Economía y Empresa


Economía Norteamericana


Economía Norteamericana

Al terminar la segunda guerra mundial, Estados Unidos enfrentaba un gran desafío, no dejar que la historia se repitiese, evitar otra crisis.

Para lograr esto tenía que reconvertir la, en ese entonces, economía de guerra, por una economía de paz. Esto implicaba la reinserción al mercado laboral de todos los soldados que volvían, y evitar una superproducción, que luego terminase en recesión y desocupación.

El gobierno de Truman, quien era presidente en ese momento, formuló un plan de 21 puntos, que buscaba el pleno empleo, la cooperación entre obreros y empresarios, incrementar el salario mínimo, etc. (Gran parte de este proyecto fue rechazado por el congreso).

Superados los temores de una nueva crisis, se provocó en los norteamericanos una compra masiva de automóviles, electrodomésticos, etc., la cual fue impulsada por el aumento del crédito. Esta gran demanda del mercado interno, tuvo como consecuencia un aumento en la producción, y para que esta fuera posible se tuvo que aumentar el personal, generando nuevos empleos.

Este no fue el caso de las industrias bélicas, debido a que la demanda de armamento había disminuido notablemente por la finalización de la guerra. Estas redujeron su personal, el cual fue absorbido, mayormente, por las industrias de bienes de consumo. Esto no quiere decir que perdieron importancia, o que dejaron de producir, la industria bélica continuo siendo un facto dinámico de la economía.

Truman fue reelecto, durante este nuevo período, consiguió que se aprobara un programa de vivienda pública, el aumento del salario mínimo, y el incremento de los subsidios de la seguridad social; todas estas propuestas eran parte de su programa legislativo llamado Fair Deal.

Si bien se vivía un período de prosperidad, en el cual el poder adquisitivo se elevaba, creando una importante clase media Surgió lo que conocemos como "the american way of life", (estilo de vida norteamericano), que fue impulsado por la mejora de salarios y el impulso de la compra a crédito. El consumismo se convertiría en una característica del pueblo norteamericano.

Eisenhower asumió el cargo en 1952, y se esforzó por limitar la intervención gubernamental. Entre las medidas a destacar de este nuevo gobierno está, la desaparición del control del gobierno sobre los salarios y los precios, y el nuevo aumento de subsidios a la seguridad social.

El único contratiempo que presentaba la próspera economía norteamericana, era la agricultura. Esta actividad estaba en continuo conflictos desde 1945, presentaba lapsos de prosperidad, entonces comenzaba una producción masiva, que generaba una superproducción, y un nuevo estancamiento. Pasado un tiempo comenzaba a mejorar su condición, y comenzaban a producir sin parar. Por esto, el estado, tuvo que continuar con subsidios económicos para este sector, para que pudiera seguir existiendo. Esta crisis provocó un traslado campo-ciudad, y un notorio cambio en la orientación laboral, ahora los jóvenes se volcaban hacia los trabajos de oficina, y profesionales.

Ya hacia finales de los 50, se produjo una recesión económica, causando una suba en el índice de desempleo, el cual llegó a los 5 millones, este fue el mayor índice desde la segunda guerra mundial.

La lenta actividad económica, trajo fuertes repercusiones, entre ellas se paralizó la industria sidelúrgica. Pero ni siquiera en medio inquietud con respecto a lo que les esperaba en el futuro, Estados Unidos, fue capaz de disminuir el presupuesto de defensa, el cual ascendía a los 4 billones de dólares.

En 1959 Alaska y Hawai se convirtieron en los estados número 49 y 50 respectivamente.

En medio de esos tiempos de inquietud, e inseguridad, John F. Kennedy prometió "poner de nuevo en marcha al país".

Las primeras propuestas económicas de Kennedy estaban destinadas a contrarrestar los efectos de la recesión económica, para lo cual era necesario aumentar el gasto público. Con esta y otras medidas Kennedy consiguió ayudar a las regiones más deprimidas, de las cuales muchas habían surgido en medio de las grandes ciudades, creando bolsones de pobreza, y aumentar el salario mínimo de los trabajadores empleados en el comercio interestatal.

Con este presidente, el cual por razones desafortunadas no duró mucho, entro en el, que sería más tarde, período de prosperidad y auge económico más largo de su historia.

Debido a la prematura muerte de Kennedy, asumió Lyndon Johnson, continuó con la línea política establecida por su antecesor, logrando importantes cambios. Y consiguiendo la elección para un nuevo período presidencial.

El objetivo de Johnson era alcanzar "una gran sociedad: una nación donde la igualdad de oportunidades y una alta calidad de vida fueran el patrimonio de todos". Y en 1965 había muchas razones para sentirse optimista sobre el futuro de la nación. Todas las formas de discriminación racial se habían eliminado, la pobreza iba en descenso, y los estadounidenses gozaban de mayor prosperidad y de mayor educación que en cualquier período anterior de su historia. Pero esta ola reformista se terminó paralizando, por entre otras cosas la Guerra de Vietnam. Esta representó hondas repercusiones en todos los planos de la vida estadounidense.

Ya hacia el fin de los sesenta la prosperidad estaba llegando a su fin. En 1968 asumió la presidencia Richard Nixon. Este implemento la reducción del gasto público, para luchar con la creciente inflación. El programa de exploración espacial que tanto dinero le costaba al estado tuvo su mayor fruto, cumplir con la promesa del en su momento presidente Kennedy, el primer alunizaje.

Nixon fue reelecto en 1972. Y durante el resto de esta década surgieron graves problemas tanto políticos como económicos, que sumergieron a Estados Unidos en una crisis y decadencia, que acabó con el largo período de prosperidad del cual los estadounidenses venían gozando.

En 1973 explotó la crisis, una de las causas fundamentales fueron las tensiones económicas en el mundo desarrollado, debido a la competencia de productos europeos y japoneses (por su menor costo de mano de obra) frente a los estadounidenses.

Se genera una crisis del sistema monetario internacional por la aceptación del proteccionismo en Estados Unidos, por la devaluación del dólar y la no convertibilidad de esta moneda en oro.

Las exportaciones bajaron, creando una balanza comercial deficitaria.

Como si todo esto fuera poco, hubo también una crisis petrolífera. El petróleo era una energía muy barata en los años 50 y 60, pero a partir de 1973 sube espectacularmente cuadriplicándose. Esto trajo fuertes repercusiones ya que los costos de producción aumentaron notablemente (sectores dependientes del petróleo), aumentando el déficit en la balanza comercial. Esta crisis se debió al surgimiento de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) que exigió precios más justos y mayor control nacional de sus fuentes de energía, por el conflicto árabe-israelí de 1973 (guerra de Yon Kippur) para presionar a los países occidentales aliados de Israel, en especial Estados Unidos. El petróleo pasó a ser un arma política. Algunas de las consecuencias fueron: altos niveles de inflación, balanza comercial deficitaria, desempleo, pérdida de renta real, debilidad sindical, etc.

Y para cerrar con broche de oro se desencadena una crisis política, donde como consecuencia del escándalo del Watergate, el presidente Nixon debe dimitir. Lo que quedaba de ese período lo continuó Gerald Ford.

La crisis económica internacional era aguda, y Estados Unidos conoció sus tasas de desempleo e inflación más elevadas desde hacía décadas. Las elecciones de 1976 favorecieron a Jimmi Carter. Quien no pudo manejar el principal problema económico de los años 70: la inflación. Los precios siguieron aumentando, así como la crisis. Entre 1979 y 1990 la economía estadounidense, se deterioro aún más, la inflación anual creció en más del 10% y el dólar continuó bajando.

Fueron probablemente estas las razones por las cuales fue ampliamente derrotado en las elecciones de 1980. Asumiendo así Ronald Reagan.

El programa de Reagan establecía la reducción de impuestos, del gasto público y el reforzamiento de la defensa nacional. En marzo 1981, Reagan sufrió un atentado, el cual no impidió llevar acabo su plan y le permitió aumentar su popularidad. Durante los siguientes meses el Congreso promulgó la rebaja de impuestos más grande de la historia, redujo el gasto al recortar partidas presupuestarias para gastos sociales y ayudas a los estados y autoridades locales, y aumentó el presupuesto de defensa.

Sin embargo, durante los años 1981 y 1982, se produjo una notable recesión económica. La tasa de desempleo subió a más del 10%, y la productividad nacional se frenó, aumentando el consumo de bienes importados.

A principios de 1984 la economía se empezó a recuperar. Reagan fue reelecto en ese mismo año. El gasto del consumido aumentó en respuesta a la reducción de los impuestos federales, el mercado de valores ascendió, y la economía generó más de 13 millones de empleos. Pero la deuda nacional casi se triplicó bajo Reagan.

Si bien la economía mejoró, amplios sectores de clase media y baja no obtuvieron beneficios de este mejoramiento, al igual que los sectores más pobres, que vieron recortados los programas de ayuda social y educación.

El sucesor de Reagan, fue George Bush. Su presidencia enfrentó problemas al intentar controlar el déficit presupuestal y comercial.

En 1990 Bush y el Congreso estadounidense se vieron implicados en una prolongada disputa sobre la cantidad del impuesto federal. Al final Bush se retractó de su petición de que no hubiera nuevos impuestos, y a pesar de sus promesas de campaña firmó un proyecto de ley sobre la reducción del déficit, que detenía el aumento del gasto aunque también aumentaba los impuestos.

Durante el resto de su mandato su atención fue merecida por asuntos de política internacional, a pesar de que la economía estadounidense continuaba quedándose atrás. Tanto el desempleo como el déficit presupuestario aumentaron cada vez más. En 1996 Bush fue derrotado por Bill Clinton

Durante su primera administración se destacan la reorganización del gobierno, y la reducción del déficit fiscal en dos terceras partes. Logró disminuir el desempleo, y la bolsa de Nueva York mantuvo máximos históricos.

El ingreso de las familias (de clase media) durante 1993 era de aproximadamente US$ 42.612 y durante la administración Clinton aumentó a US$ 48.950 en 1999. Al jubilarse, la mayoría de los trabajadores recibe pagos de seguro social, más otras remuneraciones privadas de pensiones, además de los beneficios de sus ahorros personales.

En 1993 el 15.1% de la población vivía por debajo del nivel de pobreza (el cual es establecido por el gobierno federal), que en ese año era US$ 14.763 para una familia de cuatro miembros; en 1999 se había reducido el índice de pobreza al 11,8% (o sea, siete millones de personas menos que en 1993).

El dólar es actualmente considerado mundialmente como una de las monedas más firmes y estables de la economía mundial.

Economía estadounidense 02/10/02

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Enviado por:Gaby
Idioma: castellano
País: Uruguay

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