DORIFORO

Vamos a realizar el análisis crítico de la obra El Doríforo, esculpida por Policleto originalmente, aunque esta se encuentre extraviada y nada más que conservemos de ella copias romanas fruto de la reproducción mecánica por parte de los artistas latinos de las obras griegas destinadas a la decoración de jardines baños etc.. Actualmente las piezas mas antiguas que se conservan se sitúan en el Museo de Nápoles.

Esta obra escultórica fue esculpida entre 440 y 450 a.C. por lo que se ubica en plena etapa clásica de la escultura griega siendo además una de las más representativas de este período y en la que el autor más refleja las tendencias del momento. Atendiendo al período en el cual fue creada tiene una serie de características mas o menos comunes a otras obras contemporáneas.

Así podemos hablar de que la obra presenta un carácter naturalista, como la representación de la realidad objetivamente y en sus más natural estado analizado detenidamente por el autor. La figura es exenta pensada para ser observada desde todos las perspectivas si mas bien presenta una cierta frontalidad y mayor trabajo en la parte delantera. El material, originariamente bronce se realizó mediante el fundido en cera perdida y posteriormente pulido. Las copias romanas conservadas son de mármol blanco y también están trabajadas mediante el pulido.

La figura original estaba pintada presentando una bella policromía que acentuaba el realismo de la escultura mientras que las copias en mármol resultan mucho más inertes que la original al ser monócromas.

La obra representa un joven atleta de pie desnudo en todo el cuerpo y con una lanza en la mano( de ahí que se diga que era un lancista) que apoya sobre el hombro caminando tranquilamente después de realizar el ejercicio. Posiblemente se trate de Aquiles aunque esta estimación no este verídicamente corroborada. Por eso se trata de una figura clasificada como diestra y mide 212 centímetros. El estado de conservación de las copias es relativamente bueno aunque les falte la lanza, no obstante el mármol resulta más frío que el bronce y la reproducción académica no da tanto realismo a la figura..

El Doríforo de Policleto muestra de la manera mejor posible los cánones de perfección humana que el escultor estableció. Estos ideales de belleza responden al estudio que realizo y estableció basados en la longitud de la cabeza mediante la cual establecía que la altura total del cuerpo humano debía ser 7 veces la de la cabeza. Este cambio sucede en el s. V a. C. Cuando una serie de escultores entre ellos Policleto rompen con los antiguos cánones de belleza.

De esta ruptura con la época arcaica surgen una multitud de características y rasgos significativos apreciados e el Doríforo:

Se puede decir que es una escultura abierta y externa, ya que la lanza y el hecho de que la esté sujetando da a la escultura un volumen que rompe con la rigidez de las obras predecesoras. No obstante tampoco se puede comparar con el volumen que se alcanza en la época helenística fruto del retorcimiento de las figuras. En esta se busca un perfecto equilibrio, ideal de belleza constante. Policleto analiza la figura humana buscando la simetría en el movimiento y en cada una de sus partes. Cada parte del cuerpo tiene independencia por sí misma pero todas suman un harmónico conjunto. Como el atleta avanza en una actitud tranquila pero seguro de sí mismo el autor desarrolla una interesante solución para las figuras de pie en reposo. Una pierna soporta el peso del cuerpo mientras que la otra apenas toca el suelo con la punta del pie mientras flexiona la rodilla hacia atrás. La tensión que genera esta descompensación se compensa con ligeras inclinaciones en las pelvis y en los hombros. De esta manera se transfiere esa sensación de movimiento tranquilo. La pierna izquierda no soporta ningún peso y la cadera cae mientras que en la parte derecha la pierna sujeta el peso y la cadera se levanta. Así el torso en esa parte se halla contraído mientras que en la izquierda ligeramente mas suelto. El brazo izquierdo sujeta la lanza por lo que se encuentra semiflexionado y el hombro sube ligeramente. El brazo derecho por el contrario se cuelga relajado junto al cuerpo por lo que el hombro derecho está ligeramente decaído.

Esta técnica de contraer una parte del cuerpo y flexionar ligeramente la otra en cuanto a sus miembros y amoldar el torso a esta alternancia se llama contrapposto y encuentra en esta obra una de sus primeras aplicaciones y sin duda la de más perfección hasta el momento en que fue realizada, permitiendo infundir ese sentido de vitalidad harmónica que rompe con la rigidez de los kourós.

Su expresión es tranquila conforme lo es la expresión de su cuerpo. Muestra autodominio y su mirada es firme y serena. La cabeza está inclinada ligeramente hacia la derecha como describiendo una forma de ¨S¨ invertida. De todas formas todavía no se ha llegado a perfeccionar tanto la expresión como en etapas posteriores y todavía se observan algunos restos de arcaísmos como los ojos almendrados. El pelo está tratado de forma naturalista perdiendo la rigidez anterior y rompiendo definitivamente con los arcaísmos en cuanto al pelo se refiere. Aún así es rizado y pegado al cuerpo.

Los músculos del cuerpo están muy definidos y poco pulidos exagerando los pliegues de los pectorales y de la cadera, signo también de la evolución que irán contemplando estas esculturas hacia un mayor refinamiento de las partes del cuerpo. La luz también juega un papel importante en la obra. Hay un cierto claroscuro o juegos de sombras en zonas como el pliegue inglinal y las extremidades que dan un efecto de plasticidad a la escultura.

Aunque no se ha llegado a ninguna conclusión de los cánones de Policleto sobre el ideal de belleza se ha intuido que la unidad de medida es el dedo a partir de la cual se desarrollan las demás medidas . Así la altura del cuerpo es 7 veces la de la cabeza. La cabeza está dividida en 3 partes iguales: frente, nariz y la distancia de ésta al mentón. El pie es tres veces la palma de la mano, del pie a la rodilla 6 palmos, de la rodilla al centro del abdomen otros 6, el arco torácico y el pliegue de la ingle son arcos de un mismo círculo; en definitiva la belleza se convierte en medida y proporción.

En definitiva, Policleto logra con la aplicación de los cánones a la escultura la máxima aspiración de los escultores griegos, que era la perfecta proporción dentro de un ideal naturalista. En efecto, es el último escultor interesado en el viejo problema de la rigidez de los kurós y le da una nueva perspectiva al contrapposto hecho suficiente para destacarlo entre los artistas de la época. Incluso se decía de él que ``si Fidias era el escultor de los dioses, Policleto lo era de los hombres ´´ pues llegó con sus cánones a alcanzar el perfecto equilibrio de la belleza.

Desgraciadamente éstos cánones se han perdido y solo se pueden intuir de sus obras, una serie de atletas olímpicos que en su mayoría se han perdido o sólo se conservan copias, como el Diadúmeno. Esa mentalidad de los artistas griegos de la época de no aferrarse a los dogmas tradicionalmente impuestos y a seguir unas reglas definidas de antemano si no a buscar la belleza a partir del estudio de la naturaleza en sus formas y sus representaciones y plasmarla con toda la fidelidad posible pero siendo entendida por cada escultor de una manera diferente es consecuencia de las formas políticas económicas y socioculturales del momento y todo ello queda grabado en esta obra que analizando la evolución de la escultura griega y las características del Doríforo se pueden entender y relacionar. Una vez enmarcada esta obra en un contexto y evolución determinadas se puede llegar a entender cuanta importancia tiene en la historia del arte y la escultura pues incluso siglos mas tarde los cánones de belleza utilizados por Policleto serán de nuevo utilizados por artistas de gran relevancia.

¡