Literatura
Edad Media. Renacimiento. Barroco. Ilustración
EDAD MEDIA
Hay que tener presente el carácter de la cultura de la época, su circunstancia histórica y social. En España conviven tres culturas: la cristiana, la musulmana y la hebrea. En literatura, el influjo árabe se dejará sentir bastante, el influjo hebreo será mucho menor, y a estos influjos hay que añadir el francés y el italiano. La cultura se refugiaba en los monasterios y estaba dirigida a un pequeño número de nobles.
En literatura tenemos dos épocas bastante diferentes:
-Antes del siglo XV; antes del siglo XIII la literatura se manifiesta en muy pocas obras, y en este siglo se produce el despliegue de la literatura en lengua romance. Aparece la cuaderna vía que dio origen al mester de clerecía y junto a éste, al mester de juglaría, que producía poemas épicos. Fue también importante la creación de una prosa romance y encontramos algunas obras traducidas del árabe. En la época de Fernando III el Santo, se comenzó a emplear el romance para los documentos oficiales y deja de ser el latín la lengua de la cancillería, pero fue Alfonso X el Sabio el creador de la prosa medieval. En la segunda mitad del siglo XIV, se desarrolló la cuentística.
-En el siglo XV cambia el panorama. Las nuevas tendencias proceden de Italia, sin que suponga un abandono de los viejos moldes. En poesía coexisten la poesía de cancioneros junto con la nueva de tipo francés. En prosa, la vieja literatura moralizante retrocede ante las obras renacentistas.
Organización social
-Nobleza; relacionada con la literatura trovadoresca provenzal. Prosa didáctica.
-Clero; relacionado con el mester de clerecía.
-Estado llano; relacionado con el mester de juglaría.
-Burguesía; en la Baja Edad Media y relacionada con la opción de una literatura satírica y burlesca. Consolida la evolución de los cantares de gesta al romancero a partir del siglo XVI.
Hechos políticos y sociales mas relevantes
-La Reconquista
-Estructuración de la sociedad feudal.
-Convivencia pacífica a partir de tres etnias o culturas en la Alta Edad Media (judía, árabe y cristiana). Esta convivencia se rompe al final de la Edad Media con la expulsión de los judíos de España, la reconquista del territorio musulmán y la creación de la Santa Inquisición.
Ideología y mentalidad
-Teocentrismo; supremacía de Dios sobre el hombre.
-Visión del mundo terreno como un valle de lágrimas. Se desprecia la vida terrena y se valora la vida eterna.
-La muerte se ve como una liberación en la Alta Edad Media, porque conforme va avanzando la Edad Media, se va cambiando la mentalidad, y se empieza a valorar la vida terrena como algo digno para el hombre. Este cambio coincide con la aparición de la burguesía en la Baja Edad Media.
Influencias
Hay tres fundamentales:
1.- Las influencias árabe-hebreas: tenemos jarchas, subgénero que recoge la cultura árabe, son populares y eran cantadas por las muchachas de los pueblos. Alfonso X el Sabio, fundó la Escuela de Traductores de Toledo, que traducían al castellano las obras de la cultura árabe, como los cuentos de Las Mil y Una Noches.
2.- Provenzales: proviene de Francia, que en ese momento estaba destronada, y donde el amor cortés de la poesía era irreal, inventado.
3.- Literatura Italiana: a través de Italia se recibió la cultura griega, con autores de importancia como Dante y Petrarca.
El español en la Edad Media
-Sistema fonológico; contenía cierto número de fonemas que no existen hoy en nuestra lengua. A finales del siglo XVI y principios del XVII se hallaba configurado el actual.
-Evolución del léxico; entre los préstamos destacan los procedentes del francés (galicismos), los procedentes del árabe (arabismos), y de gran importancia los procedentes del latín (cultismos). Este nutrido grupo de palabras han llegado hasta nuestros días.
-La morfosintaxis; en prosa predomina el estilo paratáctico, basado en estructuras coordinadas debido al afán de claridad expositiva. En poesía existió una mayor variedad y complejidad sintáctica. En el siglo XV, la moda latinizante hace que se use la colocación del verbo al final de la oración, la anteposición sistemática del adjetivo y construcciones absolutas.
GÉNEROS MEDIEVALES
La poesía lírica medieval
Puede ser culta o popular, pero ambos términos no son contradictorios, pues existen integraciones de la poesía popular en la culta.. Compuesta en lengua romance, se desarrolla en cuatro núcleos geográficos y culturales:
-Al-Ándalus; se componían las jarchas, que son cancioncillas populares que se colocaban al final de unos poemas árabes denominados moaxaja. Algunas están escritas en mozárabe, lengua que hablaban los cristianos que vivían en Al-Ándalus. Presentan una estructura muy variable, generalmente constituida por un dístico (dos versos monórrimos), un trístico (tres versos monórrimos) o una cuarteta asonatada (cuatro versos con rima en los pares). Solían expresar el lamento de una mujer enamorada y la pérdida, ausencia o tardanza de su amado. El estilo es muy sencillo debido al pequeño desarrollo métrico y a que está en estilo directo, y por su temática abundan expresiones ponderativas y exclamativas.
-Galicia; se desarrolló la lírica galaico-portuguesa, de origen provenzal en su mayor parte, por lo que tiene un carácter refinado y culto. Su manifestación más representativa es la cántiga, a la que se puede clasificar en tres tipos, las cántigas de amor, puestas en boca de un hombre, las cántigas de amigo, puestas en boca de una mujer, y las cántigas de escarnio y maldecir, que son oscuras y groseras.
-Castilla; casi toda la poesía castellana se ha perdido, aunque su cultivo fue simultáneo al resto de las tradiciones peninsulares, se conservan algunas gracias a que los poetas cultos recogieron las canciones populares que se transmitían oralmente. La forma más representativa es el villancico, y muy frecuente el villancico de amigo. Un grupo lo forman las canciones asociadas a actividades o celebraciones, como bodas y siegas. Las canciones de serrana tienen como protagonista a una serrana a la que un galán requiere de amores, pero la más representativa es la serranilla, con un ambiente altamente erótico, donde una serrana corpulenta carga con el galán. Las canciones de albada desarrollan el tema del amor al llegar el alba, donde los amantes que han pasado la noche juntos lamentan la llegada del día. En la alborada quedan citados al llegar la mañana.
-Cataluña; lírica catalano-provenzal, desde el siglo XII surge una poesía refinada interpretada por los trovadores, en la que destacan la cansí, la albada o la pastorela. La aportación más importante es el desarrollo del amor cortés y el refinamiento técnico.
Mester de Juglaría
El juglar es la persona que se gana la vida cantando ante un público, con la ayuda de la música, de la literatura o de ambas. También entretenía al público con juegos de manos, acrobacias y peripecias. Actuaban en las calles y plazas de los pueblos, aunque más tarde también actuaron en palacios, incluso llegando a actuar en Las Cortes.
El público más frecuente era el pueblo, de aquí a que en el recital haya muchas repeticiones y reiteraciones. También abundan frases hechas pertenecientes al dominio común, y falta de originalidad. El carácter de la narración es de total orgullo territorial, al dar a conocer las cualidades de algún héroe o pueblo que sirve de ejemplo a los jóvenes, siendo muy admiradas e imitadas las hazañas de los héroes de guerra.
Cantar de Gesta
Junto con las jarchas constituyen las primeras manifestaciones de la poesía castellana. Eran composiciones anónimas interpretadas por los juglares en forma de canto o recitación, acompañadas de algún instrumento musical, ya que son cantares y narran las hazañas de algún personaje noble (gestas).
Los cantares de gesta tenían una doble finalidad, por una parte contenían información, la cual exageraban, acerca de acontecimientos heróicos, transmitiendo los valores imperantes de la sociedad altomedieval. Por otra parte venían a justificar el ansia de diversión y la curiosidad por escuchar sucesos novedosos y extraordinarios.
Sobre la extensión podemos decir que los cantares de gesta no son la agregación de poemas cortos, si no que nacieron con una extensión de 500 ó 600 versos pero se fueron ampliando con la aportación y versión de los distintos juglares hasta llegar a 3000 ó 4000 versos.
Sobre el origen de los cantares de gesta hay tres teorias, la que es de mayor aceptación y la que parece mas verdadera es la hipótesis de que el origen sea germánico. Menéndez Pidal cree que los visigodos, con las emigraciones a la península, introdujeron esta práctica como cantares de guerras entre los pueblos.
origen francés, ya que ambos cantares se dieron al mismo tiempo, pero Menéndez Pidal, dice que la influencia de la épica francesa es en el siglo XII, cuando ya había cantares castellanos. Otros autores con más fantasía dicen que el origen está en los cantares o narraciones árabes o en poemas de la antigüedad clásica.
Dentro de los cantares de gesta hay varias etapas. Una va desde el origen hasta aproximadamente el siglo XII, donde los primeros cantares de gesta eran largos (1500 versos). Una segunda etapa llamada florecimiento, donde los siguientes cien años se agudizan las influencias francesas y los cantares se perfeccionan, siendo mas extensos y complejos. La tercera etapa, llamada de prosificaciones, donde se hacían adaptaciones en prosa que los historiadores y cronistas hacían de todo a parte de cantar, ambientándola con fuentes de información. A veces eran copiadas en verso y por esto se han podido reconstruir cantares enteros. La cuarta y última etapa el la decadencia, desde la segunda mitad del siglo XIV y el XV, el auge del género cronístico y la poesía lírica y cortés irá desplazando en constancia a la épica. Sólo sobrevivieron en boca del pueblo las más emotivas e interesantes. La etapa de los romances, eran trozos de poemas que son nuevos episodios o paisajes. Un cantar muy conocido es el Cantar del Mio Cid, conservado en la biblioteca Nacional de Madrid y está basado en las hazañas vividas por el Cid.
El Romancero
Son poemas épicos-líricos. Son muy breves, octosílabos, con rima asonante en los versos pares y se cantaban con la ayuda de un instrumento. Los románticos dicen que surgieron del pueblo y aparecen en el siglo X , pero la escuela encabezada por Menéndez Pidal dice que es una poesía enraizada en la tradición, pero que es del siglo XV y su autor es individual aunque los juglares la reelaboraban dando lugar a las variantes.
El pueblo le pide al juglar que repita los fragmentos más emotivos del poema épico, fragmentos que se van repitiendo por la gente hasta quedar independizados del poema principal.
Los primeros romances épicos eran fragmentos de los cantares de gesta medievales. A imitación, aparecieron los procedentes de la lírica . Sólo en los siglos XV y XVI se fijan los romances en la escritura y comienzan a ser valorados por las personas cultas.
Se considera romances viejos a los comprendidos entre finales del siglo XV y mediados del siglo XVI, aunque no eran escritos en la Edad Media. Fueron muy pocas las copias en manuscritos medievales. Los romances nuevos son los compuestos a mediados del siglo XVI, por autores cultos de los que muchos guardan el anonimato. Fueron compuestos para ir acompañados por la música y su transmisión más frecuente era la oral.
Los romances viejos se clasifican en:
-Romances épicos; la mayoría proceden de los antiguos cantares de gesta y ocupan varios ciclos. Los más importantes son Don Rodrigo y la pérdida de España, Bernardo del Carpio, Fernández González y su lucha por la independencia de Castilla, Los infantes de Lara y El Cid Campeador.
-Romances históricos; de la historia castellana del siglo XIV y XV. Narraban sucesos contemporáneos como la marcha del príncipe Juan, padre de la religión católica.
-Romances fronterizos; son muy importantes los del los siglos XIV y XV, y hablan del cerco de Baeza, la pérdida de Antequera, etc.
-Romances de Francia; incluyen los de temas carolingios y la metría de Bretaña
-Romances novelescos y líricos; lo más importante es el contenido lírico, el cual es muy variado. Destacan El Infante Arnaldo, Frontefrido, el prisionero y la bella en misa.
-Romances bíblicos y clásicos; son los menos cultivados y destacan El sacrificio de Isaac y El incendio de Roma.
Los romances son de origen anónimo pero sabemos que su autor es individual, pero según Menéndez Pidal, la repetición por los juglares y la adicción de innumerables variantes dan lugar a un autor ........
En cuanto a la estructura se puede decir que la más importante y usada era el diálogo y la narración. A veces plantean conflicto, nudo y desenlace (muy característico). Otras veces presenta una escena, fundamentalmente el presente, y con un comienzo ex-abrupto en medio de la .
La métrica que usaban proviene de los antiguos cantares de gesta, largas tiradas de versos irregulares de 14, 15 y 16, regularizándose los hexaendecasílabos, pero divididos en dos hemistiquios de ocho sílabas cada uno. Tienen rima asonante en todos ellos si son versos de dieciséis sílabas y rima en los versos pares si están divididos en los hemistiquios.
Del estilo podemos decir que el más característico es el fragmentarismo, esto es que empieza y acaba de forma abrupta. No dan noticias de los antecedentes y desenlace. Muchas veces se busca y queda inacertado su origen, y esto se debe al estilo abrupto junto a arcaísmos o alternancia de tiempos verbales sin mucha precisión.
Romancero
Nace en la Baja Edad Media, con la aparición de la burguesía. Narra los sucesos más tradicionales. Son versos largos provenientes de los cantares de gesta, pero están separados por medio de la cesura, formando versos octosílabos y asonantes. Al principio tendía a contar temas épicos, pero a medida que se va desarrollando la burguesía, se van desarrollando también y narrando otros temas de fantasía.
El Mester de Clerecía
Proviene de Francia, y utilizará fundamentalmente la cuaderna vía. Engloba obras de diferentes géneros como poemas religiosos, poemas narrativos, poemas épicos, libros doctrinales, e incluso un cancionero. Esto quiere decir que el mester de clerecía no es un género literario, sino una escuela poética culta.
Gonzalo de Berceo: en él se manifiestan las dos vertientes propias del mester de clerecía, una literatura escrita en lengua vulgar, llena de fórmulas juglarescas y de dichos populares y cotidianos, estrategia conducente a la divulgación doctrinal, y por otra parte el fruto de la labor de unos clérigos letrados, con conocimientos profundos de teología, gramática y derecho, capaces de usar la cuaderna vía y de emplear una lengua latinizada.
Las obras de Berceo abarcan cuatro partes fundamentales de la teología, la moral (Vida de San Millán de la Cogolla), la escatología o vida de ultratumba (Los Signos que aparesçerán antes del Juicio); la liturgia ( Del sacrificio de la Misa y los Himnos) y la teología dogmática (Los milagros de Nuestra Señora). Los Milagros de Nuestra Señora es la obra en la que Berceo muestra sus mejores dotes como creador, pretende acercarse a todas las clases sociales mediante la lengua vulgar romance y el uso de latinismos y conceptos teológicos. Se ha pensado que con esta obra intenta atraer la atención de los peregrinos del camino de Santiago para que se desviaran hasta San Millán. Pero es mucho más probable que su objetivo estuviera dirigido a la formación de los religiosos que no tenían posibilidad de acceder a las obras latinas. El protagonista de los milagros suele ser un pecador, el cual su alma es causa de disputa entre los representantes del cielo y del infierno. El humor y las comparaciones contribuyen a animar sus relatos. Sus imágenes está llenas del paisaje riojano.
Juan Ruíz, Arcipreste de Hita: su obra, El Libro de Buen Amor, no es reducible a ningún género conocido, aunque se ajusta a modelos literarios históricos:
-Una novela autobiográfica.
-Una colección de exemplos.
-Una paráfrasis del Arte de Amar de Ovidio.
-Una paráfrasis de la comedia latino-medieval Pamphilus de amore.
-Episodios burlescos o parodias épicas.
-Un conjunto de sátiras.
-Una colección de poesías líricas religiosas y profanas.
-Algunas digresiones morales y ascéticas.
En la obra confluyen los conocimientos y las técnicas literarias de los clérigos y los juglares. Este libro es el resultado de las tendencias literarias de su época. El valor que el libro concede al dinero, da prueba de que Arcipreste fue un atento observador de los cambios que acontecían en su época, entre los que se encontraba el protagonismo de la economía dineraria. Algunos dicen que su fin es didáctico, para otros es una especie de despedida burlona y humorística de una época marcada por el didactismo. Otras opiniones dicen que es la descripción del amor carnal, insistiendo al mismo tiempo en su intención moralizante y apelando a que se atienda bien el sentido oculto de sus palabras. Este libro supuso la rebelión del espíritu mundano frente al ascetismo.
La poesía en el siglo XV
Se caracteriza por un carácter cortesano y por dar entrada a dos nuevas corrientes, la italiana y la grecolatina, con obras llenas de artificios y refinamiento, convirtiendo al castellano en un idioma culto y amanerado, aunque en la poesía de carácter popular, el romancero sigue teniendo la misma vitalidad de siempre.
Dentro de la literatura cortesana se encuentra la denominada “poesía de cancionero”, por la que se transmitió la mayor parte de la poesía del siglo XV. El más antiguo es el Cancionero de baena, que recoge la poesía mas representativa del momento. Otros importantes como el Cancionero de Estúñiga que reúne composiciones de la corte italiana y El Cancionero de Palacio, recogiendo obras de poetas castellanos.
El tema más frecuente de esta poesía es el amor, el amor cortés. Podemos citar algunos autores importantes:
- El Marqués de Santillana; en su obra confluyen las diferentes tradiciones poéticas como la tradición de la lírica popular castellana, la poesía de los cancioneros, la tradición galaico-portuguesa y la catalano-provenzal. Su admiración por los clásicos griegos y latinos completan su amplia cultura.
El Prohemio e carta al Condestable de Portugal es una de sus obras más interesantes, puede considerarse la primera historia de la poesía y expone notables ideas sobre la propia técnica poética.
El género poético usado es el decir, con una temática muy heterogénea. Los decires más extensos son la Comedia de Ponza, Proverbios, Bías contra Fortuna y Doctrinal de privados. La poesía lírica se manifiesta dentro de la temática amorosa. Las más celebradas son serranillas. Escribe canciones y es autor de cuatro decenas de sonetos que lo convierten en el primer sonetista castellano.
- Juan de Mena; destaca por sus tres obras mayores, la primera es La Coronación del Marqués de Santillana, composición alegórica formada por cincuenta y una coplas reales octosilábicas, emplea recursos que violentan la lengua, introduce latinismos léxicos y sintácticos y continuas alusiones a la mitología grecolatina. La segunda es El Laberinto de Fortuna, que es un poema alegórico de casi trescientas coplas, constituye un catálogo de los vicios y virtudes escrito con un fin moralizante y destinado a la nobleza. La tercera son las Coplas de los Pecados Mortales, compuesta en los últimos años de su vida.
- Jorge Manrique; ha pasado a la historia de la literatura fundamentalmente por un poema de carácter moral, las Coplas, escritas por la muerte de su padre, pero también fue un poeta de temática amorosa que siguió la poesía cortesana. Las Coplas forman parte del género elegiaco. Ya es clásica la estructuración de las Coplas, la primera parte tiene un carácter filosófico y constituye una apelación al hombre para que recuerde su condición mortal, en la segunda ilustra con ejemplos la doctrina de la primera parte, y en la tercera centra su atención en la muerte de su padre. Un tópico medieval reflejado en las Coplas, es el del ubi sunt, que pone de relieve la caducidad de las cosas terrenas. Unido a este se halla la concepción de la muerte como igualadora de todas las clases sociales, tan propia de la danza de la muerte o danza macabra. Manrique introduce un concepto clave, la fama, que sirve de consuelo por la pérdida de un ser querido. El final del poema presenta a la muerte con forma de caballero que ayuda a Don Rodrigo en el tránsito, es la descripción de una muerte cristiana.
Tiene un estilo humilde alejándose de los excesos retóricos y de la ostentación de cultura clásica. La conversión del tópico en sentimiento auténtico explica su éxito y su perduración en el tiempo.
Las coplas están escritas en una variedad de sextilla, conocida como copla manriqueña, con rima aab-aab o aab-ccb.
La prosa medieval
Son obras didácticas. Las procedentes de oriente se difundieron rápidamente debido a que eran libros de ejemplos, narraciones que sirven para ilustrar una verdad moral o para crear modelos de conducta. Forma doctrinal adquiere la literatura conocida como sapiencial, a la que pertenecen libros que contenían sentencias y proverbios.
Alfonso X el sabio encarna el modelo medieval del imperator litteratuas, que propuganaba la unión personal del soberano de las virtudes militares y las de la sabiduría. En su corte se rodeó de sabios de todas las religiones y nacionalidades para realizar una extraordinaria labor de sistematización cultural.
Existen dos periodos en la producción de Alfonso X, en el primer periodo se centra fundamentalmente en las traducciones, y en el segundo periodo la actividad del autor es más creadora, empeñándose en una labor totalizadora, para lo que reúne una enorme cantidad de material biográfico. Esta segunda etapa es en la que se escriben las Cántigas.
Su extensa producción en prosa se puede clasificar en tres grupos; un grupo formado por obras jurídicas, en la cual destacan Las Siete Palabras, que constituye el intento de sistematización del derecho más importante de toda la Edad Media. El segundo grupo, llamado de las obras científicas y de recreo, donde cabe citar Libros del Saber de Astronomía, el Lapidafrio, y El Libro del Ajedrez, Dados y Tablas, el cual es el tratado más completo sobre estos juegos de la época. El tercer grupo, su producción historiográfica, abarca desde la concepción universal a la particular española, donde encontramos obras como Grande e general estoria y la Primera Crónica General.
La prosa alfonsí carece de estilo personal. La trascendencia de la labor de Alfonso X es la de haber convertido el castellano en una gran lengua de cultura y haberlo capacitado para la expresión didáctica y científica. El léxico tuvo que ser por ello, preparado para la expresión de conceptos científicos o de tecnicismos para los que el castellano no disponía de traducción.
La prosa en el siglo XIV está centrada en Sancho IV, sucesor de Alfonso X, y junto a su obra, Los Castigos e documentos del rey Don Sancho, es el exponente más valioso de la prosa doctrinal de la época.
Don Juan Manuel, autor más importante de la prosa medieval. Podemos clasificar su producción literaria en tres etapas. Las obras de la primera etapa están muy vinculadas a las del scriptorium de Alfonso X. La segunda etapa la abre el Libro del Caballero y del Escudero, el cual refleja una crisis espiritual, pero lo fundamental de esta obra es la descripción de la estructura social de su época. A partir de 1337 se sitúa la tercera etapa, caracterizada por la presencia del autor en el relato. La obra más importante de esta periodo es el Libro de las armas. El Libro de los exemplos del Conde Lucanor et de Patronio representa la culminación de la obra de Don Juan Manuel. Su objetivo es fundamentalmente didáctico, siguiendo la tendencia de la prosa castellana. Hay que insertar esta obra dentro de la tradición sapiencial que utiliza el ejemplo como instrumento de enseñanza.
Respecto a la estructura de la obra podemos decir que está compuesta de dos prólogos y cinco partes más. Las partes están compuestas de ejemplos, de proverbios de complejidad y de un breve tratado de la doctrina cristiana. Lo que presta unidad a la obra es la permanencia de dos interlocutores.
Los temas de la obra van destinados a los integrantes de la clase social a la que él mismo pertenece y su objetivo último es la defensa del orden social establecido. Defiende su estamento social y defiende la necesidad de comportarse de acuerdo con los principios del honor y el mantenimiento del prestigio; por otro lado, también se preocupa por la salvación del alma. A estos temas se asocia frecuentemente el de la fama.
La estructura que siguen los exemplos es la siguiente: el conde muestra su deseo de saber mediante la pregunta, su consejero Patronio responde con un relato del que se extrae una enseñanza; finalmente, el autor de la obra se hace presente y vierte esa enseñanza en unos versos.
La prosa en el siglo XV abandona la inspiración en los modelos orientales para inspirarse en los procedimientos estilísticos del latín clásico. Así, se llena el estilo de afectación y grandilocuencia, aunque el Arcipreste de Talavera introduce también el lenguaje de la calle.
La prosa didáctica. Tenemos a Alfonso Martínez de Toledo, con su obra Corbacho o Reprobación del amor mundano, que se sitúa en una línea de literatura feminista. La obra tiene apariencia miscelánea, aunque el propósito moralizante le presta unidad.
La novela sentimental. Tiene su origen en las teorías del amor cortés. La pureza del amor, el panegírico de las mujeres, el sufrimiento del amante, la expresión del sentimiento amoroso mediante la alegoría remiten a esa tradición. La obra más representativa del género es Cárcel de amor, de Diego de San Pedro.
Libros de caballería. El Libro del Caballero Zifar lo tenemos como antecedente a este género. Los libros de caballerías toman como modelo literario más importante y decisivo en el Amadís de Gaula, que contiene los elementos fundamentales de la tradición artúrica.
La historia. Aparte de las crónicas de los reinados, destacan los relatos biográficos de Fernán Pérez de Guzmán, con Generaciones y semblanzas, y Hernando del Pulgar, con Claros Varones de Castilla.
La prosa humanística. La presencia del humanismo empieza en España en el reinado de Juan II, manifestándose a través de las traducciones de los clásicos latinos. Durante el reinado de los Reyes Católicos, el humanismo da importantísimos frutos. La figura más importante de esta época es Elio Antonio de Nebrija, que fue uno de nuestros más grande filósofos, autor de la Gramática de la lengua castellana, la primera de una lengua romance, y el Vocabulario español latino. Nebrija se proponía varios objetivos con su gramáticas, como fijar el castellano mediante unas normas, mejorar el estudio del latín, y extender el castellano a los pueblos que previsiblemente serán sometidos a Castilla.
La literatura española entra de lleno en la modernidad literaria con la obra cumbre de la Edad Media, La celestina, obra de Fernando de Rojas.
Con respecto al género, tema bastante discutido por la crítica actual, podemos decir que ha sido considerada como una obra teatral o como una novela dialogada. La estructuración en actos y la hegemonía absoluta del diálogo, parecen apoyar su carácter dramático, pero su gran extensión, su especial tratamiento del tiempo y del espacio, y la construcción retórica de algunos pasajes, deficultan su representación en un escenario. Históricamente, La celestina tiene evidentes relaciones con el género conocido como “comedia humanística italiana”. Algunos críticos han llamado la atención sobre las semejanzas entre La celestina y la novela sentimental, para defender la adscripción de la obra al género narrativo. En conclusión, podemos decir que La celestina es la primera tragicomedia española, debido a la coexistencia de personajes nobles con criados y rufianes.
Temas, el amor y la muerte. Todos los personajes experimentan el amor, sentimiento que pone en marcha el mecanismo de la tragicomedia. Calisto, vive su pasión amorosa olvidándose de todo. Melibea, acaba sucumbiendo a los requerimientos de Calisto gracias a las dotes de la Celestina. Los personajes que no pertenecen a la nobleza también viven su propia experiencia de amor, Celestina se aprovecha del amor para conseguir su subsistencia, Sempronio es víctima del amor de Alicia, y Pármeno entra a formar parte de la trama empujado por su apetito sexual. Pero el loco amor de la obra va unido a la muerte. Muere Calisto, Melibea se suicida, Celestina muere a manos de Sempronio, éste y Pármeno quedan malheridos a arrojarse por una ventana, y en el suelo son ejecutados por la justicia. La conciencia de la muerte está presente en todos los personajes, los lleva reiteradamente a exaltar el gozo por la existencia y la sensualidad. La fortuna, que también es otro tema central, ha hacho así acto de presencia.
El teatro medieval
Son pocas las obras teatrales conservadas. En su mayor parte tuvieron un carácter religioso y su representación tenía lugar en las Iglesias y con motivo de ocasiones solemnes. Del siglo XII es el Auto de los Reyes Magos. No se ha conservado ninguna otra obra teatral anterior al siglo XV, época en que destacan tres autores:
- Gómez Manrique; compuso la Representación del nacimiento de Nuestro Señor, para ser representada en un convento. Basándose en los Evangelios, recoge una serie de estampas yuxtapuestas referidas al nacimiento de Jesús.
- Juan del Encina; autor de una amplia y variada obra. Fue poeta de cancionero, músico, preceptista, traductor de las Bucólicas de Virgilo, autor de poesías de inspiración popular, y su importancia radica en ser el verdadero iniciador del teatro castellano. En su producción alternan obras de carácter religioso y obras profanas, tendencia esta última de raigambre humanista. Es característico en sus obras el empleo del lenguaje rústico conocido como sayagués.
- Lucas Fernández: En su obra, Farsas églogas al modo y estilo pastoril y castellano, se manifiesta la influencia de Encina en el empleo del sayagués y en los cuadros pastoriles
RENACIMIENTO
Introducción al Renacimiento
El Renacimiento es un movimiento que adopta como modelo las fórmulas literarias o artísticas latinas. Esto afecta tanto en la literatura, en arquitectura como en la escultura y pintura. Los modelos a seguir por los autores renacentistas eran los de Petrarca, Bruneleschi en arquitectura, Donatello en escultura y Boticelli en pintura.
En cuanto a los aspectos religiosos, en la primera mitad de siglo predomina la doctrina de Erasmo de Roterdam, la cual defiende la vivencia interior de la religión y no en contra de las externas de cultos, siguiendo la causa de la reforma protestante. En la segunda mitad de siglo triunfa la contrarreforma, se rechaza el erasmismo y se impulsa el catolicismo. Se produce un auge en la literatura religiosa, en la ascética y en la mística.
Los aspectos culturales e ideológicos se caracterizan por la admiración a la antigüedad clásica. Surge un nuevo espíritu al que se conoce con el nombre de Humanismo, aspecto intelectual del Renacimiento, fundamentalmente filosófico, basado en la nueva concepción del hombre renacentista, superación de los valores medievales y retorno a las fuentes clásicas. Se limita al estudio grecolatino y literario, filosófico e histórico en especial. Primero se extiende por las lenguas latinas y luego pasa a las lenguas recientes.
Durante la primera mitad de siglo, recibe influencias de Erasmo de Roterdam. En España se rastrea en Valladolid y Sevilla, donde están reprimidos. El rey Carlos, al principio, hace que el movimiento eramista tenga una actitud cautelosa y luego hostil. Pero la influencia más evidente en el Renacimiento español es la italiana, que entran en la literatura del país gracias a Boscán y a Garcilaso, ambos impregnados por el estilo de Petrarca. También encontramos estas influencias en Cervantes.
El Renacimiento es la etapa literaria del antropocentrismo, frente al teocentrismo de la Edad Media. En el Renacimiento el hombre es el centro del universo, y se siente capaz de dominar el mundo con su inteligencia. La vida terrenal se convierte en un lugar de goce, bellezas y placeres, a lo que se implica la constante aparición de la naturaleza en las obras renacentistas. El hombre renacentista busca la armonía, utilizando la razón para dominar las pasiones. Intenta alcanzar el equilibrio.
El Renacimiento se ve influenciado por varias corrientes filosóficas de las que podemos señalar las siguientes:
Escepticismo: el hombre cree que lo que se cuenta es verdad, cree que la verdad no se puede ocultar.
Epicureísmo: invita al goce de la vida, buscando el placer exento de dolor.
Estoicismo: se busca con el control de uno mismo, en el dominio de las pasiones y en la resignación del hombre en las circunstancias adversas.
Platonísmo: el hombre debe alcanzar la perfección divina a través de la belleza, y debe seguir tres vías, amar a una mujer, contemplación de la naturaleza y la creación artística.
Hay que decir que el renacimiento acaba con el estilo gótico, en la pintura, arquitectura y escultura, pero no
en la literatura, ya que aquí suele haber dos niveles, el nivel culto y el nivel popular, siendo el popular el más tradicional. Sobre todo se conservan obras de poesía cancioneril y romances.
Durante este movimiento renacentista, España estaba reinada por los Reyes Católicos, lo cuales se proponían la unidad religiosa para fortalecer y consolidar la Corona. Esto excluye a las religiones minoritarias de moriscos y judíos. Los judíos que aceptaron la conversión al catolicismo, llamados cristianos nuevos o conversos, serán objeto de continuas sospechas. Contra ellos se alza la creación de la Santa Inquisición, y se pasa de una situación en la que convivían tres etnias a otra de sospecha y persecución de minorías. Este tema tendrá importancia en la cultura y aislamiento de la España moderna con respecto a Europa.
Lírica renacentista
La poesía española del Renacimiento es una simultaneidad de lo viejo y de lo nuevo, de las corrientes más tradicionales y de las corrientes europeas modernas, representadas por Garcilaso de la Vega. La poesía renacentista la podemos clasificar según dos estilos:
Poesía heredada del siglo XV: por una parte tenemos los romanceros, los cuales vieron su auge debido a que la imprenta favoreció la difusión por escrito de estos poemas que anteriormente solo se difundían de forma oral. En 1548 se publicó por primera vez una colección de romances destinados a los soldados que luchaban en Flandes. La base métrica de los romances era el octosílabo, con rima asonante en los versos pares. Por otra parte encontramos la canción popular, que eran obras donde había sido recogida la lírica popular, por poetas que eran músicos a la vez, como Juan del Encina. Esta lírica popular mantenía un estilo sencillo y emotivo. Su base métrica también era el octosílabo. Y por último encontramos la canción cortesana, y es que los poetas cortesanos seguían cultivando las canciones de tipo trovadoresco y los temas del amor cortés. La canción cortesana se estructuraba en dos partes. la primera, de cuatro o cinco versos, que era la canción, y la segunda, de ocho o nueve versos, la cual era la glosa que desarrollaba la canción. Su base métrica vuelve a ser el octosílabo. Con el paso del tiempo, el lenguaje elaborado y lleno de juegos de palabras de la poesía cortesana se había ido desgastando por el uso, por esto se buscó una renovación poética.
Renovación poética del renacimiento: una de las características más importantes del Renacimiento es la búsqueda de la autenticidad en todos los órdenes de la vida, aunque también en la poesía. El poeta desea comunicar sus verdaderos sentimientos, y para esto necesita un verso lo suficientemente amplio para contener la introspección amorosa con una cierta holgura, consiguiéndolo con el uso del endecasílabo. Los factores que influyeron en la renovación poética del siglo XVI, son el petrarquismo, que se basaba en el desnudo del corazón, en la idealización del amor imposible, reflejo de los sentimientos contradictorios de su alma, y todo en ello en un lenguaje sencillo y natural; y el otro factor fue el metro italiano, del cual se tomó el uso del endecasílabo, lo cual suponía muchas ventajas para la expresión precisa y sincera, descripción de los sentimientos sin tener que preocuparse del ritmo y de la rima cada ocho sílabas. A partir de entonces, aunque convivió con el octosílabo, el verso endecasílabo se convirtió en el metro preferido por los poetas cultos españoles de los siglos XVI y XVII.
Temática
El renacimiento supone en el terreno literario un amplio conjunto de cambios estéticos y formales, además de una alteración en la visión que tiene el artista del mundo y sus problemas. Por ello también se produce una renovación temática. Los grandes temas del siglo XVI son:
- Amor: sentimiento amoroso en estado puro e ideal, es decir, honesto y virtuoso, desprovisto de toda sensualidad. En las descripciones de las damas se muestra con detalle su rostro y, esporádicamente, se menciona su cuerpo, hecho que tiene lugar por medio de metáforas. Junto a esa imagen bella de la amada, aparece otra cruel, pues la dama, enamora y luego desdeña al amado. De ahí que el yo poético exprese la queja y el lamento que siente al no ser correspondido su amor.
- Naturaleza: el Renacimiento exalta los valores naturales y convierte a la naturaleza en símbolo de la perfección divina. La descripción de paisaje queda envuelta en una atmósfera idea, en una marco natural que infunde paz y sosiego. La naturaleza ha sido desprovista de todas sus impurezas y se ha creado un mundo ideal donde reinan la armonía y el equilibrio.
- Mundo pastoril: como derivación en prosa y en verso del gusto renacentista por la exaltación y la idealización de la naturaleza, surgió esta temática, que desarrolla amores entre pastores en un paisaje idílico, estático y armonioso. Sus personajes, bajo el disfraz de pastores, son refinados y cortesanos, características del ser humano no contaminado por la sociedad y sus lacras.
- Mitología: los poetas renacentistas utilizan personajes y situaciones de la mitología grecolatina para ejemplificar vivencias o sentimientos autobiográficos. Este aspecto contribuye a la creación de una poesía elitista y refinada, bastante alejada de la tradicional.
Tópicos renacentistas
Existen una serie de temas consagrados o motivos estereotipados, de uso común entre los escritores, que se denominan tópicos o lugares comunes, a los que recurren todos los escritores. A pesar de que tienen su origen en la literatura clásica, han sido recreados en la historia de nuestra literatura. Los tópicos más utilizados son:
- Descriptio puellae: descripción idealizada de la amada según el canon de belleza femenina de la época (ojos claros, piel blanca, cabellos rubios...)
- Locus amoenus: entorno ideal que envuelve a los enamorados y que recrea el mundo pastoril, pues se considera la forma de vida más perfecta. En él reina la verdad, la belleza y la bondad.
- Carpe Diem: incide sobre la fugacidad de la existencia humana e insta a las personas a aprovechar el presente.
- Beatus ille (término medio): representa el gusto y la satisfacción por las cosas sencillas, frente al deseo de ostentación y riqueza.
- Ubi sunt (¿dónde están?): recuerdo de algo -la belleza de la amada, el poder de una civilización...- que ya no existe. Incide en la fugacidad de todas las cosas del mundo.
Cambios lingüísticos y prosa literaria
A finales del siglo XVI, el español era prácticamente el actual desde el punto de vista fonético y morfosintáctico. Porque Sevilla era la auténtica capital económica de España, surgió el andaluz como dialecto diferenciado.
En cuanto a literatura, el siglo XVI marca un camino hacia las nuevas corrientes italianas. Los dos rasgos que caracterizan este periodo son la naturalidad y la selección, y también la tendencia a diluir los elementos más cultos en busca de una armonía expresiva y conceptual. Con la prosa, nada tiene que ver el estilo de la novela pastoril, es una variedad y riqueza tal como jamás en la historia literaria española de antes ni de después se volverá a dar.
Poesía
Existe una poesía renacentista aunque convive con la lírica tradicional. Los dos autores mas destacados son Diego de Hurtado Mendoza, con la Historia de la Guerra de Granada, de estilo muy culto y latinizante y que no sólo narra los hechos, sino que los comenta y critica, como poeta es valorado por sus versos de corte tradicional e influjo cancioneril. Y el otro es Gutiérrez de Cetina, el cual tiene composiciones con influjo de Petrarca y de Ausias March, sus obras son latinizantes y de tipo cancioneril, se conoce por su famoso madrigal Ojos Claros, Serenos.
La escuela sevillana; en Sevilla, en la segunda mitad de siglo proliferaban las escuelas literarias, y en una de ellas se dio a conocer Fernando de Herrera, principal representante de la Escuela Sevillana. A este grupo poético pertenecen también Baltasar de Alcázar, quien escribió poemas amorosos y religiosos entre los que destaca Cena Cojosa, y Luis Barahona de Soto, con poesía de corte latinizante y tradicional, escribió un importante libro de caza, Diálogos de la Montería y un poema épico, Las Lágrimas de Angélica.
La poesía épica
Los poemas narrativos del siglo XVI no son de gran calidad, son cultos, extensos y carecen de espíritu épico, salvo la Historia Parthenopea de Alonso Hernández, además de La Araucana de Alonso de Ercilla, Austriada de Juan Rufo y Las Lágrimas de Angélica de Luis Barahona de Soto.
Alonso de Ercilla en La Araucana, la mejor obra del periodo, canta la sublevación de los araucanos, y el poema se resiente de sus diversas etapas de composición.
La prosa
Era rica y variada en cuanto a géneros y a formas de expresión. Tenemos toda una serie de historias y una gran variedad de formas o géneros novelescos:
- La novela de caballería: la primera novela es el Amadís de Gaula, modelo que siguieron todas las demás novelas de caballerías. Nunca un libro español había tenido tanto éxito. Su lengua es medieval, el protagonista es el modelo de caballero perfecto, inserto en un mundo mágico que despertaba la imaginación del lector. Otra gran novela es Tirant lo Blanc, la cual es muy realista y hasta ha sido considerada como un antecedente de la novela moderna, quizás este realismo fue lo que hizo que no tuviese mucho éxito en su época. El auge de la novela de caballerías duró todo el siglo XVI, pero la aparición de El Quijote de la Mancha supuso un duro golpe para el género.
- La novela pastoril: Los pastores son un tema recurrente en la literatura, con distintas perspectivas. Se dieron dos corrientes, una, la provenzal, con pastores idealizados de tipo clásico, otra realista, representada por las serranillas del Arcipreste de Hita. En el Renacimiento italiano se difunde de nuevo el modelo pastoril idealizado.
La novela pastoril es más que un marco ficticio para la expresión de sentimientos amorosos, los protagonistas son gente culta, cortesana, por tanto el pastor es sólo un disfraz bucólico y tienen como marco una naturaleza tópica. Se puede decir que son obras de un elaborado retoricismo, de tipo renacentista. El creador del género en España fue Jorge de Montemayor con su obra Los Siete Libros de la Diana. Otro gran creador del género fue Gaspar Gil Polo con Diana Enamorada como continuación de la novela de Montemayor. La novela pastoril también tuvo su prolongación en el siglo XVII, cultivada por Cervantes y Lope de Vega.
- La Novela Bizantina: alcanzó un enorme éxito en la segunda mitad del siglo XVI, ya que iba destinada preferentemente al mundo femenino, y hay dos elementos importantes que justifican su popularidad, la acción y los sentimientos. En España el primer cultivador fue Alfonso Núñez de Reinoso con su obra Historia de los amores de Clareo y Florisea y también Jerónimo de Contreras con La Selva de Aventuras. En este tipo de novelas se han encuadrado también dos obras de Cervantes y Lope de Vega.
- La Novela Morisca; no alcanzó la popularidad de las anteriores, pero encontramos de nuevo aventuras y desventuras amorosas de personajes que se sitúan lejos de la realidad debido a su distinta raza y credo religioso.
- La Novela Picaresca; es de creación original española. El protagonista es el pícaro, y es el antihéroe. No hay grandes aventuras, espacios exóticos ni amores, sólo el pícaro y sus pequeñas aventuras cotidianas. No tiene un lenguaje característico. Desde un punto de vista estructural y de contenido, se caracteriza por la narración en primera persona, el tipo de personaje, la secuencia de aventuras que conforman la vida de éste, la crítica social que se desprende de los hechos y de los personajes con los que el pícaro se relaciona y, en menor medida por su finalidad moralizante.
El Lazarillo de Tormes, es obra anónima que se publicó en 1554, y es la mas representativa de la novela picaresca. Mateo Alemán, el Guzmán de Alfarache, es un escritor de novela picaresca y destacó por su obra moralista, El Guzmán, de la que se ha dicho que es una obra moralizante con un disfraz de novela picaresca. Otras obras picarescas son La Pícara Justina, La Hija de la Celestina, En la vida del Escudero Marcos de Obregón y La Vida del Buscón llamado Pablos, de Quevedo.
La prosa ascética y mística
Dentro de la prosa ascética y mística, tenemos tres autores que destacar, lo cuales son:
- Fray Luís de León. Su prosa consta de cuatro obras fundamentales: El cantar de los cantares, La perfecta casada, La exposición del Libro de Job y Los nombres de Cristo. En su primera obra, El cantar de los cantares, el autor se muestra como un gran filósofo y además, la glosa y explicación que realiza del texto bíblico posee ya todas las características de su estilo. La perfecta casada es una obra amena, que nos cuenta como debe comportarse la casada cristiana. La exposición del Libro de Job, fue su obra más compleja, en esta obran no sólo se dedica a traducir, sino que realiza comentarios al texto y cada uno lo acaba con un terceto. Por último, hay que citar la más destacada de sus obras en prosa, Los nombres de cristo, la cual es también la más original. En ella alcanza Fray Luís la perfección estilística.
- Fray Luis de Granada. Escribió obras en latín y en portugués. De entre sus obras castellanas destacan la Guía de pecadores y la Introducción del símbolo de la Fe. La primera es un tratado sobre la forma de comportarse del cristiano, de carácter moralizador. La Introducción es su mejor obra, en ella va ascendiendo y profundizando en el conocimiento de la religión cristiana, hasta el punto de que se ha dicho que es una “enciclopedia de la religión”.
- Santa Teresa de Jesús. La primera obra de Santa Teresa es autobiográfica, el Libro de su vida, y tiene como finalidad contarnos sus experiencias místicas. Su primer libro propiamente religioso, es Camino de perfección, libro ascético para enseñar cuál es el camino para llegar a ser una buena monja. El cénit de su obra está representado por Las Moradas o Castillo anterior, en la que el camino hacia la unión con Dios está imaginado como un castillo con siete estancias, de las cuales, en las tres primeras se reconoce la vía ascética, y en las cuatro últimas se expone a la unión mística. Su última obra literaria fue el Libro de las fundaciones, en la que narra su vida como fundadora desde 1567, todo ello con el mismo estilo sobrio y casi coloquial.
La prosa histórica
Comienzan en el siglo XV, y van desde las crónicas de reinados a las de personajes particulares. Dentro de la prosa histórica, nos encontramos con dos grandes grupos:
- La historia peninsular. En el siglo XVI surge la figura de Florián de Ocampo, que escribe una Crónica general de España, y lo que hace es recoger y ampliar las leyendas de los presuntos reyes que había habido en España.
Totalmente distinto es el planteamiento de Ambrosio de Morales, que escribe su Crónica general de España, como continuación de la de Ocampo, pero con planteamientos más rigurosos y modernos, pues también se ocupa de la economía, de la religión, del arte, etc.
Sin duda, el mejor historiador de la época fue Juan de Mariana, el cual su principal novedad reside en los comentarios a los hechos que narra. Su obra fue base fundamental para el estudio de la historia de España hasta fechas recientes.
Quizás, el historiador de crónicas particulares más importante sea Jerónimo de Zurita, autor de los Anales de la Corona de Aragón.
Finalmente, por su originalidad, hay que citar la Crónica historia, del bufón de Carlos V, Francesillo de Zúñiga, ya que su obra está llena de humor y de crítica a los personajes de la Corte.
- Historiadores de Indias. A América, también acudieron eclesiásticos con la misión de cristianizar a los indígenas. Muchos de ellos consiguieron leyes protectoras que eximían a estos de la esclavitud, lo que favoreció el tráfico de esclavos negros. Por ello, abundan las obras que cuentan las experiencias, los sufrimientos y los éxitos evangelizadores, surgiendo así las primeras crónicas de Indias. El mismo Colón, con sus Diarios, aunque no se puede considerar cronista, se constituye en avanzado de las historias de Indias al relatar las vicisitudes del Descubrimiento.
El primer cronista de Indias propiamente dicho fue Gonzalo Fernández de Oviedo, quien escribió la Historia general y natural de Indias. También importante fue el sevillano Bartolomé de las Casas, conocido como “el apóstol de los indios”, por la defensa que de ellos hizo en sus obras. Escribió Historia general de las Indias y Brevísima relación de la destrucción de Indias. Francisco López de Gómara, fue el primer historiador de Indias que no pisó tierras americanas. Era capellán de Hernán Cortés, fue lo que le permitió escribir sobre la conquista de México, siempre desde el punto de vista de Cortés. En reacción de Gómara, Bernal Díaz del castillo escribió la Historia verdadera de la conquista de Nueva España..
Mención especial merece el inca Garcilaso de la Vega, primer escritor de origen indio. Escribió dos obras La Florida del Inca o Historia del adelantado Hernando de Soto y su obra capital, los Comentarios Reales.
La prosa humanística
Agrupamos a una serie de escritores que escribieron sobre temas muy diversos, pero en los que hay un elemento común, el humanismo como espíritu conformador de sus escritos. Así, encontramos a:
-Antonio de Guevara. Sus obras más conocidas son Menosprecio de corte y alabanza de aldea y las Epístolas familiares. El estilo de Guevara es muy peculiar, es retórico, lleno de enumeraciones, antítesis, paralelismos frases contrapuestas, anadiplosis, latinismos, etc. En este sentido, Guevara es una excepción en una época en la que predominan la naturalidad y la poca afectación.
- Pedro Mexía. Hidalgo sevillano, autor de la Silva de varia lección, libro misceláneo en el que trata de historia, astronomía, filosofía, y también escribió unos Diálogos en los que varios personajes hablan de temas diversos, muchos inspirados en la tradición clásica.
- Juan de Mal Lara. También sevillano, escribió diversas obras, pero la que le dio fama fue La Philosophia vulgar, en la que cada refrán es comentado sobre su significado, validez, etc.
- Juan de Huarte San Juan. Navarro, autodidacto y originalísimo, publicó su Examen de ingenios, en el que expone su teoría sobre la tipología de las personas, sus temperamentos, y las cualidades mentales de cada uno de ellos.
- Antonio de Torquemada. leonés, escribió los Coloquios satíricos, en donde se critican distintos aspectos de la vida. Pero más importancia tiene el Jardín de flores curiosas, libro misceláneo a imitación del de Pedro Mexía.
- Juan de Valdés. Su obra más importante es el Diálogo de la lengua, conversación de Valdés con dos amigos italianos sobre la lengua española. Esta obra es una reflexión sobre diversos aspectos de la lengua española, sobre los que unas veces se acierta y otras no. Defiende el uso de la lengua romance frente a la latina y, como ideal de estilo, la sobriedad, la naturalidad y la concisión.
- Alfonso de Valdés. Cortesano, humanista. Su Diálogo por las cosas ocurridas en Roma, trata del saco de Roma por las tropas de Carlos V. En el Diálogo de Mercurio y Cantón, justifica la política imperial respecto a las luchas con Francia, además de criticar otros aspectos de la sociedad de su tiempo.
El teatro
Cuatro autores centran este apartado. Los dos primeros Torres Naharro y Gil Vicente, escriben un teatro hecho para ser representado en las cortes de nobles y reyes. Por contra, el teatro representado por Lope de Rueda y por Juan de la Cueva, es un teatro popular, cercano, a lo que, más tarde, será la comedia de Lope de Vega.
- Bartolomé Torres Naharro. Aunque también fue poeta, su actividad dramatúrgica es un verdadero antecedente del teatro clásico. La Propalladia es un compendio de toda su obra. Consideró que la obra teatral se debía dividir en cinco actos y que el numero de los personajes debía ser entre seis y doce. Dividió sus obras en dos tipos: comedias a noticia y comedias a fantasía. En las primeras se tratan asuntos de la vida real, mientras que en las segundas se admitían elementos fantásticos., pero la diferencia fundamental está en que en las segundas el argumento está mas desarrollado. De entre sus obras destacaremos, Soldadesca, Tinellaría, Serafina e Yimenea.
- Gil Vicente. Aun cuando era un escritor culto, su gran valor en teatro es el uso de los elementos populares, tanto en el lenguaje, los temas y en la métrica, usando con frecuencia el romance. Podemos clasificar su obra en tres grandes bloques: las obras religiosas, en las que cabe citar el Auto pastoril castellano y el Auto da Silva Casandra. También pertenecen a este grupo la trilogía de las Barcas, Barca do inferno, Barca do purgatorio y Barca da Gloria. En el segundo grupo, llamado el de las obras de costumbres, la finalidad es la crítica social y especialmente la comicidad. En este grupo destacaremos la Farsa dos médicos, la Comedia do viuvo y sobre todo la Farsa de Inés Pereira. En el tercer grupo, el de las comedias, destacan dos obras tomadas de las novelas de caballería, Amadís y Don Duardos, pero que no se tratan de obras de caballería, sino de comedias de amor con pretexto caballeresco
- Lope de Rueda. Con él, el teatro no sólo deja de ser un teatro cortesano para hacerse popular, sino que también se rompen los moldes anteriores de tipo humanísticos. El suyo es un teatro cómico, todo ello expresado con un lenguaje popular, y toma sus argumentos de la vida real.
Su obra esta articulada en comedias, coloquios y pasos. Las comedias son muchas veces un pretexto para la introducción de pasos, como ocurre en la comedia Eufemia o en Armelina. En los coloquios pastoriles, Rueda supo contraponer el lenguaje de los auténticos pastores con el alambicado de los personajes de alta condición social. Los coloquios mas importantes son Camila y Tymbria (en prosa) y Prendas de amor (en verso). Respecto a los pasos, podemos decir que michos de ellos se encuentran integrados en sus comedias. Todos los pasos están en prosa y son piezas cortas. Los propios títulos nos muestran el tema y el ambiente desenfadado de los mismos, Los criados, Cornudo y contento, El rufián cobarde, La generosa paliza, Los lacayos ladrones, etc. Uno de los más conocidos es el de Las aceitunas.
- Juan de la Cueva. Se dedicó a escribir obras de teatro que se pueden clasificar en tres grupos, el grupo de obras de temas clásicos, compuesto de tres obras que son Tragedia de Ayax Telamón, Tragedia de la muerte de Virginia y La libertad de Roma por Mucio Cévola. Las obras de temas nacional son las más importantes e innovadoras, y también aquí tenemos tres obras, La muerte del rey don Sancho, Tragedia de los siete infantes de Lara y La libertad de España por Bernardo del Carpio. De temas novelescos tenemos otras tres obras, La constancia de Arcelina, El viejo enamorado y Comedia del infamador. Ya de mayor, escribió un tratado sobre el teatro, El ejemplar poético.
COMENTARIO DE TEXTOS
La celestina
El texto es un llanto de Pleberio por la muerte de su única hija, Melibea. El texto está lleno de lamentaciones del mismo acerca de la vida que ha llevado. Se refiere a la vida como si de una persona se tratase, y hace referencia a su venganza por los continuos desafíos que él le hizo en su juventud. Cuenta como la vida se ha vengado de él arrebatándole a su única hija, la cual solo contaba con veinte años. También hace referencia al desequilibrio de la muerte, cuando piensa que debería haber sido él quien muriera, ya que está viejo y no le queda nada que hacer en este mundo, y no su hija, por la que ha luchado y ha conseguido todo lo que posee.
El texto está cargado de adjetivación, una adjetivación que apunta hacia la amargura, a la impotencia, a la tristeza que deja la vida y que sienten las personas al vivir en el mundo, al que califica como un valle de lágrimas al que se viene a sufrir, tópico muy difundido en la Edad Media. Pleberio está dividido entre la esperanza de la existencia de una vida en el más allá, la cuál quiere para si, y también muestra su egoísmo al querer que su hija viva en este mundo de sufrimiento. División de sentimientos reflejada en las antítesis que se encuentran en le texto, cuando nos habla de la vida como “un huerto florido pero sin fruto”, cuando la califica como “un trabajo sin provecho, como una dulce ponzoña, una vana esperanza”, la acusa de “lastimar el corazón sin dañar las ropas”, dice que tiene “un dulce nombre pero que amargos hechos hace”. También encontramos estructuras paralelas, debido al estilo renacentista que el texto posee. Esta estructuras paralelas buscan la musicalidad y el ritmo, dotar al poema de hegemonía y equilibrio, como podemos ver en las líneas 22-23-24 y 25: “para quién edifiqué torres, para quién adquirí honras, para quién planté arboles, para quién fabriqué navíos.” El personaje, además, habla y se expresa según su condición social. Pleberio, como era perteneciente a la alta nobleza, tiene un léxico ennoblecido y lleno de cultismos. Al expresarse, Pleberio usa hipérboles y exageraciones, para dar énfasis y dramatizar hasta lo más extremo posible su dolor y la rabia que siente hacia la vida, así, encontramos en la línea 39 palabras como “río de lágrimas, mar de miserias...” que a la vez constituyen una reiteración en la estructura.
Se dice que es una obra puente entre la Edad Media y el Renacimiento, porque postula ideales y tópicos de ambas corrientes. Por una parte, como ya se ha dicho anteriormente, califica la vida terrena como un valle de lágrimas lleno de sufrimientos y en el que las personas deben prepararse para la otra vida, conciben la muerte como una liberación del dolor producido en este mundo. Pero a la vez, el sufrimiento de Pleberio viene dado por la muerte de su hija, a la que a veces califica como su amor platónico, por el cual sufre. También hace alusiones al tópico renacentista “carpe diem” cuando Pleberio cuenta como en su juventud desafiaba a la muerte y vivía el momento presente sin pensar en nada más, y el “locus amoenus” , cuando percibimos como en la segunda etapa de su vida, aprecia el nacimiento de su hija.. Los tópicos medievales tienen una mayor presencia en la segunda etapa de la vida de Pleberio.
Dafne
El texto de Dafne recrea el mito de la ninfa Dafne, la cual, era perseguida por Apolo. Apolo estaba enamorado de ella y la acosaba sin cesar, hasta que llega un día en el que la viola. El padre de Dafne, dios griego, como castigo para Apolo, convierte a su hija en un laurel, el cuál será regado por las lágrimas que Apolo vierta por la pérdida de Dafne. El poema nos cuenta como sucedió la transformación de Dafne en laurel.
La obra es el reflejo del amor imposible, del sufrimiento del enamorado renacentista, y viene dado en el amor que su autor, Garcilaso de la Vega, sentía por Elisa, un amor no correspondido, ya que Elisa estaba casada. El uso de los temas míticos en el Renacimiento era común para expresar los sentimientos. Se basaban en las aventuras y desventuras de los dioses para expresar las suyas y las usaban como moraleja a aplicar en la vida amorosa, otro de los temas renacentistas, el amor junto con la naturaleza.
El texto está articulado en tres partes. Una primera parte que cuenta y describe el proceso de transformación que Dafne va sufriendo, comenzando por los brazos, pasando por los cabellos y terminando por los pies. La segunda parte hace referencia al castigo que Apolo obtuvo y la causa que motivó el desarrollo de la acción literaria. Y una tercera parte donde Apolo se lamenta de lo que ha hecho y llora en desconsolada pena, cosa que hace que el laurel crezca.
El texto es un soneto, recurso más característico de la etapa a la que pertenece la obra, el Renacimiento. El poema pertenece a la Égloga III de Garcilaso, compuesta de canciones de amor. El soneto tiene una estructura articulada en cuatro estrofas, de las que son dos cuartetos y dos tercetos encadenados o no. Son versos endecasílabos, que siguen la estructura ABBA-ABBA-CDE-CDE, y con rima consonante.
Entre los recursos utilizados, los mas relevantes son el uso de epítetos, característicos en Garcilaso, como recurso más representativo del poema para acercar las cosas a su perfección, y uso de aliteraciones mediante el sonido “r”, que nos remite y nos deja constancia sin darnos cuenta del profundo dolor que siente el poeta. También hace uso de la admiración retórica en la última estrofa, para enfatizar el lamento de Apolo. La aportación de elegancia, ritmo y melodía la hace a través del uso del hipérbaton.
Ah de la Vida
El poema es una alusión pesimista y triste de la rapidez con que pasa la vida, cómo el presente se hace pasado y el futuro presente sin darnos cuenta. De como ignoramos o queremos ignorar esta fugacidad. El autor está obsesionado por el paso del tiempo.
El texto es un soneto, también usados en el Barroco. Está compuesto por cuatro estrofas, dos cuartetos y dos tercetos encadenados o no, con versos endecasílabos y rima consonante ABBA-ABBA-CDC-DCD. Se hace uso del soneto para dar expresividad y conmover, y también por el gusto de los cantares junto al cultivo de la lírica culta.
El poema está articulado en tres partes según su intención de mensaje. En la primera parte hace una generalización sobre la rapidez con la que ha vivido su vida, recordando hechos y sucesos vividos, en esta parte también hace referencia a la causa de su locura, el tiempo. En la segunda parte hace una enumeración sobre las cosas que suceden , describe como el presente pasa a ser pasado e intenta dar una explicación de qué es el tiempo. Y ya en la tercera parte es donde nos concluye con que la vida pasa sin darnos cuenta, al unirnos pañales y mortaja.
Los recursos usados en el poema son propios del conceptismo, línea a la que pertenecía su autor, Quevedo, ya que el Conceptismo, al preocuparse fundamentalmente por el contenido, aspiraba a conseguir significados profundos, a crear conceptos, exprimiendo al máximo la lengua para que las palabras estuvieran cargadas del mayor número posible de significados. Así, encontramos metáforas en el texto como “la fortuna mis tiempos ha mordido”, refiriéndose a la codicia del dinero, “ayer se fue, mañana no ha llegado”, donde se refiere al pasado y al futuro, y “pañales y mortaja”, refiriéndose a la infancia, los tiempos de cuna y a la muerte.
También encontramos apóstrofe, dirigiéndose a la vida. Metonimias, cuando dice “mi locura las esconde” se puede referir a la indiferencia, al miedo a la locura propiamente dicha y a más conceptos de la vida que te hagan recordar o que te adviertan de que el tiempo va pasando. Usa algunas antítesis como “falta la vida, asiste lo vivido” y “junto pañales y mortaja”.
Es de importancia señalar el uso del campo semántico relativo al tiempo, con palabras como antaño, ayer, mañana, hoy, y expresiones verbales que reflejan el constante paso del mismo, como fue, será, es, etc. Respecto a los tiempos verbales, también cabe decir que la mayoría de los verbos son acciones perfectivas, acabadas, que nos vienen dadas por el pretérito perfecto compuesto y que nos transmiten acciones pertenecientes al pasado.
Podemos decir que el texto es Barroco en cuanto al tema, en cuanto al tipo de estrofa usada, en cuanto a los recursos estilísticos y en cuanto a la forma de expresión del autor. El Barroco es una etapa en la que el hombre está completamente obsesionado por la brevedad del tiempo. También se refleja en el texto el desengaño del hombre con la realidad, donde, al contrario que en el Renacimiento, se da cuenta de lo dura y rápida que ésta es. Usa un léxico rebuscado que nos produce una profundidad en los sentimientos del autor, juega con las palabras intencionadamente para provocar diferentes sensaciones. Mediante el uso del soneto ha buscado la expresividad y el poder de conmover con pocas palabras. Su mensaje está en la profundidad de su contenido.
El sí de las niñas
En el texto se narra como dos enamorados confiesan su amor, que es ya sabido por Don Diego, ante la madre de ella. Ella, la joven Doña Francisco, estaba destinada por su madre y abuela a ser casada con Don Diego, hombre viejo y adinerado, el cuál quería casarse con ella por miedo a verse solo en la vejez. Pero comprende que no le sirve de nada romper ese amor que se tienen Don Carlos y Doña Paca, y les perdona concediéndoles el permiso para que se amen, pidiéndoles su primer hijo para que le acompañase en la soledad cuando se hiciera viejo. La madre de la muchacha, algo sorprendida al principio, acaba también por aceptar ese amor.
El texto se articula en varias partes, una primera en la que Don Carlos defiende a su amada, porque piensa que la están insultando. Una segunda parte donde Don Diego le explica a la madre de la joven qué es lo que está ocurriendo allí. Otra tercera parte donde le reprocha a ésta misma el estar ilusionándole en que se iba a casar con la joven. Y la última parte donde ya están todos felices del amor entre Paca y Carlos, dándole gracias a Dios.
El texto es sin duda alguna un drama, ya que está articulado en tres partes, principio, nudo y desenlace, pero no puede ser un drama trágico ya que tiene un final feliz, ni tampoco es una drama cómico, ya que trata un tema serio de acuerdo con la época a la que se remonta el texto. Podríamos decir que es un drama que narra con un tono un poco cómico y un feliz desenlace, una realidad mucho más dura y que nunca acaba así.
Como obra teatral que es, abunda las acotaciones en toda su extensión. Estas acotaciones normalmente nos indican el número de personas y quiénes son estas personas que aparecen en la escena. Pero la mayoría de las acotaciones son para aclararnos todo tipo de gestos y acciones que los personajes deben realizar al representar la obra.
En el fragmento mencionado en el enunciado del ejercicio, nos hace referencia al gran problema de la alta sociedad, en particular, de las hijas de los nobles, a las cuáles sus padres les buscaban cónyuge con el que casarse, siempre sin tener en cuenta los sentimientos y gustos de sus hijas. Los padres sólo se preocupaban de la posición social a la que el futuro esposo pertenecía y de la fortuna que poseía, reflejándose de este modo en la obra, el otro gran problema de la sociedad española, causante del atraso del país, y es la pereza de los españoles y las ansias, no por tener una vida mejor, sino de pertenecer a la nobleza.
SIGLO XVII. LA ILUSTRACIÓN.
La Ilustración es la salida del hombre de su autoinculpable minoría de edad. La minoría de edad significa la incapacidad de servirse de su propio entendimiento sin la guía de otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad cuando la causa de ella no reside en la carencia de entendimiento, sino en la falta de decisión y valor, para servirse pos sí mismo de él sin la guía de otro.
Contexto
Después del profundo bache histórico que representa el reinado de los últimos reyes, España realiza en el siglo XVIII los primeros esfuerzos por incorporarse a la Europa moderna. En este siglo se inicia la historia contemporánea española.
La pugna entre las dos Españas, la conservadora y la progresista, se manifiesta ya en el setecientos.
- Aspectos políticos. El hecho político más destacado de este siglo es el cambio de dinastía. Felipe de Borbón sube al trono, y los Borbones pasan a ser los monarcas que encarnen en nuestro país el Despotismo Ilustrado.
La política exterior fue desastrosa gracias a los Pactos de Familia con los Borbones franceses.
Las relaciones de España con las colonias de América conocen, por el contrario, un momento de esplendor.
- Aspectos sociales y económicos. España era en el siglo XVIII un “cadáver”. A lo largo del siglo, la población se duplica, pero no de forma homogénea.
Todos los sectores económicos experimentan importantes cambios, pero en España no se hizo la revolución industrial como en otros países.
A principios de siglo, las clases sociales eran el clero, la alta nobleza, la baja nobleza (burguesía), y el pueblo llano.
La nueva monarquía va a encargarse de la reconstrucción económica del país. Pese al interés que los ilustrados mostraron por las cuestiones agrarias, éstas cristalizaron tan solo en reformas parciales tales como la repoblación de zonas incultas (Sierra Morena), la supresión de los privilegios de la Mesta, el reparto de tierras comunales entre los vecinos más pobres de los municipios y los primeros intentos de desamortización de las tierras del clero.
Los esfuerzos que se hicieron grandes y los logros importantes, pero la tarea no era fácil, ya que las reformas lesionaban los privilegios tradicionales. El mismo pueblo inculto y apegado a las costumbres, reaccionó a veces en contra de los nuevos ideales.
- Aspectos religiosos. La religión católica seguía honradamente arraigada en España y el clero poseía aún un poder considerable. La Inquisición vigilaba la pureza de las costumbres y, sobre todo, la ortodoxia de las ideas, freno para la difusión de la ideología progresista que venía de Europa.
- Aspectos culturales. Otra tarea abordada por la monarquía ilustrada fue la reforma cultural. Hasta el siglo XVIII, la Iglesia había controlado la educación y la enseñanza, por eso, las reformas educativas enfrentó a los poderes civil y eclesiástico.
Todos los ilustrados coinciden en que una nueva base cultural es imprescindible para le reforma de España. En la época de Carlos III, la educación fue considerada como un servicio público con una clara orientación utilitaria.
La razón de que el siglo XVIII sea llamado el “siglo de las luces”, es porque tuvo como misión iluminar, mediante el pensamiento y la propagación de la cultura, la mente de los hombres, pero solo una minoría de los ilustrados se abrió al espíritu del siglo. La mayoría se mantuvo impermeable a las nuevas ideas.
- Aspectos artísticos. En el arte conviven dos tendencias fundamentales, Por una parte prosigue el desarrollo del Barroco en su etapa final, y de otro lado, penetra el Neoclasicismo en España, durante el cual renacen las artes plásticas, especialmente la arquitectura.
En este panorama artístico sobresale Francisco de Goya, cuya pintura estará muy por encima de cualquier otra producción artística de la época.
- Aspectos ideológicos. El siglo XVIII ha sido denominado también como “siglo de los filósofos”, ya que esta época se caracteriza por el predominio del pensamiento filosófico, entendiéndolo como aquél que se opone al pensamiento teológico. El nuevo espíritu filosófico se caracteriza por los rasgos siguientes:
Espíritu crítico: se proclama como principio del conocimiento la razón y la experiencia.
Espíritu científico: a partir de Newton, las ciencias físicas y experimentales cobran una extraordinaria importancia.
Espíritu cosmopolita: el hombre sintió enorme curiosidad por otros países, otros hombres, otras costumbres, lo que le llevó a incrementar sus viajes.
Humanismo: se declara la igualdad de todos los hombres y los derechos inherentes a la persona humana. Se concibe al hombre como un ser social.
Enciclopedismo: al hombre le interesan todas las ramas del saber.
Hay que tener en cuenta que aunque muchos de estos rasgos aparecen en el pensamiento ilustrado español, la coyuntura histórica y política impidió su total manifestación en nuestro país.
La literatura española en el siglo XVIII
El siglo XVIII, fundamental para la modernización de España, no ofrece idéntico esplendor en la literatura. Y ello porque siendo una época de luces, las mejores mentes prefieren aplicarse a actividades de pensamiento, porque predomina la razón sobre el sentimiento y porque triunfa el Neoclasicismo, que impone reglas a la creación literaria, encorsetándola.
Podemos distinguir entre tres etapas literarias:
a) Lucha contra el Barroco. Contra el Barroco decadente luchan la Academia Española e importantes escritores:
- Ignacio Luzán: pretende regular la literatura mediante reglas. Es precursor del Neoclasicismo, pero influyó poco, ya que los jóvenes ilustrados prefieren beber las doctrinas en teóricos franceses.
- Feijoo: catedrático en teología, cultivó un solo género, el ensayo. En ellos, con transparente estilo y conocimientos modernos, expone y divulga cuestiones de filosofía, física, literatura, etc. En muchos ensayos combate supersticiones y falsas creencias populares, desmontado la confusión entre lo natural y lo sobrenatural. Se dedicó a difundir, aunque siempre bajo una fe religiosa, todo cuanto el saber europeo va averiguando. Su obra fue enciclopédica por la importancia que concede a la razón natural, a la experimentación y a la crítica como método de descubrimiento de la verdad, así como su afán por abarcar todo el ámbito de la cultura. Escribió el Teatro Crítico Universal, donde aborda todas las materias tratadas por el espíritu enciclopedista y crítico del siglo XVIII, de los que algunos de estos discursos son verdaderos tratados. En las Cartas eruditas y curiosas , completa Feijoo su gigantesca empresa, y aunque se acoge al género epistolar, su propósito de crítica sigue siendo el mismo. Un impulso patriótico guía la inmensa obra de Feijoo, entendiéndose por patriotismo como una actividad útil para el país.
Feijoo no fue un pensador estrictamente original. Su éxito lo constituye la esencia de su estilo con la utilización de un lenguaje sencillo, subordinado a la nitidez y a la finalidad didáctica. Para Feijoo el estilo debe ser natural, una forma sugestiva, natural, llena de humor, de ironía fina y de gracia. La escritura del autor se acerca así a las condiciones de la enseñanza oral; naturalidad, eficacia y espontaneidad.
- Francisco de Isla: ridiculizó el barroquismo en su novela Historia del famoso predicador fray Gerundio de Campozas, alias Zotes. A esta obra debe Isla su fama y reconocimiento. El éxito de la obra y las polémicas y protestas que generó entre los que creyeron advertir en su autor una especie de Lutero español determinaron que la Inquisición prohibiera esta obra, a pesar de la defensa inicial que de ella hicieron algunas personalidades.
Algunos de los rasgos estilísticos satirizados se encuentran ya en los sermones de Fray Antonio de Guevara, pero es la obra de Félix Paravicino la que reúne todas las característica que luego imitarán los predicadores culteranos y conceptistas, es decir, una acumulación de todos los recursos del genio que convertía la predicación en un arte del disparate. Fray Francisco de Isla defiende en esta obra los criterios neoclásicos, señalando a los autores franceses y a los clásicos como modelos oradores, sin olvidar a los autores españoles del Renacimiento.
- También combatió el barroquismo la primera revista cultural española, el Diario de los Literatos españoles.
- El único escritor fiel a los gustos barrocos, fue Torres Villarroel, imitador de Quevedo en sus cuadros costumbristas. pero su obra más importante es el relato de su Vida escrita con el garbo de una novela picaresca. La mezcla de autobiografía y novela que en esta obra se da es un rasgo que preludia actitudes literarias modernas. La tendencia moralizante de la literatura picaresca casi desaparece en la obra de Torres, donde los pasajes que contienen algún tipo de crítica social cumple una clara función de autodefensa y alabanza, que es el auténtico eje vertebrador de la obra. La estructura episódica en que se compone la obra refleja las distintas etapas de una vida burguesa normal y corriente que se centra en el ascenso profesional y el deseo de ser respetado como hombre medio. Lo autobiográfico de esta obra son la apología y la confesión , que confieren le confieren su auténtica entidad.
b) El Neoclasicismo. Este movimiento pretendía educar. Decretado el aborrecimiento del arte barroco, los jóvenes con vocación literaria se encuentran sin una tradición nacional que proseguir. Por otra parte, el prestigio cultural de Francia es inmenso, y ellos vuelven los ojos a la nación vecina, en busca de orientación y de modelos. Es así como se implanta en España el Neoclasicismo, movimiento de poca duración, cuyos principales rasgos fueron:
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El teatro: adopción de la regla de las tres unidades. Separación radical entre lo cómico y lo trágico. Preferencia por temas burgueses, contemporáneos y consiguiente proscripción de lo imaginario y heroico. En los inicios del siglo XVIII, se carecía de figuras con altura como para competir con los dramaturgos del siglo XVII. Sólo Leandro Fernández de Moratín tuvo la capacidad para crear a su alrededor algo parecido a una escuela. En el reinado de Carlos III, el teatro enfrentará dialécticamente a Antiguos y Modernos. Los primeros decenios del siglo XVIII se caracterizan por la prolongación del teatro barroco. Calderón de la Barca, Moreto y Rojas seguirán siendo los dramaturgos favoritos. Las comedias de magia, heroicas y de santos, fueron las modalidades populares que contaron con mayor adhesión del público.
La publicación de la Poética de Ignacio de Luzán, abrió las puertas a una polémica en torno al teatro barroco. las nuevas ideas neoclásicas pretendían una renovación estética, convertir el teatro en un género que no sólo sirviera para divertir, sino como instrumento educativo.
Fue Nicolás Fernández de Moratín, defensor de las nuevas concepciones teatrales, el iniciador de la llamada comedia neoclásica con La petimetra. Su hijo, Leandro, fue el que mejor la llevó a escena con obras como El sí de las niñas y La comedia nueva. Nicolás Fernández de Moratín, escribió asimismo tres comedias en verso.
Jovellanos escribe su Pelayo, que constituye una importante contribución al aliento de los ilustrados de crear una tragedia nacional.
Vicente García de la Huerta, autor de la Raquel, es el ejemplo más brillante del género trágico.
También cabe recordar la especial relevancia que alcanzaron géneros musicales como la zarzuela.
El sainete, aunque fue género menor, destaca por haber contado con autores de calidad como Ramón de la Cruz, que junto a Leandro Fernández de Moratín, escribieron el único teatro que todavía hoy es representable.
Ramón de la Cruz, autor de tonadillas, zarzuelas, loas, comedias y sainetes, muestra en este último género una galería de tipos muy familiares al espectador: majos, abates, petimetres, y oficios populares como barberos, castañeras o aguadores. El sainete, como género teatral, se remonta a los pasos de Lope de Vega y a los entremeses de Cervantes, aunque también anticipa los de Carlos Arniches y los de los hermanos Álvarez Quintero.
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No hay, prácticamente, narrativa, pero encontramos prosa satírica de viajes y doctrinal.
Dos escuelas neoclásicas suelen diferenciarse, la salamantina y la madrileña. A la escuela salamantina se adscriben autores como:
- José Cadalso: poeta y prosista. Escribe Cartas Marruecas, donde un moro explica las “extrañas costumbres españolas”. Esta obra fue escrita como pretexto para denunciar la decadencia de España. Es su obra póstuma, y se publicó recurriendo a la simulación del manuscrito encontrado. Son noventa epístolas, nunca muy largas, que carecen de un orden temático o cronológico; ello, unido a su tono conversacional y a la curiosidad que despierta en el lector observar la reacción de dos extranjeros, constituye el ingrediente básico de una obra amena. El contenido temático es muy variado, costumbres y carácter de los españoles,, crítica a la sociedad y a la cultura española, reflexiones morales, filosóficas y psicológicas sobre el hombre y atinadas observaciones sobre la lengua y la literatura española. El estilo es el del “justo medio”, es decir, encontrar el equilibrio perfecto entre las palabras y las creencias, es un estilo medio y moderado. Otra obra de Cadalso, inconclusa esta vez, fue Las Noches lúgubres, la cual cosechó un gran éxito que se intensificó en el Romanticismo. Su contenido está relacionado con la literatura sepulcral, muy de moda en Europa. También se le han buscado raíces en la literatura folclórica, pero en todo caso hay que achacarle a la época romántica la especial recepción de la obra interpretando el contenido mítico en clave autobiográfica. Las Noches lúgubres tienen el interés histórico de anticipar prácticamente todos los elementos de la visión del mundo y los temas que se desarrollarán en el Romanticismo. La obra de Cadalso participa plenamente del espíritu crítico de los ilustrados, consecuencia del nuevo espíritu reformista.
- Jovellanos: en su Elogio de Carlos III, está resumido su pensamiento ilustrado y su optimismo en el progreso que caracteriza en reinado de este rey. De entre sus escritos económicos destaca el Informe en el expediente de la ley agraria.
Muy interesante es su Diario, por las noticias que nos ofrece sobre sus actividades y por las atinadas observaciones sobre las costumbres del país.
En la Memoria sobre educación pública, se desarrollan sus ideas pedagógicas basadas en la concepción de la enseñanza como instrumento fundamental del progreso.
La Descripción del castillo de Bellver va más allá de la descripción arquitectónica, para extenderse en observaciones sobre la flora y la fauna del lugar.
Su pensamiento político se expresa en la Memoria en defensa de la Junta Central.
Dentro del Neoclasicismo, hay que señalar la poesía neoclásica, la cual vuelve los ojos a la literatura del Renacimiento español. Los temas anacreónticos, las virtudes cívicas, la filantropía, la amistad, la convivencia, la búsqueda de la naturaleza primigenia entran en la poesía junto a los moldes métricos tradicionales.
Dentro de la poesía neoclásica, o también llamada prerromanticismo español, se han distinguido tradicionalmente dos escuelas, la salamantina y la sevillana. Entre los autores de la escuela de Salamanca destacan algunos rasgos comunes, como su lucha contra el culteranismo y su defensa de la depuración lírica, pero por encima de estos caracteres se alzan las individualidades. En esta escuela encontramos a:
- Nicolás Fernández de Moratín: dentro de una línea castiza y popularista escribe se Fiesta de toros en Madrid y la Oda de Pedro Romero.
- Cadalso: aunque también entró en este grupo, no alcanzó la misma altura que con sus obras en prosa. Sobresalen los poemas que dedicó a María Ignacia Ibáñez (Filis). Parte de sus poemas se inscriben en la línea del prerromanticismo de la Noches lúgubres.
- Jovellanos: cultiva temas más graves e influye en ambas escuelas en este sentido. La epístola de Jovino a sus amigos de Sevilla muestra una vena sentimental. En su poesía se destaca su humanismo, consecuencia de su anhelo de reforma social.
- Juan Menéndez Valdés: autor de la escuela salamantina mejor dotado para la creación poética, que cultivó con gracia y delicadeza la lírica de tema pastoril.
La crítica ha visto en Manuel José Quintana, Nicasio Álvarez de Cienfuegos y en Juan Nicasio Gallego, la representación de un segundo momento de la escuela salamantina.
Los modelos de la escuela sevillana fueron Herrera y Rioja. El grupo lo componen Manuel María de Arjona con Las ruinas de Roma, José Marchena, gran conocedor de clásicos a los que a veces imitó a la perfección, Félix José Reinoso, conocido por su poema La inocencia perdida, la cual trata del pecado original, y por último José María Blanco White, sevillano que emigró a Inglaterra y donde escribió la mejor parte de su producción literaria, toda ella escrita en inglés.
c) El prerromanticismo. En arte, a cada acción suele oponerse una reacción en contra. Esta alternancia produce la instauración, a finales de siglo, del Prerromanticismo, movimiento que se opone al Neoclasicismo, y que se caracteriza por los siguientes rasgos:
- afirma los derechos del sentimiento frente a la razón, y por tanto los de la literatura frente a otras actividades más “útiles”.
- el sentimiento podrá expresarse arrebatadamente, sin el pudor de las “buenas maneras”, Domina la manifestación del dolor.
- muestra recelo ante las reglas.
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frente a la naturaleza apacible de los neoclásicos, ésta se asocia al sentimiento arrebatado de los autores, que describen espectáculos poco tranquilos como tormentas, escenas nocturnas, apariciones, ect.
Contribuyeron a formar la sensibilidad prerromántica varios poetas ingleses, Young, Gray, el pensador suizo Juan Jacobo Rousseau, y el novelista francés Bernardino de Saint Pierre.
Problemas lingüísticos en el siglo XVIII
Durante el siglo XVIII, el idioma español adquiere su perfil moderno. En esta centuria, la actividad idiomática fue intensa, y afrontó los siguientes problemas:
a)Lucha contra el estilo barroco. La simplicidad del lenguaje es defendida y victoriosamente por la Academia de la Lengua y por varios importantes autores.
b)Empleo total del español como lengua de cultura. Muchos libros seguían escribiéndose en latín, y esta lengua era obligatoria en las aulas universitarias. Varios ilustrados combaten tal práctica, hasta que la Junta de Regencia, tras la guerra de la Independencia, ordenó el empleo exclusivo del español.
c)Defensa contra los galicismos. La presión de la cultura francesa hizo que, por necesidad o por modas innecesarias, se introdujeran numerosos galicismos. para combatir estos últimos, surgieron movimientos purlatos. El más radical de ellos fue el casticismo, que propugnaba el empleo de sólo aquellas palabras de “casta”, es decir, sólo utilizadas en España desde antiguo, lo que constituye un freno a la modernización del léxico.
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Enviado por: | Indira_power |
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