Literatura
El mundo de Sofía; Jostein Gaarder
EL MUNDO DE SOFÍA
El mundo de Sofía es una novela que mezcla el aprendizaje (en este caso, de la Historia de la Filosofía) con el ocio y el placer que resulta del hecho de leer una obra artística literaria, y eso me ha parecido una idea buena y provechosa. Al menos a mí me ha servido de mucho la lectura de este libro.
La obra comienza presentando a la protagonista, una joven normal que va al Instituto y se llama Sofía Amudsen. Todo comienza cuando recibe una carta cuyo mensaje es una breve pregunta: “¿Quién eres?”. A partir de ahí, a Sofía se le abrirán las puertas de lo que es el interés por los misterios del universo, o dicho de otra manera, la Filosofía, e irá aprendiendo más y más sobre este tema de la mano de un enigmático filósofo. Voy a hacer un resumen global de la obra:
Sofía comenzará a recibir correo dirigido a otra persona, una tal Hilde Moller que curiosamente es una joven como ella, de su misma edad y cuyo padre también está ausente.
El curso de Filosofía empieza con un ejemplo: todo es un misterio para nosotros que a la vez somos parte del enigma como si fuéramos un bicho que vive en la piel del conejo blanco que saca el prestidigitador del sombrero en medio de un circo, y el filósofo es el que intenta encaramarse en el pelo donde le ha tocado vivir para intentar ver.
Después, el curso de Filosofía comienza por donde empezaron los filósofos griegos 600 años antes de Cristo, por la discusión de los mitos y la búsqueda de las “leyes de la Naturaleza”. Los filósofos se fiaron de la razón y expusieron sus ideas: los presocráticos sobre la naturaleza, Platón sobre las ideas eternas y sobre el Estado, Aristóteles sobre las distintas ciencias, la lógica, la ética, etc.
En la etapa siguiente, que abarca desde el s. IV a.C. hasta el principio de la Edad Media, es muy interesante la postura de los cínicos, la verdadera felicidad es “¡que no me tapes el sol!”, y los estoicos como Séneca.
La acción de la novela sigue avanzando con el misterio que para Sofía supone el personaje del filósofo anónimo, y para descubrirlo sale de acampada con su amiga Jorunn y entran en una cabaña donde ven un espejo y postales dirigidas a Hilde.
El siguiente paso en el curso de Filosofía es el cristianismo, que influyó en toda la Edad Media y ha contribuido de forma esencial a que seamos como somos. De ahí la cita de Goethe “el que no sabe llevar su contabilidad por espacio de tres mil años se queda como un ignorante” que aparece antes de empezar “El mundo de Sofía”, y con la que Jostein Gaarder quiere dar a entender que si no sabemos cuál es el camino que el hombre ha recorrido hasta el s. XX somos como el mono. En este momento la persona que le escribe sobre Filosofía se entrevista con ella, es Alberto Knag, y a partir de aquí los dos dialogan. Hablan de la Edad Media, San Agustín, Tomás de Aquino, etc. que fueron los filósofos de la iglesia. ¡También hubo una filósofa, Hildegarda de Eibingen!
En el Renacimiento, la ciencia se enfrentó con la iglesia: Giorcheno Bruno, Galileo, Copérnico… Igual, por ejemplo, que luego Newton o Darwin.
Descartes en el s. XVII volvió a empezar la Filosofía por su cuenta.
En el s. XVIII lo que predominó fue el empirismo: “adquirimos nuestras experiencias mediante los sentidos”, y ésa es la fuente del conocimiento humano (Locke, Hume).
Se puede decir entonces que la acción de la novela transcurre en dos vertientes distintas: por un lado, la acción de lo que le ocurre a la protagonista; por otro, la historia que nos cuenta el profesor de Filosofía, que es la parte dedicada al aprendizaje. Un aprendizaje entretenido y que, además, se ve motivado por el misterio que provoca saber que después de aprender cosas nuevas sobre algo provechoso como es la Filosofía, poco a poco se nos irá desvelando el misterio que rodea a la acción de lo que pueda ocurrirle a Sofía, la niña protagonista. Aunque yo me atrevería a decir que el verdadero protagonista de “El mundo de Sofía” es el lector del libro. Él es quien aprende, él es quien disfruta y él es quien desvela la intriga de la historia.
En esta novela se nos marca el proceso de una chica que va asumiendo su identidad al descubrir la capacidad humana de hacerse preguntas sobre sí misma y sobre todo lo que le rodea. De ahí su interés por la Filosofía.
A lo largo de la novela, Sofía irá desarrollando su identidad a medida que va ampliando su pensamiento a través de las enseñanzas de su profesor filósofo: porque la Verdad es mucho más interesante y más compleja de lo que podría haber imaginado en un principio.
La trama en la que Sofía vive sus misteriosas aventuras mantiene en vilo al lector hasta el final. La ficción va de la mano del misterio: todo ocurre a partir de situaciones fantásticas que comienzan a pasar en la vida de una niña de 14 años. Y de pronto, existen dos niveles de la realidad: uno donde se mueve el lector y otro donde habitan los espíritus. A lo largo del libro se va quedando un sabor racionalista en los labios del lector.
Pero me ha sorprendido que Gaarder, que con su libro pretendía hacer una obra didáctica para enseñar Filosofía, haya mezclado la Historia de la Filosofía con una historia imposible, de lo desconocido… Debe ser para atraer más la curiosidad de los jóvenes, no lo sé; en cualquier caso la mezcla no está mal hecha para mi gusto.
En “El mundo de Sofía” la magia se desliza por entre las diferentes concepciones del mundo de los grandes filósofos y cuando el lector está metido plenamente en el cuerpo de la obra, llega un momento en que no sabe ni dónde está parado, pero ese tipo de desconcierto es el que conduce al asombro, tan necesario para filosofar.
Me ha gustado mucho la obra. Llegué con mucho interés al final, al día del decimoquinto cumpleaños de Hilde, y el regalo prometido que era un libro, el libro que tenía en mis manos, “El mundo de Sofía”, un regalo con el que se puede crecer. A partir de ese momento era Hilde quien leía el libro de Filosofía.
Pienso que es una experiencia gratificante leer una novela de aventuras para aprender una materia que con tan mala pinta aparece muchas veces como es la Filosofía. Siempre me ha gustado mucho la literatura, y me parece una gran idea utilizarla para aprender diversas materias. Creo que se debería dar más importancia y tiempo a leer libros como éste y menos a aprender de memoria los temas.
Al menos yo he aprendido mucho leyendo este libro: aprender resulta fácil, divertido, y además motiva mucho.
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Enviado por: | Geno Santiago |
Idioma: | castellano |
País: | España |