Historia
Fascismo
Prueba de Historia Contemporánea: “El Fascismo”.
Analizar el fascismo como la revolución de la contrarrevolución y su éxito y fracaso de su periodo.
El fascismo fue una forma de totalitarismo perteneciente al S.XX e inherente consecuencia del desenlace que tuvo la revolución liberal en la historia universal. El fascismo significa un nuevo ensayo de concepción del estado burgués para sostener contra el proletariado un predominio de clase. En realidad, el fascismo no hubiera existido si, como antesala, no hubiera existido la revolución liberal, con su seguimiento industrial y apoyo bajo los cimientos de la Revolución Francesa. Si nos remontamos en la historia descubriremos, tal vez sin gran asombro, porque ya es sabido desde siempre, que la liberalidad por la cual se reclamo en el siglo de las luces, bajo la influencia de la Ilustración, desde el ámbito político, social y económico, trajo tanto consecuencias negativas como positivas. Sin embargo, mientras las positivas iban enalteciendo su espíritu y sazón, las negativas iban carcomiendo toda esa aparente complacencia, pues iba creando los monstruos que la destronarían más tarde.
¿Por qué se dice que estos movimientos son revoluciones de una contrarrevolución?. Sencillamente porque su aparición no tuvo parangón con nada previamente existido, es decir, vino a desbaratar un escenario tradicionalista gracias a su innovadora doctrina, o quizás no tan innovadora, sino más bien revaluadora de viejos estandartes del propio tradicionalismo, porque el fascismo ha significado sencillamente el más genial ensayo realizado hasta el día para dotar a la sociedad burguesa de una estructura política tal que se imposibilite la existencia de todo organismo revolucionario. Unos ejemplos claros de esto fue su intención de volver a recuperar conceptos tradicionales, como destinar a la mujer al trabajo del hogar y a la reproducción, también se instaba a la población (gran potencia que ayudó a estos movimientos a alzarse con seguridad)a volver a los momentos épicos de la historia del propio país, esos momentos fueron los vividos en épocas de la Edad Media.
Además cabe señalar como signo importante que la revolución de la contrarrevolución se venía venir de una forma apagada y silenciosa, pues la llegada al poder de los movimientos fascistas no fue gracias a un golpe de estado como lo hacían los movimientos de viejo cuño (que tiende a confundirse con el fascista pues comparten los mismos enemigos, como los movimientos socialistas, también tienen los mismos amigos, como la derecha y eventualmente la Iglesia y, además, tienen los mismos procedimientos como la violencia)sino que lograron acceder al poder a través de la legalidad, es decir se fueron involucrando en el poder desde adentro de este mismo, usando las constituciones en su propio beneficio y todo esto gracias a la desatenta tolerancia de todo el conservadurismo. ¿Por qué? Porque era necesario variar sustantivamente la estructura del Estado. No bastaba ya resguardarlo, era preciso transformarlo; darle una forma específica que posibilitase exclusivamente la vida de la burguesía, pero que crease para el proletariado revolucionario una atmósfera asfixiante, dentro de la cual no pudiera existir ni una sola de sus organizaciones legales o clandestinas. Porque ellos temían al fantasma del socialismo, el cual les traería revueltas que afectarían a sus instituciones económicas y a sus intereses económicos, también. Temían perder todo control que poseían a través del ámbito económico y político, ya que un régimen social hace que tales libertades se vean coartadas con una mano tirana. En sí, el fascismo revuelve los cimientos que por sí mismos habían combatido revoluciones liberales, es decir, además de perturbar la tradicionalidad que traía el liberalismo, también perturbó los pilares de lo conocido como una contrarrevolución, o sea, un régimen autoritario y firme. Como esta señalado anteriormente, los extremos alcanzados por el fascismo eran desconocidos anteriormente ya que muchos elementos sin comparación los ayudaron a tener un triunfo. En efecto, la revolución es una estrategia, pero también una táctica. Como estrategia tiene sus métodos lentos, sus caminos preparatorios; como táctica, sus ataques inesperados, rápidos, inevitables. La sociedad burguesa, los políticos de la burguesía, a través de una larga experiencia, han podido darse cuenta de la insuficiencia de sus antiguos métodos de defensa. No bastaba ya un aparato defensivo del estado, una organización policíaca, un frente de combate. Era necesario algo más: más que rechazar el ataque, prevenirlo; más que preparar el remedio, matar los gérmenes mismos de la revolución.
Análisis de su triunfo.
El fascismo italiano llegó a ser la expresión más pura del fascismo, sin embargo no tuvo éxito, pues sus estructuras, más bien, sus maneras de organización eran endebles y no trajeron mayores consecuencias positivas a Italia. Pero en Alemania, la situación se dio de distinta manera, pues aquí este movimiento tuvo éxito, no sólo hablando del éxito en su ascensión, sino de éxito también en su desarrollo y los frutos de éste. Una nueva organización estatal de combate contra el proletariado. Más inteligente que los despotismos antiguos y más audaz que las contradictorias repúblicas demo liberales, condenadas a muerte por la Historia.
Todo movimiento fascista supo manejar los medios de comunicación de masas, con el fin de penetrar en tales seres descontentos y desencantados tras la Gran Depresión económica y las consecuencias desastrosas y traumáticas de la Primera Guerra Mundial. Así ocuparon retóricas épicas de fácil entendimiento que causaban pasión y emoción en quienes las escuchaban. Tales retóricas eran de corte nacionalista (que luego encausó aquella pasión hacia una enfrentamiento sin cotejo como la Segunda Guerra Mundial)y violentas (lo cual se demostró en el ensalzamiento del odio colectivo hacia los judíos que ensuciaban la raza aria en Alemania). También esta retórica les alcanzó para promover la vuelta al pasado, glorioso pasado medieval (a pesar que esto no era lo que realmente buscaban).
Empleo antiguas tácticas revolucionarias, aprovecho de las finalidades burguesas las enseñanzas de los movimientos proletarios; y se estratifico en una fórmula que si no lograba un equilibrio total, porque eso es imposible, llega, en cambio, a una enérgica toma de posiciones por parte de la burguesía para sostener su dominio de clase sobre los obreros y los campesinos. Caló tan profundo en ellos, prometiéndoles espacio, atención y preocupación por ellos, además de prometerles un futuro seguro. Les aseguro que sus realidades iban a cambiar y lo hizo. Y este éxito quiso ser imitado por otros países que veían en la organización alemana un gran ejemplo para ascender de sus problemas más bien económicos.
Porque, realmente, lo que preocupa como prioridad en la vida, es la estabilidad económica. Sin embargo con ello no tuvieron que lidiar tan fuerte los fascistas más exitosos, pues alcanzaron metas tan ambiciosas a punta de trabajo e ingenio. Organizaron a la sociedad en corporaciones que trabajaban, cada una, para un fin único, en las cuales había movilidad interna, aunque en ningún caso se debían salir de sus limites (un obrero no podía llegar a ejercer un cargo político, por ejemplo). Pero esto no era disgusto ya que como fruto de su trabajo recibían lo que se merecían un lograron gozar de una alta calidad de vida. Todo este esplendor, en el ámbito personal, se veía reflejado en el nivel de tecnología que alcanzaba el país fascista. En el caso alemán, este estaba nuevamente en posición de reclamar lo que creía perdido, lo que le parecía mal, pues había superado con creces sus niveles de productividad y toda su organización interestatal parecía firme como un roble.
Y esta firmeza se debió a la novedad que traía consigo el fascismo: una vez en el poder (que, cabe recordar que fue accedido en completa conformidad con la ley) no hubo nada ni nadie que los pudiera expulsar, pues su situación estaba descontrolada, o entiéndase también, controlada por el Duce o Fuhrer.
Análisis de su fracaso.
Los niveles de terror que alcanzó fueron impresionantes y, aunque la población estuviese conforme con lo que se les daba, también se traumatizaban con la bestialidad y horrores de holocaustos, asesinatos de personas etc (creando, por ejemplo, la imagen de Hitler como un gran genocida). También el hecho de haber generado la Segunda Guerra Mundial los hizo declinar, porque estos regímenes no la pudieron ganar. Tal vez, si la hubieran ganado no hubiera sido problemático, luego dominar todo lo que habían adquirido, sin embargo no fue así y por ello, la nostalgia de la paz, de la no violencia y de la democracia y libertad se hicieron presentes y en nombre de ellas, el fascismo despuntó hasta desaparecer bajo estos nobles preceptos. Sólo de el quedó el recuerdo. ¿Por qué? Porque también, carecía de una ideología, de unas bases que la asentaran y que les mostraran las directrices del camino o las obras que debían realizar para no sucumbir, para permanecer en la historia, así como el comunismo. Porque, el fascismo era una mezcla de todo, tanto elementos socialistas como ultraderechistas. Era un movimiento antiliberal, antiparlamentario (los destrozó a todos en cuanto llegó al poder), antidemocrático, autoritario, violento, ultra nacionalista, en donde se odiaba a la razón, se exaltaba la voluntad del ser humano con el fin de ser, cada vez, mejor representante de los modelos fascistas, en donde una elite gobernaba, donde el estado era omnipotente, etc. Como sale a la luz, estas características y perfiles de bases eran totalmente repudiadas por los movimientos liberales que observaban, antes con condescendencia y ahora con ira, el sucumbir de su ideología, que al final de la Segunda Guerra Mundial resulto estar todavía enraizada en las mentes de todo el mundo (la Iglesia no se quedaba atrás, de hecho también se opuso a la hegemonía fascista cuando esta comenzó a mostrar sus atrocidades, o en realidad, cuando todos esperaban una reacción de ella frente e esa situación).
Descargar
Enviado por: | Sofia |
Idioma: | castellano |
País: | Chile |