La libertad es la posesión más grande que tiene el ser humano y es exclusivamente suya, por tanto, debemos aprender que la libertad no es omnipotencia sino el poder de elegir un camino de una situación, es por esto la libertad conlleva responsabilidad.
Obviamente no somos libres de elegir lo que nos pasa en el diario vivir (uno no elige y no pide nacer, tampoco escoge sufrir y menos padecer una enfermedad), pero sí se elige lo que uno quiere realizar y lograr en su vida, uno es libre de seleccionar lo que le parezca más bueno y necesario, así también inventar nuestra propia forma de vida, pero al optar se debe tomar en cuenta que podemos equivocarnos negativamente, por ello debemos fijarnos bien en lo que hacemos para lograr un cierto saber vivir y pretender acertar. A este saber vivir se le llama ética.
Entonces la ética se puede decir que viene de las acciones a practicar, uno selecciona que hacer en un momento determinado, es decir, el comportamiento a seguir en una cosa que se le impone o en un momento inesperado, es aquí en donde uno debe saber decidir que es lo que más le conviene. Sin embargo darle demasiadas vueltas a lo que un va a realizar nos paraliza.
Las motivaciones que tenemos los seres humanos cuando queremos realizar algo son diferentes, si este algo se refiere a un capricho, una orden o es una costumbre. Se sabe que los caprichos solo dependen de uno mismo y es una cosa que nace del interior aunque también los caprichos están influenciados por aspectos externos, como la moda, la influencia del medio que nos rodea (la sociedad), después están las costumbres, que son algo más complicadas, ya que estas nacen de un habito y no existirían de no haber un transmisor (la familia como socialización primaria), en cambio muy diferente es la motivación que nos lleva a acatar una orden, esta podría ser por miedo a las represalias y el enfrentarnos con nuestra propia inseguridad y nuestro sentido de culpabilidad. Pero es bueno y prudente plantearse a veces hasta que punto resulta aconsejable obedecer. Es aquí en donde entra la moral netamente conectada con lo espiritual, es el conjunto de comportamientos y normas que algunos de quienes nos rodean solemos aceptar como válidos.
La ética se ocupa propiamente de la cuestión de la libertad, el poder decir si o no, lo hago o no lo hago, la libertad es decidir y también darse cuenta de lo que se está decidiendo, pero sabemos que cada persona tiene un concepto diferente de lo que esta bien y de lo que esta mal. La moral en cambio es el comportamiento y las reglas que se deben aceptar en este medio y las costumbres que se deben seguir, en esta sociedad.
Desde la etimología, hay poca diferencia entre moral y ética, pero sin embargo se reconoce que tienen significados divergentes.
La morales un conjunto de juicios relativos al bien y al mal,destinados a dirigir la conducta de los humanos. La ética, por otro lado, es una reflexión sobre la moral, es decir, cuestionarme de lo que si yo hago esta bien y lleva mi vida en el rumbo que yo espero.
La moral y la ética pueden significar cosas distintas pero, sin embargo, ambas se necesitan para que puedan dirigir la vida del individuo de modo correcto.
Se debe tomar en cuenta que uno escoge con plena libertad lo que encuentra bueno, pero debemos saber elegir hacia donde nos queremos dirigir, con lo enseñado y aprendido en la socialización primaria (nuestra familia), quienes con cariño nos enseñan y guían hasta nuestra independencia.
Introducción.
En este breve ensayo sobre el libro “ética para amador” de Fernando Savater, daré a conocer las diferencias sobre ética, moral y libertad.
Aquí nos daremos cuenta como ética, moral y libertad se encuentran unidas y dependen la una de la otra para que el ser humano pueda desarrollarse y relacionarse en esta sociedad.
La moral da pautas para la vida cotidiana, la ética es un estudio o reflexión sobre qué origina y justifica estas pautas y la libertad es derecho pleno que tiene uno como individuo de esta sociedad para elegir lo que es bueno y malo.
Conclusión.
Hemos visto en este ensayo que el ser humano desde el momento de nacer es libre, pero no antes, por el simple hecho que uno no elige nacer y tampoco tiene la libertad de escoger sus padres y su familia, así como el status a pertenecer. Por ende, cuando somos parte de la sociedad uno ya es libre de destinar su propia vida, decidir que es lo que quiere realizar y que rol va a asumir. Para esto debe acatar una moral ya impuesta y también se debe poseer una buena ética para decidir.
La ética será parte de nosotros y la adquirimos de acuerdo a lo que nuestra familia y la sociedad (instituciones como, colegios, universidad, trabajo, etc.), nos enseña, para desenvolvernos y realizar nuestra propia vida. Es decir, se nos dan las herramientas y nosotros debemos saber utilizarlas y ¿en que y cuando? emplearlas.