Sociología y Trabajo Social
Familia
1.- OBJETIVOS.
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Conocer las funciones y tareas de la escuela como institución independiente.
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Conocer las funciones y tareas de la familia como institución independiente.
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Analizar cómo es su interrelación, y si esta es correcta para el óptimo desarrollo del niño.
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Proponer una interrelación más idónea, para un mejor desarrollo del proceso de aprendizaje, mediante actividades concretas.
2.- FUNDAMENTACIÓN.
Siendo la familia y la escuela los pilares básicos de nuestra sociedad, y los que más directamente participan en el proceso de aprendizaje del individuo. Me ha parecido importante y muy interesante el que se evalúe la interrelación de ambos.
De todos es sabido que no siempre educadores y padres tienen los mismos conceptos de cómo educar, pero a lo largo de los años se han elaborado técnicas para que a pesar de tener ideas diferentes, se pueda llegar a un punto de equilibrio. Por eso ambas partes deben tener siempre presente que lo más importante es la correcta educación del individuo, ya que cualquier tropiezo en el desarrollo de aprendizaje del mismo puede significar un error con graves consecuencias futuras para la persona.
En este trabajo quiero analizar ambos pilares por separado, para ver el punto de vista de cada uno y su postura, para luego ver cuál es su interrelación actual, viendo sus discrepancias y problemáticas más comunes. Por último trataré de presentar una brevísima propuesta relacional, que desde mi punto de vista sería más correcta y podría acercar posiciones sin menospreciar ninguno de los puntos de vista dados por las partes.
3.- DESCRIPCIÓN.
Para interrelacionar familia y escuela, primero hemos de analizarlas por separado. Por ello este trabajo se divide en dos partes claras; la primera, la parte de análisis de la familia y la escuela como instituciones independientes, cuyas funciones, aunque aparentemente iguales o similares, son diferentes, y con visiones del proceso de aprendizaje distintas y hasta en ocasiones opuestas.
Una vez desarrollada esta parte, llegamos a la conclusión de que el objetivo de ambas instituciones es el mismo, solo que es llevado a cabo desde diferentes frentes.
Y a partir de esta reflexión, se desarrolla la segunda parte del trabajo que consiste en la interrelación de ambas, con el objetivo de conseguir el óptimo desarrollo y aprendizaje del niño/niña.
4.- CONTENIDOS DEL ESTUDIO.
4.1.- La Familia. Aspectos sociológicos de la Institución Familiar.
4.1.1.- Introducción.
Podríamos definir familia como grupo social básico creado por vínculos de parentesco o matrimonio presente en todas las sociedades. Idealmente la familia proporciona a sus miembros protección, compañía, seguridad y socialización.
La estructura y el papel de la familia varían según la sociedad. La familia nuclear (dos adultos con sus hijos) es la unidad principal de las sociedades más avanzada. En otras este núcleo está subordinado a una familia con abuelos y otros familiares. Una tercera unidad familiar es la familia monoparental, en la que los hijos viven sólo con el padre o la madre en situación de soltería, viudedad o divorcio.
En la exclusividad del seno familiar se ha abierto una brecha. La desintegración de la familia puede deberse a que como institución ya no resulta imprescindible para resolver las necesidades del individuo, puesto que el Estado u otras instituciones e incluso personas particulares se han encargado de funciones que antes eran propias de la familia.
Con el desarrollo de la industrialización la familia ha ido evolucionando hasta quedar reducida a su mínima expresión. A ello han contribuido varios factores: la incorporación de la mujer al mundo laboral, la posibilidad de llevar a los hijos a las escuelas infantiles desde los primeros meses de vida, el distanciamiento apreciable entre el lugar de
trabajo y el domicilio, etc. Paralelamente, la posibilidad de divorcio, los anticonceptivos, la independencia económica de la mujer con respecto al marido han debilitado el concepto de núcleo sólido e indivisible y el papel tradicional atribuido al cabeza de familia.
El hombre llega al mundo en un núcleo familiar, social y cultural, en el que va creciendo y en el que se desarrolla como persona. No puede perderse la importante influencia de la familia en los primeros años. Se debe buscar la manera de compaginar el ritmo de la vida moderna, con la atención especial y preferente de los padres hacia los hijos. Ésta atención exige dejar en un segundo plano las funciones profesionales y las relaciones sociales. Por que la familia es fuente de Educación y formación.
Este es el papel principal de la familia de hoy, el de fuerza creadora y dinámica que haga una renovación positiva de la sociedad. Su misión es la humanización de este mundo tecnificado y materialista, llevándole su experiencia de fraternidad.
Se ha pasado de la “familia extensa” a la “familia nuclear”. La historia del progreso humano se puede dividir en tres etapas: estado salvaje, barbarie y civilización; corresponde cada una de ellas, un tipo de familia: promiscuidad, matrimonio de grupo y poligamia y monogamia.
Engels distingue, en la última etapa, entre monogamia en sentido etimológico (típica del proletariado), y monogamia histórica (típica de la burguesía). La monogamia en sentido etimológico se refiere al matrimonio basado en el amor; y la monogamia histórica supone un matrimonio convenido por las familias. Los antropólogos hablan de “familia extensa”, como sistema de organización familiar típico de la sociedad preindustrial. En las sociedades más primitivas existían dos o tres
núcleos familiares, a menudo unidos por vínculos de parentesco, que se desplazaban juntos parte del año, pero que se dispersaban en las estaciones en que escaseaban los alimentos. La familia era una unidad económica: los hombres cazaban mientras que las mujeres recogían y preparaban los alimentos y cuidaban de los niños. En este tipo de sociedades era normal el infanticidio y la expulsión del núcleo familiar de los enfermos que no podían trabajar.
La familia en la sociedad industrial es de tipo “nuclear” (pequeña unidad constituida por los padres y unos dos hijos). Según los estudios de algunos sociólogos, en Inglaterra hay varios tipos de organización familiar, las cuales varían según factores como la industria dominante de la localidad, el medio ambiente rural o urbano, escocés o inglés. Las dos grandes ventajas que presenta la familia nuclear en la sociedad industrial, son la movilidad geográfica y la movilidad social.
Hagamos patente la crisis de la familiar: ha pasado de ser una unidad de producción a una unidad de consumo y la crisis actual corresponde a un momento de cambio y de búsqueda de nuevas formas organizativas. El alto porcentaje de base de nuevas fórmulas familiares en busca de una renovada identidad familiar que se acomode a los grandes cambios sociales.
4.1.2.- La función socializadora de la familia.
La familia es el principal agente o factor de la Educación: incluso podemos decir que es el factor fundamental del ser humano. Su función educadora y socializadora está en base a que como institución, supone un conjunto de personas que aceptan, defienden y transmiten una serie de valores y normas interrelacionados a fin de satisfacer diversos objetivos y propósitos.
La meta de la familia es socializar al individuo. En los primeros años de vida el niño está todo el tiempo en contacto con la familia, y se van poniendo los cimientos de su personalidad antes de recibir cualquier otra influencia. Los padres en este proceso de socialización actúan como modelos que los hijos imitan.
Tras los primeros años de influencia familiar, viene la Educación institucional escolar, que cobra gran importancia.
Hay una abdicación de la familia en la cultura urbana, esto se debe a aspectos como el trabajo de ambos cónyuges, las distancias, los horarios y el pluriempleo, etc. Va siendo reemplazada en la faceta educativa por los mass - media, la escuela, las amistades, etc. Debemos señalar también los factores temporal y espacial, es escolarización y distancia social. Padres e hijos, aportan distintas culturas al hogar, ya que se mueven por ambientes distintos.
El aprendizaje es, junto a la interiorización del otro uno de los dos grandes mecanismos de socialización. El aprendizaje consiste en la adquisición de reflejos, de hábitos, de actitudes, que se fijan en la persona y dirigen su comportamiento. Los procedimientos que se utilizan ahora son: imitación, ensayos y errores, y aplicación de recompensas y castigos.
El proceso de socialización consiste en el hecho de que el individuo aprende por el contacto con la sociedad. El proceso de aprendizaje social se desenvuelve con la gente y entre la gente y por consiguiente, implica siempre relaciones sociales. Se halla el proceso condicionado, por la comunicación de índole interpersonal. Los agentes de socialización están representados por la familia, la escuela, los grupos de edad, los medios de comunicación social, las asociaciones y los
grupos. Unos y otros, van dejando su huella en el individuo, en mayor o menor grado, según las circunstancias espacio - temporales en que se efectúe la inserción de las relaciones entre los hombres.
La socialización es un proceso que dura toda la vida e implica un influjo recíproco entre una persona y sus semejantes. La aceptación de las pautas de comportamiento social tiene importancia en el plano objetivo, por la socialización transmite la sociedad su cultura de generación en generación; y en la vertiente subjetiva nos encontramos ante un proceso que tiene lugar en la persona.
El agente de socialización primero en el orden temporal, y de gran importancia es la familia. En nuestra sociedad, las agrupaciones familiares desempeñan un papel casi insignificante en la vida social del individuo. Los padres ya no aparecen exclusivamente responsables de la Educación de sus hijos; esta función debe ser compartida con el Estado.
De la familia extensa se ha pasado a la familia nuclear. Se habla de una situación de crisis, pero lo cierto es que aun con todos estos cambio, la familia sigue siendo un apreciable agente de socialización.
Cabe apreciar cómo el proceso de socialización tiene carácter de alternancia de la diferenciación y la integración. El orden social queda mantenido en buena medida mediante la socialización y no debido al control social. La mayoría de los miembros de una sociedad se conforman con los valores del grupo. A lo largo de su vida, el hombre va compartiendo valores con los miembros de su grupo.
La escuela es uno de los agentes socializadores más eficaces por que el niño se ve juzgado por patrones diferente a los del hogar.
4.1.3.- La función educadora de la familia.
La familia educa múltiples facetas de la personalidad, a distintos niveles. Lo más superficiales de estos niveles (Educación intelectual, Educación cívica, Educación estética, etc.) son los que pueden confiarse a otras instituciones sociales, como a la escuela. Los más fundamentales, en cambio, como la intimidad y el calor familiar, es muy discutible que puedan transferirse.
Lo que de un modo más insustituible ha de dar la familia a un niño, es la relación afectiva y más cuanto más pequeño es el hijo. En los primeros años de su vida esa corriente afectiva es para él, una verdadera necesidad biológica, como base de la posterior actividad fisiológica y psíquica. Se le inducen actitudes y habilidades necesarias (andar, hablar, respuesta afectiva -sonrisa-; etc.), que, sino se educan en el momento oportuno, luego ya no es posible imprimirlas en el niño.
A medida que el niño va creciendo, cuenta menos el papel condicionante del afecto materno y el familiar para dar creciente entrada a factores externos a la familia, aunque la primera situación nunca llega a romperse del todo.
El papel de la familia consiste en formar los sentimientos, asume este papel no enseñando, sino contentándose con existir, es decir, amando; y la acción educadora se extiende a los padres tanto como a los hijos. Esta formación de los sentimientos abarca: Educación estética, Educación moral y Educación de la sensibilidad. Si en estas cosas falla la familia, es dudoso que alguien más pueda sustituirla. También compete a los padres el educar la voluntad de sus hijos su capacidad de esfuerzo, de entrega y de sacrificio, su espíritu de cooperación y su capacidad para el amor.
La socialización es una de las formas básicas y esenciales de la Educación familiar. El niño entra en contacto con los demás empezando por el contacto con sus familiares. Al niño se les exigen una serie de comportamientos, con el posterior contacto con personas externas a la familia: el grupo de amigos y, sobre todo, la relaciones entabladas en la escuela.
La primera etapa de socialización ha de ser completada con el posterior contacto con personas externas a la familia: el grupo de amigos y, sobre todo, las relaciones entabladas en la escuela.
La acción de otras instituciones sociales ha de consistir sobre todo en cultivar la semilla plantada por la acción familiar. La familia es una magnífica escuela de Educación permanente. Estableciendo en ella un buen clima cultural, un buen nivel de diálogo y una alta calidad de convivencia, todos sus miembros se verán estimulados a trabajar en su perfeccionamiento personal.
La familia se ve sujeta a posibles y frecuentes fallos y defectos que la incapacitan para desempeñar bien su función educadora. Entre tales fallos podemos mencionar el echo de limitaciones económicas (del cual hablaremos a continuación), culturales o sociales que coartarán las posibilidades de Educación de los hijos; desequilibrios afectivos, perturbaciones ambientales o anomalías personales de los padres que marcará quizás para siempre el tono de sus hijos.
Los roles parentales, se forman en parte en la naturaleza, pero es la cultura de cada sociedad quien más contribuye a determinarlos. Es muy frecuente que el padre personifique la autoridad y la madre, el afecto. La exageración o exclusivismo de ambos roles es
muy perjudicial para una buena educación de los hijos. El padre ha de tener autoridad con cariño, y la madre, cariño con autoridad.
En el tipo de rol que cada padre y madre tratan cuenta la experiencia que tuvieron en su edad infantil, la cultura adquirida, las costumbres de la propia clase social y las normas pedagógicas aprendidas.
Las relaciones padres - hijos, los fallos pueden venir tanto de unos como de otros; pero siendo los primeros los que por definición, no deberían tenerlos. Veamos casos más frecuentes y lamentables en los que pueden establecer relaciones indeseables y antipedagógicas:
Padres autoritarios: hay personas que necesitan colmar sus frustraciones dominando a los demás y teniendo los sujetos a su voluntad. La situación de los padres puede posibilitarles el convertir fácilmente a sus hijos en víctimas de sus necesidades despóticas. Causa sufrimiento al niño, lo perjudica y lo trata con injusticia.
Padres permisivos: es el caso contrario. Hay padres flojos y tolerantes que son incapaces de poner límites a las pretensiones excesivas de algunos hijos. El resultado es que, a parte de malcriar a los hijos, los defraudan profundamente.
Padres represivos: la familia reprime muchas cosas en los hijos, precisamente las que la sociedad obliga a reprimir. Algunos ven en esto un mal, puede verse igualmente un bien, todo dependerá del tipo de represiones del que se trate.
Padres explotadores: algunos padres, en vez de considerar su misión como la de posibilitar el lanzamiento de sus hijos para que realicen
su conquista personal de la vida, tratan de sacar de estos el partido que pueden en el cultivo de sus propios intereses individuales.
Padres inhibidos: son los que no cultivan la relación con sus hijos. Se encierran en un mutismo, descuidan los problemas y las ilusiones de sus hijos.
Padres protectores: cultivan demasiado la relación con los hijos, en el sentido de que llegan a decidir por ellos y a imponerles un ritmo de vida perfectamente prefabricados y dulcemente asfixiante.
Según Groothoff, “las relaciones entre padres e hijos son irreversibles”. Los padres han de existir para sus hijos, y no estos para aquellos. Esta relación irreversible entre padres e hijos es propiamente la fuente de la hominización; se experimenta el amor y se enseña a amar, uno es tratado responsablemente y enseña a ser responsable.
De todos los grupos sociales ninguno es capaz de un influjo tan definitivo como el ejercido por la familia y, más en concreto, por los padres sobre los hijos, en el carácter personal e individual de esas relaciones, en la gran frecuencia de las mismas y, sobre todo, en la tendencia del niño a la imitación y, más aún, a la identificación subconsciente con sus padres. Además de estos resortes psicológicos, se dan una serie de circunstancias sociales que hacen de la familia una verdadera escuela en la que se inician los hijos. Se reconoce a los padres al derecho de educar a sus hijos según el propio criterio ideológico (elección de escuela, religión); la mera relación entre hermanos es a menudo una situación una situación de enseñanza y aprendizaje; los padres tienen una actitud educadora hacia los hijos, y la misma vida familiar está llena de estímulos educativos.
El desarrollo de la inteligencia infantil necesita estímulos y contenidos por parte del ambiente. La familia representa un depósito de conocimientos que gradualmente va asimilando el niño.
La familia lleva a cabo algo más que una mera transmisión cultural; ejecuta tres funciones adicionales:
Selecciona lo que se va a transmitir, sacándolo del entorno existente.
Da al niño una interpretación de todo ello.
Valora para él lo transmitido.
El niño, pues, contempla la herencia cultural a través de los ojos de la familia.
Cuentan mucho las actitudes que los padres suscitan en los hijos respecto a los estudios y al interés por aprender. En esto se diferencian las distintas clases sociales. Lo que en general abunda en la clase obrera es una actitud menos favorable a la Educación. En las familias campesinas predomina también menos interés que en otros grupos sociales por los estudios de los hijos; en cambio, las familias de funcionarios, y subalternos, muestran gran interés en los estudios de sus hijos. Por lo tanto las actitudes de los padres son el factor más fuerte de la motivación de los hijos en los estudios. Otros factores serían que a mayores ingresos económicos familiares habría un mejor rendimiento escolar de los hijos, y las perturbaciones emocionales en el hogar ocasionan, por el contrario, un bajón en los resultados académicos. Parece que la misma composición de la familia tiende a determinar también el rendimiento escolar.
E. Frazer menciona que en las familias muy generosas se da un menor rendimiento escolar en los hijos.
Otras investigaciones comentan que a veces presenta un menor coeficiente de inteligencia. Una posible causa sería la relación personal menos frecuente de los padres con cada hijo (menos lenguaje, menos estímulos).
La educación de los hijos en tales familias presenta una serie de peculiaridades:
Los miembros aprenden muy pronto a aceptar las realidades. Cada individuo de esa familia ha de conformarse a tales situaciones, externas a él y más fuertes que él, dejando poco lugar a proyectar su vida a su gusto y talante.
Se da una primacía del grupo sobre el individuo. No puede proceder anárquicamente, tiene que tener en cuenta las necesidades y derechos de los demás. Esto obliga a atender a la situación conjunta.
Entre miembros de familias numerosas se desarrolla una peculiar conciencia familiar. Se dan cuenta de la situación que los distingue de otros individuos.
La familia numerosa tiene una estructura algo autoritaria. Los padres y los hermanos mayores adquieren un papel predominante.
Se incuba la virtud de la cooperación y un espíritu de equipo.
Hay una cierta disciplina, expresión de una regla de convivencia.
Se da una diferenciación de funciones y roles entre los miembros. Cada cual halla bien definida su situación en el grupo (deberes y derechos).
Se da una mayor interacción familiar.
El sistema de familia numerosa aporta cierto equilibrio y cordura en cuanto a la formación integral del niño.
Hay menos proteccionismo hacia los hijos, con lo cual salen más capacitados y con mayor posibilidad de abrirse camino por sí mismos.
Se da un mayor proceso de la socialización de los hijos, han de aprender a adaptarse a las personas, a colaborar con ellas, compartir lo propio.
Las familias de pocos hijos tienen peculiaridades educacionales contrarias al caso anterior, y algunas distintas, son las siguientes:
Tendencia a planificar y a proyectar. Procuran tenerlo todo previsto.
La paternidad es intensiva, más bien que extensiva. Cada hijo es objeto de especial atención y se toman muy en serio las responsabilidades y tareas educadoras.
En la relación interpersonal se da una actitud más cooperativa y una gestión más democrática. Los hijos tienen más oportunidades de expresar sus opiniones y de participar en las decisiones familiares.
Los padres tienden a comparar a sus hijos con los de sus vecinos o conocidos.
Se es ambicioso con respecto a los hijos. Se procura que tengan una profesión prestigiosa, o suban de clase social, o hagan un matrimonio ventajoso.
Los padres intentan satisfacer a sus hijos ambiciones personales que ellos no pudieron realizar. Se trata de un mecanismo de compensación.
Proteccionismo paterno con respecto a los hijos. Se atiende a sus problemas individuales, se los anima, se les dan facilidades y ayudas.
Existe una mayor concentración afectiva en las relaciones interpersonales.
Los hijos se ven sometidos a una ambivalencia afectiva que puede desconcertarlos. Los padres se vuelcan afectivamente en sus hijos pero también son sus correctores y sancionadores.
En la familia pequeña el niño encuentra cierto aislamiento social. Tiene pocas personas con quienes compartir su vida, su juego o su conversación.
El niño se halla sujeto a una muy fuerte compañía de adultos, debiendo acostumbrarse a sus formas de pensar y de sentir, madurando así un poco precozmente.
4.2.- La naturaleza de la Escuela como Institución.
4.2.1.- Introducción.
La escuela forma parte de nuestra vida. De una u otra manera, todo el mundo ha vivido la experiencia escolar sin cuestionarse su importancia, utilidad o razón de ser. Ha ido al colegio, lleva a sus hijos, confía en que vayan sus nietos; y todo esto ¿qué sentido tiene?.
La mayoría de los autores que intentan definir la escuela se valen del concepto de institución, equiparándola a otros grupos similares como, por ejemplo, un hospital.
Esta institución respondería, según Pérez Serrano, a la necesidad social de transmitir una cultura, socializar al individuo y prepararle para que desempeñe un papel en una determinada sociedad.
Como toda institución, su nacimiento está unido a la aparición de la escritura y la lectura. Las primeras escuelas aparecen en el siglo XVII promovidas por órdenes religiosas y caracterizadas por insistir en el método, el latín, la moral y el arte de la retórica. En nuestra sociedad, las directrices sociales y políticas aseguran una enseñanza hasta los 16 años, que, además, es obligatoria.
4.2.2.- Funciones y logros de la escuela.
Puede decirse que la escuela debe cumplir varias funciones:
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Facilitar la asimilación de la cultura social, permitiendo al individuo el desarrollo de sus capacidades, al tiempo que le preparan para adaptarse a la sociedad.
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Contrarrestar los efectos del medio social más inmediato (la familia) para que la persona entre en contacto con otro mucho más amplio.
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Coordinar las influencias del ambiente social en que se mueve la familia para igualar las posibilidades de su desarrollo personal.
Entre los logros que parecen derivarse casi exclusivamente de la escolarización, estarían los siguientes:
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La escuela, especialmente en países en vías de desarrollo, se convierte en el único lugar donde los niños
pueden adquirir el lenguaje. Para la adquisición y el desarrollo del mismo se necesita un ambiente estimulador mínimo, donde el niño pueda aprender a asociar los objetos, los sentimientos, las expresiones faciales, etc., con su significado, con la palabra. Se precisa la interacción con el adulto, que es quien dirige este proceso, pero cuando esta presencia no se encuentra en la familia es necesario recurrir a otra institución para que asuma tales funciones.
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La utilización espontánea de estrategias de memoria y atención, junto con criterios de clasificación más desarrollados y adaptativos como son la forma y la función. Un niño que va a la compra posiblemente irá repitiendo por el camino la lista para no olvidarse de nada, porque le han enseñado a hacer eso para memorizar. El niño escolarizado aprende que hay muchos otros criterios para organizar las cosas, estos criterios son mucho más avanzados y adaptativos.
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La capacidad de resolver problemas sin haber tenido experiencia directa previa de la situación.
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El desarrollo emocional de las actitudes sociales y de los sistemas de autoevaluación. Este punto se relaciona con la confianza en las expectativas de tener éxito o fracasar.
4.2.3.- Visión de los padres.
El niño ha cumplido 6 años y hay que mandarle a la escuela. Es posible que en casa ya haya empezado a leer sus primeras palabras, e incluso a escribir su nombre. También es posible que sus padres se encuentren capacitados para seguir enseñándole todo lo necesarios, y que dispongan del suficiente tiempo para ello, y sin embargo le manden al colegio.
¿Qué es lo que impulsa a llevar a los hijos al colegio?. Además de ser una disposición legal, se confía en la escuela y se espera que ella continúe la labor formadora iniciada por los padres. A veces se espera, incluso, que sea ella quien solucione algunos problemas surgidos en la relación con el niño/a, o una deficiencia ya detectada. Poco a poco se va reconociendo la importancia de que los hijos se relacionen con niños de su edad; se fomenta este tipo de interacción, que se encuentra principalmente en la escuela.
Y los padres esperan que sus hijos sean, ante todo, normales. Las cosas pueden empezar a complicarse si en la comparación el hijo queda en desventaja. Entonces la escuela empieza a convertirse, casi automáticamente, en un punto de referencia para cuantificar la valía del hijo.
Con la adolescencia y las nuevas exigencias educativas, la escuela adquiere un nuevo valor. Las notas se convierten en una inversión de futuro, en un elemento importante de competición personal y social.
Poco a poco se permite que los hijos se integren en el ambiente educativo y, en la medida en que no surjan problemas, los padres se relegan a un segundo plano. Su participación puede verse reducida a un par de reuniones anuales como mucho. La escuela sigue formando parte de su vida, pero no se implican en ella.
4.2.4.- Visión de los alumnos.
Normalmente, es en la escuela donde el niño empieza a formarse una imagen de sí mismo. Es entonces cuando entra en contacto con otras personas iguales a él y con quienes se compara.
Este proceso pasa inadvertido. El niño empieza a emitir juicios sobre su persona basándose en el comportamiento que ha alabado o criticado por el profesor o sus compañeros.
El niño está sometido, por una parte, a lo que vive en la escuela y, por otra, a lo que los adultos le dicen que tiene que hacer en ella. Las distintas expectativas que se el transmiten influyen en su forma de vivir la realidad y de reaccionar ente ella.
La escuela puede convertirse en una importante fuente de gratificaciones y no sólo en el aspecto académico. En general, a todos los niños les gusta ir al colegio. Esto no significa que estén bien adaptados a la situación escolar, pero sirve para detectar a aquellos niños que tienen problemas con ella; dirán abiertamente que no les gusta el colegio.
En conclusión, los niños que comprenden lo que el sistema escolar espera de ellos están mejor capacitados para realizar cualquier tarea con más éxito.
4.2.5.- Visión de los profesores.
La mayoría de las veces la labor del educador es considerada desde una perspectiva romántica. Padres y profesores depositan en hijos y alumnos, un tiempo y un esfuerzo del que sólo a largo plazo podrán ver los resultados.
Seguramente la mayoría de ellos, como otros profesionales, sueñan con lo que será su práctica en la escuela. También ellos han formado parte del Sistema Educativo durante mucho tiempo y habrán sufrido algunas peculiaridades que no piensan repetir. Pero la realidad es otra.
El papel que los profesores tienen que desempeñar no se basa sólo en lo que desean. También existen otras muchas expectativas que provienen de los papeles complementarios al suyo y que interactúan con el del propio profesor.
Por otro lado hay que tener en cuenta el desfase que existe entre la formación que han recibido los profesores, lo que se les pide que hagan y las condiciones en las que tienen que hacerlo.
La percepción que el profesor tenga de la escuela dependerá del momento concreto que está viviendo. En este sentido, cabe destacar las investigaciones llevadas a cabo acerca del modo de pensar de los profesores, como la de Jackson, en la que se recogen una serie de características:
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Los maestros están poco interesados en cuestiones de causalidad. Por ejemplo.- ¿por qué Jaime va tan bien?
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Los maestros tienen persistentes creencias en lo milagroso, están acostumbrados a lo inesperado, de la misma manera en que ha aparecido una dificultad, confían en que pueda arreglarse por sí sola.
Los profesores son profesionales que conocen las teorías educativas y la forma de ponerlas en práctica, pero el contexto escolar está realmente repleto de limitaciones que, en muchas ocasiones, les impide llevarlas a cabo. Estas ideas deben tenerse en cuenta, porque servirán para entender algunas de las causas del fracaso escolar, así como que la solución a muchas de estas dificultades está relacionada con una nueva estructuración que especifique con mayor claridad el papel del profesor y proporcione los elementos necesarios para poder subsanar las dificultades.
En el aula, el profesor es la máxima autoridad. Las dificultades, las sorpresas, el ajetreo, las alegrías y las tristezas son algo que queda de puertas para adentro; es el profesor quien domina la situación. Los niños pasan de un ambiente familiar donde han sido, durante un tiempo, el centro de la atención, a tener que competir con más niños para ganarse el afecto del adulto. En estos primeros años la función del profesor es casi la prolongación de la función paterna.
No se puede olvidar la función evaluativa que asume el profesor cuando un alumno ingresa en su aula. Desde el primer día el profesor va a emitir juicios, casi siempre basados en el comportamiento del niño, acerca de lo que ha hecho bien y mal, que se convierten en una valoración de lo que ha sido la jornada escolar.
4.2.6.- Estructuras educativas.
ORGANOS DE GOBIENO COLEGIADOS:
Las interrelaciones formales y estructurales entre la familia y la escuela, hechas vida en las personas que las componen, tienen su convergencia en los órganos de gobierno de la escuela, ya que es en ellas donde se da la máxima participación coordinada de los diversos componentes de la comunidad educativa, a través, de los representantes elegidos democráticamente. Esta relación queda perfectamente estructurada, puesto que todos los miembros de un órgano colegiado de gobierno tienen las mismas funciones, derechos y deberes, como si fueran una sola persona pero con capacidad de emitir su criterio y su voto distinto.
A través de estas estructuras, familia y escuela coordinan su acción educativa formal, constituyendo un solo todo de cara al objetivo fundamental que las une: la Educación de los hijos.
Una escuela puede establecer todos aquellos órganos de gobierno que juzgue oportunos para su mejor funcionamiento educativo. Pero hay dos que son básicos: El Consejo de Centro y la Junta económica.
El Consejo de Centro es el máximo órgano de participación representativa y colegiada de todos los componentes de la comunidad educativa y cuya misión está entre otras cosas la de dar el visto bueno , para ser aprobado por el director, a la planificación educativa del curso y al presupuesto económico del año presentado por la junta económica, así como a los estatutos de nueva redacción o a cualquier enmienda que se introduzca en ellos. También asesoran al director en el caso de nombramiento o cese de los cargos de responsabilidad educativa, de gobierno y administración y en todas aquellas cuestiones legales que atañen al centro.
El Consejo de Centro está formado entre otras personas a parte del director, secretario, jefe de estudios y profesores, por dos padres de alumnos elegidos por todos los padres.
La Junta Económica es el órgano colegiado del gobierno encargado de supervisar la gestión económica del Centro, controlar las ayudas estatales o de otras entidades públicas que el mismo pudiera recibir y entender en la confección, desarrollo y balance del presupuesto anual. En esta estructura también hay dos padres elegidos por todos los padres del centro.
ESTRUCTURAS NO ADMINISTRATIVAS
El encuentro de los padres y las escuelas se da en la acción educativa diaria, y en las estructuras administrativas que enmarcan esa
acción para hacerla más eficaz. Pero también debe darse a través de otros cauces que, si bien no implican gestiones de gobierno y administración, son, altamente educativas. Entre estos cauces hay que destacar, por su importancia la Tutoría, las Asambleas, y las Asociaciones de Padres.
La Tutoría: Supone la circunstancia normal de encuentro con la escuela en la persona del tutor, como educador que tiene la función de coordinar todas las corrientes educativas que inciden en un mismo alumno. Las entrevistas padres - tutor han de ser periódicas y lo bastante frecuente como para que haya un encuentro entre los padres y cualquier profesor, siempre que se juzgue conveniente. Sin embargo, cuando las circunstancias no lo aconsejen necesariamente, es preferible canalizar la relación padres - escuela a través de la tutoría como punto de relación de todas las diferentes acciones educativas.
Las Asambleas: son importantes, pues los padres deben estar al tanto, no solo del proceso educativo de sus respectivos hijos en particular, sino de la marcha general del centro y de la problemática educativa nacional. En muchas de estas asambleas de padres es conveniente la participación del profesorado, con el fin de unificar criterios y acciones. Pero más importante que estas asambleas informativas son aquellas que tienen como finalidad la formación de los padres.
La Asociación de Padres de Alumnos (o AMPA, Asociación de Madres y Padres de Alumnos): su constitución es libre, pudiendo crearse en un centro escolar cuantas asociaciones juzguen convenientes los padres, únicas personas que pueden decidir en este terreno.
Cada asociación tiene que establecer sus funciones específicas, funciones que debe recoger en el estatuto propio.
Las asociaciones de padres de alumnos están llamadas a potenciar todos los valores que cada padre en particular tiene derecho de poseer, pero a los que solo les es más difícil llegar.
Deben constituir una junta directiva que organice las comisiones específicas: actividades extraescolares, actividades escolares, orientación familiar, acción económica, acción sociocultural.
Esta es la situación presente. El futuro es un reto a todos los educadores para que la relación mutua sea un hecho cotidiano y real, y no un episodio de circunstancias, en los centros escolares. Un reto que tiene carácter de urgencia porque la relación padres - escuela es vital en la Educación de los hijos.
4.3.- Relación familia y escuela.
Históricamente ha existido una ignorancia mutua en la relación familia - escuela, dentro de una gran parte del ámbito educativo, sin embargo ahora hay una tendencia hacia una mayor integración entre todos los educadores, padres y maestros.
Esta tendencia obedece a varias causas:
Sentido que la sociedad actual tiene de la responsabilidad educativa que compete a los padres en la educación integral de los hijos. Estos no deben únicamente reservarse a la atención del desarrollo fisiológico.
Conciencia de que la educación es un fenómeno complejo que necesita de la educación unificada de
muchos educadores. La acción de estos educadores debe de estar fuertemente coordinada.
Sensibilidad existente en todos los ámbitos institucionales de la sociedad para exigir la participación como un derecho. A ello a contribuido el cambio político, que ha supuesto el paso de unas estructuras sociales de carácter piramidal a otras más horizontales.
Ordenamiento jurídico vigente en España, que regula la participación de diferentes personas y grupos en la vida del centro educativo. A pesar de todo esto todavía hay una indiferencia existente en algunos sectores familiares, particularmente entre los padres con los hijos mayores y los de más alta y más baja posición socioeconómica y tener también en cuenta a ciertos padres, excesivamente conscientes de su función participativa, que tratan de inmiscuirse en terrenos escolares que no son de su competencia.
La relación familia - escuela en la educación integral del niño, la podemos ver a distintos niveles: movimiento corporal, afectividad, expresión, libertad, sociabilidad y trascendencia.
A estos niveles fundamentalmente se tiene que dar la acción específica de la familia y la de la escuela de una manera coordinada, ya que sin un perfecto ensamblaje de ambas acciones no puede darse una equilibrada maduración del educando.
Además es de vital importancia una acción educativa común que motive a los educandos a formarse una recia personalidad, capaz de obtener crítica y libremente ante cualquier situación. Tienen que tener una pirámide de valores propios.
En cuanto a la afectividad, el primer aspecto en el que debe darse la consideración entre familia y escuela es entender la educación sexual como un proceso, esta requiere un planteamiento de objetivos escalonados a la que hay que añadir líneas de acción concretas para conseguirlas.
Familia y escuela han de coordinar sus criterios a la hora de establecer los fines últimos y la progresión de los objetivos propios de la edad.
La coordinación de criterios debe de llevar a la coordinación en el modo de educar la sexualidad de los hijos, especialmente en la forma de orientar a cada uno con encuentros individuales, según sus características personales, que es la manera más educada de tratar educativamente la sexualidad, puesto que los ritmos de maduración son diferentes en unos educandos y en otros.
La existencia de complejos condicionan negativamente las capacidades de expresión de la persona y es importante que exista tanto en una como en otra un ambiente distorsionado y un clima de diálogo entre las personas que la componen para que el educando madure con naturalidad.
En cuanto a la educación para la libertad familia y escuela tienen un quehacer compartido, es la orientación personal al educando, una orientación que abarca cuatro frentes. Los cuatro determinantes de su existencia ante los que tiene que tomar una postura personal e intransferible: entidad, valores, estado y profesión.
Cuando la persona busca su propia identidad esta debe apoyarse en personas ya identificadas y seguras de sí mismas, estas
personas deben de ser primordialmente los padres y los educadores escolares. Además la pirámide valoral de padres y maestros puede predeterminar el esquema axiológico de una persona que apenas empieza a asomarse al mundo de los valores.
Lo importante es buscar juntos, educadores y educandos ( familia - escuela), esa verdad que hace auténticamente libres, no tomar actitudes dogmáticas ni imperativas y gradualmente abrir el abanico de las diferentes ideologías que existen en el campo de los valores.
El educador siempre tiene que ser claro y mostrarse seguro. En cuanto a la elección de estado de vida, a la familia y a la escuela le corresponde coordinadamente orientar al niño a decidir. Esta orientación ha de ayudarle a decidir con responsabilidad, conocimiento de causa y compromiso.
Finalmente en la orientación vocacional de los hijos están comprometidos familia y escuela de forma ineludible, aunque algo más en esta última, ya que en la escuela se pone en contacto directo con el mundo científico - cultural.
Otros de los aspectos en los que familia y escuela llevan a cabo una acción común es en la educación para la vida comunitaria. La orientación de ambas instituciones es fundamental en dos campos de la socialización: la amistad y la militancia política.
Por último hay que hacer referencia que tanto padres como escuela también llevan a cabo una acción común en la educación trascendental.
4.4.- Importancia de la colaboración familia - escuela.
En el contexto escolar actual de todos es sabido que en ocasiones las relaciones entre familia y escuela experimentan dificultades, a pesar de que resulta imprescindible esta colaboración entre ambas, y además no es muy difícil lograrla, entendimiento.
Basta recordar que una de las funciones básicas de la familia y de la escuela es la educación, y maduración de los niños, para no tener muchas dudas sobre los beneficios que se derivan de la estrecha colaboración entre ambas.
El desencuentro entre la familia y la escuela vive condicionado por varias causas, que analizándolas y reflexionando sobre estas nos ayudarán a encontrar una solución para que se de la colaboración entre familia y escuela.
Las causas son de dos tipos, por parte de las familias y por parte de los profesores. Las causas que por ambas partes hacen posible el desencuentro son:
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La comodidad: existen padres que piensan que en casa se está mejor, que para qué se van a molestar. Se desde los colegios se hace que la estancia de los padres sea amena, y se hace que estén cómodos.
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La inhibición: muchos padres y madres no quieren colaborar porque piensan que no les incumbe. No sólo es que puedan colaborar, sino que deben hacerlo porque no es meterse donde no les llaman. En la
educación de sus hijos es muy importante su colaboración.
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Incapacidad/Inseguridad: algunos de los padres/madres que no colaboran es porque creen que no tienen una preparación adecuada para hacerlo. Considero que no es necesario ser pedagogo para saber educar. Si hacemos ver a los padres, que son verdaderamente “competentes” a la hora de educar a sus hijos se sentirán más seguros y participarán en mayor medio.
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Ignorancia: algunos padres no saben en que pueden colaborar, desde la escuela han de orientar a los padres para que conozcan en qué y cuando deben colaborar.
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Falta de tiempo: muchos padres no pueden colaborar, no porque no quieran, sino porque no pueden. Desde los colegios se debe hacer un esfuerzo a la hora de hacer los horarios de las actividades, para programarlo cuando mejor convenga a la mayoría de los padres.
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Indiferencia/Desinterés: considero que es la causa más grave. Desde los colegios tenemos que “luchar” para que no llegue nunca a desinteresar a los padres la colaboración con los profesores y por lo tanto la educación y maduración de sus propios hijos. Pero la colaboración no deja de existir solamente por “la culpa” de los padres, los maestros también influyen o a veces son los que no quieren colaborar.
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Autoconcepto omnipotente: consiste en que el maestro se cree que sabe todo y que los padres no le van a enseñar nada, se cree que es la única persona que puede educar a los niños. Debemos de hacer desaparecer estas ideas de estos maestros, pues tienen un grave problema y además se lo crearán a los niños.
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Miedo a perder el protagonismo: muchos maestros tienen miedo, de perder el protagonismo educativo si los padres colaboran. Considero que es porque no entienden la profesión de maestro, un profesor tiene su papel en la educación de los niños, pero debe saber que no es el único que educa. Los padres tienen un papel muy importante y darán otras perspectivas a la educación.
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Falta de tiempo: algunos profesores alegan no tener tiempo, considero que forma parte de su trabajo y por lo tanto debe de ser una excusa. Debemos de hacer un esfuerzo para colaborar con padres.
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Desconocimiento: algunos profesores no conocen porqué, como y/o en que colaboran con los padres. Los profesores deben de conocer todos estos temas. Sería bueno que en los colegios existiera un orientador, que además de orientar a los niños/as dieran las pautas a los profesores de hacia donde deben “caminar”.
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Experiencias negativas: a mayoría de los profesores que han tenido experiencias negativas no quieren volver a colaborar con los padres. Los profesores no debemos tirar la toalla, además sabemos que la colaboración con los padres también nos ayuda en la acción diaria.
Hemos visto las causas por las que la colaboración no se da en la medida que fuera deseable, y he tratado de dar algunas pinceladas sobre lo que se debería de hacer desde los colegios.
4.5.- Propuesta relacional familia - escuela.
En el apartado anterior hemos visto la importancia y la necesidad de la colaboración entre la escuela y las familias. En este punto veremos una propuesta de acciones, comportamientos y actividades, que bajo mi punto de vista debieran llevarse a cabo tanto en la escuela como en las familias, para que exista una buena relación entre ambas.
Hemos constatado que los padres y las madres, no solo pueden, sino que deben participar en la educación de sus hijos. Existen muchos vínculos entre el hogar y la escuela, Midwinter (1973) nos sugiere cuatro frases:
Presentación: el propósito es ofrecer a los padres información sobre la filosofía y los objetivos, las actividades y el funcionamiento general de la escuela.
Exposición: abrir la escuela a la opinión pública facilitando el acceso a ésta y recurriendo a sus funciones sociales y educativas, tales como exposiciones, representaciones teatrales, actividades deportivas, muestras de arte y artesanía, etc.
Mejoras en el local: asegurar que la escuela resulte atractiva y ofrezca un espacio para las actividades de los padres. También añadiría que la escuela ofrezca un local habilitado para las entrevistas con los padres.
Participación: hacer participar a los padres directamente en el proceso educativo mediante asociaciones de padres, actos conjuntos (charlas, cursillos, etc.), actividades en el hogar relacionados con el aprendizaje del niño.
Una propuesta relacional se puede hacer de muchas maneras, yo cogeré como guión las cuatro frases de Midwinter y describiré los tipos de actividades que incluiría en una propuesta relacional familia - escuela.
Dentro de la presentación, algunos de los instrumentos que deban utilizar los profesores son las entrevistas y las reuniones. Las entrevistas son una de las herramientas más importantes que tiene un profesor. Propongo las siguientes entrevistas:
Tipo de actividad (T.A.)
Entrevista con los padres de los niños nuevos en el colegio.
Importancia (IMP.)
Dar a conocer a la nueva familia como funciona el colegio, y como será la estancia del niño en el mismo.
Momento, contexto cronológico (M.)
Al principio de curso o cuando venga un niño/a nuevo al colegio.
Responsables (R.)
El tutor de la clase del nuevo alumno acompañado por el director o el jefe de estudios.
Inconvenientes (I.)
Es una reunión que no puede plantear muchos problemas.
T.A.
Entrevista cuando surja algún problema.
IMP.
Dar a conocer a los padres del joven de lo ocurrido, y cuales son las recomendaciones para que ayuden al niño a superarlo.
M.
Cuando haya surgido un problema con el niño, ya sea de comportamiento o de aprendizaje, etc.
R.
El tutor del niño, ya que es el que mejor conoce al alumno.
I.
El horario puede ser un inconveniente. En cuanto a la propia reunión, puede ser un inconveniente el tratarse temas “delicados” si el niño está presente.
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T.A.
Entrevista al final del curso escolar.
IMP.
Dar a conocer a los padres la evaluación del niño a lo largo del curso, si ha conseguido los objetivos, etc.
M.
Al final del curso escolar.
R.
El tutor del niño, ya que es el que conoce mejor al niño y su evaluación.
I.
Al igual que las otras entrevistas, los horarios pueden ser un inconveniente, pero respecto a la entrevista en si, no debe plantear muchos problemas.
A parte de las entrevistas, las reuniones tienen su importancia. Se pueden hacer reuniones de carácter más general y reuniones por grupos reducidos. Las reuniones que yo incluiría son:
T.A.
Reunión de carácter general al principio del curso.
IMP.
Produce el encuentro entre el “equipo” del colegio y las familias de los niños. Dar a conocer a los padres la información general sobre el funcionamiento del centro.
M.
Al principio del curso escolar.
R.
La directiva del centro, pudiendo estar presentes los profesores del colegio.
I.
Si en las entrevistas podía llegar a ser un problema los horarios, en este caso en mayor medida, ya que juntar a muchos padres/madres es muy difícil.
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T.A.
Reunión por grupos ante una actividad extraescolar.
IMP.
Dar a conocer a los padres los pormenores de la excursión donde se van a hospedar, etc. Aunque se haya mandado por correo es conveniente tener un contacto con los padres.
M.
Cuando se vaya a realizar alguna excursión o salida de más de un día con los alumnos.
R.
El tutor del curso y los profesores encargados de la excursión.
I.
Los horarios, y respecto a la reunión en sí, pueden surgir dudas con los padres, que deberán ser resueltas.
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T.A.
Reunión por grupos ante un problema.
IMP.
Explicar a los padres los problemas que han surgido, y explicarles las actuaciones que llevará a cabo el colegio.
M.
Cuando surja un problema que deben de conocer los padres.
R.
El tutor del grupo conflictivo.
I.
Los horarios son un gran problema.
Pero mi propuesta relacional no se queda en encontrarse con los padres solo en reuniones y entrevistas. Midwinter nos sugería la fase de exposición. En esta fase los padres tienen mucho que decir y que hacer.
Ante una exposición, por ejemplo, los padres podrán ayudar a montarla en el colegio y a dar opiniones sobre posibles temas para cuando se haga una exposición posterior.
En mi propuesta relacional, el colegio debe dar facilidades a los padres, Midwinter lo llama fase de mejoras en el local.
El colegio tiene que dar un local donde puedan reunirse las A.M.P.A.S. también considero que debe haber una sala para entrevistas, una sala que sea cómoda, ya que en algunos colegios las entrevistas son en pasillos, con la falta de intimidad que eso conlleva.
La última fase sería la de participación. El colegio puede organizar charlas en las que participen los padres/madres vayan a las clases para explicar su trabajo, en qué consiste, cuales son los materiales de trabajo, etc.
Como hemos visto, hay muchas cosas que se pueden hacer para mejorar las relaciones entre las familias y la escuela; si mejoramos las relaciones, la colaboración familia - escuela en lugar de ser una utopía será una cosa cotidiana. Creo que no debemos tirar la toalla pues de gran importancia lograrlo.
5.- CONCLUSIONES.
Con este trabajo se ha tratado de analizar los problemas que aparecen en la escuela, en la familia y en la relación de ambas, como pilares básicos de la educación.
Vemos que el esfuerzo ha de ser tanto de padres como de profesores, por eso, en más de una ocasión es necesario un cambio de actitudes para poder enfocar la dificultad desde otro punto de vista, partiendo del respeto y la aceptación.
Algunos procedimientos esenciales como el aprendizaje cooperativo, se convierten en una herramienta imprescindible para superar las diferencias que se pueden producir. Sin dejar de tener en cuenta que en el proceso de aprendizaje, influyen factores tales como el entorno del niño/a y que éste se sienta aceptado y reforzado. Esta aceptación sólo se consigue si familia y escuela llegan al punto de equilibrio necesario para el desarrollo óptimo de éste. Entonces el objetivo se cumplirá.
6.- EVALUACIÓN.
Tomaremos como referentes para realizar la evaluación, la cantidad, la calidad y la eficacia del trabajo. Primero explicaremos que es cada una de ellas.
La cantidad es el número de informaciones fehacientes y novedosas, en relación con los contenidos del curso, que se han aportado en el estudio.
Cuando un estudio se ha realizado de forma rigurosa y con unas técnicas profesionales adecuadas, aporta informaciones de calidad. Y si además el estudio cumple con los objetivos, y la finalidad para la que había sido propuesto, es que es eficaz.
En este trabajo en concreto se ha cumplido con los objetivos que se plantearon en un principio, y con la finalidad que se persigue, que es la de ampliar conocimientos. Además las informaciones aportadas en este trabajo, así como su parte práctica (con la propuesta relacional), se han obtenido mediante técnicas profesionales adecuadas, como es la consulta bibliográfica, realización de fichas de consulta, etc., lo que supone que estas informaciones sean de calidad.
En cuanto a la cantidad, toda la información del trabajo es novedosa y se constituye como complementaria al curso.
Es por todo ello que evalúo positivamente el trabajo realizado.
FAMILIA Y ESCUELA.
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