáreas expropiadas.

La tramitación de los estatutos de autonomía para el País Vasco y Galicia dispararon las alarmas de la derecha golpista.

El deterioro del orden público contribuyó a agravar la situación. Según la denuncia de Calvo Sotelo, diputado del grupo monárquico Bloque Nacional, en solo tres meses de gobierno del Frente Popular se habían producido mas de 250 homicidios, la quema de 170 iglesias y casi 1300 heridos. Solo faltaba el chispazo que encendiera el conflicto, y este vino inmediatamente: con el secuestro y asesinato de Calvo Sotelo, líder del bloque nacional, por agentes del gobierno. Franco que hasta entonces estaba indeciso, se decidió a formar parte de la conspiración a partir del asesinato del líder de la derecha.

1ª ETAPA: 1936

El 17 de julio, en el llano amarillo, cerca de Ceuta, se iniciaba el alzamiento militar contra la república dirigido por Franco y en una semana ya se había extendido por la mitad del territorio nacional. Franco y Mola eran los principales propiciadores del levantamiento, Franco desde el sur de la península y Mola desde el norte. A partir del 17 de julio, España queda dividida en dos bandos, el Nacional y el republicano. Los nacionales justificaban la guerra con el fin de poner orden al desorden existente en España. Más tarde se añadiría otro elemento justificativo, la defensa de la religión católica. La sublevación fue calificada de cruzada por las autoridades eclesiásticas. En el bando nacional la dirección en todos los aspectos correspondía a los militares, secundados por falangistas y la Iglesia.

España había quedado dividida en dos zonas, la nacional (rayada) y la republicana. La nacional integrada por la meseta norte, Navarra, Galicia, Alto Ebro, baja Andalucía, Canarias y Mallorca. La Republicana integrada por: Meseta Sur, Extremadura, buena parte de Andalucía, Levante, Cataluña, parte de Aragón y Cantabria.

El objetivo de los nacionalistas era llegar a Madrid y ocuparlo. A principios de noviembre de 1936 el asalto del general Franco contra Madrid fracasó ante la resistencia popular y por la ayuda de las brigadas internacionales.

En el bando nacionalista se constituyó una Junta de Defensa Nacional, presidida por el general Canellas. El 1 de octubre de 1936 Franco fue nombrado en Burgos Jefe del gobierno del Estado Español y generalísimo de los ejércitos. La dirección del ejército y de Franco fueron aceptadas por todos los componentes del bando nacional.

Sin embargo, en el bando republicano se apreciaba la falta de unidad entre sus componentes. Mientras para unos lo más importante era ganar la guerra, para otros era la realización inmediata de la revolución social. Casares Quiroga, que en esos momentos era jefe del gobierno, dimitió y lo sustituyó Giral. El gobierno de Giral estaba formado básicamente por masas populares. Cae Giral y lo sustituye Largo Caballero y forma gobierno con republicanos socialistas y comunistas. En octubre se le otorga el estatuto de autonomía al País Vasco.

Internacionalmente la URSS, se presta a ayudar al bando republicano, mientras los nacionales se apoyan en Hitler, que les ofrece ayuda y armamento.

• 2ª ETAPA: 1937

En febrero de 1937 tras el intento de los nacionalistas de atacar frontalmente Madrid, Franco intentó de nuevo cercar la ciudad. Este intento dio lugar a la Batalla del Jarama, una de las más crueles de la guerra, con mas de 20.000 heridos y muertos.

Mientras las tropas franquistas tomaban Málaga, el fracaso de Madrid hizo que Franco optara por una nueva estrategia, atacar las zonas más débiles y así poco a poco llegar hasta Madrid.

En el bando nacional se establece el antiguo Himno Nacional “ Marcha Real” y toman categoría oficial el “Cara al sol” y el himno de la Legión.

Franco con la intención de dar cohesión política a su partido, decretó en Salamanca en Abril de 1937, la unificación de los falangistas y de los tradicionistas. En un principio hubo oposición por parte del sector falangista, pero esto se cortó de raíz.

La iglesia, con una carta pastoral colectiva des episcopado español, supuso una inestimable ayuda de carácter ideológico a la causa nacionalista. En junio de 1937 muere en un accidente de avión Mola.

Por parte del gobierno republicano, todo eran conflictos entre sus componentes. En la primavera de 1937 sucede un conflicto violento que tiene lugar en Barcelona y que concluyó con la desarticulación del POUM, y con la formación de un nuevo gobierno, presidido por Negrín, más acorde con las ideas comunistas. Negrín se trasladó a Barcelona a finales de 1937, consiguió reforzar su actividad y poner fin a las disputas internas en la zona republicana.

En el año 1937 los nacionalistas obtuvieron importantes éxitos militares, especialmente en el norte. En el sur los italianos ocuparon Málaga. Madrid, tras el fracaso de Guadalajara, dejó de ser atacada. Los nacionalistas volcaron su esfuerzo en el norte de la península.

3ª ETAPA: 1938

Continúa la Batalla de Teruel comenzada a finales de 1937. Teruel es tomado el 8 de enero por los republicanos y vuelto a recuperar por los nacionales el 20 de febrero de 1938.

En enero de 1938 se crea la constitución del primer gobierno de Franco. Se había constituido un estado de carácter totalitario a cuyo frente se hallaba Franco, proclamado jefe del ejército, del gobierno y del estado. Las medidas sociales y económicas adoptadas en la zona nacionalista eran claramente favorables a los intereses de las clases conservadoras. La influencia de la iglesia se hacía cada día más patente. La legislación laica de la República fue anulada.

LA BATALLA DEL EBRO

Después de que los nacionales lograran conquistar Teruel, Franco sometió a los republicanos a una guerra de desgaste. Al conquistar Teruel, el ejército nacional llegó a Vinaroz, al sur del Ebro, el 15 de abril de 1938, con lo que el territorio republicano quedó dividido en dos, y con ello sentenciaba la suerte de Cataluña.

El peligro inminente del colapso militar llevó a la República a plantear una operación estratégica; La batalla del Ebro.

Dos ejércitos bien armados y entrenados se enfrentaban decididamente conscientes e que el éxito o el fracaso de aquella operación iba a suponer el triunfo definitivo.

La batalla frontal, extraordinariamente sangrienta, duró más de tres meses, donde la superioridad técnica y la mejor disposición táctica del ejército de franco acabó por decidir la victoria a favor de los nacionales. El coste fue de 100.000 vidas y grandes pérdidas materiales. En noviembre al terminar la batalla, se despide en Barcelona a las Brigadas Internacionales. En diciembre los nacionalistas comienzan la ofensiva sobre Cataluña.

4ª ETAPA: 1939

Las tropas franquistas entraron en Barcelona el 26 de enero, sin encontrar resistencia, mientras centenares de miles de refugiados se agolpaban en la frontera francesa camino del exilio.

En el Castillo de Figueras se celebró la última reunión de las Cortes de la República antes de que el gobierno pasase a Francia. Azaña, ya en Francia, presenta su dimisión.

Después de la caída de Madrid, cayó sin resistencia el resto del territorio republicano, esto supuso el derrumbe definitivo de la República. El 1 de abril de 1939 el Cuartel General del Generalísimo en Burgos, comunicaba el fin de la guerra.

CONSECUENCIAS DE LA GUERRA CIVIL

Como principal consecuencia de la Guerra Civil Española fue la gran cantidad de pérdidas humanas (casi un millón), no todas atribuibles a las acciones propiamente bélicas y sí muchas de ellas relacionadas con la violenta represión ejercida o consentida por ambos bandos, entre las que se pueden incluir las muertes producidas por los bombardeos sobre las poblaciones civiles.

En el aspecto político, el resultado fue el brusco cambio de un gobierno emanado de las urnas electorales a otro surgido de las armas; es decir, el final de la democracia para dar paso a una férrea dictadura que se prolongaría hasta la muerte de Franco en 1975.

Las principales consecuencias en el plano económico fueron: pérdida de reservas materiales y financieras, disminución de la población activa, destrucción de infraestructura, disminución de la producción y reducción en el nivel de ingresos .

La mayoría de la población española padeció durante la contienda y por las siguientes dos décadas, los efectos del racionamiento y la privatización de bienes de consumo. España perdió con el exilio a mucha población, entre ellos a la gran parte de intelectuales españoles, con consecuente empobrecimiento cultural del país.

El Plan Marshall, que después de la Segunda Guerra Mundial ayudó en la recuperación económica de otros países europeos, no se hizo extensivo a España debido a que el régimen franquista debía su triunfo a la ayuda nazi—fascista.

Las repercusiones políticas y emocionales de la guerra trascendieron el marco de un conflicto nacional ya que la guerra civil española fue vista a nivel mundial como parte de un conflicto internacional que, dependiendo de su punto de vista, se libraba entre la tiranía y la democracia o el comunismo y la civilización. Para Alemania e Italia, España fue terreno de prueba de nuevos métodos de guerra aérea y de tanques. Para Gran Bretaña y Francia, el conflicto representó una nueva amenaza al equilibrio internacional que estaban tratando dificultosamente de preservar, el cual terminó de derrumbarse en 1939 con la Segunda Guerra Mundial.