Biografía
Biografías de educadores
PINEL, Philippe.
Es considerado el fundador de la psiquiatría en Francia como ciencia objetiva e independiente.
Nació el 20 de abril de 1745, en Jonquieres, en el seno de una familia de médicos.
Curso estudios en el colegio de Lavaur y posteriormente en el de la Esquille de Tolosa.
Viajo a Monpellier donde conoce a Chaptal y estudio la nosografia de Boissier de Sauvages, además de seguir las enseñanzas de Barthez.
En 1778 se traslada a Paris donde se gana la vida dando lecciones particulares de matemáticas y con la redacción de artículos médicos.
En 1784, dirige la Gazette de Sante.
Tradujo las instituciones de medicina practica del escocés Cullen en 1785, obra que copio ampliamente en su futura Nosographie plisosephique.
Desde 1786 trato a algunos enfermos mentales en el manicomio del señor Belhomme.
Trabajo como medico en el hospicio de Bicentre desde 1793 hasta 1795.
Fue en el séptimo empleo reservado para los insanos donde observo el trabajo del celador Pussin y comprendió la importancia del tratamiento moral en su dimensión institucional.
Fue nombrado profesor adjunto de física medica y de higiene en la nueva Escuela de Salud de Paris y medico jefe en la Salpetriere donde prosiguió su carrera hasta su muerte.
Miembro del Instituto en 1803 formo parte de la primera hornada de los condecorados con la Legión de Honor creada por Napoleón, que en 1805 lo nombro “Medico Consultor del Emperador”.
Sirvió al Imperio y después a la Restauración que lo condecoro con la Orden de Saint Michel en 1818.
Fue destituido en 1822 de su cargo de profesor por el ministerio a cargo de Corbiere.
Padeció demencia arteriopatica, y falleció el 25 de octubre de 1826.
Desde la primera edición de su Nosographie philosophique ou Mehode del`analyse appliquee a la medecine, aparecida en 1798, baso su clasificacion de las enfermedades menos sobre los síntomas que sobre los órganos lesionados, su clasificación atiende a las funciones afectas y no a los síntomas.
Su aportación a la Educación Especial fue notable, por cuando viendo en el enajenado un enferma mas, abolió el uso de medios inhumanos que era tratado.
Afirmo que la conducta humana depende de la naturaleza biológica de la especio, susceptible de ser alterada por estructuras sociales o psicológicas.
Así mismo puede considerársele como un antecedente del sistema “No restraint” que desarrollo Connolly.
Estudio en profundidad las líneas generales del tratamiento moral, contribuyendo decididamente al nacimiento de la psicoterapia.
Ejerció influencia, quizás exagerada, sobre el desarrollo de la anatomía patológica.
Presento una clasificación muy diferente a las vesanias en su celebre Traite medicophilosophique sur l`alienation mentale, cuya primera edición (1801) se centro en torno a la manía.
En la segunda edición en 1809, que ya no llevaba él subtitulo de “la manía”, su clasificación de las enfermedades mentales se realizo finalmente en el nivel del comportamiento, yendo desde la perturbación psíquica más ligera hasta la mas grave.
Ejerció influencia considerable sobre la organización del tratamiento de los alineados.
Fue el verdadero precursor de la formulación de la reglamentación siquiátrica, que encontró su marco legal definitivo en la ley promulgada en Francia el 30 de junio de 1838.
No presentó una nueva tesis, pero sí redactó varias harto mediocres que vendía a estudiantes más ricos pero poco escrupulosos.
Ferviente partidario de la reacción thermidoriana, siguió su destino triunfal. Nombrado profesor adjunto de física médica y de higiene en la nueva Escuela de Salud de París, el 14 de diciembre de 1794
Esta se apoyó en el método analítico aportado por naturalistas como Linneo, Daubenton, Jussieu, y por anatomistas comparados como Cuvier. Ejerció influencia, quizá exagerada, sobre el desarrollo de la anatomía patológica, de la que los trabajos de Xavier Bichat representaron la primera etapa francesa, pues en Inglaterra Hunter y sus sucesores estaban ya considerablemente adelantados en este campo. Para las "vesanias" o enfermedades mentales, Pinel siguió el orden establecido por Cullen, resintiendo evidente malestar al hacerla ingresar en la nosografía médica.
Pinel fue el modelo más típico y más frecuente. En primer lugar, reconoció que las causas de la alienación eran o bien ''predisponentes" (en gran parte hereditarias) o bien "ocasionales" (papel importante de los sucesos externos y de las emociones violentas). Pero Pinel no creyó en la organogénesis cerebral directa; pensó que las lesiones cerebrales eran graves y que acarreaban trastornos serios en el plano vital, y definitivos. Mediante el concepto por demás ambiguo de "simpatía", considero que los trastornos mentales eran consecuencia de afecciones viscerales, provocadas estas, a su vez, por las emociones y las pasiones. En cierta manera, se trataba de una teoría periférica de las emociones que prefiguró a las de James y de Lange. Los discípulos de Pinel, Esquirol y sobre todo Georget, criticaron esta concepción confusa de una especie de órgano génesis secundaria. Y es que su maestro se situó, en el plano filosófico, en la encrucijada de un empirismo sensualista heredado de Condillac, del materialismo por demás simplista de Cabanis, y de las corrientes espiritualistas, de las cuales el biranismo representó el resurgimiento, en pleno confusionismo, de la frenología naciente
De tal modo, comienza por la simple melancolía o delirio parcial "dirigido sobre un solo objeto" que antecede a las manías o delirio generalizado con su forma particular de "manía furiosa sin delirio".
Después vienen la demencia o debilitamiento intelectual generalizado: "No hay juicio ni verdadero ni falso; las ideas parecen estar aisladas y en verdad, vienen unas después de otras, pero sin que exista la menor asociación entre ellas..." Por último, tenemos el idiotismo, grado último de la vesania, "abolición total de las funciones del entendimiento". El idiotismo que puede ser de nacimiento o adquirido se convertirá ulteriormente en la "demencia aguda" con Esquirol, en la "estupidez" con Georget y en la "confusión mental primitiva" con Chaslin.
Pinel, pragmático antes que nada, ejerció influencia considerable sobre la organización del tratamiento de los alienados. Aunque haya desarrollado el "tratamiento moral" ya aplicado por los médicos ingleses, al demostrar que hay siempre en el alienado trazas de razón que permite restablecer en una especie de alianza terapéutica, el diálogo interrumpido por la locura, se interesó sobre todo en la reglamentación de la institución hospitalaria psiquiátrica a la que se llamaría "asilo". Se puede comprobar que la segunda edición de Traité médico-philosophique comprende más de doscientas páginas nuevas dedicadas a exponer su experiencia institucional en Bicêtre y sobre todo en la Salpêtrière.
Demostró la importancia de las relaciones con el ambiente familiar, el medio, los otros enfermos, en el desencadenamiento, la persistencia, el agravamiento de la enfermedad mental. Hizo hincapié en la disciplina, la regulación de la vida de los enfermos, su clasificación rigurosa, el aislamiento de los más peligrosos. Insistió en la necesidad de que el médico participase en la administración hospitalaria. Los tratamientos medicamentosos tuvieron para él sólo importancia secundaria.
El médico alienista tenía que ser ante todo observador y director que organizase y reformase constantemente la red de relaciones en su servicio. Puede decirse que Pinel, con tales concepciones, y por intermedio de su discípulo Esquirol, fue el verdadero precursor de la formulación de la reglamentación psiquiátrica, que encontró su marco legal definitivo en la ley promulgada en Francia el 30 de junio de 1838, menos de doce años después de su muerte.
SEGUIN Edwars.
Medico y pedagogo franco americano, nació en Clamecy en 1812 y murió en 1880.
Educo en Paris, y después de la revolución de 1848 se traslado a América, siendo nombrado profesor de la Escuela para niñazo anormales de Boston.
Contribuyo a la organización de la Escuela Experimental de Albany a la del Asilo de idiotas de Siracusa.
Ejerció la profesión de medico muchos años en Portsmouth y luego en Nueva York, donde fundo un ano antes de su muerte la Escuela Fisiológica para niños anormales.
En 1884 la Academia de Ciencias de Paris, declara que la solución del problema de la educación de los niños idiotas se debía a Seguin.
Preocupado fundamentalmente por la problemática de la educación y rehabilitación de deficientes.
Trabajo fundamentalmente en el problema educativo de la idiocia, a la que consideraba como una enfermedad del sistema nervioso que escindía órganos y facultades del control y la voluntad, por lo que sé hacia necesaria una acción fisiológica básica y desde la adquisición del control muscular intentar corregir las incapacidades atencionales e intelectuales
ESQUIROL, Jean Etienne Dominique.
Psiquiatra francés, discípulo de Pinel, nació en 1772 y murió en 1840.
Organiza de manera científico-administrativa los establecimientos psiquiátricos, influyendo en la institucionalización de estos centros.
Entiende la locura, al igual que PINEL, como una perturbación de la voluntad y comprende la causa moral y psíquica de esta.
Da gran importancia en el nacimiento de la enfermedad mental a las influencias sociales y a los factores de la civilización.
De la misma manera, piensa que la educación recibida con anterioridad puede originar el comienzo de esta enfermedad.
Su teoría responde mas bien a una orientación psicológica que somática de la locura, sin embargo, cree que las causas que generan la deficiencia mental afectan a todo el cuerpo.
Esquirol, al igual que Seguin, establece una estrecha relación ente el organismo y el psiquismo de los idiotas.
Los síntomas orgánicos y psicológicos tienen la misma función en el establecimiento del diagnostico de la idiocia.
El retraso en el desenvolvimiento de los órganos no permite el desarrollo ni la expresión de la inteligencia.
Tres son los tipos manifiestos de la locura, idiotismo, alucinación y monomanía, distinguiendo en la idiocia dos agrupaciones o grados, la imbecilidad y la idiotez.
Una autentica terapia se centraría, según él, en una educación moral.
Su obra escrita mas importante se basa en un manual de psiquiatria con el titulo de Des maladies mentales, consideres sous les rapports medical, hygienique et medico-legal (1838).
Continuador de la terapia moral, consideraba al asilo como el arma más poderosa contra la enfermedad mental, siendo autor de una ley, en 1838, que estableció la construcción de un asilo en cada departamento de Francia
Inauguró el primer curso de psiquiatría. Entre sus principales seguidores tenemos a Jean Pierre Falret (1794-1870) y Jules Baillarger (1809-1890), que describieron la "insanía circular", y Jacques Joseph Moreau de Tours (1804-1884), que fue el primero en describir un cuadro psicótico inducido por una droga (el hashish).
--A continuación, presento unas reflexiones acerca de la actuación de Esquirol escritas por Dr. Alfonso Carofile.
Esquirol desmembró el dominio de la melancolía, uno de los términos más antiguos del vocabulario médico, en monomanías y lypemanías. Se trata de lo que actualmente llamamos "psicosis delirantes crónicas" y "depresiones". El trastorno del humor se separa finalmente del juicio. Nace la psiquiatría nosográfica francesa que perdurará hasta nuestros días. Las "pasiones" de sus pacientes, dibujados por Ambrosio Tardieu, son patentes a la visión actual. Inaugura junto a Pinel la "Mirada Médica" (Saurí), primer paso de la descripción fenoménica. Por primera vez "se elevan los alineados a la categoría de hombres" (Falret).
El tratado De las enfermedades mentales es un resumen de textos, observaciones y detalles completadas con el famoso Atlas que reúne 25 retratos de pacientes, un "histograma" de aspecto muy moderno y un plano de Charenton (M. Gourevitch). Comenzaremos por la iconografía de la manía-lypemanía que Esquirol no pudo unir en una sola entidad nosográfica, pero que sí lo hicieron sus discípulos (Falret).
Lámina 1: Agitación maníaca (1838)
Escribe Esquirol: "A pesar de la camisa de fuerza con la cual se tiene la pretensión de inmovilizarla, la enferma se arrastra por tierra, se enmaraña los cabellos, contorsiona la fisonomía y tiene el aspecto de una furia no desprovista de inteligencia". La manía "delirio general con exaltación" es aquella "locura de la cual nadie duda" (Magnan). Típico síndrome de excitación psicomotriz donde difícilmente se estructuran ideas delirantes o aparecen alucinaciones. Sólo un cascabeleo de ideas juguetonas, a veces cáusticas y agresivas, donde la movilidad de la atención, acumulando percepciones, hace sugerir el pensamiento ideofugal en una suerte de caos tumultuoso. El sentimiento que embarga a esta paciente no es la alegría ni aun el "entusiasmo inmotivado" (Weitbrecht), sino la furia más ligada a la omnipotencia y la destrucción. No es la manía una alteración del afecto (Goldar), sino del "thumos", del temperamento, es una "Temperaments-Krankheit" (Ewald). La furia implica acción, irritación, siendo la hiperactividad el centro de su accionar. Más que fuga del pensamiento hay una "fuga de los actos", como bien lo había señalado Osvaldo Loudet. Podríamos pensarla como una manera de resolver la caída en términos de una verticalidad ascendente.
Hacia arriba. "In ascensu" frente a la realidad insoportable. Este "volar" del pensamiento y de los actos está ligado a una fina observación de Pascal. Dice que el hombre se afana en una actividad sin fin no porque quiera alcanzar algo. Lo único que pretende es no encontrarse sólo de cara a él mismo. En el momento que detiene su hiperactividad, la fiesta se hace fúnebre. Obliguemos al maníaco a parar su actividad durante unos segundos y se deprimirá, aunque luego vuelva a su juego. De Jean Etienne Dominique Esquirol (1772-1840), el discípulo predilecto de Pinel, y de su obra de 1838, Des maladies mentales considerés sous les rapports médical, higiénique et médico-legal,
"La misma enferma luego de la curación de su acceso maníaco. Aspecto de calma, actitud sencilla, modesta", con una ligera nubecilla de melancolía. Es una inmovilidad patética, una suspensión de la existencia, un síncope del tiempo. Para Esquirol la melancolía es un término que debe ser dejado a poetas y moralistas
". Aquí domina la pasión triste y opresiva. Toda la actividad psíquica está absorbida en "rumiar su tristeza", con una "reconcentración dolorosa del espíritu", producto de una cenestesia alterada. De allí que se haya dicho que "el melancólico es ante todo un enfermo de la cenestesia". El dolor moral, grado supremo de la tristeza, de una tonalidad sobrehumana, inviste toda la personalidad y da un gran atractivo a la muerte.
Según Esquirol, "la lipemanía es una enfermedad cerebral, caracterizada por un delirio parcial, crónico, sin fiebre, sostenido por una pasión triste, debilitante u opresiva". Refiriéndose a una paciente joven escribe: "¡Es la muerte psicofísica a los veintinueve años!" Sin embargo y a pesar de la inmovilidad del cuerpo, la fijeza de los rasgos de la cara, el silencio obstinado, algunas quejas y lamentos, revelan el debate doloroso entre la inteligencia y el afecto. Romano Guardini afirma que "la melancolía no puede abandonarse a los psiquiatras". Se refiere a la que adquiere valor ontológico, constituyendo el ser del hombre en una misma configuración existencial con la manía: "Lo terrible es que la conciencia del hombre desde la infancia haya sufrido una presión que no puede suprimir toda la elasticidad del alma, toda la energía de la libertad... Aquel que desde joven edad sufre una tal presión, recuerda a un niño que se retira con los hierros del cuerpo maternal y que guarda constantemente el recuerdo de los dolores de la madre" (S. Kierkergard
Comentario a la Plancha XIV realizada porTardieu en el libro Des Maladies Mentales, 1838 (demencia vesánica) escrita por Dr. Alfonso Carofile.
No tuvo tiempo el gran Esquirol de afinar una nosografía que pretendía ser simple y moderna superadora del conocimiento teológico y metafísico (Comte).
Como nosógrafo es lacónico y abstracto, sin ilustrar sus palabras, mientras que como clínico es fenomenólogo y describe clasificando poco. Respecto de la lámina XIV, los discípulos del gran alienista consignaron en su momento: "La inteligencia de la mirada protesta contra este diagnóstico (demencia vesánica)".
Para la mirada médica (Saurí) sería más exactamente un caso de inhibición maníaca (Sollier y Courbon), cuadro que nos lleva al difícil terreno de las psicosis mixtas ("Mischzustände" de Kraepelin). Estando el humor elevado aunque inhibida en el aspecto motriz (pose de agachamiento de la enferma), existe también una inhibición de la emisión de palabras. El cuadro se acerca a lo que Kraepelin llamó "manía pobre en pensamiento" (gedankenarme Manie). El mismo maestro de Munich reconoce que "no rara vez dan la impresión de débiles mentales".
Esta observación explica la denominación de Esquirol. Igualmente la repetición de episodios debía llevar a un estado que bien podía denominarse "vesánico".
Goldar acerca estas "manías instintivas" al gran círculo renovado de las catatonías, maniobra loable e ingeniosa en estos tiempos de "globalización", donde el DSM-IV, se ha transformado en la palabra única o pretende más bien ser el discurso psiquiátrico. Todas estas consideraciones nos llevan a pensar sobre el estatuto científico del nacimiento de la psiquiatría y de sus fuentes de inspiración. Por un lado Pinel y más tarde Esquirol y sus discípulos moviéndose en un plano descriptivo, siguen indudablemente a Condillac, en el sentido de "no dejarse llevar por ninguna idea general".
Este pensamiento es transparente en P.H. Chaslin, quien escribe en 1912: "Las teorías mal sustentadas pasan, la clínica permanece". Sin embargo, del otro lado del Rhin, en el centro europeo, los médicos alemanes se fundan en la idea del "a priori kantiano". Profundas divergencias que sólo desaparecen luego de la Segunda Guerra, cuando decaen las psiquiatrías nacionales.
"Queda hoy todavía abierta la pregunta de si la psiquiatría es una ciencia de la emancipación o si, por el contrario, lo es de la integración; es decir, si ha de orientarse más a la liberación de los enfermos psíquicos o su tendencia ha de ser la disciplina de la sociedad civil. Desde 1945 por lo menos no se puede llamar «psiquiatra» quien no tenga incluida la reflexión sobre esta pregunta en trato consigo mismo y con aquellos que le han sido encomendados".
CONDILLAC, Etienne Bonnot de.
Filósofo francés, nació en Grenoble, estudio teología en Saint-Suplice y en la Sorbonne y fue ordenado sacerdote en 1740.
Sus teorías, englobadas bajo la denominación genérica de sensacionalismo, influyeron en filósofos posteriores y cuya contribución a la psicología ha sido considerada crucial.
Fue una de las personalidades determinantes en el periodo de la Ilustración.
En sus obras se indica que la sensación es la fuente de todo conocimiento, y remonta a ella el origen de todos lo procesos intelectuales.
Considero que el análisis es el método por excelencia de la filosofía, puesto que es la única forma de alcanzar el verdadero conocimiento de cualquier realidad.
Su sistema constituye la primera tentativa de explicar sistemáticamente el desarrollo de la vida espiritual sin recurrir a nada que no sea el puro conocimiento sensible.
En Paris conocida Diderot, D´Alembert, Voltaire, Turgot y Cabanis, y en ese ambiente erudito escribió sus primeros textos; una disertación sobre la existencia de Dios que se publico anónimamente, “El ensayo sobre el origen del conocimiento”
Fue un defensor de las ideas del filosofo, ingles John Locke, escribió muchas obras filosóficas, de las cuales la más importantes es el Traite des sensations (tratado de las sensaciones 1754), destinado a mostrar que las impresiones externas recibidas por los sentidos externos, tomadas en si mismas, pueden dar cuenta de todas las ideas y de todas las operaciones mentales.
Disgustado porque se puso en duda la originalidad de las teorías que contiene dicho texto, comuso en 1775 “El tratado de los animales”
Gozando ya de fama intelectual y literaria, en 1758, el rey Luis XV lo envió a Parma como preceptor de su nieto el infante Fernando; a dicha labor se entrego con paternal afecto, pero nunca logro ganar la simpatía del príncipe.
Para este compuso varios textos; “Gramática”, “El arte de pensar” “El arte de escribir”, “El arte de razonar”, “Diccionario de sinónimos de la lengua francesa” e “Historia general de hombres e imperios”
Para ilustrar al pupilo en materia política, solicito y obtuvo la ayuda de uno de sus hermanos, el abate Mably, a quien juzgaba mas capacitado en este campo.
Utilizando el famoso ejemplo de una estatua dotada la única propiedad de un solo sentido singular, el olfato, intento derivar del la atención, la memoria, el discernimiento, la imaginación y la totalidad de la vida mental.
Las opiniones de Condillac eran, claramente, la más extrema forma de la perspectiva de la tabula rasa.
Como todas las opiniones basadas en la tabula rasa, no importa cuan poderoso sea el principio de asociación correlativo, el sensacionalismo extremo de Condillac entra en colisión con el hecho obvio de la variación de la constitución biológica a(diferencias entre especies, diferencias individuales).
Trato de esclarecer la teoría del conocimiento de Locke aceptando la propuesta lickiana de la imposibilidad de las ideas innatas.
Tras sufrir graves quebrantos de salud, enfermo de viruela, hizo un viaje a Italia y se relaciono con Beccaria.
Concluyo la misión educativa en 1767, en agradecimiento a ella fue nombrado miembro de la Academia Francesa.
El resto de su vida lo paso en el campo dedicado al estudio, escribió entonces “El comercio y el gobierno”, obra en que se ocupa de la teoría económica del valor.
Fallecía el 3 de agosto de 1780.
--Doctrina de Condillac
Condillac es ante todo discípulo de Locke, cuyo sensimismo empero exagero. Su labor se concentra en el problema capitalismo del origen de los conocimientos humanos.
Locke partía del principio que nuestros conceptos suponen nuestras sensaciones. No obstante su ilustre abolengo se atribuye el hallazgo de esta verite Primordiale, que lo es en el sentido escolástico. Partiendo, pues de este principio Locke fue quitando importancia a nuestras facultades mentales hasta dejarlas reducidas a la sensación misma, con la atención y la reflexión, Condillac siguió sus huellas, pero así como Locke había buscado algunos complementos a la sensación para explicar nuestros conocimientos, complementos que todavía tienen puntos de contacto con la escuela antigua, Condillac que perseguía como ideal la unidad mas absoluta en todas sus explicaciones, fue cercenando toda multiplicidad de facultades, y pronto llego a admitir que no había otra cosa mas que sensaciones.
Bien es verdad, que por razones incomprensibles están debían de recibirse en un alma espiritual. El paso que hizo dar Condillac al sensimo de Locke, consistió, pues, en reducir la atención a la sensación, por la superficial razón, de que en su origen, no creera mas que sensación.
Lo absurdo de este modo de discurrir esta en que el principio experimental de que partían tanto Condillac como Locke, solo muestra que en el origen del proceso cognoscitivo se hallan la sensación pero sin que de ello quepa deducirse que no haya mas que sensación.
Condillac tomo, pues, por equivalentes las expresiones; hallarse en el origen de los conocimientos humanos, ser causa adecuada de los mismos, y ser una misma cosa. Por esto de un principio que puede servir, y sirve de hecho, de base a la doctrina psicológica más espiritualista, parece imposible que no derivase el error de la materialidad del alma. Pero, si no dedujo este error, le preparo el camino, como advierten todos los historiadores de la filosofía, y dedujo otro equivalente hoy día muy en boga entre los psicólogos; fue este la confusión de la propia personalidad con la serie de las sensaciones, que en el hombre tienen lugar. Y cuenta, que hecha esta confusión, el admitir un alma espiritual, tiene todas las apariencias de un verdadero sarcasmo. Que si no se admite el alma como un necesario principio de nuestras operaciones psíquicas, antes al contrario, se supone toda la serie de estas operaciones, como capaces de trabazón entre sí con solos los órganos corporales; el alma quedara relegada a la categoría de los seres inútiles, y por ende sin razón suficiente de existir.
Condillac extendía aun a los actos de volunta su sensismo; “El juicio, dice, la reflexión, los deseos las pasiones no son mas que la sensación misma que se transforma. Por esto nos ha parecido inútil suponer que el alma recibe inmediatamente de la naturaleza las facultades que posee. Ha sido suficiente hacer al hombre sensible al placer y al dolor, para que nazcan en las ideas, deseo, hábitos y talentos de todo genero”.
“Ahora bien, dice en Extrait raisomne des sensations, del deseo nacen las pasiones, el amor, el odio, la esperanza, el temor, la voluntad. Todo esto no es, pues, mas que la sensación transformada”.
Cousin refuto de propósito esta vana argumentación. La distinción entre el sentir y el querer es un hecho primitivo de conciencia tan evidente, que no son bastantes las argucias de los hombres para borrarlo de nuestra mente.
Para explicar e identificar todos nuestros conocimientos con la sensación, se valió Condillac en su Traite des sensations de esta ficción. Supuso una estatua marmórea privada primero de todo sentido, a quien se lo va, como infundiendo, sucesivamente todos, para ir calculando o adivinando los conocimientos que con cada sentido se van engendrando. Lange muestra que la figura había sido imaginada con el mismo objeto por el materialista de la Mettrie; por tanto poco antes que de ella se sirviese Condillac, sea lo que fuere de la propiedad artística de la estatua, hace tiempo que cayo a los golpes de la lógica de Balmes, que demostró la vaciedad de los discursos de Codillac.
La aparente sencillez del sistema, al considerar aisladas cada una de las sensaciones para mejor presenciar su génesis y desarrollo, esta en la actualidad desprestigiada en alto grado entre los psicólogos; que todos tienen por un principio incluso la gran complejidad de nuestros actos internos. No es, pues, extraño que Condillac, como dice Balmes, ya en los primeros pasos, haga dar a la estatua un gran salto, haciéndola reflexionar cuando aun supone en ella solo el sentido del olfato, no él mas a propósito para confundirlo con la reflexión.
ITARD, Jean Marc Gaspard
Medico francés, nació en 1774, y murió en 1838, fue cirujano militar durante la revolución y luego siguió en Tolon los cursos de Larrey, siendo nombrado por concurso cirujano de Val-de-Grace.
Mas tarde conoció al Abate Sicard y se intereso tanto por sus trabajos acerca de los sordomudos que decidió dedicarse a esta especialidad y fue después nombrado medico del Instituto de Sordomudos de Paris, establecimiento al que lego la mayor parte de su fortuna.
Consagra el lado fisiológico de la sordomudez y es universalmente considerado como el fundador de la otorrinolaringología.
Es especialmente conocido por el intento de reeducación de un débil mental mudo, de doce años de edad, que fue encontrado en estado casi salvaje por unos cazadores en los bosques de Lacaune; se trataba de Víctor, el niño salvaje de Aveyron.
Sus esfuerzos se apoyan en la obra de un español del siglo XVIII, Jacobo Rodríguez Pereira.
Itard conjuga la insuficiencia biológica del individuo con la acción posibilitadora de la sociedad, presenta un planteamiento eminentemente social del problema del retraso mental que considera estado reversible, modificable sobre la base de la socialización como principal agente terapéutico.
Sus aportaciones fueron continuadas por Seguin.
Itard se encontró con una metafísica en pañales, todavía resentida del prejuicio de las ideas innatas y de una ciencia medica, cuyos puntos de vista, irremisiblemente alicortados por un mecanicismo radical, no podían remontarse a consideraciones filosóficas sobre las enfermedades del entendimiento.
Itard se encontró a este muchacho al que llamo Víctor en lamentables condiciones físicas y psíquicas; se agitaba incesantemente como un animal enjaulado, mordía y arañaba todas las cosas y a todas las personas de su alrededor, m no mostraba ni expresión ni fijeza en sus ojos, el oído era insostenible totalmente tanto a los ruidos fuertes como a las más emotivas melodías, la voz en estado de mudez absoluta, el olfato indiferente a la exhalación de perfumes como al hedor de las basuras, el tacto se limitaba a una función mecánica y no perceptiva, incapaz de atención, privado de discernimiento y negado de memoria, pasaba de la mas melancólica apatía a la risa mas explosiva y desbordante.
Pinel resolvió con idiota incurable, incapaz de sociabilidad ni aprendizaje alguno, pero Itard se resiste a pensar esto, e inicia un tratamiento que dura cinco años, en los que se demostró una notable mejoría, de todos los sentidos y de las capacidades psíquicas y afectivas.
Su tratamiento se fundamento en tres apartados;
-El desarrollo de las funciones sensoriales, a través de la cual, progresivamente se desembotarían sus sentidos y empezarían a percibir sentimientos y sensaciones, (odio, vista, gusto, tacto, olfato)
-El desarrollo delas funciones intelectuales, como puede ser la memoria, agrupación y semejanza de estímulos, discernimiento, lenguaje, etc.
-El desarrollo de las funciones afectivas, para la cual le propuso a Madame Guerin encargarse de la tutela afectiva del niño, ella seria quien le diera el cariño y lo tratara como una madre, y aprendiese a través de ella reglas de convivencia en sociedad, el sentido de justicia, el afecto, etc.
Itard resuelve que Víctor debe ser tratado como un caso de medicina moral y no un caso clínico y configura cinco puntos en su educación.
Que paulatinamente se fuese aficionando a la vida entre los hombres, haciéndola mas dulce y llevadera de lo que había sido hasta el momento y sobre todo más afín a la silvestre existencia que tan contra su gusto y condición se había visto a abandonar.
Que por medio de estimulantes tan enérgicos como fuese menester y aun a través de vivas conmociones de su alma se fuera restaurando su embotada sensibilidad nerviosa.
Que fuese ampliando el radio de sus ideas, extendiéndolas a un campo de necesidades nuevas y aumentando sus relaciones con el prójimo.
Que bajo la imperiosa urgencia de necesidad se viese obligado al ejercicio de la imitación y conducirlo al don de la palabra.
Que se emplease durante un cierto tiempo en proyectar las más simples operaciones anímicas sobre objetos inmediatos a su necesidad, para sustituírselos mas adelante por objetos de enseñanza.
Itard concluye su intervención con Víctor con una serie de conclusiones entre las que podemos destacar las siguientes;
-
El hombre no es, sino aquello que se le hace ser, siendo criado por sus semejantes, no tomara sino sus costumbres y sus necesidades, ni sus ideas serán menos ajenas, tendrá pues la capacidad de desarrollar su entendimiento bajo el impulso de la imitación y la influencia de la comunidad.
-
Que el hombre es inferior a muchos animales en el puro estado de naturaleza, estado de incapacidad y de barbarie.
-
Que la superioridad moral que se pretende connatural al hombre no es sino el resultado de la civilización, la cual lo eleva por encima de los otros animales por un impulso grande y poderoso, es la sensibilidad de la especie
-
Que semejante fuerza imitativa, destinada a la educación de sus órganos y sobre todo al aprendizaje de la palabra, se debilita rápidamente con la edad, y el aislamiento.
-
Que tanto él mas segregado de los salvajes como en el ciudadano mas elevado al grado extremo de civilización existe una relación constante entre ideas y necesidades.
-
Que en el estado actual de nuestros conocimientos psicológicos el proceso de la enseñanza puede y debe aprovechar las luces de la medicina moderna.
HAÜY Valentín
Educador francés, creador del primer instituto de educación para la instrucción de invidentes.
Nació en 1745 en Saint-Just (Picardia). Hermano del celebre mineralogista Rene Just Haüy.
Trabajo como traductor en el Ministerio de Asuntos Exteriores de su país, dado su dominio en idiomas.
La observación del triste espectáculo que presencio en septiembre de 1771, en un café de la feria de S. Ovidio donde una orquesta de diez ciegos, disfrazados al borde del ridículo, interpretaban un canto monótono y disparatado para la diversión de los asistentes, le movió a instruir y rescatar para la sociedad a estos sujetos.
Reafirmo su decisión el suceso de la moneda, producido en 1774, Haüy observa al pasar junto a la Iglesia de S. Roque que las distintas monedas ofrecidas al invidente Francois Lesveur son reconocidas y diferenciadas por este al tacto, este hecho le lleva a intentar demostrar la educabilidad del ciego.
Su experiencia educadora se inicia con F. Lesceur, al que paga por enseñarle la lectura en relieve basándose en letras grabadas en trozos de madera, con caracteres normales, para pasar, mas tarde, a la grabación en papel grueso.
En 1784, crea en Paris, su instituto y demostrara ante la Academia de Paris, como sus alumnos invidentes podían leer y escribir, lo que le valió el ser declarado por dicha institución como el verdadero creador del sistema de escritura en relieve.
El gran merito, sin duda, de Haüy, fue haber abierto la vía de acceso a la cultura para los invidentes.
Su escuela que pasara al Estado en 1791, es clausurada por Napoleón, si bien abierta en 1804, y será visitada por el Papa.
Su fama traspasa la frontera gala, siendo invitado por Alejandro I de Rusia, país donde permanece durante once años, aunque sin fundar escuela alguna, por falta de apoyo oficial, si bien escribió en este periodo su principal obra, “Ensayo sobre la educación de los ciegos”, primera en su genero y escrita en relieve.
Visito, asimismo, Prusia y Alemania, donde Steglitz, abrirá por consejo de Haüy la primera escuela de este país para ciegos.
Desde su regreso a Paris, en 1817, hasta su muerte, Haüy dedicara todos sus esfuerzos a la educación de los invidentes en el Hospital de S. Lázaro.
BRAILLE Louis
Nació en 1809 en Coupvray, profesor de invidentes francés.
Perdió la vista cuando tenia tan solo tres años, ya que mientras jugaba con un cuchillo, se perforo el ojo derecho, unas semanas mas tarde, como consecuencia de una oftalmia simpática instaurada en el izquierdo, quedaba ciego de ambos ojos.
En 1818 ingreso como interno en el instituto Nacional para Jóvenes Ciegos de Paris, donde gracias al sistema Haüy aprendió a leer y escribir, pronto mostró sus dotes para la ciencia y la música, y se hizo famoso en Paris como interprete de órgano y violonchelo.
En 1828 comenzó a dar clases en el Instituto, y un año después concibió la idea de modificar el sistema de escritura por puntos de Barbier, utilizado por el ejercito en la redacción de mensajes cifrados, para aplicarlo a la lectura de los invidentes.
Este método se basa en puntos y guiones en relieve sobre cartón.
En 1829 publica la primera edición de su sistema con el titulo “Procede pour ecrire les paroles, la musique et le plain-chant au moyen de points a l´usage des aveugles et disposes pour eux” fruto de su abnegada dedicación y de los conocimientos que poseía sobre las investigaciones realizadas acerca del tema.
Ya en el siglo XVI, J. Cardan había apuntado la posibilidad de poder enseñar a os ciegos, siendo el propio F. Lucas en su “Arte de escribir” publicada en Madrid en 1550, quien demostraba poseer el germen de este tipo de enseñanza, ilustrándolo con laminas.
Pero será el físico italiano padre Lana, en el capitulo segundo de su “Prodomo overo saggio di alcune invenzioni nuove” quien exponga el primer sistema para la enseñanza del invidente.
Sin embargo, como antes se apuntaba, será el campo de la milicia, concretamente el militar Nicolás Barbier quien de el paso definitivo que posteriormente culmina Braille, en su obra “Cuadro de expediografia”.
En ella se explica su sonografia tendente a paliar la dificultad de los soldados para poder escribir y leer en la oscuridad por lo que se conoce el sistema como escritura nocturna; es sistema esta basado en la combinación de letras y sonidos en un patrón, de forma que a cada una de ellas le corresponda uno de estos, siendo de gran aportación el remarcar el punto de relieve como la clave para realizar una lectura por medio del tacto.
Tres años después de difundirse el método Barbier, Braille que conocía de viva voz las experiencias del militar, trato de perfeccionarlo, inventando su propio sistema cuando cumplía los 16 años de edad.
El método reducía a seis puntos los doce de Barbier, con lo que, combinándolos en dos columnas de tres filas daba lugar a todas las letras del alfabeto, signos de ortografía, de numeración y aritméticos.
Aunque hay quien acusa a Braille de simple imitador, lo hace sin fundamento, como corrobora las palabras del mismo Barbier, “Es M. Louis Braille, joven alumno, hoy repetidor de la Institución Royale de Paris, quien primero ha tenido la feliz idea de reducir la escritura puntada al solo uso de una regleta rayada de tres líneas.
Para trazar los puntos pertinentes en su método invento un aparato rectangular con varios surcos horizontales, igualmente esparcidos, a los que se les supone un bastidor marcando tres orificios que forman los generadores de las letras.
Así se va punzando el papel, anotando en cada uno de los espacios formados una sola letra.
La lectura se realiza pasando la yema del dedo -generalmente el índice- por esos relieves lo que permite la lectura por medio del tacto.
La fama alcanzada -no sin dificultades, dada la sencillez del sistema-, hizo que este se adoptara como método oficial de la Institución Royale en 1854.
Posteriormente, en el Congreso Internacional celebrado en Paris en 1878, se acordó la utilización del Braille como método universal por su probada utilidad didáctica.
Además de su gran obra publicada en 1829 y reeditada en 1837, publico “La grammaire des grammaires, 1827, Petit memento d´arithemetique a l´usage des comencants contentant les nombres entiers et les fractions decimales, sui de 100 problemes, 1838”
PONCE DE LEON, Pedro
Primer inventor conocido en el arte de instruir a los sordomudos.
Nace en Sahagun (León) en 1514 y muere en Oña (Burgos) en 1584.
Tomo el habito de benedictino en 1526.
La existencia en su abadía de un hermano lego sordomudo parece que fue la causa que motivo su arte de instruir sordomudos.
Tradicionalmente se pensaba, siguiendo a Aristóteles que cuantos sordos de nacimiento son también mudos.
Tal creencia invadió el plano jurídico, de manera que los mudos no podían heredar.
El invento de Ponce de León, según manifiesta Lasso, en su tratado legal sobre mudos, que dio a la luz en 1901 Domingo Vaca, en el Bile, hará cambiar la cedula de Carlos V en 1546.
Pese a todo, de escasa podrían calificarse las noticias que nos han llegado de Ponce de León y de su arte inventiva.
Cuando el P. Feijoo solicita al general de los benedictinos los documentos de y sobre Ponce de León, en poder de la Orden, el P. Iñigo Ferreras le remitirá la partida de defunción, por la que conocemos la fecha de su muerte y una escritura (24-IX-1578) otorgada por Ponce de León en San Salvador de Oña, ante el escribano Juan Palacios, fundando una capellania “ ... yo el dicho Fr. Pedro Ponce, monje de esta casa de Oña ... e bienes discípulos que he tenido a los cuales con la industria de Dios fue servido de me dar en esta Santa Casa por meritos de Fr. S. Juan Bautista y de nuestro P.S. Iñigo tuve discípulos que fueron sordos y mudos a nativitate, hijos de grandes Señores e de personas principales a quienes mostré hablar, leer y escribir y cantar y a rezar y a ayudar a Misa, y a saber la doctrina cristiana y a saber por palabras confesar e algunos Latín y Griego y a entender la lengua italiana” documento referenciado por Feijoo en sus “Cartas eruditas y curiosas” (Madrid 1753), en el tomo IV, carta VII, pagina 88m y confirmado en su contenido por le testimonio de autores coetáneos a Ponce y algunos incluso testigos oculares, como Ambrosio de Morales, Fr. Juan de Castañiza, compañero de Ponce de Leon, y otros.
Ellos anotan lo que hoy conocemos respecto a la obra y método seguido por Ponce de León, en la instrucción del sordomudo.
Así, Ambrosio Morales, “otro insigne español de ingenio peregrino y de industria increíble, si no lo hubiéramos visto, es el que ha enseñado a hablar a los mudos con arte perfecta que el ha inventado; y el es padre Fr. Pedro Ponce, monje de la Orden de S. Benito, que ha mostrado hablar a dos hermanos y a una hermana del Condestable, mudos; y ahora muestra a un hijo de la Justicia de Aragón;”
Y más adelante, refiriéndose al método de Ponce, anota; “ así les habla por señas o se les escribe, y ellos responden luego de palabras y también escriben muy concertadamente una carta o cualquier otra cosa”
Francisco Valles, comenta; “ Pedro Ponce, monje benedictino y amigo mío, que -cosa admirable- enseña a hablar a los mudos, no con otra arte sino instruyéndolos primeramente a escribir indicándoles con el dedo las cosas que corresponden a la escritura, después enseñaba los movimientos que en la lengua correspondían a las letras y como con los que oyen se empieza por el habla, así con los mudos se empieza bien por la escritura... los que tienen oído pueden usar de la escritura en lugar del habla, y ellos por la vista, como otros por el oído, logran las noticias de las cosas sagradas; y de esto soy testigo en los discípulos de mi amigo nombrado”
No hay mas referencias a su método, y aunque Feijoo y otros autores han querido que en la obra de Juan Pablo Bonet, “Reducción de las letras”, un plagio respecto a la supuesta de Ponce, nadie ha podido probar tal aserción.
De la existencia de la obra de Ponce -hoy perdida- dan constancia el testimonio del expresado Lasso en 1550 “no quiso escribir ni tratar la industria, solicitud y curiosidad que basta a que los mudos a natura hablen, porque aquesto el solo inventor de ella lo tiene esculpido, guardado y reservado para sí”
P. Castañiza, compañero de Ponce escribe; “Pedro Ponce, monje profeso de Sahagun, por industria enseña a hablar a los mudos, diciendo el gran filosofo Aristóteles, que es imposible y han descubierto por verdadera filosofía la posibilidad y razones que hay para ello, y lo dejara bien probado en un libro que de ello tiene escrito”
Cabe sospechar, sin embargo, que tanto Bonet, como Ramírez de Carrion, debieron conocer el método de Ponce a través de los discípulos desmutizados por este, continuando así su obra inmortal.
La primera escuela de sordomudos que existe en España tuvo su sede en Burgos.
En el siglo XVI, en Burgos un monje benedictino de origen vallisoletano procedente de la Abadía de Sahagun (León) y residente en el Monasterio de Oña (Burgos) Ponce de León es el fundador de estas primeras experiencias en la educación con sordos.
Estas experiencias van a tener una doble influencia, significa ser el paso que abre una puerta a la esperanza en la educación de los sordos, creando un método operativo, y por otro lado ofrece una aportación a todo el ámbito de la educación especial y es el que algunas de sus adquisiciones se aplicaran también a la educación de los ciegos.
Esta labor se lleva a cabo en 1545 cuando los hijos de los marqueses de Berlanga, Francisco y Pedro, de once y nueve años respectivamente, son internados en el Monasterio Benedicto de Oña, con el fin de iniciarles en una educación, aunque muy elemental, ya que son mudos y no han sido suficientemente estimulados a hablar por ser sordos, pero reciben educación, la misión del maestro será muy reducida, que aprendan buenos modales, evitar que lancen gritos descompensados, entregarse a alguna ocupación, etc.
Eran muchos los educadores que pensaban que los sordos eran mudos, porque la dificultad estaba en la carencia de inteligencia.
Según esta opinión el sordo no podía alcanzar un nivel de aprendizaje escolar porque no hablaba, y no hablaba porque carecía de inteligencia, predominaba la tendencia aristotélica de que los sordo-mudos nunca serian capaces de hablar ni de tener ideas abstractas ni capacidad moral.
Su intervención educativa se inicia con el desarrollo de la imitación como compensación de la sordera y la mudez y que aprendan primero a dibujar las palabras, después a articular algunos monosílabos.
De este modo quedaba demostrado prácticamente que el sordo no tiene por que se mudo y que puede aprender a leer y a escribir, es decir, puede ser escolarizado.
A partir de este momento se van convenciendo de que si estos niños no aprenden no es porque no tengan inteligencia, sino porque faltan maestros que sepan enseñarles, esta escuela demuestra que el sordo es capaz de ser educado, aprendiendo a leer, escribir y hablar.
La incapacidad no esta en el niño, sino en la no-existencia de métodos capaces de enseñarle a aprender.
Se distinguen tres periodos en su intervención;
-
Fase preparatoria
Se inicia al sujeto en la escritura como medio de comprensión y expresión para el sordomudo.
-
Desmutacion progresiva
Conlleva deletreo, pronunciación, lectura elemental, conversación y diario hablado
-
Complementaria
Estas dos etapas anteriores se finaliza con una de apoyo que se amplia las lecturas, el diario escrito, inicio de la aritmética y complementos gramaticales según las posibilidades de cada alumno.
Con el desarrollo de estas etapas se consiguen poner las bases para el aprendizaje escolar de los niños sordos.
Victima de la mentalidad de su tiempo, será relegada tanto su persona como su obra, perjudicando el desarrollo de la enseñanza de los sordos.
Ninguno de sus hermanos en el monasterio quiso continuar su obra e incluso tuvieron interés en ocultarla.
Varias son las hipótesis estructuradas, una de las razones parece ser los orígenes bastardos de su fundador y lo peligroso de su contenido, sus practicas chocaban con la mentalidad aristotélica de la incapacidad del sordo para poder hablar, que era la mentalidad dominante en la época.
Los cuadernos y los papeles del primer maestro de sordos permanecen ocultos durante varios siglos, apropiándose de ellos Juan Pablo Bonet y Ramírez Carrión.
Su doctrina se extiende por toda Europa, atribuyéndoles el prestigio de ser los inventores de la primera escuela de sordo-mudos, siendo así que su verdadero fundador había sido Pedro Ponce de León en el Monasterio de Oña de Burgos.
En 1839 aparece la obra inédita de Ponce de León, este acontecimiento es considerado por los profesores del Colegio Nacional de Sordos de Madrid, como un hecho memorable y de igual modo es valorado por el Director del Instituto de Sordos de Paris.
L´EPEE, Charles Michel de
Bienhechor y escritor francés, nació en Versalles y murió en Paris (1712-1789)
Se dedicaba al sacerdocio, pero en el momento de recibir la tansura, se negó a firmar una proposición de fe contraria a sus principios y estudio entonces la carrera de Derecho.
Mas tarde, el obispo de Troyes, sobrino de Bossuet, le ofreció una canónica en diócesis, y desde entonces predico el Evangelio, hasta que fue suspendido a consecuencia de sus ideas jansenistas.
La vista de dos jóvenes sordomudos, le sugirió la idea de buscar un lenguaje de signos que les permitiese entenderse con otras personas echando los factores de este sistema que más tarde perfecciono el Abate Sicard.
Destino toda su fortuna a los sordomudos y no bastándoles sus rentas, obtuvo de Luis XVI, una cantidad anual.
Patriota entusiasta, no quiso aceptar nunca los ofrecimientos más brillantes del extranjero, incluso de soberanos como Catalina II y José II.
Dos años después de la muerte del abate, la asamblea nacional decreto que su nombre debía figurar entre los de los bienhechores de la humanidad, y convirtió la escuela en establecimiento oficial (1791).
Se le dedico un monumento en la Iglesia de San Roque de Paris, donde reposan sus restos.
Escribió Institution deus sourds muets (1774), Institution deus sourds et muets por la voie des signes methodiques (1776), Veritable maniere d´instruire les de sourds-muets, obra terminada por Sicard y L´art de´aprende a parter des sourds-muets de noissance (1820)
PESTALOZZI Johann Heinrich
Reformador de la educación suizo, cuyas teorías establecieron los cimientos para la moderna educación elemental.
Nació en Zurich, en 1746, y muere en 1827, en cuya universidad estudio en 1775, bajo la influencia de los trabajos del filosofo francés Jean Jacques Rousseau.
Comenzó sus experimentos en educación abriendo una escuela para los niños pobres cerca de Zurich, después de cinco años abandono el proyecto por falta de fondos.
Durante los siguientes veinte años permaneció en el cantón, formulando sus teorías y escribió dos libros, “Las horas de la tarde de un ermitaño” (1781), una serie de observaciones aforísticas sobre educación y Leonardo y Gertrudis (4 volúmenes 1781-1785), una novela didáctica que expone sus teorías sobre la reforma social a través de la educación.
En 1798 abrió una escuela para huérfanos en Stans que cerro pocos meses después, por falta de fondos, en 1799 volvió a abrir otra en Burgdorf que traslado en 1805 a Yverdon.
Esta escuela era para niños de toda Europa y sirvió durante 20 años como una muestra del sistema pestalozziano, en el que el niño es guiado para aprender a través de la practica y la observación, y por medio de la utilización natural de los sentidos.
Pestalozzi defendía a la individualidad del niño y la necesidad de que los maestros fueran preparados para lograr un desarrollo integral del alumno mas que para implantarles conocimientos.
Sus ideas ejercieron gran influencia en los sistemas de la escuela elemental del mundo occidental, particularmente en el área de la formación de los profesores.
Entre sus últimos escritos están “Como enseña Gertrudis a sus hijos” (1801) un tratado educativo con forma epistolar, y la autobiografica “La canción de Swan” (1826).
Gran parte de los trabajos de Pestalozzi, aparecieron recopilados en “Colección de escritos de Pestalozzi” (1902)
Pestalozzi representa todavía trascendental papel en el mundo pedagógico contemporáneo; la pedagogía social, la escuela activa y la pedagogía moral apelan a Pestalozzi como a eximio precursor.
Y de hecho fue una de las grandes lumbreras del pasado y en cierta manera un héroe de la educación. “Tan heroico ha sido Pestalozzi en su vida, como Rousseau fue todo lo contrario. La abnegación para con los demás ocupa en aquel el puesto que en Rousseau llenaba el egoísmo sentimental” (Dewey).
Pestalozzi es autor de algunas de nuestras ideas fundamentales concernientes a la pedagogía de la escuela primaria. Era, ante todo, cristiano convencido. Explanamos enseguida algunos de sus principios de educación.
--Paralelismo entre el crecimiento orgánico y el desarrollo humano—
No llego a formular claramente sus ideas fundamentales. La comparación que aquí establece es impresionante, y el mismo asegura que le lleno de entusiasmo. En ella podemos encontrar sus seis fundamentales principios; espontaneidad, intuición, método, armonía de facultades, medio social, y sus ideas de una formación moral y religiosa.
“Es, a mi ver, la naturaleza intima de la educación como un árbol plantado al borde de la corriente... ¿De donde viene? ... En la pequeña semilla o núcleo que se deposito en la tierra esta el espíritu, la esencia del árbol..., que por si mismo y para sí mismo se crea un cuerpo. El núcleo se pudre y pierde su envoltura, y su vida se transfunde a las raíces... Todo el árbol, hasta sus más menuda fibras, salió de las raíces.
Es la prolongación ininterrumpida de los elementos que existan ya en las raíces... Consideremos todos los elementos constitutivos del árbol; raíces, tronco, corteza, madera, hojas; como conservan su propia naturaleza, su independencia; como cada cual se desarrolla según sus leyes propias, aunque bajo la dirección del espíritu orgánico del árbol, que hace concurrir a todos a la producción del fruto, es decir, la envoltura del misteriosos núcleo del que salió el árbol mismo ... Pero no basta considerar esta fuerza de asimilación y crecimiento de las raíces en tierra fértil..., sino que es preciso también notar la mengua de esta fuerza de asimilación en suelo seco o pedregoso, o en condiciones climatológicas desfavorables...
Como veo crecer el árbol, así veo crecer al hombre. Desde antes de su nacimiento están en el niño los gérmenes de las disposiciones que se desarrollaran en él por el hecho mismo de la vida. En el niño, también, sus facultades nativas son independientes unas de otras y se desarrollaran según su propia ley. Pero... esas facultades aisladas, que son el saber, el querer y el poder, se armonizan gracias al espíritu invisible y concurren todas juntas a la formación de la naturaleza humana, a la realización de la humanidad, a la cultura del hombre, creado a imagen de Dios, para llegar a ser perfecto, como es perfecto su Padre celestial... También hay para el organismo humano causas de decaimiento y de muerte. También en él hay una raíz que encuentra, primero en su propia carne y sangre, y después en su ambiente, cuando no en su mismo espíritu y corazón, causas de ruina para todo lo propio de la verdadera humanidad, que esta hecha de fe y amor... El organismo físico no tiene poder sobre la influencia del medio; el organismo humano, por el contrario, es libre para dejarse influir por su naturaleza sensible y por su ambiente; es un organismo moral dotado de libertad... y esclarecido por una conciencia que es la voz de Dios.
--Dios centro de la vida y de la educación—
Para Pestalozzi, educación moral y educación religiosa forman unidad absoluta. Si le falta inspiración religiosa, la educación moral no es mas que charla insustancial.
La relación con Dios, es la relación primordial de la humanidad. La fe en Dios es fuente de paz en la vida; la paz en la vida es fuente del orden intimo; el orden intimo es fuente del empleo normal de nuestras fuerzas, es fuente del propio crecimiento y desarrollo hasta la sabiduría; la sabiduría es fuente de todo bien.
La fe en Dios es fuente de toda sabiduría y de todo bien, y fuente natural de la verdadera educación de la humanidad.
La fe en Dios es lazo entre el príncipe y su pueblo. La fe en Dios es fuente del puro amor paterno y del fraternal amor en la humanidad; y la fuente de toda justicia.
La fe popular en la divinidad es fuente de virtudes en el pueblo; de toda bendición que caiga sobre el pueblo; de todo poder del pueblo.
La incredulidad es fuente de destrucción para todas las relaciones intimas de la sociedad.
Las fuerzas humanas no engendraran bendición sino por la fe en Dios.
--La educación familiar, tronco de toda educación—
La familia es para Pestalozzi la célula del organismo social, y, desde luego, también la célula del organismo que educa al hombre. Sobre este papel de la familia en la educación ha escrito paginas magnificas entre las buenas de la literatura pedagógica.
La feliz serenidad de la vida, la mirada alegre, libre de todo vano deseo, la actividad optimista dentro de los limites del propio Estado, el dominio de las pasiones que turban y accidentan la vida y la hacen desgraciada; propiedades son que yo no sabría desarrollar mejor ni más seguramente que invitando al hombre a buscar desde la infancia la felicidad en las alegrías de la familia, que le enseñen a perseguir en el cumplimiento de los deberes familiares su grandeza, su virtud, su sabiduría y su bien.
El sentido común, tan necesario al hombree todos los estados y circunstancias, no podría desarrollarse de manera mejor ni más sencilla que aplicándolo a las de la vida familiar, que vale tanto como dirigirlo a las cosas practicas, próximas, necesarias y útiles.
Ese espíritu simple e imperturbable que hace bien y da remate a cuanto emprende; esa perseverancia longanime en el trabajo cotidiano, característica de la prudencia y de la grandeza humana; esa paciencia para soportar al prójimo y llevarlo a su fin a pesar de todas las trabas; esa firmeza y unidad de carácter, en parte alegan van tan bien asociadas y desenvueltas como bajo la influencia de las ocupaciones de una vida familiar bien ordenada.
Los hombres que tienen buen éxito en las empresas de la vida practican no se encuentran de ordinario entre lo que recibieron en su juventud una educación completamente artificial. Y aun en aquellas ciencias en que el hombre parece no haber recibido cosa apreciable de las instituciones familiares, encontramos que los mayores talentos salieron de casas, cuando no de verdaderos tugurios, donde la educación nada tiene de artificial. En cualquier rama del saber hay, en primer termino, hombres que fueron educados en su juventud en el circulo familiar y que solo se aplicaron a las ciencias en edad más avanzada.
La falta de formación en lo familiar no puede ser reemplazada por la formación científica en cualquiera de las ramas de la practica o de la ciencia teórica humana.
En la formación de los hombres, la prudencia y sabiduría familiar es como el tronco del árbol; sobre ese tronco han de crecer todas las ramas del saber, ciencias y profesiones, y en cuanto ese tronco carezca de sabia, se agostaran los retoños.
Alza tu cabeza, siglo de la luz, y testifica contra ti mismo; tu ciencia no complace al pueblo; tus sabios bostezan de fastidio e inclinan la cabeza bajo otros afanes; sempiternos hipocondríacos, cubren de ceniza la brasa viva de la esperanza en la juventud; millares de vidas discurren miserablemente; las gentes están desalentadas y hartas de sí mismas, descontentas de su profesión y de su estado, inactivas y sin quehacer, porque en su juventud les falto la educación familiar indispensable.
Por todas estas gentes -y son legión-que se ahogan en los pantanos académicos, incluido aquel triste Rousseau, que, al faltarle la educación familiar vio rebajado y marchito todo su ser, clama la historia “Quien no haya pasado su juventud en la disciplina de una vida familiar bien ordenada, no podrá hacer otra cosa, a despecho de los dones y talentos que pueda tener, que extraviarse miserablemente por este mundo”.
--Resumen de mis principios—
En 1817, Pestalozzi, contaba ya setenta y dos años, dicto este resumen destinado a los padres de familia.
La vida entera terrenal del hombre es una fase de la educación en la que, por voluntad del creador, han de desarrollarse las facultades con miras a la eternidad. Las instituciones sociales y las relaciones en que el hombre vive han de considerarse como etapas y recursos para su educación propia y destino eterno. No se puede ser menospreciada o ignoradas, sino que han e dirigirse y utilizarse hacia el principal fin de la educación, que es la eternidad.
La moral y la religión, deducidas de la razón y la revelación han de formar la base de todos los medios con que se han de trabajar en la prosecución de ese fin noble y eterno de la humanidad. Educación sin estos medios principales, o educación en la que solo tomen una parte subordinada, es, a mi ver, un contrasentido. Separar la religión de la conducta ordinaria de los hombres para hacer la consistir puramente en las practica religiosas, es error harto común, que se paga caro y que debe ser combatido arduamente.
El afecto instintivo del hijo para con su madre ha de ser secundado por la educación natural.
Tanto mas feliz es el niño cuantas más ocasiones se le dan de enriquecer y rectificar sus puntos de vista por propia experiencia; siéntese satisfecho cuando se le da ocasión para el empleo y desarrollo de sus fuerzas, a lo cual, por otro lado, lo arrastra la naturaleza.
De ordinario, la enseñanza tiene por único papel comunicar un cierto conocimiento del idioma y de la geografía. Frecuentemente comprobamos sin embargo, en la vida practica que solo podemos utilizar una mínima parte de lo que en la escuela aprendemos, cuando, por el contrario, el sentido común y el juicio recto nos hacen falta a cada paso; por ello, la enseñanza ah de prestar, evidentemente, los conocimientos necesarios para la vida; pero soy convencido de que me importan mucho más tender al perfeccionamiento de las facultades espirituales, sobre todo del corazón.
En lugar de reducir la enseñanza a puro memorismo y hacer de ella algo que aterrorice al alumno, creo que, teniendo en cuenta el real y positivo deseo de aprender que hay en los pequeños, dee comenzar en los primeros principios de la ciencia que el niño esta en condiciones de entender. El niño, guiado por el maestro, debe ser invitado a progresar gracias a la investigación personal y a encontrar su recompensa en la vida misma.
No creo en la necesidad de los castigos corporales; me parecen algo artificiosos y poco natural; jamás hago uso de ellos.
Declaro, además, que no creo estar, ni mucho menos, en contradicción, por mi método, con aquellos rectos, píos y competentes preceptores que no pierden de vista el fin inmutable de la educación, que adaptan a su enseñanza a la naturaleza del hombre y al carácter de la ciencia, que aman y buscan la verdad y consagran generosamente su vida a al juventud. Con sincero corazón les tiendo la mano y les deseo en su trabajo rica cosecha y rápidos progresos.
MONTESSORI Maria
Nació el 31 de agosto den 1870 en Chiaravalle, provincia de las marcas, Italia; murió el 6 de mayo de 1952 en Noordwijk, Holanda.
Curso estudios en la universidad de Roma, y fue la primera mujer medico de Italia, se graduó de la escuela de medicina en 1896 y comenzó la Casa di Bambini, en 1906 en Roma.
Es conocida por el método Montessori para la educación preescolar, su sistema extendido por todo el mundo, defiende el desarrollo de la iniciativa y de la autoconfianza para permitir a los niños hacer por ellos mismos las cosas que les interesan, sin los limites de una severa disciplina.
Cuando un niño esta preparado para aprender algo nuevo y más difícil, el profesor dirige los primeros momentos para evitar esfuerzos excesivos y el aprendizaje de hábitos erróneos;
Consideró siempre que la ciencia debía comprometerse con los problemas y destinos de la humanidad. Por esto, desde sus primeras actuaciones, se entregó a enfrentar serios problemas sociales, no como “benefactora” sino como científica. Su vocación por los procesos de formación del hombre la llevó desde la antropología pedagógica a los trabajos de recuperación de niños oligofrénicos, punto de contacto entre medicina y educación.
Afirmaba la joven médica dos convicciones que habría de orientar su trabajo futuro:
1)que la pedagogía necesita como base indispensable la psicología, y
2) que los adelantos observados en la educación de los niños deficientes podían aplicarse, con los recursos científicos adecuados, a los niños normales.
Montessori reacciona contra la psicología fisiológica o psicométrica, que tendía a estatizar él dinamismo de la vida psíquica, que sorprendía hechos aislados y pretendía dictar leyes a la educación.
Utilizó el término “individualidad” para asimilarlo como sinónimo de carácter y para adscribirlo a una tipología, en las que las diferencias personales se homogenizan en paradigmas abstractos. “Los educadores, a quienes para su acción práctica sobre la infancia no se les enseñan otros conocimientos que los que se obtienen estudiando esta abstracta
personalidad, entran en el campo de la escuela con el preconcepto de que deben buscar entre todos los escolares, poco más o menos, la encarnación de ese tipo, y así, durante años y años, se hacen la ilusión de haber conocido y educado al niño”.
Montessori permite a los niños aprender a leer y escribir mas rápidamente y con mayor facilidad.
Entre sus escritos destacan “El método Montessori” (1912) y “Desarrollo del metodo Montessori” (1917).
--Disciplina de la libertad—
¿Cómo obtendremos la disciplina en una clase de niños libres? Cierto que nuestro sistema concibe de modo diferente la disciplina, si la disciplina se funda en la libertad, debe necesariamente ser activa. No decimos de un individuo que es disciplinado porque ha llegado a ser artificialmente silencioso como un mudo, e inmóvil como un paralítico. Ese es un individuo anonadado, no disciplinado.
Llamamos disciplinado a aquel que es dueño de sí y que puede, en consecuencia, disponer de sí mismo donde sea preciso segur una regla de vida.
Esta idea de disciplina activa no es fácil de comprender y de obtener, pero de fijo contiene un alto principio de educación, bien distinto de la coacción absoluta e indiscutida de la movilidad.
Una técnica especial es necesaria a la que instruye para guiar al niño en este camino de la disciplina, por donde deberá marchar toda su vida, avanzando indefinidamente hacia la perfección. Cuando el niño aprende a hacer movimientos en lugar de permanecer inmóvil, no se prepara para le escuela, sino para la vida; de suerte que llega a ser individuo correcto pro habito y por practica aun en las manifestaciones sociales corrientes. Así, el niño se acostumbra a una disciplina no limitada al ambiente escolar, sino extendida a la sociedad.
La libertad del niño debe tener por limite el interés colectivo; por forma, lo que llamamos educación de los modales y los actos.
Debemos, pues, proscribir en el niño cuanto puede perjudicar a los demás u ofendernos; todo lo que signifique descortesía o acción menos digna. Pero todo lo demás, toda manifestación que tenga un fin útil -sea cual fuere y bajo la forma que fuere—debe ser, no solo permitida al n niño, sino observada también por el maestro. Porque eso es lo esencial. El maestro deberá adquirir no solo la capacidad que le venga de la preparación científica, sino también las cualidades del observador de fenómenos naturales. En nuestro sistema, deberá ser persona paciente, mas que activa, y su paciencia estará formada por una ávida curiosidad científica y de un respeto absoluto para el fenómeno que quiere observar. El maestro debe comprender y sentir su postura de observador; la actividad debe residir en el fenómeno.
Apliquemos este principio a la escuela de niños que despliegan las primeras manifestaciones psíquicas de su vida. No podemos calar las consecuencias de un acto espontáneo, ahogado cuando el niño comienza a obrar; con ello ahogamos tal vez la vida misma. La humanidad—que se revela en sus esplendores intelectuales desde la edad encantadora de la infancia, como el sol se levanta con el alba y como la flor se manifiesta con la primera aparición de los pétalos—debería ser respetada con religiosa veneración; y si algún acto educativo ha de ser eficaz, será el que tienda a ayudar al completo desarrollo de la vida.
Para llegar a este fin es necesario evitar rigurosamente la detención de todo movimiento espontáneo y la imposición de actos por voluntad ajena; a menos que se trate de acciones inútiles y peligrosas porque estas, claro esta, deben justamente ser ahogadas y destruidas.
Jamás se podrá obtener parecida disciplina por medio de mandatos, ordenes reiteradas o por los medios disciplinarios universalmente reconocidos.
Así, no solo resultan ordenadas las acciones, sino también multiplicada la vida. En efecto, tal disciplina se relaciona con los trabajos extraordinarios para la edad de los niños; y esto no depende ciertamente del maestro, sino de una especie de milagro que se opera en la vida interior de cada pequeño.
Para conseguir la disciplina es por completo inútil echar mano de reproches y de discursos persuasivos; estos pueden, tal vez, al principio producir la ilusión de cierta eficacia; pero tan pronto como aparezca la nueva y verdadera disciplina, todo caerá como la fantasía ante la realidad.
Las primeras nociones de disciplina nos las da el trabajo, mas tarde o más temprano ocurre que un niño se interesa vivamente por su trabajo, así resulta de la expresión de su rostro, de su intensa atención, de su constancia en el mismo ejercicio. Ese niño llegara a conseguir la disciplina y eso, cualquiera que fuesen la acción que ejecuta, el resultado será el mismo.
Por otro lado, sin embargo, podemos ejercer nuestra influencia sobre el niño mediante lecciones repetidas, basándose en silencio; la inmovilidad perfecta, la pronta atención para recibir su propio nombre pronunciado de lejos y en voz baja, los movimientos ligeros coordinados para no tropezar los objetos y el andar muy suave y ligeramente. Todo constituye una preparación muy eficaz para ordenar la personalidad motriz y psíquica.
Cuando el fenómeno trabajo queda establecido, debemos vigilarlo con escrupulosa exactitud, graduando los ejercicios según las indicaciones de la experiencia.
La mayor dificultad consiste en disciplinar la verdad al hombre. No se consigue esto con la palabra, porque un hombre no se disciplina con solo oir hablar a otro, pero el fenómeno requiere, como preparación, una serie de actos complejos, como son, por ejemplo, la entera aplicación de un método educativo.
Se llega pues, a conseguir la disciplina por un camino indirecto. No es afrontado el error y combatiéndolo como se llega al fin, sino desarrollando la actividad por medio del trabajo espontáneo.
De cualquier forma, el trabajo no puede ser impuesto al niño arbitrariamente, y en esto mismo consiste el método. El trabajo que le tendremos preparado será aquel mismo a que aspira intima y oscuramente, aquel mismo que reclama en secreto con las tendencias latentes de su ser y en el que su individuo quisiera formarse poco a poco; en fin, el trabajo capaz de ordenar su personalidad y de abrirle un camino de expansión sin limites.
Otra observación importante se refiere a la duración del tiempo de ejecución de los actos. Los niños que hacen por si mismos sus primeros ensayos son muy lentos al ejecutar sus actos. Sui vida, a este respeco, tiene leyes particulares por completo diferentes a las nuestras.
Los pequeños cumplen con lenta constancia actos complejos muy agradables para ellos, como son vestirse, desnudarse, lavarse, todo esto es muy paciente, y terminan sus actos, laboriosamente, venciendo todas las dificultades que supone un organismo todavía en vías de formación. Y nosotros, que creemos verlos fatigados y perdiendo el tiempo siempre a consecuencia del mismo prejuicio de que el fin perseguido es el cumplimiento del acto externo, nosotros, digo, lo sustituimos deliberadamente haciendo lo que ellos quisieran hacer; vestimos y lavamos al niño, le quitamos de las manos los objetos que tanto le gusta manejar, le ponemos sopa en el plato y se la metemos en la boca y quitamos la mesa en vez de el.
Y por contrario, le tendemos, injustamente, incapaz o inepto; o le acusamos de lentitud únicamente porque no tenemos paciencia para esperar le fin de sus actos, que obedecen a leyes de tiempo diferentes a las nuestras; o le reprochamos por querer imponernos su voluntad, cuando somos nosotros lo que hemos abusado de nuestro poder. ,
Esta acusación, esta injusticia, esta calumnia, pesan, con el peso de un dogma, sobre la paciente y dulce personalidad del niño.
Como cualquier hombre fuerte que defiende con valor su derecho a la vida, el niño se revela contar quien ofende aquel algo que siente en si, y que o es mas s que la voz de la naturaleza, a la cual debe obedecer. Entonces es cuando quiere hacer comprender con actos violentos, con gritos y lloros que ha sido oprimido. Con retroceder en su camino natural, se las ha como un rebelde, un revolucionario, un destructor. Por eso, el adulto, aun amándolo, remacha la calumnia si confunde la defensa sed la vida ofendida con una rabieta propia solo de niños pequeños.
Con frecuencia -otro prejuicio—creemos que para obtener del niño un acto voluntario basta con mandárselo y llamamos a esto la obediencia del niño.
Abundan los niños desobedientes de tres o cuatro años; su resistencia nos desespera y a veces nos hace renunciar a ser obedecidos. Y pregonaos mucho a los niños la virtud, por excelencia, propia de la infancia, justamente porque no la encontramos sino rara vez en los niños.
Bastaría, sin embargo, considerar que esta obediencia, sobre la que tanto insistimos, se manifestase mas tarde como un primer encosayo natural en los niños ya mayores, y después como un instinto en el hombre, que se produce espontáneamente, y es casi uno de los instintos mas fuertes de la humanidad. Porque la sociedad esta organizada por completo sobre el plan de la más maravillosa obediencia, y la propia civilización no progresa sino sobre los carriles de esa misma virtud.
Es, pues, natural que, queriendo a un niño, le indiquemos la obediencia como camino de vida, y se comprende la inquietud que casi todos los experimentamos al chocar contra la desobediencia característica de los niños. Pero no se puede llegar a la obediencia sino para una formación compleja de la personalidad psíquica; para obedecer no gasta solamente querer, obedecer, sino también saber obedecer. Al ordenar una cosa, se deja entender que hay una actividad correspondiente para hacerla o para no hacerla; la obediencia lleva, pues, consigo una formación de la voluntad y una formación intelectual.
Preparar en sus detalles esta formación mediante ejercicios especiales, es aunque indirectamente, empujar al niño hacia la obediencia.
VIVES Luis
Humanista y filosofo español
Nació en 1492 en Valencia, pero residió la mayor parte de su vida en Francia, Inglaterra y los Países Bajos.
Hijo de un descendiente de la corte de Don Jaime Conquistador y de una dama de la familia de Ausias March.
En 1509 marcha a la ciudad de Paris, allí ingresa a la Sorbona realizando estudios de Teología filosofía.
En 1512 fallece su padre, por lo que Vives se traslada a la ciudad de Brujas.
En 1518 escribe su primera obra filosófica, “De initiis Sectis et Laudibus Philosophiae”, en 1519 le concedieron el cargo de profesor de la Universidad de Lovaina.
Dos años mas tarde fallece su protector el príncipe de Croy, y Vives se traslada a Amberes.
En 1522 aparece publicado en Basilea De Civitate Dei (comentarios de San Agustín), en 1523 comienza a vivir en la ciudad de Londres, donde cita la cátedra “Hábeas Christi” en la Universidad de Oxford.
En 1524 contrae matrimonio con Margarita Valldaura, en 1528 regresa a Brujas en completa desgracia, allí es visitado por San Ignacio de Loyola.
Un año después contrae una epidemia, por lo que tiene que trasladarse a Paris, unos meses mas tarde regresa a Brujas y allí a Lovaina, donde reanuda sus clases.
En 1533 comienza a sufrir de gota, en 1535 se traslada a Paris, su enfermedad se agrava por lo que regresa a Brujas.
Fallece en mayo de 1540, en esta ciudad.
En su obra Vives se opone a las distinciones aplicadas por los aristotélicos de su tiempo, que habían generado en una sofistica sin sentido “Liber in pseudo dialecticos” 1519.
Por todo esto Vives, propuso la necesidad de establecer una separación entre la lógica y la metafísica y señalo la importancia de atenerse a la naturaleza. Dentro del pensamiento de Vives hay que destacar su carácter practico, que convertía a la filosofía en una forma de sabiduría y suponía una peculiar y abierta interpretación del cristianismo.
Fue educado Vives con esmero pero con severidad por sus padres, quienes le dieron por maestros a Jerónimo de Amiguet, de Tortosa, y Danel Siro, leridano.
El primero le incito a escribir unas Declaraciones contra Lebrija, cuya Gramática latina introducía importantes modificaciones en la enseñanza y había sido adoptada en las escuelas; pero más tarde maestro y discípulo rectificaron aquel criterio.
Tampoco fue ajeno a la educación de Vives su tío Enrique March, profesor de derecho de la Universidad.
En 1508, la peste azoto cruelmente la ciudad, lo cual origino una seria perturbación en la vida escolar, y temiendo que esto retrasara los estudios del joven Vives, fue este enviado a Paris, allí encontró a otros paisanos suyos, a los profesores Lax, Dolz, Celaza y Enzinas, y tuvo por condiscípulos a Juan Fort, Pedro Iborra y Miguel Santangle.
Pronto se dio a conocer por su seriedad y afición al estudio lo cual fue lo que le valió para ser admitido en la Sorbona, dando conferencias sobre autores antiguos y leyendo algún trabajo original.
Maestro suyo fue el belga Juan Dollard, quien le aconsejaba que para ser buen teólogo y filosofo dejara la gramática y la literatura.
Siguió los cursos de los Colegios de Beauvais y Montaigu, y por entonces perdió a su padre.
Vives, una vez doctorado, ya sea porque estuviera disgustado de la vida escolar y de los maestros parisienses, sea que las circunstancias fuesen poco favorables a los españoles residentes en Francia, sea porque fuese llamado por unos parientes suyos que residían en Flandes, fue cuando se traslado por primera vez a Brujas.
Allí, trabó amistad con el medico valenciano Martinez Población, el canónigo Juan Favinus, humanista, el jurisconsulto Craneweldt y March Laurin.
Su fama de laborioso y erudito iba en aumento, por lo que es señor de Chievres, mas tarde primer ministro de Carlos V, le escogió para preceptor de su sobrino el principie Guillermo de Croy (1517), que a los diez y ocho años era ya obispo de Cambray y al cabo de un año cardenal.
En compañía de este visito el Ilenao y el Brabante, cuyos viajes aprovecho el doctor humanista para adquirir nuevas amistades y componer nuevas obras.
Residía habitualmente en Lovaina, y en 1519 fue nombrado profesor de la Universidad y agregado del Colegio Castrense, encargándosele un curso de ciencias naturales y de bellas letras; por la mañana leía la Historia natural de Plinio y por la tarde las Gergicas.
Allí fue donde intimo con sus compañeros de claustro Martín Dorp, el decano de la Facultad, Bayens mas tarde Papa con el nombre de Adriano VI, y particularmente con Desiderio Erasmo, sexagenario y, quien, apreciado enseguida las cualidades de Vives, le asocio al cabo de unos años a su empresa de editar las obras de San Agustín.
Erasmo le propuso como preceptor del Infante don Fernando, cargo que él había renunciado alegando su precaria salud.
En Mayo del mismo año se traslada a Paris, donde conoció a Guillermo Bude y fue recibido cordialmente, contra lo que él esperaba, por aquellos mismos a quienes había adherido en su tratado In Pseudo Dialecticos.
De regreso a Flandes, paso los últimos meses del año en el castillo de Comines, en casa de Jorge de Halewyn, persona erudita que poseía una excelente biblioteca.
En 1521 se encargo de revisar y comentar el texto de la Ciudad de Dios, apenas había empezado su trabajo cuando murió, victima de un accidente su protector el Cardenal de Croy.
Agotado Vives por el estudio, volvió a Brujas, donde fue acogido generosamente por Pedro de Aguirre, y recibió al poco tiempo un modesto socorro de la reina de Inglaterra, Catalina.
Su idea de aprovechar la estancia del emperador y obtener algún beneficio le retuvo inútilmente en dicha villa, y al poco tiempo volvió a Lovaina.
El mismo año murió Lebrija y la Universidad de Alcalá ofreció la vacante a Vives, pero este disgustado de la enseñanza, rehusó aceptarla.
Propuesto para preceptor de un hijo del duque de Alba por su amigo Juan de Vergara, fue suplantado por otro solicitante y cuando esperaba que el cardenal de Utrech, elevado al solio pontificio, le dispensara su protección, murió este prematuramente.
A pesar de tantos contratiempos, la labor docente de Vives fue fructífera. Tuvo en Lovaina por discípulos a Antoni de Berges, a Diego Gracian de Alderete, a Pedro Makluenda, a Honorato Juan, y a otros cuyos nombres figuran en su dialogo Ludus Chartarum; pero deseando Vives consolidar definitivamente su situación económica se traslado a Londres, donde fue muy bien recibido por el conde Guillermo Montjoie, el cardenal Wolsey, Juan Colet y Tomas More, quien les presentaron al rey Enrique VIII.
Tanto este como su mujer, se quedaron prendados de la dotes del humanista, nombrándole preceptor de su hija la princesa Maria, y lector de la reina, al mismo tiempo que sus amigos obtenían para el una cátedra en el Colegio Corpues Christi de Oxford. Aprovechando uno del los permisos que se le concedieron para ausentarse, contrajo matrimonio con su antigua alumna Margarita Valldaura.
Durante esta época su actividad literaria fue asombrosa, y cuando parecía su posición consolidada, sobrevino la cuestión del divorcio del monarca, ocurrió en 1527, y Vives como es de suponer, se puso del lado de la reina, lo cual disgusto tanto al rey que lo hizo arrestar durante seis semanas y lo desterró de la corte, pero Vives no se atrevió a sostener con entereza la causa de la reina repudiada, por lo cual perdió el favor de ambos y se vio obligado a abandonar su cátedra de Oxford.
La glorificación de Vives ha sido bastante tardía, otros hombres del Renacimiento, muy inferiores al en talento y en doctrina, han pasado a la posteridad con un prestigio superior al de sus meritos. Todavía no es raro hallar tratado de historia de la Filosofía o estudios monográficos sobre el Renacimiento en que la figura de nuestro gran humanista aparece en segundo termino.
Con el resurgir de los estudios críticos y la consiguiente revisión de los valores históricos, la figura de Vives se agiganta en España, la vindicación es obra principalmente de Menéndez y Pelayo y de sus discípulos.
En el extranjero fue especialmente C.F. Lange el que señalo la importancia de su ideología, desde entonces el interés por el conocimiento de las doctrinas de Vives han ido en aumento, debiendo mencionarse en este sentido como labor más intensa y personal la realizada por Foster Watson, fallecido recientemente (1929), quien además de traducir y comentar al filosofo valenciano, hizo colocar a sus expensas una placa conmemorativa del gran humanista en la Universidad de Oxford, donde esta había enseñando.
Recientemente el Gobierno español ha fundado en la Universidad de Valencia la cátedra “Luis Vives”.
JUAN DE HUARTE DE SAN JUAN
Una de las personalidades más eminentes de la segunda mitad del siglo XVI fue este médico de origen navarro, nacido en San Juan del Pie del Puerto ( Hoy Francia).
En 1572 ejerce como médico en Baeza, estando también ligado a Linares, donde tenía casa principal. Su hija mayor Águeda, ingresó en 1587 en el Convento de Santa Catalina de Baeza.
El examen de ingenios para las ciencias, Baeza 1575, publicado en los talleres de Juan Bautista de Montoya, obtuvo un gran éxito, publicándose en Pamplona en 1578, Valencia y Bilbao en 1580 y en Huesca en 1981. La obra tuvo problemas con la Inquisición y estuvo incluida en el catálogo de libros prohibidos en Portugal en 1581, fecha en que desaparecen las ediciones españolas, aunque continuaron en el extranjero, Leyden 1591 y 1652, Amberes 1593 y 1603, Amsterdam 1662 y 1672, y Bruselas en 1702. En 1583 se incluye en el índice de libros prohibidos en España y en el índice de libros expurados en 1584, lo que llevó a una nueva edición corregida, que se imprime en la misma impregna de Juan Bautista de Montoya en 1594, a la que siguieron las de Media del Campo - 1603 -, Barcelona - 1607 -, Alcalá - 1640 -, Madrid - 1668 - y Granada - 1768 -.
Las traducciones son numerosísimas: francesas e italianas antes de terminar el siglo XVI; latinas y neerlandesas en el XVII, alemanas en el XVIII; y una rusa en el XX.
El Examen convierte a Huarte en uno de los padres de la psicología moderna. La obra es un análisis profundo de la psiquis humana.
Con este tipo de autores; de los que apenas existen datos biográficos; de los que vivieron en un tiempo relativamente lejano y en un contexto conflictivo; de los que, como es el caso de Huarte, sólo nos queda una obra también conflictiva, llena de contradicciones internas, que esta obra es, además, un texto cargado de experiencias, en el que vida y obra están unidas...;
---Cuando Platón quería enseñar alguna doctrina grave, sutil y apartada de la vulgar opinión, escogía a sus discípulos los que al le parecían de más delicado ingenios, y a solo estos decía su parecer, sabiendo por experiencia que enseñar cosas delicadas a hombres de bajo entendimiento era gastar l tiempo en vano y echar a perder la doctrina.
Lo segundo que hacia, después de la elección era prevenirlos con algunos presupuestos claros y verdaderos y que no estuviesen lejos de la conclusión.
Hace un inciso al comenzar el libro diciendo “ si hubiera forma para poderte primero tratar, y descubrir a mis solas el talento de tu ingenio; porque si fuera tal cual convenía a esta doctrina, apartándote de los ingenios comunes, en secreto te dijera sentencias tan nuevas y particulares cual jamás pensaste que podía caer en la imaginación de los hombres” e insta al lector que si esta movido a leer este libro por una vana razón, que no-sigua leyendo mas adelante, porque te dacha pena ver probado cuan miserable diferencia de ingenio te cupo.
Las tres conclusiones que Huarte de San Juan, deduce que las diferencias de ingenios son;
“La primera es que de muchas diferencias de ingenio que hay en la especie humana, solo una te puede, con eminencia, caber, sino es que Naturaleza como muy poderosa, al tiempo que te formo echo todo el resto de sus fuerzas en juntar solas dos, o tres; o, por no poder mas, te dejo exulto y privado de todas.
La segunda, que a cada diferencia de ingenio le responde, en eminencia, sola una ciencia y no más; de tal condición, que si no aciertas a elegir la que responde a tu habilidad natural tendrás de las otras gran remisión aunque trabajes días y noches.
La tercera que después de haber entendido cual es la ciencia que a tu ingenio mas le responde, le queda otra dificultad mayor por averiguar; y es si tu habilidad es mas acomodada a la practica que a la teórica, porque estas dos partes, en cualquier genero de letras que sea, son tan opuestas entre sí y piden tan diferentes ingenios, que la una a la otra se remiten como si fueran verdaderos contrarios.
Duras sentencias son, yo lo confieso, pero otra cosa tienen de mas dificultad y aspereza; que de ellas no hay a quien apelar ni poder decir agravios., porque siendo Dios el autor de naturaleza, y viendo que esta no da a cada hombre mas que una diferencia de ingenio, como atrás dije, por la oposición o dificultad que de juntarlas hay, se acomoda con ella, y, de las ciencia que gratuitamente reparte entre los hombres, por maravilla da mas que una en grado eminente.
Este repartimiento de ciencias, yo no dudo si no que le hace Dios teniendo en cuanto con el ingenio y natural disposición de cada uno, porque los talentos que repartió por San Mateo, dice el mismo Evangelista que los dio, a cada cual por su propia virtud”.
En el capitulo primero titulado “donde se declara que cosa es ingenio y cuantas diferencias se hallan de la en la especie humana”, donde se realizan una serie de definiciones sobre lo que es el ingenio, como la de Platón, que dice... “ es instrumento para mostrar y discernir el ser de las cosas”
Ciceron definió el ingenio diciendo “ enseñabilidad y memoria, es lo que llamamos ingenio”
En resumen, lo que trata Huarte de San Juan en este libro es hacer una distinción entre hábiles y no hábiles para ser enseñados, entre los que poseen el ingenio por naturaleza y los que no, en función de no perder tiempo y dinero en enseñar unas sentencias relevantes para el hombre, a personas que no supieran apreciarlas, y comprenderlas o que simplemente no pudieran.
PEREIRA, Jacobo Rodríguez
Matemático y eminente sordomudista español. Nació en Berlanga (Extremadura) en 1715 y murió en Paris en 1780.
Pereira fue el primero que se presento en Francia como inventor del arte de enseñar a los mudos. Se estableció primeramente en Burdeos, y en 1746 fue cuando emprendió en la Rochela la educación del sordomudo Azi d´Etavigny, al que poco tiempo después, presento a la Academia de Caen, y por ultimo, a la Academia de Ciencias de Paris.
Una comisión de la que formaba parte el famoso naturalista Bufón, dio en 1749 un brillante informe acerca del estado de formación intelectual de aquel sordomudo, lo que valió a Pereira los elogios de la Academia y una pensión de Luis XV.
A parte del primer discípulo, tuvo otros, entre ellos, Saboureusx de Fontenay, Marie-Madeleine Marois, etc.
En 1759 fue nombrado a propuesta de la Academia de Paris, miembro de la Sociedad Real de Londres y en 1765 interprete del rey para premiarle así su capacidad y sus conocimientos, así como él improbó trabajo que se había impuesto de enseñar a hablar a los mudos.
De Pereira nos quedan, a parte de algunos trabajos interesantes e ingeniosos en otros dominios científicos, sus artículos y memorias de presentación de sus discípulos a las Academias y de comentarios de su método. A base de ellos ha sido posible colegir las líneas generales de su procedimiento didáctico que tan buenos resultados obtuvieron.
La clasificación razonada de los diferentes casos de sordomudez que se le ofrecían el trato pedagogico consiguiente, parecen haber sido el punto de partida que debía garantizar sus éxitos. Añádase a ello, al lado de un conocimiento profundo de la fisiología de la palabra, la adopción de una dactilología especial cuyos caracteres prácticos no son todavía desconocidos, para entrar en inmediata comunicación con los sordos, y se comprenderán en parte de los progresos de estos pues la formula científica de dicha dactilología, consistía en que cada signo representaba una emisión articulatoria de la palabra y recordaba constantemente al mudo los movimientos que tenia que hacer para ejecutar cada articulación, con lo cual conseguía a la vez un estimulo mas y una nueva orientación para la lectura labial de sus educados.
Así, en resumen, el método de Pereira, que fue eclipsado injustamente mas tarde y en perjuicio delos mismos desheredados del lenguaje que durante un cierto lapso de tiempo no salieron jamás del terreno de la mi mica, se reduce a;
1º--enseñar la articulación pro medio de la vista, del tacto y de la memoria de los movimiento dactilológicos.
2º--enseñar la voz humana valiéndose de la percepción táctil de las vibraciones sonoras
3º--enseñar la entonación por el gesto y el acento, por el compás.
Escribió Memories des savans etrangers.
RESUMEN HISTORICO
La atención a las personas con limitaciones ha pasado por varias etapas, podrían considerarse las siguientes:
Primera etapa
Las personas con limitaciones fueron consideradas en un principio, como seres inútiles e improductivos; eran despreciados o ignorados, objetos de burlas o indulgencias. Se llegó a pensar que en ellas no existía el hombre social, cultural y moral y que muchas cosas en el mundo carecían de valor para ellas, por eso se las mantenía en condiciones de aislamiento o de discriminación total, incluso en algunas culturas se dio el infanticidio cuando se detectaba alguna malformación en el recién nacido.
Segunda etapa
Se puede denominar Médico -asistencialista porque la atención
que primó fue la médica sobre la visión pedagógica. Esta etapa se inicia cuando en el siglo XVI el fraile Pedro Ponce de León, llevó a cabo en un monasterio de Burgos la educación de 12 niños y jóvenes sordos con gran éxito; escribió un libro llamado Doctrina para los Mudos- Sordos, su método fue el oral. En 1620 Juan Pablo Bonet publicó el libro “Reducción de las letras y arte para enseñar a hablar a los mudos”, gracias a él el método oral tuvo gran difusión.
En Francia en el siglo XVIII surgió la primera escuela pública para la enseñanza de los sordos, gracias a la labor del abate Charles Michel L' Epee (1712-1789), quien sistematizó un lenguaje mímico que permitiera la comunicación entre ellos y quienes les impartía la enseñanza.
También fue en Francia donde se dieron las primeras experiencias de educación de niños ciegos; Valentín Haüy (1745-1822) , creó en París en 1784 un instituto para niños ciegos, uno de los alumnos era Louis Braille (1806-1852), quien construyó el famoso sistema de lectoescritura para ciegos que lleva su nombre.
Las aportaciones de Rousseau (1712-1778) en su obra “Emile Ou De L'
Education”, incidieron muchísimo en el cambio del paradigma aplicado hasta la fecha, pues sentó las bases para que el niño fuera considerado verdadero centro de interés de la pedagogía y permitió considerar al niño ciego, sordo y con deficiencia mental como sujeto susceptible de ser educado.
Philippe Pinel (1745- 1826) emprendió el tratamiento médico de los limitados y escribió los primeros tratados sobre la especialidad. Dos de sus alumnos: Esquirol e Itard realizaron sendas aportaciones en el estudio de la deficiencia mental
Esquirol(1772-1840), estableció la diferenciación entre idiocia y demencia. Itard realizó sus trabajo con el niño “salvaje de Ayveron “ al que denominaban idiota y avanzó en el concepto de que no podía denominarse así, ni diagnosticarse idiocia en un niño alejado de cualquier contacto con una cultura y educación humanas.
Los estudios de Itard sirvieron de base para los métodos de educación que nacieron a partir de la segunda mitad del siglo XIX, estos fueron impulsados generalmente por médicos.
En la segunda mitad del siglo XIX, se observan dos líneas de acción en el tratamiento de los deficientes mentales; la primera propugna por seguir con la atención asistencialista y que ponía énfasis en la inutilidad de su educación; la segunda era una línea educativa que a pesar de los fracasos iniciales defendía la posibilidad de la educación de estos niños y desarrolla métodos adecuados, en esta línea sobresale el francés Edouard Seguin, quien en colaboración de Esquirol creó el método fisiológico.
Tercera etapa
Escolaridad especial. A principios del siglo XX, cuando la escolaridad primaria se convierte en Obligatoria, los sistemas educativos separan
a los niños menos dotados y se crean clases especiales paralelas, surgiendo así la escolaridad especial, métodos, programas y medios técnicos que mejoraban la adaptación personal y social de los discapacitados.
Fue en el siglo XX cuando autores como Montessori y O. Decroly, aplicaron en la educación regular lo ya enunciado por Seguin para educar a niños con deficiencia mental.
La conceptualización que más ha marcado la atención profesional de las
personas con discapacidad ha sido la de “enfermo”, lo que hace que se considere la discapacidad al interior de la persona, haciendo caso omiso de otros factores causales como son los sociales, políticos y culturales.
Cuarta etapa
Integración y normalización. En la segunda mitad del siglo XX los
conceptos que priman en la atención a las personas con limitaciones son:
Normalización: en 1959 Neils Bank Mikkelsen, logró incorporar a las leyes de Dinamarca el concepto de normalización: “ La posibilidad de que el deficiente mental desarrolle un tipo de vida tan normal como sea posible”.
En la década de los setenta tras los resultados positivos obtenidos por los países líderes en el cambio en la atención a las personas con limitaciones como son: Dinamarca, Suecia y Noruega los postulados del concepto normalización empiezan a generalizarse, a convertirse en políticas y a plasmarse en legislaciones en cada país. Para hacer realidad esto los sistemas educativos deben ser rediseñados para dar apertura a la incorporación de nuevos conceptos.
30
Descargar
Enviado por: | Kapthar |
Idioma: | castellano |
País: | España |