Pedagogía


Comenio


Ante nosotros tenemos un texto de Comenio (Jan Komensky), en este texto existen dos líneas argumentales de una misma idea principal, que es la reforma educativa. En primer lugar habla de la Pampedia, este término clásico lo usa Comenio para explicar su idea de educación, una educación para toda la vida, de trasfondo humanista teleológico. Comenio era un humanista europeo, y como tal buscaba cómo congraciarse y acercarse a Dios. Según el autor cada persona, sin distinciones de sexo, raza o condición debe ser educada. Es la educación universal, rasgo del humanismo en el que se sumerge Comenio. Además de universal, la educación tenía que tratar no muchos contenidos, si no todos aquellos que “perfeccionan la naturaleza humana”. Así con esto cada hombre será capaz de discernir entre el bien y mal, no se dejará engañar por lo falso, amará el bien... En esta primera parte vemos la importancia que se le da a la educación en el texto, vital para el desarrollo humano.

La segunda parte del texto se hace referencia a la “Didáctica Magna” de Comenio. Esta es el intento de sistematizar y poner un método a la educación. Tras cuatro siglos las ideas contenidas en la “Didáctica Magna”, se siguen reflejando en las teorías educativas actuales. El juego como uno de los motores de la enseñanza, una enseñanza con contenidos globalizados y enlazados, y todo ello separado en diferentes etapas de desarrollo. Todos estos aspectos los podemos encontrar en cualquier currículo educativo actual.

Comenio busca una reforma de la escuela y de la educación que vaya a cuerdo con las necesidades y conocimientos reales del momento (Realismo Pedagógico), “... los procedimientos educativos del momento eran inadecuados: no existía una metodología de la enseñanza que tuviera en cuenta el desarrollo de la ciencia,...” (Bowen 1993 Historia de la educación occidental Tomo III Pág. 124).

La reforma educativa propuesta por Comenio está justificada por las circunstancias históricas del S. XVII. El S. XVII es una época de crisis. Las guerras, las pestes, las hambrunas campan a sus anchas en la Europa de entonces. Hay una crisis social, política y económica que afecta a toda Europa. Las preocupaciones reformistas de Comenio y otros intelectuales y pensadores de la época buscan la salida a esta crisis. Este fenómeno como el empirismo y el racionalismo, son respuestas a la crisis.

La población del siglo XVII sufre un descenso sustancial. La peste se extiende por las ciudades europeas. La falta de higiene de la población y de las propias ciudades contribuyen a la proliferación de esta enfermedad, las ciudades carecían de alcantarillado y las aguas residuales de las casas se tiran directamente a la calle. Pero esta no es la única causa del descenso demográfico. La política belicosa de las monarquías absolutas se traduce en interminables y numerosas guerras con la consiguiente pérdida de vidas y la vuelta a casa de cientos de lisiados. A esto se le suma la pérdida en las cosechas, por un cambio climático, que provoca hambrunas.

La crisis demográfica va acompañada y es uno de los factores que influyen en la crisis económica. La política mercantilista busca la riqueza de las naciones fortaleciendo al Estado o monarca. Esta centralización pasa por disminuir los gastos de importaciones hasta el punto de tener una tasa positiva de ingresos por exportación-importación. A pesar de esta política de acumulación de riquezas son pocos los países los que fortalecen sus economías durante este periodo. Las malas cosechas merman los excedentes para exportar; las hambrunas y la peste acaban con la población activa; las continuas guerras son un agujero negro en los fondos de los estados que ya no tienen miras hacia la sanidad, la educación o la mendicidad y los procesos de refeudalización que acaban con las clases medias.

La sociedad del S. XVII sigue siendo una sociedad estamental y jerarquizada. La monarquía, la nobleza y la iglesia siguen siendo los estamentos poderosos. La clase baja está compuesta por burgueses, campesinos, pequeños comerciantes y artesanos. Los procesos de refeudalización deja la propiedad en manos de los terratenientes y las clases bajas se ven condenadas al servilismo. Si bien las clases dominantes son las mismas, la iglesia y la nobleza pierden poder ante la monarquía. Se perfilan las monarquías absolutas y los imperios coloniales.

Las ingentes cantidades de minerales preciosos llegadas de las colonias no eran suficientes para sufragar los gastos económicos en materia bélica. Las larguísimas campañas militares requerían de una gran inversión, por lo que las clases bajas eran las más perjudicadas por el aumento de los impuestos. La crisis en los campos provoca una migración a las ciudades y el aumento de la delincuencia y la mendicidad. La tensión social se traduce en continuas revueltas violentas.

En el sistema político hay un cambio de las monarquías autoritarias a las absolutistas. Contra la crisis se propone un sistema más rígido. La centralización de los poderes en el estado y en la figura del rey es el resultado de esa búsqueda de fortalecer el sistema político, acabar con las revueltas y mejorar el estado económico de la nación.

En el arte se refleja la situación que vive la sociedad de por entonces. En la pintura y en la literatura la muerte es uno de los temas más comunes. La arquitectura barroca se eleva en lo vertical, y sus fachadas y muros están llenos de gravados y relieves cuyos temas van enfocados a aleccionar al pueblo. El poder de la imagen y la ilustración es utilizada por la iglesia para hacer llegar su mensaje a un pueblo en gran parte analfabeto.

La concentración del poder en el monarca la iglesia pierde poder económico y político, pero la contrarreforma trae un afianzamiento de la fe y los antiguos valores eclesiásticos. Esto no sólo se ve en las obras de arte, sino en la influencia de la iglesia y sus acciones en lo referente al mundo de la cultura, la ciencia y la educación.

Aún con la crisis existente, el conocimiento humano se desarrolla muy rápido. Eso sí, con la tradicional oposición de la iglesia. Ni las crisis, ni la censura de la iglesia consiguen parar la revolución científica y cultural de esta época. Científicos e intelectuales buscan soluciones a los problemas de este siglo. Hay una búsqueda general del método, un método de estudio, un método de enseñanza... en conclusión conseguir un método para solucionar problemas, problemas como los que acaecían por aquel entonces. Cobran fuerza los movimientos empiristas y realistas, ya de por si movimientos no gratos para la iglesia.

Mejoran las herramientas de navegación, los conocimientos en óptica y cosmología, y como demuestra Comenio en este texto, las teorías educativas. Pero esta revolución en la mentalidad y en el saber humano tuvo una fuerte oposición por parte de la iglesia. La contrarreforma revalorizó términos como herejía, ante aquella avalancha de intelectuales temerarios que ponían en duda e incluso llegaban a contradecir la palabra de la Santa Madre Iglesia. Acusación que era lanzada a todo aquel que dijera u opinara algo que contradijese la interpretación de las escrituras por parte de la iglesia. Un claro ejemplo fue Galileo Galilei, gran pensador de su época, cuya carrera y vida se vieron truncadas por sus teorías heliocéntricas. Galileo tenía el favor de su monarca y gracias a su protección los tribunales inquisitorios no le habían podido juzgar. Pero en una de sus últimas obras había un personaje necio al que el otro explicaba todo, y el monarca se sintió aludido con este personaje y retiró su protección sobre Galileo, lo que aceleró su enjuiciamiento.

Con este marco las instituciones educativas a manos de la iglesia como monasterios y universidades no daban una educación muy completa y tampoco fiel a los conocimientos de la época. Pero la necesidad de conocimiento y de su difusión llevó a la creación de academias. En estas academias los contenidos no estaban tan estrictamente sometidos a la iglesia. Estudiar e innovar en áreas tan castigadas y perseguidas por la iglesia como la filosofía, la astronomía, la medicina, etc... era mucho más fácil en las academias.

El siglo XVII se caracteriza por la crisis generalizada. Pero esta misma crisis es el motor que impulsa a las mentes de la época a buscar soluciones para poner fin a tan terrible situación. Aunque este siglo es un siglo de trance también es un siglo de nuevos avances. El empirismo y el racionalismo cobran importancia, y favorecen el avance de las técnicas y estudios científicos. Todos estos avances se traducen en nuevos contenidos y nuevos métodos de estudio e investigación. pMuchos pensadores de la época promueven una reforma que tenga en cuenta los nuevos contenidos y métodos, no siempre del agrado de la iglesia y los estados de entonces. Entre ellos Comenio, que en el campo de la educación, insta a la reforma de la escuela y ve la necesidad de una escuela acorde con los conocimientos de sus contemporáneos y no de acuerdo con lo que para la iglesia o para el estado es más cómodo.

El texto de Comenio esboza su teoría educativa, revolucionaria en su orientación, contenido y método. Para comenzar desea formar una sociedad culta y educada. Para que se de el Estado ideal todas las personas deben tener el mismo grado de conocimientos y educación. La educación debe ser universal y sin distinciones “... cuantos hayan nacido hombres, para que el género, de cualquier edad, condición, sexo o nacionalidad venga a ser educado”.

Comenio cree en la unidad, tanto en la unidad humana como en la del conocimiento. Una educación en “todas las cosas”. La educación debía recoger los nuevos avances científicos. La educación es el camino a la realización personal y espiritual “... todos los hombres sean conformes, lo más posible, a imagen de Dios,(...), esto es, racionales y sabios”. Esta concepción del hombre es un claro reflejo de las influencias humanistas europeas.

El tercer punto de la Pampedia de Comenio se resume en la frase: “... para que todos sean totalmente cultos”. Aquí vemos otra de las máximas educativas de Comenio, la educación era un camino para la realización y el conocer no tiene fin, porque hay que conocerlo todo. Más que un objetivo es una filosofía de vida.

La segunda parte del texto trata sobre la Didáctica Magna. Esta recoge el necesario método. Comenio Busca la sistematización de los procesos educativos. Se preocupa de las diferentes etapas del desarrollo educativo y separa por edades la educación con el fin de colocar los conocimientos en espiral. Habla de la globalidad de las unidades, aspecto que hoy en día aún se tiene muy en cuenta. Cada aprendizaje debe formar parte de otro o inducirlo. El autor es el primero en tener cuenta al alumnado y sus necesidades, “Además intuyó, que la única forma de que la educación ofreciera resultados positivos era teniendo en cuenta al alumno, es decir, adaptando la instrucción al niño y no viceversa” (Mª Teresa navas Rodríguez 1992, La educación en la Europa Moderna, Ed. Síntesis, Pág. 83).

Otra de sus aportaciones que han llegado hasta nuestros días es la enseñanza con el juego como motor. La importancia de aprender jugando y de hacer del colegio un lugar de juegos. El alcance en la historia de la obra de Comenio es más que obvio. Muchos de sus tesis pueden ser encontradas en cualquier obra actual sobre educación.




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Enviado por:Ale
Idioma: castellano
País: España

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