Historia


España, desde la Prehistoria hasta la Edad Moderna


La Prehistoria en la Península Ibérica.

El Paleolítico.

El pleistoceno se caracteriza por la frecuencia de las glaciaciones, que afectaron profundamente a los homínidos, a la flora y a la fauna. La vida de estas especies humanoides se basaba en el aprovechamiento directo de los recursos naturales: caza, pesca, recolección.

Paleolítico inferior.

El paleolítico inferior se caracteriza por un utillaje tosco. El modo de vida se centraba en a recolección, la pesca y la caza mayor. Las comunidades homínidas se situaban cerca de ríos y lagos. Su subsistencia era dura.

Paleolítico medio.

El paleolítico medio supone la aparición de una nueva industria lítica, asociada al hombre de Neanderthal. Predomina la cultura musteriense, abundante en útiles tallados a partir de lascas. Dominaban el fuego, que les permitía calentar las cuevas, asar la carne...

Paleolítico superior.

El paleolítico superior contempla la aparición del Homo sapiens sapiens, el nacimiento del arte, la elaboración de un utillaje lítico muy especializado y el empleo generalizado del hueso y el marfil. El hábitat es nómada, focalizado en grandes áreas. El desarrollo de una técnica de retoque plano les permitió fabricar puntas de flecha muy precisas. El hueso hizo posible los arpones, agujas, botones...

De las culturas del paleolítico superior destaca la cultura magdaleniense, cuyo modo de vida se basa en la abundancia de caza mayor. Las técnicas de caza se perfeccionan en el utillaje y en la táctica.

La organización de la horda parece basarse en el predominio de los jefes guerreros y arqueros, mientras que las mujeres se especializarían en la recolección y el cuidado de la prole. La figura del brujo-hechicero parece contar con un gran prestigio.

El arte rupestre tiene una gran importancia

El mesolítico y el epipaleolítico es un periodo intermedio en el que remite la glaciación. El utillaje lítico se transforma, con el predominio de los microlitos, aptos para la caza de animales pequeños. Su modo de vida es intermedio entre le depredación y la producción. Algunos pueblos se hacen sedentarios.

Aparece un arte rupestre, en el que se representan figuras humanas con un estilo esquemático y de animales.

La Revolución Neolítica llega a Iberia.

La introducción del Neolítico en la península se realiza a partir de la influencia del Próximo Oriente. El Neolítico aparece en torno al 4.000 a. C., concentrándose en Cataluña, Valencia y Andalucía. Predomina el desarrollo ganadero y la cerámica cardial en crudo.

La evolución del Neolítico ibérico se produce a partir del tercer milenio a. C., distinguiéndose tres focos: la cultura de los sepulcros de fosa, que practican la agricultura; la frase Pre-Millares, con poblados, viviendas cuadradas y tumbas colectivas; y la cultura noroeste, donde predomina la ganadería.

La introducción y el empleo de los primeros metales.

Eneolítico y calcolítico

El empleo del cobre y, posteriormente, del bronce no eliminó el utillaje lítico. El trabajo del cobre se difundió hacia el 2.400 a. C. Como consecuencia aparecen poblados con un nuevo rito funerario: los monumentos colectivos. El dominio de una técnica provocó grandes diferencias entre los grupos que dominaban los metales y el resto.

  • La cultura de los Millares, hacia el 2300 a. C. Formó una ciudad amurallada con viviendas ovales. Disponían de silos de almacenamiento, hornos metalúrgicos, una acueducto y tumbas megalíticas.

  • La cultura del vaso campaniforme, hacia el 2000 a. C. Aunque se desconoce su origen se sabe que se dedicaban al pastoreo y al comercio trashumante, y que se extienden por toda Europa.

El bronce

  • La cultura de El Agar, entre 1700 y 1300 a. C. Tenían casas rectangulares y calles empedradas. Los enterramientos les hacían individuales en cistas de piedra o en tinajas.

  • La cultura del bronce en las islas Baleares en el 1000 a. C. Construyen tayaiots, navetas y taulas.

  • La cultura de los Castros se desarrolla al final del bronce. Está en conexión con el comercio Atlántico del estaño

  • La cultura de Villena desarrollada al final del bronce. Destacan de ella notables piezas de oro.

Las primeras culturas autóctonas y las colonizaciones

Aparecen los primeros testimonios escritos sobre los pueblos ibérico a cargo de otros pueblos.

La invasión europea

Una serie de oleadas de pueblos en torno al 1000 a. C. introducen la metalurgia del hierro. Se les adjudica el nombre de celtas.

La primera gran aportación esta constituida polos pueblos de los Campos de Urnas. Dominaban el hierro, practicaban la agricultura y la ganadería e introdujeron el arado. Tienen un nuevo rito funerario, incineran los cadáveres y los depositan en urnas.

Otra aportación: el poblado de Cortes de Navarra se instaló en el valle del Ebro.

Las colonizaciones orientales

Hay tres tipos.

  • Territorios en los que se establecen colonos, marginando a la población indígena.

  • Factorías costeras que ejercen una influencia sobre su entorno indígena

  • Contactos comerciales intensos sin colonias: fenicios y griegos

Al inicio del primer milenio a. C. se inicia la colonización fenicia. Su objetivo es la explotación minera y se generaliza el intercambio comercial

  • La colonización fenicia.

Los fenicios inician sus viajes sobre el 1000 a. C. Intercambian productos e introducen la salazón, el hierro, las salinas y la producción de tinte de púrpura. Destaca la ciudad de Gadir.

  • La colonización cartaginesa.

Continúan la obra fenicia. Intentan monopolizar el comercio mediterráneo. El comercio se basa en el vino, el aceite y la lana, apareciendo moneda ibicenca. En la península fundan Baria. La competencia con los griegos provoca la incierta batalla naval de Alaia en el 532 a. C. La progresión de su expansión originará las guerras con Roma.

  • La colonización griega.

Rivales de los únicos tenían su base comercial en Massalia. La fundación de Rhode constituye una base esencial en la cobertura naval de la ruta del estaño. Fundan Emporion en el 580 a. C. con una planta rectangular y el ágora se ubica en el cruce de las dos calles principales en esquema empleado con posterioridad por los romanos. La helenización del entorno fue importante, introduciendo el cultivo de la vid, el olivo, varios animales domésticos, el arado, la salazón, la orfebrería y la producción de tejidos.

La misteriosa Tartessos

La cultura tartéssica parece entroncar con el paso de una comunidad indígena a una sociedad histórica, influida por las colonizaciones orientales.

La población se concentró en el área costera de Huelva de gran riqueza minera. El cultivo de los cereales, la vid y el olivo generó un excedente, exportado a Extremadura y Portugal. Esto hizo posible un poderoso desarrollo artesanal: alfares, orfebrería...

A partir del siglo VI a. C. se inicia su decadencia.

La cultura de influencia ibérica

Los poblados amurallados facilitan su defensa. Las viviendas son de piedra y adobe, las necrópolis son de incineración, revelando una relativa igualdad social, controlada por una asamblea, imitación de las colonias griegas.

La estructura económica se asentaba en una potente agricultura cerealísta, vid y olivo. Se cultivan también hortalizas y esparto. Emplean el arado y la azada. El ganado es importante, reuniendo importantes rebaños de ovejas cabras y ganado vacuno. Dominan la metalurgia para fabricar armas. Poseían una moneda propia. Son el primer pueblo peninsular con escritura propia. Había un sentimiento religioso del que destacan las damas oferentes: Dama de Elche... También aparecen animales mitológicos.

La cultura de influencia celta

Los pueblos indoeuropeos conservaron tardíamente sus rasgos. Su organización es tribal, en grandes clanes. El gobierno corría a cargo de una asamblea de guerreros y otra de origen popular.

  • Los celtíberos. Su base era la ganadería.

  • Los vetones. Hay una manifestación de cultos ganaderos

  • Los Vacceos combinan la agricultura con la ganadería, practicando una especie de colectivismo agrario, en el que todos los habitantes trabajaban la tierra, repartiéndose la cosecha según sus necesidades

  • El pueblo galaico. Sus castros con su forma de hábitat

  • Los lusitanos tienen muchas similitudes con los galaicos.

La Hispania romana

La conquista: Hispania como valor estratégico y material.

La incorporación de la península ibérica a Roma es fruto de una pugna entre las dos potencias del momento: Cartago y Roma.

Roma y Cartago firman varios tratados de reparto de influencias, el más conocido es el Tratado del Ebro, que establece el dominio romano al norte y el cartaginés al sur del citado río.

  • La primera fase.

Roma ganó al cortar las bases de abastecimiento de los cartagineses, con ello Roma controla oriente y el valle del Guadalquivir.

  • La segunda fase.

La segunda Guerra Púnica, entre Roma y Cartago termina con la victoria romana. Roma controla la parte oriental y meridional, además del norte de África.

Las guerras celtibéricas y lusitanas se extienden hasta el año 133 a. C. Celtíberos y lusitanos reaccionan ante la imposición de tributos y la represión de Roma. Esto concluye con la toma de Numancia.

La pacificación se consolidó mediante deportaciones de pueblos, la esclavización de enormes contingentes de personas y la integración de soldados indígenas en el ejército romano.

  • La tercera fase.

La llegada de Sertorio a Hispania. Éste dio un buen trato a los indígenas, respetando sus costumbres y propiedades. Octavio Augusto completó la conquista derrotando e incluso exterminando a gran parte de los cántabros y astures. Con Augusto acaba la república romana iniciándose el imperio.

Romanización, esclavismo y explotación de los recursos.

El proceso de conquista fue acompañado de una progresiva romanización de todo el territorio.

  • El proceso no fue uniforme. La romanización es rápida e intensa en la zona mediterránea y Andalucía, siendo lenta y menos profunda en el centro y débil den le norte.

  • La conquista no implica una automática romanización. El proceso el lento, acelerado con la fundación de ciudades y colonias.

  • La desaparición de las formas autóctonas no fue completa, perviviendo o mezclándose con las formas romanas.

  • La romanización aceleró la extensión de las formas esclavistas, pero éstas no abarcaban a toda la población.

  • La explotación racional de los recursos y materias primas se vio acelerada, potenciada por una red de calzadas y el control de ejército, lo que desarrolló enormemente las relaciones comerciales

  • El trato de Roma a las ciudades y pueblos fue heterogéneo. La romanización también varió según la resistencia presentada por los pueblos.

Una estructura socioeconómica dual

¿Una economía dual?

  • La explotación de los metales se hizo intensivamente: oro, plata, hierro, cobre, plomo y mercurio. Las minas eran del estado. La mano de obra era esclava. El trabajo tenía lugar en condiciones durísimas.

  • El sector agrario sufrió una profunda transformación. Se especializó en el trigo, la vid y el olivo. Se introdujo la rotación trienal, el abonado, el arado, el trillo de ruedas y los regadíos en Levante y la Bética.

  • El sector artesanal tuvo un menor desarrollo, limitándose a la producción de ánforas. La cerámica era importada

  • La extensión de la moneda única y un fuerte desarrollo del comercio, potenciado gracias a la red de calzadas, infraestructuras notables, una legislación adecuada... el comercio solía estar controlado por las minorías étnicas orientales: sirios, judíos, griegos...

Una sociedad estratificada con fuerte influencia esclavista.

La estructura social de Hispania era la siguiente:

  • Clases dominantes

  • Orden senatoria. Grandes propietarios de latifundios, senadores imperiales o provinciales, controlaban también los grandes cargos

  • Orden ecuestre. Ocupaban los cargos del ejército y la administración, asociados también al comercio y el artesanado.

  • Decuriones. Habitantes enriquecidos de las ciudades.

Nivel intermedio

  • La plebe estaba compuesta por artesanos, campesinos... tenían derechos cívicos.

Clases dominadas

  • Población liberta. Desempeñan trabajos duros y viven en condiciones difíciles

  • Población esclava. Tres grupos:

  • Esclavos mineros. Viven en condiciones durísimas

  • Población esclava campesina. Cultiva los latifundios en condiciones duras

  • Población esclava urbana. Se trata de un grupo muy heterogéneo.

La consolidación del patriarcado en Hispania

Las mujeres trasmitían la herencia, trabajaban la tierra y participaban en ritos y rituales comunitarios. Tras la conquista y romanización se impuso un modelo político que excluía a la mujer, sometida al pater familias

La mayor parte de las mujeres eran campesinas y esclavas. Las actividades realizadas exclusivamente por ellas: preparar el utillaje, los recipientes, fabricar el vino y el aceite, elaborar la comida... las mujeres eran doblemente explotadas como fuerza de trabajo y en su capacidad de reproducción de la especie. Las mujeres esclavas vivían en condiciones muy duras, a las que es preciso unir la prostitución obligada.

Las mujeres de las clases dominantes tenían mayores posibilidades de proyección personal, especialmente en relación con los cultos religiosos.

La organización administrativa como vehículo de romanización: una breve evolución histórica.

La organización administrativa romana fue extremadamente compleja. Varias etapas

Desde el inicio de la conquista hasta el 27 d. Hispania tenía dos provincias: Citerior y Ulterior. Cada provincia estaba dirigida por el pretor y un quaestor, encargado de las finanzas y la justicia

La época imperial supuso una reorganización de Hispania en tres provincias: Bética, que dependía del Senado romano y era dirigida por un procónsul; Lusitania, que dependía del emperador que la gobernaba a través de un pretor nombrado por él; y Tarraconensis, que también dependía del emperador.

Con el bajo imperio se establecen la Gallaecia, Tarraconensis, Carthaginensis, Lusitania, Bética y Balearica.

El arte y la arquitectura como símbolo y como creación.

Los esquemas elaborados al principio del Imperio, sea para el retrato, la escultura monumental o la arquitectura, hablan de un intento consciente de difusión masiva del arte y la arquitectura como símbolo de poder en las distintas provincias.

En la época del bajo imperio se produce una transformación, disolviéndose las influencias helenísticas.

Crisis del siglo III

Los factores que explican esta larga crisis son varios:

  • La paulatina reducción de la población esclava, obligó a ensayar nuevas formas de explotación como el colonato, donde el dueño del territorio cedía su propiedad a varios colonos, cada uno de ellos recibía una parte en alquiler, a cambio el colono entregaba al propietario una porción de la cosecha.

  • La tendencia a la concentración de la propiedad se vio acelerada

  • El sector minero se resintió de la escasez de esclavos

  • El comercio experimentó un brusco descenso, la moneda empezó a devaluarse

  • Una importante crisis climática, provocó una serie de malas cosechas que generaron frecuentes crisis de subsistencia

  • El movimiento de distintos pueblos desde Asia hasta las estepas europeas presionó a los pueblos germanos, que comenzaron a irrumpir en el limes del Imperio.

  • El desarrollo técnico experimentó un tremendo retroceso

La sociedad feudal

Desde esta crisis, con la que termina la época antigua, se establece en Europa occidental un sistema económico social conocido como feudalismo. Características:

  • El predominio del sector agrario en la economía

  • Las fuerzas productivas se emplean en la tierra reservada al señor o noble o en la utilizada por el campesinado

  • El campesinado está obligado a proporcionar a la nobleza una serie de prestaciones personales en forma de trabajo, rentas en especia y en moneda. A cambio de esto, el campesinado puede utilizar parte de la tierra en su propio beneficio.

  • El campesinado está inserto en una estructura jurídica que le impide la movilidad social y también la movilidad geográfica

  • Ausencia o debilidad de la intervención estatal

  • La producción artesanal se realiza en los señoríos o en las ciudades, bajo el control de los gremios.

  • Una tendencia al consumo de lujo por parte del estamento privilegiado.

La inserción germánica en la sociedad hispanorromana

La crisis del esclavismo

Desde el siglo III al siglo VI se producen una serie de transformaciones que dan al traste con la unidad política del Imperio romano.

En el siglo III se detienen definitivamente las conquistas de Roma, con lo que cesa el aprovisionamiento de botín, que sustentaba el poder romano, al mismo tiempo, una situación climática desfavorable, malas cosechas y una fiscalidad abusiva, origina una crisis de subsistencia, con la consiguiente disminución demográfica. El hambre, la peste y la conflictividad armada provocan mortalidades de hasta un 30%.

Se produce la pérdida del dominio de técnicas, la progresiva desaparición de la razón y la investigación práctica como criterios de conocimiento. El empobrecimiento técnico es seguido de un aumento de la superstición y la intolerancia.

El Imperio romano se ve presionado en su frontera por los pueblos germánicos, desplazados por los pueblos asiáticos. La debilidad de la hacienda romana obliga a integrar en el ejército a grandes contingentes de germanos para defender el imperio. Estos germanos se van romanizando y cristianizando, pero aumentan la fragmentación del poder político

La escasez de población esclava y la limitación de los derechos de las personas libres van transformando la estructura social.

La clase dominante, propietaria de tierras y esclavos, sigue manteniéndose como nobleza hispanorromana.

La otra fracción de la clase dominante, constituida por los caballeros, termina haciéndose terrateniente o desaparece como grupo dominante.

El campesinado propietario se ve acosado por el hambre, las revueltas campesinas y el saqueo provocado por los invasores, ha de renunciar a su propiedad. Los impuestos pasan a manos de los latifundistas.

La población esclava va disminuyendo por razones obvias. Los esclavos de las minas perecían víctimas de las penalidades. El hundimiento del comercio hace innecesaria la moneda. Los esclavos rurales corren parecida suerte: unos mueren sin ser repuestos y otros dejan de ser alimentados, al no ser rentable la producción a gran escala, que estaba destinada al mercado. La esclavitud doméstica urbana, única en la que estaba representada la mujer, tiende a desaparecer al hundirse las ciudades.

Por tanto, la población esclava desaparece o sobrevive con el colonato.

Las invasiones germánicas en Hispania: los visigodos.

Durante los siglos III y IV se detectaron pueblos germanos en la península, al mismo tiempo en que actuaban las bagaudas. En el año 409 cruzan los Pirineos los suevos, vándalos y alanos:

  • Los vándalos ocupan provisionalmente la zona más rica y romanizada. Los vándalos terminan fundiéndose con la población hispanorromana o cruzan el estrecho camino de Tingitania

  • Los alanos se instalaron en la zona central y fueron absorbidos por la población autóctona

  • Los suevos se asentaron en la Gallaecia, fundando un reino propio

  • Los visigodos eran una rama de los godos. Los ostrogodos entraron en Italia, y los visigodos defendieron los intereses de roma a cambio de tierras. En la Galia toparon con los francos. En el año 507 sufrieron su derrota definitiva en la batalla de Vouillé. Optan entonces por entrar en Hispania. Cuando invadieron de nuevo la península a principios del siglo VI, los visigodos eran un pueblo relativamente romanizado, que profesaba el cristianismo arriano. Los visigodos se hicieron con el poder político superponiéndose o emparentando con las élites hispanorromanas que dominaban la península, así se inició un proceso de fusión.

El reino visigodo

El estado visigodo está lejos de dominar por completo el territorio. Los suevos mantendrán su independencia hasta fines del siglo VI. El impacto de la población visigoda fue relativamente escaso, aunque hay una abundancia de su arquitectura

La estructura económica es similar a la del Bajo Imperio, predominaban la agricultura y la ganadería, la propiedad de la tierra estaba concentrada en manos de la nobleza eclesiástica y civil, el comercio y las ciudades apenas existían. La explotación minera entró en crisis, y desapareció la moneda, salvo para el comercio de lujo.

La estructura social es la resultante del proceso que se ha descrito anteriormente. Políticamente, el reino visigodo era una monarquía electiva.

Los nobles presionaban y gobernaban a través de un organismo teóricamente consultivo llamado Aula Regia, la nobleza eclesiástica tenía gran importancia a través de los Concilios.

Durante del siglo VI se produjo la unificación religiosa al convertirse el rey Recaredo al catolicismo.

Hay determinadas zonas de Hispania desigualmente romanizadas y escasamente influidas por el reino visigodo. La parte septentrional de la península era un foco permanente de conflictos. Existe constancia de lugares de acuñación de moneda.

Al-Andalus y los primeros reinos cristianos

El Islam

Designa la religión monoteísta predicada por Mahoma en Arabia y extendida desde el siglo VII a ambos lados de trópico de cáncer

Los árabes, habían tenido pocos contactos con el mundo grecorromano. Su religión era fetichista, aunque las prósperas ciudades habían recibido influencias de los asentamientos judíos y cristianos. El lazo entre las tribus era la gran peregrinación que se dirigía a la Kaaba de La Meca, para adorar la piedra negra traída por Abraham. La Meca se convertiría en el centro religioso y económico de Arabia. En este ambiente surge la figura de un iluminado, Mahoma.

Tras su muerte, comienza el periodo de los califas ortodoxos, Abu Abkr y Omar, en el que se produce una expansión fulgurante con la conquista de Arabia, Siria, Palestina, Persia y Egipto. A las luchas por el califato con Otman y Alí, sigue un periodo de consolidación con la dinastía Omeya, produciéndose la segunda gran expansión.

El establecimiento de los musulmanes en la península ibérica.

Las condiciones de vida del reino visigodo eran muy duras, para la población, debido a la inestabilidad social, hambre, extensión de las epidemias...

La invasión musulmana se vio favorecida por las intrigas políticas del reino visigodo. Rodrigo, había desplazado al rey anterior, mediante una sangrienta conjura. La invasión se produjo en tres fases.

  • Una expedición al mando de Tarif se asienta en el 710 en la actual Tarifa.

  • Un ejército se asentó en el peñón en el año 711, y en su avance derrotó a los visigodos, al mando de Rodrigo, en la batalla del río Guadalete.

  • En el 712, Musa invade la península con un ejército mayoritariamente árabe.

Los grupos invasores eran: los árabes, los yund sirios y los beréberes. Se establecieron pactos con los antiguos señores visigodos. En general, se confiscaron las tierras ricas de llanura, que pasaron a los árabes.

La estructura económico social de Al-Andalus.

Un desarrollo económico original.

Tiene lugar en la península ibérica un fenómeno sin parangón en occidente: el florecimiento de Al-Andalus.

Se puede hablar para esta época de una economía agromercantil en la que, si el sector agrario sigue siendo el fundamental, el comercio y el artesanado tienen una vital importancia.

En el sector agrario se distinguen dos apartados: una producción extensiva de cereales, y un sector intensivo, que incluye las huertas, las plantaciones de cítricos y de caña de azúcar, apoyado en las mejoras tecnológicas del regadío. Sigue teniendo gran importancia el olivo y la vid.

La minería resurgió con fuerza. Hierro, plata, oro, cobre, cinabrio... fueron explotados con nuevas técnicas, y se hizo renacer las salinas mediterráneas.

El sector artesanal y comercial constituyen el aspecto más original de Al-Andalus. El artesanado textil, la cerámica, el vidrio, el papel... concentran un importante volumen de población en barrios étnicos, especializados profesionalmente.

El comercio funciona en un doble circuito:

  • Un circuito local. Los productos agrarios proceden de los latifundios o de las tierras del campesinado aparcero.

  • Un circuito internacional, que llega hasta el centro de Europa, a través del Imperio Carolingio; el comercio abarca todo el norte de África, Arabia y Mesopotamia.

El desarrollo urbano el prodigioso para la época. La ciudad islámica posee una peculiar estructura:

  • La Medina. Zona amurallada, que reúne la mezquita, la universidad, el zoco y otras zonas de importancia.

  • Los arrabales, que funcionan como una entidad independiente

  • Mercados de extramuros, donde se celebran ferias importantes.

La compleja estructura social de Al-Andalus.

Al-Andalus es un complejo mosaico étnico social y religioso. Funcionamiento:

  • Existe una discriminación étnica, aunque su origen no es determinante para el futuro de una persona.

  • La religión dominante es la islámica, pero subsisten otras.

  • La mujer ocupa un puesto subordinado en la sociedad, pero no es peor que en el occidente cristiano.

Esto se asienta sobre una compleja estructura social:

  • La jassa es el grupo dominante.

Está compuesto por árabes, la antigua nobleza hispanovisigoda y algunos esclavos que ascienden en la escala social. Viven en las ciudades, poseen amplios latifundios y controlan la administración, la religión y la política.

  • Los grupos intermedios

Comprenden niveles medios de la administración, mercadees adinerados, sectores de judíos comerciantes, doctores encargados de interpretar la ley islámica. Pagan un impuesto comercial

  • La amma son los grupos dominados.

En las ciudades son los trabajadores del comercio y el artesanado, soportan una fuerte fiscalidad y habitan en los arrabales, étnicamente son beréberes, muladíes, mozárabes o judíos. Protagonizan frecuentes revueltas. Reivindican una sociedad más igualitaria. En la zona rural, destacan los pequeños propietarios mozárabes y beréberes, y el campesinado aparcero. Pagan la yizya y el alquiler de las tierras que cultivan. La situación de la mujer era claramente dependiente. Hay una poligamia aceptada en el Islam.

El desarrollo político

El territorio de Al-Andalus pasó de ser una provincia más del Califato de Damasco, a ser un reino independiente y, por último, un califato propio.

El emirato dependiente

Los delegados de Damasco centralizan el poder y crean un sistema tributario propio, mientras hacen frente a numerosos conflictos.

El emirato independiente

Se instaura el califato. Se incrementó la presión fiscal, liquidándose los territorios autónomos. Esto produjo frecuentes revueltas.

Dos hechos importantes pudieron cambiar la trayectoria de Al-Andalus: la rebelión de Toledo y el motín del Arrabal de la Saqunda en Córdoba.

En las zonas rurales tuvo gran importancia la revuelta del muladí Umar Ben Hafsun.

Contradicciones:

  • Una tensión étnica entre los grupos dominantes y los dominados

  • Una tensión religiosa entre el Islam oficial y el Islam malaquí.

  • Una tensión social entre los grupos dominantes y los grupos dominados.

La política exterior es agitada. Los piratas normandos atacan a los reinos cristianos como Al-Andalus.

El califato de córdoba y su crisis.

Abd-Al-Rahman III supera esta crisis y centraliza el estado. El desarrollo mercantil aumenta la recaudación. Los omeyas se proclaman califas separándose del poder religioso original. Este desarrollo tenía importantes limitaciones:

  • Tras la muerte de Adb-Al-Rahman III el califa pierde el poder.

  • Se aumenta la presión fiscal para mantener el ejército.

  • Las campañas de Al-Mansur perpetuaron una casta militar.

Los reinos cristianos: los orígenes de la repoblación

El surgimiento de los reinos cristianos.

Hacia el año 850 hay varios territorios consolidados, aunque sufran los ataques de francos, normandos y musulmanes:

El reino Astur se extiende hacia Galicia y la línea del Duero. La capitalidad se traslada a León.

El reino navarro amplía su ámbito de influencia y disputa las tierras del Condado de Castilla al reino leonés.

La Marca Hispánica, más o menos el territorio de Cataluña.

La repoblación: concepto y dinámica inicial.

La repoblación es un complejo proceso de reordenación social y organización del territorio que supone varios pasos:

  • Un avance territorial, que exige una sociedad asentada que mantenga ese territorio.

  • Una población dispuesta a emigrar de sus tierras.

  • Una forma de reparto de la tierra y, por tanto de nueva organización social.

  • Unas leyes que rijan la vida de la nueva comunidad y su relación con la monarquía.

La repoblación fue, además, una necesidad de las sociedades septentrionales, que buscaban una salida a sus crisis de crecimiento.

Las formas de repoblación

En la primera época se pueden distinguir tres formas de repoblación:

  • Concesiones de la monarquía a sus fieles, nobles que, a cambio le ayudan militarmente.

  • Ocupaciones de la Iglesia que constituyen auténticos señoríos, con un campesinado dependiente.

  • Reparto entre el campesinado. La tierra pertenecía teóricamente a la monarquía, pero era cultivada por el campesinado.

Tienen especial importancia las repoblaciones de los siglos IX y X, en la que destaca la parte norte de la cuenca del Duero y la zona del Ebro.

La expansión de los reinos cristianos.

La reconquista y la repoblación en los siglos XI, XII y XIII.

A principios del siglo XI desaparece el Califato de Córdoba, Al-Andalus, que se parte en múltiples reinos de taifas.

El proceso de avance territorial.

La reconquista puede dividirse en cuatro etapas:

Primera etapa.

Los reinos cristianos toman la iniciativa, consolidando el dominio sobre el valle de Duero. El reino de Navarra, con Sancho III al frente, controla los condados de Castilla y Aragón.

Segunda etapa.

Con la ocupación de Toledo se lleva la frontera al río Tajo. El avance cristiano tomó un notable impulso, consolidándose la ocupación de las cuencas del Tajo y el Ebro.

Tercera etapa.

Se reinicia el avance cristiano. Otro pueblo norteafricano, los almohades, detiene el avance. La reorganización cristiana provoca la importante victoria de las Navas de Tolosa. El camino hacia el valle del Guadalquivir está abierto.

Cuarta etapa.

El reino de Portugal completó su avance ocupando el reino del Algarve, el ejército de Fernando III de Castilla conquistó Sevilla y Jaén, más tarde llega a la frontera de Cádiz. La corona de Aragón se convierte en una potencia mediterránea. El siglo XIV registra la toma de Algeciras, pero supone un importante parón en el avance.

La repoblación de las zonas conquistadas.

  • La libre ocupación es predominante. Los nuevos campesinos veían reconocida su situación mediante una Carta-Puebla o un fuero. Inicialmente esta organización está muy lejos del esquema feudal.

  • La ocupación eclesiástica, a partir de abadías y monasterios. El jefe religioso era, a la vez, señor feudal del campesinado. Fueron muy frecuentes en el valle del Duero, Aragón y Cataluña.

  • Los repartos fueron comunes en el valle del Ebro.

  • Las capitulaciones se generalizaron en el reino de valencia

  • Las órdenes militares establecieron una colonización basada en el latifundio y la ganadería ovina. La sociedad es claramente feudal.

  • El campesinado pasó a ser siervo de la gleba.

La estructura de la propiedad permanece casi intacta, hasta las desamortizaciones del siglo XIX.

La estructura económicosocial.

Se establecen las bases de un sistema feudal. La unidad de producción principal es el señorío territorial.

La economía se desarrolla debido al aumento de la superficie cultivada. Además del cultivo de los cereales, la vid y el olivo, la actividad principal, protegida por la monarquía, es la ovina. La nobleza monopolizaba los grandes rebaños, los nobles dominan la todopoderosa Mesta, sus rebaños tienen prioridad sobre las tierras que cultiva el campesinado, lo que provoca, en las épocas de trashumancia, graves conflictos.

El renacimiento del comercio da lugar a un crecimiento urbano, reforzado al conquistarse las grandes ciudades musulmanas del valle del Guadalquivir.

Las unidades políticas principales.

A fines de esta etapa se configuran los reinos de la Baja Edad Media.

  • La corona de Castilla, que integra Galicia, Castilla, León el señorío de Vizcaya y el reino de Jaén. Los territorios meridionales conquistados se integran en el reino de Castilla.

  • El reino de Portugal y el Algarve.

  • El reino de Navarra.

  • La corona de Aragón, que comprendía Aragón, Cataluña, Valencia, baleares y las posesiones mediterráneas.

  • El reino de granada.

Las transformaciones de los siglos XIV y XV

La paralización de la reconquista.

La crisis general y los problemas internos de Castilla y Aragón provocan una paralización del avance territorial.

La crisis del siglo XIV: guerra civil y conflicto social.

Los factores que explican la catástrofe social son los siguientes:

  • Una serie de años con elevadas precipitaciones retrasaron la maduración del grano. El hambre diezmó al campesinado.

  • La peste, trasmitida por la rata negra, se extendió velozmente por toda Europa.

  • La nobleza, al ver menguadas sus rentas, reacciona de dos maneras: presiona a la monarquía y se apropia de muchos señoríos de realengo; emplea los malos usos, que consisten en el recrudecimiento de la presión fiscal y el saqueo sistemático del campesinado. En las ciudades procuró hacerse con el poder urbano y aumentar la presión fiscal.

Las luchas entre la monarquía y la nobleza.

El rey gobernaba apoyándose en la pequeña nobleza, la minoría judía, al tiempo que garantizaba el mantenimiento de los fueros. La aristocracia proclamó rey a su hermano bastardo, Enrique de Trastámara, que contrató tropas mercenarias. Con la ayuda militar de Aragón logró expulsar a Pedro I, que fue ayudado por los arqueros ingleses del Príncipe Negro. Finalmente Pedro I fue asesinado, Enrique se instaló en el trono, otorgando miles de señoríos reales a la aristocracia.

Las luchas sociales.

Tenían lugar intensas luchas sociales. La creación de la santa Irmandade, que pretendía frenar los abusos de la nobleza, desató una oleada de represión sobre el campesinado. Los irmandiños controlaron gran parte del campo gallego. La aristocracia acabó con la revuelta.

La recuperación del siglo XV

La extensión de la superficie cultivada y la disminución de la presión demográfica permitieron una notable recuperación.

La producción y exportación de lana era la base de la economía castellana. El número de cabezas de ganado se duplicó. La industria textil tuvo cierto desarrollo. La mayor parte de la lana se exportaba a Flandes e Inglaterra.

Los estados principales.

En el siglo XV la península ibérica está repartida en cinco estados: el reino de Portugal, la corona de Aragón, la corona de Castilla, el reino de navarra y el reino de granada.

El proceso de unificación peninsular.

Los ejes de la unificación.

La unidad territorial.

Es el aspecto más destacado de la labor política de los Reyes católicos. Su matrimonio representa la alianza entre Castilla y Aragón.

Las campañas contra el reino de Granada suponen la conquista del reino nazarí y de Granada capital. La habilidad política de Fernando de Aragón consigue la anexión del Rosellón y la Cerdaña. La conquista de Navarra, por las tropas del duque de Alba cierra el proceso.

La unificación religiosa.

La creación del Tribunal del Santo Oficio, gracias a la concesión de una Bula papal, se convierte en instrumento de represión religiosa, pero también política, cuando la monarquía lo necesite.

La expulsión de la población judía y el incumplimiento de las Capitulaciones de Santa Fe.

El nuevo estado y su base social.

La labor política de los Reyes católicos redundó en el beneficio general de la administración de los reinos.

Los reyes intentan reducir el poder político de la nobleza.

Las medidas que toman no van nunca en contra de la nobleza. Ponen coto al intervencionismo político, pero mantienen intactos sus privilegios económicos, sociales y jurídicos.

En el ámbito urbano parecen apoyarse en cierta burguesía mercantil y artesana, pero se decantan hacia los intereses de la poderosa Mesta, que desembocará en la Guerra de las comunidades.

Las revueltas campesinas catalanas obtuvieron por la sentencia arbitral de Guadalupe la abolición de los malos usos.

En ciudades y villas se extendió la figura del corregidor, nombrado por la monarquía, que gobernaba por encima de los residuos del concejo medieval.

Las relaciones con el estamento eclesiástico fueron claras. Se mantuvo su espléndida posición económica, aunque se limitara su intervención política.

El nuevo régimen disponía de recursos y de una experiencia política muy útil en ulteriores expansiones. El potencial territorial y demográfico de Castilla se compensaba con la gran experiencia marítima y diplomática de Aragón.

La tradición de avance territorial y repoblación convertía a la Monarquía Hispánica en una futura potencia. Este fenómeno se va a plasmar en una continua expansión extrapeninsular:

  • Se conquista Melilla.

  • Se conquistan e incorporan a Castilla las islas Canarias, se pacta con Portugal el reparto del Atlántico en el Tratado de Alcaçovas.

  • Se potencia la expedición de Colón, lo que desemboca en su desembarco americano en 1492, aunque se hiciera con la idea de buscar un camino alternativo a las Indias.

En el mediterráneo, las guerras con Francia consolidan el dominio de Nápoles, sentando las bases de la hegemonía hispánica en Italia durante dos siglos. Esta agresiva política se completa con una compleja política matrimonial que resultará desastrosa para Castilla.

Las alianzas con Inglaterra, la casa de Borgoña y Portugal, no obtendrán beneficios notables, pero dejarán el reino en manos de monarcas extranjeros que volcarán los recursos castellanos en incesantes campañas europeas que darán al traste con la hegemonía de la Monarquía Hispánica en Europa.

A principios del siglo XVI, la Monarquía Hispánica es uno de los Estados más extensos y poderosos de Europa.

En esta etapa se cimientan las bases de la nacionalidad hispana, pero al mismo tiempo, el gobierno radicado en Madrid tiene una proyección internacional muy importante, plagado de hambre, epidemias y represión.

El auge de la monarquía hispánica.

El desigual desarrollo de las fuerzas productivas. Las tensiones sociales.

El siglo XVI se caracteriza por un ciclo expansivo hasta mediados de la centuria. La agricultura supera los niveles anteriores, lo que permite un crecimiento demográfico. Se trata de un crecimiento extensivo sin que sean apreciables mejoras en la productividad y los rendimientos.

La demografía.

La corona de Castilla incluye los nuevos territorios anexionados en su proceso de conquista y repoblación.

La población de los reinos hispánicos sigue estando concentrada en la zona interior.

El hábitat seguía siendo rural, aunque se aprecia un importante crecimiento urbano. El aumento de la población está basado especialmente en una expansión lateral de la producción. Las ciudades se desarrollan. El fenómeno urbano es parasitario.

La corona de Castilla cuenta con importantes ciudades como Sevilla, Toledo, Medina del Campo, Valladolid y Madrid.

En la segunda parte del siglo el incremento demográfico se detiene e inicia un descenso pronunciado que se prolonga durante buena parte del siglo XVII. Las causas de esta crisis son múltiples: la crisis de subsistencia, la enorme presión fiscal que soportan las clases populares, la crisis general de los rendimientos agrarios producida por un empeoramiento del clima, la extensión de las epidemias, la guerra y las víctimas de la represión contra las minorías disidentes.

Un crecimiento económico vacilante.

El incremento demográfico es signo de un crecimiento económico.

La agricultura sigue siendo cerealista. Parece claro un aumento de la producción pero como respuesta a una mayor superficie cultivada. La consolidación de los enormes privilegios del Honrado Concejo de la Mesta. La corona tiene el monopolio de la regulación del comercio de la lana.

El comercio vivió una época de expansión; la exportación de la lana castellana y el hierro vasto.

El comercio tiene un gran desarrollo, vinculándose a las ferias. Las importaciones se centraban en productos como tejidos elaborados, papel, pescado en conserva, herramientas... se exportaba espadas, lana, sal, aceite, cochinilla, hierro, cuero... se exportan materias primas y se importan productos elaborados.

El problema del tesoro americano y la inflación de los precios.

El carácter de la Monarquía Hispánica como primera potencia mundial. El nivel de vida de sus habitantes, el límite de su libertad personal y su trayectoria vital no se caracterizan precisamente por ocupar el primer puesto de la Europa del momento.

Es preciso destacar que la economía de la época sigue siendo fundamentalmente feudal.

Consecuencias:

  • Se produce un endeudamiento de la hacienda pública para mantener la política imperial, un alza de los precios producto de la riada de plata americana.

  • La inflación no permite invertir.

  • Los banqueros europeos aguardan ansiosos la llegada de flotas americanas para recobrar sus capitales prestados a la Monarquía Hispánica. La presión fiscal va en aumento, la agricultura se va arruinando y se hace necesario importar hasta el trigo.

  • A pesar de los enormes ingresos de la Monarquía Hispánica, la hacienda real ha de endeudarse constantemente.

  • La mayor parte de la demanda americana no puede ser abastecida por la producción castellana.

Se dispone de un enorme potencial económico, pero resulta insuficiente.

Una sociedad fuertemente estratificada.

La división clasista en esta época no se da solamente de hecho, sino que está recogida en las leyes. Según las normas de la época la sociedad se sigue dividiendo en tres estamentos: la nobleza, el clero y el pueblo. Los dos primeros estamentos disfrutan de privilegios como la exención fiscal, la disponibilidad de tribunales propios para juzgar sus delitos. Los estamentos no son homogéneos.

  • La aristocracia se vuelca en la Corte. La nobleza está exenta de pagar impuestos y dedica sus rentas a mantener una enorme masa de servidores. Gasta su dinero en fiestas, obras de arte, palacios e iglesias. Además acapara los cargos públicos. Cuando dispone de un excedente de capital lo emplea en la compra de juros.

  • Junto a la aristocracia civil desempeña un papel dominante el alto clero. Sus propiedades, la gestión de parte del diezmo, los diversos cargos que desempeña y la función reguladora de la moral hace de este sector un núcleo importante de la oligarquía en el poder. El alto clero controla los bienes raíces e inmobiliarios, los títulos de las rentas, los monasterios y conventos.

  • Los caballeros e hidalgos tienden a arruinarse al descender el valor de la tierra.

  • El análisis de la burguesía sigue siendo un grave problema histórico. Se formó una clase burguesa en torno al comercio, el artesanado y la propiedad de la tierra, pero el conflicto de las Comunidades marca un límite claro a su ascenso. La burguesía se arruina o tiende a ennoblecerse.

  • Los sectores populares urbanos forman una masa heterogénea compuesta por artesanos, criadas, servidores y obreros de los talleres. Su vida se hace muy dura con la inflación y las crisis de subsistencia.

  • El campesinado sigue constituyendo la mayor parte de la población. La mayor parte del campesinado está sometido a la jurisdicción señorial.

  • Las minorías étnicas sufren cada vez más la marginación y la persecución. Durante la Edad Moderna son frecuentes los decretos de expulsión de la población gitana, sin que tengan un efecto real.

  • La situación de la mujer no presenta la evolución positiva que el desarrollo del Renacimiento podía suponer. A pesar de que en las clases altas la mujer parece desempeñar una función importante se encuentra subordinada al poder masculino. Para las mujeres campesinas, el trabajo supone una doble tarea que engloba el ámbito doméstico y la labor en el sector agrario. La mujer se ve sometida a los riesgos de la maternidad en una época sin cuidados higiénicos y sanitarios. En ocasiones, las mujeres buscan salida en los conventos, el servicio doméstico o la prostitución.

La represión tuvo especial importancia en el País Vasco. Después de las Comunidades, la lucha de clases no es entonces posible más que entre nobles y burgueses. A fines de siglo la burguesía castellana agoniza y los letrados enriquecidos se dedican a comprar títulos nobiliarios puestos en venta por la monarquía arruinada.

La construcción del imperio: de los RR.CC. a Carlos I

Los reyes católicos y las regencias.

Fruto de la arriesgada política de alianzas esbozada por Isabel y Fernando, además de la temprana muerte de la reina, los territorios castellanos van a atravesar por periodos de provisionalidad en los que el poder es ejercido por regentes.

Al Morir Isabel I de Castilla, se hace cargo del reino como regente don Fernando. La heredera legar del trono es la hija de los reyes: Juana I de Castilla, a la que se le achacan ataques de locura. El esposo de esta se hace cargo de la regencia y fomenta una actitud anti-aragonesa. El rey Fernando se retira a sus dominios aragoneses. Felipe I entrega el poder a los nobles Flamencos, lo que fomenta el descontento castellano. El nuevo regente es el Cardenal Cisneros, que pide el apodo de Fernando de Aragón. Este gobierno potencia una triple expansión:

  • La expedición al norte de África

  • La intervención en el norte de Italia

  • La anexión militar de Navarra. El rey Fernando promete catar los fueros y privilegios propios del reino.

Fernando de Aragón muere, por lo que Cisneros ostenta la regencia. Éste rompe las Capitulaciones de Santa Fe que resguardaban la religión, la lengua y las costumbres de los moriscos de Granada.

El nuevo rey, Carlos I, se proclama rey al mismo tiempo en que coloca a sus consejeros flamencos en los principales puestos del reino. La locura de la reina Juana la lleva al encierro perpetuo en Tordesillas.

El conflicto de las comunidades

Antecedentes

Las coronas de Castilla y Aragón habían vivido una época de relativa calma desde la conclusión de la guerra de sucesión que dio el trono a Isabel I. Carlos I toma posesión del trono. Su objetivo inmediato es conseguir rentas y subsidios de sus reinos ibéricos para conseguir ser elegido emperador de los territorios alemanes. Sitúa a sus consejeros flamencos en los puestos principales, con lo que se gana la enemistad de parte de la nobleza castellana. Convoca Cortes en Valladolid para que le juren fidelidad; los procuradores lo hacen, pero le piden que respete las leyes del reino, aprenda castellano, no otorgue los cargos a los extranjeros y resida en el reino.

Muerto el emperador Maximiliano el rey parte a la Dieta de Francfort en donde es elegido emperador de Alemania. Ya proclamado emperador no corrige su política. Convoca cortes en La Coruña con el objeto de recaudar dinero para costearse los gastos de su coronación como emperador. Carlos se embarca hacia Alemania, mientras tanto en Castilla se respira ambiente de rebelión.

El conflicto.

La rebelión estalla primero en Segovia y Toledo e inmediatamente se extiende. Los sublevados se hacen fuertes en las ciudades. Las tropas comuneras están dirigidas por Padilla, Bravo, Maldonado y el obispo Acuña. La sublevación se extiende al campo. Los comuneros se dotan de un programa político en la Constitución de Ávila, en la que reclaman la aceptación del papel de las Cortes y la articulación de un régimen preliberal.

Los comuneros parecen llevar la iniciativa, mientras que el ejército comunero pierde el tiempo con la toma de Torrelobatón. Al año siguiente, ambos ejércitos se encuentran en Villalar, el ejército comunero huye en desbandada. Siendo ejecutados sus jefes en Villalar.

Los comuneros defendían un movimiento nacionalista de defensa de los intereses castellanos ante el intervencionismo flamenco, pero también potenciaban un movimiento antiseñorial.

El fracaso del sueño imperial de Carlos I.

Carlos I va a intentar sostener una concepción de expansión del imperio a partir de bases territoriales y religiosas. Los problemas más importantes con los que va a topar van a ser: la oposición de Francia, el surgimiento de la Reforma protestante en sus propios territorios alemanes y el avance el Imperio Turco.

La primera guerra con Francia se salda con la victoria. El tratado de Madrid otorga el Milanesado a la Monarquía Hispánica.

La predicación de Lutero hace surgir un movimiento de reforma de la Iglesia que rechaza frontalmente el poder del Papa. El emperador es coronado por el Papa como Carlos V.

El problema turco adquiere especial importancia al sitiar Viena. El cerco el levantado por las tropas del emperador Carlos.

Francia firma la Paz de Cambray dando a Carlos un nuevo respiro.

En el año 1535 Carlos V fracasa en su intento de conquistar Túnez.

Francia vuelve a la carga con dos nuevas guerras que no alteran la situación. El Para Paulo III se decide a Convocar el Concilio de Trento. Carlos V obtiene su última gran victoria en Mühlberg, que tiene para el emperador un valor claramente defensivo.

El final de su reinado es especialmente tenso.

Las décadas de guerras terminan con un balance bastante exiguo. La paz de Augsburgo reconoce que la religión del príncipe será la de sus súbditos, mientras que la Tregua de Vaucelles deja en empate el enfrentamiento con Francia.

Carlos va traspasando el dominio de sus reinos a su hijo Felipe el emperador muere en el Monasterio de Yuste en el año 1558.

En el reinado de Carlos I, se multiplican las expediciones de exploración y conquista de los territorios americanos:

  • Magallanes inicia un viaje de circunnavegación del planeta, concluido por Juan Sebastián Elcano.

  • Cortes conquista el territorio del Imperio Azteca que lo denomina como Nueva España.

  • Pizarro se hace con el dominio del antiguo Imperio Inca, denominado Virreinato del Perú.

  • Almagro y Valvidia conquistan Chile.

La Monarquía Hispánica establece un dominio discontinuo de los territorios americanos desde México hasta la Patagonia. A partir de mediados de siglo, las minas del cerro de Potosí empiezan a producir enormes cantidades de plata.

La población indígena perece víctima del genocidio, la esclavización o las enfermedades llevadas por los conquistadores castellanos.

Apogeo y límites de la empresa imperial: Felipe II.

Este reinado marca el apogeo de España como potencia mundial.

La herencia de Felipe II es enorme y su gestión y mantenimiento es una nueva muestra de talento político, aunque se haga con unos objetivos que en nada benefician a la población.

El imperio alemán pasa a otra rama de la Casa de los Austrias.

El problema más grave del gobierno de la Monarquía Hispánica es la heterogeneidad de sus territorios. Para gobernar este inmenso imperio es necesaria una burocracia muy elaborada. Cada uno de estos problemas tiene solución abordado en particular, pero planteados al unísono resultan insalvables para el potencial de la Monarquía Hispánica.

Hay dos tendencias en el equipo de gobierno del rey:

  • Una línea abierta, que intenta la solución de los problemas a través de la negociación y la diplomacia.

  • Una línea dura nucleada en torno a numerosos aristócratas, partidaria de la represión, el uso de la fuerza militar y la persecución de la herejía protestante en cualquier lugar del continente. Esta franja cosecha derrotas en Flandes e Inglaterra proponiendo a la Monarquía Hispánica tareas muy por encima de sus posibilidades.

Los problemas internos.

La defensa del catolicismo integrista y los deseos de unificación de los territorios peninsulares son los objetivos fundamentales del reinado.

El rey se presenta como protector de la Inquisición. Se cierran los reinos hispánicos a la influencia exterior. La censura de los libros es escrúpulos. Se prohibe estudiar en las universidades extranjeras.

El rey trata el problema de la anexión con Portugal con suma delicadeza, pero demuestra una particular torpeza en el conflicto con Aragón.

Cuestiones internas más destacadas:

La sublevación de Las Alpujarras.

La prohibición de la práctica del idioma árabe y las costumbres musulmanas, desencadenan una rebelión en la escarpada comarca de Las Alpujarras. La revuelta dura hasta que el hermano bastardo del rey acaba con la insurrección.

El asunto del príncipe Carlos

El matrimonio de Felipe II con su prima María Manuela de Portugal tuvo una descendencia poco afortunada.

La anexión de Portugal.

El rey don Sebastián de Portugal se pone al mando de una descabellada expedición al norte de Marruecos. Éste muere en Alcázarquivir. Su sucesor el cardenal don Enrique muere dejando en su testamento el reino a Felipe II. Éste hace uso de sobornos y promesas ante la nobleza portuguesa. Se proclama rey de Portugal y el duque de Alba ocupa el país derrotando fácilmente a los partidarios de don Antonio, mientras que el marqués de Santa Cruz ocupa las islas Azores con el empleo de la infantería de marina.

Felipe I de Portugal jura solemnemente los fueros ante las Cortes de Thomar. El monarca pone especial cuidado en nombrar a portugueses para los principales cargos.

Antonio Pérez y la revuelta de Aragón.

El secretario de don Juan de Austria es asesinado en misteriosas circunstancias. Se culpa a la princesa de Éboli y a Antonio Pérez. Pérez es encarcelado para escapar. Se refugia en Aragón en donde se acoge a los fueros del reino, pero es encarcelado. El pueblo lo libera y permite su huida a Francia. Los fueros de Aragón son recortados. Antonio Pérez termina refugiado en Inglaterra en donde publica las verdades y mentiras que nutren el mito de la leyenda negra.

Los límites del expansionismo hispano.

En estrecha relación con las dos líneas de la diplomacia hispana en le mundo, la política imperial de Felipe II se va a caracterizar por un vigoroso intervencionismo, propiciado por los recursos de su hacienda y la fuerza militar de que dispone. La propia magnitud del poder español en Europa va a provocar una oposición casi unánime, causa última de su decadencia posterior.

El enfrentamiento latente con Francia.

La herencia de Felipe II comportaba un enfrentamiento latente con Francia. Las tropas hispánicas invaden Francia y obtienen la decisiva victoria de San Quintín. Francia ha de renunciar a su competencia con la Monarquía Hispánica. Enrique II de Francia firma la Paz de Cateau-Cambresis, por la que se confirma la hegemonía hispánica en Italia, los países Bajos y, en la Europa continental

Felipe II piensa incluso en controlar la corona francesa, por lo que apoya al bando católico. Muerto el rey Enrique III sin descendencia aspira al trono el protestante Enrique de Borbón. Ante la amenaza hispana éste se convierte al catolicismo y confirma sus derechos frente a Felipe II. Esta empresa supone un enorme coste.

La lucha en el Mediterráneo: el imperio turco.

La progresión del Imperio turco y la acción de la piratería berberisca ponen en grave peligro la navegación en el mar Mediterráneo. La conquista de Chipre alerta al Papa Pío V que convoca a los reinos cristianos al espíritu de cruzada. La monarquía Hispánica y Venecia prestan su inmediato apoyo reuniendo una flota aliada que derrota a la escuadra turca en el golfo de Lepanto. La victoria tiene un valor defensivo, por lo que beneficia sobre todo a los comerciantes venecianos.

La rebelión de los Países Bajos.

Los países bajos son un territorio desarrollado que van a aceptar inicialmente de buena gana al nuevo rey. El nombramiento de castellanos para los principales cargos y sobre todo la persecución de los calvinistas de las provincias del norte provocan una sublevación en la que se mezclan la defensa del calvinismo, las aspiraciones nacionalistas y la protesta contra un gobierno centralista y autoritario.

El poderío militar de los Tercios de Flandes se muestra impotente ante el apoyo popular a la sublevación.

Felipe II se decanta por la línea dura. Se establece el tribunal de la sangre que condena a muerte a cientos de personas.

El enfrentamiento adquiere tintes de guerra civil. La unión de Utrecht agrupa a los calvinistas del norte. Los católicos del sur se agrupan en la unión de Arrás.

El nombramiento de Alejandro de Farnesio como gobernador supone una recuperación hispana y el cese de la represión brutal. La separación de Flandes en dos territorios es un hecho, que será consumado diplomáticamente por la tregua de 1609-1610.

Un caso de geopolítica moderna: la armada.

Felipe contrajo matrimonio con la reina de Inglaterra María Tudor. Muerta María, hereda el trono inglés Isabel I.

Isabel inicia una política de expansión atlántica. Apoya a los rebeldes holandeses en su lucha contra la Monarquía Hispánica. Isabel I propicia la ejecución de María Estuardo, lo que desencadena la preparación de una flota por parte de Felipe II.

El rey encarga la elaboración de un plan a sus dos jefes militares más importantes. Felipe II y sus secretarios sintetizan dos propuestas en una tercera que resulta poco menos que imposible. La expedición debía de partir de Lisboa, aproximarse al Canal de la Mancha, esperar y recoger a las tropas de Farnesio e invadir Inglaterra. Tres eran las objeciones de base a este proyecto:

  • La flota española era claramente inferior a la inglesa en la navegación oceánica.

  • Las costas de los Países Bajos son de escaso calado por lo que la Armada no podían entrar a recoger a los Tercios de Flandes.

  • Los holandeses contaban con una flota de barcos adaptados al escaso calado de las aguas costeras.

La expedición forzó el paso del canal con pocas pérdidas pero tuvo que seguir camino hacia el norte sin recoger a las tropas de Farnesio. Su navegación en torno a Escocia e Irlanda tropezó con un mar tempestuoso lo que produjo la desaparición de la mitad de la flota y sus tripulantes.

Aunque el dominio hispano permaneció incólume durante varias décadas, los últimos años del reinado de Felipe II ponen coto al intervencionismo militar en Europa.

La crisis de la Monarquía Hispánica.

La crisis y depresión del siglo XVII.

La crisis no aparece súbitamente. La política militarista continúa, con lo que la presión fiscal y el esfuerzo que se pide a los distintos reinos se hace particularmente duro al invertirse la coyuntura económica.

Las causas de la crisis.

Las dificultades de la hacienda real llevan a constantes bancarrotas. Estos problemas llevan a la Corona a realizar profundas alteraciones monetarias. Estar prácticas originan constantes protestas y la persistente devaluación de la moneda sirve para agravar aún más la inflación de los precios.

El desarrollo de una burocracia ineficaz y la falta de inversiones productivas es otro elemento grave. La Corona vendía cargos, arrendaba los impuestos y las aduanas, con lo que obtenía dinero a corto plazo pero reducía sus rentas para el futuro.

El factor más destacado es la crisis general provocada por cambios climáticos importantes.

La crisis no ha ce verse como un fenómeno inevitable, ya que su gravedad procede de la exacerbación de la presión fiscal. Los efectos que tiene en los reinos ibéricos son fruto de la política de la Corona y la gestión de las clases dominantes.

Las manifestaciones de la crisis.

La crisis demográfica.

La población descendió de ocho a siete millones de personas a lo largo del siglo XVII. Una mortalidad muy alta, producto del hambre, las epidemias y la guerra, agravada por la expulsión de la población morisca, el abundante número de clérigos y monjas y la emigración a las colonias americanas parecen explicar el fenómeno.

El empobrecimiento del campesinado

La situación de las familias campesinas empeoró notablemente. Esto es achacable al aumento de los impuestos, el descenso de la demanda americana, el estancamiento técnico que provocaba una debilidad ante las crisis climáticas y la coyuntura general depresiva.

Esta situación provocó un engrandecimiento de los señoríos nobiliares y eclesiásticos, la emigración a la ciudad, la escasez de mano de obra rural y la disminución de la superficie cultivada y la producción.

Hundimiento artesanal y crisis comercial.

La rigidez impuesta por las asociaciones gremiales y la subida de los precios provocó la entrada de productos extranjeros más competitivos, lo que facilitó la desaparición de los grandes talleres artesanales y la ruina de la burguesía de los negocios.

Se empezaron a proponer medidas de tipo mercantilista, cuando el sector interno se encontraba ya hundido.

El comercio oceánico entró en crisis al estar ocupados los navíos en la guerra. Las necesidades del comercio americano eran cubiertas cada vez más por buques mercantes extranjeros. A mediados de siglo, la Monarquía Hispánica veía quebrarse su monopolio de derecho sobre las colonias americanas, facilitando el comercio a los buques de sus principales enemigos.

La ruina de la Hacienda Real.

La espiral de aumento en los gastos y la dificultad progresiva en obtener más ingresos condujo al colapso final de la Hacienda. Felipe II frenó los gastos bélicos, aunque el derroche de la corte alcanzó niveles insospechados.

La dificultad a la hora de pagar los intereses de los juros explica la brutal crisis de 1640, a partir de la cual la Monarquía Hispánica entrega el relevo de primera potencia a Francia.

El arbitrismo y la teoría económica hispana.

La catastrófica situación fue percibida por varias personas que intentaron encontrar una solución a los problemas. A estos intentos se les conoce con el nombre de arbitrismo. Destacan las obras que detectan la dependencia del comercio, el problema de las finanzas, los perjuicios de la entrada de metales preciosos y el despilfarro que suponen los gastos militares.

Un dislocada estructura social.

  • Las clases dominantes sufrieron un proceso de reequilibrio, perdiendo peso la burguesía emergente para dar paso al completo predominio de la aristocracia civil y eclesiástica. La aristocracia pasó a controlar el ejército del poder, aunque fracasa por completo en su papel de clase dirigente. El clero globalmente considerado sufrió una degradación moral sin precedentes. Su número creció enormemente como síntoma de la crisis.

  • Las clases dominadas disminuyeron viéndose abocadas a la mendicidad y el bandolerismo. Desaparecen parte de las salidas tradicionales. Hasta bien entrado el siglo no disminuye el número de Autos de Fe y actuaciones represivas de la Inquisición. El pueblo de las ciudades sigue deseando vivir en un mundo frenético e irreal.

La progresiva desarticulación del imperio

El reinado de Felipe III

El inicio del reinado supuso la instauración de una época de paz.

La paz de Vervins con Francia hizo posible una ofensiva en los Países Bajos. La paz con Inglaterra se completa con la firma de la Tregua de los Doce Años con los rebeldes holandeses. Parece posible una reorganización del gobierno y el comienzo de una época de prosperidad.

La alianza de Francia se sella con el matrimonio de Luis XIII con la española Ana de Austria.

Felipe III deja el poder en manos de su valida el duque de Lerma. Tanto Lerma como su hijo emplearon el gobierno en su propio beneficio.

Lerma expulsó a la población morisca con el pretexto de que podían apoyar al Imperio turco, además de poner en cuestión la unidad católica de la Monarquía Hispánica.

El valimiento es una práctica normal en la Corte de los Austrias menores. El problema principal es que éste suele ser incompetente y corrupto. La corte se puebla de sirvientes, enanos, bufones...

Felipe IV y el conde-duque de Olivares.

El reinado de Felipe IV coincide con el definitivo ocaso de le hegemonía hispana en Europa occidental.

Felipe IV se vio anulado por la poderosa personalidad de su valido, el conde-duque de Olivares.

Olivares intentó cortar los abusos y reorganizar la nación. Creó una Junta de Información de Costumbres, intentó imponer diversos impuestos a la iglesia, se enfrentó con la nobleza andaluza e incluso pretendió suprimir el tribunal de la santa Inquisición. En el tablero internacional se enfrentará a políticos más hábiles como los cardenales Mazarino y Richelieu.

Su proyecto más destacado fue la Unión de armas, que pretendía la creación de un ejército mantenido con soldados e impuestos de todos los reinos. El proyecto provocó las protestas de los otros reinos, ya que no podían participar en los beneficios del Imperio, pero se les pedía costear sus gastos.

Olivares no renueva la tregua con las Provincias Unidas.

Al iniciarse la Guerra de los Treinta Años Felipe III había permanecido neutral, Olivares va a entrar de lleno en la contienda con el objetivo de apoyar a los Habsburgo del Imperio y restaurar el catolicismo en Europa.

Las brillantes victorias españolas de Montaña Blanca y Nordligen provocan la reacción de las naciones europeas. Suecia y Dinamarca entran en la guerra seguidas de la católica Francia.

En esta coyuntura sobreviene el año trágico. Se sublevan Portugal, Cataluña, parte de la nobleza andaluza y el reino de Nápoles. Olivares es apartado del poder, los Tercios sufren ante los franceses su primera derrota en un campo de batalla.

La Paz de Westfalia supone el reconocimiento definitivo de la independencia de Holanda. La monarquía continúa la guerra en solitario.

Se firma la Paz de los Pirineos que supone la cesión del Rosellón y la Cerdaña a Francia, el control de Cataluña y Nápoles; Portugal consolida su independencia.

La culminación del desastre: Carlos II.

La manifiesta incapacidad mental y física del rey hará recaer el gobierno en diversos validos, que prolongaron una política belicista sin recursos económicos ni fuerza militar.

Francia va recortando las posesiones europeas.

La coyuntura económica y social parece registrar una cierta recuperación que no es aprovechada par reconstruir las finanzas, la flota y la capacidad militar de la Monarquía.

En 1700 muere Carlos II después de haber dejado en testamento sus reinos al nieto de Luis XIV: Felipe de Anjou.

La guerra de sucesión.

La llegada del nuevo rey plante graves problemas internos y externos. La política reformista de su ministro Orry y la desconfianza de los reinos de la Corona de Aragón ante el centralismo borbónico despiertan una gran reticencia ante el rey francés.

Va a ser la coyuntura internacional la que desencadene la guerra. La monarquía hispánica unida a la poderosa Francia del momento suponían una amenaza para la estabilidad de Europa. En el conflicto se dilucida el dominio continental de Europa y la futura organización del Estado español. Bandos:

  • La Corona de Castilla y Francia apoyan a Felipe V.

  • Apoyan a Carlos de Austria los reinos de la Corona de Aragón, Inglaterra, Holanda, el Imperio alemán, Portugal y Saboya.

La primera fase es favorable a los Austrias. Felipe V reacciona. Al ocupar los reinos de la Corona de Aragón suprime sus fueros mediante los Decretos de Nueva planta. Los Tratados de Utrecht y Rastatt ponen fin a la guerra.

  • Felipe V es rey de los territorios hispánicos con la condición expresa de no poder unirse a Francia ni recuperar los dominios europeos cedidos a los Austrias.

  • Felipe V conserva los territorios americanos.

  • Inglaterra retiene Menorca y Gibraltar.

  • La monarquía Hispánica cede la exclusividad en el tráfico de esclavos y parte del comercio americano.

Profundo cambio en la política internacional de Europa se ha interpretado como un gran golpe para los intereses hispánicos, pero con estos tratados la Monarquía Hispánica se ve libre de las pérdidas humanas y los inmensos gastos económicos a los que le había llevado su feroz intervencionismo europeo.

Caracteres generales del antiguo régimen.

El concepto de antiguo régimen

El término antiguo régimen fue empleado por los revolucionarios franceses para designar el modelo de sociedad existente antes de 1789, caracterizada por la monarquía absoluta, la sociedad estamental y la organización gremial. El poder de la monarquía tiene origen divino, absoluto e ilimitado. La sociedad aparece dividido en tres estamentos: nobleza, clero y tercer estado.

Elementos económicos, sociales y políticos del antiguo régimen

Una población creciente en el marco de una economía de subsistencia.

Se reduce la mortalidad catastrófica. La población vivía mayoritariamente del sector agrario.

El desarrollo demográfico está en relación directa con las transformaciones económicas.

Las letales epidemias se reducen. Aunque no se reducen las crisis de subsistencia, aunque se ven moderadas por la mejora de las comunicaciones.

La población sigue siendo fundamentalmente rural.

Un crecimiento económico desigual.

Cataluña registra un cierto desarrollo industrial. El artesanado sigue organizado en torno a los gremios. Estas agrupaciones de artesanos monopolizan la producción de cualquier rama de la industria en los núcleos en donde están establecidos. Son organismos exclusivistas que tienden a limitar la producción y retrasan el desarrollo tecnológico. Poco a poco los pequeños productores de los gremios van pasando a depender de los grandes mercaderes. Tienen una organización jerárquica: los maestros y patronos se benefician del trabajo de oficiales, trabajadores y aprendices.

El sector comercial seguía teniendo un modesto desarrollo técnico, debido a la escasez de caminos, la dificultad del transporte, los múltiples sistemas de medidas y pesas y las trabas de las aduanas interiores. El comercio marítimo, estructurado en torno a las grandes compañías recibe un fuerte impulso con las medidas de liberalización decretadas por Carlos III.

Una estructura social fuertemente desequilibrada.

La persistencia del régimen señorial.

Se define la sociedad estamental como aquella que está distribuida en grupos jerarquizados, bien separados entre sí por criterios no económicos, teóricamente rígidos, con existencia legal y efectos jurídicos, tendremos que será el desarrollo de los criterios económicos lo que tendrá una mayor capacidad de corrosión sobre la sociedad estamental. Cada vez pesa más la renta y menos la jerarquía y el rango.

La sociedad estamental está organizada en torno al régimen señorial, que proporciona el dominio a la nobleza, a costa de la masa campesina.

Las clases urbanas están organizadas en torno a los negocios y el trabajo en el sector comercial y artesanal.

La mayor parte de la riqueza se fundamente en el régimen señorial, que la nobleza civil compartía con el otro estamento privilegiado, el eclesiástico.

El señorío supone la existencia de una jurisdicción teóricamente autónoma y una desigualdad legal y la falta de libertad jurídica de una parte de la sociedad respecto de las otras.

La nobleza.

Los privilegios son en tres sectores: fiscal, jurídico y político.

La exención fiscal les facilitaba no pagar los múltiples tributos, impuestos... ;los privilegios jurídicos incluían el no ser torturados ni azotados, ni ser embargados por deudas, y en el caso de recibir pena de muerte, su ejecución sería en la horca; y los políticos les permitían monopolizar los altos cargos y la mayoría de los del poder de los municipios.

La pervivencia de un estamento privilegiado: el clero

En el clero convergen nobles y plebeyos. El clero agrupaba un enorme porcentaje para la población española del momento. El alto clero controlaba una parte importante de la propiedad agraria, lo que le hacía ser blanco también de las críticas de los ilustrados.

Las clases urbanas: un enorme abismo social

Agrupadas en el genérico nombre de Estado llano están comerciantes, funcionarios, profesiones liberales, artesanos, el resto de los trabajadores a sueldo y los grupos marginales.

Puede distinguirse ya un grupo que basa su poderío en la actividad y la renta, este es la burguesía.

Los sectores urbanos asalariados y marginales viven en unas condiciones de vida bastante penosas, agraviadas por un cierto crecimiento urbano, que potencia el hacinamiento.

El campesinado mayoritario de diversa condición.

El volumen más importante de la población está constituido por la población jornalera. Esta población apenas trabaja la mitad del año, por lo que es la víctima ideal de las feroces crisis de subsistencia que precipitan en el hambre y las epidemias a millones de personas. Va convirtiendo el campo sur de la península en un auténtico polvorín social. Los jornaleros son mayoría abrumadora en la parte meridional.

Los campesinos arrendatarios tienen un componente más diverso. Llevan una vida agradable unos, y otras corren el riesgo de perder su condición de propietarios debido a las elevadas tasas y tributos.

El apogeo del absolutismo centralista.

Una dinastía que se estrena en su gobierno con el establecimiento de los decretos de nueva planta demuestra bien pronto su vocación centralista.

El nuevo régimen se implanta en todos los reinos del modelo castellano con la excepción de las provincias vascas.

El gobierno local permanece en manos de Corregidores nombrados por el Capitán General. Avanza el proceso de centralización del gobierno en detrimento de los poderes locales.

Las cortes no tienen ningún papel por lo que apenas son convocadas, salvo el caso protocolario de toma de posesión y jura de nuevos reyes. El fenómeno de los validos sigue siendo frecuente por lo que la capacidad de los gobernantes se sigue fiando más a la casualidad y al favoritismo que a la capacidad.

Las secretarías de despacho se convierten en la práctica en organismos similares a los actuales ministerios.

Antiguo régimen y reformismo ilustrado. El siglo XVIII.

Proyectos y realizaciones del reformismo ilustrado.

La ilustración europea.

Es una corriente ideológica optimista, basada en la confianza en la razón, la ciencia y la educación como factores esenciales de un progreso constante, capaz de conducir a la humanidad a la felicidad. Surgirá en la Europa de fines del siglo XVII, y culminará en la segunda mitad del XVIII. Los principios más importantes son:

  • La importancia de la naturaleza en la existencia de las personas.

  • La razón es el instrumento que guía a la persona en el descubrimiento de la ley natural.

  • Todos los hombres nacen iguales y con unos derechos naturales que deben respetarse.

  • La defensa de la religión natural

  • El sostenimiento de una moral laica.

  • La lucha por la libertad.

A partir de estas ideas surge un poderoso grupo de opinión que pretende reformar el Estado con el objetivo de garantizar la libertad y la prosperidad.

La ilustración española.

La ilustración en España no alcanzará nunca el vigor crítico. Las figuras más destacadas son Campomanes, Feijoo y Jovellanos.

El despotismo ilustrado.

El soberano gobierna sin sujeción a las leyes. Despotismo es todo régimen político que no tiene en cuenta la opinión mayoritaria de la población y en el que, al no existir un Estado de derecho, se dan formas opresivas más o menos manifiestas. El despotismo ilustrado no es sino una forma peculiar de absolutismo monárquico vigente en muchos países de Europa. Caracteres:

  • Centralización administrativa

  • Una política económica de reformas fiscales y agrarias para aumentar la producción.

  • Una reorganización de la educación capaz de elevar el nivel cultural del pueblo como condición para el desarrollo económico.

El insuficiente crecimiento del siglo XVIII

Los caracteres más destacados de esta etapa se centran en un indudable crecimiento económico y demográfico, el intento de llevar a cabo una nueva política por parte de la monarquía y el mantenimiento de España como una de las principales potencias en el terreno internacional.

Un crecimiento económico en el marco señorial.

La estructura económica sigue anclada en el Antiguo Régimen.

El crecimiento agrario.

La expansión de la producción se hace a partir del aumento de la mano de obra, por lo que se ocuparon tierras marginales que no habían sido explotadas desde hacía tiempo.

Un reformismo industrial insuficiente.

El verdadero progreso se da de un modo más espontáneo en Cataluña, donde se instalan ciertas industrias vinculadas al comercio americano, en Andalucía y la costa cantábrica.

El renacimiento del comercio americano.

La creación de riqueza y la inversión en la red de caminos impulsan un desarrollo importante de la circulación comercial

El progreso más notable se va a producir en torno al tráfico con las colonias americanas.

En el reinado de Carlos III se promulga una ley de libre comercio entre las distintas colonias y la metrópoli.

Los cambios sociales y la reorganización imperial.

Transformaciones sociales.

La política oficial de la monarquía borbónica se basa en la introducción de profundas reformas que irían encaminadas a modernizar el país e impulsar el progreso social. La timidez del reformismo encubre el mantenimiento de unas estructuras sociales más o menos intactas.

  • La aristocracia sigue recaudando enormes sumas por el cobro de rentas

  • El alto clero sigue detentando un considerable poder territorial

  • La burguesía va surgiendo lentamente a lo largo del siglo en las ciudades.

  • Las clases dominadas siguen formadas en su mayor parte por el campesinado y los sectores marginales de las ciudades.

La reorganización imperial

La pérdida de los territorios europeos y el crecimiento económico del siglo XVIII permiten una recuperación del poder de la Monarquía Hispánica

El reinado de Felipe V

El nuevo régimen impuesto a los reinos de la Corona de Aragón, en Cataluña mediante la fuerza de las armas es copia del modelo jurídico y administrativo de Castilla.

Los beneficios de la paz: Fernando VI.

Fernando VI demostró una escasa inteligencia política, paliada por el acierto en la elección de sus colaboradores. Se mantiene una política de paz y se desarrollan mejoras en la economía y la educación.

Esta política permitió potenciar el crecimiento, construir una flota para proteger la ruta del comercio americano y recuperar el prestigio exterior.

El ambiguo reinado de Carlos III.

Hereda la corona española y tiene que renunciar la sus dominios italianos. Durante su reinado se llevan a cabo grandes obras en la capital, además de múltiples iniciativas en el desarrollo de la agricultura, la red de caminos, la colonización y el tráfico colonial americano.

La crisis del antiguo régimen

Aunque el reinado de Carlos III se presenta con un balance positivo lo cierto es que en esta época se ponen de manifiesto los límites del reformismo ilustrado.

Razones del fracaso del sistema ilustrado.

  • Falta de una burguesía amplia y fuerte

  • Para la iglesia la solución de los problemas sigue estando en la Inquisición.

  • La falsa añoranza de la época imperial

  • La falta de cultura y conciencia popular

  • La falta de energía de los ilustrados españoles

  • Debilidad de la ilustración española

  • La reacción de las élites conservadoras.

El impacto de la revolución francesa.

Breve caracterización del proceso revolucionario francés.

Los factores son múltiples: desarrollo de un capitalismo incompatible con el Antiguo Régimen, emergencia de la burguesía como clase dominante que desplaza a la nobleza, conflicto campesino por la propiedad de la tierra, exigencia de derechos políticos por la mayoría marginada, ruina de la Hacienda francesa, extensión del pensamiento ilustrado y liberal...

El proceso se inicia con la resistencia de los privilegiados a levar a cabo reformas, lo que desencadena la revolución política.

El ataque de las potencias absolutistas desencadena una revolución dirigida por la pequeña burguesía con el apoyo de los sectores populares.

Conseguida la estabilización un golpe militar depone y ejecuta a los jacobinos retornando al liberalismo moderado.

El apoyo burgués y la militarización terminan encumbrando en el poder a Napoleón Bonaparte, que extiende ciertas reformas jurídicas heredadas de la revolución.

España, desde la Prehistoria a la Edad Moderna

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Enviado por:Gornova
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