Filosofía y Ciencia


Filosofía kantiana


Critica del Juicio: 

Obra escrita por el filósofo alemán Immanuel Kant. Fue publicada en 1790 con el título original de Kritik der Urteilskraft. Se refiere a los problemas del fin en el organismo biológico y en el campo de la estética.

Si el entendimiento es la facultad legisladora, como ya puso de manifiesto en Crítica de la razón pura (1781) y dedujo en Crítica de la razón práctica (1788), si la ley de la razón pura práctica es la de una voluntad libre como facultad de desear, pensaba Kant que lo último que quedaría es proceder al examen de la facultad de juzgar como tercer principio trascendental entre la ciencia, por un lado, y la moral que lo subordina, por otro. Se trata de “saber ahora si la facultad de juzgar, que constituye un intermediario entre el entendimiento y la razón, tiene también en sí misma principios a priori”. Esta tercera crítica será teleológica, porque “puede y debe indicar el método según el cual hay que juzgar a la naturaleza conforme al principio de causas finales”.

Juzgar es siempre juzgar en función de un fin, que siempre es el objeto de una inclinación.

Distingue, pues, dos finalidades: la subjetiva y la objetiva. En el primer caso es puramente reflexiva o contemplativa, pues hay un acuerdo “antes de todo concepto” entre la forma exterior de un objeto y las facultades de conocer, que son el entendimiento y la imaginación como actividad armoniosa espontánea; en el segundo, la finalidad está presupuesta a través del objeto según la idea que nos anima, de un fin ideal o suprasensible de la naturaleza.

CLASIFICACION DE LOS JUICIOS:

Otra forma de clasificar los juicios es a través de la estructura misma del juicio, de la relación sujeto-predicado. Kant comienza su análisis partiendo del supuesto de que la razón pura es capaz de elaborar tres juicios a saber:

  • Juicios Analíticos: Son aquellos juicios a priori que presentan las características de que el enlace del predicado y el sujeto es pensado por identidad. Esto es, el concepto predicado esta contenido implícitamente en el concepto sujeto. Por ejemplo: “Todos los cuerpos son extensos”. Estos juicios tienen valides universal.Los juicios Analíticos (a priori), por el contrario, son universales y necesarios, pero no aumentan nuestro conocimiento, solo explicitan contenido del sujeto. Ni unos ni otros sirven para fundamentar la ciencia.

  • Juicios Sintéticos: Son juicios de experiencias, es decir, a posteriori. En los juicios Sintéticos el predicado no esta incluido en el concepto sujeto, por ejemplo: “Los cuerpos son pesados”. Estos Juicios tiene la ventaja de que permiten el progreso del pensamiento porque nos hacen conocer algo nuevo.

  • Juicios Sintéticos a Priori: Estos tienen la doble ventaja de ser universales y necesarios y al mismo tiempo ser extensivos en el sentido que amplia nuestro conocimiento con elementos o datos nuevos aportados por la experiencia.

A los juicios analíticos se oponen los sintéticos que precisamente se caracterizan porque el predicado no está contenido en el sujeto sino que se añade o se une (sentido etimológico de la palabra síntesis). Un juicio sintético a posteriori es aquel en el que el predicado se añade al sujeto en virtud o por virtud de una o varias experiencias, por ejemplo, el limón es más ácido que las manzanas. Es evidente que amplia el conocimiento, luego son en un sentido científicos, pero carecen de universalidad y necesidad. Toda afirmación o todo juicio basado únicamente en la experiencia no pueden ser ni universales ni necesarios. Y el juicio sintético a priori, estos tienen la doble ventaja de ser universales y necesarios y al mismo tiempo ser extensivos en el sentido que amplia nuestro conocimiento con elementos o datos nuevos aportados por la experiencia.

EL TIEMPO:

Tampoco puede ser eliminado de la sensibilidad. Sin él no son imaginables la duración, la sucesión. Es la forma de nuestra sensibilidad interna, es decir, en el se ordenan nuestras representaciones.

Resulta valido tanto para el espacio como para el tiempo que contengan:

  • Realidad Empírica: Valides objetiva en la captación de todos los objetos que puedan darse a nuestros sentidos.

  • Idealismo Trascendental: No existen como determinación de las cosas en sí, sino como condiciones de nuestra intuición. De ahí la doctrina del idealismo trascendental, que todo lo que se contempla en el espacio o en el tiempo, no son sino manifestaciones fenoménicas, es decir, solo representaciones.

SISTEMA DE LOS PRINCIPIOS:

Estos indican bajo que condiciones es posible la experiencia y, por consiguiente, son las leyes superiores de la naturaleza. Contienen las bases para todos los otros juicios y son por tanto presupuestos a priori de la experiencia científica.

Estos principios son los siguientes:

  • Axiomas de la Intuición: cuyo principio es la magnitud extensiva, todo objeto de nuestra experiencia tiene que ser una magnitud cuantitativa en el espacio y en el tiempo. Siempre es un agregado, esto es, un todo compuesto de partes.

  • Anticipaciones de la Percepción: Todo objeto de la experiencia posible tiene que poseer una magnitud intensiva, es decir, un grado de influencia sobre el sentido.

  • Analogía de la Experiencia: Fundan las forzosa conexión de las manifestaciones fenoménicas en la experiencia.

Contiene tres principios:

  • La permanencia de las substancias. La permanencia es necesaria como substrato en el cual aparece el tiempo y con él se posibilita también la sucesión y la simultaneidad.

  • Las modificaciones a lo largo del tiempo son posibles en las substancias, aunque esta no da cuenta enteramente de ella, solo el principio de causalidad explica su necesidad.

  • Los postulados del pensar empírico en general:

1. Lo que concuerda con las condiciones formales de la experiencia, es posible.

2. lo que se halla en interdependencia con las condiciones materiales de la experiencia (de la sensación), es real

3. Aquello cuya interdependencia con lo real se halla determinado según condiciones universales de la experiencia, es necesario.

Con los principios resulta indicado el espacio de toda experiencia objetiva posible: solo nos puede parecer objetos, o en general naturaleza. Lo que esta formado según los principios a priori de la sensibilidad y del entendimiento puro, puesto que solamente en la aplicación de estos principios algo nos puede ser dado en la unidad sintética de la pluralidad. El mundo que experimentamos no es por tanto el mundo de las apariencias sino de las manifestaciones fenoménicas, que son necesarias puesto que obedecen a leyes, las leyes de nuestra facultad de conocer.

LAS ANTINOMIAS:

Son contradicciones. Se originan apartir de pruebas aparentes en las que la razón puede darse así misma dos tesis contradictorias sobre el mundo. Kant contrapone cuatro tesis (con sus pruebas) a cuatro antitesis (con sus pruebas):

  • El mundo tiene un comienzo en el espacio y en el tiempo, y también no lo tiene.

  • Toda cosa en el mundo consta de partes simples, y también no consta de ninguna parte simple.

  • Aparte de la causalidad existe además la libertad, y también todo sucede según leyes de la naturaleza.

  • Existe como parte o causa del mundo un ser necesario, y también no existe.

PRIMERA ANTINOMIA:

Tesis

“ El mundo tiene un comienzo en el tiempo y con respecto al espacio está encerrado también en limites”

Antítesis

“ El mundo no tiene comienzo en el tiempo, ni límites en el espacio, sino que es infinito tanto en el tiempo como en el espacio”

SEGUNDA ANTINOMIA:

Tesis

“ En el mundo, toda sustancia compuesta de partes simples y nunca existes más que lo simple o lo compuesto de lo simple”

Antítesis

“En el mundo, ninguna cosa compuesta consta de partes simples, ni existe nada simple”

TERCERA ANTINOMIA

Tesis

“La casualidad, según leyes naturales, no es la única de la que pueden derivarse todos los fenómenos del mundo; para explicarlos es preciso supone, además, una casualidad por libertad”

Antítesis

“No hay libertad sino que todo lo que sucede en el mundo obedece a las leyes naturales”

CUARTA ANTINOMIA

Tesis

“El mundo supone, como soporte o como causa de él, un ser absolutamente necesario”.

Antítesis

“ No existe un ser absolutamente necesario, ni en el mundo, ni fuera del mundo como causa suya”.




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Enviado por:Liliyeni
Idioma: castellano
País: Venezuela

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