Sociología y Trabajo Social
Discurso televisivo
Discurso Televisivo: el exterminio
Del “Pensamiento Crítico”.
"Un pensamiento que se estanca es un pensamiento que se pudre."
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Introducción.
Este trabajo, que lleva por nombre “Discurso Televisivo y Recursos Enunciativos como exterminio del Pensamiento Crítico” pretende exponer como el discurso televisivo dominante y hegemónico en los noticiarios chilenos, a través de los recursos enunciativos generan opinión pública mediante un proceso de transmisión de mensaje y sólo la reproducción de este, es decir, la tesis que en este ensayo se trata de exponer es que la televisión a través de los recursos enunciativos construye una relación dialéctica, ya que, por una parte, por medios de los recursos enunciativos es capaz de conmover e intensificar ciertas noticias, ciertos mensajes que quieren ser entregados, pero por otro lado, los recursos enunciativos también pueden ser utilizados como distractores de ciertas noticias.
Para poder llevar a cabo la realización de este ensayo, trabajaremos con las tesis de autores como: Jürgen Habermas, K. Young, Robert E. Park, Giovanni Sartori, Cándido Monzón, Pierre Bourdieu, J. G. Requena, Gramsci, entre otros.
La idea central es establecer la relación que hay entre estos autores, en tanto se expone la idea de que el discurso televisivo, a través de los recursos enunciativos que maneja lo que hace es sólo entregar información fragmentada, por lo que las personas se ven casi obligadas a recepcionar información de manera casi automática, sin tener ni la capacidad ni el tiempo para poder, o tomar distancia del echo, o generar una opinión critica respecto de lo que el noticiario le está entregando, sino que más bien, se ve condicionado sólo a recibir información de manera casi violenta y de la misma forma la reproduce, es sólo reproducción del mismo discurso, de esa manera el discurso televisivo genera opinión pública acorde a sus tendencias políticas.
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Comunicación masiva en América Latina.
En América Latina, se han realizado diversos estudios sobre la comunicación de masas, pero la mayoría de esos estudios convergen en cuatro momentos fundamentales que son, los que desarrollan C. Catalán y G. Sunkel.
El primer momento corresponde a la década del `50, el cual se caracteriza por la influencia de las tendencias funcionalistas y por los estudios orientados a los efectos. En este período donde surgen estudios sobre difusión de innovaciones tecnológicas y estudios sobre proyectos de comunicación para el desarrollo.
Este comienza a finales de los `60, hasta principios de los `80s, y se encontraba caracterizado por la influencia de las diversas corrientes críticas y del estructural funcionalismo francés. De acuerdo con Barbero, la teoría crítica se encontraba - principalmente- preocupada por el carácter estructural de los procesos, la dimensión ideológica de los mensajes y, por la trama mercantil de los medios. Este mismo autor señala que este momento se encuentra subdividido por dos etapas: la ideologista que “se produce a finales de los sesenta, cuando el modelo de Laswell, procedente de una epistemología psicológico-conductista es vertido en el espacio teórico de la semiótica estructuralista, espacio a través del cual se hace posible su “conversión”, esto es, su encuentro con la investigación crítica.
En otros términos, en esta época, los medios de comunicación eran considerados como herramientas de acción ideológica. La segunda etapa, de la cual escribe Barbero, corresponde a la cientificista, la cual se enmarca dentro de los años que corren a mediados de los setenta, donde el paradigma hegemónico se reconstruye basado en el modelo informacional y, vuelve a adquirir importancia, el modelo positivista.
3. Este corresponde al surgimiento del primer intento que se realiza en nuestro continente, por articular un paradigma autóctono: las políticas nacionales de comunicación (PNC).
4. En pleno desarrollo del neoliberalismo y de la posmodernidad, corresponde al que se vive ya en la década de los '90.
Es preciso destacar que la evolución y desarrollo del pensamiento sobre la comunicación en nuestro continente, se ha visto marcado por una espesa politización. Por ejemplo, en los años 80, los nuevos aires políticos que se respiran en América Latina, dan pie para que se genere un desplazamiento teórico. Por otra parte, el papel de las modernas tecnologías, también ha marcado el desarrollo de este tipo de investigaciones, ya que éstas han posibilitado los procesos de globalización e internacionalización del mercado y de las comunicaciones, situación que impone -en el ámbito de las investigaciones sobre la comunicación masiva- la generación de una nueva forma de llevar a cabo dichas investigaciones.
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Breve historia sobre la televisión en Chile.
Si hablamos de la televisión, podemos decir que durante los años `50, la televisión en formato blanco y negro, comienza a instaurarse en algunos hogares chilenos. Desde ese momento la televisión empieza a configurarse como un medio de referente informativo a través del cual la sociedad chilena toma conocimiento del acontecer nacional e internacional. Ya hacia 1970, Televisión Nacional se configuró como el primer canal que poseía cobertura a nivel nacional.
Sólo en el año 1978 llegaría la televisión “a color”, cambiando para siempre la percepción de las noticias y de los eventos. Y es que la televisión se ha transformado en un referente obligatorio e indispensable para la comunidad. Antes de la llegada de la televisión, la información era transmitida a través de la radio y de la prensa escrita, nunca veíamos al escritor o al locutor de radio, sin embargo con la llegada de la televisión se configura un espacio con pretensiones informativas: los noticieros.
Los noticieros se configuran como el género televisivo favorito para conocer los acontecimientos nacionales tanto como los internacionales a través de una persona a la cual podemos ver y es esta persona la que relata las noticias, es el conductor de noticiero. El nombre noticiero es más contemporáneo ya que en la época este genero televisivo era conocido como el “telediario” en palabras del autor Jesús González Requena un telediario “es un discurso informativo que emerge diariamente para servir una información sistemática sobre la actualidad del mundo” de esta manera lo que se busca es apelar a la verdad y a la objetividad, tanto de la información, como de la entrega de la misma.
A principio de los setenta se crea la primera ley de televisión aprobada por el congreso la cual estipula como regla básica la constitución de la televisión como un medio generador de información, cultura y entretención. Además debía conservar los valores nacionales e integrar a todos los chilenos a través de la cultura y el territorio (ley de televisión 17.377.)
Fue durante esta época que el telediario cobró fuerza perfilándose como un referente esencial de información. Las técnicas eran simples, una sola cámara enfocaba al conductor de los noticieros quienes daban a conocer los hechos ocurridos a través de lo que hoy conocemos como una nota periodística. Los fondos del estudio del telediario también eran simples y muy sobrios, durante esta época el conductor debía a apelar y generar una imagen de veracidad en la entrega de la información, cosa que se mantiene hasta nuestros días.
Con la proclamación de la constitución de 1980 se estipula que la propiedad de los medios televisivos puede estar también en manos de particulares, es decir, se crean las bases para el surgimiento de los canales privados, y no solo del estado.
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Medios de Comunicación, Noticia y Televisión en Chile.
Cándido Monzón. Sociedad de Masas. Mass Media.
Este autor señala que al hablar del desarrollo de la teoría de la sociedad de masas, podemos observar cuatro etapas: la primera se extiende desde la antigüedad hasta la primera mitad del Siglo XIX; la segunda de la mitad del Siglo XIX hasta la primera guerra mundial: la tercera desde la primera guerra mundial hasta la segunda, donde es aquí donde se observa un mayor desarrollo de la teoría; y en la cuarta que abarca desde la segunda guerra mundial hasta nuestros días, que experimenta la masificación de la misma.
La definición de masa es de aquella sociedad donde el hombre se encuentra manipulado, alienado, atomizado y despersonalizado en oposición a aquellos hombres libres racionales, individualizados y auténticos. Por ende la sociedad de masas es una nueva forma de sistema social donde la interacción se desarrolla con mayor números de personas a mayores distancias y en Organizaciones más complejas. Esta se presenta como resultado - efecto de: la segunda guerra mundial, por la depresión psicológica de la post guerra, por el aumento del consumo, el crecimiento urbano y demográfico, el resurgimiento de la democracia, la expansión y el poder de los medios de comunicación, los cuales influyen en el tratar de controlar el rumbo de la sociedad. En esta sociedad se presenta una desaparición de los elementos de diferenciación que diversificaban las sociedades, una pérdida del sentido de lo sagrado y un aumento en la tecnología, una abundancia económica las cuales permiten la creación de una sociedad homogénea. Los Mass Media juegan un papel esencial en la sociedad para difundir los mensajes y la cultura, especialmente las de la cultura de masas. Más tarde destaca la importancia de la prensa en la formación de los públicos modernos.
Como consecuencia, se percibe un empobrecimiento de las relaciones humanas, una irracionalidad bajo una racionalidad aparente, y por ende el hombre que la constituye es resultado de una sociedad que condiciona, si es posible relacionarlo con “lo vacío”, es un hombre psicológicamente vacío, aunque su enfermedad este compartida por un gran numero de personas, es un hombre desamparado y confuso moralmente, un hombre alienado en lo económico, en lo psicológico y en lo existencial. Podemos establecer que ese resultado es producto del sistema de vida actual, del individualismo, del consumismo, de la rapidez con la que ocurren los hechos actualmente, no hay un segundo en la vida en que no ocurran hechos de los cuales no nos informemos. Este bombardeo de información al que estamos expuestos por la televisión, genera, niveles incalculables de violencia simbólica, que es lo que a continuación veremos con Bourdieu.
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Pierre Bourdieu. Sobre la Televisión.
Se puede establecer en un primer lugar, que la televisión pone en peligro la producción de la esfera cultural. Más aún, los periodistas son concientes de su responsabilidad de poner al límite la vida política y la democracia. Retomando el tema de la televisión, se puede sostener que es un instrumento teóricamente ofrece la posibilidad de llegar a todo el mundo -Bourdieu-, lo que permitiría considerar a la televisión como un instrumento de mantención del orden simbólico, ya que la televisión ejercería una forma de violencia simbólica -particularmente- perniciosa, esto se puede ejemplificar a través de la crónica de sucesos, la cual corresponde a una parte de la acción simbólica que ejerce la televisión a nivel de los noticiarios. Esta consistiría en la imposición de hechos para todos los gustos. Por otra parte, Bourdieu señala que la televisión tiene la capacidad de monopolizar todas las mentes de la población, por cuanto la televisión puede -paradójicamente- ocultar mostrando. Esto lo hace cuando muestra algo distinto de lo que tendría que mostrar y también, cuando muestra lo que debe, pero de una forma tal que para el público pase inadvertido o le parezca insignificante. La “televisión insita a la dramatización, en un doble sentido: escenifica las imágenes, un acontecimiento y exagera su importancia, su gravedad, así como su carácter dramático-trágico”.
El campo televisivo -en especial los periodistas- se interesarían por lo excepcional “para ellos”; se evocan a lo extraordinario, aquello que es diferente de lo cotidiano y, por ello, se impone la búsqueda de la primicia informativa. Esto puede provocar una exacerbación de la realidad, ya que puede mostrar algo que no necesariamente es “real”, pudiendo generar -incluso- movilización social. Es más, nuestro autor establece que “de este modo, la televisión que pretende ser un instrumento que refleja la realidad acaba convirtiéndose en un instrumento que crea una realidad”.
Por otra parte, Bourdieu considera que los periodistas poseen un monopolio de la información, de su producción, así como también, de su difusión. El periodismo, en general, depende de la demanda del mercado, sobre todo del político. Ante es aspecto, nuestro autor sostiene que “a través de los medios de comunicación, que actúan como instrumento de información movilizadora, puede surgir una forma perversa de democracia directa que hace desaparecer la distancia respecto a la urgencia, a la presión de las pasiones colectivas, no necesariamente democráticas, que normalmente está garantizada por la lógica relativamente autónoma del campo político”.
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M. R. Alsina. La construcción de la noticia.
Alsina habla de una sociología del presente, la cual atribuye a una sociología de la noticia, sus características básicas se puntúan: en su esencia fenomenológica; en el acontecimiento como imprevisibilidad; el acontecimiento no está inscrito en las regularidades estadísticas, por ende es desestructurante y por último es accidente. La realidad fenoménica no solo tiene sentido mas allá del individuo, hace relación a un sistema, y su estudio se establece en la relación a su construcción.
La noticia se diferencia del acontecimiento por que uno es un fenómeno de generación del sistema y el otro es un fenómeno de percepción del sistema.
Los Mass Media son los que crean la realidad social, los acontecimientos son conocidos gracias a estos y se construyen por su actividad discursiva, desde la realidad misma se conciben dos concepciones de análisis de los Mass Media: el primero nos habla que los media manipulan y distorsionan la realidad objetiva y el segundo que se produce un simulacro de la realidad social, pero para ambos la realidad que se transmite es una construcción. Verón señala que en nuestra sociedad los Mass Media son los que producen la realidad social.
El proceso de construcción social depende enteramente de la práctica productiva del periodismo, “la noticia es lo que los periodista creen que interesa a los lectores por tanto la noticia es lo que interesa a los periodistas”. La noticia se presenta para el autor como una realidad compleja, diversa, cambiante y poliédrica. Señala la existencia del acontecimiento como una información, un elemento que irrumpe en el sistema social, es aquello que permite comprender la naturaleza de la estructura y el funcionamiento del sistema. Según Martines Albertos, la noticia corresponde a un hecho verdadero, inédito o actual, de interés general, que se comunica a un público que puede considerarse masivo, una vez que ha sido recogido interpretado y valorado por los sujetos promotores autorizados para la difusión, pero el autor le hace la crítica señalando que la noticia no es un hecho, sino la narración de un hecho, en segundo lugar la veracidad de la noticia es cuestionable ya que existen noticias falsas y no por ello dejan de ser noticias, y en un tercer punto el concepto de noticias no lleva inserto el concepto de verdad. Moles por otro lado sitúa a la noticia como una narración de un suceso, de una parcela de la vida individual o colectiva, de algo verdadero o fingido, probado o no. Por todo esto no es fácil definir el concepto de noticia, ya que solo una definición de ella la llevaría a la equivocación, y tampoco existe un concepto universal de noticia, ya que esta es producto de una sociedad concreta. El autor nos simplifica diciendo que la definición se puede albergar en dos grandes grupos: el primero nos señala que la concepción de noticia es como un espejo de la realidad, conocida como la concepción tradicional, donde esta ya es algo realizado; y el segundo donde la noticia concebida como una construcción de la realidad. En esta hay un estudio de la actividad de los informadores y de las organizaciones de los Mass Media, donde, la noticia no refleja la sociedad. Ayuda a constituirla como fenómeno social compartido, debido a que en el proceso de describir el suceso, la noticia define y da forma a ese suceso. Por ende la noticia está definiendo y redefiniendo, constituyendo y reconstituyendo permanentemente fenómenos sociales. El autor resume diciendo que la noticia es una representación social de la realidad cotidiana producida institucionalmente que se manifiesta en la construcción de un mundo posible. Cuando se habla de una representación social, se hace referencia a la modalidad de conocimiento, que implica una actividad de reproducción de las propiedades de un objeto, efectuándose a un nivel concreto, frecuentemente metafórico y organizado alrededor de una significación central. Por ende la noticia es producto resultado de la organización compleja y coordina factores que condicionan recíprocamente.
Eco nos habla de un mundo posible, donde hay estados de cosas provistos por el lector, pero para explicar este en el discurso periodístico, se instala al periodista como lector privilegiado de acontecimientos desde los cuales construye mundos posibles que luego transmitirá. Este mundo posible lo manifiesta en forma de noticia. La construcción de esta, se basa en tres mundos posibles: el primero de ellos es el mundo real, donde se percibe una construcción cultural, es la fuente de acontecimientos que el periodista utilizará para confeccionar la noticia, en otras palabras es el mundo de los acontecimientos. El segundo, es el mundo de referencia donde se encuadra el acontecimiento del mundo real, es imprescindible para la comprensión de un acontecimiento y nos permite ver la importancia social del acontecimiento. Y el último, es el mundo posible el que construya el periodista teniendo en cuenta el mundo real y el de referencia. En otras palabras el mundo real son hechos, datos, circunstancias que son reconocidos en el periodista, nos llevan a un mundo de referencia, es donde el periodista determinará el acontecimiento. Por último, en el real se produce la verificación del mundo posible narrado, lo que permitirá confirmar, corregir, invalidar la elección del mundo de referencia. Esto también queda establecido en lo que Jesús González Requena expone a continuación.
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J. G. Requena El espectáculo informativo: la información, la noticia como producción.
Sobre este punto, Requena afirma que “tiende, finalmente, a encubrir el hecho de que hoy las instituciones generadoras de discursos sociales son, antes que nada, espacios de producción donde se construye la realidad”.
Además, cabe destacar que un suceso se vuelve información a través de un informador profesional (periodista) el cual a través del lenguaje de la comunicación transforma el suceso en información. Esto último se realiza a través de la interpretación del hecho por parte del informador, así como también por la valoración potencial de la información, la construcción discursiva de la misma y la ubicación de la información en la cadena informativa.
Requena, además establece cuatro características que se encuentran presentes en el proceso de producción de la información o, en otros términos, a la transformación de un suceso en noticia, en espectáculo. Éstas son las siguientes:
a). Interpretación del hecho por el informador: el hecho o suceso es convertido en un formato narrativo donde se le otorga sentido, es decir, hay una narrativización del hecho. El hecho se conceptualiza a través de la “selección de determinados códigos semánticos especializados que permiten la aplicación al hecho de las categorías intelectuales e ideológicas que permiten nombrarlo, es decir, conceptualizarlo”.
b). Valoración potencial de la información: La valoración depende de la relación que el destinatario de la información tenga con la misma. Los acontecimientos son elegidos pensando en el interés de la gente sobre el hecho y el interés del informador profesional (periodista) sobre el mismo.
c). Construcción discursiva de la información: tiene referencia con la encuadración de la noticia, de esta manera puede existir una información que en una época no sea revelada pero que adquiere importancia en otro momento histórico.
d). Ubicación de la información en la cadena informativa: Esto corresponde a la “ubicación en el discurso informativo global de una determinada sección, de un determinado programa, de una determinada cadena”. Cada noticia es ordenada de acuerdo a la relevancia que tenga ésta dentro de la parrilla informática que cuenta cada día un noticiario.
Ahora bien, ya establecidos todos los puntos acerca de la construcción de la noticia, de los posibles mundos de referencia, y la transmisión de estas, como una construcción de la realidad.
Creo que es pertinente establecer la relación que existe en la entrega de la información, y la recepción de ésta, en tanto, se da la instancia de generar Opinión Pública.
Antes de exponer los autores y las diversas ponencias acerca de la opinión pública, es preciso sostener, que en este ensayo se trata de poner en evidencia, que el discurso televisivo tiene directa relación con la generación de opinión pública, a través de una manipulación en la entrega de la información, y sobre todo, de la manera en que se realiza, en tanto formato televisivo de la entrega de información, es decir, la entrega de información de manera precisa y fragmentada, expuestas como un bombardeo de imágenes llenas de relatos cortos, permite que el público, el espectador, sea capaz de retener sólo lo que se le entrega, sin tener la posibilidad de abstraerse de la noticia, ser capaz de procesarla, criticarla o apoyarla, o simplemente emitir algún tipo de juicio, ya que una vez entregada esa noticia, inmediatamente tenemos otra noticia al instante, sólo queda entonces, reproducir casi automáticamente aquello que vimos y oímos. Pero, no es tan simple como parece, no es una simple reproducción de información como lo veíamos anteriormente, estamos sometidos a un nivel de violencia simbólica casi incalculable, y manejados -incluso- políticamente, esto lo podemos ver reflejado en el tratamiento que realizan los diferentes noticiarios con respectos a los aconteceres políticos, y sobre todo, en la opinión que reproducimos, de acuerdo, al canal del noticiario preferido, que sigue una determinada línea editorial, en congruencia a las corrientes políticas que se siguen.
Dejando establecido este punto, a continuación se expondrá lo que Jürgen Habermas, entiende por Opinión Pública.
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Jürgen Habermas.
Habermas nos permite realizar un recorrido por la historia de las distintas realidades que interconectan el concepto de espacio público. En el texto mencionado, este autor hace referencia a la organización de la sociedad del estado griego, mencionando una separación de dos ámbitos de las actividades humanas: por una parte, la polis (espacio de lo público) y, por otro, el oikos (espacio de lo privado).
En la primera, se alza la publicidad como un reino de libertad y continuidad, ya que el ejercicio de la libertad e igualdad, se fundamenta en la discusión, en aquella “publicidad” que se encuentra en el ágora y que se prolonga en la conversación entre los ciudadanos (libres). Por su parte, en el oikos, se encuentra la reproducción de la vida, el trabajo de los esclavos, el servicio de las mujeres, así como también acontece la vida y la muerte. Habermas establece -además- que la diferenciación entre lo público y lo privado corresponde a la piedra angular de la sociedad griega.
Continuando con Habermas, él sostiene que en la época medieval, la contraposición entre públicus y privatus emergían de la distinción del derecho romano, la cual se irá diluyendo con el tiempo. Por otro lado, en la tradición jurídico germánica se cuenta con una diferenciación entre común y particular que encuentra su relevancia en el mundo feudal. Posteriormente, a mediados del Siglo XVI, se utiliza el término pirvat del alemán, derivado del latín privatus, con un sentido similar que se atribuye al private, en inglés, o al privé, en francés que significa: sin oficio público. En otros términos, exclusión de la esfera del aparato estatal, la que brindaba las condiciones para el interés común en oposición al interés privado. Además, Habermas sostiene que la publicidad y el “público” se circunscriben al ámbito del poder político y de las personas públicas, es decir, aquellas que ejercen cargos o empleos públicos; generándose una publicidad representativa.
Ahora bien, podemos señalar que el autor propone -en una primera instancia- un concepto de espacio de opinión pública, el cual posee una doble eficacia: explicativa y normativa. La esfera o espacio de opinión pública no puede entenderse como institución y ciertamente, tampoco como organización; no es un entramado de normas con diferenciación de competencia y de roles, con regulación de las condiciones de pertenencias y tampoco representa un sistema que permite trazados interiores de límites, pero sí se caracteriza por horizontes abiertos, porosos y desplazables hacia el exterior. El espacio de opinión pública, como mejor puede describirse, es como una red de comunicación de contenidos y tomas de posturas, es decir, de opiniones y los flujos de comunicación quedan filtrados y sintetizados de tal manera que se condensan en opiniones públicas entorno a temas específicos; los ciudadanos son los portadores del espacio público y, en él expresan diversos problemas de los distintos ámbitos de su vida privada. La opinión pública, puede manipularse e instrumentalizarse, pero a costa de perder de vista la realidad propia de los individuos, el sentido de sus vidas y su interdependencia dentro de un mundo simbólico compartido; a costa también de sustraerse a la eficacia de una legitimación racional. Los ciudadanos se agrupan como público, como tramas asociativas, generando interpretaciones de carácter público para los propios intereses sociales y para sus propias experiencias, ejerciendo de esta forma, influencias sobre la voluntad política y sobre la formación institucionalizada de la opinión.
“La opinión del público racionante no es ya simple opinión, no coincide con la mera inclination, sino con las reflexiones privadas acerca de los asuntos públicos y con la discusión pública de estos.”
Eso es precisamente lo que creo que se ha perdido, con la instauración de los medios de comunicación de masas, es decir, las personas ya no critican, no poseen una postura o un rol de “opinión de público”, sino que más bien se posicionan sólo en el espacio del sentido común, como lo expondría Gramsci, En su libro “Los intelectuales y la organización de la cultura” Gramsci, nos plantea que todos los hombres son Intelectuales, considerando que “no hay actividad humana de la cual se pueda excluir de toda intervención intelectual, no se puede separar al homo faber del homo sapiens” en cuanto, independientemente de su profesión específica, cada quien es a su modo “un filosofo, un artista, un hombre de gusto, participa de una concepción del mundo, tiene una consciente línea moral”² pero no todos los hombres tienen en la sociedad la función de intelectuales.
Por otro lado, para Gramsci la supremacía de un grupo social se manifiesta de dos maneras: como dominio y como dirección intelectual y moral. Un grupo social es dominante de los grupos adversarios que tiende a liquidar o a someter hasta con la fuerza armada y es dirigente de grupos afines y aleados. Es de ésta manera como las clases o los grupos sociales pueden llegar a ser dirigentes desde antes de conquistar el poder -gubernamental- y una vez que lo conquistan se tienen que dar dos condiciones, la primera es que sean capaces de ejercer ese poder, es decir, se vuelvan dominantes y que se mantengan en el poder, para poder lograr la hegemonía.
Ahora bien, debemos establecer que el sentido común se da a lo largo de la historia y por lo tanto lo debemos entender como lo hace Gramsci como un proceso histórico, un devenir histórico de los diversos grupos sociales, es decir, el sentido común no es estático, no es algo tangible, aunque si se manifiesta, pero es algo que representa las ideologías de cada sector social, ya que en éste se encuentran arraigados los valores, las creencias, las sensaciones, los sentimientos, etc. Por lo tanto, es precisamente en el sentido común en donde podemos establecer la intensidad de la dominación de un sector sobre otro, y al mismo tiempo establecer patrones de aquellos sectores que son los más vulnerables al sometimiento “racional”. Gramsci estudió extensamente el papel de los intelectuales en la sociedad. Afirmó por un lado que todos los hombres son intelectuales, en tanto que todos tenemos facultades intelectuales y racionales, pero al mismo tiempo consideraba que no todos los hombres juegan socialmente el papel de intelectuales. Según Gramsci, los intelectuales modernos no son simplemente escritores, sino directores y organizadores involucrados en la tarea práctica de construir la sociedad como lo mencionábamos anteriormente.
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Concluyendo.
La televisión como dice Bourdieu, se transforma en una especie de instrumento de mantención del orden simbólico, ya que ejercería una forma de violencia simbólica -particularmente- perniciosa por las capacidades de creación de discurso y, al igual que como dice Requena, de generación de realidad social.
Si bien, sería algo ilusorio de nuestra parte considerar que las personas son receptores pasivos del discurso televisivo dominante, y que llevan a cabo su accionar diario bajo las influencias netas este último -ya que están en juego diversas formas de habitus y de capitales culturales- consideramos que el discurso televisivo dominante influye en la opinión pública, debido a que como señala Robert E. Park, los espectadores toman distintas posturas, consiguiendo así que se consideren las distintas interpretaciones acerca de un tema determinado. Pero también establece que la opinión pública es manipulable. Esto se puede realizar por medio de diferentes eslóganes, del periodismo, de la publicidad o de la propaganda por cuanto tiende a convertirse sencillamente en un mecanismo para el dominio de la atención social. La opinión que surge de esta manera adopta una figura lógicamente similar al juicio derivado de la percepción irreflexiva: la opinión se forma directamente al percibir la idea. Ante ello señala: el verdadero poder de la prensa reside en su influencia, por un lado, en el proceso de formación de la opinión pública y, por el otro, en el poder político.
Giovanni Sartori, por otro lado, se cuestiona sobre la constitución de la opinión pública para que sea autónoma y para que pertenezca -verdaderamente- al público, ya que debe estar bajo el constante flujo de información, por cuanto, si esta información es demasiado cerrada y excesivamente preconcebida en lo concerniente a la res publica, no serviría. Ahora bien cuando más se abre esta opinión pública a los flujos de información exógenos-provenientes del poder político o de los instrumentos de información de masas- mayor sería el riesgo de que la opinión del público, se convirtiera en una opinión Heterodirigida - Riesman-.
Si nos despojamos entonces de una mirada inocente y casual, de este ensayo nos queda simplemente la base del texto que es la que se trata de omitir o más bien de ocultar, se le entrega se le entrega a la gente sólo fragmentos de conocimiento, impidiendo con ello que logren algún grado por mínimo que sea de razonar, de poder desarrollar un pensamiento cítrico, se les anula entonces cualquier posibilidad que les abra la puerta a un desarrollo como “Masa Pensante”, razonante, que no se ve vulnerable, y vulnerable por ignorancia. Pero el problema mayor es que hay un sector social que es el que anula esa posibilidad, a alguien no le conviene que el pueblo piense, por eso los medios de comunicación también juegan un rol muy importante en esta tarea, ya que antes de poder procesar una información ya nos están entregando otra, y cada una es peor que la anterior. Es por eso que hemos perdido cualquier capacidad de asombro, es por eso que ahora todo se nos deviene natural y de esta manera estamos, y nos encontramos más propensos a ser dominados, a no pensar o peor aún a pensar lo que “ellos” quieren.
Y bien sabemos que…
“Un pensamiento que se estanca, es un pensamiento que se pudre…”
Santiago, 28 de junio de 2007.
V. Pozo, J. Torrealba, P. Becerra, P. Valencia. Trabajo de Investigación. “Realidad de los Noticiarios Chilenos: Recursos Enunciativos y su influencia en la Opinión Pública.” 8º Semestre / 2006.
Op. Cit.
Jesús González Requena, “El espectáculo informativo”, Capítulo, “Tipología de discursos informativos”, Página 46, Editorial AKAL, Madrid, España, 1989.
Bourdieu, Pierre. “Sobre la Televisión”. Editorial Anagrama. Barcelona, España. 1997. Página 25.
Op. Cit. Página 28.
Op. Cit. Página 92.
Alsina, Miquel Rodrigo. “La construcción de la Noticia”. Ediciones Paidós. Buenos Aires, Argentina. 2000. Página 181.
González Requena, Jesús. “El espectáculo informativo”. AKAL Ediciones. Madrid, España. 1989. Página 7.
Op. Cit. Pág. 8
Op. Cit. Pág. 11
Habermas, Jürgen. “Historia y Crítica de la Opinión Pública”. G.Gili Ediciones. México 1994. pág. 129.
Gramsci, Antonio. “Los intelectuales y la organización de la cultura”. Editorial Nueva Visión. Buenos Aires, Argentina. 2006. Página 106.
² Idem.
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Enviado por: | Paola Valencia |
Idioma: | castellano |
País: | Chile |