Historia


Clubes republicanos en el Sexenio democrático


Clubes republicanos en el Sexenio democrático

ANTECEDENTES

Sociedades Patrióticas en el Trienio. Durante el reinado de Fernando VII 1820 - 1823. Clubes de discusión que existían en 164 poblaciones. De forma que surgió una primera idea de cultura política liberal entre los ciudadanos. Los cambios legislativos de esta época no fueron suficientes para que las Sociedades se desarrollasen hasta el punto en el que lo hicieron los clubes republicanos.

Época isabelina las asociaciones tenían una doble formulación:

  • Asociaciones legales y públicas: Entidades culturales en teoría y centros de conspiración y apoyo a la oposición en la práctica.

  • Sociedades secretas: clandestinas, de reducidas dimensiones y elitistas. Núcleo secreto de conspiradores preparado para la insurrección que actúa bajo la cobertura de asociación legal, algo que también harán los clubes republicanos. Se caracterizaban por el voto de silencio que tenían que mantener sus miembros.

NACIMIENTO DE LOS CLUBES REPUBLICANOS

El 18 de septiembre de 1868 tuvo lugar un pronunciamiento militar en la bahía de Cádiz, que en pocos días fue aceptado por otras guarniciones militares. Comenzaba así lo que sus coetáneos denominaban la Revolución Gloriosa que supuso radicales cambios en el territorio español.

El detonante de la revolución fue la crisis política de la monarquía de Isabel II.

La revolución de septiembre abre un nuevo universo político en el que aparecen las primeras formas de participación popular en la vida política, lo que hace necesaria la articulación de un modelo de sociabilidad plenamente política y de carácter democrático y popular: los clubes.

Inmediatamente después del pronunciamiento de Cádiz conviven en España dos poderes:

  • El régimen isabelino trató de mantenerse en el poder sin éxito. La derrota el Alcolea de las tropas leales a Isabel II provocó la huida a Francia de la reina y el destronamiento de la monarquía borbónica.

  • Las diferentes guarniciones militares fueron uniéndose a la causa revolucionaria. Contaban con el apoyo de civiles progresistas y demócratas, miembros de profesiones liberales. Estos crearon numerosas Juntas revolucionarias locales, en sustitución de las autoridades del régimen isabelino.

De estas Juntas surgieron la mayoría de los Clubes republicanos, como por ejemplo el madrileño Club Antón Martín dirigido por Joarizti. Durante estos primeros momentos estos clubes o juntas siguieron actuando bajo la clandestinidad, más preocupados por la acción política inmediata para consolidar el triunfo revolucionario que por lograr una afiliación política más amplia o desarrollar propaganda dirigida a este fin. Normalizada la situación, con la proclamación del Gobierno Provisional y la disolución de las Juntas, los clubes comenzaron a configurarse como exponentes de una nueva sociabilidad política de amplia afiliación, cuyo objetivo principal era conseguir un espacio propio para la reunión, la propaganda y el aprendizaje político.

Una de las primeras iniciativas del asociacionismo fue el Círculo de la Revolución, no se consideraba republicano a pesar de que en el participaron Nicolás Salmerón, José Mª Labra y Ramón Chíes, grandes protagonistas del republicanismo español. Defiende el programa liberal y el catálogo de derechos civiles de la revolución. Pocos días después comienzan a constituirse por toda la geografía española los primeros clubes republicanos. Son el resultado de la exaltación revolucionaria y la consecuencia del derrocamiento de Isabel II. Casi siempre aparecen ligados a determinadas personalidades del ámbito demócrata republicano o a líderes de la revolución local.

El republicanismo surgía como una organización de características modernas. Pretende ser un partido popular. Desde noviembre de 1868, tras la división del partido demócrata, el republicanismo comienza a organizarse como partido, fundamentándose en el entramado de los clubes y que adoptan el carácter de agrupaciones de base de la militancia republicana. Es necesario remarcar el papel decisivo que tiene el club en la consolidación del partido y por ello la apertura de nuevas asociaciones de este tipo era considerada un elemento esencial para el crecimiento y robustecimiento del republicanismo.

A medida que el republicanismo se organiza y necesita de una estructura política sólida potenciará le reacción de los clubes con una relación más formal e institucional con el partido, que ahora ejerce un mayor control sobre ellos.

Los clubes actuaban como verdaderas agrupaciones políticas integrando a los diversos sectores que conformaban la base social del partido. En ellos se reunían representantes de clases sociales como: burguesía, pequeña burguesía, artesanos y obreros, lo que muestra la composición sociológica del nuevo partido republicano.

El club era un espacio que permitía reunir a hombres de condiciones sociales y económicas diversas unidos por una misma causa política, su base era popular pero la tutela y dirección de los centros siempre estuvo en manos de la burguesía y pequeña burguesía.

Mucho que ver en la creación de estos clubes tuvo la Constitución de 1869. Contenía una serie de novedades que permitía a los ciudadanos participar en la vida política del país. Las novedades más importantes de la Constitución de 1869 fueron:

  • Catálogo de derechos y libertades del ciudadano. Libertades básicas como la de asociación o reunión, inviolabilidad de la correspondencia, libertad de cultos, fueron los más relevantes.

  • Nación como origen político.

  • Monarquía democrática como forma de gobierno.

  • Introdujo el sufragio universal masculino.

La eliminación de las trabas, además de la creación de los clubes, impulsó la aparición de periódicos. Francisco Miguel Perillán fue uno de los protagonistas de la revolución de la prensa en España, concretamente en Valladolid, lugar donde nació y dirigió el periódico El Norte de Castilla en sus comienzos. Es una de las víctimas del cambio que surge con el triunfo del la revolución de 1868, que da lugar a una cierta desorientación periodística.

ORGANIZACIÓN

Son espacios de sociabilidad reglamentada que da fundamento a una sociedad legalizada, con sus bases, estatutos, reglamento y condiciones de admisión de socios.

A la hora de constituir un club la primera dificultad que se encontraba era el lugar de reunión, los locales tenían un elevado coste. Normalmente, el problema se resolvía con la cesión de un local o la generosa entrega de los primeros alquileres por parte de un patricio republicano. Los clubes más vinculados al partido utilizaban la sede del propio partido o la redacción de un periódico. También se utilizaban viejos conventos, como en Granada, o iglesias suprimidas, como era costumbre en Sevilla. Incluso existía un club, Alameda de Hércules, que organizaba sus sesiones en la calle.

Admisión de socios

Condición general:

  • Adhesión ideológica republicana como requisito imprescindible.

Condiciones variables:

  • Mayoría de edad. En algunos casos para formar parte del club y en otros para ser miembro de la junta directiva.

  • Pago de una cuota.

  • Cumplimentar una solicitud de ingreso.

  • Aval de uno o dos socios.

Las implicaciones de los socios eran:

  • Participación en la vida asociativa y cultural del club.

  • Participación en las actividades lúdicas.

  • Funcionamiento democrático interno.

Los clubes tenían un sentido igualitario que se conseguía con el pago de una misma cuota por parte de todos los socios. Algunos clubes contemplaban la posibilidad de invitar a amigos y otros la posible utilización de sus instalaciones por ciudadanos transeúntes. Los gastos de la sociedad corren a cuenta de los socios.

FUNCIONAMIENTO

Cuentan con un organigrama mínimo, formado por: Junta directiva, vicepresidente y vocales. Se designaban otros cargos como secretario, contador y tesorero. Los clubes más preocupados por la función educativa contaban con director - bibliotecario. Algunos estatutos delimitan claramente la función de cada cargo de la sociedad y del personal del centro como conserjes y dependientes.

Los cargos directivos eran renovables y la elección era democrática. Votaban los socios que podían formar parte de las juntas directivas sin restricción, salvo la de ser analfabeto. El funcionamiento era también democrático y los problemas internos se resolvían con la “discusión razonada y decorosa”. Si no había acuerdo se nombraba un jurado cuyo fallo se consideraba inapelable.

Estos mecanismos electivos, el carácter igualitarista y el procedimiento democrático reafirman la función del club como un espacio de aprendizaje político.

FUNCIONES

El club republicano cumple múltiples funciones. Es uno de los rasgos de identidad de los centros republicanos y de al asociacionismo de los partidos populares. Los republicanos insistían en ese carácter multifuncional como principal virtud del nuevo modelo organizativo.

Función asistencial

La reconocía el Club Republicano Federal que se consideraba como una sociedad filantrópica que “atenderá a remediar SIEMPRE las necesidades de los individuos que la constituyan; CUANDO PUEDA a todas las personas sin distinción de género”.

Función política

Es, ante todo, una asociación con vocación política. La finalidad primordial de los clubes republicanos era la de ser centro de reunión, educación política y de difusión de propaganda republicana. Sin olvidar aspectos como la finalidad de la instrucción obrera, insistía además en el objetivo de la sociabilidad.

El club republicano del Sexenio era sobre todo un órgano de propaganda y cumple un papel similar al de la prensa. Prensa y clubes mantienen una estrecha relación de cooperación.

En esa dimensión propagandística del club una función importante la tienen los símbolos propios del republicanismo. Cubrían las paredes del los clubes, las banderas tricolores o rojas, el gorro frigio, los retratos de los mártires republicanos, la efigie de la república al estilo de la Marianne francesa y se hacía alusión a lemas revolucionarios como el francés de: “Libertad, Igualdad y Fraternidad”. También se hacían audiciones de himnos revolucionarios como el de Riego y la Marsellesa.

Función de instrucción

Como centro de propaganda el club cumplió un decisivo papel en el primer aprendizaje político de las clases populares. La propaganda republicana insistía en que había que formar las conciencias. La educación política en el club se dirigía principalmente a aquellos grupos o sectores sociales marginados tradicionalmente de la política como los obreros y los jóvenes. Para estos últimos se crearon clubes específicos, no así para la mujer, que privada de derechos civiles, no tenía presencia en la vida política.

Mecanismos del club:

  • Lecturas públicas: eran muy frecuentes, casi diarias, ya que eran necesarias debido al elevado índice de analfabetismo. En algunos clubes se designaba a cuatro socios que eran los encargados de leer la prensa todos los días en voz alta en el club.

  • La discusión: principal instrumento para el aprendizaje político. Le daban preferencia como actividad básica, incluso contemplaban su regulación. Las discusión se realizarán tras formular los socios proposiciones escritas y firmadas que serían debatidas en el club con un máximo de cuatro intervenciones en pro y las mismas en contra y una sola posibilidad de rectificación. Una vez discutida la propuesta era sometida a votación y el club tomaba un acuerdo por la mayoría relativa a votos.

La instrucción en los clubes se convierte en una alternativa frente a una enseñanza oficial insuficiente y controlada por la Iglesia. Establecía además clases de primera necesidad para los hijos de los socios con edades entre doce y quince años y un sistema de exámenes en junio y diciembre con premios para los alumnos. La función educativa se concebía como un instrumento para la superación de la marginación social y cultural del pueblo y una alternativa a la taberna y a los juegos de azar que los republicanos consideraban “los vicios embrutecedores de la clase obrera”.

PROTAGONISMO EN EL PARTIDO

Tomaban parte en las decisiones en algunos lugares eligieron previamente por sufragio a los que serían después candidatos republicanos a las constituyentes.

Impulsaron la política de los pactos federales y la movilización en contra de la Monarquía como forma de régimen en España.

Los clubes se convirtieron en espacios para la oposición política, encabezaron protestas, manifestaciones y la insurrección armada. Así se convierten también en organismos de acción, dónde se prepara la sublevación federal del 69.

La represión que siguió a la insurrección fue aprovechada por el Gobierno para desmantelar los clubes y la organización republicana. Su reconstrucción fue difícil en algunos lugares ya que el partido presentaba claros síntomas de división interna. Entre federales intransigentes y moderados unitaristas.

Para los moderados los clubes comenzaban a ser peligrosos por su radicalismo.

También los dirigentes republicanos desconfiaban de ellos por su excesiva autonomía. Desde 1871 el protagonismo de los clubes empezó a menguar a favor de la organización institucional del partido. Siguieron desempeñando sus funciones de propaganda e instrucción pero entraron en una etapa de decadencia.

CONCLUSIÓN

En el Sexenio Democrático asistimos a un gran número de cambios políticos que desembocan en un nuevo modelo político que son los clubes republicanos. Gracias al advenimiento del sufragio universal y de las libertades individuales se crean las asociaciones republicanas como base del partido republicano y con unas funciones que las convierten en espacios para la propaganda, la instrucción y la movilización.

BIBLIOGRAFÍA

  • Diccionario enciclopédico Labor

  • Enciclopedia Encarta

  • Cuadernos Vallisoletanos

  • Enciclopedia Histórica Mundial




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Enviado por:Beamaya
Idioma: castellano
País: España

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