Historia del Arte
Gótico
Tema 8: El Gótico
El estilo de la edad media es el gótico, que no es la continuación del románico sino que es un arte nuevo, ya que las condiciones socio-económicas han cambiado y han producido la aparición de un hombre nuevo y, con él, un estilo propio:
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Porque se estudia a Aristóteles, que huye de la abstracción y del simbolismo para basarse en la realidad.
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Hay una reforma dentro de la iglesia: la de los benedictinos que abogan la pureza de la arquitectura frente al adorno exagerado de finales del románico. Esto va a producir unos adelantos técnicos extraordinarios.
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Hay un cambio socio-económico, ya que gracias a las cruzadas se ha abierto el comercio, que está cambiando la estructura socio-económica. Las ciudades adormecidas están resucitando, la artesanía, el comercio... y van surgiendo en ellas la necesidad de nuevos edificios: La catedral para acoger a los fieles, los ayuntamientos para cobijar a los gobernantes de la ciudad, las lonjas para resolver asuntos comerciales y las casa-palacio, donde reside la nobleza que abandona los castillos.
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El amor a la naturaleza, obra de San Francisco de Asís, que ve en ella la grandeza de Dios y considera que no solamente es importante el alma, sino que también el cuerpo, obra perfecta de Dios y que hace que la religión se humanice, pues todas estas características darán lugar a este arte nuevo.
El gótico es un estilo que aparece en Francia en el siglo XII y, quizás, la obra más representativa es la catedral, que parece inspirada en la naturaleza: Los exteriores e interiores parecen a veces el armazón, el esqueleto de animales o vegetales. Son edificios que destacan por la verticalidad, es una elevación hacia el cielo, hasta Dios y la luminosidad, por eso abren amplísimos ventanales.
Hay dos adelantos técnicos que han perdurado hasta el siglo XX y si ha habido superación es más que nada por los nuevos materiales y tecnología moderna. Estos adelantos son:
La Bóveda de crucería: Permite reforzar los cuatro puntos donde se apoya, siendo posible aligerar los muros.
El Arco apuntado: Que no necesita excesivos refuerzos, y también permite aligerar la construcción.
Los pilares se enriquecen con numerosas molduras en la base y como hay que acentuar la verticalidad, se adosan a estos pilares columnas finísimas que se llaman baquetones. Los capiteles pierden importancia convirtiéndose, a veces, en pequeñas cintas con decoración vegetal. Como se quiere acentuar la verticalidad por encima de todo, desaparece el triforio, que mantenía la horizontalidad.
Otro elemento muy importante es el arbotante, que es como la mitad de un arco que lleva el peso de la bóveda de crucería a un contrafuerte, y éste lleva el peso sobre un estribo.
Las portadas son abocinadas, igual que las del románico, solamente que el arco es apuntado y no de medio punto. Para destacar la verticalidad, el exterior de las naves de crucero va coronado por agujas y los contrafuertes llevan pináculos. También pueden llevar gabletes, que es como un frontón encima de la puerta abocinada. Las portadas llevan decoración escultórica: en las arquivoltas, las figuras siguen la línea del arco y en las jambas también hay esculturas, pero no subordinadas a esa columna. Estas esculturas llevan ménsulas (reposapiés) y doseletes ( tejadillo encima de la escultura).
Otro elemento decorativo son los rosetones, que van colocados encima de las puertas y van decorados con vidrieras. Otro elemento decorativo son las ventanas, con el arco apuntado y geminadas. El espacio que hay entre las ventanas geminadas y el gran ventanal está ocupado por un elemento geométrico, un círculo que se irá complicando cada vez más, y a esto se le llama la Tracería Gótica.
La escultura
Veremos como se va humanizando. Es el reflejo de la naturaleza, es la vuelta al mundo real, llevados de la mano por San Francisco de Asís, que considera que la naturaleza es la obra perfecta del creador y que amándola, adoramos a Dios.
No se esconde el cuerpo humano, porque se expresan sentimientos: dolor, placer, alegría, temor... y el Dios que nos presenta (al igual que la virgen) ya no es un dios lejano que inspiraba terror y miedo, sino que son unos seres que expresa amor, comprensión, cercanía...
El Pantocrátor empieza a representarse cada vez menos, lo mismo que El Juicio Final, prefiriéndose para los tímpanos escenas de la vida de Cristo, de la Virgen, de los santos... Cuando se representa a Cristo crucificado no es el dios majestad, es el hombre que sufre un martirio. En lugar de 4 clavos, hay 3, lo que obliga a contorsionar el cuerpo, que pende de los brazos, y en la frente tiene coronas de espina, transmitiendo sufrimiento, dolor... que llena de compasión al espectador.
La Virgen ya no es la Teotokos, sino que representa el amor maternal: si está sentada, al niño lo coloca a un lado; si está de pie, arquea una cadera y sobre ella coloca al niño y se miran, se sonríen, se ofrecen algo... Y también se representa llena de dolor, en la piedad (Cristo muerto en su regazo, al pie de la cruz). También se representa el martirio de los santos, para expresar el horror del martirio.
En las arquivoltas van esculpidos músicos, reyes, apóstoles... En las jambas de las puertas, las figuras van con independencia de la arquitectura, no están subordinadas. Aparecen ahora las figuras exentas, los calvarios, los descendimientos.. y una novedad importante son los retablos, que sirven para adornar las capillas y normalmente son donaciones de la nobleza o de la alta burguesía, que en esta baja edad media está surgiendo con mucha fuerza. Esta clase social va a ir poco a poco imponiendo sus preferencias como son, por ejemplo, el gusto de lo anecdótico, el detallismo... Estos retablos son de madera (pueden ser de pino), para ser luego pintados. Aquí, el maestro arquitecto (el que hace la traza del retablo) es tan importante como el escultor y el pintor.
Arquitectura
El arte gótico aparece en el siglo XII en Francia. En este siglo tenemos ya la catedral de Nuestra Señora de París (Notre Dame): En ella se ven todavía reminiscencias del románico, pero ya se observa en ella que el brazo del crucero es poco pronunciado, con lo cual se pierde la planta de cruz latina. Este crucero empieza a trasladarse hacia el centro. A este tipo de plantas se les llama de Salón. Las puertas son abocinadas con un arco apuntado, las bóvedas son de crucería, tiene arbotantes y en el crucero hay una gran aguja. Las ventanas tienen vidrieras y la tracería es gótica. Sin embargo, en la fachada principal aun hay elementos como la Galería de Reyes (un friso donde aparecen los reyes franceses) y la Galería de Arcadas, que mantienen la horizontalidad.
En el siglo XIII, también en Francia, las catedrales de Reims y Amiens son ya típicamente catedrales góticas sin reminiscencias de ningún tipo. Otro tipo de edificio en Francia de este siglo es la Santa Capilla, en donde los muros han sido sustituidos por enormes vidrieras. En Inglaterra, el gótico es de importación francesa, pero tendiendo siempre más a la anchura que a la altura y destacan los enormes torreones cuadrados, bien sea el crucero, bien sea en la fachada.
Llaman poderosamente la atención, en Inglaterra, las bóvedas, donde se multiplican los nervios, haciendo verdaderas maravillas. En Alemania (de clara influencia francesa) sobresalen las agujas que coronan las torres, que son caladas (como en la catedral de Burgos).
En Italia, al gótico le pasa igual que al románico, no tiene aceptación. Aunque se use el arco apuntado, sigue usándose el arco de medio punto. Las plantas suelen ser basilicales, por lo que el pilar es sustituido por la columna. No usan el arbotante, por lo que necesitan muros gruesos y las ventanas suelen ser pequeñas. No tienen puertas abocinadas, sino simplemente dinteladas, que pueden llevar frontones triangulares o semicirculares. La decoración no es escultórica, sino simplemente mármoles de distinto color (normalmente blanco y negro), formando figuras geométricas. Llevan gabletes y la arquitectura religiosa es importante, pero también destaca la civil.
Prototipos de edificios religiosos son la catedral de Siena, la de Santa María de las Flores (Florencia), la de Orvieto o Santa María de Croce. Entre los edificios civiles, destacan en Florencia o la región de la Toscana y Venecia.
En la Toscana aparecen la signoria, que es el centro cívico de la ciudad (Ayuntamiento), edificios con aspecto de fortaleza, de pocas ventanas (especialmente en la planta baja, para aumentar el tamaño y el número de ventanas en el primer y segundo piso, todo en hileras muy horizontales). Esta signoria está coronada por almenas y un torreón enorme, que es la nota de verticalidad.
Sin embargo, en Venecia las construcciones son más lujosas y destaca el Palacio del Dux (que era la máxima autoridad). Son palacios también muy horizontales. Con una logia (atrio, pórtico) en la parte baja. En la primera planta hay una galería de arcos apuntados y tracería gótica. Finalmente, en el piso superior hay ventanas apuntadas y falta el torreón (porque esto sí es un palacio, no una fortaleza-palacio)
Arquitectura en España
En España, las influencias en los primeros monumentos son francesas, sobre todo en Castilla. El siglo XIII, es un momento de esplendor en Castilla y es cuando se construyen las tres grandes catedrales: la de León, Burgos y Toledo. El siglo XIV, es un siglo de decadencia, apenas se construye pero, sin embargo, en Aragón hay una gran actividad: la catedral de Barcelona, Gerona, Santa María del Mar (en Barcelona), Palma de Mallorca...
En el siglo XV, Castilla vuelve a resurgir de nuevo, construyéndose la catedral de Sevilla. En la catedral de León se ven claramente las influencias francesas: la planta es la de Reins (aunque un poco más corta) y las bóvedas están inspiradas en las de Amiens. Parece ser que el arquitecto era el maestro Enríquez, de procedencia francesa, que también va a trabajar en la catedral de Burgos.
La catedral de León es muy luminosa, con amplísimos ventanales que parte de los colores rojos y azules y esta catedral se enriquece con amarillos, verdes, ocres... dándole más riqueza cromática. En Burgos la planta es de Reims y será muy curiosa esta catedral, porque la larga duración de su construcción le lleva a tener diferentes estilos: gótico primitivo, gótico flamígero, renacimiento, mudejarismo...
Sin embargo, la de Toledo es la catedral más española del siglo XIII, porque los planos son de un maestro francés (Martínez), pero quien realmente realiza la obra es Petro Petri, que es español, e introduce elementos musulmanes: Arcos lobulados, arcos entrelazados, utiliza el ladrillo... Esta catedral tiene 5 naves, lo que produce una sensación de anchura más que de altura.
El siglo XIV en Cataluña es de esplendor y las influencias le vienen del sur de Francia (zona provenzana) y de Italia. Es un gótico muy particular: por lo pronto, le interesa más lo arquitectónico que lo decorativo, son catedrales muy sobrias. Suelen tener las naves a la misma altura, o casi: esto hace que no se usen arbotantes y que el peso de estas naves recaiga sobre robustos contrafuertes, entre ellos se abren capillas, con lo cual quiere decir que desde el exterior no se notan estos contrafuertes. Los pilares suelen ser muy sobrios, muy austeros, y las ventanas son pequeñas.
En el siglo XV, vuelve de nuevo el esplendor a Castilla, y se construye la catedral de Sevilla, que se levanta sobre el solar de la antigua mezquita, que se había derribado en el 1401 y se había discutido si tiraban la torre y el patio, pero determinaron dejarlas. En el 1402 comienza la construcción y se va terminar en el 1519. Los planos de esta catedral son del maestro Martínez o del maestro Isembert, pero intervienen muchísimos más maestros (Carlin, Simón de Colonia, Juan Gil de Hontanñón, Alonso Rodríguez, Mercadante de Bretaña... Y, por ejemplo, Enrique Alemán es el autor de las vidrieras). Tiene 5 naves y apenas hay diferencia de altura entre ellas (la nave central es un poco más alta que las laterales). Está hecha de piedra, traída de diferentes lugares (por eso hay diferencia de tonalidades).
La nave de crucero no destaca y está hacia el centro: tiene por lo tanto planta de salón rectangular Los pilares son muy variados, sobre todo en la base (se llegaron a contabilizar 13 estructuras distintas). Las bóvedas son muy simples para lo avanzado de la época, son de gran austeridad, excepto la de crucero, que es obra de Gil de Hontanñón, que construye esta cúpula después de haberse derrumbado la original y, según los historiadores, esta bóveda parece de encajes. La novedad que presenta esta catedral es que no tiene girola y que podemos considerar un deambulatorio, que sustituiría la girola, a la zona que queda entre el altar mayor y el trascoro. Y otra novedad que también hay son las tres puertas que están a ambos lados del ábside.
En el exterior, las naves están sostenidas por arbotantes dobles, a la misma altura, que van a descansar a los contrafuertes. La decoración es típicamente gótica (rosetones, pináculos, puertas abocinadas...) Las puertas más antiguas son las que dan al oeste, a la avenida (la del Bautismo y la del Nacimiento). En estas puertas interviene Carlin y Mercadante, y las puertas que dan a la plaza de la Virgen de los Reyes (que están al lado del ábside) son la de los Palos y la de Campanillas: Estas puertas son del Maestro Florentino, que está anunciando ya lo que va a ser el renacimiento. Pero dentro de la catedral, fuera de la planta de salón, se encuentran otras construcciones que son ya del siglo XVI (La Capilla Real, La Sacristía Mayor, La Sacristía de los Cálices y la Sala Capitular).
Arte Mudéjar
Es un estilo propiamente español, es la mezcla de los estilos cristianos con elementos musulmanes. Puede ser la utilización de materiales propios (madera, ladrillo, yeso...), pueden ser elementos decorativos (lacería y alicatado) o pueden ser elementos constructivos ( el alfiz, el arco de herradura, arcos lobulados o entrecruzados...).
De este estilo tenemos el románico mudéjar, entre los siglos XI y XII; el gótico mudéjar (siglos XIII - XVI) y se seguirá empleando en los demás estilos. El Siglo XIII es el siglo del apogeo mudéjar, que se extiende por las dos Castillas y en Aragón.
Entre los monumentos, podemos destacar el Alcázar de Sevilla (que es una reconstrucción del Alcázar almohade), Santa María la Blanca en Toledo, el Cristo de la Luz, la Sinagoga del tránsito...
En Aragón (especialmente en Teruel), están las iglesias de San Martín y el Salvador: características son sus tahúres o torres, decoradas con azulejos; otra obra magnífica es el Monasterio de Guadalupe (Cáceres).
Escultura Gótica
En los primeros siglos, las influencias son francesas, tanto en la catedral de León como en Burgos o Toledo: sus esculturas están llenas de elegancia, de suavidad (muy propio del arte francés) como, por ejemplo, en la Virgen Blanca de León, que se inspira claramente en las vírgenes francesas (incluso el artista es de origen francés). Otra virgen es la Blanca en Toledo, en la que se muestra la relación maternal entre madre e hijo.
En Sevilla, por ejemplo, destaca Mercadante de Bretaña, que muestra ya no influencias francesas, sino influencias flamencas y borgoñonas. Es, por tanto, una escultura más realista y naturalista que la anterior, cubiertas siempre por amplios ropajes muy angulosos. Estas influencias son las de Mercadante, autor del Sepulcro del Cardenal Cervantes, que se encuentra en la catedral de Sevilla: tiene el cuerpo sobre el sepulcro y el rostro es tan realista que se ha pensado que parte de una mascarilla mortuoria. Es también el autor de las dos puertas que dan a la avenida (Nacimiento y Bautismo): son dos obras llenas de ingenuidad, sencillez... Están hechas de barro cocido junto con las figuras que hay en las jambas de la puerta, que son todas personajes de la vida Sevillana.
También se ponen de moda los sepulcros, especialmente un modelo determinado: el personaje al que se le dedica, está incorporado y leyendo un libro, con un paje a los pies. Es el modelo de, por ejemplo, el Doncel de Sigüenza (Guadalajara), que está dedicado a la memoria del caballero D. Martín Vazque de Arce, muerto en su juventud. Parece establecer el paso entre la Edad Media y el Renacimiento, los nuevos tiempos, ya que es el culto a la muerte de la Edad Media, pero el sosiego y la tranquilidad que transmite son propios del Renacimiento. Es obra de Sebastián de Almonaziol.
La figura más destacada de este siglo XV es, sin duda alguna, Gil de Siloé: es un escultor que no se atiene a regla alguna, ni se inspira en ningún tipo de modelo, no se ven influencias en el. Está lleno de fantasía, con una técnica depuradísima y gran originalidad. Interviene en la Cartuja de Miraflores (Burgos). Es el autor de los sepulcros del rey Juan II y su esposa, y también es muy conocido el del Infante D. Alfonso: va situado en un arco solio (que es puro encaje), lleva al fondo casetones que ya empiezan a recordarnos lo que será el Renacimiento (por la disposición horizontal), lleva ropajes muy ricos, está arrodillado en actitud orante e, incluso, el reclinatorio va envuelto en paños riquísimos. También es el autor del retablo de esta cartuja: la parte central es un enorme círculo con la figura de Cristo crucificado y, dentro, 4 círculos más con escenas de la pasión de Cristo y, alrededor del gran círculo, un desbordamiento de su fantasía.
Y hablando de retablos, recordar el de la catedral de Sevilla, que es obra de Pedro Dancart, continuado por Jorge Fernández y pintado por uno de los pintores más famosos de la época: Alejo Fernández. Es un retablo quizá demasiado recargado, que inspira recrearse en las distintas escenas.
Pintura del Trecento Italiano
Corresponde al siglo XIV. Es una pintura que está anunciando lo que será el renacimiento, tanto es así que se le denomina pintura prerrenacentista. Esto sucede en Italia y, más tarde, en Flandes.
En Italia, las influencias pictóricas vienen del arte bizantino, una pintura abstracta, muy decorativa, de figuras muy planas y con un dibujo muy seguro. A esta pintura se le añade el carácter italiano que tiene amor al natural, que le interesa el color (aparte del dibujo), que busca el volumen y también vibraciones lumínicas.
En Italia hay dos escuelas:
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Toscana: Destaca la figura de Giotto, que da pasos agigantados a la pintura, por que por primera vez le da importancia al ser humano y a la naturaleza, especialmente al hombre, busca representarlo con su volumen, ocupando un lugar en el espacio y para eso utiliza figuras robustas, un poco achaparradas.
Los rasgos del rostro dan la sensación de estar aplastados: los ojos suelen estar rasgados, con una mirada muy penetrante. Usa con gran sabiduría los vacíos en la composición, que lo ocupa el cuerpo humano. Para dar profundidad, es frecuente que coloque a un personaje de espaldas al espectador.
Representa también sentimientos de dolor, alegría... propios del ser humano, e incluso la unión psicológica de los personajes, ya que lo que Giotto pretende siempre es destacar a la persona, al ser humano. Esto es propio del renacimiento, pero también destaca la naturaleza, una naturaleza que queda empequeñecida si la comparamos con la figura humana pero, al fin y al cabo, la tiene en cuenta: montañas, árboles, animales... incluso cuando representa una estructura arquitectónica, la corta para que podamos ver lo que hay en el interior, y este amor a la naturaleza es también un signo renacentista.
Obras suyas son las pinturas de la Basílica de San Francisco de Asís, donde narra la historia del santo: es una obra donde se nota la mano de varios colaboradores y que le falta madurez, pero aquí ya se está viendo perfectamente cuáles son sus prioridades el hombre, la naturaleza. La gran obra es la del Convento de las Arenas de Padua, una obra llena de madurez, donde ha conseguido todo lo que se pretendía y quizá de todo lo que representa, destaca en esta obra el Llanto por Cristo Muerto, una obra tremendamente dramática (en gesto, actitudes... incluso en el color).
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Siena: Es más femenina (si la comparamos con la Toscana, que da sensación de masculinidad). Tiene más influencia bizantina, predominan mucho los fondos dorados y el carácter decorativo muy propio de Bizancio.
El dibujo es ondulante, con una línea muy sinuosa. El pintor por excelencia de esta escuela es Simoné Martini: sus figuras tienen un encanto especial, rostros ovalados, ojos pequeños (pero muy penetrantes), una línea muy elegante..
En la coronación de la virgen, que va bajo palio, predominan los dorados, los personajes (hay muchos) y todavía hay un rasgo muy bizantino: la frontalidad del niño sentado en el regazo de su madre. Una obra encantadora es la anunciación de los Uffizi; y hay otra pintura al fresco que es el Caballero Guido Riccio: su figura se recorta sobre un fondo opaco, dando sensación de volumen y al fondo se recorta una ciudad medieval.
Simone Martini va a morir en Francia y su pintura (delicada, refinada y elegante) influirá en Francia y en el resto de Europa.
Los Primitivos Flamencos
También considerado como prerrenacentista, se desarrolla en Flandes, que está pasando por un momento de gran prosperidad económica, comercial y artesana, con una burguesía fuerte que se convierte en cliente de los pintores y, lógicamente, imponen sus criterios en la pintura. Por ejemplo, la minuciosidad y el detallismo: todo tiene que ser representado a la perfección, hasta el más mínimo detalle.
Otra característica es el naturalismo, el amor a la naturaleza: Muy realista (tanto, que hay perfectos retratos en donde no se escatiman ni arrugas, ni verrugas, ni poros abiertos). Los temas religiosos a veces se representan como escenas burguesas.
Otra característica son las calidades: de las telas, de los tapices, muebles, lámparas... ya que la burguesía quiere mostrar su riqueza y, por eso, muchas escenas se representan en el interior de las casas; con este pretexto, contemplar su riqueza y casi siempre hay una ventana abierta que permite contemplar la naturaleza.
Son pinturas de pequeño tamaño porque van a adornar los interiores de las casas, no un palacio ni una iglesia. En esta pintura se está utilizando el óleo (para pintar sobre tablas o lienzos) y estas pinturas, con unos aceites determinados, permiten vibraciones lumínicas que se acercan a la realidad.
Esta pintura suele hacerse sobre madera en tríptico, que son 3 piezas que se pueden cerrar. Destacan los hermanos Van Eyck (Humberto y Juan). La obra más conocida es el Tríptico de la Adoración del Cordero Místico: cerrado el tríptico con tonos grisáceos, representa la anunciación de la Virgen en la parte superior, y en la parte inferior está San Juan Bautista, San Juan Evangelista y a un lado y a otro, los donantes. Abierto el tríptico, en la parte superior (en el centro) está el Dios Majestad con la Virgen y San Juan, ángeles, músicos, cantores y Adán y Eva; y en la parte baja (en el centro) la adoración del cordero: a un lado están peregrinos y ermitaños y al otro, jueces y caballeros.
Esta pintura representa todas las características del arte flamenco, culto a la naturaleza, minuciosidad, detallismo, calidades (de trajes, armaduras...) retratos, por lo tanto realismo, y todo envuelto en una gran calma y solemnidad.
De Juan Van Eyck, es la Virgen del Canónigo Van Der Paele, una obra llena de naturalismo, especialmente el retrato del canónigo. También de Juan es el matrimonio Arnolfini, un retrato muy característico de la burguesía flamenca, ya que al estar en el interior de una habitación se puede contemplar los muebles, las lámparas, el espejo... Los ropajes tienen calidades y hay detalles anecdóticos (un perrito y unos zuecos)
Otro primitivo flamenco es El Bosco, un pintor muy extraño, que se ha considerado como el precursor del surrealismo (por sus visiones extrañas, fantásticas...). Sus obras sirven para criticar la sociedad de su tiempo, como El Carro del Heno (que simboliza todos los vicios y cómo todas las capas sociales acuden a él), La Piedra de la Locura (critica la medicina de su tiempo), Las Tentaciones de San Antonio, El Jardín de las Delicias...
Otro pintor es Patinir, un paisajista, pero su paisaje es estático, quizá porque la línea del horizonte es muy alta y porque envuelve ese paisaje en una luz blanquecina. Obras suyas son La Huida a Egipto y La Laguna Estigia.
Otro pintor también paisajista es Brueguel, que es más vivo y más expresivo que Patinir. Por ejemplo, Paisaje nevado o el Dominio de la Muerte.
Otro autor es Roger Van Der Weyden, un pintor extremadamente dramático, como lo demuestra en El Descendimiento, con líneas diagonales descritas por el cuerpo de Cristo y la Virgen, y contenidas por el cuerpo de Magdalena y San Juan.
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Enviado por: | Lord_mano |
Idioma: | castellano |
País: | España |