Literatura


El árbol de la ciencia; Pío Baroja


TRABAJO SOBRE EL ÁRBOL DE LA CIENCIA, PIO BAROJA

Título: El árbol de la ciencia.

Autor: Pio Baroja

Editorial: Alianza

Año: 1911

En el árbol de la ciencia Pío Baroja nos relata la vida de un estudiante, Andrés Hurtado, un personaje perdido en un mundo absurdo, las actividades que realiza, su ideología... que, una vez acabada la carrera, se plantea qué hacer con su vida.

Toda la vida de Andrés está llena de breves momentos de ilusión, de acción, con su consecuente desilusión, el desengaño debido a las circunstancias familiares, a la sociedad que le rodea... todas las circunstancias que le rodean le son adversas. Es un muchacho reconcentrado y triste, que se siente solo, abandonado, con un vacío en el alma y que siente a la vez una sed de conocimiento y la necesidad de encontrar una orientación para su vida.

Andrés Hurtado ya se nos muestra desilusionado al principio de la novela, ante los profesores, el ambiente de la universidad, la carrera de medicina en España es una farsa, como él dice, la mala relación con su padre, etc... Sus estudios no colman su ansia de conocimiento y su contacto con los enfermos, el conocimiento de la miseria social del mundo de Lulú, su futura mujer, son otro motivo de depresión para Hurtado, a la vez que agudizan su exaltación humanitaria.

Andrés busca una explicación, una orientación y se refugia en la filosofía, leyendo a autores como Kant y Schopenhauer, los mismos que el propio Baroja leía. Para Andrés Schopenhauer era como un consejero, empieza a creer en su visión pesimista del mundo y se convence de su filosofía ,que está presente a lo largo de toda la novela.

Andrés va avanzando en su carrera y siguen sucediéndose la ilusión y la desilusión, el optimismo seguido del pesimismo. Piensa que el mundo le presenta la cara más fea y que ser inteligente constituye una desgracia en este mundo: la felicidad sólo puede venir de la inconsciencia y el conocimiento trae siempre dolor consigo, pensamientos que coinciden con la filosofía de Schopenhauer.

Andrés saca estas conclusiones del ambiente del hospital y del mundo de Lulú.

Hurtado acude a su tío Iturrioz (que representa al Baroja maduro, mientras que su sobrino representa al Baroja joven) para comentar con él el mundo conocido, ya que a sus amigos no les interesan sus comentarios, y mantienen una larga conversación. Andrés se da cuenta de que es una de las pocas personas con las que puede hablar sobre asuntos trascendentales.

Andrés, tras esta conversación, ante las dos alternativas que le ofrece su tío, se inclina por la ataraxia (la abstención y contemplación indiferente de todo).

Luisito, el hermano menor de Hurtado, enferma y han de trasladarse a un pueblecito en que creen que se curará. Andrés se siente en paz, aunque también siente una insociabilidad interna. No quiere salir a la calle ni conocer gente, contempla las estrellas, lo que le produce pensamientos perturbadores... Aunque tampoco este retiro le da la tranquilidad.

Andrés vuelve a Madrid y se encuentra mal debido a su padre, hubiera deseado viajar, marcharse de allí, no se adapta a las circunstancias.

Va a un pueblo burgalés a sustituir a un médico y consigue encontrar la paz. Durante este tiempo tiene lugar la muerte de Luisito, lo que perturba su paz interior y le lleva al escepticismo ante la ciencia y a las más negras ideas ante la vida. Se produce de nuevo el pesimismo que sigue al optimismo, tan presentes a lo largo de toda la novela.

Esto le arrastra de nuevo hacia sus inquisiciones filosóficas y acude a Iturrioz y mantiene una larga conversación con él, lo que constituye una especie de paréntesis en la novela y sirve como enlace de la primera parte, la formación de Andrés, que concluye, y de la segunda parte, la de su experiencia como médico, que comienza tras este paréntesis filosófico.

Con su filosofía a cuestas, Andrés va a Alcolea del Campo, pequeño pueblo manchego en que ejerce como médico titular. El pueblo le produce un profundo malestar físico y allí experimenta sufrimiento, alternando con aburrimiento. Señala lo absurdo de la relación de los vecinos entre sí, el estado de inercia y desconfianza del pueblo, denuncia la situación del la España rural, la envidia, la crueldad y el orgullo de la sociedad, el caciquismo, etc...

Decide retirarse y alcanza un estado de ataraxia que sólo queda perturbado por su última noche allí, cuando se encuentra abatido por su relación con la mujer de la casa y se convence de lo absurdo que es todo.

Viaja a Madrid ,donde están presentes los desastres producidos por la guerra contra los Estados Unidos, y deriva hacia un absoluto pesimismo político y adopta una postura pasiva en busca de una paz desencantada.

Tras esta desilusión se produce una nueva ilusión, un resquicio de esperanza: Andrés se casa con Lulú y con ella se retira de la sociedad. Se dedica al trabajo de la traducción y es más feliz que nunca.

Esta paz provisional vuelve a romperse por una nueva y definitiva desilusión cuando Lulú muere al dar a luz. Andrés sufre de nuevo las experiencias de la vida, lo que le lleva al suicidio.

Estos son los personajes principales que aparecen en la obra:

Doctor Iturrioz: Es el tío de Andrés y otro de los protagonistas de la novela. Este personaje se convertirá en el mejor amigo, junto a Lulú, de Andrés Hurtado. Con él discute todo lo cuestionable que se le pasa por la cabeza. Es él quien, junto a otro médico, le ve en su lecho de muerte después de que Andrés se haya suicidado.

Andrés Hurtado: Es el protagonista de la obra, y es también el que hace el papel de Pío Baroja en la obra. Su familia era de ideas derechistas, contrarias a las suyas. Era un joven inquieto y ávido de aprender cualquier cosa, sobre todo medicina (su carrera). Este ímpetu de aprendizaje le levaba a plantearse cuestiones filosóficas que discutía con su tío Iturrioz, estas preguntas eran sobre todo existenciales, las cuales se plante más que nunca a partir de la muerte de su hermano Luisito. Estas inquietudes vitales terminan con su muerte. El fallecimiento de su esposa poco después de dar a luz un niño que nace muerto le sumen en una profunda depresión que no puede aguantar y termina suicidándose.

Julio Aracil. : Amigo íntimo de Andrés, compañero desde antes de la carrera y más tarde de trabajo. Aunque su forma de vida no concordaba con los ideales de Andrés Hurtado, eran buenos amigos

Lulú: Se la podría considerar la tercera protagonista de la obra. Al principio aparece como alguien poco significativo para Andrés, simpática pero fea, pero poco a poco se va dando cuenta de que es la mujer a quien ama, tal es así que Lulú termina representando para Andrés el culmen de mujer inteligente y bella. Llegó a amarla hasta el punto de no soportar su muerte.

Montaner: Compañero de carrera de Julio Aracil y de Andrés Hurtado, con este ultimo mantenía discusiones de todo tipo. Al principio estas discusiones eran muy tensas y Aracil hacia de árbitro e intermediario entre los dos compañeros. Montaner era derechista, aristócrata, monárquico y creía en las clases sociales. Paradójicamente acabó siendo pobre y pidiendo un puesto de trabajo a Aracil.

Margarita: La hermana real de Baroja (Carmen) se convierte en este personaje. Es una mujer resignada a los valores sociales de la época y acostumbrada a vivir en el seno de una familia costumbrista y de derechas.

D. Pedro Hurtado: Padre de Andrés, hombre totalmente contrario a las ideas de este, de costumbres e ideas derechistas y que demostraba (y sentía) muy poco afecto por Andrés.

Dorotea: Representa para Andrés (y en la obra) el amor carnal, toda la lujuria desenfrenada de una pasional explosión de amor por una noche.

Dña. Leonarda: Madre de Lulú representa la mujer madura de la época de Andrés. Volcada a la religión y a los valores tradicionales que la sociedad había impuesto anteriormente.

El ambiente: Los ambientes y personajes que aparecen en la novela, nos presentan la realidad española de la época como un panorama desolador, como una sociedad y un país que se descomponen.

España sirve de marco en el que se desenvuelve la vida de Andrés Hurtado y a la vez es uno de los temas de la novela.

Baroja denuncia las anomalías, los absurdos de esa España. Refleja Baroja esta realidad española basándose en dos núcleos:

- La España urbana:

La España urbana está representada por la ciudad de Madrid. Baroja traza una despiadada radiografía de :

. La vida política: la irresponsabilidad de los políticos ,que engañan al pueblo.

. Las clases sociales: la miseria social, que se representa en el ambiente sórdido de las casas de la vecindad y en el ambiente de la prostitución...

. El ambiente cultural: denunciando la pobreza cultural ,representada, por ej. en la ineptitud de los profesores, que son la mayoría unos farsantes.

. Denuncia la indiferencia del pueblo: reina un absurdo optimismo ante la guerra. A los españoles, en general, no les preocupa ni la pérdida de las colonias, ni la guerra... La gente no se preocupa por lo que sucede en su país.

En sus conversaciones con Iturrioz, denuncia el atraso de España con respecto a la ciencia y a la cultura, los profesores son unos farsantes, en España no hay medios para que pueda progresar la ciencia... no hay más que chulos y señoritos juerguistas y los periódicos no hablan más que de toreros y políticos..

- La España rural:

La realidad rural no es menos penosa que la urbana. Está representada por Alcolea del Campo. Lo que caracteriza la vida de Alcolea, aspectos denunciados por Baroja, es:

. Una moral católica puritana, estrecha, llena de prejuicios.

. Caciquismo.

. Rapacidad, egoísmo, ineptitud, insolidaridad, envidia de la sociedad.

. Iniquidad social: ante la que Andrés siente una cólera impotente.

. Espectáculo deprimente que ofrecen las clases altas y las bajas.

. Miseria social, pobreza cultural, etc...

. Pasividad ante las injusticias.

Andrés compara Alcolea con un gran cementerio. Allí se siente cada vez más relegado al papel de espectador, lúcido pero escéptico, de aquel absurdo panorama social y ve cada vez menos posibilidades de acción y su instinto antisocial se va acentuando.

Andrés abandona su rebeldía social y esto le conduce al escepticismo, ya que no había o no parecía haber soluciones para aquella desastrosa realidad española, se incrementa su inacción y llega a un estado de ataraxia.

Lenguaje del narrador y de los personajes: Prosa característica de Baroja: párrafo breve, sencillez, claridad, exactitud, búsqueda de la economía expresiva, lo que da lugar a capítulos cortos.

- Es, ante todo, una novela de personaje, que narra la vida de un protagonista de forma lineal, a veces fragmentaria. A veces se interrumpe la narración al intercalar Baroja descripciones de ambientes o personajes... debido a su tendencia a “entretenerse por el camino”.

- Hay narración, descripción y diálogo.

DIÁLOGO:

Hay distintos tipos de diálogo, coincidiendo la forma de expresarse cada uno de los personajes con su posición, su formación, su cultura. Cada uno utiliza el lenguaje que le corresponde en cuanto al estrato social al que pertenece, lo que hace que los diálogos rebosen naturalidad expresiva.

Utiliza vulgarismos y términos coloquiales.

DESCRIPCIÓN:

- Paisajes.

. Para las descripciones, generalmente breves, Baroja recurre a distintos recursos, paralelos a los que se utilizaban en la pintura de la época (la impresionista) : efectos de luz, colores, temporalización (situar el paisaje descrito en un momento concreto del día) Ej: descripción del cerro rojo: lo sitúa en un momento del día, una época, luz, color.

. Muestra Baroja inclinación por la descripción perspectivista: contempla el paisaje desde un punto determinado, generalmente por encima de lo descrito (Ej: cerro sobre Alcolea, Andrés contempla lo que se ve desde su ventana).

- Austeridad de recursos: se usan, a veces, de una forma tan sencilla que parecen no existir (estructuras bimembres...)

 

- Personajes:

. Las descripciones llegan al lector a través de la perspectiva del personaje: atienden al efecto que lo descrito causa al protagonista. Se produce una proyección de la valoración de Andrés.

Parece que se suplanta la realidad por la valoración ética o la impresión u opinión de Baroja y el protagonista: se trata de la técnica del Improperio.

. La construcción enumerativa es la base de muchas de las descripciones de personajes, en las que Baroja nos muestra la valoración ética, casi siempre negativa, que hace Andrés del personaje descrito.

. Estos adjetivos también se agrupan en construcciones binarias.

. Preferencia por el adjetivo de desdén, ya que muchos adjetivos utilizados en la novela significan rechazo (caído, miserable, absurdo...). El resultado de esto es provocar en el lector la constante impresión del mundo y la vida como algo deprimente y así justificar el pesimismo del protagonista.

-Se describen también ambientes.

Un rasgo llamativo del estilo de Baroja es la ironía, el humor sarcástico. Por ej. al hablar de las bromas que se gastaban los estudiantes o simplemente con pinceladas sarcásticas a lo largo de la novela (“la simpatía y respeto que había en España por lo inútil...”).

Baroja, Pío (1872-1956), novelista español, considerado por la crítica el novelista español más importante del siglo XX.

Nació en San Sebastián (País Vasco) y estudió Medicina en Madrid, ciudad en la que vivió la mayor parte de su vida. Su primera novela fue Vidas sombrías (1900), a la que siguió el mismo año La casa de Aizgorri. Esta novela forma parte de la primera de las trilogías de Baroja, Tierra vasca, que también incluye El mayorazgo de Labraz (1903), una de sus novelas más admiradas, y Zalacaín el aventurero (1909). Con Aventuras y mixtificaciones de Silvestre Paradox (1901), inició la trilogía La vida fantástica, expresión de su individualismo anarquista y su filosofía pesimista, integrada además por Camino de perfección (1902) y Paradox Rey (1906).

La obra por la que se hizo más conocido fuera de España es la trilogía La lucha por la vida, una conmovedora descripción de los bajos fondos de Madrid, que forman La busca (1904), La mala hierba (1904) y Aurora roja (1905). Realizó viajes por España, Italia, Francia, Inglaterra, los Países Bajos y Suiza, y en 1911 publicó El árbol de la ciencia, posiblemente su novela más perfecta. Entre 1913 y 1935 aparecieron los 22 volúmenes de una novela histórica, Memorias de un hombre de acción, basada en el conspirador Eugenio de Avinareta, uno de los antepasados del autor que vivió en el País Vasco en la época de las Guerras carlistas. Ingresó en la Real Academia Española en 1935, y pasó la Guerra Civil española en Francia, de donde regresó en 1940. A su regreso, se instaló en Madrid, donde llevó una vida alejada de cualquier actividad pública, hasta su muerte. Entre 1944 y 1948 aparecieron sus Memorias, subtituladas Desde la última vuelta del camino, de máximo interés para el estudio de su vida y su obra. Baroja publicó en total más de cien libros.

Usando elementos de la tradición de la novela picaresca, Baroja eligió como protagonistas a marginados de la sociedad. Sus novelas están llenas de incidentes y personajes muy bien trazados, y destacan por la fluidez de sus diálogos y las descripciones impresionistas. Maestro del retrato realista, en especial cuando se centra en su País Vasco natal, tiene un estilo abrupto, vívido e impersonal, aunque se ha señalado que la aparente limitación de registros es una consecuencia de su deseo de exactitud y sobriedad. Ha influido mucho en los escritores españoles posteriores a él, como Camilo José Cela o Juan Benet, y en muchos extranjeros entre los que destaca Ernest Hemingway.

Biografia: Enciclopedia Encarta, Edición del 2000.

Introducción y apéndice del libro “El árbol de la ciencia”.

Diccionario enciclopédico Salvat.




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Enviado por:Alberto Fraile
Idioma: castellano
País: España

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