Podríamos definir entrenamiento y ético como el aprendizaje que vamos haciendo a lo largo de nuestra vida para ser personas lo más humanas posibles.
2. Hábitos
Nacemos preparados para aprenderlo todo pero no sabemos nada en el momento de nacer. Continuamente estamos aprendiendo, aunque no lo sepamos. Cuando repetimos algo se nos va formando un hábito. El hábito tiene que ser algo que se han realizado durante mucho tiempo, no se coge un hábito en un día. Éstos hábitos definirán nuestra conducta y nuestra condición humana. Se dice que el que siembra actos recoge hábitos y el que siembra hábitos cosecha su propio carácter.
3. Virtudes y vicios
Repitiendo actos formamos hábitos de conducta. Pero el hombre puede adquirir una conducta dignas o una conducta indigna, para eso es libre. En el primer caso adquirimos virtudes, y en el segundo caso adquirimos vicios. Debemos cultivar las virtudes de es del principio de nuestra vida y corregir los vicios que lo más pronto posible, sino, arraigarán fuertemente en la personalidad y difícilmente podremos erradicarlos.
4. Virtudes fundamentales
Las virtudes fundamentales son cuatro
-A la prudencia: determinación práctica del bien.
-La justicia: su realización en sociedad.
-La fortaleza: firmeza para defender o conquistar el bien.
-La templanza: moderación para no confundirla con el placer
Todas estas virtudes deben entrar en toda conducta ética, porque sobre ellas se ha desarrollado el obrar del hombre desde hace miles de años. Para armonizar todo este proceso es necesaria la libertad.
La fortaleza
Es una de las virtudes fundamentales. La podemos definir como el esforzarse por aquello que merece la pena. Una manifestación de falta de fortaleza es que nos proponemos algunas cosas que no cumplimos. Practicar la fortaleza significa tener coherencia. Practicamos la coherencia cuando vivimos de acuerdo con lo que creemos, evitando rupturas entre lo que uno piensa y lo que luego vive.
La prudencia
Es el arte de dar los pasos oportunos para conseguir lo que todavía no se tiene. El hombre debe conocerse y conocer la realidad para saber qué es lo que tiene que hacer en cada momento. Pero la prudencia es algo que el hombre debe adquirir. No debemos confundirla con el apocamiento y la astucia ruin. Para conducirse con prudencia es también importante aceptar los consejos.
REFLEXIÓN PERSONAL
Yo creo que en entrenamiento ético es imprescindible para la formación de la persona. El entrenamiento el pico forma nuestra personalidad. Permite desarrollar la conciencia para que, una vez que la tengamos desarrollada, podamos distinguir el bien del mal. Durante nuestro entrenamiento ético debemos acabar con nuestros vicios a través de nuestras virtudes.