"Pensamiento" es un término que todos conocemos y que utilizamos con mucha frecuencia y con gran variedad de significados. También para el psicólogo el "pensamiento" es una actividad mental que se presenta en muchas formas: del razonamiento a hacer planes para el futuro ya la imaginación. Es muy difícil establecer cuáles son los límites que separan una forma de otra.
Tipos de pensamiento: convergente y divergente
Se distinguen dos tipos de pensamiento: el "pensamiento convergente" y el "divergente" .El primero es "cerrado" , es decir, implica la restricción de las posibilidades y la producción de la única respuesta a problemas tales como: "Alto es a bajo como largo es a...", o como: "Diga cuál es el quinto número de la serie 2, 4, 8, 16".
Este tipo de problemas es el más abundante en las llamadas "pruebas de inteligencia". El pensamiento divergente, a su vez, es "abierto" porque requiere la producción del mayor número de respuestas a problemas del tipo de: "Diga todas las maneras en que se puede usar una hoja de papel", o de: "Escriba el mayor número posible de palabras que empiecen con la letra b". Según Guilford, el pensamiento divergente constituye un importante factor de la creatividad; muchas veces el pensamiento divergente se halla en la raíz de una forma brillante y original de resolver los problemas.
Una característica muy importante del pensamiento divergente es su desvinculación de patrones preestablecidos: su libertad, que permite a las ideas fluir. Otro tipo de pensamiento "libre" lo hallamos en la imaginación. También ésta es independiente del pensamiento común y acostumbrado: al imaginar creamos algo nuevo, algo que nunca habíamos visto en los mismos términos. Imaginar significa concebir nuevas posibilidades: ideamos la trama de una novela, planeamos pasar junto al mar nuestras vacaciones, dibujamos un garabato o una obra de arte, o bien, tenemos la idea de modificar un viejo hábito; en todo caso, antes de emprender cualquiera de tales actividades tenemos que crearnos una imagen de lo que pretendemos hacer. Cristóbal Colón tuvo que imaginar que la Tierra era redonda antes de organizar su trascendental viaje, exactamente como nosotros imaginamos antes de invitar a los amigos que la velada será grata. En el razonamiento, el número de soluciones aun problema es limitado; en cambio, en la imaginación se tiene mayor libertad para elaborar el material.