Arte
Escultores siglo XX
La escultura del siglo XX
Generalidades.
Las tendencias que en la pintura ha habido durante esta centuria, son las mismas que en parte han seguido los escultores. Al principio del siglo hubo una reacción contra el impresionismo. Dándole una importancia a la armonía de los volúmenes, cuidan de la proporción y de la simetría y desarrollan formas constructivas estables y equilibradas. Algunos artistas tienen tendencia a la simplicidad de las líneas y de la estilización geométrica.
Antonio Bourdelle (1861-1929).
Tomó el camino del impresionismo expresionista, dando suma importancia a la fuerza que hubiera tenido la escultura del romántico. El Hércules arquero, en bronce tiene cierto afectismo. En la imagen de Safo hay un sobresaliente constructivismo por el perfecto equilibrio de las masas y la tradición arcaica griega.
Arístides Maillol (1861-1944)
Tuvo tendencias clasicistas aunque su temperamento se inclinó hacia los simbolistas y después hacia los Nabis. Defiende las formas opulentas y con gran fuerza desarrolla los desnudos femeninos como La isla de Francia, maravillosa alegoría femenina. En la Venus del collar hay originalidad y sensualismo y en El Mediterráneo hay serenidad y gracia.
José Clará (1878-1960).
Es el principal artista del llamado Estilo Mediterráneo. En sus primeras esculturas se siente modernista, por lo que sus obras tienden a lo estilizado. Posteriormente se inclina hacia el naturalismo y el realismo y en sus esculturas querrá imprimir verdadero sentimiento humano.
Constantino Brancusi (1876-1957).
Este considerado como el primer gran escultor contemporáneo, se inspiro en la naturaleza, pero estuvo en contra de las formas puras y abstractas. En El Beso la línea recta, la masa rectangular y las superficies curvas se combinan armoniosamente. En El pájaro conviven la articulación de una forma rectilínea de ritmos ascendentes. El espíritu de Buda lo concibe en un geometrismo tal que la helicoide, las curvas y las quebradas forman un conjunto escultórico de gran intensidad y simplicidad de líneas.
Henri Laurens (1885-1954).
Es uno de los más grandes artistas del cubismo y la pintura de Braque y las de Picasso dejaron una honda huella en su personalidad. La mujer de mantilla es una de sus primeras creaciones con dureza de ritmos, inclinaciones geométricas e intensidad sensual; su cubismo es a veces barroco como La cabeza en piedra policromada de Meudon. Abandono el geometrismo y se inclina hacia los volúmenes inclinados, como son El otoño o La tierra y el mar. En estas obras las curvas invaden a la superficie habiendo verdaderos juegos de masas.
Ossip Zadkine (1860-1967).
Se alineo en la tendencia cubista, así en La mujer del abanico, expresó la génesis del cubismo internacional, pero de un espíritu barroco y a la vez clásico. Será a la vez un artista creador de grupos como en sus obras maestras Ménades y Homo Sapiens.
Pablo Gargallo (1861-1934).
En este artista se dan dos tendencias, así cuando trabaja en piedra o barro era un realista, mientras que si los materiales eran hierro plomo o cobre era completamente modernista. Sus primeras obras son Las mascaras que tienen reminiscencias de arte negro. La bacante y El profeta están concebidas a un espíritu libre a la vez que eminentemente naturalista.
Hans Harp (1887-1966).
Fue de los creadores del dadaísmo. En sus obras pretendió crear una escultura naturalista pero sin imitar a la naturaleza. Sus primeras creaciones serán sus relieves policromos que tienden al cubismo biomórfico en contra del cubismo geométrico. Posteriormente se hace de la tendencia abstraccionista defendiendo la belleza de la materia creando su famoso Torso en bellísimo mármol blanco pulido donde la unidad del conjunto y de las superficies lo consagran como uno de los maestros del siglo.
Alberto Giacometti (1901-1967).
Al principio fue por los causes del naturalismo pero paso al arte del surrealismo buscando la síntesis pura de la escultura como en La pareja o La bola suspendida que a la vez pueden considerarse esculturas abstractas. En el Hombre en marcha hay verdadera fuerza atormentada y expresividad comunicativa. El abstraccionismo fue su etapa más característica.
Julio González (1876-1942).
Sus primeras obras serán mascaras de metal, así como las naturalezas muertas que tienen influencia cubista. Años después se dedica a fundir metales con la técnica de soldadura autógena, dándole verdadera plasticidad al metal, consiguiendo captar volúmenes en toda su plenitud. Reuniendo fragmentos de metal consigue figuras como El hombre cacto No.1. Sus figuras están delimitadas dentro de un espacio, y tienen a la vez abstracción, pero a si mismo fantasía y elegancia.
Alexander Calder (1894).
Fue el creador de los móviles o esculturas aéreas, a base de alambre, donde el espacio esta encerrado por líneas metálicas que sugieren masas. Se hace del grupo abstraccionista, creando por medio de motores esculturas móviles. Sus líneas escultóricas con placas coloreadas colgantes se suspenden en el vacío dando al conjunto un sentido de movilidad.
Henry Moore (1898).
Su obra tendrá originalidad desde los primeros inicios, aunque siempre será un escultor aislado, un artista que no dependía de ninguna escuela. Su inspiración hay que buscarlas en las artes primitivas de América; tiene algo de constructivismo y a la vez de surrealismo sus formas serán figurativas y otras veces no figurativas. Y aunque se hizo abstracto usando maderas y metales siempre será un humanista. Por otra parte prefiere las esculturas echadas y en su escultura habrá drama, angustia y sencillez. En contra de todo lo académico Moore concibe sus obras para que sean admiradas al aire libre y no dentro de cárceles de arte como son en parte los museos. Entre sus obras mas celebres se pueden mencionar la de Madre e hijo, donde las figuras y las expresiones en verdaderos contrastes de luces y sombras nos recuerdan el arte de los olmecas. Posteriormente produce obras como Maternidad, Grupo familiar y Figura vestida echada, que es como un canto épico entre el contacto existente de la mujer madre y el sol que la invade.
Nicolás Schöffer (1912).
Se considera el creador del espacio espacio-dinamismo que es un nuevo constructivismo a base de movimientos. Sus esculturas serán armazones de hierro de gran geometría, donde sitúa placas de metal o de plástico que a veces alcanzan hasta los 50 metros de altura como la del parque de Saint-Cluod. Este ingeniero ha colaborado con ingenieros en la decoración y ha puesto la cibernética al servicio del arte. Invento la escultura Robot llamada CISP I que tiene la posibilidad de mover 16 placas policromas. Su obra Lux I produce efectos luminosos por medio de reflectores pantallas y filtros.
Pablo Ruiz Picasso (1881-1973).
Está considerado como el más incomparable dibujante del siglo; pintor y creador de varios estilos, es uno de los escultores más extraordinarios de la época contemporánea. En la obra Cabeza de mujer esta presente el cubismo inicial, de tendencia expresionista; es un bronce dorado donde la melancolía y la vida interior de la modelo están presentes. Cabeza de toro, metamorfosis, resulto de la unión de un asiento y un manubrio de bicicleta. La cabra es una obra singular; está en bronce y es como una síntesis, como una alusión a la procreación del mundo, un mundo escuálido que aun se atreve a dar a luz.
José María Subirachs (1927).
Un escultor abstracto; años después sigue la corriente de la polimatérica, teniendo verdadero interés por el perfecto acabado escultórico. Una obra muy celebres es el Perfil de bronce y madera.
Eduardo Chillida (1924).
Iniciándose en la escultura de hierro, el cual forja pero conservando los reflejos y los estigmas del fuego. La torsión del metal adquiere forma de arado primitivo como en su obra Rumor de límites.
Andrés Alfaro (1929).
Pertenece a la tendencia minimal art, dando gran fuerza a los ritmos lineales. Es simplista en su concepción y en su Escultura metálica hay monumentalidad poética dentro del sentido constructivo.
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Enviado por: | Octavio Padilla |
Idioma: | castellano |
País: | México |