Su realismo tiene una fama muy alta dentro de la novela realista, si Pereda sobresale por la descripción de ambiente y Valera por los análisis psicológicos, Galdós es el novelista integral. Es un poderoso pintor de ambientes, cuida la documentación sobre escenarios, costumbres, gentes según los métodos de realismo más rigurosos. Sus grandes dotes de observación le hacen encontrar el detalle significativo, los rasgos que formaran una atmósfera adecuada, así las calles y plazas de Madrid, los interiores de casas burguesas o humildes comercios, oficinas…etc. Aparecen evocados en sus obras con relieve imborrable, dejándonos un fresco amplísimo de la sociedad de su tiempo aunque con un predominio de la gente burguesa. Galdós es un realista de almas, sus personajes poseen una verdad que solo puede alcanzarse con una profunda intuición del corazón humano y una frecuente capacidad de comprensión la pintura de caracteres se basa algunas veces en una admirable técnica de retrato a base de pinceladas sueltas sobre los rasgos físicos y morales, la indumentaria, los gestos, pero sobre todo Galdós determina el arte de caracterizar a sus personajes por el lenguaje poniendo en cada uno rasgos diferenciadores del habla.
EL ESTILO DE GALDÓS
Su estilo no ha sido siempre bien comprendido y no han faltado quienes lo acusaron de descuidado y hasta de ramplonería. Valle- Inclán le llamaba “el garbancero” pero hay que insistir en la forma como adopta Galdós el lenguaje al personaje, se da un lenguaje ramplón cuando el personaje lo es, cosa que ocurre con frecuencia, ridículo y engolado cuando se trata de un pedante, coloquial y tierno según lo exija la ocasión.
En algunos puntos la técnica y el estilo de Galdós es de una sorprendente modernidad, en este sentido destaca su permanente utilización del diálogo interior que consiste en la reproducción de los pensamientos de los personajes, su gran arma es la ironía con la que Galdós es maestro, en esto tuvo como modelo a Cervantes.
LA OBRA DE GALDÓS
El mismo Galdós dividió su producción literaria en tres grupos:
Episodios Nacionales
Novelas Españolas de la Primera Época
Novelas Contemporáneas
A esto se le añaden sus obras teatrales sin contar su interesante correspondencia.
- Episodios Nacionales: constituyen un ambicioso proyecto narrativo y ofrecen una visión novelada del siglo XIX se componen de 46 novelas de mediana extensión distribuidas en cinco series de diez títulos cada una, menos la quinta que tiene seis las dos primeras las escibe entre 1873 y 1879 recoge la guerra de la Independencia y el reinado de Fernando VII, dos protagonistas, Gabriel Araceli en la primera y Salvador Monsalud en la segunda, contiene cierta mitad a estas series de las que sobresalen Trafalgar, Bailén, Zaragoza…
Entre 1898 y 1912 escribe las series restantes y abarcan desde las guerras carlistas hasta la Restauración, su rasgo principal es la postura crítica que Galdós tenía ante la intransigencia española, fuente de enfrentamientos fraticidas.
Con los episodios, Galdós logro un acierto fundamental, crear un nuevo tipo de novela histórica lejos de lo que este género había sido en el Romanticismo, ello se debe a su riguroso esfuerzo de documentación y a su propósito de objetividad.
Novelas Españolas de la Primera Época: así llamó Galdós a las 24 novelas que publicó a partir de 1881 por estas páginas desfila el Madrid de su tiempo, burgueses adinerados, nobles venidos amenos, burócratas influyentes, cesantes, gentes humildes y míseras dentro de lo cuál el ideal se codea con la bajeza, la calidad, con la avaricia, la ostentación con la mugre, la inocencia con la perversidad.
La unidad de este complejo mundo es sorprendente, esta se refuerza con el hecho de que muchos personajes aparecen en diversas novelas, en unas como personajes principales y en otras como secundarios pero sobre todo se ve la unidad de una época, de un ambiente y de una sociedad. Los personajes de ficción aparecen en un contexto histórico preciso con exactas referencias a que hacer político
Novelas Contemporáneas: en estas novelas sobre sale “La desheredada” donde aparecen elementos naturalistas, “Tormento”, “La de Bringas” ambas escritas en 1864 tienen los personajes comunes.