La herencia de Buñuel más estudiada sin duda es la de su cine surrealista lo cual se puede apreciar con el cortometraje de un perro andaluz, dado que tiende a pensarse que las únicas muestras casi incontestables de dicho movimiento son el tal perro y La edad de oro, por ello se dice que <<Un perro andaluz no existiría si no existiera el surrealismo>>.
El perro andaluz es la primera película de Luis Buñuel y Salvador Dalí realizada en 1929, en donde un hombre afila una navaja con la cual corta de forma impactante el ojo de una mujer mientras una nube pasa por delante de la luna.
Esta escena crea un impactante choque al espectador ante esta visión tenía como objetivo fijar en el horror todo sentimiento de apreciación estética que podía sentir ante tal mutilación. Lo que hace diferente esta película es que Buñuel y Dalí no fueron influidos por la técnica o por los ejercicios de estilo, aunque fueran vanguardistas. Existe un rompimiento con los moldes tradicionales.
Al destruir en la pantalla un ojo que representa la mirada del espectador, el personaje manifiesta su intención, la intención de Buñuel, de convertir en caducos todos nuestros hábitos visuales, para abrir la vía a otras profundidades de la experiencia, ilustradas de modo ejemplar por las imágenes violentamente chocantes que vienen a continuación.
La película tuvo como objetivo llevar los sueños que tenían estos artistas a un plano de expresión, por ello las imágenes no tienen mucha conexión en cuanto a historia, pero en cada una de ellas se pueden resaltar los elementos de extrañeza, irracionalidad, elementos de un mundo imaginario donde no hay sentido, pero que refleja un sentimiento muy real, como el deseo sexual, cuando se le agarran los pechos a una mujer, existe la rebeldía de expresar sus creencias.
Su proceso creativo consistió básicamente en trabajar sobre las imágenes que les venían a la mente, sin detenerse a examinarlas o pensarlas, ya que lo único que como creadores rechazaban era que se les pudiera dar a estas imágenes una interpretación racional, psicológica o cultural.
Con la colaboración de Dalí y bajo los influjos del surrealismo, la cinta condensa una originalidad visual e imaginativa que se desprende de las intenciones para sumergirse en el mundo de los significados del inconsciente colectivo, la violencia, la brutalidad y la sexualidad de las escenas son aún mayores si recordamos que se estaba trabajando en la época del cine mudo.
En la segunda, desde mi punto de vista no existe una ilación logica o continuidad, así como en muchas de las obras modernas con la ausencia de una temática existe en ella una serie de imágenes sin relación manifestando un caos visual e ideológico.
En este caos destaca un tipo de ideología que se figura a la de Freud, el cual aporta una influencia sobre cada uno de los cortometrajes que vimos al igual como en el surrealismo, el cubismo y algunos de los otros movimientos modernos
Su cine está repleto de reminiscencias estéticas del siglo pasado y de su infancia. Su ciudad natal quedó, por ejemplo, inmortalizada a través del Milagro de Calanda, pero como imagen erótica en su película Ensayo de un Crimen y Tristana; en los tiempos de la infancia de Buñuel un devoto de la Virgen del Pilar a quien habían amputado una pierna soñó que la virgen le ordenaba untarse el muñón con óleos santos y reponer el ya enterrado miembro en su lugar. El milagro fue que la pierna volvió a desempeñar su función a pesar de que la carne estaba putrefacta y agusanada. La religión fue un gran tema en toda su trayectoria, sobre todo en un principio.
Termina el cine surrealista de Buñuel en esta época, pero el director siguió usando formas e ideas surrealistas en sus demás películas, sobre todo en cuanto a las imágenes; comúnmente planos medios y generales de una vida ordinaria, que cambian súbitamente a través de un viaje, un corte o un acercamiento que destaca el gesto, el rostro o el objeto en un cambio de ritmo que se conecta con lo anterior de manera magistral.