Literatura


El Conde Lucanor; Don Juan Manuel


El Conde Lucanor; Don Juan Manuel

BIOGRAFiA DEL AUTOR

Nació en Escalona (Toledo) en 1282. Se le atribuye muy a menudo el título de infante: no lo tenía pues no era hijo de rey. Eso sí: tenía el título de príncipe porqué era sobrino de Alfonso X el Sabio, a quien admiraba por todo lo que hizo. Guerreó a favor y en contra de Castilla. Fue uno de los personajes más influyentes de su época. Está considerado como el principal impulsor de la prosa castellana.

Tuvo una educación privilegiada, como cualquier noble, a manos de su madre hasta la muerte de ésta, y después, de varios educadores como Martín Fernández Pantoja o Alfonso García.

Con apenas 12 años, inició su vida pública en Murcia, y a partir de ese momento, su vivió de forma dual: como gran literato y hombre del saber, y como gran batallador.

Don Juan Manuel fue un hombre contradictorio, (obsesionado por su honra y convencido de la pureza de su sangre, se equiparó a los reyes) ya que la personalidad del escritor fue opuesta a la del hombre que vivía en sociedad. A pesar de todo esto, a medida que se iba haciendo mayor, el noble rebelde se acercaba más a la moralidad del escritor.

En fin, fue un político, cortesano, literato y hombre culto amante del saber, que simultaneó la actividad física (caza, guerras, ...) con la labor intelectual.

Murió en Córdoba el 1348.

ACTIVIDAD LITERARIA

Presenta varias facetas: poeta, historiógrafo, tratadista, ... aunque de la faceta poética (“Libro de los cantares”) no conocemos nada excepto de los pareados del Conde Lucanor, su obra en prosa, le convierte en el mayor prosista de la literatura de su siglo.

Toda su obra es didáctica, es un fiel continuador de Alfonso X, con un empeño político y social muy marcado, ya que era conocedor de que la nobleza a la que pertenecía estaba a punto de ser dilapidada por la burguesía.

Fue el primer escritor con conciencia, por eso, depositó los originales en el monasterio de Peñafiel, aunque este posteriormente, como bien nos ha explicado nuestra profesora, fue víctima de un incendio y se perdió el original.

RESUMEN DE LOS 10 CUENTOS

Cuento I

El conde Lucanor hablaba con su consejero personal, Patronio, acerca de un caso que le había sucedido para pedir su opinión.

El caso era que un amigo del conde le había pedido que le cuidara parte de sus tierras mientras él estaba fuera y la otra parte se la comprase. Al escuchar esto Patronio le contó lo que le sucedió a un rey con su ministro:

El rey tenía mucho aprecio a su ministro lo que envidiaban el resto de los ministros. Éstos idearon una estratagema para hacer desconfiar al rey de aquel ministro, que pensara que quería su muerte, y le dijeron que le convenciera de que quería apartarse de la vida que llevaba e irse a un país apartado para mostrarse como uno más y que quería que ocupase su puesto en cabeza de su familia y sustentase su trono. El ministro comentó todo lo sucedido con un esclavo que tenía en su casa, ya que le tenía mucha confianza y no hacia nada sin decírselo. El esclavo se dio cuenta rápidamente de la estratagema y le dijo que para ganarse de nuevo la confianza y no pensase el rey lo que los demás quería que pensase, se pusiera las ropas viejas y fuese a hablar con el rey para decirle que se quería ir con él. El rey al darse cuenta de su lealtad le contó que todo fue idea de los ministros y volvió a confiar en él.

Patronio le explicó al conde Lucanor que le estaba poniendo a prueba su amigo y que debía desconfiar de él y éste obró en consecuencia.

Cuento II

El conde Lucanor hablaba con su consejero personal, Patronio, acerca de un caso que le había sucedido para pedir su opinión.

El conde estaba preocupado por una cosa que si la hacía mucha gente le criticaría; pero si no lo hacía, también le criticaría mucha gente. Patronio le aconsejo con este cuento:

Un labrador tenía un hijo muy bien entendido. Este hijo, siempre le decía a su padre todos los inconvenientes de lo que iba a hacer y como hay pocas cosas que no tengan inconvenientes, dejaba de hacer muchas cosas por culpa de su hijo. El padre decidió enseñarle de una manera práctica como habría de obrar. Un día padre e hijo fueron al mercado del pueblo más cercano a comprar y llevaron una bestia de carga, los dos iban andando y la bestia sin montura. Se cruzaron con unos hombres que les dijeron que como iban andando y la bestia sin carga. El hombre le preguntó al hijo si ellos tenían razón y este asintió y el chaval se montó en la bestia. Al rato pasaron otros hombres que criticaron al chaval por ir montado y no dejar a su padre montar, ya que él era más viejo. El chaval accedió a dejar a su padre la montura. Después se encontraron con otros hombres que le dijeron que un joven sin formar a los cansancios no debía ir andando y dejar a su padre ya más curtido en este tema. Éste accedió y se montaron los dos. Finalmente, se cruzaron con otros paseantes que les amonestaron por llevar sobrecargada a la bestia, entonces se bajaron de nuevo los dos.

El padre entonces le explicó a su hijo que no hay que pensar en lo que dicen los demás sino en lo mejor para ti.

El conde se dio cuenta con este ejemplo que debía hacer lo mejor sin pensar en lo que digan los demás.

golondrina. Ésta se había hecho amiga de los humanos y desde entonces los hombres cazan todos los pájaros menos la golondrina.

Patronio le comentó al conde que debía prevenirse del ataque, y esto es lo que hizo el conde. Don Juan añadió unos versos al final.

Cuento VII

El conde Lucanor hablaba con su consejero personal, Patronio, acerca de un caso que le había sucedido para pedir su opinión.Un hombre le dice al conde que haga una cosa que a largo plazo y encadenadamente conseguirá muchos beneficios. Patronio entonces le dio su opinión con este cuento:Una señora iba al mercado con una olla de miel. Por el camino iba pensando en lo que iba a hacer con el dinero que sacara de la olla, llevando a la conclusión de que se haría rica después de algunos trueques. A la pobre le dio la risa tonta y se le cayó la olla y se le escaparon todos sus sueños. Patronio comentó entonces que debía fijarse en la realidad y no en las posibilidades que podrían darse. El conde le hizo caso.

Cuento VIII

El conde Lucanor hablaba con su consejero personal, Patronio, acerca de un caso que le había sucedido para pedir su opinión. El pobre conde andaba falto de dinero ya que prestaba a personas que no lo necesitaban y tendría que vender una de sus fincas o algo peor. Al oír esto, Patronio le habló de este cuento:

A un hombre enfermo le sacaron el hígado para poder limpiárselo y cuando el cirujano tenía el hígado en la mano un hombre le pidió un trozo para su gato.Patronio le explicó que no debería prestar dinero a las personas que no lo necesitasen. Gracias a esto el conde recupero su dinero.

Cuento IX

El conde Lucanor hablaba con su consejero personal, Patronio, acerca de un caso que le había sucedido para pedir su opinión. Un poder superior al conde se cierne sobre el y un enemigo suyo. Sabiendo que si se une a un enemigo suyo podrá vencerlo se pregunta si debe hacerlo y Patronio le ayuda con este cuento. Dos caballeros muy amigos no podían vivir juntos por culpa de sus caballos que se odiaban a muerte y decidieron que la única manera de librarse era vender los caballos para echarlos a un foso con un león. Nada más estar solos los caballos, éstos empezaron a pelear. En medio de la pelea apareció el león. Los caballos asustados se unieron para vencer al pobre león y desde entonces fueron grandes amigos. Patronio le explico al conde que se encontraba en la misma situación y que debía obrar según pensase si su amigo-enemigo se volvería contra él al vencer al poder superior. El conde lo comprendió.

Cuento X

El conde Lucanor hablaba con su consejero personal, Patronio, acerca de un caso que le había sucedido para pedir su opinión. El conde pasaba por malos momentos financieros lo que le producía unas ganas de dejar este mundo. Patronio, más sereno, le explicó este cuento: Dos hombres eran muy ricos. Una de ellos había llegado a tal pobreza que sólo tenía para comer unos altramuces y, aunque antes fue rico, no le quedaba más remedio que comérselos. Pero se dio cuenta de que no era tan desgraciado ya que otro que fue más rico que él estaba comiéndose las cascaras de los altramuces y gracias a esto salió con esfuerzo de la pobreza y se convirtió en rico otra vez. Patronio entonces le explicó que debía luchar por salir de esa situación y lo consiguió.

Cuento XI

El conde Lucanor hablaba con su consejero personal, Patronio, acerca de un caso que le había sucedido para pedir su opinión. El conde, dando ayuda a un amigo conseguirá algo para su provecho pero mientras se lo da, el otro no lo complace y entonces piensa si debe terminar de ayudarlo. Patronio le alumbra con este cuento: Un deán de Santiago quiere aprender la nigromancía y habla con un mago de Toledo. El deán le promete que se le enseña él le recompensará aunque suba mucho en la iglesia. El deán aprendió el arte de la nigromancía y este empezó a subir en la iglesia sin recompensar al mago e incluso el deán se convirtió en papa olvidándose de su promesa de cumplir con su palabra y el pobre mago se quedó como estaba y volvió a Toledo. Patronio le explico que no merecía ayudar a esa persona que luego no le va a complacer.

Cuento XII

El conde Lucanor hablaba con su consejero personal, Patronio, acerca de un caso que le había sucedido para pedir su opinión. El conde estaba preocupado por que sus tierras estaban muy separadas entre sí y pensaba si debería estar en las zonas más protegidas y céntricas o en las más alejadas y desprotegidas cuando estuviera en guerra. Patronio entonces le explicó este cuento: Un gallo muy macho se fue un día a dar un paseo por el campo cuando se cruzó con una zorra y el gallo se subió al un árbol apartado. Aunque la zorra intentaba cucar al gallo para que bajase el gallo estaba impasible. Entonces la zorra empezó a mordisquear la corteza y a golpearla con la cola. El gallo se asustó sin tener que hacerlo y se fue cambiando de árbol hasta que fue comido por la zorra. El conde comprendió que no debía asustarse y debía seguir impasible donde estuviese.

Cuento XIII

El conde Lucanor hablaba con su consejero personal, Patronio, acerca de un caso que le había sucedido para pedir su opinión. Personas amigas del conde a veces dañan a sus vasallo pero cuando se cruzan con el conde le dicen que lo hacen por necesidad. Patronio le explica entonces este relato: Un cazador de perdices cogía perdices, las guardaba en una red y luego las mataba. Mientras las estaba matando lloraba por que le daba el viento de cara. Las perdices pensaban que el hombre era bueno por que las compadecía antes de morir. Una perdiz que estaba libre les decía daba lo mismo que lloraba pues las mataba igual. Patronio entonces le explico que él se estaba comportando como aquellas perdices.

Cuento XIV

El conde Lucanor hablaba con su consejero personal, Patronio, acerca de un caso que le había sucedido para pedir su opinión. Personas aconsejaban al conde que juntase todo el dinero posible a lo que Patronio contestó con este cuento: Un lombardo que había enriquecido por todos los medios posibles enfermo de muerte y mando llamar a Santo Domingo para confesarse. Éste no quiso venir pero mando un fraile que no fue recibido por desconfianza de los hijos del lombardo. Murió el lombardo y en el entierro Santo Domingo dijo que su corazón estaría en un arca con el resto de su dinero como rezaba la Biblia y en efecto estaba. Patronio le aconsejo al conde que no se obsesionará con el dinero.

ESTRUCTURA

La estructura que D.Juan Manuel utiliza durante toda la obra es similar en cada uno de los cuentos.

Comienza con una especie de INTRODUCCIÓN en la que el narrador hace una especie de presentación que deja paso a la explicación de un problema que al conde acontece y expone a su consejero, este reflexiona acerca del caso y se pasa a la parte de DESARROLLO, donde el conde cuenta un cuentecillo al conde en donde se produce una especie de parodia del problema del conde y se pasa al DESENLACE donde atronó cuenta el prlbema inicial y pasa a mostrar una solución al conde y el que según piensa él, es el mejor camino a seguir para este. Se concluye el cuento con una moraleja acerca del problema ya solucionado.

OPINION PERSONAL

El libro, a pesar de su antigüedad es perfectamente útil en la actualidad. Creo que los ejemplos son intemporales (aunque están situados en un tiempo marcado, no pierden el significado con el paso de los siglos). En cuanto a lenguaje, no usa un lenguaje actual, cosa que complica bastante su comprensión, pero tal y como se puede comprobar en una versión adaptada, no usa un lenguaje rebuscado ni demasiado complejo: las construcciones son sencillas, las frases cortas y simple y de cada cuento o enxiemplo se deduce una enseñanza clara. Escribe el libro pensando en el nivel cultural de cualquier persona. Es por todo esto y mucho más que creo que estamos ante una de las obras cumbres de la literatura medieval española.




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Enviado por:Guillepey
Idioma: castellano
País: España

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