Ciencias Empresariales


Economía española durante el Franquismo


La economía española durante el franquismo

La economía española durante el franquismo tiene tres etapas bien diferenciadas. La primera es la etapa de la autarquía (1939-1950), caracterizada por la depresión, la dramática escasez de todo tipo de bienes y la interrupción drástica del proceso de modernización y crecimiento iniciado por el Gobierno de la República. En la segunda etapa (1950-1960) se produce una vacilante liberación y apertura al exterior que genera un incipiente despegue económico, aunque muy alejado del ciclo de expansión que disfruta el resto de Europa debido a las políticas keynesianas. Por último, entre los años 1960 y 1974 la economía española se ve favorecida por el desarrollo económico internacional, gracias al bajo precio de la energía, a la mano de obra barata, y a las divisas que proporcionan emigrantes y turistas.

Características del régimen de Franco: Se rechaza la idea de la democracia representativa. No hay una constitución que garantice los derechos y libertades de los ciudadanos. Concentración de poderes en el Jefe del Estado. Un solo partido político el sindicato incluye a patronos y obreros. Sindicato organizado por el Estado, limitación de las libertades fundamentales (expresión, reunión y manifestación).

LA ESPAÑA FRANQUISTA: ETAPAS PRINCIPALES

Los malogrados años cuarenta: Franco es Jefe de Estado y del Gobierno. Periodo de gran represión política de la oposición. Aislamiento internacional (etapa autárquica) que llevó a España a un estancamiento económico. Racionamiento de los alimentos básicos hasta el año 1952. La ley de Sucesión estableció que España era una Monarquía y al príncipe don Juan Carlos como sucesor a Franco en la Jefatura del Estado.

Las consecuencias de todo orden que tuvo la guerra civil.

Consecuencias demográficas: Se dejan sentir bajo formas distintas.

  • Alta mortalidad: Por enfrentamientos bélicos, represalias, enfermedades, desnutrición, …etc.

  • Emigración forzada: Viene determinada por el temor a las represalias, o por el desagrado o repudio frente al nuevo régimen. El exilio de 1939 implica una pérdida muy notable tanto en cantidad como en calidad.

  • El descenso de la natalidad: Viene provocado por la permanencia de las condiciones de inseguridad, carencia, hambres, miedo,, poco atractivas para favorecer el crecimiento de la población.

  • Existencia de un importante sector de población recluso (soldados del ejército republicano, miembros de las organizaciones y partidos derrotados, personas que han ejercido cargos políticos o sindicales durante el gobierno republicano.)

En conjunto, según los autores mas rigurosos, un número de personas cercano a 1.200.000 sufrieron directamente los efectos de la Guerra Civil, en forma de muerte, represión, emigración o presidio.

Consecuencias económicas:

  • El hundimiento económico: Desaparecen las reservas de oro y divisas, gastadas por ambos bandos en la financiación del conflicto.

  • Esos cuantiosos gastos tendrán graves repercusiones para el país, a la hora de iniciar la reconstrucción económica, obligando a forzadas exportaciones, y a la dificultad de importar.

  • Colapso de la economía, en todos los sectores, especialmente en los sectores primarios, y secundario, debido al abandono de tierras, la destrucción del ganado, de fábricas y maquinaria, etc.

  • Reducción de la población trabajadora, a causa de las detenciones, exilio, paro, etc.

  • Aumento de los desequilibrios sociales. La derrota en la Guerra Civil afecta sobre todo a las clases medias y bajas de la sociedad española. Los desequilibrios irán aumentando en los años sucesivos: El reparto de rentas se ha agravado, racionamiento de alimentos, contrarreforma agraria, control de salarios, etc.

Consecuencias sociales: La consolidación del poder de los sectores y clases vencedoras en el conflicto ejercerán el poder político y económico, directa o indirectamente, durante todo el periodo. Son la oligarquía financiera e industrial, los terratenientes el ejército, la iglesia y la Falange.

El significado de estos resultados durante la etapa inicial del franquismo tiene una doble dimensión: Por una parte, supone el final del proceso de crecimiento moderado pero mantenido que se prolonga en España durante el último tercio del siglo XIX y el primero del XX; por otra parte, ocasiona el ensanchamiento de la brecha que separa la trayectoria de España respecto a la de otros países europeos; una diferencia que, en ritmos de crecimiento y de producto real por habitante, se amplía enormemente durante esos años. La opción autárquico e intervencionista comportó el estancamiento de la economía. En consecuencia el nivel de vida de la mayoría de los españoles era inferior al de la preguerra y la renta per cápita española no alcanzó los niveles anteriores a 1936 hasta el año 1953. Este decenio es uno de los pasajes más negativos de nuestra historia económica contemporánea. El fracaso económico corrió paralelo a la regresión política y social.

Los años cincuenta: el decenio bisagra.

La guerra fría polariza al mundo. Comienza la tímida apertura de España con el mundo. España entra en la ONU en 1955. En 1953 EEUU y España firman un acuerdo para el establecimiento de las bases militares de la OTAN en España. Hay una cierta apertura del régimen que pierde su retórica fascista y hay intentos de una renovación cultural a través del Ministerio de Educación. Continúa la represión política. Huelgas en Cataluña y Asturias en 1956.

Una nueva planificación económica: Los nuevos dirigentes políticos iniciaron un proceso de liberación económica que permitiese la vinculación de España a la economía capitalista occidental y estimulase el crecimiento económico. Con la voluntad de poner fin a la autarquía, se puso en marcha en Plan de Estabilización (1959). Este plan pretendía pasar de una economía cerrada, y con fuerte control estatal, a una economía de libre mercado, mas relacionada con el exterior y con un mayor peso de la iniciativa privada.

Así, se quitaron obstáculos al comercio internacional y se promulgaron una serie de medidas para favorecer la inversión de capital extranjero.

La aprobación de dicho plan, junto a la incorporación a la CE, constituye la operación más importante que ha vivido la economía española en el siglo XX.

Con todo, lo que más importa señalar es que, a diferencia de lo que se ha evidenciado en los años precedentes, el ritmo de crecimiento español sigue de manera muy uniforme la pauta de otros países europeos, muy particularmente los del sur de Europa, en los que, por encima de diferencias institucionales, juega un papel semejante, ya en los años cincuenta, el conjunto de las relaciones exteriores (transacciones comerciales, remesas de emigrantes, flujos de capital y divisas por turismo).

La expansión de los sesenta:

Cambio de orientación económica con la entrada de los llamados "tecnócratas" en el poder (próximos a la organización religiosa OPUS DEI) desarrollo económico a través de los planes de desarrollo. Fuerte entrada del turismo (principal fuente de riqueza). La ley de Prensa de 1966 elimina la censura previa y la vigilancia de lo que se dice en medios de comunicación reside en sus directores. El Concilio Vaticano II (1966) reforma el dogma católico: El Estado debe reconocer la libertad religiosa para no entrar en colisión con Roma aunque sogue siendo confesional. En 1966 se promulga la Ley Orgánica del Estado que establece unas Cortes que no son de elección popular. La aparición de la organización ETA a principio de los sesenta es fundamental en la lucha contra el régimen franquista. En 1968 son juzgados unos etarras acusados del asesinato del comisario Melitón Manzanas, seis son condenados a muerte (el famoso proceso de Burgos). Este proceso moviliza a la opinión internacional contra Franco. En 1969 Don Juan Carlos es designado sucesor de Franco. Se separan las funciones de Jefe de Estado y Jefe del Gobierno, éstas recaen en el almirante Carrero Blanco que muere en un atentado perpetrado en Madrid por ETA. Entre 1973 y 1975 crece la oposición. Los sectores más reaccionarios del régimen se oponen a cualquier tipo de cambio (el "búnker"). El 20 de Noviembre de 1975 muere Franco y Juan Carlos I es proclamado Rey de España.

El Plan de estabilización y liberalización de 1959 abre, en todo caso, la tercera gran etapa de la economía española durante el franquismo: la que abarca todo el decenio de los años sesenta y se prolonga hasta 1973.

El proceso de acumulación y crecimiento se va a ajustar, hasta el comienzo de los años sesenta, al esquema dominante en la escena de los países de la OCDE: energía barata en términos absolutos y crecientemente barata en términos relativos; favorables precios relativos también en materias primas y de los alimentos; ampliadas posibilidades de financiación exterior; adquisisción de un mercado internacional expansivo de la tecnología y de los productos necesarios para asimilar los cambios que el propio crecimiento impone en los patrones dominantes de la demanda, y abuandantes disponibilidades de una mano de obra(las dos grandes reservas son la población agraria y la femenina potencialmente activa), con la válvula de seguridad adicional de la fácil exportación de la mayor parte de la fuerza de trabajo excedente.

Desde los años sesenta, los españoles entramos rápidamente dentro del modelo de la sociedad de consumo, categoría ya vigente en los países más desarrollados del continente, a los que llegó desde USA.

Mayor peso de la mujer en la sociedad. Esta circunstancia está, en relación con su creciente independencia económica y social, a medida que el aumento de la oferta de empleos favorece su incorporación a la vida laboral fuera del ámbito familiar.

El legado del franquismo desde la perspectiva de la evolución económica:

Un legado ambivalente en más de un sentido. Durante los dos últimos largos decenios del franquismo, el crecimiento económico fue importante tanto en términos absolutos como en términos comparados con cualquier período precedente del proceso de industrialización: y sin embargo, no fue absoluto excepcional en el mapa de las economías occidentales de postguerra y, y particularmente, en el marco de las economías del sur de Europa. Además de no haberse prolongado tanto tiempo aquí la situación de autarquía y generalizado intervencionismo, la recuperación de la economía española hubiera podido iniciarse antes, y antes haberse acompasado el pulso interno del proceso productivo al ritmo de las condiciones de la economía internacional. Sin olvidar que el régimen franquista acababa imponiendo por su propia naturaleza y entidad límites insuperables para determinados cambios económicos institucionales (en el campo del sector público, en el de las relaciones laborales, en el del sector exterior, entre otros); cambios institucionales sin cuya plena consecución se frenaba el alcance de aquellas transformaciones en la estructura productiva y el impulso del preceso de crecimiento.

SOCIEDAD Y ECONOMIA CANARIA DURANTE EL FRANQUISMO Y LA TRANSICIÓN POLÍTICA: (breve apunte).

La implantación de la dictadura tras la guerra civil española implicó para Canarias, al igual que para el resto del Estado, la persecución de toda actividad intelectual desarrollada fuera del marco ideológico franquista.

Desde el punto de vista poblacional, canarias conoció un crecimiento continuado y desigual producto de una fuerte disminución de las tasas de mortalidad; un elevado índice migratorio, una emigración exterior dirigida hacia Venezuela y un desplazamiento interno de las islas periféricas a las centrales.

El régimen franquista impuso en Canarias un modelo económico de signo autárquico. La economía canaria seria dirigida en una primera etapa por la comandancia Militar de Canarias y después por el Mando económico. Su creación y actuación implicó una militarización de la economía del archipiélago, sustentada en la creencia de que las islas podían verse implicadas en operaciones militares. Sufrió por ello la economía canaria una restricción importante en sus relaciones económicas con el exterior hasta la liberación de los los sesenta. Una vez finalizado el conflicto bélico europeo, se reinicia la demanda europea de productos canarios, lo que dio lugar a que la agricultura isleña de exportación iniciara un nuevo ciclo expansivo.

A partir de 1960 el grado de internacionalización de la economía canaria es mayor y también lo es la presencia del sector público y del capital exterior, tanto peninsular como extranjero. Se inicia un ciclo turístico y comercial, impulsado por el plan de estabilización y liberación de la economía española. El turismo crece espectacularmente, mientras que por el contrario, el sector agrario sufrió un retroceso, entre los años 1940 y 1975.

Entre los años 1973-1974 se inicia la gran crisis de la s economías occidentales, la crisis del petróleo, que tiene una importante influencia en la economía canaria. Además, este período de transición política está enmarcado por el acuerdo Tripartito de Madrid, entre España, Marruecos y Mauritania, firmado por pocos días antes de la muerte del General Franco, y que implicaba el abandono de los territorios que forman el Sahara Occidental español. Este acuerdo convirtió al archipiélago canario en una región frontera y afectó seriamente al sector pesquero de las islas y a la utilización de los caladeros del banco pesquero canario-sahariano.

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Enviado por:María
Idioma: castellano
País: España

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