Filosofía y Ciencia


Discurso del método; Descartes


El autor y su obra en general

Nace en 1596, en Turena, de familia noble acomodada que le permite después dedicarse al estudio. Su apellido es des Cartes, de ahí que se diga “filosofía cartesiana”.

Estudia en el colegio de los jesuitas de la Flèche: formado en la filosofía escolástica aristotélica, renovada por Suárez. Allí percibe la inconsistencia y confusión del saber de su tiempo. De ahí que se dedique a buscar el fundamento sólido.

En 1618 estalla la Guerra de los Treinta Años entre católicos y protestantes. Ese mismo año se alista voluntario en el ejército protestante de Mauricio de Nassau, y al año siguiente, en el ejercito católico de Maximiliano de Baviera.

Nunca se casó, aunque tuvo una hija natural. Durante 1619 tiene una visión nocturna en la que se le manifiesta la necesidad de buscar un método universal que dé consistencia a todo el saber. Interpreta su vocación filosófica como un llamamiento divino.

De 1620 a 1628 se dedica a viajar. En 1627 el Cardenal Berulle le anima a la reforma de la filosofía para servir a la causa de la religión, con lo cual quedaría confirmada la conciencia de su misión divina.

En 1629 se retira a Holanda, donde es acusado de ateísmo y condenada su filosofía; más tarde es nuevamente acusado esta vez de pelagianismo y luego va a Suecia para buscar un lugar donde pensar con libertad. Allí escribe sus principales obras. Da clases a la Reina de Suecia, a las 5 de la mañana.

Sus obras más importantes son:

  • Reglas para la dirección del espíritu, incompletas. Escritas en 1628 y publicadas en 1701.

  • Tratado del mundo, construido sobre las hipótesis de Copérnico: renuncia a su publicación al tener noticia de la condena a Galileo.

  • Discurso del método (1637)

  • Principios de Filosofía (1644)

  • Tratado de las pasiones (1649)

Comentario Filosófico (Capítulo II)

El autor, comienza este segundo capitulo del Discurso del Método en la guerra, donde atrapado por la soledad y la reflexión se entregó totalmente a sus pensamientos.

Empezó reflexionando sobre las cosas hechas de dos veces, me explico, por ejemplo, una casa que está en ruinas se derrumba y se vuelve a hacer, pero estará mejor aquella casa que ha perdurado y perdurará durante años. También nos hace referencia, a que son mejores las cosas hechas por una sola persona, que no por varias y a trozos.

Un ejemplo claro, una persona que ha sido criada en una ambiente inculto, aunque se le implante toda la cultura necesaria, nunca se podrá comparar con una persona que desde pequeña ha tenido ambiente culto, esta última ha sido formada desde pequeña mientras que la persona inculta ha sufrido una especie de transformación que nunca la conducirá a la perfección.

En esta parte del texto, algo que me ha parecido imposible ha sido, como considera Descartes a Dios.

Para Descartes las ordenanzas de Dios son perfectas, él es perfecto, y esto nos relacionan con las teorías cartesianas y su método.

  • La perfección de Dios.

  • La imperfección del alma humana.

Nos hace un breve comentario sobre, si nosotros no hubiésemos tenido la influencia de los mayores y hubiésemos nacido con la razón, esto hubiera dirigido nuestro comportamiento, con una perfección casi absoluta.

Nosotros los jóvenes, nos dejamos llevar por los mayores, pero no precisamente por nuestros padres o por personas que quieren nuestro bien, si no por personas que son un poco mayores que nosotros y que muchas veces nos inculcan el mal, o nos conducen al error. Eso suele pasar con las personas que lamentablemente entran en el mundo de la droga.

Descartes no está de acuerdo con las reformas, tanto en la sociedad, como en las ideas de las personas.

El hecho de que tengamos que seguir por unas ideas ya inculcadas, nos hace ser iguales a todos y el mundo según Descartes se divide de dos tipos de personas.

  • Las más hábiles, las que creen no tener ninguna duda, irán por el mal camino toda su vida.

  • Las que dudan de sí mismas, las que no saben diferenciar lo verdadero de lo falso, las que necesitan de otras opiniones porque temen a expresar su propia opinión.

Estos tipos de personas los podemos identificar claramente entre compañeros de clase, los que están absolutamente seguros (que son los menos), y los que dudan en todo (falta de seguridad).

Descartes no rechaza por completo ni en ningún momento las opiniones que le influyeron antes de razonarlas, después lo que buscaba, era el verdadero método del conocimiento de todas las cosas.

El objeto de este método es la búsqueda de la verdad, el suyo es crear un método tan eficaz como la ciencia, más perfecta en matemáticas

Por eso hace un profundo análisis de la filosofía donde comienza la duda sobre esta.

Hace uso de las matemáticas debido a que solo los matemáticos llegan a la solución final de las cosas, solo son ellos los que pueden demostrarlas.

Utilizando el análisis la geometría y el álgebra, eliminando los fallos proporciona un método, hace uso de cuatro preceptos:

  • El primero, consiste en no admitir como verdadero aquello de lo que no haya clara evidencia o demostración.

  • El segundo, es dividir cada una de las dificultades en tantas partes como fuera posible, para así buscar una mejor solución.

  • El tercero, es llevar a cabo un orden de menor a mayor en el nivel de los pensamientos.

  • El cuarto y último, es revisar para que conste que no me olvido de nada.

Gracias a estos cuatro preceptos, Descartes pudo resolver muchas cuestiones que en otro momento le habían sido muy difíciles.

Pero la conclusión a la que llego Descartes fue que usaba su razón en todo. Más tarde, fue cuando se propuso aplicar este método a la filosofía, cuando él adquirió un poquito de madurez y experiencia.

Finalmente, lo que nos quiere decir este texto muy resumido, es que Descartes quiere llegar a distinguir lo verdadero de lo falso, y poder encontrar así el fundamento sólido de la certeza, que es la idea clara y distinta. Pero para poder llegar a la certeza, antes hay que dudar.

Comentario filosófico (Capítulo IV)

En este capitulo IV del Discurso del Método, lo que el autor nos quiere mostrar en principio, son sus primeras meditaciones.

Descartes solo desea buscar la verdad, como él nos ha nombrado en el II capitulo distinguir lo “verdadero de lo falso” y poder explicar la idea clara y distinta.

Nos afirma que todo humano tiene posibilidades de cometer errores, y tras decir esto rechazó los razonamientos que antes había tomado por demostraciones.

Después de una serie de reflexiones sobre lo falso, él propuso una expresión bastante acertada por su parte, ya que nadie podía variarla “pienso luego soy”. La utilizó como el primer principio de la filosofía que buscaba.

Descartes analiza su ser y a priori finge no tener cuerpo alguno y que no hay mundo en el que encontrarse, pero sin lugar a duda, sí puede pensar es que existe, pero si deja de pensar deja de existir.

Por lo que Descartes se definió como una substancia capaz de pensar pero que solo era un alma distinta del cuerpo y más fácil de conocer.

Ahora la proposición de este es la corteza de las cosas, una de las cosas claras que tenía, era que para pensar había que ser, aunque todos las cosas que percibíamos claramente eran verdaderas, la complicación venia en diferenciar la concepción de las realidades.

Conocer es más perfecto que dudar, por tanto se puso a indagar que era más perfecto que él.

Con respecto a las cosas exteriores a él, el sol, la luz, etc. no encontró nada que le superara.

Para el autor, el ser más perfecto es Dios, y la perfección en los humanos solo llega si es enseñada por un perfecto. Otro de los aspectos que nos comenta es que si él no hubiese tenido influencias de los demás hubiera sido perfecto, la idea de un ser perfecto lleva consigo la existencia.

En esta parte del texto describe la estructura de nuestro pensamiento acerca de la realidad.

Afirma la idea del ser perfecto como un ser que extraña la realidad de la existencia. Tener la idea de un ser implica la verdad, pero no incluye la existencia. Así la idea del triángulo lleva consigo la evidencia de que sus ángulos son iguales a dos rectos.

En otro de los ejemplos, pasa la mismo que con la esfera, en la que todos sus puntos son equidistantes del centro.

Pero aunque todo esto es evidente, y no necesita demostraciones, se trata de desarrollar el contenido que lleva en sí la información geométrica.

Pero nada nos asegura su existencia, en cambio para poder saber el conocimiento del ser perfecto, este lleva consigo la realidad de su existencia.

Descartes quiere demostrar la existencia de Dios a partir de la idea, el método que emplea es el matemático (como ya comenté en el capítulo anterior), las verdades evidentes, no necesitan demostración.

Por otro lado, con lo referido a Dios, Dios es una idea innata, es una idea que viene dada por el razonamiento deductivo.

Según Descartes, hay algunas personas que no entienden el conocimiento de Dios ni tampoco del alma, son esas personas que deducen que todo aquello que se pueda imaginar son cosas verdaderas, mientras que las que no, son inteligibles.

Otra idea que nos expone es que los astros, el resto de los planetas, el firmamento, etc., no tienen porque ser más creíbles que el alma.

Otro planteamiento que nos hace, es que todo lo que nos rodea, no tiene que ser verdadero.

Así, cuestiona que los sueños pueden ser tan verdaderos como los pensamientos.

No todo lo que vemos es cierto, sin embargo todo lo incierto tiene algo de certeza.

Así es que los sueños tienen su parte de verdad, no siendo verdaderos nuestros pensamientos al no ser totalmente perfectos.

Es un texto de tipo Racionalista, triunfo de la razón sobre la fe.

Se emplea la duda metódica, como instrumento para describir la verdad, se intenta un modulo matemático y científico.

DISCURSO DEL

METODO

(Descartes)

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Enviado por:Rafael Mirallas
Idioma: castellano
País: España

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