Literatura


Ensayo en el siglo XVIII. Gaspar Melchor de Jovellanos


TEMA 1: EL ENSAYO EN EL SIGLO XVIII. JOVELLANOS

La ideología de esta época está marcada por la influencia de la dinastía borbónica en España, representada por los reyes Felipe V, Fernando VI, Carlos III y Carlos IV.

Este tema comprende los siguientes apartados:

  • Innovación y modernidad. El espíritu nuevo.

  • La forma de pensamiento se llama Ilustración, y presenta las siguientes características:

    • Es un movimiento racionalista, es decir, pretende someterlo todo al ejercicio de la inteligencia.

    • Espíritu crítico, basado en el posible desacuerdo o contraste de pareceres. Lo cultivarán, sobre todo, Feijoo y Jovellanos.

    • Revisionismo de los valores heredados tanto literarios como ideológicos o morales.

    • Didactismo, es decir, afán de enseñar y transmitir los nuevos valores, que son los siguientes:

    Curiosidad intelectual, afán reformista, despotismo ilustrado (todo para el pueblo pero sin el pueblo), humanitarismo social (filantropía, beneficencia), utilitarismo cultural (sólo vale lo que sirve incluso de manera material, por eso es un siglo donde no se valora demasiado el arte).

  • Los géneros literarios: el ensayo.

  • En general, se busca lo útil, lo didáctico, como hemos dicho, y por eso destaca un género literario que se llama ensayo y que entraba en lo que entonces se consideraba prosa de ideas. Características del ensayo:

      • Género literario escrito en prosa.

      • Extensión variada.

      • Temas diversos.

      • Enfoque personal.

      • Afán divulgativo.

      • Sin pruebas científicas, pero sí puede presentar citas de autoridad.

      • Predominio de argumentación y exposición.

      • Puede tener alguna figura literaria.

      • El creador de este género literario fue Montaigne en el siglo XVI.

    En el siglo XVIII destacan tres grandes ensayistas: Feijoo, con Teatro crítico universal, Cadalso, con Los eruditos a la violeta y Jovellanos.

  • Gaspar Melchor de Jovellanos.

  • Procedía de familia aristocrática y llegó a ser el escritor más representativo de su época. Fue magistrado y ejerció el cargo de ministro de Gracia y Justicia.

    Destaca, además, el eclecticismo de su obra, es decir, su deseo de armonizar, de hacer compatibles, las corrientes contradictorias.

    Fundó el Instituto Asturiano, centro de estudios muy prestigioso en aquella época. Al fundar dicho instituto, Jovellanos deja claro su ideal de enseñanza, que queda claro en tres puntos:

    • La educación y la cultura son la base de la prosperidad de un país.

    • Hay que conseguir en la enseñanza un concepto equilibrado de la educación y saber unir Ciencias y Literatura porque estos dos saberes son fundamentales para el enriquecimiento intelectual humano.

    • No al memorismo. Sí al buen empleo de la memoria después de haber comprendido los datos que es preciso aprender.

    Él mismo enseñó en el Instituto Asturiano en algunas ocasiones, sobre todo francés e inglés.

    Obra literaria de Jovellanos

    • Su discurso de ingreso en la Academia de la Historia: Sobre la necesidad de unir al estudio de la legislación el de nuestra historia y antigüedades.

    En esta obra vemos los puntos siguientes.

  • Hay que unir el estudio de la Legislación con el de la historia jurídica para ver cómo han ido evolucionando las leyes y cómo han dado lugar a otras.

  • Nuevos conceptos de cómo ser historiador, es decir, que se expliquen no sólo batallas y tratados, sino también progresos, costumbres, errores, etc. que han podido condicionar la historia.

  • Es partidario de la evolución, no de la revolución, es decir, apoya las mejoras y las reformas progresivas, pero no los saltos en el vacío.

  • Se muestra dispuesto a ayudar para profundizar en el estudio de la historia tal como él ha expuesto que debe hacerse.

  • Gran interés por los problemas lingüísticos, es decir, por la exactitud en el uso del lenguaje que se consigue con la lectura y el estudio de la Literatura, no simplemente estudiando Gramática.

    • Elogio de Carlos III

    En esta obra vemos síntesis de las ideas sobre la decadencia española y sobre el ideario reformador del despotismo ilustrado que representaba Carlos III.

    Más que un elogio al rey, es un elogio de la política ilustrada.

    Según él, hay unas causas de la decadencia en España y son las siguientes:

  • Las leyes sometidas al arbitrio de la interpretación.

  • Las ciencias estaban volcadas en la astrología.

  • Las matemáticas nunca bien aplicadas a la práctica.

  • No hay una ciencia que enseñe a gobernar.

    • Informe sobre la ley agraria

    • Esta obra se resume en los puntos siguientes:

    • Rechaza la excesiva intromisión del Estado en los asuntos económicos, porque la ideología económica de Jovellanos es cercana a lo que luego se llamará liberalismo.

    • Es necesario enseñar bien al labrador todos los recursos y todos los nuevos adelantos para el trabajo en el campo.

    • Conseguido el número 2, hay que dar la máxima libertad posible al que posee la tierra y la trabaja bien.

      • Memoria sobre espectáculos

      • En esta obra describe el origen y desarrollo de los diversos juegos y espectáculos desde la Edad Media. Además, se ocupa de las diversiones populares y propone reformas.

        Respecto al teatro, destaca lo siguiente:

      • Se muestra contrario al teatro del Siglo de Oro (s. XVII) porque no le parece realista.

      • Se muestra partidario de las tres reglas en las obras de teatro: acción, tiempo, lugar.

      • Ve bien la prohibición de los autos sacramentales, es decir, que no se representen obras religiosas en los teatros públicos.

      • Partidario de la censura gubernamental en moral y estética.

      • Defiende la finalidad docente del teatro.

      • En general,

          • Reconoce que unos espectáculos pueden permitirse en unas épocas y prohibirse en otras.

          • Piensa que las corridas de toros no son fiesta nacional ni deben llamarse así porque, como son muy caras, las desconoce el 90% de los españoles.

          • Lo mejor para el pueblo son las fiestas familiares y vecinales, tales como romerías, paseos y meriendas en el campo.

          • El teatro no es para el pueblo, lo será cuando éste sea culto.

          • Memoria en defensa de la Junta Central

        Escribió esta obra para defender al gobierno de lo que ellos consideraban calumnias.

          • Tratado teórico-práctico de enseñanza

        En esta obra deja claro su lema como ilustrado: felicidad y cultura para todos. Él defendía que la educación fuese pública y para todos.

          • Elogio de las Bellas Artes

        En esta obra manifiesta su profunda admiración ante las grandes catedrales góticas.




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    Enviado por:Rwat
    Idioma: castellano
    País: España

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