Ecología y Medio Ambiente


Basura y resíduos


TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

“LA BASURA”

Entrevista

Entrevistamos al Químico Industrial Sergio Manuel de la Iglesia, sub - gerente de C.E.A.M.S.E.

Qué es C.E.A.M.S.E. ?

Coordinación Ecológica Area Metropolitana (C.E.A.M.S.E) es una Sociedad del Estado integrada por el gobierno de la provincia y el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Actúa a escala regional y se encarga de la gestión de los residuos sólidos.

Esta sociedad realiza la disposición final de la basura recolectada en 27 distritos Municipales del Conurbano Bonaerense y la Capital Federal, aplicando el método de relleno sanitario.

Antes de la creación del C.E.A.M.S.E., los residuos se arrojaban en basurales a cielo abierto. Los mismos se convertían en focos de enfermedades y contaminación del medio ambiente.

La utilización de residuos para el relleno sanitario implementada por C.E.A.M.S.E. posibilitó la generación de nuevos espacios verdes y de recreación.

Este organismo constituye la única experiencia de tratamiento regional de residuos sólidos de un área metropolitana en Latinoamérica.

Qué es un Relleno Sanitario ?

Según la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles (A.S.C.E.), “el relleno sanitario es un método de disposición de la basura en el suelo que no afecta el medio ambiente, ni causa molestias a la salud o seguridad pública, y que aplica principios de ingeniería para confinar los residuos en áreas pequeñas reduciendo su volumen y cubriéndolos con una capa de tierra diariamente, al final de la jornada o con la frecuencia necesaria”.

Cómo se realiza un relleno sanitario ?

Para la realización de un relleno sanitario se eligen terrenos que posean suelos aptos, con arcillas de alta impermeabilidad.

En caso de no contar con este tipo de suelos se aplican métodos especiales como la utilización de membranas de polietileno de espesor adecuado de acuerdo a normas internacionales, evitando de este modo, la posible contaminación de las napas de agua.

Entre las tareas de control ambiental ejecutadas por C.E.A.M.S.E. se encuentra el monitoreo periódico de las corrientes de aguas subterráneas, de los cursos de aguas superficiales, de los líquidos percolados y el gas metano.

Hasta la actualidad se han afectado a relleno sanitario un total de 770 hectáreas, desde su creación, en 1977, C.E.A.M.S.E. recibió un total de 49 millones de toneladas de residuos.

Dónde se ubican los rellenos sanitarios ?

C.E.A.M.S.E. administra y opera cuatro rellenos sanitarios:

  • Villa Domínico (Avellaneda-Quilmes): recepciona los residuos provenientes de la Capital Federal y los municipios de la zona sur del conurbano.

  • Norte III( San Martín): recibe los residuos de la zona norte.

  • González Catán (La Matanza): dispone los residuos de los municipios de la zona oeste.

  • Ensenada: la basura proveniente de Berisso, La Plata y Ensenada.

Qué otras cosas se pueden hacer con la basura ?

Muchos de los materiales que integran la basura, pueden ser reusados o reciclados.

Entre los más comunes podemos señalar los vidrios, los papeles, los metales y los plásticos.

Pero para poder realizar esto de forma eficiente es necesaria una clara conciencia en la población de las ventajas que para el ambiente representa la reutilización de estos elementos, por cuanto se preservan los recursos naturales y se disminuye la generación de residuos a disponer.

Qué hace falta para lograr la instalación de plantas de tratamiento de residuos especiales ?

Estamos tratando de tener una evaluación técnica de los lugares más apropiados. Vamos a dejar encaminadas las alternativas para el tratamiento de los residuos especiales, que son decisiones muy profundas y muy difíciles.

Cuál es la situación de los residuos patológicos ?

Trabajamos con el Ministerio de Salud para ver como hacemos un enfoque global de la situación, coordinar los controles y precisar los roles. Como verificar los generadores, cuantificarlos, identificar a los transportistas, y a los tratadores. El tema de los residuos patológicos, involucra el espacio público, y esto es un dato muy importante de la realidad a tener en cuenta.

En qué lugar se ubica, entre los reclamos, el tema basura ?

Bueno, la basura no es la cosa que mas le preocupa a la gente, fundamentalmente por un problema de estratos sociales. A veces hablamos de las ciudades como si hubiera un ciudadano medio, y eso no es cierto.

Las personas de más bajos ingresos tienen una percepción de los temas del medio ambiente muy distinta a la que tienen las de altos ingresos.

A éstas le preocupa el problema de la basura por cuestiones de salud, pero también por razones de estética. Ahora, cuando las razones de estética ya no están en juego, bueno, deja de ser un problema. El tema no despierta pasión. Excepto cuando surgen problemas por la cuestión de los rellenos sanitarios, donde lo normal es que haya resistencia de la gente.

Los residuos urbanos

La ciudad más limpia no es la que más se barre, sino la que menos se ensucia.

Los residuos sólidos urbanos, más comúnmente denominados “basura”, son todos aquellos materiales provenientes de su actividad y que el hombre en su vida cotidiana deshecha diariamente y, que además no reúnen características infecciosas, radioactivas, explosivas y/o corrosivas. Estos residuos se originan en los hogares, ámbitos laborales, restaurantes, edificios administrativos, hoteles, industrias, etc. y son restos de comida, papel, cartón, botellas, embalajes de diversos tipos, por nombrar algunos.

Los cambios de modo, impulsados por la publicidad y recibidos por la sociedad de consumo, provocan que las personas descarten gran cantidad de objetos en buen estado, los que reemplazan por otros nuevos. Asimismo, gastamos gran cantidad de la energía en la obtención de materias primas para la elaboración de nuevos productos. Hoy en día la sociedad tiende en gran medida hacia los productos descartables, generándose de esta manera una necesidad de producir más y más elementos de consumo. Esta tendencia genera un círculo vicioso donde entran en juego el consumo de recursos energéticos y recursos naturales, recursos que se agotan y son irrecuperables, por lo menos a corto plazo. La generación de residuos de la población de la Ciudad de Buenos Aires es de aproximadamente 1.60 Kg./hab.-día, lo que nos da como resultado un total de 4.700 ton./día de basura. Algunos estudios realizados sobre el tema de la basura de Capital Federal, indican que está compuesta de la siguiente manera: 55 a 57 % de materia orgánica; 18 a 20 % de papel y cartón; 9 % de plástico; 7,5 % de vidrio; 3 a 3,5 % de metales ferrosos y no ferrosos; y 3 a 4 % de pañales. De esto se desprende que la basura orgánica representa la gran mayoría de los residuos generados. Podemos considerar que a nivel industrial esta basura no es reciclable, aunque sí a nivel residencial, donde podemos transformar la materia orgánica en “compost”, material apto para el abono de suelos.

El papel y el cartón si son absolutamente reciclables, ya que hay algunos tipos de papel o cartón que se fabrican a partir de papel o cartón usado. El plástico también es recuperable, aunque en nuestro país sólo se procesa el 1 % del mismo.

La industria del vidrio también busca reutilizar la mayor cantidad posible de este material.

Respecto de los metales, con los ferrosos se fabrican las latas de conserva, las cuales se degradan muy fácilmente. El aluminio constituye la “estrella del reciclaje”y hoy en día se realiza importantes campañas para juntar latas.

En lo referido a los pañales, debido a la forma en que se descartan, es decir cerrados y pegados con las cintas autoadhesivas, éstos conservan por mucho tiempo la humedad en su interior, tornándose muy resistentes al fuego y poco aptos para su destrucción a través de la incineración.

Formando parte de la basura diaria, encontramos en menor cantidad desechos de materiales textiles, de caucho y materiales de construcción. Toda esta basura es recolectada por las empresas que prestan este servicio a nuestras ciudades y llevadas a los rellenos sanitarios para su disposición final.

El relleno sanitario consiste en fosas especialmente construidas para depositar la basura, que están cubiertas por una capa impermeable. Sobre esta capa se colocan los residuos y se los compacta con el fin de aprovechar el volumen lo mejor posible y luego se la cubre con tierra para evitar la proliferación de insectos y roedores en la zona. Este sistema es el utilizado en la ciudad de Buenos Aires, ya que permite disponer de un destino adecuado para la basura, realizándose con todas las medidas de seguridad y muchos controles a fin de evitar la contaminación del ambiente y de las aguas subterráneas.

Pero en función de todo lo anteriormente descripto, concluimos que toda esta metodología dista de ser la verdadera solución porque todos estos materiales no se destruyen, sino que sólo se transforman o trasladan de un lugar a otro. Esto se ve agravado con el constante crecimiento de la población, su aglomeración en los centros urbanos, sumados al actual estilo de vida, que producen un incremento en el tiempo de la cantidad de basura generada. Por el contrario, los residuos que dejan los seres vivos y los mismos animales y plantas que mueren, se descomponen, enriqueciendo de esta manera el suelo y proporcionando sustentos a nuevas plantas y otras formas de vida. Si bien la naturaleza se encarga de esta forma de “reciclaje”, el aumento en la generación de residuos es tan importante que la misma naturaleza se ve sobrecargada en su proceso, provocando de esta forma la contaminación del aire y del suelo y del agua.

El problema sobre qué hacer con la basura es serio y difícil de resolver, y debido a que todos somos, en mayor o en menor medida, responsables de la generación de residuos, somos nosotros quienes debemos ayudar a disminuir esta cantidad para cuidar el medio ambiente que nos rodea y dejar un ambiente limpio para las generaciones futuras.

Los residuos hospitalarios se dividen en dos grandes grupos ( sin contar los residuos radioactivos ): los asimilables a los urbanos y los residuos infecciosos, llamados patológicos. Estos últimos deben ser dispuestos en bolsas de color rojo y no deben dejarse en las veredas juntamente con los residuos domiciliarios. Estos residuos son peligrosos e infecciosos y son transmisores de enfermedades.

No expongamos a la población a estos peligros ocasionados por un mal manejo de ellos. Existen plantas de tratamiento especializadas en la destrucción y disposición de este tipo de residuos, los cuales inertizan la mayoría de sus propiedades contaminantes.

Algunos consejos útiles

De todo lo dicho debemos concluir que somos nosotros quienes debemos cuidar y mantener limpia nuestra ciudad y así como colaboramos en mantener limpia nuestra casa, hacer lo mismo en todos los ámbitos en los que transcurre nuestra vida.

Los habitantes de las naciones industrializadas gastan en promedio 15 veces más papel, 10 veces más acero y 12 veces más combustible que las regiones en vías de desarrollo.

En nuestro hogar

Coloquemos los residuos de nuestras casas en bolsas para que luego sean recogidas por el camión recolector.

El servicio de recolección de residuos se realiza de domingo a viernes. Por lo tanto, no saquemos las bolsas de residuos a la calle los días sábados, ya que el camión recolector no pasa ese día, permaneciendo la basura en la calle más de 24 horas, lo cual afea a la ciudad, y permite que animales sueltos rompan las bolsas, desparramando la basura por la vía pública y exponiendo a la población a la transmisión de enfermedades y a la proliferación de roedores.

No saquemos a la calle las bolsas de residuos antes del horario previsto del paso del servicio de recolección. Las bolsas en la vía publica dan un aspecto muy feo en la imagen de la ciudad.

Los días feriados no pasa el servicio de recolección. En cambio si pasa la noche anterior. Por lo tanto, no saquemos las bolsas de residuos en días feriados, porque quedan en la calle hasta el otro día.

Depositemos todo tipo de residuos en cestos.

No arrojemos productos peligrosos a la basura (pintura, lavandina, nafta, aceite, etc.).

Si no se usara el plástico para el packaging, se aumentaría el peso de un producto en un 300 %, el volumen en un 150 % y el consumo de energía en un 100 %.

Realicemos informes acerca de la composición de los desechos producidos en nuestros hogares. Discutamos con nuestros compañeros y familiares acerca del uso y destino final de los residuos; los cuales son reciclables y cuales no, cuales tienen valor económico, etc.

No arrojemos algodones ni otros desperdicios al inodoro.

No arrojemos los frascos o botellas de vidrio en la basura común. La reutilización del vidrio o su reciclaje es amigable con el medio ambiente, sirve como materia prima y como ahorro de energía.

Todos los plásticos se pueden reciclar, no se pudren y contribuyen a la estabilidad de los terrenos de relleno.

El aluminio usado de las latas de gaseosas, sprys, botellas, etc., sirve para fabricar nuevos envases. Juntémoslo a los contenedores especialmente dispuestos en algunos comercios para su reciclaje.

Las pilas y baterías usadas contienen sustancias tóxicas tales como cadmio, mercurio, plomo y níquel. Estas sustancias contaminan al medio ambiente.

No tiremos las pilas con la basura común de nuestra casa, pues los rellenos sanitarios donde se dispone la basura no están preparados técnicamente para su disposición.

No abramos las pilas, pues contienen metales y ácidos que contaminan el medio ambiente.

No arrojemos las baterías al fuego y no las recarguemos a menos que su recarga esté específicamente indicada.

No quememos las pilas, pues desprenden gases tóxicos. Tampoco las amontonemos ya que el impacto ambiental es mayor.

Compremos pilas que tengan la leyenda “libre de mercurio”.

No tiremos las pilas a cuerpos o cursos de agua porque la contaminación es inmediata.

No mezclemos baterías nuevas con las viejas. No guardemos las pilas en el refrigerador pues corremos el riesgo de contaminar los alimentos.

No mezclemos las pilas nuevas con usadas, ni pilas alcalinas con comunes.

Retiremos las pilas de un artefacto si no las vamos a usar por un largo tiempo.

Debemos instalar las baterías de acuerdo a la polaridad indicada.

Abonar el suelo de los jardines es barato y ambientalmente correcto: con compost a partir de los restos de poda y corte de césped de nuestro jardín.

Es aconsejable llevar una bolsa para residuos en el auto. No debemos tirarlos en la calle.

No utilicemos fertilizantes químicos para el abono del suelo ni plaguicidas, que son sustancias tóxicas que contaminan las plantas y migran hacia aguas subterráneas.

Utilicemos bolsas de género para las compras diarias. Estas no son descartables y así evitamos el uso de las bolsas plásticas, las cuales no son degradables y requieren de mucha energía para su fabricación.

La población mundial consume alrededor del 40 % de la producción primaria neta de las plantas terrestres y acuáticas del planeta.

Los restos de comida deben ser vertidos en los tachos de basura y no en el sistema cloacal. De esta forma evitamos sobrecargar de materia orgánica los sistemas cloacales de nuestra ciudad, los que son vertidos en el mismo río de donde se extrae el agua para su purificación.

Los tíneres y los solventes son sustancias tóxicas y peligrosas para la salud. No los vertamos en la cloaca ni tiremos recipientes que contuvieron estas sustancias, en la basura.

Los medicamentos vencidos también son sustancias peligrosas.

Los embalajes de los productos que usamos son residuos a la hora de utilizar los productos. En el momento de la compra elijamos aquellos productos que contengan menos envoltorio; así evitaremos la generación de grandes volúmenes de desperdicios. Compremos también productos con envases de materiales reciclables.

En la vía pública

Cuando transitamos por la calle, o por las plazas o parques de nuestra ciudad, cuidemos de tirar los papeles u otros residuos en los cestos que están distribuidos especialmente para este fin.

No dejemos que nuestras mascotas ensucien la calle o las plazas, porque impedimos que otro ciudadano goce del derecho de disfrutar de un espacio público limpio. Llevemos una bolsita y una palita para recoger los desperdicios y tirémoslos en el cesto.

Asegurémonos que animales sueltos no rompan las bolsas de residuos, para lo cual es conveniente colocar canastos altos.

La calle no es un tacho de basura. Cuidemos de no arrojar desperdicios en ella. Los embalajes vacíos, los cigarrillos, papeles, etc., deben ser tirados en cestos y no en la vía pública.

El aceite usado en las estaciones de servicio, talleres, etc., es una sustancia fuertemente contaminante. No lo arrojemos a los sistemas cloacales. Debe ser juntado y enviado a plantas especiales para su posterior tratamiento.

Una pequeña cantidad de aceite contamina grandes cantidades de agua.

No arrojemos latas de pintura, aceite, combustible, insecticida, etc. a los cursos de agua ni cloacas. Un solo litro de estos productos contamina muchos cientos de litros de agua.

No arrojemos desperdicios ni animales muertos a los cursos de agua ( ríos, lagos, arroyos ).

Circulemos en nuestros vehículos, cuando sea posible, a velocidades de 80/90 Km./hora; de esta manera se consume menos combustible y en consecuencia la combustión interna es mas eficiente y los contaminantes eliminados a la atmósfera son menores.

En nuestro ámbito de trabajo

El papel usado sirve como materia prima para la fabricación de papel de menor calidad. Debemos separarlo del resto de la basura para ser enviado a las fábricas de papel, para su reutilización.

Propongamos utilizar papel 100 % reciclado. Para su fabricación se utiliza la quinta parte de energía así como también mucha menos agua y se contamina mucho menos el aire que en el proceso de papel normal.

Pensemos antes de tirar las hojas de papel. Utilicémoslas de ambos lados.

Debemos peticionar públicamente para que todas las dependencias estatales utilicen el 100 % de papel reciclado y destinen al reciclaje todo el papel que hoy arrojan a la basura. Una demanda tan básica y elemental como el reciclaje de papel no forma parte hoy de las practicas de los organismos oficiales.

La industria de producción de pasta y papel podría ser un ejemplo de producción limpia ya que explota un recurso potencialmente renovable y se trata de un producto reciclable y biodegradable.

El papel de escritura e impresión que se consuma debe aumentar gradualmente el contenido de fibras recicladas post-consumo, alcanzando un mínimo del 20 % a los años de promulgada la Ley. El reciclaje involucra al papel que ya ha pasado por la cadena de consumo. Normalmente las papeleras reciclan papel “virgen” proveniente de los mismos descartes de producción. Este proceso no reduce el número de basura.

El sector papel es responsable de la desaparición de bosques y uno de los principales contaminantes de los cursos de agua.

Con el reciclaje de papel se ahorraría madera y gastos de disposición final de basura pero principalmente la contaminación y vertido de sustancias tóxicas a los cursos de agua.

Hoy sólo los cartones industriales y algún tipo de papel para embalaje se fabrican con un 100 % de pasta recuperada. En general se agregan proporciones variables de pasta virgen.

Una respuesta llega a los residuos peligrosos

No es poco lo que está en juego. Más allá de las precisiones numéricas existe el fantasma de las alrededor de 300 mil toneladas de residuos tóxicos que se eliminan cada año ( sin saberse donde ) a lo largo del conurbano bonaerense.

La provincia de Buenos Aires repetidamente alertó sobre su decisión de no adherir a esa norma y, en cambio, advirtió que legislaría para su jurisdicción en el tema de residuos tóxicos. “La ley 24.051 no resuelve los problemas específicos del territorio bonaerense”.

El síndrome NIMBY ( “no en mi patrio trasero” )estaba en su apogeo.

Paso bastante agua ( con bastantes residuos tóxicos ) bajo el puente. Y se llegó a la norma que establece el “Régimen legal de residuos especiales”, con la aspiración de que la “generación, manipulación, almacenamiento, transporte, tratamiento y disposición final de residuos especiales en el territorio de la provincia de Buenos Aires quedan sujetos a las disposiciones de la presente ley”.

A favor y en contra

“Esta ley permite salir del atolladero. Y si bien no resuelve completamente el síndrome NIMBY es un paso para que las autoridades de cada jurisdicción no queden al margen y se involucren de lleno en el problema que ataca al conurbano, principalmente”.

Por otra parte, el decreto 95/96 del 16 de enero, emitido por el gobierno bonaerense faculta a C.E.A.M.S.E. a ampliar su ámbito de incumbencia al de los residuos especiales. Por ello, indica que “la disposición final de residuos peligrosos se efectuará por el sistema de relleno de seguridad”.

Pese a interpretar que la ley “es buena” porque ordena un terreno del que la provincia carecía. Carballo cree que su éxito depende demasiado de la rapidez y de la técnica que se utilice para reglamentarla, para lo cual la propia ley da un plazo de 120 días. Pero de acuerdo con el ex subsecretario ambiental, solo la reglamentación puede corregir lo que, a su juicio, es el mayor defecto; deja demasiado librado a la autoridad de aplicación ( la recién creada Secretaría de Medio Ambiente bonaerense ), la definición de muchos parámetros. “por ejemplo - dice Carballo - no le da seguridad al operador de que su proyecto de planta de tratamiento sea aprobado hasta que está construido”.

Dicho en castellano, esto de no ser corregido en la reglamentación poniendo precisiones acerca de las características que debe tener esa planta puede abrir un flanco de excesivo poder para los inspectores.

POLEMICA POR EL ALMACENAMIENTO

El anteúltimo artículo de la ley (el 67) puede desencadenar mas de un problema judicial o ambiental. Ocurre que ese artículo permite que hasta tanto no se establezcan las plantas de tratamiento ,los generadores almacenan adecuadamente los mismos en sus propias plantas, bajo el control y las condiciones que la autoridad de aplicación determine.

El primer elemento que surge es que la autoridad de aplicación podrá permitir almacenajes no previstos de residuos tóxicos, lo que le da un poder inusual.

Para Alberto Noé Carballo, el mayor riesgo es que lo transitorio se convierta en “sine die”. Y que los tiempos de obligatoriedad para construir una planta se prolonguen indefinidamente, muchas empresas se transforman en verdaderos basurales de residuos peligrosos.

De hecho, recordó Carballo, hay once empresas en territorio bonaerense clausuradas por almacenar residuos. ”Hay riesgo de que una medida transitoria se convierta en permanente”, admite Enrique Krombach. “Pero más cierto - afirma - es que al ser ésta una ley participativa, será la comunidad, en conjunto con los municipios y las industrias del lugar las que busquen la solución definitiva”.

Para el titular de C.E.A.M.S.E., MARCELO Kohan, “no debería ocurrir” lo que llevó a la clausura de muchas empresas, porque “ese almacenamiento deberá implementarse cumpliendo condiciones específicas”.

El manejo de los residuos sólidos

Opinión del Banco Mundial sobre la contaminación ambiental en la Argentina

La contaminación en la Argentina es superior a lo esperado en relación con su nivel de desarrollo. Los problemas mas graves son consecuencia del aumento gradual de la población urbana y de la expansión industrial.

Los problemas más serios se localizan en las áreas urbanas, especialmente en derredor de los bolsones de pobreza remanentes, los principales conglomerados industriales y los distritos comerciales centrales.

La contaminación de las aguas subterráneas debe considerarse como el problema de contaminación más importante en el país. Una gran proporción de las familias de bajos recursos dependen del agua subterránea para sus necesidades de subsistencia diaria.

La contaminación del aire y el ruido constituyen un problema en toda el área metropolitana, espacialmente en el centro de la ciudad.

Para reducir los riesgos sobre la salud debe indicarse por medio de una fijación apropiada de precios al consumo de combustibles mas limpios, aumentar el cumplimiento de normas de emisión y promover el uso del transporte publico.

Los basurales de desperdicios sólidos incomtrolados son otra prioridad.

La solución predilecta es minimizar la cantidad de desperdicios generados por medio de la recuperación y el reciclaje.

La capacidad y autoridad institucional para la gestión ambiental está fragmentada entre numerosos organismos a nivel nacional, provincial y municipal, lo que conduce a la superposición de jurisdicciones, a la debilidad de controles, al incumplimiento de las normas y a cierta confusión entre políticas y objetivos.

Hace falta que el gobierno fije metas nacionales convenidas para la calidad ambiental y determine normas de emisión apropiadas para lograrlas, que se clarifiquen los acuerdos institucionales y se designe un organismo responsable para el control, el cumplimiento y la adopción políticas del medio ambiente.

Ninguno de los problemas de contaminación industrial y urbana que afectan al país es insuperable. Muchas de las opciones de bajo costo para reducir la contaminación todavía no se han puesto en practica, y los recursos financieros para la implementacion de una estrategia de control son accesibles.

Administración de residuos sólidos

Una recolección deficitaria o falta de ubicación idónea de los residuos sólidos puede generar un hábitat propicio para los vectores de enfermedad, la contaminación de tierras y de recursos provenientes del agua, y la reducción del valor de la propiedad en las áreas suburbanas.

Algunos basurales abiertos se caracterizan por su pobre instalación, diseño y operación, incluyendo la falta de controles que resguarden su uso de la colocación de residuos peligrosos.

Situación actual

En buena parte del país, los residuos sólidos son recolectados por contratistas municipales, depositados y, muchas veces, quemados en basurales al aire libre. Esta práctica esta empezando a ser cada vez menos aceptada por los serios riesgos de deterioro ambiental que acarrea.

En la Capital Federal, la Municipalidad misma recolecta residuos en una parte pequeña de la ciudad, y los entrega a las estaciones de transporte del C.E.A.M.S.E..

El resto de la Capital cuenta con dos compañías privadas, MANLIBA y CLIBA, están contratadas por la Municipalidad para la recolección y transporte.

Usualmente, cada casa tiene una única tasa que incluye la limpieza de calles, la recolección de residuos y otros servicios. La familia no paga por la cantidad de residuos que deposita, por lo que no tiene incentivos por reducirlos.

Recolección y deposito de residuos sólidos

En asentamientos irregulares donde se concentran las poblaciones mas pobres de las ciudades y de las zonas semi rurales existe una inadecuada o inexistente recolección de residuos.

El desarrollo de terrenos de relleno sanitario debería ser prioritario donde todavía no existe, particularmente en las grandes ciudades, o donde la cotidiana falta de control en la recolección y deposito causa daños ambientales.

Un problema común es que, en la medida que las tasas fueron aumentadas para cubrir los costos de capital para las inversiones de relleno de terrenos y rehabilitación de tierras, se incentivo la descarga ilegal. Este problema podría ser atenuado si algunos de los costos d ella recolección y transporte de residuos sólidos fuese cobrada directamente a los productores de los residuos sólidos, así como a las casas de familia.

Reciclaje

Gran parte del material reciclable existente en los residuos sólidos es comúnmente reciclado a través de actividades informales en distintas etapas del proceso de recolección y deposito de basura.

El valor de las tierras y demanda de un medio ambiente ameno son todavía muy bajos como para incrementar los costos d ella recolección de basura a un nivel que haría rendidor el sector formal de reciclaje de materiales del residuo que producen las municipalidades, como papel, vidrio o plástico. Hay varios proyectos piloto de reciclaje, muchos centrados en escuelas y combinados con iniciativas educativas, aunque ninguno de ellos aparece como financieramente viable. De todos modos, todavía no puede desarrollarse un análisis económico completo de esos proyectos.

Recomendaciones

Mejora de la recolección y descarga de la basura. La prioridad mas importante es la promoción de una adecuada recolección y descarga de residuos sólidos.

En este sentido hace falta:

  • Movilizar los recursos financieros necesarios para mejorar la recolección y la cobertura de los costos de rellenado sanitario.

  • Promover un incentivo para gobiernos locales para adoptar stands sanitarios modernos e incrementar la cobertura de los costos de sus actividades.

  • Reciclaje

    La alternativa de recuperar materiales de la basura: mitos y verdades; ventajas y costos.

    Algunos defienden sus beneficios ambientales aunque no sea viable económicamente.

    Debate en la Argentina y las variantes posibles.

    Reciclar o no reciclar. Esa es la única cuestión ? . Para los ecologistas mas extremos, no solo es la única alternativa posible para el tratamiento de la basura, sino que además seria una actividad económicamente rentable.

    Lo ideal seria que toda la basura volviera a la cadena de consumo transformada en algún nuevo producto y la superficie de la tierra quedará tan pulcra como si no viviéramos en ella.

    Entre lo ideal y lo posible quedan muchas preguntas sin contestar:

  • Toda la basura es reciclable ?

  • Es posible clasificar las casi 12 mil toneladas diarias de desechos que producen los habitantes del área metropolitana de Buenos Aires ?

  • Quien hace ese trabajo ?

  • El Estado ?

  • Las empresas ?

  • Las amas de casa ?

  • Todas las personas se comprometerían a participar activamente del proceso de reciclaje ?

  • Hay un mercado dispuesto a adquirir esos productos ?

  • Alrededor del reciclaje se han construido tantos mitos que es muy difícil llegar al fondo del asunto sin tropezar con una serie de cuestiones controvertidas.

    Pero hay algo que queda descartado desde el vamos. Y es que el reciclaje sea una actividad rentable. Incluso los organismos y empresas que se dedican a esta actividad reconocen que en esta cuestión no hay ganancias en términos económicos, al menos por ahora.

    El reciclaje, mas allá de la rentabilidad se ha transformado en un medio para generar una nueva conciencia respecto de la problemática de los residuos urbanos.

    La mayor parte de la basura que se genera en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires tiene como destino final los rellenos sanitarios de C.E.A.M.S.E..

    El organismo percibe 8,71 pesos, mas I.V.A. por tonelada de residuos.

    Un debate cultural

    El reciclaje de la basura implica un debate cultural sobre el mundo que queremos, la sociedad de consumo, los deberes del Estado, las empresas y una cuota muy importante de motivación individual.

    Para entender los pro y los contra del reciclaje es mejor ir por partes. Y empezar por el primer lugar: el consumo.

    Las modernas pautas de marketing han influido también sobre la presentación de los objetos.

    Cuando alguien compra, por ejemplo, un televisor, vuelve a su casa cargado con una enorme caja de cartón, llena de telgopor, bolsitas de nylon y un sin numero de folletos con explicaciones y ofertas de la marca, cuyo único destino será la basura.

    Todos los productos vienen con algún agregado que los distinga del amenazador mundo de la competencia.

    Esta calculado que cada persona produce su peso en basura en unos 50 días.

    Para que todos los residuos vuelvan a la cadena de productividad, habría que clasificarlos en la propia casa. Una persona tendrá que tener por lo menos 14 tachos de basura en su cocina: hay 7 categorías de plástico completamente diferentes, 3 clases de vidrio, distintos tipos de papel, latas de aluminio, además de una infinita variedad de desechos orgánicos, cuyo único destino posible es el relleno sanitario.

    Pero el proceso de reciclaje recién empieza. Es necesario transportar cada una de las de las categorías clasificadas a su destino final: la planta o empresa que se ocupará de devolverles una forma y un sentido para reinsertarlos en el mercado de consumo.

    Hay dos aspectos que atentan contra el reciclaje: las posibilidades económicas y las condiciones operativas para poner en marcha el proceso.

    La gente cree que si se recicla, ahorra dinero. Y desde algún punto de vista puede ser cierto. Pero si vamos al proceso puntual, no. El reciclaje no da ganancias globales dice el ingeniero de C.E.A.M.S.E., Carlos Fontan “una tonelada de vidrio se compra por 45 pesos o 50, depende del momento. Pero para que llegue a destino hay que pagar un camión con todos sus gastos, el sueldo del chofer, del ayudante y del supervisor que se encarga de controlar que los vidrios que se recolectan sirvan para el proceso posterior de reciclaje”.

    Santiago Levanti, gerente de reciclaje, se sume a esa opinión.” En el reciclaje es más lo que se gasta que lo que se gana”.

    Según los cálculos para que un plan de reciclaje funcione correctamente en Argentina, hay que pensar en 4 o 5 años para educar a la gente y concientizarla en el cuidado del medio ambiente.

    Mitos y verdades

    La primera confusión surge de la creencia, de que todos los materiales pueden reciclarse. De toda la basura que producen los habitantes, hay un alto porcentaje de desechos orgánicos que no tienen otro destino que no sea el relleno sanitario. Y representan nada menos que el 60 % del total.

    Pero descartando esos residuos, hay que superar todavía varios problemas con el restante 40 %:

    Papel y cartón: representa el 17 % del total. Pero no se puede reciclar todo. Por ejemplo si llega un papel manchado con dulce de leche, no sirve. Y a eso hay que agregarle que en cada proceso de reciclaje, el papel va perdiendo las características originales.

    Plástico: es el 14 % del total de los desechos. La dificultad mayor se presenta en la clasificación de los 7 grupos diferentes que existen.

    Falta encontrar un mercado dispuesto a consumir los productos que se realizan con plásticos reciclados.

    Vidrio: 6 % del total de basura. Es uno de los pocos materiales que mantiene sus propiedades intactas después de reciclarse, no todos los vidrios pueden llegar a destino. “El vidrio plano no puede reciclarse porque tiene plomo”.

    Metales: 3 % . Quizá el más fácil de reciclar y el único rentable. La experiencia con el reciclaje de latas de aluminio en el mundo ha resultado económicamente factible y rentable.

    Vidrio y papel, las primeras experiencias

    Pese a las dificultades económicas y operativas, en Argentina existen varias experiencias que fomentan el reciclado de basura, como parte fundamental para reducir la cantidad de desechos que se destinan al relleno sanitario.

    En 1989, el C.E.A.M.S.E., la Secretaría de Energía y la Cámara de Fabricantes de Vidrio, firmaron un convenio para llevar adelante un plan de recolección diferenciada de vidrios. Se colocaron unos 50 contenedores amarillos en las principales esquinas de Bs.As.; en 1992 se sumo el Conurbano bonaerense.

    Los contenedores se colocaron directamente en los colegios primarios y ellos se transformaron en los beneficiarios del proceso.

    En octubre de 1993, al vidrio se sumo el papel, que representa el 17 % del total de basura que arrojan los porteños.

    C.E.A.M.S.E., la Municipalidad de Buenos Aires y la empresa Manliba implementaron un plan piloto de recolección diferenciada de vidrio y papel en los barrios Saavedra, River y el complejo habitacional Ruiz Huidobro.

    La prueba piloto no concluye ahí. Las firmas pertenecientes a la Cámara Argentina de Fabricantes de Vidrio y a la Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel compran el material recolectado para ser reutilizado. Y, finalmente los fondos que se obtienen por la venta de estos residuos, vuelve a la Asociación de Fomento de los barrios, junto con un árbol que dona Manliba por cada tonelada de basura que se separa para el reciclaje.

    A la lata, al latero

    el reciclaje de latas de aluminio es una experiencia medianamente nueva en Argentina.

    Reynolds S.A es la empresa que fabrica las latas y se encarga de recolectarlas y reciclarlas para luego volver a utilizar el material. Ahorra el 95 % de la energía que se necesitaría para fabricar una lata a partir del material virgen.

    El “Programa permanente de reciclaje” que lleva Reynolds en acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y C.A.D.I.B.S.A. ( cámara de las bebidas), consiste en canjear latas de aluminio por productos de uso cotidiano.

    Plásticos un material difícil

    El plástico es algo así como la chica difícil del reciclaje: hay nada menos que 7 clases distintas de plástico en el mundo.

    Algunas empresas han apostado a fabricar lo que llaman madera plástica .

    Dentro del complejo mundo de los plásticos, este producto resulta relativamente fácil de elaborar porque surge de la mezcla de las 7 categorías.

    “Se pueden hacer postes, bancos de plaza, señales de transito, etc.”. Hasta ahora no existe un mercado donde se puedan ubicar estos productos.

    La separación y clasificación y el lavado son muy costosos. Entonces, cuando se llega al producto final, se vuelve inaccesible para el consumo masivo.

    El reciclaje es basura ?


    Después de varios años de discursos y campañas a favor del reciclaje, los norteamericanos encontraron demasiados inconvenientes económicos y operativos en este proceso. En un extenso artículo aparecido el pasado 30 de junio en la revista del New York Times, titulado “El reciclaje es basura ?”,se detallan los aspectos nunca divulgados de una actividad que fue defendida durante mucho tiempo como la única opción para los residuos. Estas son algunas de las conclusiones:

    • “Creyendo que no había mas espacio para rellenos sanitarios, los norteamericanos concluyeron que el reciclaje era la única opción. Sus intenciones eran buenas y sus conclusiones aprecian plausibles. Pero el reciclaje es algo que tiene sentido para algunos materiales, en algunos lugares, en algunos momentos. Y como no es cierto que haya insuficiente espacio para rellenos sanitarios ( la crisis de 1987 fue una falsa alarma ), no hay razones para hacer del reciclaje un imperativo moral y legal.

    • “Un momento de árboles deben ser cortados para hacer diarios. Pero mucho mas árboles plantados en ese lugar.

    Norteamérica tiene en este momento tres veces mas la cantidad de madera que tenia en 1920”.

    • “Menos pulpa virgen ( se refiere al proceso tradicional de fabricación de papel, a través de la tala de árboles para extraer la pulpa) significa menos polución, pero el proceso de reciclaje crea polución en áreas donde hay más gente afectada: humo y ruidos, basura sólida y desperdicios de las fabricas donde se remueve la tinta o se transforma el papel en pulpa. El reciclaje de papel crea actualmente más polución en el agua, que hacer nuevo papel. : por cada tonelada de papel reciclado, una empresa produce 5 mil galones extras de agua contaminada”.

    • “El programa de reciclaje consume recursos. Requiere administradores extra y continuas relaciones publicas que expliquen que hacer con docenas de productos. También requiere, forzosamente, agentes que inspeccionen la basura. Recolectar una tonelada de productos reciclables es tres veces mas costoso que recolectar una tonelada de desechos porque se recoge menos basura en cada parada. Por cada tonelada de vidrio, plástico y metal que se destina al reciclaje, la ciudad gasta 200 dólares más de lo que gastaría en llevar el material a un relleno sanitario. Oficialmente esperan recuperar este costo extra en la venta del material, pero el precio del mercado de una tonelada en ningún lugar llega ni siquiera a un precio cercano a los 200 dólares”.

    • “Una taza de cerámica parece más virtuosa que otra hecha de polietileno. Pero requiere mucha más energía hacer un tazón de cerámica ( sin mencionar el agua). Según los cálculos de Martín Hocking, un químico de la Universidad de Victoria, uno puede usar ese tazón unas 1.000 veces para equiparar la energía con la consumición por uso. Y si la taza se rompe en el café numero 900, hubiera sido mejor usar 900 tazas de polietileno. Un impacto ambiental mucho mas inmediato quedo demostrado por estudios en restaurantes: la cantidad de bacterias en platos y tazas reusables es 200 veces mayor que en los materiales descartables”.

    • “Debemos reconocer que el reciclaje cuesta dinero”, dice William Franklin, un ingeniero que condujo un estudio nacional sobre los costos del reciclaje para el organismo Mantenga Bella América. Franklin estima que, actualmente, el programa de reciclaje agrega un 15 % a los costos de los dispositivos de basura”.

    • Franklin y otros estudiosos concluyeron que el reciclaje produce un ahorro de energía. “El resultado del reciclaje es menos consumición de energía y menos polución en el agua y el aire” dice Richard Denison, un científico senior de la Fundación de Defensa Ambiental, quien calculo los beneficios ecológicos del reciclaje. Pero hay muchas maneras mas directas - y mas baratas - de reducir la polución. El reciclaje es una manera muy complicada de ayudar al medio ambiente”.




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    Enviado por:Ana María Diego
    Idioma: castellano
    País: España

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