Psicología
Exploración del discurso en mujeres con trastorno de personalidad del Centro Mental Hogar de Cristo
EXPLORACIÓN DEL DISCURSO EN USUARIAS EN SITUACIÓN DE CALLE CON TRASTORNO DE PERSONALIDAD LIMITROFE QUE HABITAN EN LA HOSPEDERIA DIFERENCIADA MENTAL DEL HOGAR DE CRISTO
ÍNDICE
Introducción………….……………………………………………………………….…………9
1. Formulación del Problema………………………………………………………..………...11
2. Relevancia de la Investigación……………………………………………………….……..15
3. Objetivos……………………………………………………………………….………….....17
4.- Marco teórico
4.1.- Psicología y Discurso……………………………………………………..…………….18
4.2.- Construccionismo Social y Conocimiento Individual………………….……………….19
4.3.- Sujeto y Discurso………………………………………………………………………..20
4.4.- Prácticas Discursivas: Construcción de Realidades………………………………….…22
4.5.- El Sujeto como función del Lenguaje…………………………………………………...24
4.6.- El sujeto desde la Psicopatología………………………………………………………..25
4.6.1.- Organización de Personalidad del Sujeto…………………………………….….27
4.6.2.- Organización de Personalidad Limítrofe del Sujeto…………………….……….29
4.7.- Criterios para el diagnóstico desde DSM -IV - TR……………………………………….31
4.7.1. Criterios para el diagnóstico de un trastorno de personalidad……………………31
4.7.2. Criterios para el diagnóstico del Trastorno Límite de Personalidad (Cluster B)…33
4.8.- Criterios para el diagnóstico de F60.3 Trastorno límite de la personalidad (301.83). Según CIE-10…………………………………………….…………………………………..….34
5.- Marco Metodológico
5.1.- Enfoque de estudio…………………………………………………………………….36
5.2.- Tipo de investigación…………………………………………………………………37
5.3.- Diseño de Investigación…………...…………………………………………………...38
5.4.- Universo y Muestra……………………….…………………………………………..39
5.4.1.- Universo………………………………………………………………….39
5.4.2- Muestra……………………...……………………….……………………40
5.5.- Procedimiento de recolección de Información………………………………………...41
5.5.1.- Entrevista Individual Semi-estructurada en Profundidad………..………41
5.6.- Análisis de Datos………………………………………………………………………42
5.6.1.- Modelos de Análisis del Contenido del Discurso (AC)………………….42
5.6.2. Categorizaciones Previas a la entrevista…………………………………..43
5.6.3.- Modelo de interpretación de categorías pre-establecidas………………...45
6.- Análisis Y Discusión De Los Resultados…………………………………………………..48
6.1.- Especificaciones………………………………………………………………………47
6.1.1. Codificación Axial………………………………………………………...47
6.6.2.- Respecto del Análisis…………………………………………………….48
7.- Conclusiones………………………………………………………………………………...xx
8.- Sugerencias………………….................................................................................................xx
9.-Bibliografía…………………………………………………………………………………..xx
Anexos
INTRODUCCIÓN
“Las voces de los pobres envían
poderosas señales que permiten ver la dirección en que
se deben cambiar las políticas…”
(Narayan y otros)
El factor pobreza ha estado presente en el mundo desde siempre en las diferentes culturas. Hoy en día, en los países más desarrollados la pobreza no ha desaparecido; existe en el tercer mundo, de igual forma en el segundo y en el primero. Se trata de un problema general y ubicuo, en el que poco progreso se ha alcanzado (Whittaker J., 2002).
Los enfermos mentales, de igual modo, han existido siempre, siendo fruto de sociedades enfermas, desigualdades sociales, pobreza y explotación humana, además de innumerables procesos ideológicos que instauran el vacío, el despojo y la falta de significado de la vida (Moreira, V.; 2005, p.64).
A fines del siglo XIX, en vastos sectores de la sociedad chilena, las condiciones de vida en situaciones de pobreza se perpetuaban a través de distintas generaciones. Las precarias situaciones de vivienda, la dureza de las condiciones de trabajo constituyeron una realidad de exclusión social. Es por esto que en Octubre de 1944, el Padre Alberto Hurtado, en su preocupación por la pobreza en Chile, lanza la idea del Hogar de Cristo: "Crear un Hogar para los que no tienen techo”, inaugurándose en 1946 el gran edificio en la comuna de Estación Central, quedando jurídicamente El Hogar de Cristo como fundación de beneficencia.
Hoy en día, esta institución busca acoger a los más pobres entre los pobres, teniendo que abarcar variadas necesidades en el área social, como la discapacidad física y mental, reinserción de jóvenes en riesgo social o la desintegración familiar. Para ello se ha visto en la necesidad de crear organizaciones propias para cada materia. Una de estas organizaciones son las Unidades o Áreas Hospederías, en la que miles de personas pasan anualmente, con las que se desarrolla un trabajo de acción social (www.hogardechisto.cl).
Dentro de estas áreas se encuentra el área de Hospedería Diferenciada Mental, cuyo objetivo es brindar un sistema de alojamiento de carácter transitorio para aquellas mujeres que presentan como condición mórbida primaria discapacidad psíquica y/o mental, en situación de calle o en riesgo de estarlo, mayores de 18 años, favoreciendo la inserción en redes sociales comunitarias. (www.hogardechisto.cl)
El sistema de ingreso hacia esta hospedería, es mediante la derivación directa desde la unidad de Hospedería de Mujeres del Hogar de Cristo u otra Institución pública, generándose un trabajo coordinado de acuerdo a las necesidades que se generan. El motivo de esta derivación es, principalmente el trastorno psiquiátrico que presentan (Retraso Mental, Daño Orgánico, Psicosis, o Trastorno de Personalidad), además de la situación de calle.
Con lo anterior, se lleva a la constitución de un fenómeno importante, ya que se asume que los procesos ideológicos de las culturas son también constitutivos de la enfermedad mental, llevando a todo tratamiento psicopatológico a un desarrollo más complejo de lo que tradicionalmente se cree en el ámbito de psiquiatría o de la psicología clínica, ya que en este caso, se deben priorizar procesos políticos, culturales y comunitarios que posibiliten y preserven la salud mental. (Moreira, V., 2003)
1. FORMULACIÓN DE PROBLEMA
“People are illogical, unreasonable, and self-centered.
Love them anyway”
(Dr. Kent M. Keith)
La unidad de Hospedería Diferenciada Mental cuenta actualmente con 41 usuarias que no han podido ser insertas en un programa de reubicación formal que permita un proceso de rehabilitación psicosocial, hogar protegido o reinserción a su hogar de origen, lo que imposibilita brindar una adecuada respuesta a las diversas demandas de estos grupos debido a sus patologías psiquiátricas. Esto ha generado una complejización en el desarrollo de los programas de reinserción psicosocial establecidos por las áreas hospedería de la Institución, para usuarios en situación de calle o en riesgo de estarlo.
Es en este marco, desde donde el Hogar de Cristo plantea una inquietud laboral en dicha unidad, abriendo la posibilidad a la problemática del presente trabajo.
La labor psicosocial que se brinda en esta unidad lleva a una complejización en su desarrollo con dichas usuarias para su reinserción social, ya que, además del trabajo que se emplea por su condición de calle, presentan trastornos psiquiátricos, que, debido a la gravedad de los mismos, da como resultado en éstas, inseguridad frente a la sociedad, sufren de estigmatización, vulnerabilidad, falta de elecciones personales, carencias familiares, incapacidad de planificaciones futuras, entre otras (Moreira, V., 2005).
Para alcanzar una reinserción o integración social, deben, estas usuarias ser primeramente, aceptadas por la sociedad en la que se encuentran, sin prejuicios por sus enfermedades mentales <además de su situación de calle> ya que, están sujetas a un proceso de mayor estigmatización social que usuarios de otras unidades del Hogar de Cristo (Gobierno de Chile, 2005), debido a las condiciones en que se encuentran, mencionadas anteriormente.
Dentro de las temáticas propuestas por la Unidad, para generar un trabajo de reinserción social satisfactoria, se plantea que se debe generar, entre otras cosas, una visión personal de las mismas usuarias, diferente de la que tienen arraigada, es decir, desde la construcción de nuevos significados en sus vidas, que ya están estigmatizadas por ser pacientes con diferentes trastornos psiquiátricos. Según Capponi “La mayor parte de las enfermedades mentales son síndromes, o sea una constelación de síntomas relacionados entre sí, y con un pronóstico determinado” (citado por Capponi R., 2005, p. 33), desde estos postulados, se aprecia el arraigamiento en la significación de las experiencias personales de cada usuaria, desde un grupo de referencia con un trasfondo cultural periferizado por un discurso médico-psiquiátrico, más que por la situación de calle en la que se encuentran actualmente (Gobierno de Chile, 2005).
Lo anterior, les impide optar a otro tipo de resignificación de sus vidas, ya que los programas de redes de apoyo en los que se encuentran insertas (Cosam, Casa de Mujer, Hogar de Cristo, Instituto Psiquiátrico Dr. José Horwitz, Hospital Salvador, entre otras) parten de la base de sus trastornos psiquiátricos, donde son tratadas primeramente como enfermas mentales, en vez de sujetos capaces, pero con limitaciones.
Entonces, para lograr una reinserción de estas usuarias en la sociedad, es necesario preocuparse preferentemente de la experiencia subjetiva de éstas, lo que es complicado, ya que, es abordable sólo a través de dos vías: la expresión corporal y el lenguaje. “A través del lenguaje el paciente nos autodescribe su subjetividad, a través de su expresión corporal nos muestra con significantes lo que sucede en su vivenciar” (Capponi, R., 1987, citado por Capponi R., 2005, p.45). La indagación en el discurso, y más específicamente, en el contenido de éste que refieren las usuarias de dicha unidad, se acerca a la experiencia de cada una en particular y, por lo tanto, de sus vivencias; implicando una demanda de mayor necesidad, aceptación y comprensión por parte de la sociedad y de ellas mismas, además del esfuerzo en obtener resultados satisfactorios, donde se parte de la base del pronóstico de sus trastornos.
Según Gergen, K. (1996), el proceso por el cual las personas se vuelven sujetos es la autonarración, concepto que hace referencia al cómo éstas construyen explicaciones sobre sí mismas, las que responderían al lugar en el que históricamente y socioculturalmente son posicionadas en determinadas prácticas. Por medio de la autonarración las personas se vuelven sujetos sociales, generan explicaciones del si mismo, de hechos y acontecimientos generados conjuntamente con otros. La autonarración sería entonces un discurso sobre el Yo, una construcción basada en las posibilidades generadas desde lo público.
Este marco de referencia, hace hincapié en la problemática de las usuarias que habitan la Hospedería Diferenciada Mental, ya que, el que puedan construir nuevos significados respecto de las ocupaciones que desarrollan, dependerá de la construcción de sentido que desarrollen de sus propias vivencias y enfermedad psiquiátrica, ejercicio que debe ser llevado a cabo contra un trasfondo cultural y social que permita explicar los significados asociados a sus prácticas particulares.
Pero, al tener esta periferización psiquiátrica mencionada anteriormente, el abandono social que presentan en un intento por el ejercicio, se refiere más a abandono familiar producto del significado social asociado a las patologías psiquiátricas <locura, temor, peligro, etc.>, resultando más dificultoso desarrollar una ocupación en torno al cuidado personal, pues se carece de un reconocimiento como otro validado socialmente para vivir de forma independiente, tomar decisiones, asumir cuidado de los hijos, trabajar, etc. (Gobierno de Chile, 2005)
La problemática se aborda al discurso en sí de las usuarias, donde se plantea el reconocimiento de ellas mismas, a pesar de su condición de calle, de la escasa o nula red de apoyo familiar en la que se encuentran, la estigmatización en la que la sociedad las tiene caracterizadas y sus trastornos psiquiátricos diagnosticados.
Se pretende, desde lo mencionado anteriormente, indagar dentro de un marco de referencia construccionista, el contenido del discurso de las usuarias respecto de sus propias vivencias, en relación a la concepción que manifiestan de sus trastornos mentales y situación de calle; conocer y comprender el significado que cada una de éstas le otorga a sus experiencias de vida, observar mediante el discurso narrado como viven la estigmatización social de sus enfermedades psiquiátricas y la conciencia y noción de enfermedad que presentan, concerniente con aspectos de sus vidas relevantes para ellas, los que consideren perjudicial para su reinserción social.
Al plantear la problemática, surge entonces la interrogante:
-
¿de qué manera, a través del discurso, se puede explorar en las vivencias de las usuarias de la Unidad de Hospedería Diferenciada Mental, en relación a su trastorno psiquiátrico y su situación de calle?
2.- RELEVANCIA DE LA INVESTIGACIÓN
“…Ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre, en todos los segundos
en todos los rincones…”
(Silvio Rodríguez)
El Hogar de Cristo se encuentra actualmente en un momento de planificación estratégica, dentro su plan, se incluye a las áreas hospedería, en el caso del área de Hospedería Diferenciada Mental, el equipo técnico plantea objetivos para este cambio a implementar. Dentro de éstos se encuentran la creación de programas que fomenten la reinserción social de las usuarias, adoptar paulatinamente el concepto de persona capaz pero con limitaciones, en vez de discapacitado mental y tener a la base la noción de sujeto de derecho.
En este marco, es donde se demanda la posibilidad de investigación. El grupo de participantes escogido, son usuarias con Trastornos de Personalidad Limítrofe (TLP), ya que, desde un enfoque referencial psicológico, el TLP es un trastorno relativamente común que genera un deterioro considerable en la vida de todo individuo, encontrándose en el límite de la neurosis y la psicosis, es decir, un paciente casi psicótico, a pesar de la falta de apoyo empírico para la concepción de este trastorno (Beck, A.; Freeman, A; y otros, 1995), como características en estos pacientes, se espera que puedan actuar sin problema si se sienten tranquilos, son de mejor pronósticos que los demás trastornos, debido a las características estructurales de la organización de su personalidad, ya que la calidad de las relaciones interpersonales (objetales), el grado de integración de las normas sociales, la prueba de realidad y los sentimientos de realidad son alterados en éstos, sin que se pierda la capacidad de realidad, como ocurre en otros trastornos. Estos criterios pueden complementar las descripciones de conductas en éstos y, por lo tanto, aumentar la precisión de análisis en una intervención (Kernberg, O.; 1999).
La elección de este perfil de trastorno psiquiátrico <para esta investigación> en vez de diagnósticos psicóticos, daño orgánico u otro, es debido a que las usuarias con trastorno de Personalidad Limítrofe presentar juicio de realidad. En los Trastornos de Personalidad se mantiene el juicio de realidad, es decir, la capacidad de diferenciar el si mismo, el yo, de lo que es no yo, lo que no es uno mismo, diferenciar el origen intrapsíquico del externo de los estímulos, mantener empatía con criterios sociales comunes de realidad a diferencia de las estructuras psicóticas y otros trastornos, donde esta capacidad se encuentra ausente (Gomberoff, L.; 1999), lo que llevaría a un desarrollo de sus discursos más coherentes en tiempo y espacio, objetivos más claros y constantes, desde una visión autorreferencial de éstas más estable, pudiendo compartirlas en una discusión de mejor proyección psicoterapéutica, que si se indaga en primera instancia con usuarias que presentan otro tipo de trastornos.
3. OBJETIVOS
3.1. Objetivo General
-
Explorar las vivencias de las usuarias con trastornos de Personalidad Límite, que habitan en la Hospedería Diferenciada del Hogar de Cristo, a través del discurso de éstas.
3.2. Objetivos Específicos:
-
Comprender las construcciones de las experiencias de las usuarias, basadas en la interpretación que hacen de ésta, respecto de su situación en el hogar de cristo.
-
Describir los relatos de las usuarias, en relación a sus experiencias antes de habitar la hospedería diferenciada mental
-
Entender la conciencia y noción de enfermedad que presentan las usuarias.
4.- MARCO TEÓRICO
“Entre más responsabilicemos a la enfermedad, mas
perderemos de vista la salud; es una estrategia en que el victimario
se convierte en víctima”
(Guillermo Borja)
4.1.- Psicología y Discurso
Desde una perspectiva tradicional, las ciencias sociales han utilizado el lenguaje como una herramienta útil, ya sea para transmitir información o analizable como objeto de estudio. Específicamente en la psicología, este enfoque ha venido a definir, explicar y analizar la realidad, sea esta social o psicológica; en que, un rasgo característico de esta realidad es la existencia externa e independiente, donde no se puede negar un sustrato natural que resulte real, pero las formas en las cuales esa realidad es entendida a partir de relaciones sociales no pueden ser definidas externamente como preexistentes a las interacciones, más aún, desde una perspectiva desde la cual la realidad es un efecto del lenguaje, todo acceso a ella se ve, de igual modo, cruzado por el lenguaje (Echeverría, R.; 2002). Es en este contexto donde la práctica de la Psicología se ha venido desarrollando, como refiere Ibáñez “la psicología pretende constituir un conocimiento tan científico como esto sea posible acerca de la compleja realidad psicológica que solicita su atención” (Ibáñez, T.; 1994; p.261). Con esto, el que la psicología trabaje bajo supuestos de realidad externa e independiente, resulta poco claro desde una tradición de trabajo discursivo, ya que un enfoque discursivo del análisis de la realidad social, pretende entregar elementos de investigación que permitan formar articulaciones y comprensiones teórico-prácticas dentro de la psicología.
Esta perspectiva implica que las construcciones que se realizan de constructos como sujeto, respondan a una nueva dimensión dialéctica (Echeverría, R.; 2002), con esto se postula que la persona es un principio explicativo, un principio que otorga coherencia a las acciones que realiza. Estas acciones se toman, por lo tanto, como manifestaciones del ser, el que es el factor determinante para comprender el modo de actuar de los sujetos. Dentro de esta perspectiva, se plantea que la persona es una explicación basada en las acciones que emprende el individuo, y que a su vez se constituye como la suma de sus relaciones con los demás; donde las individualidades serán diferentes, dependiendo del sistema en que el sujeto se encuentre inserto en un determinado momento.
4.2.- Construccionismo Social y Conocimiento Individual
El Construccionismo Social resalta la importancia de lo social en la comprensión de las personas, y aunque se tiende a comprender al individuo y a la sociedad como dos entidades separadas que se influencian mutuamente, se entiende pues, que lo individual y lo social son inseparables. Desde esta visión, las personas se comportan en función del significado que la realidad tiene para ellas, generándose una interacción colectiva entre personas de diferentes situaciones de vida social. Es justamente en este énfasis de la interacción de la relación lo que permite entender que la comprensión construccionista del trastorno de personalidad no olvida al sujeto, sino que lo considera participante activo del significado en construcción, cuyos significados se generan colectivamente mediante el lenguaje, que es específico en un momento histórico y de una cultura determinada (Gergen, K.; 1996).
Se considera en esta investigación, la construcción psicopatológica de los trastornos de personalidad como el imaginario social a la base, para continuar con la construcción del propio discurso de las usuarias, ya que, desde el enfoque construccionista, se considera al autoconcepto, más que una estructura cognitiva privada y personal del individuo, como un discurso acerca del Yo, el que sería la representación de los lenguajes disponibles en la esfera pública (Gergen, K.; 1996), por consiguiente, el relato de las usuarias, se presentará como un relato acerca de relatos, y más en particular, acerca de relatos del Yo. A causa de la familiaridad del discurso, los relatos sirven como medios críticos a través de los cuales las personas se hacen inteligibles en el seno del mundo social, utilizando la forma del relato para identificarse con otros y con ellos mismos (Gergen, K.; 1996).
Para el objetivo de esta investigación, se considera relevante este marco teórico, ya que las usuarias, en la elaboración del discurso de sus propias vivencias, irán construyendo su realidad personal, donde se identificarán con sus pares, tanto dentro y fuera de la hospedería y por ende con ellas mismas, tomado como base teórica su diagnóstico psiquiátrico y la construcción cognoscitiva de éstas.
4.3.- Sujeto y Discurso
Un supuesto básico para esta investigación es que el discurso resulta ser el lugar desde el cual se construye sujeto, más aún, resulta en un proceso dinámico por el cual el sujeto produce su realidad, pero a la vez se produce a sí mismo. Ahora bien, este sujeto como producto y productor discursivo, resulta sujeto social y sujeto individual, distinción que es importante de recordar, pues el análisis se mueve en estos dos niveles, un sujeto que resulta teórico, un lugar de posibilidad y otro que es creativo en el proceso de producción discursiva, un sujeto “sujetado”, pero que es dinámico (Gergen, K.;1995).
La Práctica Discursiva sería constituyente de la individualidad, en cuanto la Conciencia individual (el psiquismo), se conforma como tal al ser llenada de signos en el proceso de interacción social. Por tanto, los sujetos (individuales) son funciones derivadas de los enunciados con lo cual, el “yo” sería una realidad individual, producto de las relaciones sociales, que siempre son relaciones de poder. La racionalidad de la acción y el comportamiento no surgen desde procesos ubicados en el interior de los sujetos individuales, sino que desde un tipo de vida cultural, y formas de acción, producto de la participación en un sistema que está previamente constituido en las formas del lenguaje; donde el sujeto es concebido como producto de sus relaciones y realización particular de las estructuras y configuraciones sociales en que habita, no en un sentido determinista, que asigna mecánicamente su constitución a las circunstancias externas. Más bien, se concibe al sujeto como una posición (posición-sujeto) o función (función-sujeto) de relaciones de fuerza, donde éste no se encuentra completamente disuelto en lo social, sino mediante el pliegue de estas fuerzas sociales sobre si mismas, se posibilita la capacidad de afectarlas y afectarse a sí mismo (Gergen, K.;1996).
Por tanto, desde este enfoque, la capacidad reflexiva tiene un papel de relevancia en el proceso de constitución y cambio del sujeto. Por medio de este proceso, la conciencia se vuelve sobre sí misma y permite que se hagan visibles los presupuestos y las premisas que organizan las prácticas, las relaciones, acciones y las formas de pensarse (Gergen, K.; 1996).
4.4.- Prácticas Discursivas: Construcción de Realidades
Los objetos, incluso los sujetos, se constituyen en tales por medio de la comunicación humana, situándose en la esfera de los signos, instituyendo con ello su significado en la interacción, situándose necesariamente en una comunidad determinada. Los términos con los que el sujeto da cuenta de su realidad y de él mismo, resulta ser un producto del intercambio social de significados, los que están situados histórica y culturalmente (Foucault, M.; sin año de publicación).
Vayreda (1995), refiere respecto de las prácticas discursivas, que éstas producen significados en función de la relación que establece entre distintos elementos. Estos elementos son los participantes de la interacción (narradores para Vayreda) y la relación que se entabla con el texto y el contexto; en otras palabras, la forma por la cual preferentemente se explica la “realidad” en condiciones de tiempo y espacio determinadas. Como resultado de estas relaciones se posibilita el surgimiento de ciertas subjetividades, a la vez que una particular manera de negociar con el aspecto formativo de ellas.
Con lo anterior, se hace referencia a las realidades construidas desde estas prácticas, mas aún, a la construcción de subjetividades desde estas racionalidades y a la especial forma de negociación de significados que surgen desde ellas. La forma en la cual este proceso se genera, da cuenta de estructuras enunciativas, pues el discurso, entendido como enunciado, establece sus propias coordenadas, construyendo un espacio, un tiempo y actores; cada discurso se presenta a sí mismo de determinada manera, orienta su propia lectura o interpretación (Vayreda, A.; 1995).
Este mismo autor refiere que para conocer el significado de un enunciado, debe ser insertado en un contexto determinado, sin el cual no pasa de ser una entidad abstracta. Por lo anterior, ese contexto no puede ser considerado extra lingüístico o extra discursivo, sino que debe ser un elemento integrante de la significación del enunciado.
Por otro lado, el surgimiento del sujeto se encuentra dentro de este entramado, sin embargo, surge la pregunta por la construcción común del significado a partir de lo antes expuesto. Para Gergen (1996) el problema lo configuran “Los orígenes comunes del significado”, para este autor la definición de significado comúnmente se realiza en términos de significado individual, como un tema de simbolización interna del mundo externo; pero no se la define como un problema de surgimiento del significado en relación a otros, es decir, como es que un significado circula y se vuelve inteligible para una sociedad, más aún, para un grupo determinado.
El que un grupo comparta significados se relaciona, principalmente, con las reglas de interpretación, las cuales se encuentran incrustadas en el seno de las comunidades, estas reglas determinan el cómo son leídos los significados en un grupo determinado, de este modo, cada comunidad comparte el conjunto de reglas de interpretación por medio de las cuales cada persona se apropia del significado.
Para Gergen (1996) comúnmente los sujetos acostumbran a relacionarse entre ellos mismos como si los otros se presentaran en lenguaje hablado o escrito (significantes), lo que asegura la información acerca del estado del emisor (lo significado), sin embargo, al explorarse el dominio de los significantes para encontrar el significado, se encuentra que cada significante es en sí mismo vacío, su significado está desplazado. Constantemente se conduce a otros significantes, los cuales informan de la naturaleza precisa del significante en cuestión. Pero, este aplazamiento del significado resulta también temporal, pues los significados que intentan dar cuenta de lo “significado”, se encuentran vacíos también, con lo cual, el significado no puede fijarse, cada elección se vuelve sobre otra interrogante. Con ello significado asociado a significante no se deriva de la relación con un proceso efectivo de intercambio, sino de su relación con otros significantes.
Desde este punto, entonces, el juego de significantes resulta tal en función de su relación al lenguaje, ello porque es solo posible dentro de él, por otra parte, este juego se incrusta en el accionar humano, de tal manera que el proceso por el cual la relación se torna dialógica y operativa, genera un mundo de realidades.
4.5.- El Sujeto como función del Lenguaje
Para Abril (Lozano, J.; Peña-Marín, C. y Abril, G.; 1993) es importante señalar la duplicidad en la noción de sujeto, pues será considerado tanto productor como producto del discurso, al tiempo que su existencia se presenta como una realidad empírica, esto es como autor del texto o emisor del discurso situado histórica y biográficamente. Para este autor el discurso es el lugar de construcción del sujeto, por medio de éste, el sujeto construye al mundo como objeto y se construye a sí mismo, resulta ser un sujeto que podemos conocer por su discurso, por cómo se presenta a sí mismo y como responsable del conjunto de operaciones puestas en marcha a lo largo de un texto, este sujeto (teórico) es el sujeto de la enunciación, el cual no debe ser confundido con el sujeto (empírico) emisor o autor, el autor el cual produce el texto.
Las personas son seres lingüísticos, en tanto individuo, son un tipo de ser vivo que, como condición de su propia existencia, vive constreñido a su capacidad de generarle un sentido a su vida, siempre interpretándose a si mismo y al mundo al que pertenece. “Nuestra identidad está directamente asociada a nuestra capacidad de generar sentido a través de nuestros relatos. Al modificar el relato de quienes somos, modificamos nuestra identidad” (Echeverría, R., 1996, citado por Echeverría, R., 2006, p.56). El individuo, como tal, no puede ser separado de su relato, ya que ese relato es constitutivo de lo que el individuo es, puesto que es, en los relatos que realiza acerca de el mismo y de los otros, donde genera lo que es. (Echeverría, R., 2006)
La concepción de identidad con la cual trabaja Gergen (1996), no niega la existencia del sustrato individual que configura el sí mismo, entendido como el sustrato de lo individual que configura identidad; pero, según este autor, en la conformación de la identidad confluyen elementos sociales y culturales, los cuales permitirían dar cuenta de su producción, mantención y cambio. “El desarrollo humano puede ser considerado de un modo fructífero como un rasgo constitutivo de un proceso social más amplio” (Gergen, 1996, p. 330).
En términos discursivos, tal producción de identidad está siendo constantemente negociada y posicionada histórica y socio-culturalmente, de tal modo que su estructura se conforma sobre la base de las posibilidades que entregan las prácticas en las cuales cada individuo está inmerso. La posibilidad de cambio, se encuentra en la negociación colectiva de significados, el significado de la experiencia de identidad puede ser expresado sólo a través de categorías útiles de los discursos que la generaron. (Gergen, 1996)
4.6.- El sujeto desde la Psicopatología
En la práctica clínica, en el encuentro interpersonal con otro ser humano, se detectan cuatro condiciones clínicas reflejadas en el vivenciar de la persona con la cual se está interactuando. Son el vivenciar normal, neurótico, psicopático y psicótico. Para hacer tal distinción se recurre a la psicopatología, disciplina en parte científica, en parte práctica que trata de las anormalidades psíquicas, dando especial importancia a las que constituyen síntomas de enfermedad mental (Mira y López, E., 1993).
En términos muy generales, se recalca que las neurosis son reacciones a situaciones cuyo síntoma fundamental es la angustia; lo psicopático se refiere a alteraciones en la manera de ser, que se desarrolla o despliega en la biografía de la persona y finalmente, las psicosis son situaciones clínicas en las que el sujeto pierde el juicio de realidad, producto de un proceso cerebral que significa un daño orgánico del cerebro, que puede ser reversible, muy ocasionalmente. (Mira y López, E., 1993).
Desde la psicopatología se exploran las siguientes funciones de la mente: conciencia, orientación, percepción, memoria, curso y contenido del pensamiento, inteligencia, afectividad, instintos y psicomotilidad. Del estudio de estas funciones, depende la pesquisa de síntomas que orienta al profesional de la salud hacia la patología que presenta un presunto enfermo (Mira y López, E., 1993).
En el caso del diagnóstico de un trastorno de personalidad, se torna complejo en el campo de la psicología y psicopatología, y ha sido definida de distintos modos por diversos autores, dependiendo de los modelos teóricos a la base (Florenzano, R., Carvajal, C., y Weil, K.; 2003). La definición sugerida por la OMS es la siguiente:
“Un patrón enraizado de modos de pensar, sentir, y comportarse que caracterizan el estilo de vida y modo de adaptarse único de un individuo los que representan las resultantes de factores constitucionales, evolutivos y sociales. Estos patrones comportamentales tienden a ser estables y a afectar a múltiples dominios conductuales. Se asocian frecuentemente, pero no siempre, con grados variables de malestar subjetivo y de alteraciones del funcionamiento social”. (Florenzano, R., Carvajal, C., y Weil, K.; 2003; p. 161)
En este grupo de trastornos psiquiátricos, se agrupa aquellos individuos que poseen rasgos de personalidad alterados de tal modo que entran en conflicto, en mayor o menor grado, con su medio ambiente interpersonal, además constituye al mismo tiempo una categoría diagnóstica controvertida, ya que esta secuencia de interacciones tiene especial relevancia en la niñez y adolescencia, llevan a la formación de una estructura progresivamente estable, que en el adulto joven alcanza una definición más clara y perdurable. (Florenzano, R., Carvajal, C., y Weil, K.; 2003)
4.6.1.- Organización de Personalidad del sujeto
El Yo puede ser conceptuado como estructuras lentamente cambiantes, o configuraciones, que determinan la canalización de los procesos mentales (Kernberg, O., 1984, citado en Kernberg, O., 1999).
“La Organización estructural de Personalidad desarrolla la función de estabilizar el aparato mental, mediando entre los factores etiológicos y las manifestaciones conductuales directas de la enfermedad. Sin considerar los factores genéticos, de constitución, bioquímicos, familiares, psicodinámicos o psicosociales que contribuyen a la etiología de la enfermedad, los efectos de todos ellos, se reflejan con el tiempo, en la estructura psíquica del individuo, la cual se vuelve entonces la matriz subyacente de la que se desarrollan los síntomas de la conducta”. (Kernberg, O., 1999; p.3)
Desde esta definición, se plantea la existencia de tres tipos de organización de personalidad: Neurótica, Límite y Psicótica. En las cuales, la estructura neurótica de la personalidad presenta una organización defensiva que se centra en la represión y otras operaciones defensivas avanzadas o de alto nivel, la limítrofe y psicótica se encontraría en sujetos que muestran una predominancia de operaciones defensivas primitivas que se centran en el mecanismo de escisión. El juicio de realidad se conservaría en la organización neurótica o límite, pero estaría gravemente deteriorada en la psicótica. (Kernberg, O., 1984; citado en Kernberg, O, 1999)
Por otro lado, tomando como referencia los postulados de Beck (1995), los sujetos se organizan por medio de estructuras o esquemas más o menos estables en el tiempo, los cuales serían las estructuras básicas de la que dependen los esquemas cognitivos, afectivos y motivacionales. Los sujetos, al asignarle significados a los acontecimientos, las estructuras cognitivas inician una reacción en cadena que culmina en los tipos de conductas que se atribuyen a los rasgos de personalidad. “Las pautas conductuales que comúnmente adscribimos a los rasgos o disposiciones de personalidad…(…)…representan en consecuencias estrategias interpersonales desarrolladas a partir de la interacción entre las disposiciones innatas y las influencias ambientales” (Beck, A., Freeman, A y otros; 1995, p. 55). La concepción que se adquiere de organización de personalidad desde esta teoría, tiene en cuenta el papel desempeñado por la historia del sujeto, en la conformación de sus pautas de pensamientos, sentimientos y acción.
Desde lo anterior, se postula cada individuo tiene un perfil único de personalidad, que consiste en los diversos grados de una situación particular, que es posible comprender mejor las estructuras, funciones y procesos de la personalidad si se examinan las actitudes, los sentimientos y la conducta del sujeto (Beck, A., Freeman, A y otros; 1995).
4.6.2.- Organización de Personalidad Limítrofe del Sujeto
Continuando con la teoría de Beck (Beck, A., Freeman, A y otros; 1995), los programas cognitivo - afectivo - motivacionales, serían los que deciden la conducta del individuo y lo hacen distinto de las otras personas. En el caso de los sujetos con trastorno de personalidad, presentan desviaciones respecto de las otras personas, en el sentido de cómo procesan los datos sobre sí mismas y sobre los demás a un nivel de organización cognitiva. Estos sujetos, presentan las mismas conductas repetitivas en muchas más situaciones que las otras personas, lo que los lleva a funcionar desde esquemas inadaptados de la organización de la personalidad.
En el caso de los sujetos con Organización Limítrofe de la Personalidad, presentan una intensidad de reacciones emocionales, inestabilidad de sus estados de ánimos, pudiendo pasar abruptamente de un ánimo profundamente deprimido a una agitación ansiosa o a una ira intensa; emprenden, de modo compulsivo acciones que más tarde reconocen como irracionales y contraproducentes. Lo típico, es que presenten un patrón de problemas erráticos, incongruentes, impredecibles, y que puedan funcionar con competencia y eficacia en algunas zonas de sus vidas, mientras que presentan dificultades enormes en otras (Beck, A., Freeman, A y otros; 1995).
Para Kernberg (1999), las personas con organización límite de la personalidad, presentan difusión de identidad, con existencia de prueba de realidad. En este tipo de sujetos, los síntomas tienden a fundirse con dificultades caóticas difusas y generalizadas, que reflejan un grave mal funcionamiento de la personalidad. Dentro de los síntomas presentes en sujetos con este tipo de organización de Personalidad, se mencionan los siguientes como particularmente importantes (Kernberg, O., 1999):
Ansiedad, la cual se manifiesta de manera crónica, difusa y libre y flotante.
Neurosis polisintomática, donde se presentan dos o más de los siguientes:
Fobias múltiples
Síntomas obsesivos compulsivos, con calidad de pensamiento y acción “sobrevaluados”
Síntomas múltiples de conversión, elaborados o raros, especialmente si son crónicos.
Reacciones disociativas, especialmente “estados de ensoñación” histéricos y fugas, y amnesia acompañada de trastornos de conciencia.
Hipocondrías
Tendencias paranoides e hipocondríacas.
Tendencias sexuales perversas polimorfas, con desviaciones sexuales con variadas tendencias perversas.
Estructuras de personalidad prepsicótica clásica
Neurosis y adicciones por impulso
trastornos del carácter de menor nivel.
4.7.- Criterios para el diagnóstico desde DSM -IV - TR
4.7.1. Criterios para el diagnóstico de un trastorno de personalidad
Desde los criterios de este manual, los trastornos de personalidad se clasifican dentro de tres grupos o Cluster diferentes, los que se basan precisamente, por compartir similitudes en sus características.
El caso del TLP se encuentra dentro del Cluster B. En este Cluster se incluyen, además los trastornos antisocial, histriónico y narcisista de la personalidad. Los sujetos que presentan estos tipos de trastorno, suelen parecer dramáticos, emotivos o inestables.
Dentro de las características diagnósticas para un trastorno de personalidad, la Asociación Americana de Psicología, plantea:
“Los rasgos de personalidad sólo constituyen trastorno de la personalidad cuando son inflexibles y desadaptativos y cuando causan un deterioro funcional significativo o un malestar subjetivo. La característica principal de un trastorno de personalidad es un patrón permanente de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto y que se manifiesta en al menos dos de las siguientes áreas: cognoscitiva, afectiva, de la actividad interpersonal o del control de impulsos” (López-Ibor, J. y Valdés, M.; 2003; 766)
El diagnóstico de los trastornos de personalidad requiere una evaluación de los patrones de actividad del sujeto a largo plazo, y las características particulares de la personalidad que definen estos trastornos, también tienen que diferenciarse de las características que surgen como respuesta a situaciones estresantes específicas o a estados mentales más transitorios (López-Ibor, J. y Valdés, M.; 2003).
Dentro de los criterios establecidos para diagnosticar un trastorno de personalidad, se encuentran (López-Ibor, J. y Valdés, M.; 2003; p. 769-770):
Un patrón permanente de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto. Este patrón se manifiesta en dos (o más) de las áreas siguientes:
cognición (p. ej., formas de percibir e interpretarse a uno mismo, a los demás y a los acontecimientos)
afectividad (p. ej., la gama, intensidad, labilidad y adecuación de la respuesta emocional)
actividad interpersonal.
control de los impulsos.
Este patrón persistente es inflexible y se extiende a una amplia gama de situaciones personales y sociales.
Este patrón persistente provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
El patrón es estable y de larga duración, y su inicio se remonta al menos a la adolescencia o al principio de la edad adulta.
El patrón persistente no es atribuible a una manifestación o a una consecuencia de otro trastorno mental.
El patrón persistente no es debido a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) ni a una enfermedad médica (p. ej., traumatismo craneal)
4.7.2. Criterios para el diagnóstico del Trastorno Límite de Personalidad (Cluster B)
Dentro de las características esenciales para el trastorno límite de personalidad, se encuentran que es un patrón general de inestabilidad en las relaciones interpersonales, autoimagen y la afectividad, y una notable impulsividad que comienza al principio de la edad adulta y se da en diversos contextos.
Dentro de la sintomatología, se encuentra que este tipo de sujetos, presentan un patrón de infravaloración de sí mismos en el momento en que están a punto de lograr un objetivo, como el dejar los estudios justo antes de graduarse, o destruir una buena relación en el momento en que parece claro que la relación podía tener continuidad. Algunos sujetos, además presentan síntomas similares a los psicóticos, como alucinaciones, distorsiones de la imagen corporal, ideas de autorreferencia y fenómenos hipnagógicos, entre otras; durante periodos de alto estrés para ellos. Estos sujetos se pueden sentir mas seguros con objetos transitorios como un animal doméstico, que con relaciones interpersonales.
Como resultado del comportamiento en estos sujetos, es habitual el auto inflingirse malos tratos, intentos de suicidios fallido que puedan producir minusvalías físicas. Son frecuentes en este tipo de sujetos las pérdidas laborales, interrupciones en los estudios y las rupturas matrimoniales. En las historias de vida de la infancia de estos sujetos frecuentaron malos tratos físicos y sexuales, negligencia en sus cuidados, conflictos hostiles y la pérdida temprana o la separación parental.
El patrón más habitual presente en este tipo de trastornos es, una inestabilidad crónica en el principio de la edad adulta, con episodios de grave descontrol afectivo e impulsivo y altos niveles de utilización de los recursos de salud mental y general. El deterioro causado por el trastorno y el riesgo de suicidio son mayores en los primeros años de la edad adulta y van desapareciendo gradualmente con la edad. Aunque la tendencia a las emociones intensas, a la impulsividad y a la intensidad en las relaciones acostumbran a persistir toda la vida.
4.8.- Criterios para el diagnóstico de F60.31 Trastorno límite de la personalidad (301.83). Según CIE-10
Un patrón general de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y la efectividad, y una notable impulsividad, que comienzan al principio de la edad adulta y se dan en diversos contextos, como lo indican cinco (o más) de los siguientes ítems:
1. Esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginado. Nota: No incluir los comportamientos suicidas o de automutilación que se recogen en el Criterio 5.
2. Un patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas caracterizado por la alternancia entre los extremos de idealización y devaluación.
3. Alteración de la identidad: autoimagen o sentido de sí mismo acusada y persistentemente inestable.
4. Impulsividad en al menos dos áreas, que es potencialmente dañina para sí mismo (p. ej., gastos, sexo, abuso de sustancias, conducción temeraria, atracones de comida). Nota: No incluir los comportamientos suicidas o de automutilación que se recogen en el Criterio 5.
5. Comportamientos, intentos o amenazas suicidas recurrentes, o comportamiento de automutilación.
6. Inestabilidad afectiva debida a una notable reactividad del estado de ánimo (p. ej., episodios de intensa disforia, irritabilidad o ansiedad, que suelen durar unas horas y rara vez unos días).
7. Sentimientos crónicos de vacío.
8. Ira inapropiada e intensa o dificultades para controlar la ira (p. ej., muestras frecuentes de mal genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes).
9. Ideación Paranoide transitoria relacionada con el estrés o síntomas disociativos graves.
5.- MARCO METODOLÓGICO
“No puede haber salud con control.
Aún el caos posee un orden, el centro del huracán es silencioso,
el centro requiere del huracán”
(Guillermo Borja)
5.1.- Enfoque de estudio
Según A. Ortí (en Delgado, J. y Gutiérrez, J.; 1995), la metodología cualitativa resulta ser una respuesta a la absolutización cuantitativista. En este sentido, recupera lo social como un universo simbólico, abordando comprensivamente la problemática social. Por otro lado, abandona el representacionismo social recuperando la riqueza y profundidad del orden simbólico. De este modo, “lo cualitativo” en investigación psicosocial, persigue dar cuenta del orden simbólico y sus formaciones, en especial las formaciones lingüísticas y los discursos de los sujetos.
La presente investigación se efectuará desde una metodología cualitativa, la que se orienta por una constante búsqueda de un conocimiento de los fenómenos desde la propia visión de las figuras sociales (Taylor & Bogdan, 1992). Este tipo de investigación puede tratarse sobre la vida de las personas, las experiencias vividas, los comportamientos, emociones y sentimientos (Strauss y Corbin, 2002).
La temática en este trabajo priorizará el discurso de las usuarias que habitan la Hospedería Diferenciada Mental del Hogar de Cristo, que presentan como diagnóstico psiquiátrico a la base, Trastorno de Personalidad Limítrofe; se indagará lo que refieran de sus experiencias de vida, para observar en base a sus realidades, el concepto colectivo que logren construir, logrando destacar la descripción de las cualidades del fenómeno discursivo de éstas, es decir, como mencionaban Taylor y Bogdan (1992, p.20) “las propias palabras de la persona, habladas o escritas, y la conducta observable”. Este proceso se mueve activamente entre los “hechos” y su definición; su repercusión final muchas veces reside en comprender y entender un fenómeno social complejo, en su ambiente frecuente o habitual (Taylor y Bogdan, 1992). En este caso, será en la cotidianidad y la exploración de significados personalmente adjudicados que brinden en sus construcciones discursivas las usuarias que habitan la Hospedería Diferenciada Mental del Hogar de Cristo.
5.2.- Tipo de Investigación
Dentro del modelo cualitativo, se empleará el tipo de investigación Transversal, por poseer una sola observación, será además, el estudio con un enfoque descriptivo. En este tipo de investigación, el propósito es describir situaciones y eventos, generando un panorama lo más preciso posible acerca del fenómeno al que se hace referencia (Hernández, Fernández y Baptista; 1991).
Desde los postulados de Danhke (1989) “Los estudios descriptivos buscan especificar las propiedades, las características y los perfiles de personas, grupos, comunidades, procesos, objetos o cualquier otro fenómeno que se someta a un análisis” (citado por R. Sampieri, C. Fernández, P. Baptista, 2006, p.102). En este contexto, se describirá cada experiencia que las usuarias narren en sus discursos, tomando en consideración las características de éstos, el proceso que ello refiere y los procesos que resulten de dicha investigación.
El enfoque a utilizar en esta investigación será Fenomenológico “La fenomenología es la investigación sistémica de la subjetividad” (Bullington y KArlson, 1984:51; citado por Tesch, 1990:49, citado por Rodríguez Gómez G., Flores G., García E., 1996, p.40). Este método de estudio destaca el énfasis sobre lo individual y sobre la experiencia subjetiva. En el caso de la muestra, se observará, por medio del discurso que expongan acerca de sus experiencias vitales, cotidianidad y la conciencia y noción de sus enfermedades que adhieren a sus vidas; indagando en los significados que éstas les dan a cada una de sus experiencias.
5.3.- Diseño de Investigación
Siguiendo a A. Dávila (en Delgado, J y Gutiérrez, J.; 1995), en una investigación cualitativa son los objetivos los que definen el proceso de investigación, el mundo simbólico capturado mediante discursos no puede referir premisas previas, lo que se pretende es la determinación dialéctica de los sentidos.
Entonces, el diseño cualitativo de esta investigación resulta abierto, pues dando cuenta del tipo de análisis a realizar, cada paso es susceptible de cambio, es decir, cada paso es evaluado y puede ser modificado según cada situación, pues se trabaja con fenómenos sociales, los cuales no están estáticos. Lo anterior es una de las características del diseño abierto, la invención, pues debe dar cabida a lo inesperado.
El diseño cualitativo resulta abierto “… tanto a lo que concierne a la selección de participantes - actuantes en la producción del contexto así como en lo que concierne a la interpretación y análisis, es decir, la articulación de los contextos situacional y convencional; ya que tanto el análisis, como la interpretación se conjugan en el investigador, que es quien integra lo que se dice y quien lo dice… en la investigación social el investigador es el lugar donde la información se convierte en significación, dado que la unidad de investigación en última instancia, no está ni en la teoría ni en la técnica -ni en la articulación de ambas- sino en el investigador mismo.” (Dávila, A.; en Delgado, J. y Gutiérrez, J.; 1995; p. 77)
Con lo anterior, se plantea que en la selección de los participantes en una investigación, el criterio a utilizar debe ser comprensivo, de pertinencia.
Los seleccionados deben ocupar lugares de construcción de significado a partir de relaciones relevantes para la investigación en cuestión. Según los postulados antes mencionados, resulta ser una muestra estructural, pues se intenta saturar un espacio simbólico, cuyo propósito es describir posteriormente las variables que se produzcan como resultado y analizar su incidencia e interrelaciones en un momento determinado (Dávila, A.; en Delgado, J. y Gutiérrez, J.; 1995)
5.4.- Universo y Muestra
5.4.1.- Universo
El universo en el que se llevará a cabo el siguiente estudio está constituido por las 41 usuarias, entre 20 y 68 años de edad, de nacionalidades chilena, en condición de calle, con presencia de trastornos psiquiátricos, que actualmente habitan la Hospedería Diferenciada Mental del Hogar de Cristo, ubicado en el sector poniente de la Región Metropolitana de Santiago de Chile. Dentro de estos trastornos se presentan 8 usuarias con Trastornos de Personalidad Bipolar, 5 usuarias con trastornos de Personalidad Limítrofe, 9 usuarias con Esquizofrenia, 4 usuarias con retardo mental, 5 usuarias con demencia, 1 usuaria con duelo patológico y 9 usuarias con presencia de Patología Dual. De este universo, 12 son separadas, 3 es viuda y 26 son solteras. Además 14 usuarias tienen hijos, 15 no tienen hijos y en 2 usuarias se desconoce si tienen hijos.
5.4.2.- Muestra
Según A. Dávila (en Delgado, J. y Gutiérrez, J.; 1995) la muestra definida, resulta ser estructural, pues lo que busca es localizar el espacio simbólico, espacio discursivo de la construcción identitaria, para saturar los lugares desde los cuales se enuncia.
En el caso de esta investigación, la selección se llevó a cabo mediante un muestreo intencional - opinático, no probabilística, el que consiste cuando el investigador selecciona a los participantes siguiendo un criterio estratégico personal. (Ruiz J., 1996). En el caso de esta investigación, el interés de elección se basó en 5 usuarias, entre 32 y 59 años de edad de dicha Hospedería, que presentan Trastornos de Personalidad Limítrofe, actualmente en situación de calle.
La elección se fundamentó principalmente en el tipo de Trastorno Psiquiátrico que éstas presentan, para ello se consideró, desde un planteamiento psicológico, que se presentaría una mayor facilidad el abordar las temáticas en esta investigación con este tipo de trastorno, por poseer juicio de realidad, lo que hace más accesible el indagar en sus discursos y en la linealidad temporo-espacial que ellas le den a éste (Gomberoff, L.; 1999).
Otro factor de elección fue que todas están dispuestas a formar parte de esta investigación y de un posterior taller que las oriente respecto de sus trastornos psiquiátricos.
5.5.- Procedimiento de recolección de Información
5.5.1.- Entrevista Individual Semi- estructurada en Profundidad
Dentro de los procedimientos de recolección de información existente para el campo de la Investigación social, la entrevista resulta en un proceso de comunicación en la cual un investigador obtiene información de una persona. La llamada entrevista en profundidad ya sea centrada en un tema o autobiográfica supone una situación conversacional cara a cara y personal. En ella, el entrevistado es situado como portador de una perspectiva elaborada y desplegada en “diálogo” con el investigador. Este puede provocar esa habla con sus preguntas, pero también puede intervenir en el habla mediante la reformulación y la interpretación de lo dicho (Canales, M. y Peinado, A,; en Delgado, J. y Gutiérrez, J.; 1999). Este tipo de entrevista resulta ser útil para obtener información pragmática, la forma en la cual los sujetos actúan y construyen significados en sus prácticas.
Además será semi - estructurada, debido a que el estudio busca describir y conocer principalmente el significado que tiene cada una de las usuarias, su conciencia y noción de enfermedad y su situación de calle, como la representan culturalmente y como construyen sus realidades a partir de esto.
En el caso de esta investigación, importará como punto de partida la propia experiencia vivida de las usuarias y las ideas que a través de sus experiencias actuales se puedan aprehender, para ser valoradas posteriormente por estas mismas, para que logren construir sus propias herramientas para enfrentar una futura reinserción social.
Realizadas y transcritas las entrevistas, se podrá dar paso a la definición de las categorías más relevantes para este estudio, dentro de las cuales se encuentran: conciencia de enfermedad, noción de enfermedad, situación de calle y construcción de experiencias de vida.
5.6.- Análisis de Datos
La información recabada en las entrevistas se analizará a través del análisis cualitativo, el cual refiere al proceso no matemático de interpretación, realizado con el propósito de descubrir conceptos y relaciones en los datos brutos, para posteriormente organizarlos en un esquema explicativo teórico (Strauss y Corbin, 2002).
5.6.1.- Modelos de Análisis del Contenido del Discurso (AC)
Se suele llamar Análisis de Contenido Discursivo a un conjunto de procedimientos interpretativos de productos comunicativos (mensajes, textos o discursos) que proceden de procesos singulares de comunicación previamente registrados, y que, basados en técnicas de medida, a veces cuantitativas (estadísticas basadas en el recuento de unidades), a veces cualitativas (lógicas basadas en la combinación de categorías) tienen por objeto elaborar y procesar datos relevantes sobre las condiciones mismas en que se han producido aquellos textos, o sobre las condiciones que puedan darse para su empleo posterior (Piñuel, J.; 2002).
La denominación de análisis de contenido, lleva a suponer que el “contenido” de éste, está encerrado dentro de un continente, que puede ser el documento físico, el texto de registro, entre otros; que al analizar dentro de ese continente, de puede develar su contenido, entendido éste como el significado del texto o el sentido del mismo, de modo que una nueva “interpretación” tomando en cuenta los datos del análisis, permita un diagnóstico, es decir, un nuevo conocimiento por medio de su penetración intelectual. Esta técnica de análisis, no producirá interpretaciones relevantes de los datos, si éstos mismos no son relevantes para conocer condiciones de comunicación; las cuales son de naturaleza sociocognoscitiva (Piñuel, J.; 2002).
De acuerdo con aquellos planteamientos se puede entender que un análisis de contenido incluiría necesariamente los siguientes pasos:
a) selección de la comunicación que será estudiada;
b) selección de las categorías que se utilizarán;
c) selección de las unidades de análisis, y
d) selección del sistema de recuento o de medida
5.6.2. Categorizaciones Previas a la entrevista
La categorización consiste en la segmentación en elementos singulares, o unidades, que resultan relevantes y significativas desde el punto de vista de nuestro interés investigativo. La categorización se realiza por unidades de registro, es decir, estableciendo una unidad de sentido en un texto registrado por algún medio, por lo tanto es textual y a la vez conceptual (Piñuel, J.; 2002).
La categorización, puede estar predefinida por el analista (lo que usualmente se hace en el método de entrevistas semi estructuradas). El realizar una predefinición categórica, consiste en establecer un conjunto de categorías (o clases de fenómenos o hechos) a partir de las teorías que estudian ese fenómeno o hecho (Piñuel, J.; 2002).
En el caso de este trabajo, las categorizaciones se pre-establecen, debido a que la investigación, es parte de la demanda de la Institución, para un posterior trabajo psicosocial.
Las categorías que se preestablecen son las siguientes:
CATEGORÍAS ENUNCIADO 1. Conciencia de enfermedad Opinión que presentan las usuarias acerca de su trastorno de personalidad diagnosticado. 2. Noción de Enfermedad discurso que manifiestan las usuarias acerca de la noción que tienen de éstas de sus enfermedades. 3. construcción de experiencias discurso manifestado acerca de las experiencias de las usuarias vividas antes y durante su ingreso a hospedería diferenciada mental. |
5.6.3.- Modelo de interpretación de categorías pre-establecidas
En el caso de esta investigación, se plantean con anterioridad, estas tres categorías de análisis, debido a que la Institución, pretende llevar a la base de cada sujeto, la noción de “sujeto capaz, pero con limitaciones”, en vez de enfermo mental, en un futuro plan de cambio estratégico en el que se encuentran las áreas hospedería.
De lo anterior, se hipotetiza, desde los postulados de Gergen, que para estas usuarias, es de mayor dificultad pronosticar un cambio desde su propia visión, ya que el que las personas en situación de calle puedan construir nuevos significados respecto a las ocupaciones que desarrollan, dependerá de la construcción de sentido de un texto -en este caso un sujeto-, que otro haga respecto a este grupo -en este caso ejecutores- ejercicio que debe ser llevado a cabo contra un trasfondo cultural y social que permita explicar los significados asociados a sus prácticas particulares(Gergen, K.; 1996). Más aún, en el caso particular de mujeres diagnosticadas con trastornos psiquiátricos y que se encuentran en situación de calle, las realidades desde las cuales significan, quedan reducidas a un pequeño grupo de referencia, resultando la periferización más por el discurso médico, que por la situación de calle (Gobierno de Chile, 2005 ).
En la presente investigación, se espera analizar como estas tres categorías se relacionan entre si, y dan sentido a un todo construido por las usuarias de la Hospedería Diferenciada Mental del Hogar de Cristo.
6.- ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS
“Solamente la enfermedad puede llevar a la cura,
lo demás son disculpas o intelectualizaciones.
Uno solo puede ayudar cunado se reconoce enfermo”
(Guillermo Borja)
6.1.- Especificaciones
6.1.1. Codificación Axial
Para realizar en esta investigación el trabajo de análisis e interpretación, se ha utilizado el modelo de Codificación Axial. Este modelo tiene como propósito reagrupar los datos que se fracturaron durante la codificación abierta (en este caso, la codificación sugerida por la institución). En este tipo de codificación, las categorías se relacionan con subcategorías para formar explicaciones más precisas y completas sobre los fenómenos. Aunque la codificación axial difiere Previo a la recolección de información, se estableció una categorización abierta a analizar, esperando, que estos conceptos fueren abstractos, representantes de fenómenos descritos por las usuarias con TLP, a las cuales se les atribuyeron características, determinando las dimensiones que son variaciones de las mismas (Ruiz, J.; 1996).
La codificación axial requiere que el analista tenga algunas categorías, aunque el sentido que comienza a surgir es de cómo relacionar dichas categorías durante una codificación abierta.
En el caso de la investigación, el papel que cumplirá este análisis será de relacionar categorías a subcategorías siguiendo la línea de sus propiedades y dimensiones, viendo como se entrecruzan y vinculan entre sí (Ruiz, J.; 1996).
6.6.2.- Respecto del Análisis
La conceptualización se refiere a etiquetar un fenómeno en particular, es decir, realizar una representación abstracta de un hecho o acontecimiento que se identifica como significativo en los datos. Su intención es poder reunir sucesos o acontecimientos similares bajo un encabezamiento clasificatorio común. Un vez que los textos de las entrevistas han sido codificado y se tienen los conceptos, que resultan ser variados, se puede proceder a reunir ciertos conceptos bajo un orden abstracto más englobador, basado en su capacidad de poder explicar lo que esta sucediendo.
Los hechos, sucesos, eventos o interacciones que puedan ser conceptualmente análogos; en su naturaleza o relacionados en su significado, se concentran bajo el concepto de categorías, las cuales “tienen poder analítico porque poseen el potencial de explicar y predecir” (Strauss & Corbin; 2002; p. 124). Las categorías son conceptos derivados de los datos, que representan los fenómenos. El nombre que se escoge para una categoría, es aquel que mejor logre describir lo que sucedía en el momento de la entrevista. Estas categorías representan fenómenos, los cuales se denominan de modo diferente, dependiendo de la perspectiva del lector, el enfoque al que se oriente la investigación y el contexto de la misma.
Una vez creadas las categorías, se desarrollaron en términos de propiedades y sus dimensiones específicas. “Las propiedades son las características generales o especificas o los atributos de una categoría. Las dimensiones representan la localización de una propiedad durante un continuo o rango” (Strauss & Corbin; 2002; p. 124), para así finalmente dar cuenta y comprender acerca de la exploración del discurso de estas usuarias.
Los pasos realizados para el análisis se describen a continuación:
(1).- Lo primero que se realizó fue la transcripción de las entrevistas requeridas para esta investigación. Los nombres de las usuarias entrevistadas, durante el periodo de práctica profesional por la alumna, para poder ser mencionados, se les debió solicitar permiso a éstas y jefa de Unidad para mencionarlos.
Entonces, la producción de las entrevistas surge con las siguientes usuarias:
(2).- Una vez finalizada la transcripción de las entrevistas, se analizó cada una de ellas, con el objetivo de recabar la información considerada más relevante, en base a los objetivos planteados, formando de este modo, la codificación principal.
(3).- Una vez analizadas y codificadas las entrevistas, se agregó un código a cada una de las respuestas proporcionadas por las usuarias.
Las Categorías encontradas en los análisis de las entrevistas son las siguientes:
-
Conciencia de Enfermedad
Esta categoría hace referencia a los discursos de las usuarias, donde plantean el nivel de conciencia que tienen éstas respecto de su enfermedad psiquiátrica diagnosticada. Es decir, si reconocen tener algún tipo de enfermedad.
eehhh… Tengo todas las enfermedades…cuatro…diabetes tipo 2, ehh…tengo atrofia muscular…ehh… Tengo trastorno de personalidad… (1.1)
Acá la usuaria da a conocer, que presenta conocimiento de tener enfermedades, enumerándolas.
Si es por eso que me están dando Fluoxetina, para levantar el ánimo… (1.2)
La usuaria, en este caso, tiene conocimiento acerca de la farmacología que se administra.
Siii…hay otros remedios que tomo…pero es que... es… espera… a ver, antes tomaba carbasepina…ahora no tomo carbasepina, tomo otro, que es como pa´ tranquilizarme, pa´ dormir, una cosa así…pero no es pa´ dormir, tampoco, es para tranquilizarme, pero lo tomo solamente en la noche…un pedazo… no es una mitad tampoco, es un pedazo…mmm…tengo la tiroide…que mas le puedo decir, tengo aspulitis… (1.3)
La usuaria en este contexto, da a conocer la cantidad de farmacología que se le administra, teniendo conocimiento de éstos, en un sentido en que tiene conciencia de lo que ingiere diariamente y para que le sirve.
-
Noción de enfermedad
En esta categoría, se refiere a los discursos de las usuarias, en que plantean la noción que tiene de la enfermedad que tienen. Si, el concepto que éstas tiene de su enfermedad es el adecuado, en comparación con los diagnósticos asignados.
... Creo que es limítrofe…pero no se…yo siempre he sido pasiva… (2.1)
En este contexto, la usuaria da cuenta de la noción, del significado que tiene para ella el tener un trastorno de Personalidad
solamente se que de repente estoy de bien y de repente estoy mal, o sea, de buena y de mala…porque…ehh…bueno tenemos carácter, distinto carácter…y….eso fuera mucho las cosas… (…)…explosiva…cuando no se hace lo que yo quiero (2.2)
-
Construcción de experiencias
Esta categoría, hace referencia a la construcción de experiencias de las situaciones vividas por las usuarias, en relación a su situación en el hogar de cristo y su situación previo a haber vivido acá.
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Extraído de http://personal.telefonica.terra.es/web/psico/dsmiv/dsmiv16.html#f60.3
34
Noción de enfermedad
Construcción de experiencias
Conciencia de enfermedad
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