Economía y Empresa


Globalización económica


La Globalización

Es un término que se escucha de vez en cuando, pero... ¿qué es? ¿qué repercusión tiene en nuestras vidas? ¿a quién beneficia? ¿a quién perjudica? ¿quién la dirige?

Y también, ¿por qué tantas partes de este proceso son ocultadas?

Se trata de un campo muy amplio y de gran interés para comprender qué está pasando ahora en el mundo.

El "libre" comercio, la Organización Mundial de Comercio (OMC), el Acuerdo Multilateral de Inversiones (AMI), la Unión Europea (UE), el Tratado de Libre Comercio entre Canadá, EEUU y México (TLC), los acuerdos TRIPS sobre propiedad intelectual, la "Ronda del Milenio"... son instituciones, acuerdos y acontecimientos que están teniendo gran influencia en lo qué está pasando ahora en el mundo, pero desconocidos por la mayoría de la gente.

Desde la Página de la Mano Invisible intentaremos aproximarnos al tema de la globalización. Por supuesto, nuestros conocimientos son muy limitados, por lo que tan sólo intentaremos introducir los temas... si queréis saber más, tendréis que investigar por vuestra cuenta.

Globalización económica
 ¿Qué es la Globalización?

Llamamos globalización al proceso politico, económico, social y ecológico que está teniendo lugar actualmente a nivel planetario, por el cual cada vez existe una mayor interrelación económica entre unos lugares y otros, por alejados que estén, bajo el control de las grandes empresas multinacionales; cada vez más ámbitos de la vida son regulados por el "libre mercado".

La ideología neoliberal se aplica en casi todos los países con cada vez más intensidad; las megacorporaciones consiguen cada vez más poder a costa de los estados y los pueblos; etc...

¿Globalización de qué? Del capitalismo salvaje.

Se trata de un paso más del capitalismo, de forma que se incrementa la desigualdad a todos los niveles y el se deteriora el medio ambiente, a medida que las multinacionales van teniendo más y más poder.

Se presenta como un proceso económico inevitable pero es importante darse cuenta de que es un proceso político dirigido desde determinadas instituciones internacionales. Especialmente de una:

Globalización económica
La Organización Mundial de Comercio

Es considerada la principal institución del proceso de globalización (o de generalización del "libre comercio"). Su presidente, hace poco Renato Ruggiero, es hoy Michael Moore. Surgió del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio), cuyo objetivo era eliminar las "barreras" al comercio.
Con la excusa de liberalizar el comercio, la OMC crea las condiciones para que las grandes empresas transnacionales (como Nike, Shell, Sony, Mitshubitsi, Elf, Telefónica, British Petroleum, Endesa, Microsoft, General Electric, etc) puedan dominar la economía mundial a su antojo, destruyendo el medio ambiente y perpetuando la pobreza y la miseria, en su búsqueda de poder y beneficios.

Globalización económica
¿Y la democracia?

El proceso de globalización está haciendo obvio lo que ya mucha gente sabía: que ni en el mundo en su conjunto ni en los países ricos puede hablarse propiamente de "democracia". ¿Qué democracia, cuando muchas de las decisiones que nos afectan se toman en despachos de las multinacionales? ¿Qué democracia, cuando el "gobierno mundial" de la OMC, no ha sido votado por la gente? Además, sin transparencia no puede haber democracia.

¿Qué podemos hacer?

¿Por qué arrasar nuestro planeta, destruir las culturas, condenar a la mayoría a la miseria cuando las cosas podrían ser muy diferentes? Contruir alternativas es una tarea indispensable.

Aún sin conocer los complicados entresijos de organizaciones como la OMC, la gente está rebelándose contra la nueva vuelta de tuerca del capitalismo en todo el mundo. Los mapuches en Chile y la gente de Narvada (India) contra las grandes presas; los estudiantes italianos, mexicanos, nicaragüenses; el pueblo portorriqueño, protagonista de una larga huelga general contra las privatizaciones; el EZLN de Mexico, luchando contra los planes de expnsión estadounidense en este país; la gente que resiste a la invasión transgénica en Francia, Suiza, Gran Bretaña, la India; la oposición democrática a las dictadura petrolera de Nigeria (Shell); los activistas pro derechos humanos en todo el mundo... Y tantísimos más. Muchísima gente en todo el planeta lucha contra las dramáticas consecuencias de la globalización, y cada vez más se plantean el problema desde la raiz. Si quieres trabajar tú también en este sentido hay muchas cosas que puedes hacer: difundir la información, hablar de esto con la gente cercana, apoyar a grupos que están ya trabajando o crear nuevas iniciativas... Lo importante es no cruzarse de brazos.

¿Qué es Le Monde Diplomatique?

Existe un periódico mensual, de origen francés pero que se publica traducido en cada vez más países, que se opone al proceso de globalización. Un millón de lectores diseminados por muchos países están adquiriendo conciencia de adónde nos lleva la dirección actual.

En un momento en que los medios de comunicación están ferréamente controlados por el poder económico, esta publicación se está convirtiendo en un símbolo de la resistencia, basada en la libertad para informarse e intercambiar ideas.

¿Qué es la Acción Global de los Pueblos?

Hemos mencionado que el proceso de globalización tiene graves consecuencias sociales, medioambientales y políticas. La mayor parte de la gente tiene mucho que temer de este proceso. Por ello, organizaciones y movimientos populares de todo el mundo se están coordinando para luchar contra el mismo. Un ejemplo de estas nuevas alianzas es la Acción Global de los Pueblos. Otro ejemplo, la protesta en Seattle y otros lugares del planeta el pasado 30 de noviembre.


¿Pero qué es la AGP? Campesinos de la India, de Latinoamérica, okupas de Europa, indígenas de todo el mundo, sindicalistas, mujeres luchando por sus derechos... todos ellos y todas ellas se están uniendo para combatir, desde la desobediencia civil y la no-violencia, contra este perverso proceso que promueven los más ricos. Se trata de una alianza de movimientos sociales y personas de todo el mundo unidos con varios "principios" en común: oponerse al proceso de globalización, defender alternativas desde lo local, actitud confontativa, métodos no-violentos y una filosofía organizativa basada en la descentralización y la autonomía. La AGP no es una organización, sino una red. Se basa más bien en el modelo "autónomo".

La AGP ha realizado hasta la fecha dos conferencias mundiales (la primera en Suiza, la segunda en la India) y ha colaborado en la coordinación de varios días mundiales de lucha contra el libre comercio y el capitalismo salvaje, con la participación de muchos cientos de miles de personas a lo largo del planeta.

En sus inicios, el concepto de globalización se ha venido utilizando para describir los cambios en las economías nacionales, cada vez más integradas en sistemas sociales abiertos e interdependientes, sujetas a los efectos de la libertad de los mercados, las fluctuaciones monetarias y los movimientos especulativos de capital. Los ámbitos de la realidad en los que mejor se refleja la globalización son la economía, la innovación tecnológica y el ocio.

La caída del Muro de Berlín y la desaparición del bloque comunista ha impuesto una acusada mundialización de nuevas ideologías, planteamientos políticos de "tercera vía", apuestas por la superación de los antagonismos tradicionales, como "izquierda-derecha", e incluso un claro deseo de internacionalización de la justicia.

En todos los países crece un movimiento en favor de la creación de un tribunal internacional, validado para juzgar los delitos contra los derechos humanos, como el genocidio, el terrorismo y la persecución política, religiosa, étnica o social.

GLOBALIZACION Y POBREZA.

El Punjab fue alguna vez la más próspera región agrícola de la India. Hoy, cada campesino está desesperado y endeudado, vastas extensiones de tierra se han transformado en desiertos sedientos de agua. Y como lo señaló un viejo agricultor “aún los árboles han dejado de dar frutos debido a que el fuerte uso de pesticidas ha matado a los polinizadores -las abejas y las mariposas“.

El Punjab no esta solo en esta experiencia de desastre ecológico y social. El último año estuve en Warangal, en Andhra Pradesh, donde también los campesinos se estaban suicidando, agricultores que tradicionalmente cultivaban legumbres, mijo y arroz habían sido atraídos por las compañías semilleras a comprar semillas híbridas de algodón que eran señaladas por los mercaderes como “oro blanco” y que supuestamente los haría millonarios. Al contrario, ellos se transformaron en mendigos.

Sus semillas nativas habían sido desplazadas con nuevos híbridos que no podían ser almacenados y debían ser comprados cada año a un alto costo. Los híbridos eran también muy vulnerables a los ataques de las plagas. Los gastos en pesticidas en Warangal se incrementó en un 2000 %, desde 2.5 millones en 1980 a 50 millones en 1997. Ahora los campesinos se están comiendo los mismos pesticidas como un modo de matarse para escapar permanentemente de deudas que ya no pueden pagar.

Las corporaciones están ahora tratando de introducir semillas con ingeniería genética que aumentarán aún más los costos y riesgos ecológicos; es por eso que agricultores como Malla Reddy del sindicato de agricultores de Andhra Pradesh a desarraigado el algodón Bollgard genéticamente modificado de Monsanto en Warangal.

El 27 de marzo Betavati Rattan, de 25 años se quitó la vida porque no pudo pagar las deudas de un tubo de desagüe en su predio de 2 acres. Las cisternas ahora están secas , como lo están las cisternas en Gujarat y en Rajasthan donde más de 50 millones de gentes se enfrentan a la muerte por hambre.

La sequía no es “un desastre natural”. Ha sido “hecha por el hombre”. Es el resultado de la extracción de la escasa agua subterránea de las regiones áridas para alimentar los sedientos cultivos de exportación en vez de los cultivos locales menos consumidores de líquidos.

Son experiencias como estas las que me han enseñado que estamos muy equivocados con respecto a la economía global y que es preciso detenernos a pensar acerca del impacto de la globalización sobre la vida de la gente común. Esto es vital para alcanzar la sustentabilidad. Seattle y las protestas del último año en contra de la Organización Mundial de Comercio nos obligan a todos a pensar de nuevo. A través de esta serie de conferencias muchos ponentes se han referido a aspectos del desarrollo sustentable dando la globalización como un hecho establecido.

Para mi ya es hora de reevaluar radicalmente lo que estamos haciendo. Ya que lo que hacemos a lo pobres en nombre de la globalización es brutal e imperdonable. Esto es especialmente evidente en India en donde tenemos testimonios de los desastres que despliega la globalización especialmente en lo que se refiere a alimentación y agricultura.

¿Quién alimenta al mundo? Mi respuesta es muy diferente a la que da la mayoría de la gente. Son las mujeres y los pequeños campesinos que trabajan con la biodiversidad, los principales proveedores de alimento en el tercer mundo, y al contrario de la opinión dominante sus pequeñas parcelas basadas en la biodiversidad son más productivas que los monocultivos industriales.

La rica diversidad y los sistemas sustentables de producción alimenticia están siendo destruidos en nombre de la creciente producción de alimentos. Sin embargo, con la destrucción de la diversidad desaparecen ricas fuentes de nutrición. Cuando se mide en términos de nutrientes por acre, y desde la perspectiva de la biodiversidad, la tan cacareada “alta productividad” de la agricultura industrial o de las pesquerías industriales no implican más producción de alimentos.

La productividad usualmente se refiere a la producción por unidad de área de un único cultivo. El resultado se refiere a la producción total de diversos cultivos y productos. Al plantar sólo un cultivo en un campo completo como monocultivo por supuesto aumentará su productividad individual.

Al plantar múltiples cultivos en una mezcla que tendrá bajas productividades de cultivos individuales se lograra sin embargo una más alta entrega de alimentos. La productividad ha sido definida de tal manera que prácticamente hacemos desaparecer la producción de las pequeñas parcelas. Esto oculta la producción de millones de mujeres campesinas en el tercer mundo --agriculturas como los de mi Himalaya nativo que luchan en contra la tala en el movimiento Chipko o en sus campos terraceados en donde hasta hoy crece la Jhangora que es un tipo de arroz, el marsha (amaranto), el tur (un frijól), el urat (garbanzo negro), el gahat (garbanzo caballo), la soya, el bhat (otro tipo de soya)-una infinita diversidad en sus campos. Desde la perspectiva de la biodiversidad la productividad basada en la biodiversidad es más alta que la productividad del monocultivo. Yo por eso llamo a esta ceguera ante la alta productividad de la diversidad “una monocultura de la mente”, que crea monocultivos en nuestros campos y en nuestro mundo.

Los campesinos mayas en Chiapas, México, son caracterizados como no productivos porque rinden sólo dos toneladas de maíz por acre. Sin embargo, la producción de alimentos completa es de 20 toneladas por acre cuando se consideran también sus frijoles y sus calabacitas, sus verduras y los árboles frutales.

En Java pequeños agricultores cultivan 607 especies en los jardines de sus casas. En el África SubSahariana las mujeres cultivan 120 diferentes plantas, un solo jardín hogareño en Tailandia tiene 230 especies y los jardines africanos contienen más de 60 especies de árboles. Las familias rurales en el Congo comen hojas de más de 50 especies diferentes de árboles de sus parcelas.

Un estudio en Nigeria oriental vino a descubrir que las huertas hogareñas ocupaban solamente el 2 % de la tierra cultivable del grupo familiar y equivalían a la mitad del total de la producción agrícola. En Indonesia el 20 % del ingreso de la familia y el 40 % de la provisión de alimentos domésticos proviene de huertos hogareños administrados por las mujeres.

Investigaciones hechas por la FAO demuestran que las pequeñas haciendas de la biodiversidad pueden producir miles de veces más alimentos que los grandes cultivos industriales. Y que la diversidad, además de dar más alimentos es la mejor estrategia para prevenir la sequía y la desertificación.

Lo que necesita el mundo para alimentar una población creciente de modo sustentable es la intensificación de la biodiversidad, no la intensificación química ni la intensificación de la ingeniería genética. Mientras las mujeres y los pequeños campesinos alimentan al mundo mediante la biodiversidad se nos dice insistentemente que sin ingeniería genética y sin globalización de la agricultura el mundo se morirá de hambre. En contra de toda la evidencia empírica que muestra que la ingeniería genética no produce más alimentos y en los hechos a menudo lleva una declinación productiva, se promueve constantemente como la única alternativa a nuestro alcance para alimentar a los hambrientos. Es por eso que preguntamos, ¿ quién alimenta al mundo?

La deliberada ceguera ante la diversidad, la ceguera ante la producción de la naturaleza, de la producción de las mujeres, de la producción de los campesinos del tercer mundo, conduce a que la destrucción y la apropiación sean proyectadas como creación.

Consideremos el caso del tan alabado “arroz de oro”, o de la vitamina A del arroz genéticamente modificado, como una cura para la ceguera. Se asume que sin la ingeniería genética no podemos remover la deficiencia en vitamina A. Sin embargo, la naturaleza nos da abundantes y diversas fuentes de vitamina A. Si el arroz no se descascara ese mismo arroz provee vitamina A. Si no se echan herbicidas a nuestros campos de granos tendríamos bathua, amaranto, hojas de mostaza tan deliciosas así como verdura todas las que proveen la vitamina A.

Y las mismas mujeres son devaluadas. Ya que muchas mujeres en las comunidades rurales e indígenas trabajan cooperativamente con los procesos de la naturaleza, su trabajo es a menudo contradictorio con las orientaciones de “desarrollo de mercado” y con las políticas comerciales. Y dado a que el trabajo que satisface necesidades y asegura sostenimiento es devaluado en general ahí menos consideración por la vida y sistemas que soporten la vida.

La devaluación e invisibilidad de lo sustentable de la producción regenerativa es más clara en el área de la alimentación. En tanto la división del trabajo patriarcal a asignado a las mujeres el rol de alimentar a sus familias y comunidades la economía patriarcal y los puntos de vista científicos y las tecnologías patriarcales hacen que el trabajo de las mujeres en la provisión de alimento desaparezca. “Alimentar al mundo” viene a ser disociado de las mujeres que corrientemente realizan este trabajo y es proyectado como dependiente del agro business global y de las corporaciones biotecnológicas.

Sin embargo, la industrialización y la ingeniería genética de los alimentos y la globalización del comercio en la agricultura son recetas para crear hambre, no para alimentar al pobre.

En todas partes, la producción de alimentos ha llegado a ser una economía negativa, con agricultores que gastan más en comprar costosos “inputs” de la producción industrial que superan el precio de lo que reciben por su producto. La consecuencia es el alza de las deudas y la epidemia de suicidios tanto en los países pobres como ricos.

La globalización económica está llevando a una concentración de la industria semillera, al uso creciente de pesticidas y, finalmente, al crecimiento de la deuda. La agricultura de capital intensivo, controlada corporativamente se ha estado extendiendo a regiones donde los campesinos son pobres, pero en donde hasta ahora habían sido autosuficientes en materia de alimentos. En las regiones en donde se ha introducido mediante la globalización la agricultura industrial, con los altos costos se ha hecho imposible la supervivencia de los pequeños agricultores. La globalización de la agricultura industrial no sustentable ha ido evaporando literalmente los ingresos de los agricultores del Tercer Mundo, a través de una combinación de devaluación monetaria, aumento de los costos de producción y un colapso en el precio de las mercancías.

La globalización del sistema alimentario está destruyendo la diversidad de las culturas en materia de comidas y las economías alimenticias locales. Una monocultura global se impone a la gente definiendo todo lo que es fresco, local o hecho a mano como un riesgo para la salud.

Las manos humanas han sido definidas como el peor contaminante, y el trabajo de las manos humanas ha sido puesto fuera de la ley, reemplazado por máquinas y químicos comprados a las corporaciones globales. No hay recetas para alimentar al mundo, salvo robar los medios de vida de los pobres para crear mercados para los poderosos.

En 1992, cuando campesinos de India destruyeron la planta de semillas de Cargill en Bellary, Karnataka, protestando por el fracaso de estas semillas, el presidente de la Cargill dijo: “Nosotros les trajimos a los agricultores de la India tecnologías inteligentes que prevenían que las abejas usurparan el polen”. Cuando participaba en las Negociaciones de las naciones Unidas para la Salud de la Vida, Monsanto hizo circular literatura para defender su herbicida resistente Roundup sobre la base de que prevenía “que las malezas se robaran la luz del sol”. Pero lo que Monsanto llamaba “malezas” eran los campos verdes que proveían arroz con vitamina A que prevenía la ceguera en los niños y la anemia en las mujeres..

La economía global de libre mercado ha llegado a ser una amenaza a la sustentabilidad, y la misma sobrevivencia de los pobres y de las demás especies está en juego, no como un efecto lateral o como una excepción, sino de un modo sistemático a través de la reestructuración de nuestra visión del mundo desde sus bases más fundamentales. La sustentabilidad, la donación y la supervivencia han sido puestas fuera de la ley económica en nombre del la competitividad y de la eficiencia del mercado.




Descargar
Enviado por:Edwin Martinez
Idioma: castellano
País: República Dominicana

Te va a interesar