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Felicidad: situación para el que las circunstancias de su vida son tales como las deseadas, estado de ánimo circunstancial del que del que consigue algo que atribuye a esa situación. ¿Es ésta la definición real de la felicidad?, para algunas personas puede que si, pero para otra mucha gente la felicidad es algo muy distinto.

¿Cómo decimos encontrar la felicidad?, ¿Qué pasos hay que dar para conseguirla?.

“No o no. Por eso no dejamos ser felices a los demás, cuando no aceptamos somos libres para querer ser felices la felicidad que Dios nos ofrece, le estamos haciendo fracasar en su proyecto”

-Adan y Eva-

La felicidad: He encontrado numerosas definiciones de la felicidad, muchas mencionan que es la situación del ser para quien las circunstancias de su vida son tales como las desea. Aristóteles manifiesta que la felicidad a sido identificada con muy diversos bienes como la virtud, la sabiduría, la prosperidad, etc. En conclusión las mejores actividades son identificadas con la felicidad la cuestión es saber cuales son las actividades. La persona más feliz es la que necesita menos cosas y siempre será feliz, la que es feliz con cualquier cosa. A todo ser humano le gustaría estar siempre contentos y vivir felices muchos años en compañía de nuestros familiares y de nuestros amigos. Pero no todos buscamos la felicidad de la misma manera; unos piensan que la felicidad consiste en tener dinero, en mandar mucho, en ser famosos. También existe gente que es feliz preocupándose de que los demás también lo sean, de que haya paz en el mundo, y de que el numero de personas que pasa hambre sea el mínimo. Otras personas creen que la felicidad se encuentra en la perfecta salud; y siguiendo así, pueden haber tantas definiciones de felicidad como personas en el mundo. Pues bien os diré lo que hace falta para ser feliz; Jesús fue feliz haciendo el bien a los demás y buscando que todos fuesen felices. Jesús nos enseñó como ser siempre felices; son felices los que no tienes muchas cosas, porque las comparten con todos. Son felices los que aceptan las cosas que les hacen sufrir y se las ofrecen a Dios, son felices los que viven en paz, sin hacer mal a nadie y perdonando siempre, son felices los que son justos, respetan a todos y cumplen con su deber, son felices los que dicen la verdad y hacen todos con buena intención. Esto es según la fe cristiana lo que debe ser para un hombre la felicidad.

La sociedad en la que vivimos, desgraciadamente busca la felicidad en lo material y en la idolatría. El materialismo sacia la necesidad, pero es momentánea,

en seguida el hombre quiere algo más, lo cual le hace estar en insatisfacción permanente. La idolatría es tener a un ser humano, generalmente artista, como un Dios.

¿Cómo decidimos?

Para encontrar la felicidad tienes que tomar muchas decisiones, no dejarte llevar por los deseos, muchas de ellas se toman inconscientemente pero, incluso éstas, contribuyen en la felicidad de cada uno.

Es muy complicado tomar una decisión acertada, ya que a parte de haber infinidad de opciones, hay que tener muy en cuenta muchos aspectos, y todo eso, hacerlo en un intervalo de tiempo relativamente pequeño.

Al tomar esta decisiones se hace a la persona y al modo de vida, que puede ser buena, cómoda, feliz, etc.

Cuento

Este era un hombre que andaba por una senda camino de su aldea. De repente, un forajido le arremetió con un palo contra el hombre, tirándolo al suelo mal herido; éste contestó con un grito:

-¡Que seas feliz!

Entonces un mercader que pasaba por allí, le preguntó:

-Amigo, ¿Por qué después de lo que te ha hecho le deseas la felicidad?.

Éste contestó:

-Si fuera feliz, no haría esto.

Las cosas que nos dan la felicidad dependen de la persona. Cada persona tiene una escala de valores, hay valores que para unos puede ser todo en la vida, pero en cambio, para otros, no valen para nada. Como por ejemplo el valor económico, algunos piensan que sin dinero no se puede vivir, y yo creo que no es así. Hay distintos valores como el estético, el político, el teórico, el social y el religioso.

La humanidad, desde el principio del tiempo, ha encontrado la verdadera paz y la felicidad en la religión. Así como es imposible hablar acerca de moralidad y virtud donde la gente no practica la verdadera religión, es también difícil imaginarse la felicidad verdadera. La moralidad y la virtud se originan en el bien, en la conciencia limpia; y lo que hace a la conciencia buena y clara es la religión, que es una conexión entre el hombre y Dios.

El hombre para conseguir entender la felicidad tiene que hacerse una serie de preguntas, ¿por qué?, ¿para qué?...

Buscan un sentido, y este sentido tiene un significado y una dirección, y desde el punto de vista de cada uno, ese sentido tiene una definición distinta.

Dicen que la felicidad no es la meta... es el camino.

Cuando nosotros pensamos en éxito y prosperidad, estamos pensando en obtener felicidad. El problema es que nos centramos en la búsqueda de nuestros bienes materiales, cuando en realidad, deberíamos centrarnos en encontrar la felicidad.

Para mi la felicidad es lo que sentimos cuando estamos a gusto con nosotros mismos y con los demás, también cuando sale algo como nosotros queremos o cuando hacemos el bien.

He preguntado a numerosas personas y prácticamente todas las personas encuestadas decían que el ser feliz es sentirse a gusto con lo que le rodea a la persona, una mayoría, como era de esperar, dado a la sociedad en la que vivimos, vinculan la felicidad con los bienes que poseen. Otro sector de los encuestados, como es el sector de la 3º Edad, ve la felicidad vinculada a la felicidad de la familia al completo y a levantarse todos lo días junto a los suyos.