Literatura
Edad Media. Renacimiento. Barroco. Neoclasicismo. Romanticismo. Realismo. Modernismo. Vanguardias
Características generales de la Edad Media
La denominación “Edad Media”
Con el nombre de Edad Media se designa el periodo de tiempo comprendido entre la Antigüedad clásica y el Renacimiento. Para los humanistas del siglo XV era una época oscura; para los románticos, un periodo legendario de fantasía y entonación lleno de hazañas caballerescas. La Edad Media comienza en el año 476, en el cual cae el imperio romano de Occidente y termina en 1453, año de la toma de Constantinopla por los turcos
Cultura, sociedad y literatura medieval
La sociedad medieval estaba organizada como una sociedad de clases: los oradores o clérigos; los defensores o guerreros, y los labradores. La iglesia no se limitaba a difundir los principios de la fe, sino que tomó a su cargo la conservación y la cultura. No debemos equivocarnos con la palabra clérigo, ya que no es solamente un miembro del clero sino también un hombre culto.
La influencia de la iglesia fue decisiva en todos los ordenes de la vida, según la iglesia el pueblo ha sido creado para trabajar, la nobleza para defender los reinos y el clero para difundir la fe cristiana.
La literatura de esta época tuvo un propósito didáctico, ofreciendo enseñanzas de tipo moral y modelos de conducta a seguir. En lo que se refiere a géneros literarios, están muy vinculados a las clases sociales, tanto que es posible establecer una clasificación basándose en ellas:
La aristocracia guerrera se identificaba con una poesía oral de lengua vulgar y de carácter heróico: los cantares de gesta y la épica.
La nobleza caballeresca y cortesana gustaba de la aventura y del amor, surgieron así novelas donde se narran fantásticamente hazañas de esforzados caballeros(novelas de caballería) o refinados amores(novelas sentimentales), junto a una lírica amorosa cortés(inspirada en la poesía provenzal).
Los clérigos escribían una literatura de carácter religioso, moral y científico(mester de clerecía), en un principio en latín y, a partir del siglo XIII en castellano.
Frente a las figuras del héroe y del santo, exaltadas por juglares y clérigos, la incipiente burguesía prefiere la poesía satírica y el cuento con defensa del hombre práctico y prudente, que sale bien parado de los trances más arduos gracias al ingenio.
La lírica tradicional, de transmisión oral vivía en el pueblo llano, se recoge en el romancero, que perdida hasta hoy día.
Romance hispánico(S. IX.XI): las glosas y las harchas
Según Menéndez Vidal hacia el siglo X debían estar formándose los primeros cantares de gesta, de carácter oral, girarían sobre Fernán González, héroe legendario castellano que consiguió una importante autonomía frente a los leoneses, el tema de Don Rodrigo y la pérdida de España y la Condesa traidora. Sin embargo en las primeras palabras escritas en castellano, lengua derivada del latín o romance que tuvo su origen en un conjunto de condados Cántabros dependientes del reino de León, se encuentran en unos documentos en los monasterios de Silos y de san Milán. Se trata de las glosas emilianenses y silenses, del S.X o principios del XI y eran anotaciones(de ahí el nombre de glosas).
Los más antiguos textos literarios en lengua romance de toda Europa se dan en España. Nos referimos a las harchas, canción lírica en lengua mozárabe que se incluían al final de poetas escritos en hebreo o árabe clásico, denominados moaxsajas.
Se atribuye a dos poetas de Cabra, Muhammad been Hammud y Muqàddam been Muafa, del S.X, la creación de la moaxaja y el zéjel, géneros poéticos con mezclas e árabe y de romance.
Español arcaico: mester de juglaría-clerecía, obra de Alfonsí.
Para referirse al romance, los letrados empleaban la denominación despectiva “habla rústica”, hasta el siglo XII. A partir de 1150 se introduce una época de mayor aprecio de esta lengua, denominada “nostra lingua”, que coincide con la fecha de los textos literarios más antiguos conservados en castellano.
El primero de ellos es el cantar de mío cid, obra cumbre de nuestra poesía épica, compuesto en el siglo XII o a principios del XIII.
Castilla que desde el siglo X venía cantando las proezas de sus héroes, imponía así su dialecto como lengua de la poesía épica.
Se conocían con el nombre de juglares a quienes cantaban y declamaban estas obras en plazas y castillos, recibiendo por su oficio una remuneración económica o regalos.
Se desprende de lo anterior que en buena medida la literatura de ese tiempo estaba escrita para ser recitada o cantada, es decir, era de carácter oral y llegaba a una población mayoritariamente analfabeta a través de la audición colectiva.
Otros cantares de gesta son el de los siete infantes de Lara y el de Cantar de Sancho II, ambos del siglo XII, que se conservan prosificados en la crónica general de Alfonso X, del siglo XIII.
Hacia 1230 aparece la primera escuela de escritores sabios, el mester de clerecía. Frente a la métrica irregular y a los temas históricos sobre la reconquista, del mester de juglaría, esta escuela prefiere una métrica regular, concretamente la cuaderna vía, los temas religiosos, novelescos o de historias antiguas.
Aunque estos autores cultos tienen un cierto sentimiento de superioridad, necesitan de los juglares para disfrutar sus obras. Por ello, no dudaron en incluir fórmulas orales propias de la épica o incluso recurren a temas épicos.
El carácter anónimo de la poesía épica y numerosas obras de clerecía del periodo se explica porque el autor se consideraba, antes que individuo, un miembro de la colectividad, a quien entregaba su obra un a vez compuesta.
Los sucesivos cambios introducidos por los juglares en la transmisión oral acaban convirtiendo el texto en una obra colectiva, apreciándose este fenómeno especialmente en las canciones y romances de nuestra lírica tradicional.
En este periodo florecen las llamadas cantigas de amigo, poemas en boca de una mujer enamorada que lamenta la ausencia de su amado o “amigo”, emparentadas con la lírica tradicional de las jarchas.
Las cantigas de amor, que dirige el poema a su amada, y las de “escenario” de tipo satírico, revelan el influjo de la escuela trovadoresca provenzal, como “código del amor cortés”, que mantendrán los poetas gallegos y demás en los siglos XIV y XV.
Resultado de las empresas culturales que promovió Alfonso X fueron:
Obras jurídicas que culminan en el código de las siete partidas.
La primera historia de España en Castellano(la crónica general).
Una historia universal (la general historia).
Tratados de astronomía, mineralogía y astrología(lapidario, libro de las cruzes, etc.)
Obras relativas a juegos y entretenimientos (Libros de axedred, dados e tablas, etc.).
Las cantigas de Nuestra señora, poemas en honor de la Virgen que parecen haber sido compuestos totalmente por el rey, están escritas en Gallego.
La prosa de Alfonso X se perfecciona con su sobrino don Juan Manuel, primer escritor preocupado por la fiel transmisión de su obra y por cuestiones de estilo (la expresión selecta, exacta y breve convienen al carácter didáctico-moral de su prosa, como se verá al tratar El conde Lucanor en el tema correspondiente.
Otro gran estilista es el arcipreste de Hita, Juan Ruiz, que escribe siguiendo la escuela del mester de clerecía, el libro del buen amor. Extraordinario observador de la vida de su tiempo, emplea en su obra un vocabulario concreto y realista e inserta modismos y refranes, que añaden espontaneidad y sabor popular. En él escribe López de Ayala, canciller Mayor de Castilla, que destaca como agudo cronista y como poeta, que satiriza las costumbres y vicios de su época.
El naciente humanismo llega antes a la Corona de Aragón que a Castilla. De los contactos con sabios griegos de Juan Fernández de Heredia (1310?-1396), gran maestre de la orden de San Juan, surgen las versiones del aragonés de las Vidas paralelas de Pultarco y las Historias de Tucidides.
En los últimos decenios del S.XIV, la prosa se carga de artificios retóricos, latinismos, alusiones mitológicas, etc., y las octavas de arte mayor sustituyen a la poesía en cuaderna vía.
Se introduce en España la poesía alegórica, cuyos modelos son La divina comedia de Dante Alighieri (1263-1321) y los Triunfos de Petrarca(1304-1374), mientras el Canciller Ayala traduce parcialmente De casibus virorum illustrium de Boccaccio(1313-1375). Así la influencia italiana empieza a desplazar la tradicional influencia francesa, cortesana y caballeresca.
Humanismo. Poetas del S.XV(Mena, Santillana y Manrique)
Las relaciones culturales y literarias con Italia se incrementaron después de la toma de Nápoles por Alfonso XV de Aragón en 1443. Así se aprecian las obras de Nicer Francisco Imperial y Enrique de Villena, traductor de la Eneida y de La divina comedia, y luego en Iñigo López de Mendoza, Marques de Santillana(Sonetus Fechos al itálico modo) y en Juan de Mena(Laberinto de fortuna). Estos dos últimos junto con Jorge Manrique(Coplas por la muerte de su padre), se da en los poetas mas destacados del reinado de Juan II(1406-1454).
Es decir, nos vamos a encontrar con:
Florecimiento de una lírica culta en castellano.
Cultivo de la poesía alegórico-dantesca, fruto de la influencia italiana.
Pueden darse en un mismo autor las dos corrientes como el Marques de Santillana(El infierno de los enamorados y la Comedieta de punza).
Siguiendo el camino iniciado por Juan Ruiz, iniciado en el S.XIV el arcipreste de Talavera emplea el habla cotidiana y espontanea del pueblo en su Corbacho. Resultado de la admiración por la antigüedad grecolatina fue el intento de transplantar al castellano usos sintácticos latinos que violentan la lengua, se emplean, además, frases simétricas o contrapuestas, el infinitivo de otro verbo a la manera latina, la abundancia de adjetivos, con frecuencia antepuestos al sustantivo, y de neologismos latinos, etc.
En la corte y en los palacios de los grandes señores enseñan humanistas venidos de Italia y, entre los hispanos, sobresale el gran latinista Elio Antonio de Nebrija.
En 1492 coincidiendo con el descubrimiento de América y con la conquista de Granada, publica Nebrija su gramática castellana, la primera gramática de una lengua vulgar no latina, impresa en Europa. Los escritores de esta época como Santillana y Mena no fuerzan el idioma en pos de la imitación latina. En la Celestina obra cumbre de este periodo, conviven la sobriedad de los humanistas y la tendencia popular que se revaloriza.
Los poetas cortesanos imitan y glosan el romancero y las canciones tradicionales. Representan esta nueva tendencia Juan del Encina en lo profano y fray Ambrosio Montesino en la poesía religiosa.
Orígenes de la lírica hispánica
Las jarchas están recogidas por poetas andalusies por lo menos desde el S.XI, las cantigas de amigo galaico-portuguesas del S.XIII remiten a una tradición de lírica popular más antigua que construyen el origen de la lírica hispánica.
En opinión de Dámaso Alonso, las jarchas, las cantigas de amigo gallego-portuguesas y los villancicos castellanos son tres ramas de un mismo tronco: la lírica tradicional hispánica, cuyos orígenes escapan a toda cronología.
Es decir, puesto que las jarchas, la lírica popular gallega y la castellana comparten muchos rasgos temáticos, expresivos y métricos, el descubrimiento, de las jarchas ha servido para poner de manifiesto la existencia de una poesía popular en toda la hispania cristiana de caracteres muy similares.
Esa literatura oral, se dio en toda Europa. La asistencia de un fondo común europeo explica las semejanzas entre cancioncillas castellanas, Laude italianos, Frauenliet germánicas, Chansons de femme francesas, etc.
El romancero
Este género en España es denominado romance.
Los romances son breves poemas épicos, líricos o epico-líricos, destinados por lo general al canto o a la recitación. Se componen de versos octosílabos, en serie ilimitada, sin formar estrofa y con asonancia en los versos pares mientras los impares quedan libres, sin rima.
El conjunto de romances que cantaban los juglares y el pueblo en el S.XV, y presumiblemente desde mediados o finales del S.XIV, se denomina romancero viejo.
La transmisión oral pervive en zonas no exclusivamente peninsulares. Por otro lado, hasta el S.XVI los romances no se conservan en volúmenes específicamente destinados a ellos y aparecen en manuscritos donde la poesía culta ocupa el lugar preferente, pero también se incluían en antologías impresas.
Los nuevos romances fueron escritos por poetas cultos de la segunda mitad del S.XVI y del S.XVII. este tipo de piezas fueron compuestas por Lope de Vega, Cervantes, Góngora Quevedo.
En cuanto a su estilo los romances atrapan la atención del lector por la descripción viva y ágil, normalmente en presente histórico, para situar la escena como si estuviera sucediendo en ese momento. A veces la narración se interrumpe cuando llega a su punto culminante. El oyente ha de imaginar el desenlace. Menéndez Pidal llama a este rasgo fragmentarismo.
Las jarchas
Mucuáddam ben Muafa, poeta andalusí de Cabra(Córdoba) fue el inventor de las moaxajas, composición de metros cortos que rompía con las normas de la poesía árabe clásica y admitía en su última estrofa versos en árabe vulgar o en el romance de los cristianos.
Estas cancioncillas finales, en la lengua de los cristianos por las zonas ocupadas por los árabe, son, las jarchas. La más antigua data de fines del S.X o de principios del S.XI. De hecho las jarchas constituyen los testimonios más tempranos de la lírica tradicional de la Europa románica.
La moaxaja tiene la siguiente estructura:
Markaz o preludio, de igual medida que la jarcha.
De 5 a 7 estrofas divididas en dos partes, una normalmente monorima (gusn) y otra que repetía como el preludio la medida y la rima de la jarcha(qufl).
Las anteriores estrofas estaban en árabe o en hebreo clásicos pero en la última de tales estrofas no aparece el qufl, sino la jarcha
Hermana de la moaxaja era el zéjel, que se diferenciaba de aquella porque no llevaba al final el cantarcillo vulgar y estaba escrita en árabe conversacional, muy influido por el mozárabe.
La lírica tradicional castellana
El hallazgo de las jarchas en 1948 por Samuel Stern dio la razón a Menéndez Pidal, que en 1919 expuso su teoría acerca de la existencia de una lírica primitiva en Castilla.
Si los mozárabes cantaban en su lengua en los siglos X y XI, los cristianos de las zonas no ocupadas por los árabes debieron de hacer otro tanto, aunque los primeros testimonios de lírica tradicional castellana se encuentran en romanceros, cancioneros, refraneros, comedia o poemas cultos del siglo XV.
Apenas conservamos 60 jarchas. El número de las cantigas gallego-portuguesas se eleva a 500, y 950 poemas tradicionales castellanos recoge Jose María Alín en El cancionero español de tipo tradicional. Gracias a estos últimos podemos hablar de distintos géneros dentro de la lírica tradicional: canciones de vela, en boca de quienes debían pasar la noche sin dormir; de trabajo, con alusión a faenas del campo como la siega; plantos o lamentos fúnebres; canciones militares, como de bien venida, etc.
El Romancero viejo. Origen de los romances
Al tratar de los orígenes del Romancero, se plantean 2 cuestiones: determinar su modo de creación y su procedencia.
Los teóricos románticos fueron los primeros en defender el origen épico del Romancero, basándose para ello sobre todo en la métrica; los largos versos épicos se dividían en dos partes o hemistiquios: a la primera, le correspondían los versos impares -sin rima- de romance; a la segunda, le correspondían los versos pares, rimados. Los cantares de gesta eran la suma de romances sobre un mismo tema o personaje.
En cambio, para los partidarios criterio individualista, como Bédier, los romances eran obra de un autor individual.
Para Menéndez Pidal, defensor de la teoría “neotradicionalista“, los romances son un tipo de poesía tradicional, anónima: el nombre del autor se ha olvidado y lo colectivo reside en la transmisión oral, rica en variantes, que puede dar lugar a deformaciones de gran belleza.
En cuanto a la derivación del romance de la poesía épica, Menéndez Pidal opina que los episodios más destacados de los cantares de gesta se cantaban aisladamente, conformando con el tiempo un género aparte: los romances épicos tradicionales.
Sin embargo concluye diciendo: “como nació el Romancero no lo podemos saber“. Los investigadores de la escuela individualista, por el contrario, piensan que los romances líricos y novelescos son más antiguos que los épicos. No faltan críticos que adoptan una postura intermedia: los romances son composiciones épico-líricas.
Estructuras Narrativas y estilo del Romancero
Se suele distinguir entre “romance-encuentro” y “romance-escena” (el “romance-diálogo” realmente es un modo de organizar el romance-escena).
El ropmance-cuento refiere una historia o episodio completo.
El romance-escena, mucho más frecuente, narra un suceso concreto. Se suele omitir el desenlace. Se presenta al oyente como si estuviera sucediendo en ese instante. De hay el empleo de verbos en presente y las fórmulas de actualización o el relato en forma dialogada o autobiográfica.
El romance, por ser poesía de difusión oral, comparten con la lírica y la épica tradicionales un estilo baladístico basado en fórmulas muy variadas. Una de ellas es la repetición (de una palabra a lo largo de varios versos o anáfora, hasta llegar al paralelismo).
También abundan epítetos rituales que aluden a cualidades relevantes; saludos o invocaciones a Dios; el arcaísmo presente en la -e final en las rimas o en el artículo delante del posesivo.
Clasificación temática
Seguimos la clasificación de Entwistld:
1. - Romances históricos, que pueden ser primitivos o fronterizos, que adoptan el punto de vista de los vencidos.
2. - Romances literarios de temas épicos y crónicas:
2.1. - De origen épico: entorno a la figura del Cid, por ejemplo, la épica francesa o clásica.
2.2. - De origen cronistico: en torno a don Rodrigo y la pérdida de España.
2.3. - De tema artúrico: sobre el rey Arturo y sus caballeros.
3. - Romances de aventuras o novelescos: de amor, venganza, misterio, o específicamente líricos, con motivos folklóricos.
Poesía épica medieval
Los cantares de gesta eran narraciones en verso, sobre las hazañas de algún héroe. Con una intención mitificadora, estos poemas glorifican al héroe protagonista, al que convierten en representante de las virtudes y aspiraciones de su comunidad.
Transmisión: Los juglares
La poesía épica se caracteriza por su transmisión oral, por medio de los juglares, hombres-espectáculo que poseían diversas habilidades y se encargaban de difundirlas acompañadas por algún instrumento musical. Esta transmisión oral determina la existencia de variantes en los textos, pues cada juglar modificó las obras según su memoria, sus gustos y la acogida del público.
Técnica
El lenguaje de la épica se apoya en una serie de recursos acuñados y consagrados por la tradición: los motivos, que son episodios reiterados en el género, y las fórmulas, expresiones fijas que el narrador repite. El empleo de estos materiales aumenta la solidaridad del auditorio con lo narrado.
Finalidad de la épica
Información:
En tiempos en los que no existían los medios de comunicación de masas, la épica podía desempeñar la función de informar a la colectividad sobre los hechos recientes o relevantes para su presente.
Propaganda:
Los poemas se incluían fines propagandísticos, como por ejemplo, alentar el ánimo del guerrero.
Entretenimiento:
La actuación del juglar suponía un indudable medio de distracción y deleite para el público de la edad media.
Características de la épica medieval castellana
Escasez de textos conservados:
Sólo han llegado hasta nosotros el poema de Mío Cid casi completo, las Mocedades de Rodrigo ( S.XIV ) incompleto y un fragmento de Roncesvalles ( S.XIII ), tenemos noticia de la existencia de otros poemas hoy reconstruidos como cantar de los siete infantes de Lara, cantar de Sancho II, o predios ( Bernardo del Carpio).
Anonimia:
A pesar de las investigaciones de la crítica no nos ha llegado con certeza el nombre de los autores.
Métrica irregular y rima asonante:
Los poemas están formados por series o tiradas de extensión indefinida, con versos unisosilábicos (desigual número de sílabas) divididos en hemistiquios ( medios versos ) por una fuerte censura o pausa medial. Una rima parcial o asonante domina en cada triada.
Realismo:
La ausencia de elementos fantásticos y la exactitud de algunas descripciones de lugares, personas y costumbres distingue a la épica castellana frente a las demás.
Persistencia en el tiempo:
Los personajes y los temas de nuestra épica han reaparecido una y otra vez a lo largo de nuestra literatura (el romancero, en el teatro y la lírica de los siglos XVII, XIX y XX).
Características generales del Renacimiento
La Europa Renacentista
L a Europa renacentista se encuentra marcada por la desaparición de un sistema económico medieval, el feudalismo, que da paso a una nueva organización económica: el capitalismo, el signo individualista del Renacimiento deja su huella en este sistema, que persigue el lucro del empresario privado (propietario de los medios de producción ).
Tres factores influyen en el capitalismo inicial:
- El descubrimiento de América y de la ruta marítima de la India.
- La reforma protestante de Lutero.
- La formación de los nuevos estados.
La nobleza, con grandes propiedades.
La burguesía de signo capitalista que ha surgido en las ciudades y que patrocinará con su mecenazgo el movimiento humanista.
El clero.
Una masa popular que incluye asalariados urbanos y campesinos que sufren crecientes rentas impuestas por los propietarios de las tierras (muchos huirán a las ciudades, aumentando sectores de miseria y picaresca.
Nace el estado moderno
El capitalismo inicial del periodo se ve favorecido por el triunfo de un nuevo sistema político: nace el estado moderno, sostenido por un fuerte poder central en manos de monarcas absolutos.
Humanismo y Renacentismo
Frente al teocentrismo dominante en la época medieval, el período renacentista se caracteriza por un antropocentrismo que recupera el valor del individuo y de lo mundano.
Así, el humanismo puede ser considerado espina dorsal del renacimiento. Su origen se encuentran en una educación fundamentada en los estudio lingüísticos y literarios, con los clásicos grecolatinos como modelo.
Además de esta vuelta a los clásicos, base de todo el periodo, el renacimiento se caracteriza por:
La afirmación del individuo(La lírica muestra la intimidad individual).
La valoración de La naturaleza(La literatura La usa como escenario idílico; la ciencia se dedica a su estudio).
El nacionalismo: aparece el estado centralizado, y, consecuentemente, se ensalzan las lenguas nacionales.
La expansión del humanismo, se debe en buena medida a la difusión internacional de autores italianos del S.XIV como Dante, quienes supieron combinar el estudio del mundo clásico con creaciones propias de alcance universal: la divina comedia, el cancionero, etc.
Ya en el S.XVI alcanzan gran fama activos humanistas como Erasmo de Rotterdam, que supo valorar los modelos clásicos en equilibrio con una búsqueda de un cristiano reformado; el ingles Tomas Moro que describe en su Utopía el estado ideal; y el español Luis Vives, quien desarrollo su actividad intelectual por gran parte de Europa .
Estética Renacentista
El núcleo de La estética del periodo se apoya en:
La imitación, el deseo de emular a los maestros clásicos y continuar sus obras.
El cuidado de la forma: la belleza física es entendida como reflejo de la divinidad.
La búsqueda de La perfección formal, no de simple transmisión de contenidos, se ve, así, justificada.
Naturalidad, el humanista Juan Valdés dirá: el estilo que tengo me es natural, y sin afectación ninguna escribo como hablo.
Armonía, equilibrio, simetría, serenidad: La razón domina sobre el sentimiento.
Problemas específicos del Renacimiento español
El S.XVI, época de desarrollo pleno de España, tiene la peculiaridad de abarcar dos etapas claramente diferenciadas. La primera corresponde al reinado de Carlos V(1517-1556), época de expansión imperial, de triunfos militares, de inquietud ideológica y de vitalismo; la segunda, al de Felipe II(1556-1598), continuación de le hegemonía territorial, pero con grandes desequilibrios económicos, cerrazón intelectual y omnipresente religiosidad debida al espíritu de la contrarreforma.
España produce en esta 2ª etapa un inusitado florecimiento de la literatura mística(san Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús) al contrario que en otras zonas de Europa la burguesía, posee poca fuerza: el oro y la plata de América llegan en abundancia y hacen olvidar la necesidad de crear una hegemonía religiosa; los incipientes burgueses prefieren convertirse en nobles comprando títulos. Desde el punto de vista cultural, el renacimiento español resulta inconfundible por su capacidad e conciliar cristianismo y admiración por el mundo clásico, aspectos populares y cultos, tradición medieval y modernidad renacentista, acevo nacional e influencias italianas.
La lengua en el siglo de oro
El siglo XVI supone la consagración del Castellano como lengua. Por tres motivos:
La ideología renacentista otorga total dignidad a las fuerzas vernáculas: el castellano no se considerará ya inferior al Latín.
El castellano se impone en toda la península ibérica, se convierte en lengua de Estado.
La hegemonía política hispana va acompañada del prestigio exterior de nuestro idioma, que es visto en Europa como lengua de la diplomacia y de la cultura.
El castellano del siglo XVI es ya el castellano moderno, muy próximo al que empleamos hoy. Desaparece el sistema fonético medieval. Por ejemplo:
Se pierde la f- inicial latina.
Se confunden en una sola s, la -s- (sonora) y la ss (sorda).
Los sonidos ts ( escrito Ç) y ds ( escrito z ) se reducen al sonido actual de z y c.
Los grupos de consonantes latinas se simplifican y aparecen formas como perfecto, concepto por perfecto, concepto.
La Lengua Literaria
Si la literatura del siglo XV tendió al latinismo léxico y sintáctico, cayendo con frecuencia en la artificiosidad, La renacentista buscara sencillamente la elegante sencillez. La poesía y la prosa modernas en España arrancan con Garcilaso de la Verga y Fray Luis de León, respectivamente, dos modelos que defienden los criterios de naturalidad y selección.
Por otro lado, La escuela poética sevillana encabezada por Fernando de Herrera se aparta de esos criterios para acercarse a La artificiosidad del Barroco; busca dar a La poesía una lengua autónoma, diferente del habla general, dificultosa para La mayoría por su brillante expresiva.
Temas y formas de la literatura renacentista
El renacimiento supone una marcada renovación temática y formal. Los temas son:
Los mitológicos.
El amor, frecuentemente intelectualizado.
La naturaleza, casi siempre idealizada, convertida en “locus amoenus”
Aunque continua el cultivo de formas métricas tradicionales, La influencia de La métrica italiana aporta una innovación básica: el endecasílabo y toda una serie de estrofas que lo utilizan (soneto, terceto,...) La consagración del endecasílabo se produce con Garcilaso de La Vega .
Géneros Literarios
La lírica renacentista
La lírica renacentista sufre un cambio revolucionario, Juan Boscán, en contacto directo con La cultura italiana, introduce formas como el soneto, los tercetos encadenados, La octava real, e invita a Garcilaso a practicarlas. Este las llevará a su perfección, combinando La belleza formal y autenticidad del sentimiento.
Ya en la segunda mitad del siglo, Fray Luis de León continua la estética aplicándola a contenidos ascético-místicos. San Juan de la Cruz alcanza la cumbre con la poesía mística. Fernando de Herrera opta por la artificiosidad de la expresión iniciando el camino del barroco.
La Épica
La épica no llegará a crear una obra a la altura del poema del Mío Cid. Sobresale el relato en octavas reales de Alonso de Ercilla la Araucana, sobre la dominación de los indios de la actual Chile.
El teatro
El teatro se encuentra en un periodo de búsqueda. En el teatro religioso aparecen los precedentes que conducirán al auto sacramental del siglo XVII.
También existe un teatro universitario de reducido alcance. Autores como Juan de la Cueva intentan la creación de una tragedia española. Lope de Rueda, actor y autor, sienta las bases para el establecimiento de un teatro profesional en nuestro país y, con sus pasos ( piezas cómicas breves) crea el teatro costumbrista. Torres Naharro, abriendo el camino de la comedia española, y Gil Vicente, impregnando de lirismo alguna de sus creaciones, destacan en este siglo.
La narrativa
La narrativa presenta un variado repertorio:
Los libros de caballerías obtienen un gran éxito editorial, como el Amadis de Gaula.
La novela pastoril ( en los siete de la Diana de Jorge de Montemayor ).
Naufragios, cautiverios y todo tipo de accidentes, sufridos por dos jóvenes amantes, son recogidos por la novela bizantina ( los trabajos de Persiles y Sigismunda, de Cervantes, cumbre del género, será publicada ya en el siglo XVII ).
La novela morisca parte de una localización real para narrar el amor, aventuras y cautiverios de unos personajes idealizados.
La novela picaresca nace en el renacimiento con el Lazarillo de Tormes , pero se desarrolla plenamente en el Barroco. Un protagonista desventurado nos ofrece un relato autobiográfico en el que se da cabida al retrato y la crítica de distintos estratos sociales de la época.
El dialogo
Es un género típicamente renacentista, rescata una tradición del mundo clásico que plantea contenidos de una forma no dogmática, sino como debate abierto de individuos que ofrecen al lector diversas verdades subjetivas. Se emplea tanto para contenidos teológicos como lingüísticos o doctrinales.
La literatura mística
Abarca una serie de obras en verso y en prosa, y goza de un peculiar florecimiento en la España renacentista. Se caracteriza por ser tardía, por el predominio de lo ético y por su alta calidad literaria, capaz de fundir lo culto y lo popular.
Ascética y mística
La palabra mística proviene del griego mustikos que significa “cerrado”. Lo místico es lo relacionado con una experiencia cerrada, oculta secreta: designa las relaciones sobrenaturales de ciertas personas con Dios. Y el misticismo es el conocimiento de ese contacto.
La experiencia mística se realiza a través de tres vías:
Purgativa, en La que el alma se libera de sus pecados y pasiones.
Iluminativa, en la que se produce el asentamiento en el camino divino.
Unitiva, en la que el alma llega a Dios.
El término ascética procede del griego asceo que significa “ejercitar”. La ascética se corresponde con el periodo previo a la unión definitiva del alma con Dios. El ascetismo supone el conjunto de ejercicios espirituales, oraciones y privaciones por las que el alma se purifica, desprendiéndose de todo lo terreno. Comparte con la ascética sólo las dos primeras vías.
Las dos tendencias espirituales se manifestaron en la literatura religiosa de los siglos XVI y XVII.
Fray Luis de León
Fray Luis de León nace en Belmonte ( Cuenca ) en 1527. Su padre es un modesto abogado de La corte, en Valladolid y Madrid, lugares en los que Fray Luis realizó sus primeros estudios . Ingresa muy joven en La orden de San Agustín (1544). Estudia en la Universidad de Salamanca en donde llega a obtener tres cátedras distintas, la primera a los 32 años. De carácter apasionado y polémico, se granjeó antipatías, en especial entre los dominicos, rivales de su orden; fue acusado ante la inquisición de haber traducido el cantar de los cantares al castellano.
El concilio de Trento había prohibido traducir la lengua o otra lengua que no fuese el latín. Y Fray Luis sufrió un largo proceso que lo tuvo encerrado durante casi cinco años en las cárceles vallisoletanas de la inquisición. Al cabo, fue puesto en libertad y se le repuso en su cátedra universitaria. Murió en Madrigal de las Altas Torres en 1591.
Obra en prosa
La obra en prosa de Fray Luis está compuesta por cuatro libros:
El primero es su versión del cantar de los cantares en la que traduce el texto bíblico y añade una glosa.
La perfecta casada. Es un tratado o manual sobre los deberes de la esposa cristiana. Entra en detalles prácticos sobre el comportamiento de la mujer en la vida doméstica y hace una sátira de ciertas mujeres y costumbres reprobables, a la vez que traza el retrato de la mujer virtuosa.
La decadencia política y militar del imperio español
El siglo XVII es una época de grave crisis en España como una centuria en la que los monarcas de la Casa de Austria dejan el poder en manos de validos de confianza, lo que trae consigo la decadencia política y militar del imperio español.
Las clases privilegiadas apoyan a una monarquía absoluta que defiende un conservadurismo social.
El Barroco
Desde el siglo XVIII se emplea el término barroco para aludir a todo estilo artístico contrario al equilibrio propugnado en el Renacimiento, y supone una ruptura de las normas clásicas. Hoy en día se considera Barroco una estructura cultural resultado de un contexto sociohistórico en los últimos años del siglo XVI y XVII. La idea del desengaño barroco sustituye a la visión optimista de la vida del hombre del renacimiento. El mundo es visto como un caos, y la vida como un laberinto. Los poderes destructivos del tiempo y de la muerte se convierten en obsesiones para el hombre de la época. El motivo de las ruinas es empleado magistralmente por Quevedo en uno de sus poemas metafísicos. Una frase representativa de esta época es: “maldito el hombre que confía en otro, sea quien fuere” de Gracián. La libertad del escritor Barroco se manifiesta en audacias verbales alejadas de los propósitos estilísticos de la naturalidad y de selección de renacimiento.
El culteranismo o gongorismo en honor a su mayor representante Luis de Góngora, está interesado en la expresión, opta por la latinización del lenguaje y por el empleo de imágenes sensoriales y metáforas insólitas.
El conceptismo se ocupa de expresar mucho en pocas palabras (agudeza verbal) para exprimir las correspondencias que se hayan entre los objetos y el concepto los autores hablan de juegos como paradojas, dobles sentidos y paronomasias.
La poesía en el siglo XVII
Cronológicamente nacen alrededor de 1550 los poetas que escriben durante la época barroca. Entre 1560 y 1580 nacen los más renombrados poetas barrocos, que fallecen entre 1627 (Góngora) y 1645 (Quevedo). Los ecos de este periodo llegan hasta fin de siglo (Calderón muere en 1680)
Lope de Vega (1562-1635) es el genio proteico de nuestra literatura. Cultiva todos los géneros de su tiempo exceptuando la novela picaresca. El crítico Dámaso Alonso opina que hay un primer Lope manierista preocupado por los artificios sintácticos, como en la obra Filomena, y un Lope filosóficas que trata cuestiones neoplatónicas. Se le considera el poeta de voto de las rimas sacras, o el poeta burlesco de la Gatomaquia.
Es también un importante escritor de teatro como demuestra en su Arte nuevo de hacer comedias, teoriza sobre los metros más apropiados para las distintas situaciones escénicas, la función dramática de las octavas, sonetos, décimos, etc.…
Dos tercios de la producción poética de Francisco de Quevedo se compone de poemas burlescos y fatídicos, con un fondo de amargura. Su poesía seria, entre comillas, abarca temas amorosos y morales. En sus poemas metafísicos su congoja se acerca a la angustia existencial del hombre contemporáneo; busca consuelo en la misericordia divina.
Luis de Góngora es otro extraordinario artista del lenguaje, creador de un estilo poético que hizo escuela.
Góngora ofrece en algunas de sus obras líricas una visión desencantada y burlesca de la realidad, mientras que en otras crea un mundo de belleza y esplendor, de estilo plenamente culterano.
La prosa del siglo XVII
Desaparecieron las novelas caballerescas, la novela pastoril y la morisca decaen como géneros narrativos, pero continúan escribiéndose.
En esta época asistimos al triunfo de la novela picaresca, que servirá para pasar revista al género humano.
Se combinan la crítica social y la visión desencantada de la sociedad. Los personajes reflejan la crisis de valores de la época: sólo pretenden escapar del hambre y burlar a la ley y a la Inquisición.
Frente al género anterior la novela cortesana, de gran auge en la época, ofrece intrigas amorosas en un marco refinado.
Dentro de la prosa doctrinal se suele ofrecer unos modelos de conducta para el hombre barroco o presentar una alegoría de la vida humana. Se trata de una literatura formativa, moral. De este estilo destaca Baltasar Gracián.
El teatro del siglo XVII
La comedia, en el sentido que Lope de Vega da a este término, es una creación específica del barroco. Llega a alcanzar en España la categoría de teatro nacional.
Lope propone un teatro con predominio de la acción y del enredo sobre la reflexión y el estudio de los caracteres.
El público asistía a las funciones en los llamados corrales de comedias, patios de vecindad rectangulares, formados por los muros traseros de las casas.
Lope divide la comedia en tres actos, mezcla elementos cómicos con trágicos y personajes nobles con plebeyos, desarrolla acciones paralelas, opta por el verso y por la polimetría. Para él la comedía es “maestra de la vida”.
La sencillez en la puesta en escena en la época de Lope dejará paso a complicados juegos de arquitectura dramática.
El pensamiento ilustrado, el Neoclasicismo
El siglo XVIII conocido como siglo de las luces representa una ruptura total con el oscurantismo del siglo anterior y es una época de apertura a la comprensión racional de la vida y el mundo. Las ideas básicas son la libertad y la sabiduría. El hombre para ser libre debe conocer las leyes de la naturaleza. De ahí el auge que alcanzan las ciencias físicas y experimentales y el afán por dominar la técnica.
El pensamiento político está substanciado en el despotismo ilustrado: “todo por el pueblo pero sin el pueblo”. Se adoptan una serie de reformas sociales y económicas como: mejoras en la escuela, creación de nuevas instituciones culturales.
Uno de los instrumentos de difusión del pensamiento ilustrado fue la enciclopedia, supone el intento de recoger todo el pensamiento humano en una sola obra.
Las instituciones culturales
Con la llegada a España de los Borbones, el país sufre un fuerte afrancesamiento que favorecerá al desarrollo del pensamiento ilustrado. El desarrollo de la prensa periódicos, la sociedad de Sociedades Económicas de Amigos del País, las academias y las relaciones sociales en le marco de las tertulias nuevas instituciones culturales.
Los periódicos fueron un importante medio de difusión de las nuevas ideas.
En las Sociedades Económicas de Amigos del País se trataban asuntos científicos, económicos, literarios, artríticos, etc. …Su principal actividad era el estudio de la agricultura y de la enseñanza. Fueron un vehículo de transmisión de ideas modernas como la libertad, propiedad y justicia.
La cultura dirigida desde arriba conlleva a la creación de nuevas instituciones culturales como la biblioteca nacional o las academias ( Real Real Academia Española -1713-)
Surgen numerosos tertulias, reuniones y academias no oficiales, como la academia del buen gusto, la tertulia de la fonda de San Sebastián y los salones de Olavide.
Importancia del ensayo
Durante el siglo XVIII la literatura tiene un planteamiento muy distinto de la del barroco. El afán utilitarista acaba de imponerse, el género más representativo no es la literatura de creación, sino la literatura de ideas, el ensayo. El predominio del espíritu crítico, su adecuación a las necesidades didácticas y de transformación de las costumbres, hacen del ensayo el género más apropiado para la difusión del nuevo pensamiento. La prosa didáctica.
Tendencias y etapas de la literatura española
Tres etapas de la literatura de la ilustración:
Reacción contra el barroco. Durante la primera mitad del siglo se mantiene la literatura postbarroca: formas degradadas del barroco. Se cultivan el ensayo y otros métodos.
Desarrollo neoclásico. Durante la segunda mitad del siglo se produce una ruptura de la literatura barroca con la implantación de los modelos neoclásicos, la norma suprema de la medida, el orden y el buen gusto.
Prerromanticismo. Durante los últimos años del siglo se dan ya algunos rasgos característicos de la posterior literatura romántica: gusto por el individualismo, exaltación de las emociones y los sentimientos frente a la razón.
La prosa literaria del siglo XVIII
Tres autores que destacar en la prosa literaria del siglo XVIII:
Jovellanos: es autor de dos obras de teatro y de numerosas composiciones poéticas entre las que destacan los poemas satíricos y sus poesías didácticas. Pero son los ensayos del autor los que nos ofrecen un mayor interés. Les quita un propósito didáctico y reformador. Sus temas son muy variados. Numerosos fueron los informes, discursos, memorias y cartas en las que se recoge la obra ensayística de Jovellanos. El grueso volumen de sus Cartas reflejan el amplio abanico de sus conocimientos y aptitudes. Las páginas de sus Diarios recogen experiencias de viajes e infinidad de detalles sobre la vida económica y social de la época.
José Cadalso
Leandro Fernández de Moratín.
Durante la primera mitad del siglo se siguió cultivando una poesía que abundaba en los esquemas retóricos y métricos del Barroco (Amontonamiento de metáforas, oscuridad, retoricismo vacuo). Es en la segunda mitad cuando se desarrollan las tendencias poéticas más valiosas del Neoclasicismo y Prerromanticismo.
La poesía propiamente neoclásica se caracteriza por los siguientes rasgos:
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Adopción de temas pastoriles y bucólicos
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Gusto por la poesía anacreóntica
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El estilo, sencillo, llega a resultar mate, y próximo a la prosa
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Él yo poético tiende a ocultar sus sentimientos en una capa de frialdad emocional.
Pertenecen a esta tendencia: José de Cadalso, Jovellanos, Fernández de Moratín (padre, Nicolás, e hijo, Leandro) y Juan Menéndez Valdés.
De la tendencia prerromántica cabe destacar los siguientes rasgos líricos:
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predominio de las emociones frente a la razón
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exaltación del yo poético
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Gusto por ambientes y realidades tenebrosas, fantasmagóricas, nocturnas y macabras.
Romanticismo
En la primera mitad de siglo, el antiguo régimen absolutista, “cede” el paso a un sistema político liberal La burguesía, de actitud más liberal al principio, a partir de 1840 se hace más conservadora, al tiempo que las clases populares van siendo cada vez más conscientes de la presión social que pueden ejercer, esto es lo que se llamará el proletariado.
Durante esta época se muere Fernando VII y se encarga de la regencia del país su mujer, María Cristina. Se inician las guerras carlistas, y los liberales son perseguidos y se exilian en muchas ocasiones antes de la muerte del rey. Durante el reinado de Isabel II, hija de Fernando VII y María Cristina, Se alternan en el poder las dos grandes corriente liberales, la progresista y la moderada.
Nacionalismo y literatura en el Romanticismo
Las bases filosóficas del Romanticismo se encuentran en el idealismo alemán, que defiende la idea, la vida del espíritu, lo que lleva a la exaltación del yo, de lo subjetivo. Los pensadores románticos defienden la institución y la libertad individual.
El interés que se concede a los rasgos individualizadores y a las concepciones nacionalistas, explican el florecimiento de las literaturas catalana, gallega y vasca, la identidad lingüística y literaria de los pueblos.
Características generales. Literatura del Romanticismo.
Cobran gran importancia los ideales de libertad igualdad y fraternidad. El escritor romántico adopta una postura liberal, para él, la literatura es un compromiso social. Romanticismo y liberalismo se dan la mano.
El liberalismo defiende la libertad económica, la soberanía popular y la libertad individual. El escritor romántico defiende la primacía de los sentimientos, del yo individual, frente a la razón y a las normas neoclásicas, gusta de la polimetría y la mezcla de géneros (la prosa y el verso, lo cómico y el drama, por ejemplo). Tienen especial interés por el pasado nacional, lo que le lleva a volver los ojos a la Edad Media y rescatar el folklore y la cultura popular.
En Alemania, en el siglo XVIII, un grupo de jóvenes poetas cultivan temas procedentes de las antiguas tradiciones germánicas, y defienden la pasión y la libertad artística.
La personalidad del romántico es la de un hombre que sufre una crisis vital en un mundo que consideran hostil. Son introvertidos e incomprendidos por una sociedad burguesa contra la que protestan, en ocasiones, llegan al suicidio.
En la obra romántica de Fausto aparece en forma de poema una leyenda medieval del hombre, que vende su alma al diablo a cambio de la juventud y el amor, es lo que más se persigue en estos años. Las ideas del romanticismo literado, defienden, por encima de todo, la libertad absoluta del artista como creador.
A partir de 1840 se irá desplazando la exaltación romántica y se dará paso a otra tendencia literaria, más acorde con los gustos de la burguesía: El Realismo. No obstante, a partir de 1857, comienza a florecer lo que se dio en llamar segundo romanticismo, de corte poético, que florece en una época dominada por el prerrealismo. Sus máximos representantes son Bécquer y Rosalía de Castro.
Romanticismo tradicional y Romanticismo liberal
Dos posturas románticas, una que defiende una vuelta al pasado, a los valores tradicionales de tipo patriótico y religioso, y a los conceptos aristocratizantes, y otra de adoptan posturas liberales, y hasta revolucionarias.
Los primeros, del Romanticismo tradicional, combaten por las ideas de la ilustración y abogan por una especie de misticismo cristiano, y piden la realización efectiva de los ideales de la revolución francesa, igualdad, libertad, fraternidad.
Algunos escritores adoptan posturas intermedias, y otros alternaron las dos subcorrientes de Romanticismo. Los gustos neoclásicos perviven en España hasta casi mediados del siglo XIX, así, mientras que en algunos autores predomina la postura neoclásica, en otros conviven ambas tendencias, y otros, defienden el ideario romántico a ultranza. Al margen del movimiento romántico, encontramos escritores costumbristas, que optan por una literatura castiza, ligada al carácter español y a sus usos y costumbres.
Temas y formas del Romanticismo Literario español
En los representantes de ambas tendencias podemos encontrar rasgos y temas comunes, a destacar:
Angustia vital y obsesión por la caducidad de la existencia. Encontramos diversas posturas de acuerdo con la religiosidad del autor (desde la desesperación del descreído hasta el misticismo del creyente)
Huida y ruptura con el entorno social, por el desengaño ante el mundo. Gusto pos temas exóticos, orientales o del pasado, procedentes de la Edad Media y del Renacimiento. El suicidio sería una postura extrema ante el descontento.
Subjetivismo y exaltación del yo, rechazo de la postura racionalista del siglo XVIII y defensa de la pasión y del sentimiento. El escritor romántico refleja a través de la naturaleza sus estados de ánimo, así, los paisajes nocturnos y sepulcrales reflejan la angustia.
Desde el punto de vista de la expresión literaria, encontramos en los versos abundantes sustantivos pertenecientes al campo semántico del dolor, la desesperación, la muerte, etc. La adjetivación es significativa. Es habitual el empleo de exclamaciones, hipérboles y frases entrecortadas.
Hostilidad a las reglas neoclásicas. El héroe romántico se rebela contra las normas de comportamiento impuestas, el artista romántico crea libremente y rechaza el rigor de la estética neoclásica: se borran las fronteras entre géneros; se varían los metros dentro de un mismo poema (polimetría) y se alternan tonos y estilos.
Exaltación de los rasgos individualizadores de cada nación, nacionalismo. Se valoran las tradiciones, las costumbres, cantares, romances y usos peculiares de cada pueblo, cultivo literario de lenguas vernáculas, catalán, gallego, vasco.
Poesía romántica
Se rechaza la creación meditada, rigurosa, y se sobrevolara la inspiración: los poetas románticos vierten su dolor, sus anhelos, su angustia y su desengaño en sus poemas. Alcanzan en ocasiones momentos de verdadero lirismo, en otras, el tono es retórico, grandilocuente y oratorio.
De este periodo podemos destacar grandes poetas, tales como José de Espronceda, Rosalía de Castro o Gustavo Adolfo Bécquer. Tanto Bécquer como Rosalía son conceptuados de postrrománticos o de románticos rezagados, e inauguran la lírica contemporánea.
La prosa romántica
Durante este periodo se cultivan tres géneros dentro de la prosa:
El artículo periodístico, que se publican en diversas revistas de la época. Escritos desde una perspectiva moral y reformadora, se suelen dividir en tres partes (presentación del tema, desarrollo y conclusión). Son famosos los artículos de costumbres, que tratan sobre la indolencia del carácter español.
El cuadro de costumbres, que ponen de manifiesto usos y tradiciones populares, modos de vida o tipos humanos representativos.
La novela histórica.
El drama romántico
El triunfo del teatro romántico supone la vuelta a nuestro teatro clásico, es decir, a las obras de Lope de Vega y Calderón de la Barca, autores que se toman como modelo. A pesar de los intentos de los dramaturgos neoclásicos, se siguieron representando en el siglo XVIII obras de nuestro teatro áureo, caracterizado por la mezcla de lo trágico y lo cómico; las acciones secundarias intercaladas en una principal.
La amplitud temática, la polimetría, fueron rasgos que caracterizaron el teatro romántico. En el drama romántico, abundan escenas sepulcrales y nocturnas y se enfatiza el misterio y en patetismo de las situaciones; personajes extraños; asuntos que aspiran a conmover al espectador.
Todo ello se desarrolla en escenarios trágicos e inhóspitos, que subrayan el destino trágico del héroe, marcado por la “fuerza del sino”. Se opta por la división del drama en cinco actos en vez de la tradicional en tres actos.
Entre los dramaturgos de esta época, cabe destacar Ángel Saavedra y José de Zorrilla
El concepto de Realismo
Éste término se comienza a usar refiriéndose a ciertos novelistas románticos en los que se daba la imitación de la naturaleza y el gusto por el detalle en las descripciones.
Aparece en Francia. En ocasiones, sus obras reflejaban la vida parisina en sencillas escenas de la vida cotidiana, oponiéndose así a la grandilocuencia plástica de los románticos.
El triunfo de la novela
Con el Realismo asistimos a un espectacular desarrollo de la novela. Algunas de las causas de este desarrollo podrían ser:
a) Alteración de los círculos de consumo: En algunos países el público lector se nutría de libros merced a los préstamos de las bibliotecas públicas con el pago de pequeñas cantidades, que no todos podían pagar. En otros países la práctica de la lectura era muy exigua.
b) La novela realista es el género burgués por excelencia. Por varias razones:
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La mayor parte de los autores son burgueses
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El público que goza de mayor poder adquisitivo y que comprende mejor esa vida real en la que él opera es el burgués
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El mundo que refleja la novela realista es un mundo transformado por la ascensión de la burguesía.
Todo esto no impide que surjan matices de crítica o de denuncia en este tipo de novelas.
Realismo y Naturalismo
El término Naturalismo comenzó como sinónimo de Realismo.
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En un principio, escuela realista” y escuela natural” o “naturalista”, fueron términos que sirvieron para designar las mismas tendencias.
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El Naturalismo se nutre del pensamiento materialista, del determinismo (“los factores de la herencia biológica determinan el comportamiento del individuo”) y de la ciencia experimental. En las novelas aparecen personajes que son tarados, psicópatas, alcohólicos, seres que obedecen a sus impulsos hereditarios. Entre los autores naturalistas destacan en España Emilia Pardo Bazán y Vicente Blasco Ibáñez.
Características de la novela realista
Predominio de la realidad: pretende conseguir una reproducción exacta de la realidad, valiéndose, en ocasiones, de los métodos de observación de las ciencias experimentales. Algunos autores ven a la novela como un “espejo que se pasea a lo largo del camino” o quieren estudiar la sociedad como el científico estudia la naturaleza.
De ello se deducen aspectos de la novela como:
abundancia de datos sobre la vida cotidiana
recreación del ambiente urbano, así como ambientes regionales o locales
entran en la novela sectores sociales a los que la novela tradicional había concedido escaso interés
se tiende a la descripción minuciosa de caracteres, motivaciones y temperamentos, que dan lugar a la novela psicológica
En lo ideológico, suele darse una intención social: la crítica de la sociedad burguesa, bajo una perspectiva tradicionalista, hasta la crítica de inspiración avanzada. Se piensa que la novela debe contribuir al cambio social
La actitud del autor pretende ser objetiva: su papel es el de cronista de la narración. No siempre se consigue este propósito y el autor toma partido con juicios y opiniones ante los problemas. Pero, en general, desaparecen las lecciones de moral y las tesis ejemplarizantes
En cuanto al estilo, no cabe hablar del estilo realista, sino más bien de método realista: que permite la creación de diversos estilos, según las necesidades de la novela:
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Se tiende a sustituir la prosa grandilocuente y efectista del romanticismo por una prosa sobria
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Se adapta el lenguaje a la índole de los personajes, de ahí el uso de dialectismos y expresiones de nivel lingüístico vulgar
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Se utiliza tanto el estilo indirecto, como el estilo directo, y con esa suma, los personajes ganan en profundidad psicológica
El Realismo en Europa
El realismo triunfa en toda Europa durante el siglo XIX. Adquiere especial importancia en Francia, Inglaterra y Rusia.
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Realismo en Francia: Del realismo francés destacan dos autores: Balzac y Flaubert:
Balzac.- Es considerado el verdadero creador del realismo francés. Su magna obra es La comedia humana un proyecto de totalización de la existencia humana en 145 obras de las que sólo publicó 24, el proyecto quedó sin concluir En ellas se ofrecen un amplio panorama de la sociedad francesa del Primer Imperio y de la Restauración. Hay en La comedia humana escenas de la vida privada, tanto del mundo parisino como de la vida campestre, del mundo militar y de la vida política.
Flaubert debe su fama a su obra Madame Bovary. En ella se alega contra la hipocresía y contra la moral burguesa.
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Realismo en Inglaterra: Charles Dickens es el máximo representante del Realismo inglés. Sus obras alcanzaron enorme popularidad. Benito Pérez Galdós tradujo su obra Los papeles póstumos del club Pickwick, una parodia de la novela itinerante del siglo XVIII, en la que confluyen multitud de estilos (lo sentimental, lo melodramático, lo realista, lo paródico) y numerosos cuentos intercalados, que recuerdan la estructura del Quijote. En algunas de sus obras, Dickens nos ofrece numeroso datos autobiográficos.
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Realismo en Rusia: Destaca el novelista León Tolstoi, de origen noble e ideas próximas al anarquismo, lo que le llevó a predicar el reparto de riquezas a los pobres. Fue precursor de la revolución bolchevique. Tolstoi construye sus novelas como un cuadro de absoluta normalidad, con una perfección matemática, estilo claro y jugoso y llanas de multicolores descripciones. Los grandes títulos de este autor son Guerra y Paz y Ana Karenina
EL REALISMO ESPAÑOL
La Época Histórica.
A) 1800-1833. Reinado de Fernando VII: Es una etapa de “prostración de la novela”, como señala J.I. Ferreras.
B) 1833-1840; 1840-1843. Regencias de Maria Cristina y Espartero: La novela histórica y los cuadros de costumbres sientan las bases para el desarrollo de la novela.
C) 1843-1868. Reinado de Isabel II: A esta etapa pertenece la obra de Fernán Caballero y Pedro Antonio de Alarcón, influidos aún por el Romanticismo.
D) 1868-1875. Período de la inestabilidad política: Es una etapa para la novela, de triunfo del Realismo. En ella encontramos buen número de obras de José Mª de Pereda, Juan Valera, Benito Pérez Galdós y Leopoldo Alas “Clarín”.
Antecedentes Del Realismo: El Costumbrismo.
El realismo no surge de la nada. Aunque trasciende el Romanticismo, hunde sus raíces en él, a través del costumbrismo. En efecto, los antecedentes de la novela realista será en el cuadro de costumbres romántico.
- Surgido al final de los años 20 del siglo XIX, en él aparecían descritos costumbres, personajes, trajes regionales, etc. A la variedad de temas se unía la diversidad de enfoques: el autor podía usar la mera descripción, o bien la narración. Prácticamente no hubo escritor romántico que no escribiese al menos un cuadro de costumbres.
- Ideológicamente el costumbrismo viene a ser una defensa de los valores tradicionales. Una excepción la constituye Larra, cuyos artículos trascienden, el simple tipismo de las escenas costumbristas.
- Los grandes autores del género costumbrista son Ramón de Mesonero Romanos y Serafín Estébanez Calderón.
Autores Costumbristas
- Ramón de Mesonero Romanos (1803-1882), madrileño, a él se debió la reapertura del Ateneo y la fundación del que pronto se trasformó en el primer periódico literario de España: EL Semanario Pintoresco Español. Publicó una guía de Madrid (Manual de Madrid) y comenzó la publicación de una serie de artículos sobre la vida de la ciudad y las costumbres de sus gentes:
Panorama matritense (1835), al que siguió Escenas Matritenses (1836-1842).
- Serafín Estébanez calderón (1799-1867), malagueño de espíritu abierto y fina gracia verbal, estaba emparentado con el banquero José de Salamanca. Estudió Derecho en Granada y fue militar de carrera. Poeta satírico, entre sus amistades figuraban D. Juan Valera y Próspero Merimée. Firmó sus trabajos con el seudónimo de “El Solitario”. Como autor costumbrista nos dejó sus Escenas Andaluzas, aparecidas en diversos periódicos, a partir de 1831, durante varios años. En ellas describe tipos, costumbres y fiestas del sur de España, en un lenguaje barroco en el que da entrada el habla de germanías.
Tendencias Del Realismo Español
El escritor español opta por una actitud con respecto a los cambios sociales y políticos del siglo XIX. En la novela, género especialmente apropiado para reflejar los conflictos sociales de la época, los autores reflejan su propia ideología, sus expectativas y su visión del mundo.
Tres tendencias se manifiestan en el campo de la novela realista española: la conservadora, la de naturaleza crítica y una sabiamente ecléctica.
- Bajo una perspectiva conservadora escriben sus obras los novelistas: Fernán Caballero, Pedro Antonio de Alarcón y José Mª de Pereda.
- A la tendencia crítica pertenecen Benito Pérez Galdós y Leopoldo Alas “Clarín”.
- De una tendencia más ecléctica es la obra del liberal Juan Valera.
EL MODERNISMO y GENERACIÓN DEL 98
El Modernismo
- El término Modernismo vino a definir, a finales del siglo XIX, en el campo de la literatura y del arte, una actitud de rechazo a corrientes anteriores como era el Realismo.
- Originalmente, “modernista” es un simple mote, sinónimo de “decadentista”, con el que se trataba despectivamente a quienes rompían con las normas imperantes en el arte. Pero, aceptados con orgullo, por Ruben Darío y otros precursores, hacia 1890, los términos “modernista” y “Modernismo”, irán definiendo una actitud y un modo de escritura que dejan de tener, con el tiempo, significado peyorativo.
Ruben Darío
- Félix Rubén García Sarmineto nace en Metapa (Nicaragua) en 1867. Su niñez fue muy triste.
Con trece años publicó sus primeros poemas, siendo muy joven obtuvo un empleo en la Biblioteca Nacional de Managua, lo que le permitió el acceso a numerosos textos y lecturas.
Residió en El Salvador, Chile, Colombia, Argentina. Viajó por Europa y Estados Unidos. Vino a España como representante oficial de su país en el IV centenario del descubrimiento de América (1892) y más tarde (1898) como corresponsal del periódico La Nación, conoció a los principales autores de la época. Tras el estallido de la 1ª Guerra Mundial, se embarcó para Nicaragua. Murió allí, en la ciudad de León, en febrero de 1916.
- La obra de Ruben Darío es la que mejor resume la amplia renovación de temas y de estilo que el Modernismo supuso. Su primer libro, es un conjunto de textos en prosa y verso titulado Azul, publicado en 1888, cuando el poeta residía en Valparaíso (Chile), suele considerarse el inicio del movimiento modernista. Después publicó Prosas profanas y, en 1905, Cantos de vida y esperanza
Considerada su obra maestra, en la que surgen temas trascendentes (el miedo a la muerte, el vacío de la vida, la grandeza de la raza...).
La Generación Del 98
En España, el alicantino José Martínez Ruiz “Azorín”, fue el primero que habló de la generación del 98, para designar al grupo de escritores de su época que compartían con él preocupaciones, ideas y gustos. El acontecimiento generacional fue el desastre del 98, la derrota de la guerra con Cuba y la pérdida de las últimas colonias de Ultramar.
Los miembros de la generación los recordaremos fácilmente con las siglas que Corpus Barga, otro escritor, confeccionó con sus nombres (BAVUM): Pío Baroja, Azorín y Maeztu (por su especial vinculación entre sí, llamados “Los Tres”), a los que se suman los de Ramón del Valle-Inclán, Miguel de Unamuno y Antonio Machado.
LOS MOVIMIENTOS DE VANGUARDIA EN ESPAÑA
Las Primeras Vanguardias. El Ultraísmo
También denominado creacionismo, aparece en los primeros años posteriores a la 1ª Guerra Mundial, de un lado, como reacción al modernismo postrubeniano, de otro, como reflejo de otros “ismos” que se desarrollan en el resto de Europa.
Inicios Del Ultraísmo
El inicio del ultraísmo está en íntima relación con el paso por España del poeta chileno Vicente Huidobro, entre julio y noviembre de 1918, y con los afanes vanguardistas de Rafael Cansinos Asséns que invita a ser literariamente “ultraromántico” y a abandonar el Modernismo.
- Rafael Cansinos Asséns (1883-1964), sevillano de enorme erudición, tradujo a Dostoievski y a Tolstoi e hizo una versión de las Mil y una noches. Fue crítico literario de “La Correspondencia de España”, “El Imparcial” y otras publicaciones. Entre sus obras, dejó una novela la cual recoge las experiencias vanguardistas, El movimiento V.P., y unas memorias, imprescindibles para conocer el mundo literario de la época, que tituló La novela de un literato.
Su figura aparecía siempre rodeada de jóvenes literatos, actores y artistas, sobre los que ejerció un indudable magisterio.
Rasgos Del Ultraísmo
Los rasgos del ultraísmo son:
a) La eliminación del yo autobiográfico y su sustitución por una personalidad narrativa artificial.
B) La importancia que cobra la metáfora.
C) La eliminación de las frases intermedias, los nexos y los adjetivos inútiles.
D) La necesidad de crear sugerencias a través de elementos sonoros y asociativos del lenguaje.
E) La presencia de efectos visuales a través de la tipografía expresiva.
Autores Y Obras
Los autores más representativos del ultraísmo de ámbito hispano son:
- Vicente Huidobro (1893-1948) chileno, formuló la propuesta creacionista en 1914 con el manifiesto Non servían. En 1916 se incorporó a la revista Nord Sud. Su trabajo poético está en libros como Horizon carré (1917), Hallalí (1918), Ecuatorisl (1918), Tour Eiffel (1918), Poemas árticos (1918). Su poesía se caracteriza por el esquematismo, la ausencia de signos de puntuación, los collages de imágenes, etc.
- Gerardo Diego (1896-1987) tiene dos obras creacionistas, Imagen (1922) y Manual de espumas (1924), en cuya poesía las notas de humor se suman a un lenguaje distorsionado en que se evidencia el gusto por la rima y la consecución del ritmo.
- Juan Larrea (1895-1980) no llegó a recopilar en un libro sus poemas vanguardistas, en los que aparecen reiteradamente el mundo del inconsciente y lo onírico, presagiado del surrealismo.
- Guillermo de Torre, autor de una espléndida historia de las literaturas de vanguardia, dejó un libro poético, Hélices (1922). En él manifiesta el gusto, tan de la época, por el maquinismo y la ciencia, con una porción de neologismos y términos científicos, en poemas que prescinden de la puntuación y cuyos versos adoptan una extraña disposición tipográfica.
- Jorge Luis Borges (1899-1986), que vivió durante la Gran Guerra en Ginebra, de regreso a Argentina, pasa por España (1918). Aquí conoce a Cansinos Asséns, al que consideró uno de sus maestros.
Ramón Gómez De La Serna
Ramón Gómez de la Serna (1888-1963) condición de autor vanguardista expresada en proclamas, manifiestos y prólogos; su temprana vinculación al futurismo italiano, cuando en España aún se practicaba el modernismo; sus asiduas colaboraciones en revistas ultraístas como Grecia, Ultra, Tableros; su estilo inconfundiblemente renovador, plagado de metáforas, imágenes y humor.
La creación más genial de Gómez de la Serna es la greguería forma de escritura que influye en autores hasta veinte y treinta años después.
Vanguardia Y Generación Del 27
En el mes de junio de 1927 tiene lugar el homenaje a Góngora, hecho fundacional del grupo o generación del 27. Tanto la Gaceta Literaria, que dirigía Ernesto Giménez Caballero y Guillermo de Torre, como Revista de Occidente dirigida por Ortega y Gasset, dedicaron sendos números extraordinarios a conmemorar el centenario del poeta barroco.
Rangos innovadores en los poetas del 27 son:
a) La tendencia al humor, al juego intrascendente y despreocupado;
b) El individualismo;
c) Por la influencia de la obra de Freud, el irracionalismo onírico, el salto sobre la realidad, y la valoración del subconsciente;
d) El ansia de libertad y el espíritu transgresor;
e) Frente a las clásicas formas versales, se prefieren el versolibrismo y la polimetría
Las cuatro últimas notas guardan estrecha relación con el surrealismo que, a través de autores como Juan Larrea, influye en Alberti, Lorca o Aleixandre.
Rafael Alberti traza un mundo visionario en Sobre los ángeles, el primer libro surrealista que aparece en España.
El surrealismo de Federico García Lorca, difícilmente relacionable con la escritura automática del surrealismo francés, se encuentra en los saltos lógicos, los versos libres y el mundo de pesadilla y rebelión de Poeta en Nueva York.
Toda una etapa de Vicente Aleixandre aparece marcada por el surrealismo: la de libros como Pasión de la tierra, en prosa; Espadas como labios, La destrucción o el amor, en versos que expresan la desrazón existencial y el vértigo de la muerte.
Renovación De Las Técnicas Narrativas
La renovación de la novela contemporánea, llevada a cabo por autores como Marcel Proust, James Joyce, Franz Kafka o William Faulkner, incluye una serie de procedimientos técnicos que, a su vez, retoma la novelística española de los años 60. Entre estos procedimientos o técnicas narrativas (todas las encontramos en Tiempo de silencio) se cuentan los siguientes.
- El monólogo interior: es el lenguaje por el que un personaje, de forma desorganizada y carente de lógica, expresa sus sentimientos más íntimos.
- El contrapunto: técnica de origen musical consistente en la concordancia, dentro de la obra, de núcleos narrativos contrapuestos.
- El ojo cinematográfico: Se trata de un enfoque múltiple de la realidad: unas veces desde una perspectiva objetiva, otras desde un monólogo interior, etc.
- La destrucción del personaje individual: Que suele aparecer en conflicto con su entorno.
- Disminución del diálogo: a favor del monólogo o del estilo indirecto libre.
- Digresiones del autor: de naturaleza más o menos filosófica.
-Empleó de la segunda persona reflexiva: se trata de una personalidad de escindida del protagonista, que se dirige a sí mismo en segunda persona.
LITERATURA DE LOS 40 A LOS 90
Los Novísimos
En 1970 el crítico Josep Mª Castellet publica, una controvertida antología titulada Nueve novísimos poetas españoles.
Los autores nacidos entre 1939 y 1948, son Manuel Vázquez Montalbán, Antonio Martínez Sarrión, José Mª Alvarez, Félix de Azúa, Pere Gimferrer, Vicente Molina Foix, Guillermo Carnero, Ana Mª Moix, Leopoldo Mª Panero.
Como características generales del grupo encontramos:
- Libertad formal, con tendencia al poema en prosa;
- Escritura automática y ruptura con el discurso lógico;
- Presencia de elementos exóticos y del lenguaje de los mas media.
La Novela Telúrica
La naturaleza con sus ríos, sus enormes dimensiones; el hombre lucha contra los elementos y es derrotado, constituye una temática esencial es denominada novela telúrica. A esta tendencia pertenecen José Eustasio Rivera, Horacio Quiroga, Rómulo Gallegos y Ricardo Güiraldes.
La Novela Social
La novela de temática social, adquiere diversas tonalidades; desde la visión exótica e idealizada de ciertos textos del Romanticismo, se pasa a la denuncia de su crítica situación social: Mariano Azuela, que llevó a la novela la Revolución Mexicana, y Alcides Arguedas, Ciro Alegría y Jorge Icaza, que reflejaron la explotación del indio en sus obras.
El influjo modernista
El modernismo supone una innovación estética de primer orden. A la narrativa la afecta con un marcado gusto por el relato corto, que se vio favorecido por la gran difusión de revistas y semanarios que los incluían. La tradición cuentistica se prolonga en las obras en prosa de numerosos poetas y su desarrollo llega hasta nuestros días.
El “boom” de los años 60
Durante los años 60 la aparición de una serie de novelas, no exentas de un una bien llevada campaña publicitaria, en torno a los editoriales, algunas de estas obras son: La ciudad y los perros en 1962, Tres tristes tigres en 1964, Cambio de piel en 1967, Cien años de soledad en 1967,... hizo que en España se acogiesen tales obras como un fenómeno inusitado y novísimo. Fue lo que se llamo el boom de la novela hispanoamericana. Algunos de esos autores ya tenían una sólida obra a sus espaldas.
La poesía negrista
Una de las vanguardias hispanoamericanas es la llamada poesía negrista o afroantillana, llamada así por el interés que la negritud alcanza, en especial en las islas del Caribe. Así, a partir de los años 20, encontramos diversas manifestaciones del interés por el negrismo, el canto al primitivo, del mundo negro, con vetas populistas como las recogidas en las Antología de la poesía hispanoamericana(1935) o en la complicación, efectuada por los poetas cubanos Emilio Ballagas(1910-1954) y Ramón Guirao(1908-1949), titulada Órbita de la poesía afrocubana. Sin lugar a dudas, la obra más interesante de esta tendencia es la del cubano Nicolás Guillen.
Nicolás Guillen(1902-1989), hijo de mulato, estudio Derecho en La Habana y cultivo el periodismo. Lleva a cabo una importante experimentación lírica, íntimamente vinculada a la danza, la música ritual y las ceremonias inciáticas del mundo negro.
El negrismo
El negrismo en Europa parte de algunos cuadros de Picasso, como “Las señoritas de Aviñón”(1907), y el libro del antropólogo alemán Leo Frobenius, El decameron negro(1910), del que se hará eco algunos literarios, tal es el caso de Paul Morand con su libro Magie norie(1910). Paralelamente, en Estados Unidos se desarrolla la pasión por la música de jazz, el blues y el redescubrimiento de los “negro espirituales”.
En España una autor destacado de la novela negra es Eduardo Mendoza:
Eduardo Mendoza, nace en Barcelona en 1943. Desde 1973 a 1982 reside en Nueva York, donde trabaja como traductor de organismos internacionales. En 1975 recibe el Premio de la Crítica. Últimamente reside en su ciudad natal.
La obra narrativa de Eduardo Mendoza se caracteriza por una hábil utilización de diversos registros, la frecuente nota humorística y la introducción de elementos folletinescos, en la línea de la novela decimonónica. Su trayectoria se inicia con La verdad sobre el caso Savolta(1975). A ella le siguen: El misterio de la cripta embrujada(1979), El laberinto de las aceitunas(1982), La ciudad de los prodigios(1986), La isla inaudita(1989), Sin noticias de Gurb, El año del diluvio(1992).
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